Matheo Riddle.
[Lo ignoras]
Matheo habia estado algo seco, aún no sabias porque pero quisiste pagarle con la misma moneda, asi que cuando se te acercó ni siquiera recibiste el beso que queria darte, lo que lo dejó totalmente confundido.
—¿he hecho algo? — lo ignoraste por completo, él estaba totalmente perdido, no sabias porque no le hablabas — ¿___? ¿Dulzura?
Que te llamará asi siempre iba a derretirte, pero esta vez ni siquiera lo miraste, simplemente te levantaste a caminar por los pasillos, Matheo ni siquiera supo porque estabas asi, tal vez estabas muy molesta.
Quiso que dejaras de estarlo asi que fue a comprarte flores, a él no le gustaban pero sabia perfectamente que adorabas eso, apesar de que pudieran burlarse de él. Caminó hacia ti con el ramo y te lo dio.
Apesar que eso hizo que quisieras abrazarlo, solo lo recibiste y seguiste de largo.
—Per- — frunció su seño y se acerco hablarte, aunque que se detuvo unos pasos cuando notó a Draco Malfoy fliteando contigo, lo que hizo que se molestará aún más —. ¿Qué mierda quieres con mi novia?
Puso su mano sobre tú cintura, no te inmutaste pero tampoco lo apartaste.
— Imvitarla a salir, ustedes han terminado. — sentiste como sus musculos se tensaban ante esa mención —. Vamos, todos saben que no han hablado en días.
—Lo que pase entre mi mujer y yo no te concierne — volteaste a mirarlo con sorpresa ¿su mujer? —. Ah, ahora si me ves.
Te regaño, y relamiste tús labios, él se acerco dejando un beso en ellos.
—Largate Malfoy, consigue tú propia novia. — quiso salir de ahí contigo pero Draco te tomó del brazo —. Es mejor que la sueltes.
— Ni siquiera correspondió tú beso, es claro que no quiere.
Eso hizo ue Matheo apretara la mandíbula, sabias que tú juego había ido demasiado lejos asi que solo te pusiste entre los dos.
—Basta. — tocaste el pecho de Mattheo —. Malfoy vete, hablaré con mi novio.
—si te cansas de él, puedes llamarme — Draco le guiño un ojo y salió de allí, Mattheo quiso perseguirlo pero lo tomaste del brazo—.
—No.
—¿Ahora si me hablas? ¡Llevas días ignorandome.
—¡perdona! Pero lo merecías. — él cruzó sus brazos molesto —. Tú llevabas tratandome mal.
—Tenia examenes joder. — pasó su mano por su cabello y luego te miro de mala manera —. ¿Todo fue a propósito?, ignorarme, pensé que estabas molesta y... ¡Dejaste que Malfoy te coqueteara!
—¿y que iba hacer? ¿Dejar que me trataras mal y dejarlo pasar?, merecías un castigo.
Mattheo te tomó del brazo y tiro de éste para que te acercarás más a él.
—¿Sabes quién merece un castigo? — Murmuro contra tús labios, estaban muy cerca —. Tú.
—¿yo? — lo viste nerviosa, y negaste para alejarte de él, no fue mucho porque te pego a la pared del pasillo —. Mattheo.
— ¿qué?, tú me haz castigado, me toca hacer lo mismo —. Subiste tú mirada a él, obviamente era más alto que tú. Besó tú cuello y puso una rodilla en el suelo —. Te va a gustar de todos modos.
—No... Tú no vas hacer eso. — negaste, cuando terminó de quedarse de rodillas, suspiraste tapando tú rostro, el solo subió tú falda y bajó tus bragas muy lentamente —. Por favor.
—Aqui mismo, asegurate de que no nos atraen. — se metió entre tu falda y sentiste el escalofrío en tú coño, una tanda de besos desde tús muslos hasta tú punto te hizo temblar—.
Subirte la falda para verlo hacer su trabajo, tomaste de su cabello para acercarlo más a ti, Mattheo no parecía molesto con seguir, pasando su lengua por tús pliegues, aspiraste un gemido.
Con sus dedos largos acarició tú clitorix inchado, y necesitado de atención. Tapaste tú boca para no gritar.
Mattheo, paso a solo acariciar a intrducir sus dedos lentamente en ti, pasando su pulgar por su necesidad, mientras rozaba su pulgar contra tú punto, su dedo indice y anular salían y entraban en ti, casi llegando hasta sus nudillos.
—Mattheo... —suspiraste sin evitarlo, contorneando tus caderas contra sus dedos, contra su boca que te comía como si fueras un banquete muy delicioso —. Rápido...
Sentiste la dulce risa de Mattheo entre tús muslos y una mordida que te hizo saltar, golpeaste levemente su cabeza.
—Joder, no seas animal. —dijiste jadeante, tús mejillas estaban totalmente sonrojadas, no sabias porque pero eso hizo que te mojaras a un más —.
El sonido viscoso que se formaba cada vez que Mattheo te follaba con sus dedos hacia que quisieras un poco más, justo cuando creíste que no podias sentir más placer, Mattheo chupo tú clitorix y gritaste un gemido combinado con su nombre, tús piernas temblaban al punto de no poder más.
Sentiste tú liberación en su boca, como la oleada de tú orgasmo te transmita el placer por todo tú cuerpo, Mattheo salió de tú falda, se levantó con una sonrisa y tus bragas en su mano.
—esas son mias. — jadeaste sintiendo el aire recorrer tu zona sensible —.
—Ya no. —Murmuro dejando un beso sobre tus labios, sabías que quería más pero una voz llamó su atención —.
—Joven Riddle. — un profesor lo llamó y este inmediatamente se alejó de ti para ver al maestro —. ¿Qué hacen aquí?
—Ayudaba a la señorita a buscar su salón, se ha perdido.
Apretaste tus labios evitando reírte.
— Es verdad. —dijiste mirando al maestro —.
—Entonces a clase.— ambos se miraron y salieron de allí a paso rápido, por la mirada de Mattheo sabias que las cosas no quedarían si —.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro