[Lorenzo bekenshire]
[mami soy tú vaquero]
Lorenzo había visto en tú celular algunos videos guardados con una canción algo muy extraña, algo que lo irritaba pero parecía que a ti te encataba verlos, eso hizo en algún momento que detestara que vieras algunos hombres que no fueran él.
Así que ideó un plan, viajo al mundo muggle y compró un traje de vaquero para hacerte una sorpresa.
Cuando llegaste de estudiar estabas muy agotaba, entraste en tú habitación quitándote el uniforme para poder dormir, lograste solo quitar tú falda, los zapatos y tú camisa solo quedando en ropa interior. Alguien tocó tú hombro y te diste la vuelta para verlo, no pudiste evitar sonreír cuando notaste que era Lorenzo.
— Hola cariño. — dijiste y tomaste su rostro para dejar un beso en sus labios —. ¿Qué haces aquí? Pensé que aún estabas estudiando.
Lorenzo negó.
—Siéntate, te tengo una sorpresa. — hiciste una mueca de sorpresa y te sentaste sobre la cama —. Te va a gustar.
—Pero... ¿De qué trata? — Estabas confundida tomando el pañuelo que él te ofrecía para tapar tus ojos. Lorenzo aprovechó para cambiarse y luego prender la música que inmediatamente se te hizo conocida —. Lorenzo...
Quitaste tú pañuelo para ver a Lorenzo con un sombrero de vaquero, unas botas y un pantalón como los de los videos. Sonreíste inmediatamente y te inclinas hacia atrás para dejar las palmas sobre la cama mientras el bailaba para ti, pasando sus manos sobre su abdomen haciéndote soltar una risa.
— Que guapo es mi vaquero. — dijiste y Lorenzo te sonrió con coquetería acercándose a tú cuerpo y tomó tus manos para llevarlas hacia sus hombros y abdomen desnudos y tu las bajaste hacia su pantalón —. ¿Me darás algo de comer?
Coqueteaste también con atrevimiento, Lorenzo gruño cuando vio tus manos justo en el cinturón de su pantalón y se acercó a tú rostro dejando un beso sobre tus labios.
—¿Necesitas alimentarte chica sucia? —susurró contra tus labios y asintiendo él dejó que soltaras el cinturón de su pantalón —. Con lentitud vaquera.
Bromeó, Lorenzo se sentó sobre la cama y tú te subiste a su regado quitándole el sobrero para colocartelo tú.
—Dejame montarte vaquero. — te levantaste un poco mientras terminabas de quitar su pantalón, tú seguías en ropa interior —.
Lorenzo te tomó de la nuca con una mano y con la otra la llevó a tú cintura.
—¿dejaras de ver descaradamente a otros sucios muggles?
— Si Lorenzo. — pasaste tus manos por su cuello —. Ya tengo mi propio vaquero frente a mi.
EXTRA: LORENZO Y TÚ COMO PADRES DIVORCIADOS.
Lorenzo y tú tenían algunos años separados, después de que por una discusión ustedes ya no podían soportar verse, de todas formas tenían que hacerlo, un pequeño niño de 4 años los unía por completo, y era momento de madurar un poco, llevándose bien por su hijo.
— Papi me llevará de peseo. — dijo el pequeño luca balanceado tú mano con la suya —.
Sonreiste por la manera tan tierna de decirlo, y caminaste con él hasta la entrada de ls gran casa Bekenshire.
—¿irás con nosotros mami? — negaste mientras te colocabas a su altura, pasando tú mano por su cabello totalmente negro —. ¿Por qué?
—Si mami. ¿Por qué? — la burla que sonó detrás de ti, te hizo soltar una maldición, te levantaste y te giraste a ver al culpable. Lorenzo ers atractivo, demasiado y eso podía notarse, aún te dejaba aquellos pensamientos inapropiados —.
—No te incumbe, esto... — señalaste entre ambos —. Es por nuestro hijo.
—Romperás mi corazón. — tocó su pecho con dramatismo y eso hizo que te enojaras, por esto era que tú habías roto con él, Lorenzo no se tomaba nada en serio. Se inco a la altura de tú hijo —. Hola campeón.
—¡papi! ¿A donde me llevaras de peseo? — él niño se abalanzo sobre su padre rodenadole el cuello con sus pequeños brazos, Lorenzo no dudo en levantarlo —.
— Iremos de comprar y luego al parque de diversiones.
—No le des mucho dulce.
Lorenzo te miro con una sonrisa y luego a Luca.
— no le digas a tú mamá cuando te de dulce.
—¡Lorenzo, maldita sea!
— Dijiste una mala palabra. — tú ex marido te señaló como si hubieses cometido un grave pecado —. ¿Lo oíste Luca?
El pequeño Luca asintió, tú simplemente rodaste los ojos, siempre iba a ganar él.
— dijiste la palabra por 'M', papi debemos castigarla.
—Claro que debemos castigarla, déjamelo a mi. — te guiño un ojo, tús mejillas se hicieron rojas por la vergüenza y solo carraspeaste —.
—Por merlin, ustedes se juntan y son un desastre.
—Asi nos amas.
—Si, asi nos amas. — segundó Lorenzo, su sonrisa burlona se hacía presente —. Y ahora que estás aquí, debemos hablar.
—Totalmente, quiero dejar algunas cosas claras.
Entraron en la casa y Lorenzo bajo a su hijo, diciéndole que jugara arriba mientras ustedes dos hablaban en la cocina.
— ¿Qué pasó? — Lorenzo cruzo sus brazos apoyandose en el mesón, lo miraste simplemente y imitate su postura desafiante —.
—Quiero que dejes esas insinuaciones frente a mi hijo.
— Nuestro hijo. — te corrigió con el seño fruncido —. Y no he hecho ninguna insinuación.
—¿No?, no seas descarado.
—No lo soy es un niño, ni siquiera sabe de que hablamos.
— Oh, es mucho más inteligente de lo que crees. — Suspiraste cansada, y pasaste una mano por tú cabello —. ¿De qué quieres hablar tú?
Lorenzo aún con sus brazos cruzados suspiró, haciendo una mueca. Ladeaste la cabeza extrañada, no entendías su comportamiento o porque derrepente su semblante era aún más serio.
— Hablemos de tú nuevo amigo. — inmediatamente entendiste, Luca le habia contado a tú ex esposo sobre él hombre con el que habías salido —. No confundas al niño.
—No lo estoy confundiendo.
—Lo haces, le vas hacer creer que tienes pareja.
—¿y si quiero que sea mi pareja, qué?
Lorenzo dio un paso hacia ti, con las cejas arrugadas sonrió con burla.
—No, no lo permito.
—Me vale mierda si no te parece, es mi vida.
Te arrincono, llevando sus manos a tús costados, estabas apoyada a la mesa y eso le permitió inclinarse hacia ti como para compartir un secreto.
— Deja de der grosera, preciosa. — lo miraste fijamente con molestia —. No lo confundas, y tampoco de confundas tú.
—Parece que el confundido aqui eres tú.
—No lo estoy, allí arriba hay una prueba de lo mia que eres. — Negaste soltando una risa divertida, él alzó una de sus cejas irritado con tú burla —. ¿Qué es tan gracioso?
—Que creas que de verdad caería nuevamente por ti. — dejaste una mano sobre su pecho y te inclinaste para susurrar muy cerca de su rostro —. Madura y deja de hacerte ilusiones.
— Escuchame algo ___.
Llevó una de sus manos a tú nuca, sus ojos profundos te traspasaban, sentías nervios.
— Puedes burlarte si quieres, pero sabes que tengo razón, eres. Jodidamente. Mia. — marco cada palabra como si quisiera que la recordase, al intentar hablar te interrumpió —. Ahora deja de contestarme joder.
Pego su boca con la tuya, besándote, estabas algo sorprendida por la acción totalmente equivocada, pero sin pensarlo tomaste de su chaqueta acercandolo a ti mientras aceptabas el beso.
Ladeaste la cabeza y abriste un poco más la boca haciendo un beso más profundo, más hambriento, después de tanto tiempo era la primera vez que volvían a besarse, atrapó tú labio inferior entre sus dientes jalando, provocando que soltaras un jadeo.
Una mano se colo dentro de tú camisa y acaricio la piel desnuda de tú cadera, y ese recorrido hizo que tú piel se erizara, rosandote contra él, buscando más contacto, un alivio hacia tú lugar sensible pero un pequeño grito los interrumpió.
—¡iugh! — te alejaste de él inmediatamente, ambos asustados y atentos al pequeño niño que los miraba con ojos curiosos —. Mami y papi comparten baba.
— No. —Negaste, empujando a Lorenzo lejos de ti para acercarte a tú pequeño hijo —. Tenía algo en el ojo y papá me ayudaba.
— No le enseñes mentiras, cariño. — volteaste tú rostro mirándolo de mala manera —.
—¿ustedes son novios otra vez? ¿Viviremos juntos todos? — Luca mencionó con alegría, soltaste una maldición baja y te levantaste —. ¿Si?
—Eso si es confundirlo. — señalaste en un susurro a Lorenzo, él soltó un gruñido y se acercó a tú espalda —.
— Hablaremos más tarde, le explicaré las cosas al niño. — pego su cuerpo al tuyo y sentiste el bulto en sus pantalones contra ti —. Y luego me ayudaras arreglar este problema.
—No te hagas ilusiones, Lorenzo.
— De ellas se vive, cariño. — mencionó por última vez y se acercó alzar a Luca —. Papi te dirá lo que pasa con mamá pero primero tenemos que ir de comprar.
Volteó hacia ti antes de salir de la cocina.
—Cierra la puerta al salir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro