CAPÍTULO SIETE

—Me sentí muy bien— admite— precisamente por eso, decidí arriesgarme de nuevo a esto de las citas y la exclusividad, tienes manos muy gentiles y sabes cómo desarrollar una química agradable— apoya el mentón en mi hombro, paso saliva, me idiotiza su cercanía— tal vez pueda experimentar todo lo que quiero contigo, que no pareces tener problema con ceder un poco.

No puedo decirle que de hecho me emociona ser sometido por ella, pero solo por ella pues nadie más había despertado esa docilidad en mí, me gusta tener el control de todo, tanto en la cama como fuera de ella, pero, puedo hacer un excepción si me lo pide.

Tal vez hablar sobre ello más adelante.

—¿Cómo te va con el romance?

Se muerde la punta de la lengua y duda, tomo su mano y juego con ella entre las mías, esperando su respuesta.

—No sé ser romántica. De hecho, no sé si soy romántica en absoluto... ilumíname y dime cómo me entero.

—Me parece que eres despistada a morir.

—Eso si soy y lo tengo clarísimo.

—Salgamos esta noche— cambio el tema, me apetece— voy a intentar acabar todo lo que tengo que hacer antes de las nueve y paso por tí.

—¿Y a dónde me llevarás? Me gustaría seguir con lo de la otra noche, dónde me llevaste a conocer un poco de lo que fue tu infancia... dijiste que ibas a muchos sitios y que son memorables para tí.

—¿Y cuándo me llevarás a conocer algún lugar especial para tí?

Encoge sus hombros.

—Cuando quieras ir conmigo a Alemania. De Corea no conozco mucho más que mi lugar de trabajo y mi apartamento... oh, se me ocurre algo.

—Te escucho.

—Si tengo un sitio que es importante y creo que podemos ir, así conoces una parte pequeña de mí y mi familia— promete y sonríe— te aseguro que no tiene nada de impresionante a primera vista, pero, tiene su historia.

—Si significa algo y tiene historia, es muy impresionante.

Está por responderme, los rasguños y ladridos a mi puerta la interrumpen y eso solo significa una cosa; Happy y Caramelo han llegado de su paseo con el entrenador, planean tumbar mi puerta, no dejarán de hacer rasguños hasta que les abra y salude.

—¿Tienes mascotas?

—Así es, dos locos— me levanto, abro la puerta y entran apurados, chocando entre ellos y luego chocando contra mi pared— dos perros dementes.

Notan la presencia nueva y agradezco que ya se les ha enseñado que no pueden lanzarse encima de las personas, así que ahora solo se acercan y olfatean, dejándose acariciar las orejas.

—Que ruidosos, tan lindos.

—Si, habíamos traído a Happy— señaló al mencionado, que aún tiene su expresión de odio— por Taehyung, a él no le gusta quedarse solo en casa y también pensábamos que necesitábamos compañía, así que teníamos planes de una mascota— me ladra y es como su manera de avisarme que se subirá a mi cama, lo hace y se acomoda— y él es Caramelo— se une a su hermano— Sasha lo pidió porque no le gustaba la idea de Happy solo y, bueno, a Sasha lo que pida se le concede.

Ríe, negando.

—¿Es la consentida de Hotissue?

—Lo es, es la menor, aunque ahora tenemos dos chicas que consentir— se entiende que me refiero a Blue— desde que  Blue vive con nosotros, Sasha tiene a su otra mitad femenina, lo que significa que han unido fuerzas para, básicamente, hacer de nosotros tres su voluntad.

—Quien los ve, pensaría que Blue también es parte de la banda.

—Si parece, pero no, es nuestra mejor amiga desde... casi los inicios de Hotissue, ahora que regresó al país, nos adueñamos de ella— sonrío, nostálgico— Blue nos ayudó demasiado en tiempos difíciles, se volvió incondicional para nosotros e hicimos esta promesa de que cuando tuviésemos éxito, le regresaríamos todo ese apoyo y ayuda, esa promesa incluía a todos bajo el mismo techo, así que vamos por buen camino.

—Se nota ese cariño y respeto por ella.

Creo que nadie llega a entender lo primordial que es Blue para nosotros, no solo para Taehyung, si tiene más peso en su vida, pero estamos hablando de la chica que nos alentó desde el primer instante, muchas veces no teníamos dinero para pagar muchas cosas que como banda requeríamos, el lugar para guardar los instrumentos y ensayar, nos alimentabamos de la mierda en nuestros institutos porque todo dinero que llegara a nuestras manos, era para mantener el lugar e instrumentos, micrófonos, sonido, absolutamente todo y esas cosas primordiales nos costaban un riñón como mínimo.

Mi padre me ayudó a comprar la batería aún cuando yo sabía que no estaban muy contentos con el rumbo que tomaba, cosa que agradezco porque de igual manera me apoyaron tanto como pudieron. Muchas veces sentíamos que no podíamos más y ahí estaba Lee Byeon dándonos el sermón de la vida mientras llegaba con muchos recipientes llenos de comida que preparó para nosotros, creó ropa para muchas de nuestras primeras presentaciones y se esforzaba porque fuesen buenas aún cuando apenas estaba aprendiendo sobre el tema.

Y si hay algo que nunca se nos olvida, fue la vez en la que pagó seis meses del lugar en el que ensayábamos con sus ahorros, nos enteramos cuando íbamos a pagar el mes y el hombre nos dijo que “la niña del flequillo ya me entregó el dinero” para Blue tampoco era sencillo obtener dinero y no le molestó gastarlo para ayudarnos y motivarnos a seguir intentándolo.

Así que, sí, no exageramos al hablar de su importancia y no nos molesta en absoluto enseñarla al mundo como parte de nuestra pequeña familia.

—Demonios, ahora estoy nostálgico.

—Si lo creo, te has quedado en el limbo un momento— se inclina, besa mis labios de manera superficial, pero logra embobarme—espero que nos veamos esta noche, si es posible para ti, no te sobrecargues que si no se puede esta vez, habrán más ocasiones.

—No te vayas...

—Debo llamar al lugar que acabo de mencionarte y pedir las llaves con tiempo— se pone de pie, tomo su cintura y me niego a soltarla— baterista necio, suelta.

No quiero, está muy bonita como para dejarla irse así no más. Hago que se siente en mi regazo, a horcajadas y esta posición me trae muchos recuerdos gratos. De todas maneras no puedo subirme al auto sin recordar esa noche, le aprieto contra mí.

—¿Te llevo a casa?

—No lo creo, a no ser que no temas cruzarte con mi sobrina.

—Se me amargó el momento, lo había olvidado— hay burla inocente en su mirada, sus brazos en mis hombros me abrazan y suspiro—algo me dice que no podré conocer tu hogar nunca.

—Supones bien, al menos hasta que ella pueda mudarse, creo que se quedará aquí y si lo hace, se irá con su novio. Un sujeto que no habla mucho, pero, supongo que es algo serio.

Me pregunto entonces para qué insiste tanto en hablar conmigo. Yo me molestaría estando en el lugar del chico.

—Bien, entonces vamos a tener nuestra segunda cita esta noche y a intentar no acelerar tanto las cosas como en la primera.

—Si no me besas, tal vez ese cometido se cumpla.

Tarea difícil.

••••

—Hagamos una pre-grabación para saber si esto nos servirá o no— Heein asiente— haz tu parte como ensayaste hace días.

—Si, sunbae.

—Janaan se prepara— el pequeño afirma fervientemente con la cabeza a mi lado, está estudiando su parte del coro bastante concentrado junto a Minhee— en el rap si tendrán que seguir las indicaciones de Namjoon porque yo no tengo mucha idea de eso.

Sasha a mi lado me avisa que Namjoon acabará pronto y vendrá hasta aquí directamente, golpeo mi pie repetidas veces contra el suelo, aún es temprano, son las siete de la noche y yo estoy por terminar, pero tengo nervios.

No debería, pero hace mucho tiempo no tengo una cita, la ocasión anterior fue una cita, pero yo no estaba consciente de que lo era y por eso no la cagué, ahora que sé que tendré una, estoy algo... aterrado, pero, también estoy ansioso.

—Quédate quieto, parece que tienes ganas de cagar— muy graciosa, Kim— si es el caso, ve y hazlo.

—No quiero cagar, ya cagué hace dos horas, estoy vacío.

—¿Entonces?

—Simplemente soy un individuo nervioso en este momento, lo normal— eso me recuerda— ¿Qué te pareció Kerstin? No pude preguntarles.

Mikey llega y se une a Janaan y Minhee en el proceso de estudiar sus líneas, los he enviado a una de las esquinas para que tengan paz mientras Heein está en cabina preparándose.

—Me agradó mucho, es linda, buena conversando, sensata, muy agradable y halagó nuestra comida, así que automáticamente me cae muy bien— asiento, bien, vamos sumando puntos allí— a nuestro líder le agradó mucho, también. No se ve en absoluto mayor, tiene una apariencia muy joven, que envidia.

—¿Envidia de qué? Si tú también eres preciosa y juvenil.

Toma mi mano y la aprieta, me agradece el cumplido. Sasha y sus momentos de inseguridad me ponen nervioso, así que trato de recordarle que todo en ella está perfecto. Tratamos, todos en casa lo intentamos.

—El punto es que realmente parece ser una mujer fantástica. Si creo que tú teoría de los cuatro minutos aplica en ella.

Me río, los chicos siempre me han llamado loco por pensar eso, ya lo mencioné antes, en internet dice que bastan solo cuatro minutos para enamorarse de alguien y yo creo que es cierto, porque soy tonto.

—Vamos a tener una cita en unas horas, ella me llevará a un sitio que es especial para ella y creo que ese es el sistema que básicamente hemos tomado para conocer más del otro.

Arquea ambas cejas y asiente.

—Es un buen sistema, de hecho, se supone que el propósito es llegar a ser pareja y congeniar ¿no?— así es— entonces naturalmente deben conocerse bien y saber que cosas representan importancia y gusto para el otro, lo están haciendo bien, así que muchísima suerte, eh.

Cuando Namjoon y Taehyung hacen aparición, los dejo a cargo de todo y me escapo, mensajeando a Kerstin para saber si nos veremos o no, responde que en efecto está eligiendo que ponerse y sonrío, había pasado mucho tiempo sin sentir esta emoción por salir con alguien.