veintinueve♡
¿Que estaba bien? ¿Eso qué rayos significaba? Chelsy no lograba entenderlo. Nunca le había confesado lo que sentía a ningún chico, y quizás eso se debía a que nunca se había atrevido a hacerlo en su vida. Pero si de algo estaba segura, era de que un “Está bien” no estaba para nada bien.
Ladeó su cabeza, con el ceño fruncido, haciendo que su corto cabello alborotado cayera hacia un lado, miró sobre el hombro de él y después de contar hasta 3 mentalmente, sus ojos fueron directos a los del rubio, quien se había quedado quieto al frente de ella.
Luke se encogió de hombros inconscientemente, acomodándose la chaqueta jeans que traía puesta. Ninguno de los sabía qué decir y eso apestaba.
—Supongo que te veo luego —musitó Chelsy, un tanto aturdida con todo, tratando de salir de ese lugar. Escuchó cómo Luke se aclaraba la garganta seguido de detenerla, colocando su mano sobre su brazo. Ella levantó la mirada y alzó ambas cejas, esperando a que él dijese algo.
—Mira, si fui sincero contigo es porque sentí que tenía que serlo, no sé el porqué, simplemente se me salió, lamento que la hayas pasado realmente mal, que la estés pasando mal con esto, no es mi intención, no quiero que nada se torne incómodo o raro o que huyas de mí.
Ella suavizó su postura y asintió mientras soltaba un suspiro.
Chelsy no sabía si quería profundizar el tema, eso solamente la torturaría más, pero se vio soltando una de las tantas preguntas que habían estado rondando por su mente.
— ¿Desde hace cuándo lo sabías?
Pudo divisar el asomo de una sonrisa en el rostro de él.
Luke la tomó del brazo otra vez para encaminarla junto a él hacia una banca a los bordes del campus, en el camino ella no podía dejar de ver el agarre que estaban manteniendo, hasta que él la soltó y se sentó, poniendo su bolso negro sobre sus piernas. Chelsy se sentó con cuidado a su lado, procurando no chocar su rodilla con la de él, lo cual era algo tonto.
— ¿Que desde cuándo lo sé? Bueno, no hace mucho —se encogió de hombros y dirigió su mirada a la ella, la castaña la apartó, colocándola en el suelo con pena.
Unos cuantos chicos pasaron a su lado y cuando estuvieron solos, el rubio retomó su palabra.
—Siempre lo sospeché, las primeras veces que hablamos actuabas algo raro, digamos que te sonrojas mucho, Chelsy —Luke reprimió una sonrisa al decir lo último. La castaña abrió ligeramente su boca, sorprendida, sin poder creer que siempre estuvo en evidencia, sin dudas que estaba sonrojada justo en ese momento, su cara estaba ardiendo—. Pero al principio pensé que quizás eras alguien tímida, me di cuenta que realmente te gustaba el día en que viniste a mí en el parqueo de aquel establecimiento de comida, cuando me dijiste que te importaba.
—Ah —fue lo único que musitó, hizo sus manos en puños y las colocó sobre sus piernas, las podía sentir heladas y probablemente estaban sudando.
—Sí, estuve pensando en eso después.
— ¿Por qué no dijiste nada desde antes? —se atrevió a decir y a hacer contacto visual con él. Sus ojos azules la vieron confundido, como si su respuesta a aquella pregunta también le confundiera.
—Si soy sincero, no lo sé, simplemente me lo guardé.
Chelsy dejó escapar un gruñido de sofocación, para luego llevarse ambas manos hacia su rostro para taparlo, apoyó sus codos sobre sus piernas y se quedó así por unos segundos. Estaba tan avergonzada y realmente sorprendida consigo misma porque no podía creer que estaba afrontando todo con seriedad y no había huido más.
—Chelsy —trató de llamar su atención, logrando que ella destapara su rostro para verle de reojo.
—Antes de que digas algo —comenzó diciendo la castaña a la vez que se reincorporaba, Luke le vio con el ceño fruncido—. Sé que no te gusto ni por cerca, me ves como una amiga, y supongo que eso está bien, me agrada ser tu amiga —dijo, con la mirada puesta hacia el frente, observando al otro extremo del campus, no quería tener que verle a los ojos mientras decía esas cosas que le dolían de cierta manera.
— ¿Qué estás tratando de decir? —él se cruzó de brazos.
—Te estoy ahorrando el esfuerzo de rechazarme y mandarme a la zona de amigos, lo estoy haciendo por ti, de nada —explicó con cierto tono de voz divertido. Apretó sus labios en una delgada línea y cerró sus ojos. ¿Chelsy estaba entrando en una especie de crisis? Quizás—. Estoy tan avergonzada contigo, ni siquiera puedo verte a la cara —continuó diciendo con los ojos cerrados—. Odio esto, pero creo que tenía que pasar y lo entiendo, entiendo que no quieras nada conmigo, eso está bien, Luke.
Luego de unos segundos, donde el rubio no dijo nada ante las palabras de la castaña, esta decidió voltear a verlo, podía sentir su corazón en la garganta, no lo aguantaba. Ocultó su rostro entre sus manos otra vez, todo su cabello tapándole. A su lado oyó cómo Luke soltaba un largo suspiro.
— ¿Por qué crees que no me gustas?
Enseguida destapó su rostro y giró su cabeza para verle, con ojos confundidos y alarmados.
— ¿Uh?
—Sí me gustas, Chelsy.
❤❤❤
— ¡A la mierda mi carrera universitaria! Soy oficialmente cupido —soltó Calum mientras se levantaba de la silla del tocador de la habitación de Chelsy, después de haber escuchado todo lo que había pasado con Luke y ella.
Chelsy levantó su cabeza para verle mejor y puso los ojos en blanco al observarle hacer un baile de victoria en el centro de su habitación. Estaba acostada en su cama, con los brazos y piernas abiertas, como una estrella, mirando hacia su techo, recordando en repetición las palabras que le había dicho Luke, palabras que pensó que jamás llegaría a escuchar. Vaya, realmente también le gustaba.
El moreno dejó de sacudirse por la felicidad y enseguida caminó hacia la cama de su amiga, sin pensarlo mucho se dejó caer sobre ella, soltando una risa, haciendo que la castaña se quejara por su peso.
— ¡Me aplastas! —gruñó ella, haciéndolo a un lado, pero también tenía una sonrisa en su rostro.
—Al fin algo que hago sale bien, woah, soy lo más —dijo él, rodando hacia un lado de la cama, quedando de la misma posición que ella. Ambos mirando hacia el techo.
—Seguimos siendo amigos, Calum.
El moreno volteó a verla con expresión seria e hizo un mohín con su boca, fastidiado.
— ¿Por qué tienes que arruinar los momentos felices?
Chelsy puso los ojos en blanco y llevó ambas manos a su estómago para dejarlas reposar ahí. Se hacía tan difícil procesar que el rubio que tanto le gustaba le había dicho que también gustaba de ella. Eso solamente pasaba en sus jodidos sueños.
— ¿Sabes? no importa que sigan siendo amigos, en cualquier momento los voy a ver agarrados de la mano y dándose mimos, escucha mis palabras, estoy empezando a creer que soy una clase de profeta, uno muy grande —continuó hablando él. Chelsy volteó a verlo con el ceño fruncido, divertida.
—Pensé que eras cupido.
—También, cupido puede ser un jodido profeta, así que cállate, Chelsy.
La castaña soltó una carcajada antes las tonterías de su amigo. Giró sobre la cama para posicionar su cuerpo de lado, enfrente de él. Colocó un brazo debajo de su cabeza y miró cómo Calum la observaba con una mirada divertida.
—Estás feliz, ¿no es así? —le cuestionó él, para luego copiar la posición de ella. Ambos quedaron viéndose de frente.
Chelsy asintió, con algo de pena.
—Siento que no es real, y suena tonto, pero es que, ugh, ni siquiera puedo describirlo. Luke me gusta demasiado y que él diga que también le gusto es súper extraño porque siento que él está en otro nivel, uno muy lejos del mío.
Confesó, casi en un susurro, sintiendo su corazón latir con fuerza. Mordió su labio inferior inconscientemente y miró a los ojos a su mejor amigo, quien le miraba con una sonrisa.
— ¿Te puedo decir algo? —preguntó él, Chelsy frunció su ceño y asintió—. Me sorprende demasiado que no te hayas desmayado cuando te lo dijo —entonces el moreno dejó escapar una risa, ganándose una mirada indignada por parte de ella.
—Te odio.
—En serio, me sorprende que te hayas quedado seria.
—Te lo dije, estaba estática, por un momento se me olvidó cómo respirar, estuve a punto de toser como una loca, menos mal que no lo hice —explicó, recordando lo que había pasado después de la confesión del rubio. Ciertamente, Chelsy lo había manejado bien exteriormente, pero en el interior ya había fallecido tres veces.
Calum se volvió a reír demasiado, haciendo que sus ojos se achicaran y se formaran esas líneas de expresión al lado de su boca. Se tapó la boca y volteó a ver Chelsy, quien le miraba divertida.
—No me terminaste de contar cómo terminó esa hermosa experiencia —indicó el moreno, recobrando la compostura. La castaña hizo un mohín.
—Bueno, uhm, después fue un poco raro, no sabíamos qué decir, pero luego de un rato él me acompañó hasta mi salón, en el camino él comenzó a hablarme sobre una de sus clases, y creo que agradezco que haya cambiado el tema porque hablamos como normalmente lo hacíamos antes.
— ¿No se despidió con un besito? —preguntó Calum, interrumpiéndola. Chelsy puso los ojos en blanco, viéndole mal—. Ya pues.
—No, pero cuando llegamos a mi salón, se despidió de mí, se dio la vuelta, pero por alguna razón se giró otra vez para verme y darme otra sonrisa y lo gracioso de todo es que cuando volvió a girar para irse, casi tropezó con un chico que venía entrando.
—Lo traes bien tonto.
—No digas boberías —lanzó y se levantó de la cama, apoyando sus codos en esta. Miró a su amigo, que tenía su rostro casi aplastado sobre su brazo y sonrió—. ¿No crees que deberíamos comenzar a hacer el trabajo de literatura? De todos modos, para eso viniste.
Calum soltó un gruñido de exasperación y hundió su cara en la suavidad de la cama, reusándose a pensar en la asignación que tenían que hacer ambos, pero luego se reincorporó.
— ¿No podemos seguir hablando sobre cuánto amas a Luke? —cuestionó con expresión harta, viéndole a los ojos. Chelsy soltó una risa falsa.
—No.
Él bufó y de mala gana tomó su bolso para sacar sus apuntes. La castaña también hizo lo mismo, pero en su mente lo único que rondaba era el chico rubio de ojos azules, que le había dicho que también gustaba de ella.
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Calum nos representa jaja. VOTEN y COMENTEN. les tkm.
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