No comprendía como lo podía querer. No tenía nada de especial, ni lindo y ni mucho menos era educado.

Entonces, ¿por qué le quiere? ¿Por qué le dice cosas bonitas?

Él no es nada de lo que dice. Es inútil. No es de ayuda y no sirve. Lo sabe muy bien.

—Oww, no pienses en eso. —decía—. You are very special.

No podía creerle, ¿y si mentía? Todos lo hacen, y nunca les importa.

Le dan su amistad.
Lo enamoran.
Lo abandonan.
Y el siempre acaba llorando.

Como todo iluso.

Sigue creyendo que alguien le quiere, le ama. Sin embargo, al pasar el tiempo, pierde las esperanzas.

¿Será el su amor?
No, que ridículo. Él resultará ser como los demás. Siempre sucede eso.

¿Por qué tiene que ser el juguetito de todos?