August no entendí el porqué su amiga lo estaba evadiendo, la había intentado localizar todo el fin de semana, incluso le había llamado a Zephyr buscando saber alguna razón de su amiga.

Sin embargo, la respuesta que le dio el mayor lo confundió aún más.

"Sunny llamó a ayer y aviso que se iba a quedar hasta el lunes en la mañana en la casa de papá"

Lo que significaba que obtendria respuestas de su amiga hasta el lunes al medio día, ya que seguramente Sunny no lo esperaría a la hora de entrada y para mala suerte de August no compartían ninguna hora hasta el medio día.

El menor de los Sebastian salió de su hogar, coloco en la canasta sus dos mochilas y empezó el recorrido hacia la escuela.

Cruzo la entrada del fraccionamiento donde vivían y justo cuando iba a cruzar la calle vio la inconfundible cabellera negra de Sunny,  sin embargo,  algo era diferente.

Desde que tenía memoria Sunny siempre se había dejado el cabello largo, pero ahora estaba frente a él, con el cabello corto hasta los hombros.

La chica camino con timidez hasta su mejor amigo y lo primero que hizo fue darle un suave beso en los labios a August que lo descolocó.

-Despierta August, las clase ya va a iniciar

-¿Que?

-¡JOVEN SEBASTIAN!

El mencionado despertó de golpe y se incorporo en su lugar, era Lunes al medio día.

Y Sunny había decidido faltar ese día.

-si mi clase es tan aburrida puede retirarce joven Sebastian

-Lo lamento profesor, por favor continúe su clase.

El chico solo se froto su rostro y tomó un sorbo de agua, Vernon lo miraba buscando una respuesta y August se la daría sin problema alguno.

Si tan solo tuviera la respuesta de su pregunta.

Sunny estaba acostada en su cama,  había convencido a su padre de que se iría sola a la escuela.

En cambio se encontraba ahí,  admirando el cielo que podía apreciarse a través de su ventanal.

Había evitado todo el fin de semana a August y de hecho le había dicho a su mama que se quería quedar toda la semana, lo cual la señora Barbara en un principio dudo.

Sin embargo, Sunny le contó todo lo que pasaba en su mente cuando la fue a recoger el día anterior.

"Estaba segura de lo que sentía por August, pero ahora, cada vez que lo veo mi corazón se acelera y siento la necesidad de huir, pero cuando esta a mi lado siento que puedo contra medio mundo..."

La señora Barbara le había pedido que reflexionara, escapando y evitando a August no iba a hacer que sus problemas se solucionaran.

Solo iba a lastimar al chico.

Sunny suspiro por quinta vez y se levantó de su cama, pero justo cuando se iba a meter a bañar escucho la puerta abrirse y el suave llanto de uno de sus hermanos.

Era Damian.

La chica salió disparada de su cuarto y sin dudarlo corrió hasta su medio hermano para abrazarlo.

-¿Que paso Damian?

-Es que... Es que tengo miedo...

Sunny dirigió su mirada hacia Marina, quien solo suspiro y negó con la cabeza.  Había recogido a Damian y a Sabrina de la primaria, pero cuando llegó el menor de los mellizos ya se encontraba en un mar de lagrimas.

-¿Quieres venir a mi cuarto un rato?

El menos solo asintió y dejo que Sunny lo cargará para llevárselo a su cuarto, le partía el corazón ver llorar a su hermano y no saber la razón.

August llegó a su casa junto con Vernon y Molly, el primero alegando que quería ver a las hermanas de August y la segunda solo se les pego sin decir nada.

-¿En verdad no sabes porque Sunny no vino?

-Ya te lo dije Molly, no tengo la menor idea del porque Sunny no vino.

La chica solo suspiro y se despidió con la mano de Vernon, no vivía por el rumbo pero odiaba irse sola a la casa, por lo que tomaba el transporte tres paradas antes.

-Molly no tiene la culpa de tu mal humor

-Sabe que no me cae bien y aun así se mete, a veces es muy falsa,  Sunny no se da cuenta pero Molly en su mayoría esta con ella por pasar el año

-Estas siendo muy duro con Molly

-Estoy diciendo la verdad y si no te gusta te puedes ir

Vernon solo suspiro y siguió a su mejor amigo hasta que llegaron a la casa, donde encontraron a las dos hermanas Sebastian hablar con Zephyr.

Pero lo que llamó la atención de August era que Zephyr llevaba en sus manos una de las maletas de Sunny junto a Luna en una mochila.

-¿Esas son las cosas de Sunny?

El pelirrojo con temor se acercó hasta sus hermanas, los tres mayores de quedaron en silencio esperando que August se acercara hasta ellos.

-¿Zephyr?

El mayor solo esquivo la mirada del menor incómodo, hace días le había dicho a August que podía conquistar a su hermana, pero eso estaba fuera de sus límites.

-¿Julliet?

La mayor solo negó y empujó suavemente a Avril, quien se removió incómodo, podía caerle a veces un poco mal su hermano, pero seguía siendo su hermano y lo quería a pesar de todo.

-¿Avril?

-Sunny se va a ir a vivir con la familia de su papá... Toda la semana

Sunny estaba sentada junto a Damian que solo dormía junto a ella, no había logrado sacarle nada de información a su hermano, ya que siempre que preguntaba el respondía con un

"Solo abrázame hermana"

Amaba abrazar a Damian, era su principio, pero le partía el alma verlo llorar y no saber el porqué.

Entonces su teléfono empezó a sonar, le dio la vuelta y vio que era Zephyr, por lo que presiono el botón verde.

Pero no escucho la voz de su hermano.

-¿Porque te vas a ir con tu papá?

Entonces colgó, no tenía el valor de contestar una pregunta que ni ella sabía formular

-¿Sunny?  ¿Puedo pasar?

-Pasa Mar...

La mayor de las dos entro y se encontró con su hijo durmiendo entre los peluches de Sunny, mientras que esta solo estaba con los ojos llorosos.

-¿Que paso Sunny? ¿Te duele algo?

-Mar... No se que siento... Cuando lo escucho siento que mi cerebro entra en corto circuito, pero saber que sufre me parte el alma

-¿Te refieres a August verdad? Vernin llamo y dijo que August viene para la casa

La chica entró en pánico y empezó a buscar por donde escapar, pero entonces la mano de Marina la atrajo de regreso a la cama para calmarla.

-Si no lo quieres ver, no permitiré que entre, no seré tu mamá pero le prometí a Barbara que te cuidaría siempre...

Y esta vez fue el turno de Sunny de soltarse a llorar entre los brazos de Marina