treinta y tres♡
—Vengo a visitar a mi amiga del alma y me encuentro a mi otro amigo del alma acá, ¿Acaso están ideando un plan para botarme de sus vidas? Porque les aseguro que eso será difícil.
La expresión del moreno era de indignación, tenía ambas cejas alzadas y su boca fruncida en una línea. Entonces Chelsy supo que él estaba a punto de hacer otra de sus famosas escenas llenas de dramatismo. Si ella hubiese sabido que era él ni siquiera le hubiera abierto la puerta hace unos minutos.
— ¿Deshacernos de ti? —Cuestionó Luke con el ceño fruncido, este estaba sentado de forma desganada sobre el sillón, la capucha de su Hoodie le cubría la cabeza—. Jamás.
—Uhm —balbuceó Calum, lanzándole una mirada de confusión a su mejor amiga que estaba a su lado, porque él realmente no sabía ni se esperaba que Luke estuviese con ella en su apartamento.
Sí, quizás a Chelsy se le había olvidado mencionarle a Calum sobre la repentina estadía del rubio en su lugar.
Luke y Chelsy compartieron una mirada fugaz desde la distancia, de la cual el moreno se percató. Este caminó al sillón como si nada, de forma sigilosa, como si estuviese analizando todo a su alrededor. La castaña puso los ojos en blanco y se dejó caer en el sofá.
—Estaba aburrido, echado en mi cama, jugando al Temple Run, uhm, sí, mi vida es algo aburrida afuera de la universidad —comenzó diciendo el moreno a la vez que se acomodaba a la par del rubio, quien le vio algo divertido, el rostro del ojiazul apenas y se veía por la capucha—. Entonces se me ocurrió la fabulosa idea de venir a visitarte —miró a Chelsy con una sonrisa falsa, ella le observó seria—, para ver si íbamos a buscar algo de comer, ya sabes, lo que solemos hacer a veces, o solíamos… —quedó viendo a Luke de reojo, con el mentón alzada, como echándole la culpa.
Entonces el rubio soltó una carcajada, haciendo sobresaltar a Chelsy en su lugar. Esta sonrió animada al ver cómo él se acercaba a Calum y pasaba su brazo alrededor de sus hombros, el moreno le vio con el ceño fruncido.
—Bueno, querido amigo mío, lamento informarte que ahora me estoy quedando acá, por lo tanto te aguantas y nos llevas a ambos a buscar qué comer —soltó el rubio, con una sonrisa ladeada. Aquello hizo que Calum abriera los ojos a tope y comenzara a toser por el asombro, ciertamente Chelsy también estaba luchando por quedarse seria porque por nada del mundo esperaba que Luke fuese tan directo.
— ¿Quedarse? —interrogó el moreno mirando al rubio, luego notó algunas mantas y almohadas de más en el sillón y sus cejas se alzaron en más sorpresa, enseguida su mirada fue a la castaña, en busca de respuestas. Ella trató de evitarla.
—Iré por algo de beber —se excusó rápidamente, levantándose del sofá para escapar a la cocina. Mientras se alejaba pudo escuchar cómo Calum comenzaba a interrogar a Luke.
Estando en la cocina, se apoyó en el pantre, alzó la mirada al techo y tomó una gran bocanada de aire. Dirigió su mirada hacia la sala, donde se percibía cómo el moreno y el rubio tenían una conversación calmada y casi silenciosa, supo que no podía interrumpirlos, así que caminó con cuidado y sigilo hacia su habitación.
Se encerró.
Quizás y sí debió comunicarle a Calum que Luke se estaba quedando con ella para evitar malentendidos, lo último que deseaba era provocar confusión o malas ideas. En su mente pidió que el rubio le contase todo con detalle al moreno, de todas maneras, solamente él podía expresarle el porqué de su estadía en su apartamento.
Caminó hacia su cama y se dejó caer en ella, sintiéndose algo cansada. Tan sólo habían pasado dos días en los que tuvo que convivir con Luke, no era fácil, pero tampoco era incómodo o tedioso. El rubio era alguien respetuoso.
Pasaron largos minutos donde Chelsy solamente se había limitado a ver al techo y respirar pesado mientras pensaba sobre todo lo que estaba pasando últimamente, una verdadera locura si le preguntabas.
Se escuchó unos ligeros toques en su puerta, haciéndola reincorporarse, a los segundos entró Calum con cuidado, este cerró la puerta detrás de él.
—Así que, ¿Ahora se quedará contigo? —fue lo primero que dijo, con los brazos cruzados y cejas alzadas. Chelsy hizo un mohín y se levantó por completo de la cama.
—Hasta que él se sienta cómodo, quiero ayudarle, Calum, además no podía decirle que no —respondió casi en un susurro porque tenía miedo de que Luke los escuchara, lo cual era algo tonto porque ambos estaban hablando bajo y quizás el rubio estaba en la sala y entretenido en su celular.
Calum hizo una mueca con sus labios, casi parecida a una sonrisa.
—Por supuesto que no le ibas a decir que no —soltó divertido, ganándose una mala mirada de ella.
—Sí, bueno —se encogió de hombros—. ¿Te lo contó todo?
—Sí, me sentí mal por él, está muy jodido todo —dejó escapar un gran suspiro—. Pero ya en serio, se me hace lindo que quieras que él esté bien, yo también lo quiero.
—Lo sé —murmuró y frunció su ceño ligeramente cuando su amigo se aceró a ella, para luego poner ambas manos sobre sus hombros.
—Te lo dije una vez y te lo vuelvo a decir ahora, eres un encanto, eres Chelsy, tienes tu propia esencia y eso te hace especial.
Al escuchar aquello, la castaña solamente sonrió anchamente, era raro que Calum soltará cumplidos como esos, cumplidos sinceros y sacados desde su interior.
—Vamos a la sala, Luke se quedó solo —comunicó él seguido de poner uno de sus brazos sobre los hombros de ella, ambos se condujeron hacia la salida y caminaron casi en silencio hacia la sala, donde el rubio seguía en el sillón, en excepción de que ahora la capucha ya no estaba cubriéndole la cabeza, dejando a la vista sus rizos rubios desordenados.
Calum soltó a Chelsy rápidamente, yendo hacia el sofá donde ella solía sentarse, se cruzó de piernas y se apoyó en el respaldar. La castaña solamente le vio mal porque era más que obvio que le había ganado el lugar solamente para que ella se sentara junto al rubio.
Luke alzó la mirada hacia ella y le mostró una sonrisa, eso hizo que reaccionara y se encaminara hacia su lado, para sentarse en el sillón. Pudo jurar que escuchó cómo su amigo soltaba una risita de satisfacción.
—Bueno, ¿Qué hacían antes de que interrumpiera? —preguntó el moreno viendo al par en el sillón. Luke se encogió de hombros a la vez que se inclinaba hacia atrás, dejando perezosamente su cabeza en el respaldar. En un momento él colocó su brazo a lo largo de este, su mano casi rozando el cabello de Chelsy.
—Jugábamos Uno —respondió señalando con su barbilla hacia la pequeña mesa en el centro. Calum bajó la mirada y en efecto, ahí se encontraban cartas de varios colores esparcidas sobre esta.
—Aburrido —bufó el moreno.
—Mejor que jugar al Temple Run solo en tu habitación claro está —contratacó el rubio con una sonrisa traviesa. Chelsy soltó una risa al ver el rostro de indignación de su amigo.
Calum puso los ojos en blanco e hizo una mueca desdén con su mano.
—Cómo sea —comenzó a hablar—. Brenda y Michael están organizando este viaje entre nosotros, aun no se deciden dónde iremos, ya sabes que esos dos tienen ideas opuestas, pero igual Brenda va a tener la última palabra —sonrió divertido, contagiando a los otros dos—, Así que, supongo que vayan preparándose, yo qué sé.
Chelsy frunció su ceño ante las palabras de su amigo, iba a hablar, pero Luke la interrumpió.
—Uhm, no sé si quiera ir —confesó el rubio, inclinándose en el sillón, colocando sus codos sobre sus piernas. La castaña volteó a verle extrañada y negó.
— ¿Por qué no? —cuestionó ella.
—No lo sé, Chelsy —respondió él, dirigiéndole su mirada algo cansada. Ambos se quedaron viendo por segundos hasta que Calum se aclaró la garganta, entonces ellos la separaron y voltearon a verlo.
—Irás —intervino el moreno con expresión seria.
—Calum…
—Tienes que ir —secundó Chelsy, de brazos cruzados. Luke miró a Calum a la vez que mordía nerviosamente su labio inferior y después volteó a ver a Chelsy, para luego sonreír en una delgada línea y asentir.
—Está bien, iré.
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