Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5. Mentecilla Traviesa ☁️⚰️🌹

El cepillo fue pasando una y otra vez mientras Severus se recordaba sus tres manías; la 1era apreciaba la satisfacción que le brindaba sus tardes cuando decidía tomar una copa del glorioso vino que de su propia viña obtenía, 2da sólo había un género de música que apreciaba y no era secreto que de vez en cuando asistía a conciertos de orquestas sinfónicas y 3ero presumía de ser tan estoico por cualquier particularidad que sucediera a su alrededor.

Sin embargo, sólo podía presumir de ello con Lucius y Regulus. A sus ya 27 años le parecía absurdo tenerlo que ocultar.

Pero más fastidioso era el tema de la conservación y el buen ver de su alrededor. Un jovencito no podía hacer esto ni aquello, blah blah. Puras habladurías. Regulus no desaprovechaba la ocasión para darle una plática con el mismo tema, matrimonio.

Hasta Lucius le hacía muecas cada que le daba la espalda y eso sí, era difícil no convertir la sonrisa en carcajadas.

Debía que confesar que ya había tenido uno que otro encuentro con brujas y uno que otro mago.

Y podría jurar que con ninguno sintió atracción e interés al contrario de ellos que se llevaban una cierta imagen errónea.

Tristemente no quería llegar a aceptar que la persona que lo hiera creer en el amor, no ha nacido... realmente no quería hacerse a la realidad de aquel pensamiento.

[ . . . ]

-Potter, con su permiso, pero usted ya perdió su facultad. -pronuncio espantado Lupin.

Arrugo el entrecejo, y bufo. -He perdido la cuenta ya de las veces que te pedí que me tutearás, has lo que quieras. Aunque de lo que te he contado, no acepto ninguna opinión al respecto.

-Ni siquiera deberías tratarlo, él es tan... que ni siquiera debería seguir viviendo aquí, no ha habido alguien que tenga una grata anécdota que contar ¡Es una bestia! -Soltó fastidiado.

El heredero Potter sólo suspiro, se levantó, tomo su sombrero y salió sin tan siquiera agradecer la hospitalidad de su viejo amigo.

Remus no reconocería que había dejado salir su frustración, pero estaba seguro que ni siquiera el gran James podría obtener la atención de ese engendro.

[ . . . ]

Casualmente hoy no tenía ningún asunto ni a un quién que tratar. Lucius había encontrado al indicado según lo que le había contado. Se encontraba feliz por su amigo, pero ahora sería el único soltero de su círculo social. Y su padrino le recordaba que su reloj biológico estaba por caducar.

La presión social a estas alturas ya lo estaba alcanzando.

Como entro salió del museo. No había ninguna exhibición. Fue al parque y se encontraba ocupado por el kermes, de ahí si salió huyendo, gracias, pero no necesitaba el dichoso sermón del padre. Sabía por Bella que lo estaba citando para guiarlo por el buen camino.

Ahora mismo se encontraba acostado en una de las colinas del cementerio del pueblo. Pasaron como 7 segundos para que comprendiera. Bueno tiene sentido, por lo menos una de sus preocupaciones, pero sólo unas de ellas.

[ . . . ]

James andaba sin rumbo alguno por el pintoresco lugar que conocía como hogar. Solo moviendo con parsimonia sus pasos, no tenía nada en mente para ponerse a cuestionar con su subconsciente, el día se encontraba de los más apacible. Ni un cambio ni una brisa fuerte que quiera irrumpir.

Si se proponía había alguien en particular quien quisiera entablar una conversación o tan si quiera verle si es posible. El solo pensamiento de aquella figura en su mente le causaba un ligero cosquilleo que se convertía en temblor agradable y satisfactorio en su cuerpo.

Anhelaba tanto una excusa para que él lo viera, aunque sea por error. Ese deseo le empezaba a causar estragos a su pobre pero pecaminosa mentecilla.

Reprendiéndose por ceder ante esos infernales deseos carnales, decidió que lo mejor sería ir a visitar a sus padres, quienes si aun siguieran con vida ya lo hubieran apaleado por aun no haberse casado... si ellos lo vieran comprenderían el por que de su soltería aún... no podía forzarlo, sabia que podía beneficiarle económicamente a un trato que duda que rechazaría, pero sabia que no estaría satisfecho de tenerlo de aquella manera tan sucia. Por ello a pesar de su ineptitud para acercársele, fantaseaba con una vida juntos algún día cercano.

Decidido a alejar los pésimos pensamientos fue directamente a la florería.

Saliendo con dos hermosos arreglos se dirigió feliz al cementerio... ja ¡Qué irónico!

De hecho, su mentecilla iba relacionando lo que veía y sentía a su querido interés romántico.

Los estrechos ramos que iba sujetando le recordó a la esbelta figura que presumía con galantería el joven Severus.

Se imagino tomándolo con firmeza, subiendo una mano a su espalda para luego acercarla a su mejilla y acercarlo para un fogoso y nada inocente beso.

Antes de cruzar la calle, un carruaje coloquial con tonalidades oscuras y una pizca de luces, le recordó a su bello rostro que, a pesar de no usar maquillaje como las demás damas, en el su rostro no lo requería sus rasgos hablaban de él por si solos. Tan finos, delgados y esos pómulos que lo enviciaban a no soltarlo ni dejarlo de apreciar.

Acercándose a la entrada del cementerio se permitió fantasear en la fachada de su futura casa que podrían gozar en cambiar a su gusto. Que sublime sería llegar de un agotador día de ver rostros tan aguafiestas y muertos en vida para ser recibido por la hermosa compañía de su esposo, escuchar su aterciopelada voz, ser correspondido en caricias y un amor tan desmesurado como el suyo.

Iba tan sumergido en aquellas fantasías que empezó a bailar en una melodía que solo en su cabecilla en las nubes escuchaba.

[ . . . ]

Severus escucho a lo lejos unos pasos que tenían un ritmo diferente a lo habitual, intrigado por la curiosidad comenzó a espiar entre los arbustos aquel que venía.

Y vaya sorpresa... aquel caballero veía bailando una pieza que se supone que debería ser en pareja... es como si estuviera practicando, rio con muchísima gracia de la ocurrencia de aquel.

[ . . . ]

James acerco los ramos a su rostro para olfatear aquel aroma, queriendo saber a qué olería su queridísimo anhelo.

-Realmente soy un caso perdido.

Suspiro resignado a ser un chiste de caballero, ¿Cuándo llegaría a eso si ni siquiera puede saludarlo?

[ . . . ]

A Severus al ver el semblante que había cambiado de su inesperado acompañante lo hizo cuestionar que sería lo que lo tenia tan acongojado. Que pena que tal caballero sufriera... ¿tal vez habría perdido a su prometida o esposa? ¿Algún hijo?

Antes que siguiera... lo escucho claramente.

[ . . . ]

-Madre y Padre desearía tanto que estuvieran aun aquí, un consejo suyo me bastaría para acercármele. Si tan solo no flaqueara al verlo... no he podido ni decirle una palabra coherente cuando lo tengo cerca. Ah Joven Severus... si tan solo supiera como me tiene.

[ . . . ]

Y Severus si que ya lo sabía.

[ . . . ]

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro