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Tengo dos horas de estar con las niñas del hogar sus juegos, abrazos y caricias, así como el cambio de olor en sus almas, me hace sentir aceptada y querida.
Mi teléfono comienza a vibrar en mi bolsillo cuando estoy a punto de irme para mi casa, al sacarlo veo que es Bastian, decido responderle pues debemos terminar nuestro trabajo para dentro de dos días.
— Hola —digo como saludo.
—Hola Samantha —escucho saludar a Bastian sin emoción alguna en su voz —siento no haber podido hablar temprano, estaba muy ocupado.
"Por supuesto enredado con la tonta de Francia" pienso pero no lo digo, yo no soy nada de él como para que me interese con quien anda o deja de andar.
—¿Puedo verte hoy? —me pregunta cortando mi tren de pensamiento, así que después de un simple sí concluye la llamada diciendo — llegaré a las cinco y media.
Me quedo con el teléfono aún en mi oreja, un rato más después de terminada la llamada, después lo veo extrañada, el chico que me acaba de llamar no parece ser la misma persona que ha ido a pasar tiempo conmigo, debe ser mi percepción.
***
A las 5 y media tocan la puerta de mi casa, me asomo y veo a Bastian.
—Hola Sam —me dice con ojos de cansancio, pero cuando nuestros ojos se encuentran veo ese brillo peculiar que veo solamente cuando me veo a mí.
—Hola Bastian —le digo sonriendo algo ruborizada por su mirada.
Lo dejo pasar y cuando llegamos a la sala y me giro a decirle:
—Hice emparejados... ¿Quieres que comamos mientras trabajamos?
—Preferiría que conversemos mientras comemos —dice desmadejándose en el sillón —he tenido una semana difícil.
Asiento sonriendo mientras voy a la cocina a traer la comida.
—Debes estar cansado de pasar tanto tiempo con Francia... Creí que no te caía bien... —le digo mientras le doy un mordisco a mi emparedado.
—No me cae bien — y dándome una mirada muy significativa me dice —prefiero la compañía de personas interesantes.
—Lo siento pero si no te cae bien ¿Qué hacías con ella? — le pregunto antes poder evitarlo.
— Es complicado de explicar, pero es por un amigo en común —me responde viendo hacia otro lado, y viendo mi casa me pregunta —¿Tu mamá hoy viene tarde también?
— Normalmente está aquí después de las diez — le respondo sin darle importancia, se que mi madre me quiere... aunque a su modo, pero eso él no necesita saberlo aún.
— ¿Qué opinas si hoy salimos a caminar un rato en vez de quedarnos encerrados trabajando? — y viendo la cara de asombro que debo tener me dice — Tranquila, la tarea la podemos terminar mañana, hoy no me siento como yo mismo... claro solamente si quieres ser vista en público conmigo...
— Me parece bien... ¿Conoces algun lugar donde vendan buen helado? — le pregunto con una sonrisa automática que se ha formado en mi cara al saber que quiere pasar tiempo conmigo sin la obligación escolar.
— Conozco el lugar ideal... además no hay tantas personas cerca — me dice con una sonrisa en sus labios — sé que no te gustan las conglomeraciones de gente.
Yo asiento embobada por su sonrisa, solamente cinco veces lo he visto sonreír y todas han sido dirigidas ha mí. Siento como algo tibio que se extiende por mi alma, como una cobija de seguridad que me hace sentir feliz... debo tener cuidado, no puedo enamorarme de él, casi no le conozco aunque el sí conoce casi todo de mí.
***
Bastian ha comprado nuestros helados y nos sentamos en una banca algo alejada de las pocas personas cercanas, el chico que atiende el puesto de helados va a nuestra escuela es un año mayor que nosotros, pero según he podido oler su alma es una persona cálida y buena, Odeth me contó que siempre huele a tristeza y estrés y Hope dice que lo que más desea en el mundo es poder sacar adelante a su familia, su mamá enferma y tres hermanitos pues su padre falleció hace casi un año. Hace poco me enteré que está muy enfermo y que solamente con operación puede curarse, pero no tienen el dinero ni el tiempo para hacerlo, su historia es realmente triste.
He visto que Bastian lo miraba casi de la misma manera insistente como miraba a Francia la primera vez que estuvimos juntos en clase.
Es extraño pero algo en su mirada refleja un ligero cambio entre la insistencia con Francia, no estoy segura qué es pero esta vez no me disgusta ver su mirada.
— ¿Por qué estás tan cansado hoy? — le pregunto después de un rato.
— He tenido mucho trabajo... — dice viendo la gente pasar.
— ¿Trabajas? — le pregunto sorprendida — no sabía que trabajabas.
— Sí, tengo que trabajar — me responde aun sin verme.
— ¿En qué trabajas? — le pregunto, ¡Dios, hoy estoy muy preguntona!
— Es difícil de explicar — me dice por fin fijando su mirada en la mía continúa — es algo así como valoración de bienes.
—Que bien... —le respondo pues su respuesta tan vaga no me agrada, espero que no esté en nada ilegal.
— ¿Por qué no te gustan las grandes cantidades de personas? — me pregunta ahora él.
— Es complicado, no me siento bien entre tantas personas — le respondo siendo tan vaga como él en la respuesta, no creo que pueda contarle mi secreto aún.
El asiente y sigue comiendo su helado.
***
Cuando me va a dejar a mi casa, veo las luces encendidas, significa que mamá ha llegado, espero que si llegó con Esteban ya estén en su habitación, no tengo fuerzas para soportar su hedor hoy.
— Adios, gracias por el helado... — le digo a Bastian antes de bajar de su automóvil.
Pero él me toma del brazo y me dice — Bajaré contigo, dejé olvidada mi libreta en la sala, además así conoceré por fin a tu madre...
Asiento mientras trago saliva, espero que no lo haga, mi madre tiende a alejar a todas la personas que conozco y quieren pasar tiempo conmigo o ser mis amigos.
Abro la puerta de mi casa y para mi mala suerte escucho la risa de mi madre y la voz de Esteban desde la sala.
Entro seguida de Bastian, a mi madre se le borra la sonrisa de los labios y los frunce un poco cuando me mira entrar, y el hedor de lujuria de Esteban me golpea de lleno cuando logro poner un pie dentro de la sala, pero después cambia por el hedor a envidia cuando mira a Bastian.
— Creí que estabas en tu habitación dormida — me dice mi madre tocando a Esteban para obtener nuevamente su atención.
—Él es Bastian — digo señalándolo y encogiéndome de hombros explicó — salimos a comer un helado, como tú vienes un poco más tarde no creí necesario avisarte.
Siento como el olor del alma de mi madre pasa de disgusto a enojo.
— Buenas noches — dice Bastian acercándose a estrechar la mano de mi madre y su novio —un placer señora, disculpe la hora de llegada fue algo de último momento —y girándose a verme dice — me retiro, mañana nos vemos en la escuela.
Me toca el brazo antes de salir y al escuchar la puerta cerrarse, casi corro a mi habitación.
Me acuesto a dormir después de trancar mi puerta, al revisar mi celular veo un mensaje de Bastian: "Gracias por lo de hoy, tranca tu puerta"
Me extraña mucho ese comentario, pero asumo que debe ser la puerta de la entrada que cerró sin llave al salir.
***
Anoche no dormí muy bien, intentando descifrar ¿cuál es el trabajo de Bastian? Espero me lo pueda decir en algún momento.
Al entrar a la escuela mi sangre congela en mis venas al darme cuenta de la noticia que ronda los pasillos: Francia murió durante la madrugada...
Bien queridos (as) lectores (as) hasta aquí este capítulo... ¿Cómo creen que murió Francia?
Por favor recuerden VOTAR y dejarme sus COMENTARIOS.
Gracias por leerme,
Besitos
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