diecisiete♡
Estando sentada en el césped, miró sobre el hombro de Brenda y se sintió aliviada al ver al pálido novio de la morena venir corriendo hacia ellas. No deseaba hablar más de la situación o escuchar a su amiga que lo correcto que debía de hacer era decir la verdad. Sí, tenía razón, era lo necesario, pero ¿qué hacía para que Luke no se sintiera peor? Era inevitable aquello y sabía muy bien que lo estaba posponiendo al no querer decir nada.
—Hola hermosa y amiga de la hermosa —saludó Michael a la vez que se sentaba a la par de su novia. Chelsy puso los ojos en blanco y recogió sus cosas. Lo último que le apetencia en esos momentos era tener que soportar las bromas y provocaciones de Michael, quien parecía de estar de muy buen humor.
—¿Te vas? —le preguntó Brenda y la castaña asintió rápidamente—, Chelsy...
—¿Qué sucede? —intervino el pálido al no saber muy bien qué rayos estaba pasando. Chelsy volteó a ver a su amiga y negó, en señal de que ni se le ocurriera decir una palabra.
—Nada —respondió la castaña y le dio una sonrisa tensa a ambos.
—Estás rara —apuntó Michael con el ceño fruncido.
—Sí, bueno, adiós —se levantó y antes de que la pareja pudiese decir algo, comenzó a caminar rápido, lejos de ellos.
En el camino le entró nervios porque la idea de decirle todo a Luke se repetía en bucle, trató de pensar en otra cosa, en sus clases o en la extraña tendencia que había visto en Instagram por la mañana, cualquier cosa que la hiciera olvidar su preocupación.
Se estaba comenzando a odiar por dejarse dominar por la situación. No era su culpa que Melanie fuese una mala novia, no tenía nada que ver con la relación de ellos, o mejor dicho, con la antigua relación. Cayó en cuenta de que Melanie tal vez sabía que le estaba dejando un gran peso sobre sus hombros, ¿qué esperaba Melanie de Chelsy? Quizás no le dijo nada a Luke porque pensó que ella lo haría. Pero era algo injusto y cobarde de su parte, estaba huyendo de su resposabilidad.
—Estúpida Melanie —soltó en un murmuro mientras se dirigía hacia los pasillos abiertos.
En serio la cabeza le había empezado a dolor de tanto estrés que le estaba provocando todo. Tal vez era absurdo para cualquiera, pero para Chelsy no.
Iba a continuar caminando cuando sus ojos chocaron con una figura encorvada y sentada en una de las bancas. Lo reconoció por sus rizos rubios y su espalda ancha. Maldijo internamente.
Luke tenía su rostro sobre sus manos, inclinado en la banca. Quieto y en silencio. Probablemente sufriendo.
La castaña alzó la mirada y arrugó la nariz por la claridad. Por muy gracioso que fuese, se encontró pidiéndole ayuda a quien sea que estuviese en el cielo. Rogando por misericordia.
Tenía dos opciones, una de ellas era ir por otro camino e ignorarlo, la otra era ir a ver cómo estaba. La primera la iba a hacer sentir como una imbécil y la segunda la iba a poner en un nivel de nerviosismo grande. Uhm, no sabía qué hacer.
¿Por qué me tiene que pasar esto? Pensó.
Igual Chelsy ya estaba acostumbrada y sabía lidiar con sus nervios, y jamás se perdonaría dejar abandonado a Luke sabiendo que la estaba pasando mal.
Caminó decidida hacia él. Y algo se quebró dentro de ella cuando desde lo lejos pudo observar cómo el rubio pasaba la manga de su suéter sobre sus ojos, secándose una posible lágrima.
Se plantó enfrente de él y tardó varios segundos para que Luke alzara su mirada, sus ojos cristalinos y rojos, dejando en evidencia que había estado llorando. Chelsy le ofreció una sonrisa llena de pena y señaló a su lado.
—¿Puedo sentarme? —le preguntó con la esperanza de que dijera que sí y no la corriera.
Chelsy estaba dispuesta a ayudar a Luke, al menos procurar que no se sintiera tan miserable. No le gustaba para nada verle tan triste.
El rubio asintió y se movió un poco para darle más espacio a la castaña. Esta se sentó y observó un instante a su alrededor mientras formulaba muy bien lo que iba a decir, lo último que quería era decir una estupidez o soltar de más a como estaba acostumbrada. Era algo serio.
—Calum me contó lo que pasó —dijo y se obligó a verlo. Él asintió lentamente, su mirada fija en algún punto alfrente suyo. Sorbió su nariz y dejó soltar un bufido carente de humor.
—Chelsy, no lo entiendo —habló después de un rato, apretó sus labios en una delgada línea, apenado.
Ella podía ver con claridad el dolor en sus facciones. Era obvio para cualquiera que lo viera que él la estaba pasando realmente fatal. De todos modos, era un corazón roto y eso dolía mucho.
—Pensé que estabamos bien, todo iba bien, he estado pensando en todo, tratando de hallar un detalle o algo que me dé repuesta a todo esto... No tiene sentido —Chelsy tragó duro al verlo derrumbarse justo a su lado. Le dolió ver cómo él volvía a esconder su rostro entre sus manos y le dolió más cuando lo escuchó sollozar en silencio.
Ella sabía que no podía decirle sobre la infidelidad en ese momento, Luke estaba hecho trizas y si le contaba aquello, era capaz que todo empeorara, que él se hundiera más. Así que optó por consolarlo.
—Lamento tanto que te sientas así —confesó, le vio triste y se debatió si era buena idea colocar su mano sobre su espalda para hacerle saber que ella estaba ahí, para él.
Lo hizo. Su mano inmediato sintió lo caliente de la tela de su suéter y Luke volteó a verla de reojo, intentando mostrar una sonrisa, pero fallando por el tremendo dolor que lo consumía.
—Gracias, Chelsy —le dijo, se incorporó y dejó caer sus manos entre sus piernas, con la espalda encorvada. La castaña colocó sus manos sobre sus piernas, no sabiendo muy bien qué decir—, Es increíble cómo la persona que creíste que te hacía feliz te destruya en cuestión de minutos.
—Lo es —musitó estando de acuerdo. Podía sentir el dolor que trasmitía cada palabra que él soltaba.
—¡Odio esto! Odio sentirme así, tan minúsculo y miserable, sabiendo que no puedo hacer nada para mejorar las cosas porque Melanie dejó en claro que ya no éramos nada, que me dejaba y que ni me molestara en hacer algo —espetó, transformando su miseria en furia, sus ojos azules perdidos en el suelo y respiración forzosa tratando de controlar las lágrimas. Las olas de aflicción que emanaba él le estaban golpeando a Chelsy—. No le importó ni siquiera cuando le empecé a rogar como todo un imbécil para que habláramos, nunca había rogado de esa manera en mi vida y ella simplemente me desechó.
—Ella no te merecía, Luke —soltó con cierta rabia ella. Y era la verdad. El rubio le vio y bufó con falsa diversión—, Es en serio, la chica que te llegue a tratar de esa manera es una imbécil, porque sé que eres alguien bueno, no es mucho el tiempo que nos conocemos, pero en lo que hemos estado juntos, puedo decir que eres alguien genial, noble y lleno de buenos sentimientos.
Silencio, eso fue lo que hubo.
Luke le vio directo a los ojos y sin pensarlo mucho tomó una de sus manos entre las suyas. Chelsy se quedó estática en el lugar.
—Tal vez tengas razón —dijo en un hilo de voz—, Pero, Chelsy, no puedo hacer nada para sentirme bien, jamás había amado alguien a como creí amar a Melanie, tal vez ella me trató como una basura, pero eso no afecta el hecho de que la amaba.
Sus ojos se empañaron otra vez, haciendo que llevara sus manos a sus ojos para secarlos antes de que cualquier lágrima se escapara.
Chelsy quedó en silencio, se había comenzado a sentir miserable también. Ver a la persona que te gusta llorar y sufrir por otra persona era algo pesado y difícil de digerir. Y para ella, toda esa situación la estaba arrastrando.
Saber que Luke era alguien demasiado sensible le hacía cuestionarse sobre si valía la pena decirle toda la verdad. ¿Cómo se lo tomaría él? Chelsy tenía una gran carga sobre sus hombros, tenía la carga de cuidar las emociones de Luke y eso era demasiado para ella.
-
Hola, por alguna razón amo hacer que mis personajes se sientan miserables, jaja, chau. Voten y comenten ♡♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro