Amaneceres y sentimientos inciertos.
If I'm a corner that the dark backs into, you're the darkness that this corner clings to.
16 de junio, 5.13 a.m.
Dorian estaba tumbada hacia arriba, con los ojos aún cerrados. "Dorian, te vas a perder el amanecer."
"Kai, por Dios, son las cinco de la mañana." dijo Dorian, sintiendo como Kairi le golpeaba en el pecho.
"¡Dorian James! Para ver el amanecer merece la pena estar tan temprano despierto." dijo ella, con su voz suave.
"Vale." dijo Dorian, con tono resignado.
Se incorporó y se sentó en la cama, con la cabeza de Kairi en su regazo. "Al fin el señorito se digna a levantarse." dijo ella, con una sonrisa burlona.
Dorian vio que Kairi sólo llevaba una camiseta suya de mangas cortas, y hacía un frío considerable, aunque ya no era de noche, pero no había salido el sol todavía.
"Kai, ¿quieres una sudadera o algo?"
"No, el frío está bien." dijo ella incorporándose y sentándose junto a él. Comenzó a trazar líneas aleatorias con las pecas de los brazos de Dorian. "El frío es como el amor; llega hondo, llega a tus huesos, te hace temblar, una mezcla entre dolor y placer."
"Eres tan malditamente poética, Kairi Cooper, que a veces pareces sacada de una historia ñoña para adolescentes." dijo Dorian, riendo y abrazándola.
"Sh." dijo Kairi, poniendo un dedo sobre los labios ligeramente separados de Dorian.
Ambos estaban en completo silencio, cuando se empezó a oír el ruido de pájaros de fondo, mientras, tras el mar frente a ellos, el sol emergía de entre las olas, con un tono anaranjado precioso. Kairi puso su cabeza en la curvatura del cuello de Dorian, lo que hizo que este notara cada una de sus respiraciones.
"Dorian." susurró ella. "Dorian James, te quiero hasta más allá de la luna, el sol, el sistema solar, la vía láctea y la inmensidad del universo."
"Kairi Cooper, " susurró él, contra la oreja de Kairi. "te quiero tanto, que no hay nada material en esta dimensión o cualquiera imaginable capaz de describirlo, o tan sólo acercarse un ápice."
Kairi besó el cuello de Dorian, suavemente, lo que hizo que este temblara. El siguiente beso fue a su mandíbula, y el siguiente a sus labios. Kairi sabía a Malboro Lights y menta, mientras que Dorian sabía chicle de fresa y café.
Ambos estaban tan enamorados que, lo último que se imaginaban, era que las nubes negras que anunciaban lluvia no era lo más oscuro que se avecinaba.
18 de junio, 11.23 a.m.
Kairi estaba sentada en una mesa de la cafetería del instituto, comiendo su ensalada de tomate y maíz, sola ya que Dorian había ido al médico. Su plan era no ir al instituto e ir con él, pero él le dijo que necesitaba ir al instituto, ya que tenía un examen importante.
A veces, Kairi odiaba cuanta razón tenía Dorian siempre. En todo.
Ella ni siquiera sabía por qué iba al médico, Dorian decía que era una tontería, algo sin importancia. Kairi prefirió creerlo.
Terminó su ensalada, tiró los restos y comenzó a caminar hacia la puerta, pero se chocó con alguien, pero no cualquier persona; John Silver.
Sus ojos plata la miraron, como un felino mira a su próxima presa. "Perdón, Kairi, no te había visto." dijo, con su inmaculada, blanca y seductora sonrisa.
"Adiós, John." dijo ella, reemprendiendo su camino hacia la puerta.
Estaba en el pasillo, vacío, caminando hacia su taquilla, cuando escuchó de nuevo la voz de John. "¿Cómo está tu noviecito?" dijo, parado a menos de un metro de Kairi. "¿Ya te lo has tirado? Sí, seguro, porque conmigo tardaste a penas dos semanas, ¿o fue una?"
"Perdona, ¿me estás llamando puta?" dijo ella, arqueando las cejas y cruzada de brazos.
"No exactamente." dijo John, caminando hacia ella. "Simplemente, recuerdo que no solías esperar mucho." Ahora, estaba muy cerca. Cogió un mechó del pelo azabache de Kairi y se lo colocó tras la oreja, lo que hizo que la chica apretara la mandíbula. "Eras tan inocente, con aquellos dieciséis años...Mírate ahora. Eres toda una mujer, en muchos sentidos."
"John, si piensas que me voy a acostar contigo, se nota que no me conoces." dijo Kairi, mirando fíjamente a los ojos del chico. "Quiero a Dorian." dijo, con voz decidida, mientras notaba como el dolor crecía en los ojos de John.
"Kairi, mi Kairi, ¿cómo puedes decir eso? Solías decir que yo era el único." susurró él.
Sonaba dolido, y aquello le dio fuerzas a Kairi para seguir hablando. "Tú solías decir tantas cosas, que ahora me lo cuestiono todo. Te recuerdo, John, que tú te marchaste, dándome el derecho de olvidarte." Ahora, fue Kairi la que se acercó a John, su cara a unos cuantos centímetros y sus ojos llenos de rencor. "Y créeme que lo hice, te olvidé en muchas ocasiones con muchos chicos."
Dicho aquello, Kairi se dio la vuelta, sintiendo el ardor de la victoria en su pecho. "No te quiero, Kairi." susurró John, con voz rota.
Kairi se paró en mitad del pasillo, con las lágrimas rodando por sus mejillas, mojando las gafas que él le había regalado. Se giró y vio como, pese a tener una expresión dura, algunas lágrimas caían de los ojos plata de John.
Kairi esbozó una pequeña sonrisa. "Nunca te había visto llorar." susurró.
"Porque, a tu lado, no sentía esa necesidad." respondió él. "Kairi, dime si sientes algo por mí o no. Es todo lo que necesito saber."
"Quiero a Dorian." dijo ella, secando sus lágrimas.
"Pero no has contestado a mi pregunta." dijo Jonh.
"Lo sé." dijo Kairi, se dio la vuelta y comenzó a caminar, pero cuando giro la esquina, y ya no estaba a la vista de John, cayó de rodillas en el suelo y comenzó a llorar.
n/a: queda poco para el final.
lo siento.
os quiero demasiado,
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-leid.
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