El Sr. Teller estaba dando su conclusión sobre el libro que estaban leyendo, para en ese momento, Chelsy no estaba prestando atención alguna, su mirada iba hacia el reloj en lo alto de la pizarra a sus uñas, tenía que pintarlas otra vez porque la pintara estaba comenzando a descascararse.

La clase estaba a poco de terminar, todo estaba aburrido, Chelsy se preguntó dónde diablos se había metido Calum como para no asistir, tal vez se había quedado holgazaneando en su apartamento.

Ella se dignó en escuchar las últimas palabras del maestro y medio sonrió cuando escucho que la clase se daba por terminada. Recogió sus cosas y las metió en su bolso de forma ordenada, sin dañar nada. Se colgó la correa en su hombro y a pasos lentos salió del salón, directo hacia el pasillo.

Estaba a punto de sacar su teléfono para llamar a Preston para encontrarse, cuando sintió una presión en su hombro derecho, enseguida se giró con la intención de saber quién había sido, iba a quejarse, pero se quedó estática al ver esos ojos azules observarle.

Estaba segura que la presión se le había subido.

Luke lucía tan hermoso como siempre, usando sus famosas camisas con los botones a medio prensar, dejando a la vista algo de su pecho, esos diversos collares de plata, sus risos desordenados sutilmente acomodados detrás de sus orejas. Iba mascando un chicle, su bolso negro en su hombro. Chelsy jamás lo había tenido tan cerca, es decir, sin algo que estuviese entre ellos.

— ¿Kelsy...? —preguntó algo confundido, ella asintió, pero al percatarse que ese no era su nombre, negó de forma rápida.

—Chelsy —corrigió y él hizo una mueca de arrepentimiento. Bueno, le dolió algo que confundiese su nombre, pero ni siquiera tuvo tiempo de pensar en ello porque Luke la tomó del brazo y la llevo a un lado, ya que ambos estaban obstaculizando el paso de los demás en el pasillo.

—Lo siento, es que ando algo atareado —se disculpó, Chelsy asintió—, ¿Calum no ha asistido? —le interrogó, la mirada de él examinándola.

—No, no ha venido —contestó de forma baja, pero él llegó a escucharle ya que asintió en compresión. Le vio hacer una mueca de frustración y decidió arriesgarse a preguntar qué iba mal—, ¿Qué ha sucedido?

—No es nada del otro mundo, solamente necesitaba a Calum para preguntarle unas cosas, ya sabes que tengo que hacer un ensayo sobre él y todo eso... —se detuvo de hablar, el olor a menta de la goma de mascar llegó a Chelsy, miró sus labios y luego a sus ojos azules claro. Por un momento se perdió en ellos—, Eres como la mejor amiga de Calum, ¿No?

La castaña parpadeó saliendo de su ensoñación y asintió. Internamente estaba maldiciendo porque de seguro lucía como una loca.

—Uhm, sí.

—Chelsy, necesito tu ayuda —pidió Luke. Y cómo rayos ella se podía negar a él. La forma en la que había dicho su nombre la hizo querer esconderse entre los arbustos que estaban cerca—, Calum ni siquiera contesta las llamadas y en serio necesito esto... ¿Podría hacerte unas preguntas sobre él?

Y ahí estaba ella, con el corazón en el estómago, siendo examinada por esos hermosos ojos azules que le hacían temblar. Tenía miedo de parecer como una completa imbécil, pero tampoco quería quedarle mal. Sí, Chelsy estaba debatiendo consigo misma. Pensó que lo mejor sería contestarle con monosílabos o unas cuentas palabras, para evitarse pasar vergüenza.

—Claro —asintió con su cabeza y su cabello tan rebelde cayó en su cara. Maldición.

Luke aplanó sus labios para evitar sonreír.

Al rubio se le hacía algo gracioso Chelsy, para Luke parecía ser una chica tímida. Por supuesto que desconocía que ella estaba enamorada de él.

Luke caminó hacia unas bancas del campus, con la certeza que la castaña lo siguiera, cosa que hizo sin pensarlo mucho. Chelsy iba con la cabeza gacha, tratando de tranquilizar su pulso, con cuidado de no hacer el ridículo. Ni siquiera sabía por qué estaba tan nerviosa, no era como si fuesen hablar de ella, solamente se trataba de Calum, o al menos eso esperaba.

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cortito, pero intenso, i guess. voten y comenten.