La vida es una mierda
Iris.
La vida es una mierda, vamos a empezar por ahí.
No... mejor empecemos por el principio, por el primer momento que nos dimos cuenta de esto. Por esa sensación en el espejo que nos deja con la duda de si existe algo más allá de lo que podamos ver o podamos sentir. Porque admitámoslo, sabemos que podemos hacerlo mejor de lo que estamos haciendo, o eso dicen.
(O eso dice mi padre).
Pero ¿quién podría decirme si él hizo lo mejor que pudo cuando pudo?
¿Qué pasa cuando tu padre es mentiroso? ¿Qué pasa cuando no puedes creerle? ¿Cuando sus brazos se vuelven incómodos, así como su presencia en un espacio?
Vamos a empezar por ahí, mejor.
Porque a mis dieciocho años me he dado cuenta de dos cosas:
De que nada es lo que parece. Y de que a veces es necesario romperse un par de veces, para conseguir escribir eso que te hace único o relativamente feliz.
Pero seamos sinceros, eso que te hace relativamente feliz no es posible.
Porque la vida es una pequeña fracción de eso que explica por qué a uno le pasan cosas malas.
¿Por qué uno vive experiencias de sesenta años en sesenta segundos? ¿Por qué no nos da un maldito respiro la vida? ¿Por qué no nos da eso que queremos con toda el alma? ¿Por qué unos tienen todo lo que quieren desde el momento en que nacen, y por qué otros luchan por perseguirlo hasta que les llega la muerte?
¿Por qué diablos no puedo ser feliz?
¿Qué es lo que hice mal?
Para empezar, creo que lo que hice mal fue sentir que tenía la planificación perfecta de lo que quería ser, en lugar de aceptar quien ya era realmente.
Pero..., la persona que soy realmente: es una mierda. No literalmente, pero sí retóricamente.
Digo, no tengo talento, no soy bonita, no tengo ninguna pasión, no tengo nada que me haga especial, no sé qué hacer con mi vida y tampoco cómo vivirla.
En pocas palabras: estoy jodida.
Soy nada.
¿Han conocido a alguien así? Yo creo que no, porque esa persona fue demasiado inteligente para acabar con su existencia, en lugar de seguir prolongando lo inevitable. Y lo peor de lo inevitable, no es precisamente tomar la decisión, es el proceso al que llegas después de saber que no existe solución.
Y eso es lo que jode aún más que la vida: saber que no todos los problemas tienen solución.
Nadie va a juzgarme. Nunca. Nadie va a decir que mi opinión es menos que la de él o ella o quien sea. Nunca. Nadie me va a decir lo que tengo que hacer con mi vida. A pesar de que ni yo sé qué hacer con ésta.
Soy un caso perdido desde que tengo dieciocho años. Ahora tengo veintidós, y aún no he logrado cumplir ni una de mis metas.
(Ver Suits tampoco ayuda).
Leer frases de escritores que alcanzaron la fama, sin siquiera asistir a la universidad, tampoco ayuda.
Saber que jamás podrás alcanzar su éxito, tampoco ayuda.
Pensar que es mejor dejar de existir, a seguir intentando ser alguien que jamás podrás ser, tampoco ayuda.
¿Sabes qué tampoco NO ayuda?
Tener padres que crecieron con la idea perfecta de una vida común y corriente, feliz y con hijos que sepan exactamente lo que quieren ser desde una edad muy temprana. Eso es peor.
Creo que algunos sabrán de lo que hablo. ¿No? Bueno, tuve que intentarlo una vez más, ¿cierto? Tampoco pueden juzgarme por eso.
Soy una chica, que desde hace algún tiempo, ha tenido fascinación por la escritura. Soy esa chica que ama escribir y leer. Soy esa chica que jamás dice lo que piensa. Soy esa chica que escribe horas y horas, y... jamás consigue terminar ni una sola novela, para después ser juzgada en silencio por su propia familia. Soy esa chica, que por mucho que lo desee y sueñe en convertirse en una escritora reconocida, jamás lo consigue. Porque no importa lo que haga, jamás termino ni una sola de mis novelas. Nadie nunca las lee. Nadie me apoya en esto. Nadie tiene estos sentimientos en mi familia más que yo. Nadie entiende lo que vivo, cuando veo que nadie lee ni una palabra de lo que yo escribo. Porque soy esa chica, que publica historias que nadie lee en Wattpad. Porque soy esa chica, que jamás consigue un solo voto o una vista o un puto comentario. Porque soy esa chica, que jamás va a publicar absolutamente nada de lo que escriba. Porque no tengo talento o futuro, en un mundo donde todos tienen la habilidad para escribir, menos yo. Y es triste no poder ayudarte a mejorar, porque sabes de antemano que nadie va a querer hacerlo.
Perdón, pero es fácil ver lo peor de todos, cuando nadie te ve realmente por lo que eres, muy en el fondo.
No importa si pongo o quito etiquetas, si modifico o no mis portadas, si pongo mensajes desesperados en línea para invitar a mis amigos a leer, o si dejo de escribir... No importa lo que haga. Siempre soy esa chica que nadie lee. Apuesto que no te has topado con un ser humano con tan mala suerte para la escritura, como yo.
Bueno... ya iba siendo hora de que apareciera (¿No?).
Oigan, yo sé que soy aburrida, y que no tengo talento para las palabras, que soy pésima cuando hablo o camino, o me expreso. Sé que no soy divertida, y que jamás voy a obtener lo que quiero. Y también sé que soy un hastío de persona, pero no creo que merezca ser ignorada por medio mundo. (¿No?). Nadie merece algo así.
Pero..., bueno, no importa. De todas formas, nadie leerá esto. Ni siquiera leerán mi carta suicida, ni por lástima o puro interés. Voy a ser olvidada.
Voy a ser enterrada a mis veintidós años, y en mi epitafio pondrán: la que jamás logró cumplir ni una de sus metas. Y es triste, y es feo, y nadie lo leerá tampoco. Y jamás volveré a escribir después de esto. Porque realmente, la vida es una mierda.
Y ya me cansé de intentar hacer algo que sé, que no fue hecho para mí.
Soy esa chica que jamás ha logrado nada en su vida.
Suena patético, ¿verdad?
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