Flashback.
Dos años atrás.
"Kairi." la llamó John desde el patio trasero de la casa de ella.
Kairi se asomó a la ventana. "¡Johnny!" exclamó ella, sonriendo.
John llevaba sus gafas de John Lennon que tapaban sus grisáceos ojos, su cabello pelirrojo estaba alborotado, como siempre, llevaba una camiseta azul, una sudadera abierta naranja y unos pantalones rojos, acompañados por sus típicas Converse azules oscuras.
"¿Vamos?" dijo, con una media sonrisa.
Kairi sonrió y cerró la ventana. Se puso un vestido negro hasta medio muslo ceñido en la cintura y con cuello blanco, acompañado de unas medias negras rasgadas y sus botas de combate negras. Se miró al espejo y se acomodó su cabello azabache. Se guardó su mechero y su cajetilla de cigarros en el bolsillo y salió corriendo por el pasillo. Bajó los peldaños de las escaleras de dos en dos y se detuvo en la puerta.
"¡Mamá! ¡Salgo con Maggie!" gritó.
"¡De acuerdo!" gritó su madre de vuelta.
Salió corriendo por la puerta y vio el viejo Cadillac rojo descapotable de John aparcado a un par de casas de distancia. Se acercó y allí estaba sentado John, sonriéndole.
"Hola." dijo Kairi, saltando en el interior del coche. John se acercó a ella y la besó, haciendo sonreír a Kairi.
"Déjame tu móvil, por favor." dijo Kairi.
John le extendió su viejo teléfono móvil. Kairi tecleó varias veces. Un pitido. Dos. Tres. "¿Diga?" la voz de Maggie llegó a sus oídos.
"Mag, soy yo."
"Kairi, ¿qué pasa?"
"Voy a salir con John y te he usado de coartada. Ya sabes que hacer si mi madre te llama."
Tras unos segundos de silencio, Maggie contestó. "Diablos, Cooper. Vale, pero me debes una."
"Te debo mil." dijo Kairi sonriendo.
"Ah, porque te quiero, tía."
"Yo también te quiero, Mag."
Y colgó.
Kairi le devolvió el móvil a John y este arrancó el coche. The Smiths sonaron al máximo volumen, como era habitual cuando de John se trataba.
Kairi se acercó y puso la cabeza en el hombro del chico, el cual la rodeó con su brazo.
Estar com John se sentía como estar en los 80s, con su música extraña, su coche y él en sí.
Cuando Kairi estaba con él dejaba de ser la chica amable y radiante que todos creían que era y dejaba a su verdadero yo salir. Era alocada, divertida y borde, pero feliz.
John y Kairi cantaban y reían. John miró a Kairi, con adoración en sus ojos, viendo como ella echaba su cabeza hacia atrás y soltaba una carcajada demente. La amaba.
De repente, la chica se quitó el cinturón y se puso de pie sobre el asiento del copiloto de aquel Cadillac. El viento azotaba su cabello y su vestido, y ella cantaba una canción de The Smiths que sonaba mientras extendía los brazos.
"¡Estás loca, Kairi!" exclamó John, riendo.
"¡La locura es felicidad!" exclamó ella de vuelta.
John la miró sonriendo. Aquella chica estaba loca, pero él la quería.
Diez de Diciembre (un mes y cuatro días después).
John y Kairi se miraban fijamente. Plata y esmeralda enfrentados.
"Toma, Kairi." John le dio un sobre en el que ponía su nombre. "No la leas hasta que me haya ido."
Kairi asintió y dirigió su mirada hacia el Cadillac de John, el cual cargaba todas sus cosas. "¿Te vas?"susurró.
"La carta lo explica todo, Kairi." John besó su mejilla cortamente y acarició su cabello azabache. "No te quiero." susurró.
Kairi sonrió. John siempre decía eso cuando quería decir que la quería. "Yo tampoco te quiero."
Él sonrió y puso sus gafas de sol estilo John Lennon en la mano de Kairi. "Cuídalas."
Kairi asintió y observó el grabado en la varilla derecha de la gafa; The Smiths y sonrió.
John sonrió y besó la mejilla de Kairi. "No te olvidaré, Kai."
"Ni yo a ti, John."
Y John caminó hasta el coche. Entró en él y miró a Kairi, con sus ojos grises. Arrancó y desapareció.
Kairi se sentó en la hierba del patio trasero de su casa, con la espalda apoyada en la pared y se puso las gafas de John.
Abrió el sobre y comenzó a leer.
"Kairi,
Estos meses contigo han sido geniales, pero tengo que irme.
No sé si volveré, por lo que no te pediré que me esperes. Sólo te pido que no me olvides, que no olvides nuestros paseos en Cadillac con The Smiths de fondo.
No olvides nuestros momentos.
No olvides nuestros insomnios, yo no lo haré.
Esto no es un adiós, es un hasta luego.
No te quiere,
-John, tú John."
Las lágrimas resbalaban por las mejillas de Kairi.
Se había ido. John se había ido.
Ahora estaba sola. Completamente sola.
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