Diez.
—Jungkook hyung. —Le llamó Jimin, aparentemente Jungkook le había dicho al pequeño que llamándole hyung él se sentiría más a gusto y en confianza. —¿Q-qué hace? —Cuestionó confundido dándole otra mordida a la barra de chocolate.
Jungkook se mantenía rodeando con sus cortos brazos el pequeño cuerpo de Jimin, simulando ser una suave manta que lo resguardara de todo mal y las bajas temperaturas que los rodearan.
—Te abrazo —respondió Jungkook como si fuera algo de total obviedad. En ese entonces ya los gordos mofletitos de Jimin estaban prendidos en rosa, y estos se intensificaron en cuanto escuchó sus palabras.
—G-gracias por el chocolate, está... está delicioso —agradeció Jimin con una leve sonrisa tallada en sus labios, sinceramente el dulce sabor del chocolate le había fascinado en demasía y era imposible no desear más.
Jimin se resguardó entre los bracitos del mayor con algo de más de confianza, sonriendo tontamente al ver las mejillas sonrosadas de Jungkook.
En cambio las respiraciones del pequeño Jungkook eran incontrolables, su pancita estaba revuelta y su corazón latía demasiado fuerte.
Pensaba que en cualquier momento su corazoncito saldría de su pechito.
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