Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

AHORA O NUNCA.

Me cruzo de brazos, apoyándome en el marco de la puerta, mientras veo su delgada espalda, su lacio cabello castaño hasta la cintura, sus caderas anchas y sus piernas pálidas. Estoy admirándola como siempre. Pero luego me percato en sus pequeñas manos, hojeando mi cuaderno de composición tratando de buscar la última página. Y resoplo frustrada.

- ¡Jiumin! -grito, irritada. Pero me mantengo inexpresiva, aun con la ira fluyendo a través de mi mirada filosa.

Ella pega un salto, llevándose el cuaderno de composición detrás de la espalda y su otra mano al pecho al verme. Sus ojos se abren asustados como cuando solemos ver películas de terror.

- ¡Yoonji! -sonríe nerviosa, y veo como del susto le he provocado hipo.

No digo nada. Lo bueno de ser amiga de Jiumin es que es tan fácil intimidarla cuando hace algo que está mal, que es hasta gracioso y divertido hacerlo.

Intimidante, sin dejar de mirar sus bonitos ojos azulados (usa lentillas, aun cuando le dije que las odiaba), me acerco a ella paso a paso, haciendo resonar mis zapatos en el suelo del salón de piano.

Había salido para ir al baño, dejando mi cuaderno de composición en el atril del piano. Nunca pensé que Jiumin entraría, otra vez, por la ventana que da a la cancha. Lo sé por sus zapatos llenos de barro. ¿Cuándo aprenderá a saber dónde está pisando? Por ejemplo ahora, este momento es como un campo minado en el cual sólo yo puedo atravesar. Jiumin se quedó paralizada al lado del piano, hasta puedo ver como traga saliva e hipa cuando deja de hablar.

- Yoonji... yo... -musita, pero se queda callada de golpe cuando me acerco y la acorralo contra el piano, haciendo que pegue un salto cuando me apoyo bruscamente encima de las teclas.

- Devuélveme mi cuaderno de composición. Ahora. -le exijo, muy cerca de su rostro. 

No estoy bromeando; me hace sentir realmente enojada el hecho de que Jiumin no me haga caso (aunque casi nunca lo hace).  Ella se hace para atrás, casi sentándose encima de las teclas, tratando de huir de mi mirada escrutadora.

- ¡No! -niega, haciendo un puchero y frunciendo el ceño. Me mira inflando las mejillas, como una niña pequeña. Estoy a punto de abrazarla y apapacharla contra mí, pero me contengo-. T-tenemos que hablar, Yoonji. ¡T-tú, t-tú, t-tú!

- ¿Yo qué?

- T-tú m-me... b-be-

- No. No lo hice. -pongo los ojos en blanco, bufando-. Cuando estabas durmiendo tu boca chocó contra mi hombro, ¿No lo leíste?

- ¿Q-qué? -exclama, mirándome sorprendida. Acerca su rostro demasiado cerca del mío, así que termino echándome un poco para atrás-. ¡Mentira, sé que lo hiciste!

- ¿Sabes qué lo hice o esperas que lo haya hecho? -enarco una ceja, burlona ante el sonrojo de ella-. ¿Eh Jiumin?

- N-no... -deja de mirarme a los ojos, para mirar el piso, con las orejas rojas.

- ¿Sabes? Creo que esto de hacer pijamadas y dormir juntas no está bien. -digo, dejando de apresarla con mis brazos.

- ¿Qué? Pero lo hemos hecho siempre, Yoonji. -hace un puchero, triste. Creo que se le ha olvidado todo lo que ha leído, la muy tonta.

- Ya, pero todo estaba bien antes de que leyeras mis notas.

- Todo sigue estando bien... -murmura como si nada, lo que me hace sentir una rabia inmensa surgir desde el fondo de mi estómago.

- ¡Ay, Jiumin, deja de ser tan idiota por un instante! -le grito, demasiado frustrada.

- ¡Yah, no soy idiota! -me grita de vuelta, mirándome igual de furiosa. Luego se da cuenta que la ha cagado (por su expresión de cachorro regañado) y baja la mirada-. Y...y... ¿E-estás segura que fue tu hombro...? D-digo...

- Claro que fue mi hombro. -suspiro y chasqueo la lengua, volviendo apresarla contra el piano. Pega un salto y yo me rió de su cara asustada-. Si te hubiera besado, créeme que ni siquiera podrías mirarme a la cara ahora.

- ¿Por qué?

- Porque siempre sueles huir cuando quieres hacer algo que está mal. -me mira sin entender, y yo le sonrío de lado-. Dime, Jiumin, ¿Quieres saber cómo se sentiría hacer algo malo?

Le insinúo, esperando a que le llegue mi indirecta a su cerebro de nuez. Abre los ojos y la boca a la vez, sonrojándose aun más, y sé que lo hace peor el que esté a tan solo diez centímetros de su rostro. Baja la mirada, abochornada y yo estoy a punto de separarme de ella, decepcionada de mí misma por no mandar todo a la mierda como siempre y solamente besarle. 

Pero me da miedo que se aleje de mí. Es la primera vez que me da miedo el sólo pensar que podría irse. Y lo que lo hace peor no es que me de miedo que me deje sola, sino estar sin ella. Puedo estar sola, me gusta estar sola, pero sin Jiumin las cosas ya ni siquiera tienen sonido. Y me aterra quedarme totalmente sorda otra vez.

Así que con eso me alejo, dejando de apresarla, y estoy a punto de dar un paso atrás para irme.

Hasta que me detiene.

Enreda sus contorneadas piernas alrededor de mi cintura, atrayéndome a ella, y sin siquiera haberlo visto venir, agarra mi rostro con sus manos y acerca mi cara a la suya. Prácticamente hace que me abalance encima de ella en el piano.

Ni siquiera cierro los ojos. Estoy estupefacta. Ni en mis mejores sueños me imaginé que sería así. Bueno, un poco así... pero no creí que se haría realidad. Me toma unos cuantos segundos procesar el hecho de que tengo los suaves y temblorosos labios de Jiumin contra los míos. Aunque ni es un beso, es más como si estuviera aplastando su boca contra la mía. Jiumin tiene los ojos tan fuertemente cerrados y está tan tensa que me da pena. Así que me digo que tengo que aprovecharlo, porque después de todo, la que la ha cagado ha sido ella (Por fin tengo una excusa para que el rechazo duela menos).

Así que llevo mis manos a las suyas, guiándolas a mi cintura y soy yo la que le toma del rostro. Y empiezo a mover mis labios, pero como ella sigue como una estatua tengo que bajarle el mentón con el pulgar, para darme paso dentro de su boca. Empiezo a lamer sus labios tan lentamente que siento que se destensa al instante.  Al principio, son sólo mis labios jugando con los suyos, robándole suspiros y pequeños jadeos.

Por Dios, ¿Cómo un beso puede calentarte tanto? Y ni siquiera llego a la mejor parte.

Siento sus piernas reforzar su agarre contra mí, apegándome mucho más a ella. No dejo de besarla ni un instante, ni siquiera para tomar aire. Por fin puedo besarla, y me siento como una bomba de pólvora a punto de estallar. No sé cuantos minutos llevamos besándonos (ni siquiera me importa, no pienso en nada más que en ella) y Jiumin empieza abrir más su boca y hacer más profundo, desesperado y rápido el beso. Ni lo pienso cuando meto mi lengua dentro de su boca y le escucho gemir, aceptándome agitada. Y luego nuestras lenguas danzan entre sí y me siento tan húmeda que creo que me va a dar algo. Para mí sorpresa, al final termino siendo yo la que se separa de ella, tratando de recobrar la compostura y el aire en mis pulmones.

Estoy tan roja y tan nerviosa que me dan ganas de esconderme bajo tierra.

- Mentirosa. -dice, luego de unos segundos de recobrar la respiración.

- ¿Q-qué?

- No fue malo... Fue demasiado bueno para ser malo, ni siquiera me siento culpable.

- Eso es lo que tienen los besos, Jiumin. Siempre te hacen cambiar de opinión.



















Gracias por darle estrellitas a esta historia.

Lxs sarangheo <3

(¿Debería dejarla hasta aquí, o seguirla? I don't know, but...

Whatever... estoy pensando en ello askd)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro