Chelsy no sabía en qué momento fue que realmente cayó enamorada de Luke Hemmings, solamente recordaba un día no parar de verle y al siguiente querer ser su novia. No era algo desconocido para nadie que Luke era considerado uno de los chicos más atractivos de la universidad, a cada lugar donde iba, muchos pares de ojos le observaban, tenía una gracia y carisma que hacía sonreír a cualquiera, además, era un chico aplicado a la vista de todos.

Para Chelsy, él era el chico perfecto, el chico que presentaría a toda su familia con demasiada felicidad. Ella en serio estaba colada por Hemmings, pero sabía que jamás de los jamases sucedería algo entre ellos porque:

1. Él ni siquiera sabía sobre su existencia, y no creía que eso fuese a cambiar.

2. Tenía novia, una muy linda e inteligente novia.

3. Él era un 10/10 y ella no y nunca lo sería.

Era un tanto deprimente el que te gustara demasiado alguien y no ser correspondida, pero Chelsy ya se estaba acostumbrando.

—Deja de verlo y mírame a mí —se quejó Brenda en una risa desganada, tomó un galleta del paquete que estaba en el regazo de Chelsy y esta ni siquiera lo notó—, Eso es acoso.

La castaña le vio de reojo y alzó su mano en un ademán desinteresado hacia su amiga, quien se rió al instante.

—Hablo en serio, Chelsy, a como lo sigas viendo, él desaparecerá.

Después de un largo periodo de literatura, tenía una hora libre al igual que Brenda, y ambas siempre gastaban ese tiempo juntas, se ponían al tanto de cosas o simplemente se quejaban de lo pesado que era la universidad, pero eso se vio interrumpido cuando la castaña observó a lo lejos a su "amorcito" a como le decía Brenda.

Luke estaba sentado en el césped del campus, casi a unos cuantos metros de donde estaban ellas, estaba usando su computadora portátil y llevaba los audífonos puestos. Chelsy se preguntó qué tipo de música estaría oyendo.

— ¿Crees que tengo siquiera una oportunidad? —preguntó luego de unos segundos, su voz salió apenada y tuvo vergüenza de ver a los ojos a su mejor amiga.

—Oh, Chelsy, uno nunca sabe —comenzó a decir la morena tomando otra galleta, esta vez Chelsy sí se percató de ello e hizo a un lado el paquete, protegiéndolo—, Digo, no pasará nada si te quedas aquí, solamente viéndole.

Tenía razón, pero eso era difícil.

—Tiene novia, lo sabes —dijo como si fuese algo obvio e importante.

—Sí, bueno, Michael tenía novia cuando lo conocí —Brenda se encogió de hombros y decidió ver hacia el amorcito de su mejor amiga. Negó divertida porque el rubio ni siquiera estaba consciente de que estaba siendo levemente acosado por Chelsy.

—Sí, pero la relación de Michael era tóxica, la relación de Luke y Melanie no lo es, además, se ve que él está más que perdido por ella —lo último lo dijo con pesar y por primera vez, tomó la decisión de apartar la mirada y tratar de no verle. Enfocó sus ojos marrones en Brenda y soltó un largo suspiro, casi vencida.

—Vamos, Bree, eres demasiado buena como para sentirme mal por él, ni siquiera te conoce —la castaña vio con ojos heridos a su amiga tras esas palabras, pero no refutó nada porque era verdad pura.

— ¡Lo sé! —se quejó en un murmuro, sacó una galleta del paquete y se sorprendió al ver que era la última, automáticamente vio a Brenda—, Te las comiste todas.

—Si no hubieses estado pendiente en Hemmings, te habrías dado cuenta.

La morena se encogió de hombros y miró con diversión cómo Chelsy se llevaba la última galleta a la boca, con algo de molestia.

—Por cierto, ¿no tienes calor con eso puesto? Santo cielo —dijo Brenda señalando el suéter verde que traía puesto la otra, esta bajó la mirada y soltó un suspiro. Se podría decir que ya se había cansado de quejarse por la sofocación que le causaba la prenda.

—Otra mala decisión en mi vida, nada nuevo —se encogió de hombros y cuando vio que Brenda sacaba su celular para chequearlo, volteó de manera sutil hacia donde estaba Luke sentado.

Él ya no estaba ahí.