Capítulo XII.
"¿Es definitivo?"
"Absolutamente. El fiscal aceptó dejar el expediente justo como está a cambio de evidencia. No hay forma de que proceda, de todos modos, pero quiere asegurarse de que habrá una cooperación."
"¿Entonces podemos asegurarnos de que nadie urgará por ahí de nuevo?, ¿el caso está cerrado definitivamente?"
"Puedo garantizarlo. John Ray está acabado."
Jeremy sonrió con melancolía. "Debería ser suficiente para hacerlo parar."
"¿Aún sigue dando problemas?", el detective Clarke sacó un cigarrillo y ofreció uno al hombre de tatuajes antes de encenderlo y ofrecer encender el suyo.
"Parece haberse convertido en su propósito de vida. Tiene a Justin hasta el cuello."
"Escuché que regresó a Canadá."
"Fue lo suficientemente idiota para no quedarse en Londres unos cuantos meses más", soltó el humo que tenía en la boca.
"Podemos hacer algunos arreglos..."
"No. Déjalo así. John necesita alguien con quien descargar su ira. Y si él quiere ser ese alguien, no lo detendré."
"¿Estás seguro?"
"Totalmente. Hay beneficios que podemos obtener y no debemos perderlos por nada del mundo. John es demasiado voluble y se deja cegar fácilmente por sus emociones, es una ventaja para nosotros y para Justin."
***
Justin aflojó su corbata al entrar al taxi. Suspiró. Aún le era difícil procesar lo que estaba sucediendo. El solo pensar que la vida de Anne estaba en peligro le aterraba. Aún no lograba recobrar su confianza, por lo que la chica hacía todo lo posible por mantener el asunto de su enfermedad en modo confidencial, lo cual significaba que él no estaba autorizado a saber mucho de lo que sucedía. Su mejor apuesta había sido sobornar a Ryan para que le dijera cuándo la chica tenía que regresar a la clínica y seguirla. No era el mejor plan, pero era lo único que le quedaba.
Bajó del taxi y se encaminó al edificio blanco. El rubio le había dicho que Anne saldría del trabajo y se iría directamente a la cita con el Dr. George para la biopsia que habían programado. Él había intentado salir antes en caso de que ella necesitara apoyo durante el procedimiento y lo dejara estar a su lado, pero su jefe no lo dejó. Lo más probable era que la castaña ya estuviera terminando en esos momentos, así que solo se acercaría el silencio y ofrecería llevarla a casa.
"Disculpe, busco a Anne Ray."
"¿Es familiar?"
"Soy... su esposo."
La enfermera revisó la lista que tenía en su mano. "Habitación 230. Su padre está con ella."
"¿Padre?"
"Sí, el suegro de la señorita Ray. Llegó hace alrededor de media hora."
Justin apretó la mandíbula y comenzó a caminar hacia la habitación que le habían indicado. Esperaba de verdad que su padre no estuviera ahí para molestar a la chica. No era el momento de intentar jugar alguna estrategia. Ella tenía demasiado en la cabeza como para tener que lidiar con un problema de ese tipo.
Se aproximó a la puerta que indicaba el número 230 y, justo cuando iba a abrirla, la risa irónica de la castaña lo detuvo.
"¿De verdad cree que yo usaré mi tiempo en eso? Tengo mejores cosas que hacer como para estar cuidando a un hombre que no ha logrado madurar en 24 años. Él y toda su familia son una maldición para mí y para..."
"¿Para tu hijo, el que también tiene nuestra sangre corriendo por sus venas?"
"Jason no será como ustedes."
Jeremy rió. "Sí. Puedo entender cómo se siente el pensar que tu hijo tiene la sangre de un montón de criminales. Pero no se te olvide que tu lado de la familia no es mejor e, incluso si nosotros nos convertimos en los peores delincuentes que puedas imaginar, nunca se comparará con el nivel de psicosis de tu papá."
Justin apretó la mandíbula y abrió la puerta. Pudo ver cómo lágrimas de coraje llenaban los ojos de la chica. Su rostro estaba demacrado y el enojo marcaba cada línea de expresión como si 10 años le hubieran caído encima de repente.
"Debes irte", dijo firmemente a su padre. Él suspiró antes de responder.
Miró a Anne una vez más. Ella giró el rostro para evitar encararlo. "Si cambias de opinión, sabes dónde ir."
Justin frunció el ceño y observó al hombre salir de la habitación. Se adentró lentamente intentando no romper la tensión de la chica.
"¿Qué clase de persona eres?", preguntó la castaña aún viendo a través de la ventana.
"Sabes quién soy, An."
"No, no lo sé. Y cada vez me doy más cuenta de ello", una lágrima cayó por su rostro.
"Tranquila. Necesitas relajarte, no te hará nada bien..."
"Eres una persona horrible", lo encaró lanzando enojo puro de sus pupilas. El corazón del chico se estrujó.
"An..."
"¡Eres tan asquerosamente horrible que no hay una sola persona que me diga lo maravilloso que actuaste hace un año!"
"Solo escucha..."
"Tus intentos por hacer que Ryan avogue por ti son inútiles. Yo sé qué tipo de persona eres y, sí por alguna razón lo olvido, hay demasiadas personas a mi alrededor que me lo pueden recordar. Ahora vete, por favor. No estoy de humor para verte."
Justin frunció el ceño. "¿Sabes? Eres posiblemente la única persona a la que le doy tanta de mi paciencia, pero tengo un punto de quiebre. Y créeme, no tiene nada que ver con la culpa, sino con la forma en que desprecias mis sentimientos y los pisoteas como si no fueran nada", sus ojos se llenaron de lágrimas rápidamente. "Ni siquiera me escuchas o intentas averiguar qué sucedió, solo aceptas las cosas que te dicen porque es más fácil para ti aceptar que soy un idiota y un imbécil que arriesgarte a amar", la chica apretó la mandíbula. "Yo te amo, lo aceptes o no, y amo a Jason. Todos los errores de mi vida serán nada en comparación con todo lo que ustedes me dan. Soy un hombre, no soy perfecto, pero puedes estar segura de que, no importa cuántas veces lo arruine o parezca que lo arruiné, siempre encontraré una manera de hacer que las cosas funcionen", se acercó a la cama y tomó la mano de Anne entre las suyas. "Quiero que me creas y confíes en mí otra vez. Que pueda ser el padre de Jason sin que tengas que repetirte a ti misma cada cinco minutos que no debe estar cerca de mí. Solo dame una oportunidad, ¿sí?"
La castaña miró sus manos unidas. "¿Cuál es el punto de eso?, ¿tener a alguien que te visite cuando estés en prisión?", alejó sus manos del agarre del chico. "Prefiero no ser parte de ese juego."
Justin la observó atónito. Las lágrimas de sus ojos cayeron lentamente. Sintió cómo sus esperanzas estaban muriendo y cada oportunidad por la que había luchado escapaba de sus manos. El aire comenzó a faltarle.
Sin analizar muy bien lo que hacía, se aproximó a la chica y la besó.
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