Su boca se abrió en sorpresa, tratando de procesar lo que sus ojos veían, entendió por qué la pelinegra no había estado en la mesa durante todo el rato que llevaban en el lugar, estaba con otro, engañando a Luke. Y Chelsy no supo qué hacer, algo dentro de ella la obligaba a darse la vuelta y hacer como si no hubiera visto nada, pero por otra parte se sentía disgustada.

Sin pensarlo mucho caminó hacia allá, posicionándose al lado de la pareja, que parecía no darse cuenta de su entorno, eso la hizo frustrar más, no comprendía cómo Melanie era capaz de engañar a Luke.

— ¿Melanie? —gritó entre la música y el murmullo de los demás, la morena se separó del chico y alzó la mirada, algo perdida. Esta abrió los ojos a tope al darse cuenta de que se trataba de Chelsy.

—Yo... —se quedó sin palabras, la mirada yendo del chico hacia Chelsy y viceversa. El muchacho la miró con pena y ella se sintió peor al reconocerlo del grupo de amigos de Luke, le lanzó una mirada de desaprobación a Melanie y se cruzó de brazos— ¡No es lo que parece! —trató de excusarse, el chico se aclaró la garganta y trató de alejarse de ambas.

—Nos vemos luego —le dijo a la pelinegra. Chelsy frunció el ceño y se cuestionó si ese encuentro habría sido el primero o si antes ya se habían metido. Pensó en Luke, quien estaba tirado en el sillón, totalmente ebrio y lo único que sintió fue algo de lástima.

— ¡Es el cumpleaños de Luke! —Fue lo primero que se le ocurrió espetar, Chelsy se llevó ambas manos a la cabeza, irritada.

—No le digas que me besé con Fredd —dijo la otra, su rostro lleno de preocupación y angustia, justo como una niña pequeña que había sido descubierta haciendo algo malo.

—No, díselo tú, Luke no merece que le hagas esto, deberías sentir vergüenza, es su jodido cumpleaños y lo que se te ocurre es irte a besar con uno de sus amigos, ¿Qué clase de persona eres? —No se calló nada, le expresó todo lo que estaba pasando por su cabeza y al ver cómo Melanie se llevaba ambas manos al rostro para tapar sus sollozos culposos, se dio cuenta de que ella no era nada especial a como creía antes. Engañar a tu novio, más si es en su propio cumpleaños decía mucho de ti.

—Soy una imbécil —se lamentó—. Tienes razón, soy un asco... Lo siento, yo... No puedo seguir aquí.

Chelsy frunció el ceño, estaba asqueada con la situación, no podía creer que Melanie estuviese huyendo de todo, que dejara tirado a su supuesto novio.

¿Qué le iba a decir a Luke cuando regresara a la mesa?

De repente se puso nerviosa. Ignoró por completo la humedad en su vestido y decidió regresar, las manos las tenía heladas, trataba de pensar en algo ingenioso para decir porque ella no estaba muy segura de que si quería decirle todo a Luke, le iba a arruinar el día por completo.

Al llegar se percató que Calum ya estaba ahí, junto a otros dos chicos más, uno de ellos mantenía agarrado a Luke sobre sus hombros, intentando que este no se apoyara en la mesa para evitar que se mojara porque al parecer el rubio había derramado más licor sobre esta.

—No se siente bien —le dijo Calum al ponerse a su lado, el moreno la miró de reojo y frunció el ceño—. ¿Dónde estabas?

—En el baño —respondió de manera rápida.

— ¿No crees que es mejor llevarlo a casa? —cuestionó el castaño que estaba a la par, Ashton—. ¿Dónde diablos se metió Melanie? Ella lo iba a llevar.

Oh no.

—Me la encontré en el camino, dijo que se tenía que ir —soltó apresurada, la mirada de todos se dirigió a Chelsy, esta se acercó a la mesa y observó de brazos cruzados cómo Ashton soltaba un suspiro cansado—. No me dijo por qué, simplemente que se iba y ya.

—Genial, supongo que me lo tendré que llevar yo —el castaño se pasó ambas manos por el cabello algo cansado y sacó su teléfono para hacer una llamada, alejándose un poco del grupo.

—Ashton nos llevará a tu apartamento —dijo el moreno, balanceándose entre sus pies, la castaña frunció su ceño y miró a los ojos a su amigo, al cual las copas le habían llegado de más, pero no tanto como para estar tirado en un sillón, como Luke.

— ¿Qué? Pensé que llamaríamos a un Uber.

—Él se ofreció, no tiene nada de malo, Chelsy.

—Está bien —aceptó, se llevó un mechón de cabello detrás de la oreja y dirigió su mirada al rubio, este tenía su cabeza apoyada en el respaldar, viendo de manera perdida las luces de colores que alumbraban el local—. No debieron dejar a Luke solo.

—Estaba contigo, ¿O me equivoco? —Calum alzó ambas cejas y se encaminó hacia donde Preston, para sentarse a la par de ella. Chelsy puso los ojos en blanco, se estaba comenzando a sentir más angustiada de lo normal, si tan sólo no hubiese visto lo que vio, todo estaría normal, pero por otro lado, el rubio hubiese seguido siendo engañado por Melanie.

— ¿Nos vamos? Tenemos que buscar mi auto en el parqueo —Ashton se acercó a todos, Calum y Preston se levantaron y entre ambos obligaron a Luke a salir del sillón, quien al principio se opuso en una risa desganada, pero al saber que era hora de irse, cedió.

Se despidieron de algunos chicos que quedaron en la mesa y comenzaron a caminar hacia afuera del local, directo al estacionamiento. Los zapatos le estaban matando a Chelsy, así que sin pensarlo mucho decidió quitárselos en medio camino, justo como lo había hecho Preston minutos atrás. A su lado venía el rubio caminando a pasos torpes y largos, con ayuda del moreno, cosa que era algo gracioso porque ambos estaban ebrios.

—Voy adelante —comunicó en un grito Calum cuando llegaron al auto negro de Ashton, Preston le miró mal, pero se terminó metiendo en el asiento de atrás.

Le siguió Chelsy y después un Luke mareado, Ashton cerró la puerta con seguro y rodeó el vehículo para llegar a su asiento.

Genial. Chelsy se estaba preguntando qué era lo que había hecho para que el destino o el que sea que esté allá arriba la pusiera en esa situación. En un espacio tan pequeño y con Luke al lado, hombro con hombro. Podía escuchar la respiración lenta del rubio.

Después de darle la dirección a Ashton, el interior del auto se sumió en silencio, más que una leve tonada lenta que sonaba de la radio. Ella se percató que Calum iba con los ojos cerrados, probablemente en proceso de dormirse, Preston se había inclinado para apoyar sus brazos en sus piernas por el mareo y bueno, Luke había encontrado una especie de entretenimiento con el botón que abría y cerraba la ventana.

Giró levemente su cabeza para ver de reojo al rubio y aunque no le incumbía para nada la relación que tenía él con Melanie, no podía evitar sentirse mal, no podía imaginar cómo Luke se lo llegaría a tomar cuando se enterada, o si ella era capaz de decirle la verdad, le iba a romper el corazón y Chelsy no quería eso. Ella se estaba debatiendo bastante sobre qué hacer.

—Luke, demonios, deja en paz la ventana —espetó de la nada Ashton, viendo al rubio a través del retrovisor, el rubio alzó ambas manos en señal de rendición para luego dejarlas en su regazo—. Gracias.

—Chelsy —susurró Luke, acercando su rostro al oído de la castaña, esta se quedó estática y viendo hacia el frente, a la espera de lo que sea que fuese a soltar el rubio. La había tomado por sorpresa—. ¿Dónde vamos?

—Te llevarán a casa —respondió también en un susurro. Él no dijo nada de regreso, sin embargo, se quedó observándola hasta que ella decidió enfrentarlo y verle directo a los ojos. Pero Luke solamente le sonrió, lo cual la hizo confundir, pero le devolvió el gesto.

Al rato, sintió cómo el peso del cuerpo de Luke caía sobre ella, se estaba quedando dormido y su cabeza estaba a centímetros de caer sobre su hombro. Y efectivamente, fue cuestión de minutos para que eso sucediera. Y Chelsy se sintió como toda una cría porque sus mejillas se encendieron como antorchas, nunca iba a superar el hecho de que Luke la hacía sentir cosas tan bobas dignas de una niña de primaria.

El teléfono de Ashton sonó estrepitosamente, haciendo que Preston alzara su cabeza aturdida y se terminara golpeando el brazo con la puerta, la rubia giró la cabeza para observar a los demás y al ver a Luke y a Chelsy sonrió bobamente, le dio una mirada picarona a su amiga y este le hizo mala cara, pero por dentro se estaba muriendo por sonreír.

— ¿Justo ahora? —Se escuchó espetar a Ashton a través del teléfono—. ¿No puede ir alguien más?... Agh, déjame ver qué hago.

— ¿Todo bien? —se atrevió a preguntar Chelsy al ver el semblante fruncido del castaño por medio del retrovisor.

Ashton aparcó en unas calles cerca del apartamento de Chelsy y se giró en su asiento para verla a la cara, esta le miró confundida.

—Acaba de surgir una emergencia y tengo que estar allá justo ahora y no tengo tiempo para dejar a Luke a su casa, ¿podría quedarse en la tuya?

— ¿Qué? —preguntó anonadada, todo lo que había dicho el castaño le cayó de manera asfixiante. Y sí, había entendido a la perfección todo, pero lo último la dejó descolocada.

—Lo vendré a recoger mañana, por mí no hay problema, por favor...

—Está bien, está bien —lanzó alzando sus manos en exasperación.

Ashton le sonrió a medias y continuó manejando, esta vez con algo de prisa.

Chelsy miró a Preston quien observaba todo perdida y después a Luke, quien seguía recostado en su hombro. Sin dudas estaba tratando de procesar el hecho de que Luke iba a pasar la noche en su apartamento, cuando semanas atrás ni siquiera le dirigía la mirada.

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