— tú... ¿hace cuánto lo sabes? —se atrevió minho a romper el cómodo silencio que formaron luego de su pequeña sesión de besos, ahora nuevamente acurrucados en la cama, con minho encima de hyunjin, recostado en su pecho mientras el contrario lo abrazaba por su cintura.

— ¿que te gusto o que me gustas? —medio que se burló hyunjin, avergonzando un poco a minho.

— ambas cosas.

— mmm... —hyunjin se puso a pensar su respuesta, no porque no la supiera, sino porque quería encontrar las palabras correctas— la verdad llevo un tiempo notando que te pones nervioso conmigo, e incluso que te quedabas viendo mis labios bastante tiempo, pero realmente confirmé que te gustaba ese día en la biblioteca con chan. yo... no estaba del todo dormido. no fue mi intención escuchar lo juro. —explicó el menor, y minho se escondió más en el pecho ajeno.

— dios, qué vergüenza. —lloriqueó, causándole ternura al alto— y... lo otro... —minho realmente era curioso. hyunjin rió.

— me gustas desde que te conocí.  —soltó hwang como una bomba desestabilizando el ritmo cardíaco de minho— te me hiciste la persona más hermosa que pude ver en mis cortos 15 años de vida, y sigo pensando igual. pero terminé por caer rendido ante ti cuando nos hicimos amigos, no solo eras precioso, sino que también resultaste ser una persona increíble. eres tan fácil de querer, minho. ¿cómo no ibas a gustarme? —terminó de relatar apachurrando al nombrado, olfateando la coronilla de su cabeza con olor a lavanda antes de darle varios besitos.

minho estaba shockeado con la historia, totalmente mudo, y derritiéndose en los reconfortantes brazos del contrario.

— tú me gustas mucho, hyunjin. —se atrevió a por fin decirlo, alzando su rostro, apoyando su barbilla en el pecho ajeno, mirando con sus enormes ojos gatunos al menor, quien sintió como su corazón se saltó un latido antes de aumentar su pulso, con sus mejillas coloradas.

hyunjin se sentó en la cama, sin de encima quitar al contrario, simplemente reacomodándolo a horcajadas sobre él, tomando el rostro de minho entre sus manos, acercando ambos rostros dejando apenas un par de centímetros.

— minho, ¿puedo ser tu novio?

el aliento del contrario se cortó, con sus labios un poco abiertos en una pequeña "o" de sorpresa, sintiendo su rostro comenzar a arder y sus latidos frenéticos retumbar en su pecho. sus ojos brillaron y sus labios se curvaron en una enorme y resplandeciente sonrisa, dándole a hyunjin una imagen que atesoraría toda su vida.

el nombrado asintió con emoción y se lanzó a los belfos del menor en un casto beso antes de volver a separarse.

— claro que sí, mi príncipe durmiente. —respondió minho sin borrar su sonrisa.

hyunjin se sintió avergonzado y tímido por el apodo de su —ahora— novio, volviendo a unir sus labios en un beso más lento y tierno.

— te quiero, min. —le susurró sobre sus labios, mirando fijamente al mayor, embelezado con las estrellas en sus ojos.

— te quiero, hyun. —correspondió de igual manera.

la tarde se pasó volando entre besos, risas y caricias. sus corazones en un remolino de paz y sus estómagos con una tormenta de mariposas. se sentían tan felices.

y minho... minho tuvo un final feliz con su príncipe durmiente, rompiendo el hechizo con miles de besos de miel.

yyy fin. ay, casi un año (literalmente) desde la última actualización. la verdad no sabía cómo terminar la historia, siento que aún esto de aquí no me convence del todo, pero esta historia se merece su cierre. disfruté mucho escribiéndola, así que espero que hayan disfrutado leyéndola <3 les tqm nos vemos