¡Crack! 

Se escuchó un potente grito que asustó a la persona en su interior. Había sido un golpe seco, la ventana se había roto, alguien había entrado a robar.

Respiración agitada, jadeos, el sonido de alguien que sílaba una melodía alegre mientras parecía accionar y finalmente sucedió. Un grito fuerte a alertó a varias personas, las pisadas de cierta persona que se encontraba en peligro corriendo hasta su habitación, torpemente tropezó con la alfombra manchada de sangre, estaba derribada y era su perdición. Solo pudo cerrar los ojos pensando en la última persona que le hubiera gustado ver.

—meliodas — pensó con lágrimas en los ojos y esas fueron sus últimas palabras