En un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores, Alfa y Omega se miraban con amor y emoción mientras caminaban hacia el altar, del brazo de sus respectivos padres. El sol de la tarde bañaba el lugar con una luz dorada, y una suave brisa hacía bailar los pétalos de las flores, creando un ambiente mágico.

Los amigos y familiares de ambas estaban de pie, rodeándolas con sonrisas y lágrimas de alegría en los ojos. Bajo un arco de rosas blancas, el oficiante las esperaba, con una cálida sonrisa en el rostro.

Al llegar al altar,  se tomaron de las manos, sintiendo el calor y el amor que las unía. El oficiante comenzó la ceremonia con palabras que resonaron en el corazón de todos los presentes.

—Hoy, celebramos el amor entre Kim Jennie y  Lalisa Manoban, un amor que ha crecido y florecido, un amor que las ha traído hasta este momento tan especial.

Lisa, con los ojos brillantes de emoción, fue la primera en hablar.

—Jennie, desde el momento en que te conocí, supe que eras alguien especial. Has llenado mi vida de amor, risas y momentos inolvidables. Prometo amarte, respetarte y apoyarte en cada paso de nuestro camino juntas, en las alegrías y en las dificultades.
Y sobre todo prometo comprar cada una de tus pulseritas.

—Con intereses miamor—Habló  Jennie con lagrimitas por sus ojitos.
—Con intereses preciosa.

La omega, con una lágrima de felicidad rodando por su mejilla, respondió con su propia promesa.

—Lis lis, eres mi mejor amiga, mi confidente, y el amor de mi vida. No puedo imaginar mi futuro sin ti a mi lado. Prometo estar contigo en todo momento, amarte incondicionalmente y construir una vida llena de felicidad y aventuras juntas.

El oficiante, conmovido, continuó.

—Alfa y omega, habéis compartido vuestros votos y prometido vuestro amor. Es un honor para mí declararos unidas en matrimonio. Pueden besarse.

Entre aplausos y vítores de sus seres queridos, se besaron, sellando su compromiso y su amor eterno. Mientras caminaban de la mano por el pasillo, las flores caían a su alrededor, y sus corazones latían al unísono, sabiendo que este era solo el comienzo de una hermosa vida juntas.

.....

En la sala de estar, decorada con luces de colores y adornos navideños, Jennie y Lisa estaban ocupadas intentando armar un complicado set de juguetes para su hija, su pequeña Min hee que observaba impacientemente desde el sofá, vestida con un pijama de renos.
Solía ser muy curiosa.

—¿Estás segura de que esto va aquí? —preguntó Lisa, sosteniendo una pieza de plástico que parecía no encajar en ningún lado.

—¡Claro que sí! —respondió Jennie, aunque su ceño fruncido indicaba lo contrario. Consultó el manual de instrucciones por décima vez, y suspiró—. O tal vez no...

Min hee, viendo la frustración en el rostro de sus madres, se levantó y caminó hacia ellas con una expresión traviesa.

—¿Puedo ayudar? —preguntó, sabiendo bien que le dirían que no, pero disfrutando de la situación.

—Cariño, esto es un poco complicado. ¿Por qué no vas a ver si Santa dejó más galletas en la cocina? —dijo Lisa, intentando ganar tiempo.

La pequeña se encogió de hombros y se dirigió a la cocina, pero no sin antes soltar una carcajada y decir:

—¡Santa debería dejar instrucciones más claras!

Alafa y omega  se miraron y no pudieron evitar reírse.

—Deberíamos haber empezado esto antes de la medianoche —Comentaba Lisa  mientras intentaba conectar dos piezas que claramente no encajaban.

Finalmente, tras varios intentos fallidos, y con muchas risas de por medio, lograron armar el juguete. Justo en ese momento, la linda cachorrita regresó de la cocina con una galleta en cada mano.

—¡Oh, lo lograron! —exclamó con entusiasmo, corriendo a abrazar a sus madres.

—Sí, pero casi necesitamos un milagro navideño —bromeó su madre omega. levantandola en sus brazos.

Lisa aún riendo, añadió:

—Vamos, cariño, es hora de abrir los regalos de verdad.

Con eso, las tres se sentaron junto al árbol de Navidad, rodeadas de amor y alegría, disfrutando del momento juntos, sabiendo que, aunque las instrucciones de los juguetes podrían ser complicadas, lo más importante era la felicidad compartida en familia.

💕Doy por finalizado esta pequeña historia, les debía algo corto lleno de ternura y sin muertes de por medio, solo para recordar  les invito en mirar mis conversaciones del perfil tenía un anuncio para ustedes muchas gracias por todo su apoyo los quiero.