Sin duda la  omega estaba caminando sobre nubes, pues hace unos días Lisa le había invitado a un baile con temática de los años 80.
Que por cierto amaba mucho ese tipo de estilo, apesar  de su crecida pancita.

Jennie no dejaba su belleza de lado, con varios rulos por su cabello y los labios rojos.

Se terminaba de alistar para su cita, aun no estaba segura si deseaba ir con tacos, no se notaban muy cómodos.
Sin embargo los toquecitos suaves de su futura alfa la alteraron.

—Hola linda chica.

—Un gusto señor tan elegante como siempre—Aquella característica sonrisa de conejito de jennie mató  de ternura a la alfa presente.

Ambas estaban listas para aquella velada, resultaba un restaurante de lo más fino para Jennie.

Lleno de candelabros que colgaban los techos coloridos, y un piso de mármol con un salón gigante para bailar.

Sus pies no pararon parecían pequeños compaces al bailar, la mayoría de la noche Jennie se sentía cual princesa en un cuento de hadas.
Como todo aquello debía  acabar sus pies dolían demasiado, sin embargo no se había llevado consigo su pequeña maleta con las zapatillas bajas.

Su incomodidad empezó hacerse notorio, Lisa consciente de aquello la cargó  sentándose en la silla de su mesa vip.

—Jamás dejaré que te lastimes princesa.

Jennie se sentía maravillada, Lisa con suma delicadeza limpiaba sus heridas y le brindaba sus propios zapatos dejándose a sí misma descalza.

— No, esta bien asi Lisa por favor.

— Soy muy vulnerable ante ti Jennie.

Sin más que decir la cargo hasta su auto para llevarla devuelta a su hogar, su omega estaba en cinta y merecía descansar.

Sin duda no sabrían que tan solo tocar la cama, Jennie sucumbió ante los deseos del amor efervescente que comenzaba a sentir por Lisa.

Las sábanas acariciaban su propia  desnudez siendo la luna, el único testigo de por medio de aquella maravillosa noche.
Donde jennie con suspiros llamaba desesperada más amor de la alfa y esta  misma débil ante las peticiones decidió concretar su pacto de amor entre predestinados con la siguiente frase.

—Besame por favor.

—Jennie... quiero besarte como si el mundo soñó existiera dentro de tu boca.

Y marcando a la omega siendo esta completada por el lazo.
Sin duda un amor muy fugaz y puro.
Donde ambas no sabían lo que era amar pero podían intentarlo.