—Sí que eres nefasto —soltó Chelsy viendo de reojo al castaño claro, quien intentaba retener su carcajada. La castaña solamente le vio, ciertamente divertida por cómo él trataba de esconder su rostro entre sus manos—. La próxima vez ráyate la cara —bufó y se llevó su mano hacia su brazo para tratar de limpiar el garabato que le había hecho Nick con su lapicero negro.

—Ya no me vería atractivo —argumentó, con el rostro sonrojado. Apoyó la barbilla en su puño, con el codo sobre el pupitre. Miró a Chelsy, divertido—. Pensé que te iban los tatuajes, ¿No tienes? Nah, no creo que aguantarías el dolor.

Chelsy se acomodó en su silla para poder hablar con Nick más cómoda.

—Te verías mejor con la palabra zopenco en la frente —bromeó, logrando que él le diese una mirada dolida.

Ambos estaban esperando a que el profesor Teller cruzara por la puerta para dar inicio a la clase. Al principio ella estaba esperando sola porque Calum había faltado, ya era una jodida costumbre del moreno, no dudaba que este fuese mal en la clase por tantas ausencias. Y entonces Nick apareció, sentándose sin dudar al lado de Chelsy.

Honestamente, a ella ya no le molestaba la presencia de él, se había acostumbrado a su personalidad picante y creída de tantas veces que tuvo que sentarse cerca suyo (al igual que Calum, aun no podía creer que el moreno había cedido solamente porque Nick se le hacía bonito), así que todo iba bien, quizá ignoraba uno que otro coqueteo, pero se sentía segura que ya nada malo podía pasar porque las cosas quedaron claras entre todos.

—No te he preguntado, pero, ¿Por qué tan feliz últimamente? —Cuestionó el chico de ojos mieles, viendo con curiosidad a la castaña—. Si sigues así tendré que traer mis gafas de sol, irradias demasiada felicidad.

—Qué gracioso —dijo con sarcasmo y una expresión simple, pero no pudo evitar sonreír porque él tenía razón, estaba con demasiado buen ánimo desde hacía días.

— ¿Es por tu novio? —interrogó con una ceja alzada, haciendo que la sonrisa que tenía Chelsy se desvaneciera de inmediato.

— ¿Uhm?

—Sí, el chico rubio que pareciera que quiere golpearme cada vez que me ve cerca de ti —soltó una leve risa seguido se encogerse de hombros por escalofríos fingidos para darle énfasis a su miedo. Chelsy frunció su ceño.

—No somos novios —se encontró respondiendo casi en un susurro, como si se hubiese quedado sin aire de la nada.

— ¿Por qué no? —cuestionó extrañado.

Iba a responder, pero se vio interrumpida cuando notó venir a Calum apresurado, con sus cosas en mano y su cabello desastroso, parecía que a penas y se había levantado de la cama.

El moreno se sentó en el asiento que estaba situado al frente de Chelsy, soltó un suspiro y luego se giró hacia ella para hablarle, no sin antes darle una mirada a Nick.

—Hola —saludó casi sin aliento por venir a paso veloz. Nick sonrió y le devolvió el saludo con un asentimiento de cabeza, para después sacar su celular y ponerse a revisarlo, haciéndose ajeno a ellos.

—Pensé que no ibas a venir, ¿Qué pasó?

Chelsy le vio confundida y este solamente se encogió de hombros a la vez que le daba un sorbo a su termo azul que probablemente contenía café helado.

—Me di cuenta de que no quiero dejar esta clase, eso pasó.

La castaña cohibió su risa cuando vio al Sr. Teller entrar al salón con paso firme y diciendo los buenos días a como solía hacer siempre, después de eso todos guardaron silencio.

❤❤❤

—Ni siquiera sé si es posible terminar todo esto en un día —escuchó hablar a Luke a la vez que le veía en silencio ordenar unos papeles sobre la mesa roja de Mcdonald's. Sonrió discretamente cuando notó al rubio demasiado concentrado leyendo algo para después arrojar el papel dentro de su bolso. La comida rápida estaba enfrente de ellos, aun sin ser tocada porque él quería despejar la superficie de sus obligaciones de la universidad.

Chelsy apoyó uno de sus codos sobre la mesa, reposó la barbilla en su puño y le quedó viendo mientras sorbía por el popote su soda. Apreció el perfil del rubio, amaba verle de esa manera tan concentrado, usualmente él solía pegar la punta de su lengua en su labio superior y arrugar su nariz, haciéndola ver más respingada de lo normal.

Después de terminar todas las clases, Luke había invitado a Chelsy a comer algo rápido, ahora estaban en una de las mesas apartadas del local, de esas que están pegadas a la pared y parecen sofás, los dos estaban sentados en un mismo lado.

—Te puedo ayudar —propuso ella, él despegó su vista de todos los papeles para verle a los ojos y sonrió—. No tengo tantas cosas que hacer.

—Gracias, linda —musitó al mismo tiempo que se acercaba hacia ella para darle un beso en la mejilla, cerca de la comisura de sus labios.

Luke hizo a un lado una pila de papeles y colocó su teléfono sobre estos, acercó su bandeja de comida hacia él, tomó su hamburguesa con sus dos manos sin pensarlo, llevándosela a la boca. Chelsy hizo lo mismo.

Había estado algo callada durante todo el día, no entendía por qué estaba tan nerviosa, pero intentaba hacer que no se notara. La conversación que había tenido con Nick la había dejado pensando bastante, de repente la palabra noviazgo se le hacía tan extraña, se encontraba confundida porque lo que ella y Luke tenían claramente no era sólo una amistad, pero tampoco tenían un título.

Y ahora Chelsy se estaba viendo en una especie de encrucijada.

—Luke —le llamó después de tragar lo que llevaba mascando, el rubio enseguida giró su rostro para verle atento.

— ¿Uhm? —musitó aun comida en la boca.

Ella no podía creer que estaba a punto de hacer aquello, desconocía de dónde estaba sacando el valor.

— ¿Quieres ser mi novio?

Ya. Lo había preguntado.

Vio con un poco de pánico a Luke, quien tenía su hamburguesa a medio camino y un bulto de comida dentro de su boca, que había dejado de mascar al escuchar esa pregunta.

Chelsy empezó a odiar la gran cantidad de segundos que él se estaba tomando para contestar, así que volvió a hablar.

—Si no quieres ponerle un título a lo nuestro está bien, lo comprenderé.

Luke comenzó a negar rápidamente.

—No. Digo sí —él frunció el ceño, colocó ambas codos sobre la mesa, demasiado aturdido con todo. Chelsy le miró con ambas cejas alzadas, igualmente confundida—. No me molestan los títulos, y sí, sí quiero ser tu novio.

Ambos se quedaron en silencio por un instante mientras se veían a los ojos.

— ¿Sí? —preguntó la castaña con duda.

—Sí.

Entonces ella sonrió levemente, sintiendo su corazón latir con demasiada fuerza, quizá por la adrenalina de haberse atrevido a ser ella quien hiciera la relación oficial.

—Bien —susurró apenada.

Escuchó cómo Luke soltó una risa casi perezosa mientras se limpiaba las comisuras de su boca con una servilleta, eso la hizo fruncir el ceño.

— ¿Qué?

Él se encogió de hombros.

—Te me adelantaste.

Chelsy alzó ambas cejas en asombro, se acomodó en una postura en la cual su cuerpo quedara casi enfrente del de Luke, con una pierna cruzada debajo de la otra y se cruzó de brazos.

— ¿Ibas a pedirme ser tu novia?

Esta vez fue Luke quien frunció su ceño e imitó la postura de ella.

—Sí, Chelsy, ¿Por qué tanta sorpresa? —cuestionó con cierta expresión divertida, la castaña asintió tratando de asimilar todo, pero sintió cómo él se le acercaba para besarle—. Pero me alegra que lo hayas hecho tú, ¿Honestamente? Estaba asustado de hacerlo y no sabía cómo.

Chelsy soltó una risa y tapó su boca para cubrirla.

— ¿Te sientes especial que te lo haya pedido en McDonald's? —Preguntó, de repente divertida con toda la situación, al igual que Luke, quien asintió.

—Completamente halagado, estoy más enamorado —dijo y Chelsy se volvió a reír creyendo que él le estaba siguiente el juego, cuando en realidad Luke hablaba totalmente en serio cuando decía lo último.

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