VI
— Todoroki, el baño esta desocupado por si quieres usar...
Cerró la puerta tras de sí y notó que su amigo no se encontraba en su habitación. Sintió un agradable aroma haciendo su panza rugir. Cuando Shotō cocinaba, Izuku disfrutaba.
Tendió su cama rápidamente, se vistió y luego de terminar su batalla contra sus cabellos rebeldes, tomó su celular para dirigirse a la cocina.
— Buenos días, señor chef.
— Buenos días.
Izuku tomó asiento, desde la mesa se podía ver claramente como Todoroki cocinaba. Al parecer eran unos simples huevos con tocino, pero con solo el olor de ese "simple" plato se le hacia agua la boca.
Izuku miró su celular. Kacchan aún no le respondía, justo cuando se disponía a enviar otro mensaje el de ojos heterocromaticos golpeo la mesa con el plato justo en frente de el. Le arrebató también su celular.
— ¡Hey, Todoro-
— Come y luego chateas. —Reprendió para sentarse a su lado con su propio plato de desayuno.
Apenas tomó el tenedor devoró el plato por completo, Todoroki tuvo que detenerlo de que comenzará a lamer los restos que quedaban. Izuku de la nada se quedo quieto con una expresión dubitativa, Shotō solo lo miró esperando que dijese algo.
— ¿Acaso sabe mal?
— Claro que no, esto esta delicioso... —Siguió con la mirada al de cabello bicolor el cual ya se había levantado de la mesa y se dirigía a lavar los platos.
— ¡Mierda!
Todoroki se devolvió a paso apresurado al comedor, asustado por escuchar aquel grito. El pecoso no acostumbraba a decir groserías, solo cuando estaba muy molesto o cuando algo realmente le tomaba por sorpresa.
— ¿¡S-Sucede algo!? —Interrogó preocupado, titubeando exaltado por la clara expresion de terror en la cara del menor.
— He faltado al trabajo. Seré despedido por faltar el segundo día de trabajo. —Sentenció con las manos en la cara, recargandose con los codos en la mesa. Comenzando su maraton de murmullos— El señor All Might creerá que soy un empleado irresponsable, que no cumplo horarios y que me estoy tomando el empleo de broma. Bakugō-san debe creer que soy un pendejo que aún no se toma nada en serio, por eso eso no me responde mis mensajes. Tal vez ya fui despedido y no me avisará hasta que vaya, y si voy y llego tarde sólo habre conseguido perder la confianza de mi jefe y de Bakugō-s... —Fue silenciado por la fría mano de su acompañante.
— No sabía que trabajabas los domigos. Tu madre dejo pegada una nota en el refrigerador. —Aclaró sacando un post-it amarillo arrugado de su bolsillo— Dice que esperaba que la cena hubiese estado deliciosa y que le daba la mayores de las fuerzas a su bebé.
— Así que es Domingo... —Aliviado intento ocultar su sonrojo ante la mirada burlesca de su amigo por el apodo que le habia escrito su mamá.
— Ajam...Y respecto a que tu compañero de trabajo no te hable, es porque quizás tiene personas más importantes que alguien que acaba de conocer —El sonido del continuo golpeteo de los dedos de Todoroki contra la mesa hacía que a Midoriya se lo comiera la ansiedad— Normalmente las personas en su tiempo libre tratan de ignorar todo lo relacionado con su trabajo.
— Pero yo evitó hablar de ese tema, eso sólo lo hacen los trabajolicos o los que no saben sacar tema de conversación —Izuku comenzó a tallar un circulo imaginario en la mesa mientras generalizaba en un calificativo todo lo dicho— Gente aburrida.
— Quizas tú eres aburrido para él.
Midoriya se congeló ante lo dicho por su amigo. El circulo imaginario era ahora tachado por una equis, también imaginaria. Se desánimo. No había pensado en esa posibilidad.
Se dejo caer en su silla y miró hacia el techo.
— Sí...soy demasiado aburrido.
Al sentirse culpable, el de ojos bicolor se acerco al peliverde. Apenas estuvo detras de él, deslizó sus manos por sus hombros hasta su pecho y hablo dulcemente.
— Para mi no, Izuchan.
Izuku se tenso sonrojado y antes de dar vuelta su rostro, sintió un apretón. Un abrazo tierno pero fuerte a la vez, como si pudiese leer con anticipación sus movimientos.
— Eres alguien increíble, muy amable y tierno —Agregó mirando hacia su lado izquierdo, por impulso Midoriya miró de igual forma. Como si Todoroki supiese lo que desanimaba al peso miraba hacía su celular— Te dije que no me daba buena espina. Mucho mejor para mi si no le interesa entablar una amistad contigo.
— Supongo que si tienes razón Toroki-kun. —Sintió como la mano derecha se deslizaba denuevo por su hombro pero esta vez hacia sus cabellos.
— Así se habla, Midoriya —Enredó sus dedos en el cabello para darle unas cuantas caricias a su cabeza.
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— ¡No entiendo! ¡Realmente no entiendo! —Golpeó la mesa de la cafetería un par de veces molesto.
— ¿No entiendes que? ¿el menú, Katsubro? —Preguntó curioso un pelirrojo, acompañado del otro rubio quien miraba al gruñon de manera aún mas curiosa.
Se encontraban en una cafetería cerca del centro de la ciudad. Bakugō odiaba su trabajo, pues lo hacía por necesidad, pero no podía negar que amaba irremediablemente el café. Era su vicio, además del cigarro. El alcohol solo se hacía presente en sus papilas gustativas cuando asistía a una fiesta o a un evento conmemorativo.
Kirishima y Kaminari acompañaban a al pelicenizo todos los domingos sin falta a tomarse su taza de café en su supuesta cafeteria favorita, el cual él solo la describía como "Ordinaria y simple". Eijirō estaba extrañado por el comportamiento de su amigo al gritar con tanto esmero, ademas de no entender el menú. ¿Qué no se lo sabía de memoria? Pero si no era necesario, siempre pedía el mismo: café simple sin azúcar.
— ¡Claro que lo entiendo! No me jodas —Exclamó molesto para nuevamente maltratar a la pobre mesa que no tenía nada que ver en el asunto.
Kaminari, como si de instinto maternal se tratase, acarició disimuladamente la mesa mirandola con tristeza fingida.
— Has estado muy extraño desde que llegamos, teniendo el menú abierto delante de ti como si estuvieses ocultando lo que quieres pedir —Soltó Kirishima algo exaltado por el golpe anterior que lo despertó de todos sus pensamientos.
— Es cierto Bakugō, esta bien que estes molesto. ¿Pero no sería mejor contarnos a nosotros para poder tratar ayudarte a ti y a la pobre mesa?
Kirishima miró al rubio y le sonrió burlesco, este le siguió la sonrisa algo sonrojado.
— No se pongan empalagosos delante de mi, me dan asco.
Katsuki jamás admitiría que realmente se sentía como todo un violinista delante de una pareja de enamorados, como el amigo extra que los acompañaba como un estúpido, en resumen tenía algo de envidia. Cuando el tenga pareja los cuatro podrán hacer sus homosexualidades, pero aún no, no mientras el esté sólo.
— Tranquilo Katsubro, ya llegara la indicada. —Dijo alegre el pelirojo. El aludido sólo bufó aburrido— O quizás el indicado.
Bakugō mordió su taza evitando trapicarse con su bebida.
— ¿Te gustan los chicos? ¡Bateas para el otro lado! —Casi gritó Kaminari alegre como si quisiera que todos se enteraran dentro del local— ¡Que bien! Podremos ir juntos al bar ga-
Kirishima le tapó la boca antes que soltara sus salidas secretas, negó con la cabeza suspirando.
Los murmullos no tardaron en acoplar todo el recinto. Una gotita de sudor corrio por la espalda de sus amigos, temiendo lo peor. Katsuki ya hastiado se levantó y exclamó molesto.
— ¡Sí, me gustan los penes! Y el que tenga un puto problema con eso, que se deje de murmurar como un cobarde y venga a decirme su molestia a la puta cara. —Se dejó caer en el asiento y cerró con una última frase— Si es que le dan los putos huevos para hacerlo.
La poca gente que se encontraba allí se quedó en total silencio. Ambos amigos del gruñón del día estaban sorprendidos, pero de alguna manera orgullosos.
— ¡A mi igu-
Antes de que Kaminari se levantara, nuevamente la mano de Eijirō lo silencio y le tiro de su brazo haciéndole sentar nuevamente.
Luego de un rato las conversaciones se normalizaron volviendo el ambiente hogareño del lugar. La gente comprendió que no era su problema. Si el chico no se metía en sus asuntos ¿Por que ellos deberían meterse en su vida?
— Así que te gustan los penes ¿Eh? —Dijo el del rayo, burlesco, mientras ambos aguantaban la risa.
Katsuki suspiró decidido en olvidar el asunto que lo acongojaba y decidió también seguirles el juego para poder distraerse un rato. Se acercó y en un susurro aclaró.
— Me gusta meterla en agujeros pequeños, que es diferente. —Se echo hacía atrás con una sonrisa ladina.
Los dos amigos se miraron sorprendidos hasta que soltaron toda la risa que tenían contenida desde que el rubio se confeso delante de ellos y de unas cuantas personas desconocidas.
— ¡Hahahaha...! Ay Bakugō no me jodas. —Chilló Kaminari aún riendo tratando de el aire regresara a sus pulmones.
— Algun día te llevaré a conocer unos cuantos agujeros a un lugar que yo y Kaminari conocemos muy bien —El mencionado asintió aun divertido— Allí yo conocí el mío.
Denki golpeó el hombro de su pareja mientras este le pedía perdón aún envuelto en risas. Katsuki con el ceño fruncido miró nuevamente su celular.
— Uh...¿Que ocurre?
Katsuki levantó la mirada y vió a ambos con rostros preocupados. Suspiro. Realmente no podría librarse de ellos.
— Ya conocí a alguien —Observó su celular queriendo ver su fotografia pero al ver que no había ninguna, resignado miro a su mejor amigo el cual le sonreía con una sonrisa pícara— No es por su agujero maldito pervertido.
— El que confesó que le gustaban los agujeros pequeños fuiste tú.
— Dejame continuar y no me interrumpas, o si no, no les diré absolutamente nada.
Ambos negaron indicándole que prosiguiera.
— Hay un no sé que que me atrae de él... —Bloqueó su celular, apagandose la pantalla en donde habían unos cuantos mensajes que no habían sido recibidos— Creí que nos estábamos llevando bien. Pero el inutil me bloqueo de la nada. Creó que le gusta el otro hijo de puta.
Los oyentes decidieron no preguntar quien era el agujero, tampoco quien era ese "hijo de puta" pues no querían que su amigo explotará.
— ¿Estás seguro de ello?
— ¿Eh? ¿De qué?
— Que si estas seguro que le gusta ese "hijo de puta" —Aclaró el rubio brillante.
— Quizás fue un mal entendido. Su celular se estropeó, se le borro WhatsApp o algo por el estilo —Justificó el pelirojo dandole ánimos a si mejor amigo— Vamos, ¿Donde esta el Bakugō Katsuki que conozco? Tú no te rindes con nada, menos con algo que no estas cien porciento seguro de que es así.
— Es que ese chico me tiene mal —Katsuki golpeó la mesa por última vez en el día, pero esta vez con su cabeza. Se quedo así por un buen rato tratando de olvidar esos ojos y esa sonrisa que le parecían un maravilloso conjunto.
Arremetió contra la mesa con su cabeza otra vez.
Eijirō y Denki sonrieron.
Su amigo realmente se había enamorado.
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Holaas!
Me inspire por fin y escribí esto en una tarde (Es un poco más largo que los anteriores porque realmente me llegó la inspiracion)
Me gusta dibujar(? Así que estuve dibujando y ayer me llego un bloqueo que no me dejaba ni hacer eso ni escribir💔
Pero acá estoy:D
Espero que les haya gustado el cap, los escribí con bloqueos y trasnochada💚💚.
Nos vimoh pronto💞
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