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*ೃ *.' 4

La tarde comenzaba a llegar y TaeHyung y HoSeok se encuentran caminando uno al lado del otro por la orilla de la calle. TaeHyung no se atrevió a decir mucho, el que habla sin parar es HoSeok. Aquel chico es tan alegre que TaeHyung se siente contagiado. Pero seguía estando un poco inquieto por la cercanía del pelinegro.

TaeHyung escuchaba a HoSeok y se le iba el tren, no recuerda nada de lo que había dicho, a excepción de una que otra palabra.

—¿Vives por aquí cerca? —Le preguntó TaeHyung, que aunque ya sabe la respuesta, no tiene un mejor tema de conversación.

—No tanto, vivo a unos veinte minutos de tu departamento. Pero me pareció bien acompañarte, puedo seguir de largo.

—Te agradezco, JiMin es un irresponsable —frunce los labios —, no fue capaz ni de mandarme un mensaje. Qué buen amigo. —TaeHyung rodó los ojos, diciendo sarcásticamente.

HoSeok sacudió la cabeza con diversión, observando de vez en cuando el camino después de mirar a TaeHyung.

—No te enojes demasiado, él llegará pronto.

—¿Hablaste con YoonGi? —Preguntó sorprendido.

HoSeok negó con la cabeza.

—No, él tampoco contesta mis mensajes. Pero estoy seguro, conozco a YoonGi. —Contestó con seguridad, y TaeHyung bajó la mirada, puchereando con decepción.

A TaeHyung no le importa lo que estén haciendo los dos, pero por lo menos lo más justo sería haber sido avisado por su amigo, y se siente receloso por eso.

Por lo menos (mucho), tiene a HoSeok junto a él. Es como un pequeño premio en recompensa que le ha dado su enano amigo sin saberlo.

Después de un rato, TaeHyung lleva la vista hacia el otro lado de la carretera, sus ojos se abren sorpresivo al divisar a un pequeño cachorro de melena robusta queriendo cruzar la calle. A TaeHyung se le paró el corazón en centésimas de segundos en cuanto escuchó y vio a un camión acercándose y, aunque lo había dudado por un momento, corrió rápidamente hacia el can, agarrándolo casi al mismo tiempo que el vehículo cruzó de largo.

Lo único que TaeHyung logró escuchar fue la exclamación de HoSeok llamando a su nombre casi inaudible por el estruendoso bocinazo ensordecedor del camión. TaeHyung se había asustado, pero el pequeño cachorro está bien.

HoSeok corrió hasta él apresuradamente.

—¡TaeHyung! —llamó una vez más —¿Estás bien? —HoSeok preguntó en tono inevitable de preocupación.

TaeHyung con el perro removiéndose un poco entre sus brazos, terminó siendo lamido en la mitad de su cara por éste, cómo agradecimiento de haberle salvado la vida. TaeHyung rió bajo y divertido y, miró a HoSeok.

—Estoy bien. Disculpa por eso, no pude evitarlo —le dijo, dándole un semblante apenado.

HoSeok asintió lentamente con una leve mueca en los labios.

—Entiendo, pero en serio me asusté cuando el camión pasó. —El mayor tuvo que reírse de ello, su pecho subía y bajaba ligeramente por el susto.

TaeHyung le siguió, acariciando al cachorro y pintando sus mejillas de un rosa pálido.

—Pobre pequeño, ¿de dónde eres? —TaeHyung miró al perro por sobre su rostro. Su tamaño era tan diminuto que era fácil sostenerlo entre sus manos.

La pequeña criatura sólo ladeó la cabeza y sacó la lengua, jadeando.

—No creo que pueda entenderte. —Mencionó HoSeok, sonriéndo abiertamente.

—Nop. —El peliverde devolvió al perro entre sus brazos, torciendo los labios —. Obviamente que no.

—¿Qué piensas hacer entonces? —HoSeok preguntó seriamente.

—Bueno —lo pensó por un instante.—, no quiero dejarlo desamparado en la calle, es muy chiquito para enfrentarse al mundo todavía —decía en tono entristecido, abultando los labios mientras acariciaba más cariñosamente al cachorro —. Así que lo llevaré conmigo.

—¿No tendrás problemas con ello?

—Nonono..., bueno sí. —Arrugó un poco la nariz —. Bueno, será mientras pueda. De todas maneras, este chiquitín apenas ocupa espacio. ¿No es así ternurita? —TaeHyung volvió a alzarlo cerca de su cara, y frotó su nariz con la húmeda del pequeño. El mayor se rió de eso.

TaeHyung no puede evitarlo, cae fácilmente ante lo tierno y adorable. Y aquel pequeño perrito, le ha cautivado por completo. Pero sobre todo, no tiene el corazón para dejarlo solito, vagando en las calles oscuras entre tanto peligro y maldad. TaeHyung quiere quitarse esos horribles pensamientos. No habrá tantos problemas por llevar a un diminuto perro a casa, era sólo por un tiempo. O eso quería creer.

—Me encantaría llevármelo, pero no tengo tiempo ni para mí, y no quiero descuidarlo —dijo HoSeok, apenado por no poder ser de ayuda.

—No te preocupes, sólo tendré que convencer a JiMin.

Algo tan sencillo como eso.

Que se note el sarcasmo.

JiMin llega al departamento medía hora más tarde que TaeHyung, tras suyo se encuentra YoonGi, quien no duda en dejar en casa a su novio antes de marcharse a la suya.

Al abrir la puerta y cerrarla, en un momento una pequeña bola de pelos apareció corriendo hacia ellos, JiMin tuvo que soltar un pequeño grito por el susto.

—¿¡Qué demonios!?

—¿Y esta cosa? No sabía que tenías un perro. —YoonGi estaba igual de sorprendido que JiMin.

—Por supuesto que no. ¡TaeHyung!

TaeHyung salió detrás de las paredes con una sonrisa entre nerviosa e inocente. El cachorro comenzó a ladrarle a YoonGi con un singular tono agudo de desden.

—¡No me ladres, porquería! —YoonGi frunció el ceño, tratando de apartar con el pie al perro.

TaeHyung frunció los labios y avanzó hacía el pequeño, tomándolo entre sus brazos protectoramente.

—No le digas esas cosas. —Arrugó fuertemente el entrecejo —. Además, los perros le ladran a quienes les pueden ver la maldad... ¿Qué tramas, Min? —TaeHyung entrecerró los ojos con sospecha.

YoonGi lo miró con indiferencia y disgusto.

—Eres extraño, Kim TaeHyung. —Le mencionó.

—Yo no me quejo de tus defectos, Min YoonGi. —Volvió sus ojos cómo rendijas.

—Bueno..., okey, yo me voy, no tengo nada que hacer aquí. Adiós. —Se despidió YoonGi, dándole un corto beso en los labios a su novio. TaeHyung imitó una arcada de asco.

—A ver, TaeHyung, ¿de dónde sacaste éste animal? —Interrogó JiMin una vez que YoonGi cerró la puerta y se marchó.

—Lo mismo te pregunto yo con YoonGi. 

—Es en serio, TaeHyung.

—Estaba en la calle, solito, y casi le choca un camión. Yo no podría dejar que le sucediera nada. ¿Cómo podrías tú dormir con ello? —A Taehyung le brilló los ojos de tristeza, haciendo un puchero para JiMin.

El rubio suspiró pesadamente.

—Sabes que aquí no se permiten perros.

—Pero si hasta YoonGi no ocupa tanto espacio.

—TaeHyung. Deja de evadir mis preguntas.

—¡Está bien, okey! Pero en serio, YeonTan apenas ocupa espacio. —Reclamó, indignado.

—¿Qué? ¿Le has puesto hasta un nombre? —JiMin indagó sin creérselo. —Si le pones un nombre te encariñas más de esa manera.

—Es tarde. Ya me encariñé desde el momento en que lo vi. —Sonríe entre dientes.

JiMin estampó la mano contra su frente.

—No se puede quedar, podríamos tener problemas.

—Sólo es por un tiempo. Nadie lo sabrá.

—Es complicado tener una mascota. —Refutó el mayor.

—Si me puedo hacer cargo de ti... ¿Por qué de él no?

JiMin abrió más los ojos procesando las palabras, gruñendo molesto. TaeHyung le sonríe ladino. Siempre tiene algo que decir con doble significado.

—Déjate de bromas, esto no es fácil, no es cómo que estaremos para él todo el día para cuidarlo. —JiMin avanzó hacia la sala, dejando su bolso sobre el sofá.

—No necesita que estemos todo el día, sólo hay que dejarle comida, agua, y la arenilla para hacer del baño. —Replicó el peliverde, dejando libre al pequeño perro que no dudó en correr por la estancia —. Sobre todo, es más importante de noche que de día.

—Pero podría hacer mucho desastre, puede ser pequeño pero enérgico. Y podría también despertarnos con sus ladridos nocturnos. —JiMin trató de seguir encontrando más defectos a la situación. Pero TaeHyung no se lo dejaría tan fácil.

El peliverde elevó una ceja, viendo a su mejor amigo con indiferencia.

—¿Hacer ruidos? Mira quién habla. —Se cruzó de brazos. —Hasta que tú no quites la música de Big Bang por las noches, no puedes decir lo contrario.

—¿Qué música de Big Bang?

—¿Qué perro?

Park gruñó molesto.

—De acuerdo, el perro se queda ahora. Pero si llegan los problema tú darás la cara, porque yo no tengo nada que ver, y tampoco te cubriré. —Le apuntó con un dedo acusador, y se marchó hacia su habitación, mascullando y cerró la puerta estruendosamente.

—Yass. —Vitoreó en voz baja TaeHyung. —YeonTannie~.

La pequeña bola de pelos corrió hacia él tan rápido que tropezó, logrando después de reincorporarse, saltar sobre sus piernas.

—Pequeño, YeonTannie..., hay que hacer la misión de quitarle lo gruñón a JiMin que YoonGi le anda contagiando.

YeonTan ladró chillonamente como respuesta.







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I'm so sorry, no pude evitar hacer un pequeño capítulo TaeHyung x YeonTan bwkdek es que ese perrito me puede uwu 💕💕

YeonTan pudo oler la mala vibra que YoonGi tiene a veces xD
Y no crean que TaeHyung odia a YoonGi, sólo son dos polos opuestos hsjsjs

TaeHyung es tímido con quien le gusta, pero es un sin vergüenza jajaj xD

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