
Una Poción Que Salió Mal.
Draco Malfoy.
Draco se quedó mirándote, muy fijamente. No sabías que decir era algo que ninguno de los dos se esperaba, simplemente creías que no podía pasar ese tipo de cosas, ambos miraron el recipiente vacío que habías tomado y luego el libro.
—Debe haber alguna solución. — Dijo. Tomando el libro para buscar entre las páginas alguna cura —.
—Draco. — Susurraste pero él te ignoró, guiaste tú mano hacia su hombro y él se quitó tan brusco que el libro cayó al suelo —.
—perdón, simplemente es difícil.
Te levantaste a mirar tú imagen frente al espejo, y veías un chico. Se habían equivocado y por alguna razón habias terminado siendo un chico, cosa que hizo que los dos estuvieran tan callados como si no pudieran ni moverse.
—Lo sé, es difícil. — Te giraste a tomar su rostro entre tus manos —. Mirame, por favor.
Draco te miró, y un ligero rubor se formó en sus mejillas, resoplando.
—Se que no te gusta como me veo, pero vamos a solucionarlo...
Draco negó, intentando alejarse de ti, eso hizo que apretaras la mandíbula y unas lágrimas se asomaran en tus ojos, tenías el impulso de llorar.
Él lo notó pero no quiso acercarse.
—¿Me vas a terminar?
Draco te miro esta vez alarmado con tus palabras y el negó acercándose, tomó tú rostro entre sus manos y te beso.
Pasaste tus manos por su cabello atrayendolo hacia ti, y el te cogió de la cadera apretandote contra él, sintiendo la ligera ereccion contra ti, jadeaste sorprendida.
—Es jodidamente difícil, porque estoy dudando de mi sexualidad contigo. — Gruñó contra tú boca y guió su mano a él cinturón del pantalón —.
—Draco, debemos buscar una solución. — Trataste de alejarte pero él negó, y de un ágil movimiento te dió la vuelta hasta estrellarte contra la pared, y bajo tú pantalón lentamente —.
—La solución que necesito es está.
Regulus Black.
Regulus cruzó sus brazos y la comesura de sus labios se elevó un poco, una sonrisa traviesa atravesó su rostro. Lo miraste sin comprender en lo absoluto.
—¿qué? — resoplaste cruzando tus brazos, él sonrió más ampliamente cuando hablaste —.
—Que hasta como chico te ves jodidamente bien con esa falda.
Tus mejillas de volvieron rojas, mirando el uniforme, habías cambiado de cuerpo, más no tu ropa y usando la falda, que por cierto era corta te sentías algo incomoda.
—Se supone que me ayudas a resolver esto.
Regulus asintió, acercándose a ti y paso una mano por tus muslos hasta llegar a tú entrepierna, saltaste sorprendida y golpeaste su mano.
—¡Regulus!
—Oh vamos, tenía curiosidad del tamaño. ¿Y si es más grande que el mio?
—Ya, ayudame joder. — Tapaste tú rostro alterada, tratando de respirar, Regulus tomo tus manos —.
—Ya, el hechizo se va a desvanecer en unas horas.
—¿Estas seguro?
—No.
Rodaste los ojos, estabas incomoda con todo eso, tenías un nuevo cuerpo y no sabías como sentirte al respecto. Regulus precia muy entretenido contigo, como si fueras algo muy bueno de ver.
—Si te soy sincero, eres un chico muy lindo, yo si me acercaría a ti.
Lo miraste de mala manera, y bajaste la falda, quitando también los zapatos.
—Prestame ropa tuya, necesito cambiarme.
Regulus asintió y te dio una de sus camisas y pantalones. Te quitaste la camisa y solo quedaste con el bóxer que se prestó. No estabas mal, y pareció que a Regulus Le gustó, porque no dejaba de recorrerte con la mirada.
—Basta, me estás colocando nerviosa.
Él mordió su labio inferior, y empezó a desabrocharse la corbata.
—Maldita sea, hasta como hombre me pones como un puto tren. — Sus mandiciones era legibles y se acercó, empujandote hacia la cama —. Mira esto.
Paso una mano por tu abdomen marcando la línea de los abdominales, y subió hasta tú nuca.
—Regulus. — Susurraste, asombrada con su reacción, él te miro mientras jugaba con el elástico de los bóxer —. ¿En serio te gustó?
—Gustarme es jodidamente poco. — pegó su cadera a la tuya, rosando se contra ti —. Mira, mira nada más como me pones, siéntelo.
Sentiste tocar su polla contra ti, y por alguna razón tú cuerpo también reaccionó de esa manera, creciendo una ereccion entre tus piernas.
—Nunca he estado con un chico, pero hoy será la primera vez.
Tom Riddle.
Tom estaba extremadamente callado, no decía nada mientras te miraba fijamente. Quisiste acercarte a él pero cada vez que lo hacías el retrocedia con una mueca.
—Yo se.. Yo sé que no es lo que nos esperaba.
—Fallamos en una posición, pero no me pidas que acepte esto. — Te señaló por completo —. No puedo.
—¡Es complicado para mi también!
—Quiero que lo resuelvas. Mi novia no será un chico, no.
—Tom...
—¡Nada!, no quiero ir por la calle de tú mano y que te veas así.
—No es mi culpa! — Tomaste su brazo, un toque muy ligero y él no se inmutó, solo te miraba fijamente y te acercaste a él, pasando tu mano por su mejilla y a pesar que se tenso, no se movió de allí —. Por favor, esperemos a que todo se arregle pero no me dejes.
—No dije que te iba a dejar.
Habló muy lentamente.
—pero ni siquiera me miras con ojos de amor.
—___, eres un puto chico. Y yo quiero una puta novia. — Gruño de mal humor —. Debemos resolver esto.
Parecía querer decir algo más pero se limitó a apretar su mandíbula, en un impulso de apoyo tomaste su rostro para dejar un beso en sus labios, queriendo calmarlo, eso siempre funcionaba.
Tom frunció sus labios cuando notó tu acción, pero muy poco tiempo después atacó tú boca de una manera agresiva, con pasión, jalando de tu cadera hacia él. Buscando reconfortarte. Pasaste tú mano por su pecho bajando hasta desabotonar uno de los botes y meter tú mano dentro de su camisa, sintiendo su piel.
Escuchaste como de un suspiro, el abrió más la boca, saboreando de ti cualquier parte de tus labios. Levantó un poco tú falda, y quisiste sentirlo más pero de un momento a otro pareció reaccionar y se apartó bruscamente de ti. Mirándote fijamente, pasando su mirada por toda tú.
—No, no, no. — Negó y hizo algo que tú corazón doliera, limpio su boca con el dorso de su mano—. No puedo, simplemente no puedo ignorarlo.
—Pero... ¡TOM! — Él arreglo su camisa y pantalón para darse la vuelta y desaparecer, dejándote sola —.
Blaise Zabini.
Sus manos estaban entrelazadas con las tuyas. Pero ambos guardaban el más grande silencio.
—¿Qué haremos?
—Resolverlo. — Habló Zabini volteandote a ver, haciendo una ligera mueca —. No puedo decirle a mi madre, mira ya no tengo novia, tengo novio.
—¿Seguimos siendo novios entonces?
—no digas ridiculeces.
Se levantó para buscar algo en su armario, un uniforme de él para ti, minutos después se encargo de alistarte para salir de su habitación, eras un chico más entre ellos, caminabas detrás de Blaise a la biblioteca para ver si podían resolver este pequeño accidente.
—Di que eres nuevo si algo te dicen. — Blaise estaba algo distante, no te miraba mucho y solo te hablaba poco, eso hizo que te pudieras triste —.
Al entrar en la bibloteca viste a varios compañeros de las clases, y caminaste a la sección que necesitabas. Se pusieron a buscar ambos algún tipo de hechizo que te pudiera ayudar, querías acercarte a Blaise para preguntarle si estaba bien, pero te ignoraba y no dejaba que lo tocaras. Así que solo retrocediste.
Pasaron varios minutos buscando y no encontraban nada.
—Bien, no quería hacerlo peor tendre que buscar ayuda. — echó una mirada hacia ti —. Ya regreso, quedate quieto.
Blaise se dio la vuelta y salió del lugar, en ese momento bufaste haciendo un ligero puchero con tus labios. Él estaba raro porque no te veía como su novia.
—¿estas ocupado? — una voz femenina te hizo levantar la cabeza y ella te sonrió así que hiciste lo mismo —. Hola, eres nuevo por lo que veo.
—Si, soy nuevo.
—Vaya, eso es magnífico. — Mordió su labio inferior y ladeaste la cabeza. ¿Iba a coquetear contigo —. Te vi con zabini, ¿son amigos?
—Bueno, podría decirse que si.
—Yo también puedo ser tú amiga. — Se acercó más con una sonrisa, tocando tu ante brazo, pero una mano en el hombro de la chica la hizo retroceder —.
—Creo que no se va a poder. — Mencionó Blaise mirando en su dirección con la mandíbula apretada —. Mi novio no le gustan las piruja cerca.
Empujó muy poco amable a la chica y se situó a tú lado.
—No quiere amigas, así que piérdete o voy a joderte la vida.
—Tranquilo hombre, perdón.
Casi huyó de allí, miraste a Blaise sorprendida y él te miro de mala manera.
—Estaba coqueteando contigo, y le dijiste que somos amigos. ¿Qué te pasa?
—Tú... Tú ni siquiera me haz mirado toda la tarde.
—No quita que seas mio, mujer, hombre, me vale. — tomó tú cuello jalandote hacia el, quedando a la misma altura, y su boca estaba centímetros de tú boca —. Yo soy tú jodido novio, y eres mío.
Pego su boca con la tuya, en un beso fugaz pero duro y agresivo, dejándote agitada.
Theodore Nott.
Fumó parte del cigarro, estaba totalmente serio, no pronunciaba algo.
—Podemos arreglarlo. ¿Lo sabes, no?
—Lo sé. — Respondió secamente —. Volteate.
Fruncuste el seño.
—que des una vuelta, piccola. — Obedeciste, dando una leve vuelta —. Sigues manteniendo el culo más bueno que he visto.
—Joder. ¿Es en lo único que te fijas? — Tus mejillas estaban encendidas, y te pusiste a su lado —.
—Tal vez. No me importa, capaz y me termina gustando.
—Puede que yo también lo quiera intentar.
Theo palidecio immediatamente con lo que habías dicho y negó, levantándose.
—Definitivamente no, eso no va a suceder.
—¿El qué?
—Tú siendo el dominante, en la cama domino yo.
Te levantaste también cruzando tus brazos.
— Quizás lo haga bien.
—Mira ___, mejor busquemos una cura para esto. — Te señaló por completo —. Ya te está enloqueciendo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro