Tenía miedo de hacer contacto físico o siquiera visual, Chelsy sabía que estaba siendo algo inmadura, pero no podía evitarlo, no podía evitar actuar algo extraño enfrente de Luke, el chico por el cual “moría”

Así que mantuvo sus piernas tan pegadas, tratando de evitar que su rodilla chocase con la del rubio, él ni siquiera lo notaba, o al menos eso quería creer ella, probablemente cavaría su propia tumba si Luke llegase a darse cuenta de su extraño e infantil enamoramiento.

Tampoco no podía evitar posar su mirada por largos segundos en su perfil, en cómo arrugaba su nariz a veces en señal de concentración, o en cómo relamía sus labios con la punta de su lengua. Aquello estaba siendo una especie de tortura para Chelsy.

— ¿Desde cuándo tú y Calum se conocen? —preguntó el rubio de manera distraída mientras revisaba unos apuntes en una libreta, había sacado una pluma para comenzar a trazar algunas líneas sobre párrafos ya escritos.

La castaña parpadeó unas cuantas veces y centró su vista en los ojos de él, los cuales la veían de manera seria.

—Uhm, tenemos literatura juntos, lo conocí ahí el año pasado —contestó y trató de ver lo que Luke estaba escribiendo en su libreta, en seguida notó una letra cursiva y desordenada.

Estaba aliviada que la conversación se centrara en Calum, preguntas algo tontas, pero que según el rubio, le eran importantes. Él sí que se lo estaba tomando en serio.

Pasaron unos 10 minutos cuando Luke cerró su libreta y le puso la tapa a su pluma. Chelsy pudo sentir el silencio incomodo aproximarse, quedaría como una tonta, más de lo que ya estaba quedando.

—Oye, el fin de semana es mi cumpleaños, iremos a un club a festejarlo o algo así —soltó una risa a la vez que se pasaba la correa de su bolso por el hombro y se levantó de la banca—, Estás invitada si quieres ir, de todos modos le mandaré la dirección a Calum.

Las mejillas de Chelsy estaban sonrojadas, estaba tratando de figurar las palabras del rubio porque estaba sorprendida.

—Uhm, gracias, iré —soltó apresurada y se odió por eso. Luke le mostró una sonrisa de lado.

—Gracias por ayudarme, adiós —dijo él, ondeando su mano a la altura de su rostro, Chelsy hizo lo mismo.

—Adiós —susurró ya cuando Luke había comenzado a caminar lejos de ella. Había estado reteniendo todo el aire, no podía creer que había estado sentada a la par de Hemmings y hablado con él, mucho menos podía procesar que la había invitado a su cumpleaños.

¿Estaba soñando?

No, no era sueño.

Llevaba meses creyendo que Luke jamás la notaría, que su cursi enamoramiento sería de lejos y nada más, pero eso había cambiado, el rubio sabía de su existencia y ahora la invitaba a su fiesta. Eso solamente pasaba en sus sueños.

De todos, sin importar que ellos hablaran, él seguía teniendo novia y siendo mil veces inalcanzable.

♥♥♥

—Te lo digo en serio, ese tipo no deja de verme —se quejó Preston con el ceño ligeramente fruncido. Chelsy dirigió su mirada discretamente donde su amiga estaba viendo y efectivamente, a unas cuentas meses estaba un chico castaño que las estaba observando, o al menos a la rubia.

—Quizás te ha confundido con alguien y está tratando de reconocerte, no sé —ella se encogió de hombros y le dio un sorbo al popote de su soda. Preston la miró y puso los ojos en blanco, tomó una de sus papas fritas y se la llevó a la boca, para luego mascar de forma frustrada.

—Dile que me deje de ver —pidió y Chelsy casi se atraganta por la risa.

— ¿Estás loca? —cuestionó de forma divertida. La rubia no le contestó, aunque todos ya sabías esa respuesta, Preston estaba algo pirada.

—Lo haré yo, si me sigue viendo en diez minutos, lo haré, lo juro.

—No, solamente no le prestes atención —dijo, tratando de prevenir esa situación porque sabía que su amiga era capaz.

—Vale —aceptó a regañadientes.

Ahora Chelsy se estaba cuestionando sobre si Luke alguna vez se había percatado de su mirada antes, cuando solamente se atrevía a verle como toda una cría. Qué vergüenza.

—Por cierto, Calum me dijo algo sobre una fiesta, no le entendí muy bien, creo que estaba dormido cuando llamó —Preston frunció su ceño y le dio un mordisco a su hamburguesa. Al escuchar eso, la castaña abrió los ojos a tope, se había olvidado por completo que ayer Luke la había invitado a su cumpleaños— ¿Sabes qué es? Traté de preguntarle a Brenda, pero no respondió, seguro tiene su boca ocupada en Michael.

—Es el cumpleaños de Luke —explicó brevemente y observó cómo su amiga casi escupía lo que estaba mascando.

— ¿Estamos invitadas a la fiesta de tu amorcito? Oh, Chelsy.

—De hecho, él me invitó personalmente ayer —para en ese instante, sus mejillas estaban calientes.

Si se pudiese comparar la expresión de Preston con un emoji, sin dudas sería con el que tiene toda la boca abierta a causa del asombro y eso le causó algo de gracia a la castaña.

— ¿Estás bromeando?

— ¡No!

—Quiero ser la madrina de su boda, me importa un carajo Brenda, te lo estoy pidiendo primero —comenzó a decir de manera rápida, provocando que Chelsy la mirara confundida.

— ¿Qué? Estás demente, eso no pasará ni en un millón de años, ni yo sueño tanto, ja.

— ¿Es en serio? Antes te lamentabas porque Luke nunca te notaría y ahora que lo hace, tienes una actitud de resignación, no te entiendo —Preston dijo a la vez que señalaba a Chelsy con una larga papa frita. Tal vez y sí tenía razón, pero ¿Qué podía hacer la castaña? Nada.

—Él solamente me habla porque soy amiga de Calum, lo sabes, de lo contrario jamás lo hubiese hecho.

—Quizás, yo creo en el destino, ¿sabes? —Dijo alzando ambas cejas, la castaña puso los ojos en blanco, pero a los segundos sonrió, estaba dispuesta a hablar, pero se vio interrumpida por el choque de las palmas de Preston sobre la mesa, en seguida la vio confundida— ¡Está haciendo contacto visual y no lo aparta!

— ¿Qué? —susurró extrañada, dirigió su mirada donde veía su amiga de manera fulminante y quiso reír al ver cómo el chico castaño de antes y ella sostenía una mini batalla de miradas.

—Ya regreso —le murmuró, se levantó de su asiento de forma rápida y antes de que Chelsy pudiese prevenirlo, Preston ya estaba caminando hacia la mesa donde estaba sentado el muchacho castaño.

—Oh no —musitó la castaña viendo todo el espectáculo.

A veces, Chelsy quería tener el mismo valor que tenía Preston al hablar con chicos, probablemente ella se hubiese quedado quieta en la mesa sin hacer nada. No actuaba y ese era el problema.

-

Ah mira, la que se tardaba en subir, sorry estaba ocupada respirando y lamentándome, lol. Voten y comenten.