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F o u r

Ve como los otros salen platicando animadamente, chicas y chicos caminaban de un lado a otro para dirigirse a la salida. Algunos de sus compañeros susurran algo sobre no responderle al maestro Moon porque le podría ir peor.

Sus piernas comenzaron a temblar cuando se dio cuenta de que el salón ya estaba vacío, solo estaban él y su maestro.

Sólo ellos dos.

Bin se acerca a él con los ojos entrecerrados, los labios tensos y a Dongmin le cuesta todo su esfuerzo no colapsar sobre sí mismo al ver a su profesor. Para cuando Bin se detiene frente a él con la mano en la cadera, Dongmin encuentra que le es difícil respirar, como pasaba cada vez que alguien lo regañaba.

A nadie le gusta que le llamen la atención ¿verdad?

—¿Eres nuevo?

Dongmin abre la boca, pero no sale ningún sonido. Eso causa que quiera golpearse a sí mismo en la cara.

El maestro Moon lo intimida, su expresión le trae malos recuerdos, recuerdos que dejaron un severo trauma desde su infancia hasta ahora que tenía diecisiete años. El maestro se inclina y lo mira fijamente. Ojos oscuros que destacarían mejor sin esas ojeras rodeándolos. Labios partidos y secos es lo que puede ver el menor en el rostro de su maestro, Dongmin empieza a incomodarse, su maestro está demasiado cerca, quizás más de lo que debería. Ambas miradas chocan y el mayor es el que rompe el silencio. 

—¿No vas a responderme?—pregunta con voz grave.

—S-soy nuevo, este es mi primer día.—expresa Dongmin—Maestro...de verdad no quería molestar en su clase, lo siento. 

Moon Bin reacciona, al fin parece caer en cuenta de la realidad...¿A esto a llegado? ¿A reprender a un chico de segundo año solo para recordarlo a él? Suspira y se lleva la mano a la frente, está avergonzado de su comportamiento tan poco profesional.

 Estaba empezando a perder la cabeza.

—Olvídalo...Dongmin, puedes irte.—dice antes de caminar hacia el atril para recoger sus cosas.

El azabache asiente y se levanta para guardar sus libros en su mochila, luego sale rápidamente del salón. 

Moon Bin sabe que debería dejar a Dongmin en paz. 

Dongmin no es, ni será Dongsun ¡Jamás!

Debería evitarlo, pero no lo hará y es muy consciente de eso. 

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