Ahora que lo miraba bien, su cabello no era tan castaño como lo era el suyo, sino más claro, casi llegando a rubio, aquel tono combinaba tan bien con el color de sus ojos mieles, parecían dos tarros de miel. Su estructura ósea era fina, se podría decir que no tenía los típicos rasgos masculinos, pero eso era lo que le hacía ser extremadamente bonito. Su cabello iba peinado hacia un lado y traía puesta una camisa amarilla de botones que hacían resaltar más sus rasgos. Ese chico era bonito en otro sentido y Chelsy se encontraba tan confundida en ese instante.

Y de repente, ambos se encontraban en una especie de batallas de miradas, donde el único que parecía entretenido con todo era él.

—Te me haces conocida —habló el castaño claro, Chelsy frunció su ceño y volvió a ver al profesor que ya estaba ordenando sus cosas para dar inicio.

De todos modos, había algo en él que a Chelsy no le daba buena espina, no podía ser tan bonito, debía de esconder algo, o al menos esa era la lógica de ella.

— ¿Ah, sí? Tú no —devolvió en un murmuro, lo que provocó que él sonriera por la tosquedad con lo que lo había dicho.

— ¿Eres amiga de Michael Clifford?

La castaña le vio confundida.

—Sí, ¿Por qué?

—Tengo clases de cálculo con él, te he visto en su grupo de amigos, por eso te me hacías conocida —explicó con cierta postura perezosa sobre el pupitre. Sus piernas estiradas y manos sobre su abdomen, Chelsy encontró aquello nefasto—. Una cara bonita no pasa desapercibida —continuó con una sonrisa ladeada, ella se aclaró la garganta sorprendida por lo que había dicho.

— ¿Perdón? —espetó conmocionada. Observó como él soltó una risita desganada. ¿Cómo era posible que alguien tuviese una postura y actitud tan calma?

— ¿Que? ¿No suelen decirte que eres bonita? Porque lo eres… —él se detuvo para volver a verla con duda, esperando a que ella le dijese su nombre, pero Chelsy no lo hizo, solamente se cruzó de brazos.

— ¿Te le acercas a chicas y le hablas así? —gruñó porque se estaba comenzando a impacientar.

Él hizo como si lo pensara, mirando al techo y poniendo el semblante concentrado. Chelsy negó lentamente.

—Solamente a las que me llaman la atención.

Entonces Chelsy supo que él era un tremendo casanova, presumido y coqueto. Sí, la belleza tan angelical que poseía escondía todo aquello.

—Oh, he sido demasiado descortés, mi nombre es Nick —sonrió de lado a la vez que alzaba su mano hacia su dirección, Chelsy bajó su mirada a ese acto y frunció el ceño; ella no la tomó, lo que hizo que él soltara una risita silenciosa.

—Siempre es bueno ver caras nuevas en una de mis clases —se escuchó desde al frente, inmediato la castaña despegó la mirada del chico para volver a ver al profesor, quien ya se dirigía al pizarrón para iniciar la clase. El Sr. Teller se giró hacia donde está Chelsy y Nick, este último poseyendo su actitud calma.

—Tenía que tomar clases con el mejor profesor de literatura, por eso he cambiado mi horario —soltó con galanteo. Chelsy le vio de reojo y solamente soltó un suspiro cansado. Vaya que sí era un coqueto con todos.

—Guarda tus halagos, muchacho —devolvió el maestro divertido, girándose de nuevo al pizarrón. Nick sonrió tan grande que Chelsy se sorprendió de aquel gesto tan deslumbrante.

Era raro, muy raro, pero ella estaba teniendo sentimientos encontrados con esta nueva persona; le desagradaba, pero al mismo tiempo no podía quitar sus ojos de él.

El salón se quedó en completo silencio cuando el Sr. Teller se aclaró la garganta, todos concentrados y quietos, Chelsy volteó a ver a Nick solamente para encontrarlo viendo hacia al frente, con cierta expresión divertida. Y fue demasiado tarde para que ella apartada la vista porque él volteó a verla para luego guiñarle uno de sus ojos mieles.

¿Qué rayos?

❤❤❤

Al terminar la clase, Chelsy agarró todas sus cosas con prisa, ignoró la mirada entretenida que le daba Nick a su lado, quien también estaba guardando sus cosas, pero con tranquilidad. La castaña tomó su bolso y se levantó de su lugar tan rápido que chocó con el pupitre. No quería seguir ahí bajo la mirada de ese chico. Nunca más.

Salió del aula junto con otros alumnos, chocando y apretada, pero cuando se vio en el exterior, en el pasillo, ella pudo respirar con más calma.

Tomó una gran bocana de aire y la dejó salir, alisó su camisa y se continuó a caminar, pero se detuvo cuando vio a Luke apoyado en la pared del salón. Sonrió un tanto nerviosa.

El rubio se acercó a ella con una enorme sonrisa.

—Te dije que vendría a buscarte —habló, tomando una de sus manos entre las suyas. Chelsy bajó la mirada y asintió. Sus mejillas se calentaron cuando sintió cómo él depositaba un beso sobre su cabeza— ¿Vamos a encontrarnos con los demás en el campus? —cuestionó casi como una invitación. Chelsy retrocedió unos cuantos pasos, pero sin separar sus manos y asintió viéndole a los ojos.

Por alguna razón, la castaña volteó a ver hacia atrás y se maldijo cuando observó salir a Nick del salón, su mochila puesta solamente en un hombro, venía viendo su celular, pero como si la mala suerte la persiguiera, él alzó la mirada y sonrió al toparse con la de ella.

El castaño claro pasó a pasos lentos a la par de ellos, dándole una mirada seria al rubio, quien observaba todo confundido, y luego miró a Chelsy con una sonrisa.

—Nos vemos otro día —le dijo para después alejarse. La castaña miró sobre el hombro del rubio para percatarse de que Nick ya estuviese lejos para centrarse completamente en él. Luke le veía con el ceño fruncido.

—Estás roja —comentó Luke intrigado, Chelsy abrió la boca para explicarle, pero la cerró, sintiendo su cara arder más que de costumbre—. ¿Estás bien?

Ella alzó la mirada para verle directo a los ojos y asintió.

—Sí, todo bien.

—Está bien, entonces vámonos —dijo con cierta expresión seria, su agarre en la mano de Chelsy se había hecho más flojo.

Chelsy sonrió a medias y ambos caminaron tranquilos, sin saber que Luke realmente había percibido la conexión entre aquel chico y ella, pero que se había callado por miedo.

❤❤❤

A la hora de salida, Chelsy se encontraba despidiéndose de Brenda como usualmente hacía. Estaba tan cansada, había sido una larga y pesada jornada de clases, en lo único que podía pensar era en descansar un poco.

La castaña miró confundida a Michael cuando este se acercó a ella, para luego tomarle del brazo delicadamente para llevársela lejos, ambos escucharon a Brenda quejarse, pero esta no iba a hacer nada, esta también estaba cansada y apoyada contra un muro.

— ¿Qué diablos? —murmuró ella confundida, viendo a los ojos al pálido. Atrás de él observó a Luke acercarse, pero detenerse donde Brenda. Los ojos azules de él la intersectaron por unos segundos, después comenzó a hablar con la morena.

—Chelsy, estoy realmente curioso respecto a algo —empezó diciendo Michael, cruzándose de brazos, ella le vio confundida—. ¿De dónde diablos conoces Nick Dean?

La cara de Chelsy pasó de una confundida a una aturdida al escuchar ese nombre.

— ¿Por qué?

Michael puso los ojos en blanco y bufó.

—Tengo cálculo con él y fue realmente raro cuando se me acercó a preguntarme tu nombre —explicó con ambas cejas alzadas, como si estuviese contando algo trágico. Chelsy tragó duro—. Oye, Clifford, esta chica castaña y bonita, que se junta contigo, ¿Cuál es su nombre? Fue difícil sacárselo —siguió, pero con otro tono de voz diferente al suyo, imitando a Nick.

En otra ocasión, ella se hubiese reído de aquella pobre imitación, pero en ese momento no sabía cómo reaccionar.

— ¿Se lo dijiste?

—Sí, tuve que hacerlo, me di la vuelta rápido antes de que me pidiera tu número.

Chelsy soltó un suspiro aliviado.

—Pensé que ibas en serio con Luke —le recriminó él, haciendo que ella le viese ofendida. Dirigió su mirada hacia donde estaba el rubio hablando con su mejor amiga.

—Claro que sí.

—Entonces evita a Nick, no es un consejo, es una jodida advertencia —dijo serio, después se dio la vuelta para regresar donde su novia.

Chelsy se quedó confundida, de brazos cruzados. Observó cómo Brenda reía a la vez que pasaba sus brazos por el cuello de Michael, miró a Luke verlos divertidos. El rubio dirigió su mirada a ella y sin pensarlo mucho se acercó.

— ¿Todo en orden? —cuestionó él, con una extraña sonrisa.

—Sí —respondió, Luke alzó sus cejas, expectante—. ¿Vendrás conmigo a mi apartamento?

Luke frunció su boca hacia un lado y le observó directo a los ojos.

—Uhm, no, tengo que hacer unas cosas —contestó a secas, se acercó a ella y depositó un pequeño beso sobre su mejilla. No boca, sino mejilla—. Tal vez te hable luego.

Entonces se fue de ahí, dejando a Chelsy aturdida, confundida y quizás un tanto dolida.

Maldición.

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Perdón por tanto.
Voten y comenten, les quiero♡