Capítulo XVIII.
La mujer caminaba con paso decidido a través de los pasillos del edificio sucio y destartalado. El silencio era roto únicamente por el sonido de sus tacones resonando y el lejano goteo de alguna tubería rota.
Escuchó murmuros que emulaban una discusión unilateral. Suspiró antes de abrir la puerta del departamento. Era el único que aún seguía habitado en todo el edificio.
Caminó con cautela siguiendo el sonido de la voz.
"No, cariño. Sé que esto es difícil, pero tienes que entender que todo lo hago por nosotros."
"¿John?", preguntó intentando tragar el nudo en su garganta.
El hombre giró inmediatamente hacia donde se encontraba apuntando con un arma. Su mirada fúrica desapareció diendo paso al miedo. "¿Rose?"
Intentando contener las lágrimas, se acercó a él. El arma yacía en el suelo desde hacía unos segundos. "Sí, John. Soy yo. Estoy viva", acarició su mejilla con amor maternal. Podía notar lo perdida que estaba su mente.
John cerró los ojos con fuerza. "Eres solo otro truco de mi mente, lo sé. Cada vez son más comunes estas visiones".
"¡Mírame! Soy yo. Estoy aquí, frente a ti."
Él abrió los ojos para verla con esa mirada de amor total que solía profesarle. "Te sientes tan real."
"Soy real."
"Incluso puedo oler tu perfume. Es como si los años no hubieran pasado y nunca te hubiera perdido."
"John, soy yo. No estoy muerta. Esos hombres sí llegaron por mí, pero no pudieron capturarme. Frank pagó tu deuda. ¿Recuerdas a Frank? Me ayudó a estar oculta mientras...", suspiró. "Mientras tú te calmabas y podíamos regresar por Anne."
"Oh, Rose. Te ves tan hermosa."
"Escúchame. Debes parar con esto. Estas hiriendo a Annie. Necesitas ayuda. ¿No recuerdas todas esas veces que intenté regresar por ella?, ¿por qué las bloqueaste de tu mente?"
"No sé a qué te refieres."
"John, has perdido la cabeza. Desde que comenzaron a perseguirnos no eres el mismo hombre lúcido. Debes detenerte. Estás lastimándonos a todos."
"¡Basta! Solo eres una visión", quitó las manos que le acariciaban las mejillas y comenzó a cobrar distancia.
"John... Si no acabas con esto, yo lo haré."
Tomó su cabeza entre sus manos apretando lo más que podía. "Vete. Vete. Vete. Vete."
Rose miró por última vez al hombre que solía amar. Dio media vuelta y salió por la misma puerta que la había adentrado a ese infierno.
***
"El doctor Frank entró a la sala de estar de la cabaña con paso apresurado. Ryan lo seguía de cerca con semblante serio. Después del encuentro con Katherinne, habían hecho algunas llamadas y todo apuntaba a que debían actuar rápido.
Pattie, que descansaba tomando una taza de té, se levantó del sofá al verlos.
"¿Qué sucede?", cuestionó la mujer.
"¿Anne y el bebé?", preguntó el hombre mayor revisando el sobre que tenía en las manos.
"Descansando en el cuarto de arriba. ¿Qué sucedió?"
"Al parecer, Katherinne logró conseguir algunos documentos que ayudan a probar la inocencia de Justin", respondió el rubio. Pattie compartió una mirada fugaz con el hombre que tenía enfrente. No podían revelar aún todo su plan.
El hombre carraspeó. "Según esto, hay forma de sacar a Justin limpio de cualquier coartada que John haya armado. Solo debemos ser lo suficientemente inteligentes para estar un paso frente a él."
"Es demasiado volátil. No creo que podamos seguir empleando esa estrategia. Su mente no tiene la misma lucidez. Ni siquiera estamos seguros de que aún tenga en pie algún plan. Últimamente se comporta más violento que astuto."
"Lo sé, pero no podemos hacer más. Esto", levantó el folder a la altura de su rostro. "Es lo único que puede indicarnos cuál será su siguiente movimiento."
Pattie suspiró. Odiaba que los chicos y su nieto estuvieran envueltos en ese dilema. Ellos no tenían nada por lo que pagar y, a pesar de eso, ahí estaban.
"¿Dr. Frank?", se escuchó la voz de Anne desde las escaleras.
El hombre sonrió y entregó disimuladamente en folder a Pattie. "Hola, Annie. ¿Cómo te sientes?"
"Tuve un sueño muy extraño", bajó los escalones lo más rápido que pudo. "Ryan, ¿sabes dónde está Justin?"
Ryan tragó saliva. "Intentaré contactarlo", dijo y se alejó.
"Toma asiento", indicó dulcemente la mujer de ojos verdes cediendo su lugar en el sofá. Anne la vio con desconfianza antes de sentarse. "¿Cómo está el bebé?"
"Bien", respondió cortante.
"Déjame encargarme de esto, Patricia", el Dr. Frank sugirió amablemente. La mujer aceptó y se dirigió hacia la cocina. "¿Quieres hablar del sueño?"
La castaña lo vio directamente a los ojos con el miedo cubriendo su semblante. "Necesitamos encontrar a Justin. Por favor. Tuve un sueño similar cuando murió mamá."
"Tranquila", tomó asiento junto a ella y acogió sus manos entre las suyas. "Estoy seguro de que está bien. Debe estar trabajando o intentando averiguar dónde estás."
"Ese es el problema. No se va a detener hasta averiguar dónde estamos y John lo sabe. ¡Irá tras Justin!"
"¿John?", frunció el ceño.
"Dijo que Justin era un delincuente y él podría hacerle mucho menos daño a Jason. Fue lo mismo que le dijo a mamá cuando venían por él. Está planeando desaparecerlo como hizo con nosotros", comenzó a llorar. "No le creí. Lo taché de criminal. Ahora está ahí afuera a merced del único hombre que tiene el temple suficiente para dejar a mi hijo sin padre."
El Dr. Frank la abrazó. Las cosas lucían cada vez más complicadas. John perdería la razón en cualquier momento y serían incapaces de controlarlo.
"Hay un problema", anunció Ryan entrando de nuevo a la sala de estar. "No pude contactarlo de ninguna manera. Nadie del trabajo lo ha visto cerca tampoco", Anne comenzó a temblar.
"¿Te dijo a dónde iría?", cuestionó el hombre mayor.
El rubio lucía nervioso. "Dijo que rastrearía el paradero de Anne y Jason. ¡Yo no sabía que estaban acá! Creí que, para esta hora, ya habría llegado a donde estaban y la policía se encargaría."
"¿Por qué no lo dijiste antes?"
"Asumí que no sería tan idiota como para ir sin respaldo de la policía, pero parece que sus tendencias suicidas van cada vez más en aumento", acarició el puente de su nariz. "Intentaré contactarlo otra vez", dijo y se alejó nuevamente.
El Dr. Frank se levantó con cautela del sofá dejando a la chica sollozante en él. "Llamaré a la policía", avisó y caminó hacia la cocina, donde Pattie hablaba por teléfono.
La mujer levantó la mirada al verlo entrando a su campo de visión. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. "John tiene a Justin", dijo sin colgar la llamada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro