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『“En el pequeño puerto
Estaba esa chica sola
Aparezco por detrás de ella.
Lllevo un cuchillo en mi mano,
Apunto a su espalda,
Y lo alzo...”』
O M N I S C I E N T E
—¡Arriba! ¡Es hora de despertar! —anunció la albina, abriendo las ventanas de la habitación de las chicas.
Una sola chica obedeció. Sin chistar, la pelirroja se sentó, con los ojos cerrados debido a la luz. Cuando logró abrirlos, aunque aún no del todo, se quedó mirando un punto fijo por un buen rato.
—Haku... unos minutos más —pidió la menor, tapándose con la sábana impidiendo que la luz llegara a su rostro.
—Ya son las 9:30, deben levantarse y desayunar —informó Haku con una sonrisa y ambas manos en su cintura, desvió la mirada de la ojiazul a la de ojos índigo, y al encontrarla mirando a la nada, aún medio dormida, se dirigió a ella:—. ¡Hina!
La mencionada se exaltó, y volteó rápidamente a la mayor de las tres, algo atónita.
—¡A levantarse! —pidió Haku. Hina solo entrecerró los ojos, disfrutando un poco más de su somnolencia, hasta que pasó el antebrazo por encima de su rostro, y se levantó.
—Ya voy, ya voy —habló sin más, haciendo sonreir orgullosa a la de ojos carmín.
—Rin, arriba —volvió con la rubia, que tras unos quejidos se levantó.
—No hay necesidad de despertarnos tan temprano —recordó la antigua reina.
—Hoy vienen algunas personas a la iglesia —dijo Haku, llamando la atención de ambas—. Al parecer ni venían mucho por las celebraciones por la muerte de la reina de Lucifenia, pero ahora los ancianos y madres embarazadas vendrán a rezar por su salud y la ajena.
Ambas chicas de catorce años se miraron, confundidas.
—¿Y? —preguntó Rin, ladeando la cabeza.
—¡Tenemos que preparar la iglesia y atender a los que vengan! —exclamó Haku con obviedad.
Rin tragó grueso. ¡¿Acaso no sabía de qué tamaño era la iglesia?! ¡Tres personas no podrían limpiarla completa! ¡Además ella no sabía ni cómo sostener bien un trapeador!
—A-Am... —trató de decir.
—¡Vamos! —dijo Haku emocionada. Hina se levantó y fue tras ella, pero se deuvo en el umbral de la puerta.
—¿Vienes? —le preguntó a Rin. Esta dudó un poco.
—Es que... ya sabes... —murmuró avergonzada.
—Encárgate de organizar, nosotras limpiaremos —la tranquilizó. Esto no hizo sentir mejor a la Lucifen, no quería ser una carga, y al parecer Hina, que la conocía perfectamente, se percató de esos pensamientos—. Nos vas a ayudar. Organizar todo será complicado, así que nos sacarías un peso de encima si lo haces tú.
Rin sonrió con los ojos brillando en admiración, y asintió para ir tras Hina y prepararse.
° • ° • ~ 🌻 ~ • ° • °
—¡Estoy agotada! —exclamó Rin, dejándose caer sobre la cama.
—Buen trabajo hoy —felicitó Haku, sentándose junto a Rin.
—Las personas parecían felices —expresó Hina.
—Ya volvieron a sus rutinas después de todo, y ya no tendrán nadie que les gobierne injustamente después de todo —la ex-sirvienta desvió la mirada.
—Sí... —susurró en respuesta.
—¡Iré a preparar la cena! —dijo Haku, levantándose. Hina imitó su acción.
—Ah, yo te ayudo —dijo, pero la albina negó en su dirección.
—No es necesario. Rin-san —llamó a la rubia, que la observó desde su posición, acostada—. Mañana te enseñaremos a cocinar.
Rin tragó grueso, sabía lo que le esperaba.
—V-Vale.
Haku salió de la habitación, cerrandonla puerta tras ella. Como se volvió costumbre cuando se quedaban solas, la habitación se sumió en el silencio.
—¿Estás bien? —preguntó Hina, no por preguntar, sabía que a Rin le pasaba algo.
—¿Viste cuan feliz estaban las personas creyendo mi muerte? —inquirió—. Al parecer que mi reinado acabara era algo que esperaban hacía un tiempo, y ahora que son libres, sonríen de verdad. ¿Cómo crees que estoy?
Hina sabía que lo último fue una pregunta retórica, así que se acercó a paso lento hacia su mejor amiga, para recostarse a su lado.
—Porque seas como ellos, y sonrías como ellos, Len se sacrificó en tu lugar. Deberías sonreir por él.
—Pero... no puedo cargar con esto... en algún momento explotaré y lo diré en voz alta, frente a alguien que no eres tú, y entonces el sacrificio de Len...
—¿Con confesarlo todo te sentirás mejor? —afirmó Hina, con tono de pregunta, pero sabía a lo que Rin se refería—. Entonces tengo una idea...
H A K U
La media noche llegó. Acababa de terminar de lavar los platos, pues mandé a Hina a dormir, se le veía algo cansada, y yo podía terminar sola.
Me dirigía a mi habitación, junto a la de las chicas, pero una leve voz proveniente del confesatorio me detuvo.
「¿Quedaba alguien?」
Me acerqué y me asomé para ver de quién se trataba. Mi sorpresa fue que se trataba de Rin-san. Estaba llorando, con las manos juntas.
Sabía que quedarme escuchando estaba mal, aún así me quedé. Ya nos llevábamos bien las tres, se podía decir que éramos amigas, a pesar de ser diferentes nos volvimos cercanas. Y quiero saber las preocupaciones de Rin-san y así poder ayudarla a superarlo.
—Y-Yo... —comenzó a hablar—... He cometido muchos pecados. Me aproveché de mi puesto y la importancia que este me concedía. Arruiné la vida de los aldeanos de Lucifenia solo para poder seguir gozando del privilegio del trono, utilicé sus impuestos para comprar mis cosas. Pero lo peor es... que envié a mi propio hermano a destruir Elphegor solo porque mi amado estaba enamorado de una de sus ciudadanas.
「¿Qué...?」
—Ahora por mi culpa, mi hermano ya no está. Aprovechó el hecho de que éramos gemelos y cuando el pueblo quiso acabar con mi reinado, él se vistió como yo y murió en mi lugar. Ahora me limito a arrepentirme por causar tantos problemas y Hina...
Dejé de escuchar en algún momento, concentrada en mis pensamientos.
「Rin-san es la antigua reina de Lucifenia...」
「Por su culpa Miku...」
『Ah, ¿Cómo puede ser posible? Ella es... La Hija del Mal...』
° • ° • ~ 🌻 ~ • ° • °
La noche cayó en Lucifenia. Pasé por la habitación de las chicas, y Hina estaba durmiendo profundamente, pero la Hija del Mal no estaba en ningún lado.
Salí en su búsqueda, y terminé encontrándola en el pequeño puerto, inmóvil y sola.
Me acerqué a ella sigilosamente. Saqué el cuchillo que traje conmigo escondido en mi espalda.
Me acerqué a ella lo suficiente, alcé el puñal apuntando a su espalda.
「Espera, ahora te vengaré,
Miku...」
—¡HAKU, DENTENTE!
Lo que me detuvo, pudo haber sido ese grito, pero creo que estaba tan enfocada en la rubia frente a mí que no lo escuché.
Lo que en realidad hizo que no le hiciera nada, fue un destello de un joven, más bajo que yo, de cabellos rubios desordenados y ropa formal.
Fue una visión que ví en un segundo, pero logré definirlo bien.
『¿Quién será ese joven?』
° • ° • ~ 🌻 ~ • ° • °
O M N I S C E N T E
Una vez Haku se fue, dejando a Rin, que no se había enterado de nada de lo que iba a ocurrir, Hina, que lo había presenciado todo, se acercó corriendo a la rubia, para abrazarla.
Debido al impulso ambas cayeron al suelo.
—¿Hina? ¿Qué ocurre? Gritaste hace un momento... ¿Qué pasó con Haku? —preguntó confundida, observando de reojo a la chica que tenía su rostro escondido en el hueco del cuello de la ojiazul.
—Me asusté mucho... pensé que te iba a perder a tí también sin poder hacer nada... pero... mi cuerpo no se movió —sollozó. Rin se limitó a acariciar con delicadeza la cabellera rojiza de su amiga.
—Todo está bien... tranquila...
Al día siguiente, como si nada hubiera pasado, tres chicas estaban en la cocina, riendo.
—¡T-Terminé! —anunció Rin, mostrando su creación.
—Se ve mejor que tus intentos anteriores —halagó Hina.
—¿Quién diría que no sabías ni hervir agua? —rió Haku. Rin infló sus mofletes.
—¡Cielos! ¡El sabor es lo que importa! —defendió, cruzándose de brazos. Las otras dos rieron.
Cada una pinchó con un tenedor un pequeño trozo (ya habían aprendido que no podían comer tanto, no querían intoxicarse) del brioche que preparó la rubia. Lo mordieron, masticaron y degustaron su sabor.
—¡Está bueno! —exclamó Hina sorprendida.
—¡Cierto! ¡Está muy bien hecho! —añadió Haku.
La rubia, con el rostro levemente manchado de crema, sonrió ampliamente, una sonrisa grande, hermosa, nostrando sus blancos dientes.
Justo como a su gemelo le gustaba...
Sé que estas cosas se avisan con antelación pero... ¡¡Toca maratón!!
Este es el penúltimo capítulo de la historia *lagrimita de felicidad* estoy muy feliz, gracias a todo el apoyo que me han dado TwT
Ahora como agradecimiento hay maratón hasta que publique el Epílogo :D y algunas curiosidades uWu
Nos vemos en el Epílogo <3
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