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—Con eso no te salvas, sigues siendo un sospechoso no lo olvides — meliodas impleménteme asintió con la cabeza y volvió a meter las manos en sus bolsillos. Tenía 3 personas en la mira mientras que los policías tenían 4
—¡Llegamos!— escucho la voz de Diane mientras era seguida por los demás, todos traían algo en mano como un café o un té. Esa noche iban a velar su cuerpo y por la ropa que sus hermanas traían en la mano casi vuelve a llorar. Tenían una camisa azul con un moño, una mini falda blanca que ella amaba usar y sus zapatos de diferente color. Ella amaba vestirse de esa forma, sintió una presión en su pecho que lo hizo doblarse con dolor, esa noche sería su última despedida solo para después no volver a verla
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