" Remember that night "
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Es un OS triste chavas.
Espero que les guste.
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Se habían cruzado una noche de invierno, cerca de Navidad.

La nieve caía sobre el cabello platinado, sobre los hombros de una castaña de cabello rizado y corto. Draco aún recordaba cómo solían verse esos rizos largos, cubrían por completo su espalda, un color oscuro en el cabello, sentía que su estómago hormigueaba cada que pasaba el tiempo con ella.

Hogwarts dejó de ser un lugar solitario después de que Pansy lo había dejado con el amor en las manos y el corazón destrozado.

Ella simplemente no lo lograba convencer al principio, así que comenzaron siendo solo amigos y ocasionalmente se reunían en la biblioteca para estudiar o en los jardines escondidos para almorzar.

Draco se había encargado de que nadie supiera sobre aquella amistad, en caso de que ambos se enamoraran y saliera mal, no quería salir completamente humillado.

Poco a poco, aquella amistad comenzó a ser algo más, la castaña ya le había contado a todas sus amigas sobre su relación con Draco.

"Vamos a formalizar pronto". Esas fueron las palabras de aquella muchacha, aquellas palabras deslizándose con tanta dulzura.

Draco había sentido como su estómago cosquilleaba cuando ella le recordaba que serían novios algún día.

Empezaba a sentir algo por ella, eso estaba claro, él se lo había confesado algunas noches por mero impulso de hacerle saber que le gustaba la manera en la que ella lo hacía sentir.

—Draco... hoy no puedo quedarme a comer, tengo que hacer algunas cosas en el salón de clases. — dijo aquella chica de cabello rizado con un toque de pena en su voz.

Draco estaba sentado en el césped verde sobre una manta de cuadros verdes perteneciente a su casa, mirando a la Gryffindor marcharse.

Sintió un toque de molestia pero lo aceptó, no podía hacer nada más.

Conforme avanzaron los días ella se fue alejando, tenia más compromisos. Las reuniones se hacían menos frecuentes.

Entonces, una mañana, durante la clase de Snape, Blaise tomó su asiento junto al platinado, el cual se veía algo cansado. —¿Todo bien? — preguntó Blaise.

Draco lo miró sin saber que responder, pero entonces las palabras comenzaron a fluir como agua, escurriendo con dolor. —Las cosas han estado algo difíciles.

Para nadie era un secreto que Harry Potter había anunciado el regreso del señor oscuro, mucho menos para las familias aliadas al lado oscuro del mundo mágico, entre ellas la familia de los Zabini y los Malfoy.

Blaise asintió. —Escuche que tu madre... mostró algo de rechazo a la Gryffindor con la que sueles comer.

Draco cerró los ojos, como si el hecho de recordar aquella vergonzosa situación lo abrumara más que el regreso de Voldemort. —Es una sangre sucia. Lo esperaba, a decir verdad, esperaba una peor reacción.

Blaise asintió. —Escuche que se irá de Hogwarts, solo concluirá este y se marchará al
mundo muggle.

Draco lo miró con un toque de angustia en sus ojos. —¿Qué?

Blaise sacó su cuaderno y lo colocó sobre la mesa, tomando nota de lo que se escribía por si solo con la tinta mágica en la pizarra. —Mi novia es muy amiga de ella, escuche que dijo eso mientras desayunábamos.

Draco sintió la decepción en su pecho, convirtiéndose en una molestia que apenas podía controlar, si no estuviera en el salón de clases, probablemente estaría lanzando cosas contra la pared.

"Por eso me estaba evitando tanto".

Ella quería alejarlo, sacarlo simplemente de su vida. No era lo suficiente valiente para decirle que no sentía ya más nada por él. Era una mujer cobarde, muy cobarde para ser una verdadera Gryffindor.

Draco se burló con amargura. —Estúpida.

Era una estúpida sangre sucia la que se quería burlar de él.

Así que, más tarde, cuando ella llegó a la sala común de Slytherin, la cual estaba vacía, fue donde Draco se vio decidido a dejarla, no estaba dispuesto a pasar por eso una vez más, menos por una sangre sucia que no sabía lo que quería.

—¿Por qué querías verme aquí? — preguntó ella con dulzura en su voz.

Draco no se atrevía a decirle que era porque sabía que ella estaba planeando dejarlo, que se iría y no le avisaría cuando.

—Solo quiero hablar contigo, Bella. — respondió Draco.

Bella lo miró esperando a que continuara, pero no lo hizo, guardó silencio por unos segundos que se sintieron como largos minutos.

—¿De qué?

Draco tragó saliva, la miró una última vez, quiso mirar sus rasgos y tratar de memorizarlos. Sus ojos color café, sus largas pestañas, los rizos largos y suaves por los que alguna vez paso los dedos, los labios que jamás pudo besar, las manos que anhelo tomar.

Suspiró.

Le dolía en el pecho de una forma tan terrible, se sentía con nauseas, sabía que tenía que hacerlo, sus manos hormigueaban, creía que no lo iba a hacer, pero finalmente lo hizo.

—Tenemos que terminar. Dejar esto aquí.

—¿Lo dices por tu madre? — respondió ella con una pregunta rápidamente, sentía que su corazón estaba al mil por segundo.

¿En serio Draco estaba haciendo esto?

—No.

—Merezco una explicación. — en su tono de podía distinguir la molestia, incluso el dolor que le causaban las palabras de Draco.

Draco creía que ella era una cínica. Le ocultaba cosas, le mentía, lo evitaba. Hacia todo menos mostrar interés en esa relación inmadura que estaban formando.

Se estaba molestando demasiado al ver la reacción de ella.

—Yo creo que no —. respondió el platinado —. Yo creo que es lo mejor. No estamos yendo a ningún lado, además creo que no me gustas tanto.

Ella lo miró sin creer y mucho menos entender lo que estaba sucediendo, se sentía confundida y molesta al mismo tiempo.

—Bien —. respondió —. Si eso quieres yo-

—Si, eso es lo que quiero.

La Gryffindor lo miró, las lágrimas que estuvo conteniendo comenzaron a caer, tibio sentimiento de dolor, fuerte tristeza que inundaba su corazón, sus pensamientos borrosos, no pensaba con claridad. Solo asintió, no podía hablar.

—Es que yo no te creo, Draco.

Él se puso de pie, ignorando la adrenalina que sentía, ignorando que quería consolarla un segundo más, limpiar sus lágrimas y disculparse hasta que le dejara de doler lo que él mismo le ocasionó. —Pues comienza a creerlo, porque así es.

—Draco, es que no es justo —. comenzó a alegar, Bella deseaba soñar intimidante, pero el dolor solo quebraba sus palabras por completo —. Fueron meses...

Draco metió sus frías manos temblorosas en los costados de su uniforme. Comenzó a caminar sin responder, ignorando por completo las súplicas y palabras que salían de la boca de aquella mujer, ignorando por completo que ella repetía su nombre entre sollozos llenos de dolor.

Cuando por fin salió de la sala, entonces ahí pudo sentir un alivio distinto.

Cerró los ojos, tomó aire y comenzó a caminar sin importarle nada más.

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Draco volvió su cabeza al presente, donde esa misma mujer que dejó llorando en la sala común de Slytherin lo miraba con odio, pero fueron segundos los que le tomaron a Draco para darse cuenta de que no lo miraba a él, sino a la pequeña mano que estaba tomando.

Estaba mirando a la mano de Astoria en ese momento, lo cual le causó gracia a Draco, pues la rizada estaba tomando la mano de quien parecía ser su novio.

Los sentimientos que lo habían ahogado en aquel amargo recuerdo se convirtieron en nada más que burla hacia ella.

"Se acabo Bella".

Draco tomó con más fuerza la mano de Astoria, pero sin lastimarla, solo la acercó más a él, la risa burlona se escuchó suavemente entre el viento ocasionado por la temporada y comenzó a caminar hacia el lugar favorito de Astoria.