Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⁺‧₊˚ ཐི⋆ɛƖ ɧɛƈɧıʑơ⋆ཋྀ ˚₊‧⁺



-A veces bromea así, ya sabes cómo son los niños -explicó Seokjin, intentando suavizar el momento incómodo.

Hoseok sonrió con comprensión. -No te preocupes, Seokjin. Los niños son niños, y Yoongi tiene derecho a expresar lo que siente.

Con esa pequeña tensión resuelta, la fiesta continuó con tranquilidad hasta que finalmente llegó el momento que los reyes esperaban con ansias: la llegada de "las tres hadas del bosque encantado".

Al ser anunciadas, Flora, Fauna y Primavera se inclinaron ante los reyes.

-Sus altezas, no trajimos regalos físicos, pero nosotras, Flora, Fauna y Primavera, le regalamos a este bebé algo más valioso -anunció Flora con una voz melodiosa.

-He esperado su llegada, pequeñas hadas. Son una bendición para mi reino -habló Taehyung con voz calmada-. Adelante, pueden ver a mi hijo.

Las tres hadas se acercaron al gran cunero donde Jimin, el pequeño príncipe, dormía plácidamente.

-Hola, pequeño solecito. Te hemos traído tres hermosos dones -dijo Flora, levantando su varita-. Yo te doy el don de la belleza.

Destellos brillaron alrededor del bebé, mostrando una imagen futura de Jimin bailando y sonriendo, antes de desvanecerse en su cuna. Yoongi observaba, fascinado por los brillos mágicos.

Fauna se acercó también y levantó su varita-. Pequeño príncipe, mi don especial es una hermosa voz -dijo mientras los brillos reflejaban a Jimin cantando junto a aves y animales del bosque.

Primavera se aproximó emocionada al bebé-. Mi principito, mi don especial para ti es... -pero antes de que pudiera terminar, una ráfaga de viento y humo verde irrumpieron en la sala, acompañados de una risa macabra que hizo temblar a todos los presentes.

-Vaya, vaya, vaya -dijo una voz oscura, de la neblina emergió un chico con un traje negro bordado delicadamente y un collar con una piedra roja.

-¿Jungkook? -exclamó el rey alfa Taehyung, completamente sorprendido.

-El mismo. Pero qué hermosa fiesta están teniendo la nobleza y la plebeya, aunque... -hizo una pausa, observando los rostros de miedo y preocupación que lo rodeaban-. ¿Dónde está mi invitación?

-Jungkook, pensé que habías muerto hace mucho. Yo puedo explicarlo... -Taehyung intentó calmar la situación, pero fue interrumpido.

-¡Mientes! -gritó Jungkook, haciendo que todos, incluido el pequeño Yoongi, se aferro a la rodilla de Seokjin.

-Jungkook, por favor, escúchame... -insistió Taehyung, pero Jungkook no estaba dispuesto a escuchar.

-Pedir a tus hombres que me maten y luego tener el descaro de cortarme mis alas, es absolutamente normal -dijo Jungkook con sarcasmo-. Pero bueno, no he venido por eso. También he traído un pequeño don para este niño.

-¡Jungkook, no te metas con el bebé! -gritaron las tres hadas, listas para protegerlo, pero Jungkook las empujó dentro de un cofre con un solo gesto y lo cerró de golpe.

-Bien, sin interrupciones, comenzaré -dijo Jungkook, alzando su bastón, y una enorme luz verde iluminó todo el salón-. Si bien tendrá belleza y una hermosa voz, eso no durará para siempre:

"Cuando cumpla los 18 años, al atardecer, se pinchará el dedo con la aguja de una rueca y morirá".

-¡No! -gritó Hoseok, abrazando con desesperación a su bebé.

La risa macabra de Jungkook resonó por todo el salón. Taehyung se levantó furioso y ordenó a sus hombres que atacaran, pero Jungkook fue más rápido y desapareció en un torbellino de humo.

Cuando todo volvió a la "normalidad", Hoseok rompió en llanto, y Seokjin lo consoló rápidamente, mientras Taehyung se dejaba caer en su trono, agotado y abatido.

Pero antes de perder toda esperanza, Taehyung recordó que Jungkook también era un hada. Con renovada determinación, abrió el cofre que contenía a las tres hadas.

-Hadas del bosque, por favor, ¿pueden revertir el hechizo de Jungkook?

Flora negó con la cabeza, su rostro reflejaba la impotencia. -Es imposible. La magia de Jungkook es demasiado poderosa. No podemos revertirlo, aunque... -Fauna miró a Primavera-. ¿Puedes intentar cambiar algo?

Primavera, con la frente arrugada de preocupación, asintió lentamente. -Lo intentaré -dijo mientras extendía su varita y tocaba la frente del bebé-. Pequeño príncipe, sé que no podré darte un don, pero... -suspiró profundamente-. A tus 18 años, te pincharás el dedo con la rueca, pero en lugar de morir, caerás en un profundo sueño de 100 años. Y solo algo más poderoso que la magia de Jungkook podrá despertarte: "El amor verdadero".

La única manera de romper el hechizo será con el primer beso -finalizó Primavera, mientras un suave destello caía sobre Jimin.

-¡Yo, el rey Kim Taehyung del sur, ordeno que cada rueca del reino sea quemada sin excepciones hoy mismo! -gritó con furia, su voz resonando en todo el salón, mientras Hoseok intentaba calmarlo, colocando una mano en su hombro.

-Taehyung, por favor, tranquilízate. Quemar las ruecas no asegurará el futuro de nuestro hijo. Debemos pensar con claridad -dijo Hoseok, susurrando en un tono preocupado.

-¿Cómo esperas que me tranquilice, Hoseok? ¡Jungkook ha condenado a nuestro bebé! -respondió Taehyung, con la voz temblorosa por la desesperación.

-Lo sé, lo sé... -dijo Hoseok con la voz quebrada, mientras acariciaba la cabeza de su pequeño-. Pero debemos creer en la esperanza que nos han dado. Tenemos 18 años para encontrar una solución... y para proteger a Jimin.

Taehyung respiró profundamente, intentando contener las lágrimas que amenazaban con desbordarse. Sabía que su esposo tenía razón, pero el miedo lo consumía. Al ver la tristeza en los ojos de Hoseok, su corazón se suavizó un poco. Debían mantenerse fuertes, por Jimin.

-Tienes razón, Hoseok -murmuró finalmente-. Tomaremos todas las precauciones necesarias, y protegeremos a nuestro hijo cueste lo que cueste.

Las tres hadas se inclinaron nuevamente ante los reyes, con la promesa de permanecer cerca del príncipe Jimin y vigilarlo en todo momento. Su deber era asegurar que el hechizo no se cumpliera, o al menos, que hubiera una oportunidad de romperlo.

-Nosotros también haremos todo lo posible para proteger al príncipe -dijo Flora con determinación.

-No dejaremos que Jungkook gane -añadió Fauna, mirando a Taehyung y Hoseok con una mezcla de preocupación y promesa.

-Gracias, pequeñas hadas. Sabemos que podemos confiar en ustedes -dijo Hoseok, sus palabras sinceras pero cargadas de tristeza.

Con la promesa de la protección de las hadas, la familia real del sur intentó retomar la calma, aunque la atmósfera festiva había desaparecido por completo. El salón, que antes vibraba con alegría, ahora estaba sumido en una inquietante quietud.

Los invitados, antes llenos de admiración, ahora cuchicheaban entre sí, preocupados por el destino del joven príncipe. Muchos de ellos comenzaron a retirarse, con el corazón pesado y el temor creciente de lo que el futuro podría deparar.

Finalmente, cuando todos los invitados se habían marchado, Taehyung y Hoseok se quedaron a solas con su hijo en la gran sala del trono. El eco de sus pasos resonaba en las paredes vacías mientras se dirigían a la cuna del pequeño Jimin.

-Nuestro pequeño príncipe... -susurró Hoseok, acariciando suavemente la mejilla del bebé dormido-. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que vivas una vida larga y feliz.

-Y encontraremos una forma de romper esa maldición -agregó Taehyung, con una mezcla de esperanza y determinación en su voz-. No dejaré que Jungkook te arrebate tu futuro, Jimin. Te lo prometo.

A partir de ese día, nada volvería a ser igual en el reino. Las risas se tornarían en susurros de preocupación, y las noches se llenarían de vigilia y temores. Pero también se encendería una llama de esperanza, una que ardería hasta que se encontrara la clave para vencer la oscura maldición.

El reino del sur nunca olvidaría la fiesta de bienvenida del príncipe Jimin, no por su esplendor, sino por la sombra que la cubrió, una sombra que solo el amor verdadero podría disipar.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro