cuarenta y dos♡
Era muy noche, no podría decir la hora exacta porque se levantó de la cama algo mareada al escuchar el timbre sonar con insistencia, caminó a pasos apresurados a la vez que se arreglaba su corto cabello hacia atrás. De nuevo el timbre se escuchó.
Y mientras reprimía un bostezo con el dorso de su mano, le quitó el seguro a la puerta para después abrirla un poco para fijarse quién era. Cualquier pizca de sueño que traía encima se esfumó en cuestión de segundos al ver a Luke al otro lado. Abrió sus ojos a tope y se apartó, sin decir palabra alguna porque estaba algo sorprendida por la repentina presencia del rubio en su apartamento.
Luke entró, Chelsy cerró la puerta nuevamente, se quedó detrás de él, observándole. Llevaba la misma ropa casual con la que había llegado a la universidad, su ceño se frunció al notar que aun llevaba su bolso de clases cruzado por el hombro.
Su corazón comenzó a latir con intensidad cuando él se giró para encararle. Aquellos ojos azules le vieron por largos segundos, en silencio, con cierta pesadumbre y tristeza en ellos. Ella tragó duro cuando Luke se le acercó, ni siquiera había tenido la oportunidad de moverse de la entrada, retrocedió unos pasos hasta chocar con la fría puerta de madera.
—Debería decirte que lamento irrumpir en tu apartamento tan noche, pero la verdad es que no lo hago —empezó diciendo, casi en un susurro, como si quisiera que solamente Chelsy le escuchara aun cuando no había absolutamente nadie en el lugar—. Necesitaba hablar contigo lo más pronto que pudiera.
Chelsy alzó sus cejas en comprensión y asintió. Seguía perdida con lo que estaba pasando.
— ¿Sobre qué? —cuestionó, de repente con miedo porque cientos de pensamientos negativos abarcaron su mente. Ella sabía que un "Necesito hablar contigo" la mayoría de las veces no era bueno—. Espera, ¿Cómo viniste? —enseguida le vio preocupada. Luke le miró expectante a la vez que se quitaba el bolso y lo debaja a un lado en el suelo.
—Le pedí a Matías que me viniese a dejar, en serio necesitaba hacer esto lo más rápido posible.
— ¿Esto? —musitó la castaña, su entrecejo se frunció cuando Luke solamente asintió para luego acercarse con cuidado. Pudo sentir la respiración de él chocar con la suya, percibió el olor de su colonia y su temperatura fría.
Luke llevó sus manos hacia el rostro de Chelsy, ahuecando sus mejillas, acariciando la suavidad de su piel tibia. Ella se estremeció al sentir el tacto frío de algunos anillos que él poseía. Sus piernas temblaron por un momento cuando se decidió a verle directo a los ojos y su corazón se derritió cuando percibió el cariño y amor con el que él le observaba.
—He sido un imbécil contigo últimamente y no lo merecías —le murmuró con cierta expresión de dolor en su semblante—. Perdón si te hice sentir mal, entiendo que estés dolida y no quieras verme o algo por el estilo, me iría justo ahora si eso es lo que quieres —soltó con una sonrisa ladeada, carente de humor. Chelsy le vio con sus ojos de par en par, con un nudo en la garganta —. Pero necesitaba venir y pedirte disculpas, también venía para decirte que...
Luke se detuvo para respirar pesado, suavizó su agarre en el rostro de Chelsy, bajando sus manos hacia su mandíbula.
—¿Decirme qué? —se atrevió a preguntarle, se le había difilcultado decir aquello porque apenas y podía mantenerse así misma. La atmósfera que les rodeaba a ambos era demasiado fuerte, como una gran burbuja llena de afecto e intensidad.
Luke sonrió levemente, presionando sus labios en una delgada línea.
—Que te amo.
Chelsy no sabía si había escuchado bien o si su cerebro le estaba gastando bromas, pero se quedó en silencio, sorprendida. Sus ojos brillaron por culpa de la emoción, podría jurar que su corazón estaba apunto de traspasar su blusa. Ni siquiera tuvo que pensar en algo que decir, porque de un instante a otro, Luke acortó la distancia entre ambos para unir sus labios.
Pasaron largos segundos donde simplemente se quedaron quietos, sientiendo el roce de sus bocas y la caliente respiración de ambos. Fue Chelsy quien comenzó a mover sus labios sobre los de él y aquello tranquilizó demasiado a Luke porque por alguna razón él creía que ella le iba a apartar.
La castaña llevó sus manos hacia la parte trasera de la cabeza de él para enterrar sus dedos entre el cabello rubio y ruloso. Era como si cualquier tipo de angustia o preocupación se hubiese esfumado.
—Lo he estado pensando —susurró él sobre sus labios, con la respiración agitada—. Estoy demasiado seguro de que te amo.
Chelsy apartó su cabeza hacia atrás, apoyándose con la puerta y le vio directo a los ojos algo consternada. Se le era tan extraño escuchar a Luke decirle esas dos palabras, hacía que su pulso se acelerara y sus mejillas se calentaran. No era capaz de explicar cómo era que se sentía, pero sabía que le gustaba mucho.
—Había estado preocupada porque pensé que estabas retrocediendo, que quizás te estabas arrepintiendo de estar conmigo o algo por el estilo —admitió con pesar, haciendo que Luke negara con el ceño fruncido.
Él se separó de ella para después tomarle de la mano y conducirse a ambos hacia el sillón para que así pudiesen hablar más cómodamente. Una vez sentados, Luke procuró estar lo más cerca que pudiese de Chelsy.
—Seré honesto contigo porque lo mereces tanto, mereces eso y mucho más viniendo de mí.
Ella le vio expectante. Sus labios aun palpitaban por el anterior beso y se le fue inevitable no llevarse su labio inferior entre los dientes mientras observaba a Luke, quien parecía no saber cómo comenzar a explicarse.
—Soy un inseguro de mierda —empezó diciendo él, causando asombro en ella porque Luke no solía decir muchas malas palabras—. Me causaba temor darte cada parte de mí y que me dejaras, sé que suena demasiado estúpido, pero Chelsy, no podría aguantarlo, no después de toda la basura por la cual he pasado, sé que no es tu culpa en lo absoluto, pero...
Chelsy alzó sus manos rápidamente para detenerle, las colocó sobre sus anchos hombros y le observó directamente. Negó lentamente a la vez que le mostraba una leve sonrisa llena de pesar.
—Luke, lo entiendo perfectamente, pero quiero que entiendas que me gustas demasiado, desde hace mucho, te digo que jamás pensé estar así contigo, y ahora que todo esto pasa es tan surreal, tú lo eres. Eres alguien genial y ni siquiera puedo encontrar las palabras perfectas para describirte —soltó seguido de suspirar pesadamente, condujo sus manos suavemente hacia el rostro del rubio, acariciando su barba con la punta de sus dedos. Luke cerró sus ojos ante ese tacto.
—Lo lamento, perdón por hacer que lo nuestro comenzara a balancearse —habló luego de unos segundos, abrió sus ojos y trató de sonreír cuando Chelsy hizo un mohín algo divertido para restarle importancia al asunto.
—Está bien, pero por favor, entiende que jamás te haría daño, eso nunca se me pasaría por la mente —dijo con un tono de voz firme, bajó sus manos hasta colocarlas sobre las de él y se acercó lo suficiente para depositar un beso sobre las comisuras de los labios del rubio—. Me alegra que me hayas explicado el porqué de tu actitud.
Luke se quedó en silencio, quito y viéndole expectante. Se aclaró la garganta y después de un tiempo decidió negar, provocando que Chelsy le viese confundida.
—Hay algo más —confesó—. Todo esto pasó porque... Ugh, Chelsy, mira, soy un imbécil que suele sacar conclusiones antes de tiempo, no sé por qué mi mente me llevó a pensar todo aquello, no debí...
— ¿De qué hablas? —cuestionó, extrañada.
—Miré cómo hablabas con un chico y, para ser honesto eso no me molesta, estás en tu derecho, pero pude ver cómo te sonrojabas y te cohibias, luego hoy cuando te fui a buscar también te miré hablarle, fue demasiado estúpido de mi parte sacar mis conclusiones y pensar otra cosa, me siento tan imbécil.
Chelsy solamente le vio en silencio, soltó un largo suspiro y asintió.
—Supuse que eso tenía que ver —murmuró, bajó la mirada hacia la mesita de centro, pudo observar las cartas de Uno todas regadas y algunos paquetes de galleatas sobre esta.
—No tienes que explicármelo.
—No, quiero hacerlo —relamió sus labios—. No es nada, este chico se cambió de curso en Literatura, no te mentiré, me comenzó a tirar la onda y a coquetearme —Luke le miró en silencio, tratando de respirar pacíficamente—. Pero le dejé en claro que no me interesaba, porque esa es la verdad. Por eso me viste hablándole hoy, le estaba diciendo que estaba con otro chico.
—¿Otro chico? —preguntó Luke, con tono burlón. Chelsy puso los ojos en blanco, contangiandose de su humor.
—Sí, tonto —sonrió a penas—. Así que sí, simplemente le estaba dejando en claro que me dejara en paz, porque me gustas tú, Luke. Nadie más. Grabate eso.
—Tú también me gustas. Mucho —dijo perezosamente, dejando caer su cabeza sobre el respaldar del sillón, le vio con ojos adormilados y ella sonrió sonrojada. Luke tomó una de sus manos, le dio un suave apretón y la llevó a sus labios para darle un pequeño beso en el dorso de esta—. Totalmente enamorado.
Luke la haló consigo para acercarla más a él, Chelsy cedió sin ni siquiera pensarlo, se levantó del sillón y se posicionó a horcajadas sobre él, pasó sus manos detrás del cuello de Luke, enredándolos en los pequeños cabellos rizados. Sonrió cuando sintió cómo el rubio presionaba sus manos sobre sus caderas. Respiró profundamente antes de chocar sus labios con los de él.
— ¿Sabes? Fiona me llamó asno por ser indiferente contigo —contó ciertamente divertido sobre sus labios. Chelsy soltó una risa—. Creo que me lo merecía —sonrió y ambos volvieron a unir sus bocas.
La temperatura fue subiendo poco a poco, la luz era tenue en el lugar, se podía escuchar la respiración agitada de ambos entre el silencio. Las manos de Luke se posicionaron sobre el trasero de Chelsy para pegarla más a su cuerpo, soltando un pequeño gemido ella escondió su rostro en el hueco del cuello de él, sintiendo su rostro arder, su corazón latía con rapidez. Sintió cómo Luke dejaba besos sobre su hombro.
—Vamos a mi habitación —susurró con la respiración agitada. Luke se detuvo por completo y se quedó quieto por unos largos segundos, Chelsy iba a recobrar su postura para verle a los ojos, pero fue ahí cuando sintió cómo él se levantaba de un tirón del sillón, cargándola.
Chelsy enrolló sus piernas alrededor de las caderas de Luke para no caerse y dejó salir una risa cuando él casi se tropezó torpemente. Reposó su rostro en el cuello de él, aspirando su fragancia, podía sentir el latido de su corazón contra el suyo.
Al llegar a su cuarto, Luke la dejó caer en la cama, ella le vio desde abajo de forma perezosa, se estiró hasta llegar al tope, se apoyó sobre la superficie con sus codos y sonrió de lado al ver que él solamente estaba ahí viéndole.
— ¿Qué?
Luke se encogió de hombros y soltó un suspiro divertido.
—Solamente estaba pensando en lo hermosa que eres —contestó, ganándose una mirada apenada de la castaña.
Se acercó a ella, hundiéndose en la cama. Las sábanas y almohadas estaban regadas. Trató de no aplastarla, colocando ambos brazos a cada lado de su cuerpo, entrelezando sus piernas. Chelsy le vio directo a los ojos y sin importar que en la habitación solamente les estaba alumbrando la pequeña lámpara a un lado de la cama, ella pudo percibir aquel color azul que estaba desapareciendo por lo dilatado de sus pupilas. Llevó sus manos a su rostro y lo besó a como nunca lo había hecho, dejándose llevar.
—Santo cielo, Chelsy —le oyó susurrar en un gemido seguido del tacto tibio de sus manos colándose debajo de su camisa para llegar al broche de su sujetador. Sonrió sobre sus labios, acariciando y presionando su espalda.
Sus labios los sentía hinchados, todo en ella vibraba, se le hacía demasiado correcto estar con Luke. Era casi perfecto y eso aun no podía terminar de creerlo; el tenerlo justo encima suyo, intimando con demasiada amor.
No le importaba nada más, solamente él, el chico que tenía su corazón y el resto de ella ganado.
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Hola, voten y comenten, espero les haya gustado este capítulo tanto como a mí ♡♡♡
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