🎭Extra de Volker y Ainara (#Aiker)🎭
Este extra esta dedicado especialmente a las fans numero uno de #Aiker, mis bellisimas y especiales Ana y Katia y gracias por todo el apoyo, las largas horas de conversaciones y por todo el puje que me hicieron para que este fuera el primer extra en ser publicado, las amo mis pervers. (A las demas saben que las amo igual pero estas dos se merecen esta dedicatoria)
Volker Kholer.
Observo a Aina nadar en el agua desde una de las tumbonas, tomo la botella de cerveza y me la empino, disfrutando de lo grácil que se ve en el agua. Winter y Ajax se fueron hace diez minutos, dejándome a solas con mi dulce pecado. En cuanto Kai y Eli se fueron, se quitó la puta bata y entro al agua. Solo ha estado provocándome y la maldita erección que había logrado controlar con la ducha ya me molesta dentro del bermudas.
Finalmente decidido a no dejar las cosas a media, como prometí, me pongo en pie y me saco la chemise sobre la cabeza, ella está nadando de espaldas a mí por lo que ni me ha visto. Se sumerge y en cuanto lo hace me acerco al borde de la piscina y me lanzo al agua imitándola.
Abro los ojos buscándola, la sensación del agua molesta un poco pero me acostumbro con rapidez, pero salgo a la superficie al ver que ella hace lo mismo. Se gira sobre sí misma y me ve sorprendida, de inmediato mira a nuestro alrededor como asegurándose que estamos solos. Con lentitud me acerco a ella nadando.
Sus ojos siguen fijos en los míos sus labios se entreabren en cuanto estoy a un metro de distancia y debo tragar duro solo de imaginarme besándola otra vez.
— ¿Qué haces? — pregunta en apenas un murmullo.
— Te dije que no se quedaría así...— la acorralo una vez más, solo que esta vez contra el borde de la piscina.
— Volker...— murmura mi nombre y es como si un coro de ángeles cantara.
Maldita sea porque tiene que gustarme tanto.
No digo nada, sencillamente no puedo hacerlo, porque no puedo de dejar de verla, he admirado a Aina desde la distancia por años, verla asi de cerca es un espectáculo que no pienso apresurar.
— ¿Tienes idea de lo jodidamente hermosa que eres? — pregunto sin poder creerme que ella misma lo sepa.
He visto como hombres la miraban, las veces que salimos de fiesta, la cantidad de tipos que la rodaban como moscas a la miel. Todos cerca de ella y yo deseando poder acercarme. Sus mejillas se sonrojan ligeramente y sus ojos brillan con intensidad.
— No creí que te pareciera hermosa...— murmura, no puedo evitar reír sin ganas.
— Eres un pecado Ainara, ya te lo dije...— murmuro moviendo una de mis manos hacia su mejilla acunándola — y el hombre está hecho para pecar...— y sin más termino de acortar la distancia que hay entre nuestros labios.
No la beso con rapidez, la ansiedad que sentía menguo con el beso de la cocina, además estamos solos, nadie va a interrumpirnos, no tengo prisa por terminar este momento, de hecho lo único que quiero es alargarlo lo más posible. Sus labios tersos y suaves se deslizan sobre los míos con la misma lentitud.
Mi pulgar acaricia su mejilla y siento como su piel se eriza con el rose, sonrió a mitad del beso ante la forma en que reacciona a mis caricias, normalmente me gusta ver, sentir y experimentar las reacciones de las mujeres con las que estoy, con Aina es una necesidad, una que sé que tarde o temprano me va a pesar. Pero justo ahora, no me importa.
Ainara se estremece cuando pego más mi cuerpo al suyo, a esta corta distancia soy capaz de sentir sus pechos compactados contra mis pectorales y la sensación es simplemente perfecta, magnifica. Nada se le compara, mi corazón late desbocado por su cercanía y me siento como un puto crio de 15. Aparto mis labios de los suyos no sin antes rosar mi lengua sobre su labio inferior.
Cuando abro los ojos ella permanece con los suyos cerrados, sus labios entreabiertos, con ese tono rosa natural que me encanta, no puedo evitar notar el montón de puntos marrones que se esparcen sobre su nariz tan sutilmente que me sorprende si quiera que tenga pecas. Nunca las había notado y no recuerdo habérselas visto cuando éramos niños o adolescentes.
— Me gustan tus pecas...— murmuro.
Porque juro por dios que me encantan, toda ella me encanta.
— A mi tus labios...— jadea y sonrió.
— Aina no pienso parar...— me sincero porque ya estoy aquí y no pienso echarme atrás.
— ¿Y quién dijo que quiero que lo hagas? — sonríe con picardía enloqueciendo mis sentidos y esta vez sí me lanzo contra sus labios como un loco.
La beso con pasión y lo mejor de todo es que ella respondo exactamente de la misma puta manera que me pone como una puta moto. Me gusta disfrutar de las sensaciones, de la piel erizándose, de los estremecimientos del cuerpo, pero con Ainara todo eso se reduce y se triplica volviendo mi cabeza un puto lio.
No sé si quiero correr y follarla duro como un loco, como lo haría posiblemente con alguna chica en el club mientras jugamos o si quiero ser extremadamente suave y gentil con ella, porque ella es exactamente eso, un pecado y los putos pecados siempre tienden a confundirte porque son demasiado buenos como para desesperarte o tener la imperiosa necesidad de disfrutarlo de a poco.
El beso se extiende haciendo que el empalme que tengo dentro del bermudas palpite dolorosamente, necesito hacerlo, necesito follarla y saber qué carajo se siente estar dentro de su coño, si será tan cálido o placentero como me he descubierto muchas veces pensando estos últimos días.
Dejo su boca una vez más frustrado porque quiero poseerla, quiero hacerla mía y follarla tanto que lo único que salga de su boca sea mi nombre, implorándome por más. Nuestras miradas se encuentran y sus hermosos ojos avellanas me observan cargados de excitación.
— No juegues conmigo...— murmura, tomando la mano con que sostengo su mejilla.
Deja un cálido beso en ella y luego vuelve a fijar sus ojos en los míos, sin dejar de mirarme baja mi mano guiándola bajo el agua, hasta posicionarla sobre su entrepierna sorprendiéndome pero logrando que mi cabeza explote. Su mano permanece un instante sobre la mía que no demora nada en empezar a moverse, de inmediato su labio inferior es atrapado por sus dientes y ese pequeño gesto me advierte que ha intentado ocultar el gemido que iba a salir de sus labios, cosa que me cabrea, no quiero que se contenga, si estoy haciendo esto es porque justamente me muero por escucharla, por sentirla, no quiero que por nada del mundo se contenga, ahora que yo no me contengo ella no tiene por qué hacerlo.
— No te contengas...— suelto sin dejar de verla.
Obedece de inmediato dejando salir un gemido entrecortado, sus manos se apoya sobre mis hombros y echa la cabeza hacia atrás dejándose llevar, dándome exactamente lo que quiero, lo que deseo... a ella sin restricciones.
Desde ese instante no hay vuelta atrás, si creí que en algún punto podría detener esto me equivoque como un bebe cuando intenta correr antes de gatear. Mis dedos se mueven sobre la tela de su traje de baño deslizándose con facilidad no solo por el agua sino por su propia humedad, presiono sobre su clítoris haciendo que su espalda se arquee sacando el pecho y pegándolo más a mí.
Comiendo a besar su cuello, perdido por el rico olor a coco que sigue desprendiendo su piel, dejo una seguidilla de mordiscos suaves sobre la piel de su cuello antes de detener los movimientos de mis dedos, Al hacerlo ella vuelve a levantar su cabeza y me observa con el ceño fruncido. Abre su boca con intención de protestar, haciendo justamente lo que deseo.
Hago a un lado la tela del traje de baño con un movimiento rápido de mis dedos y de inmediato me pierdo en su canal. Haciendo que sus ojos se abran como platos, su boca se abra aún más y deje salir un pronunciado gemido. En cuanto mis dedos entran en su abertura y la humedad me recibe es como si el cielo descendiera a la tierra. Esta tan húmeda, tan cálida y tan jodidamente estrecha que siento que moriré cuando sea mi polla la que este dentro de ella.
Gruño completamente enloquecido entrando y sacando mis dedos de su coño húmedo, que no protesta por mi irrupción en él, más bien se aferre a mis dedos y los succiona hacia adentro.
— Joder Ainara...— suelto entre dientes sobre la piel de su pecho.
— Mierda, eres un dios con las manos...— jadea haciéndome reír suavemente.
Saco mis dedos de su apretado coño y de inmediato me gano una mirada de reproche, me inclino sobre sus labios y la beso una vez más.
— ¿Pero por qué...? — no le doy tiempo de responder vuelvo a besarla.
— Voy a follarte Ainara... solo que no lo hare aquí...— digo completamente determinado a estar con la hermana de mi mejor amigo a pesar de todo.
Sus ojos se abren como platos y permanece un instante mirándome sorprendida sin saber cómo responder, rio una vez más porque Aina nunca deja de sorprenderme. De pronto abre su boca para decir algo pero vuelve a cerrarla y su ceño se frunce.
— ¿Estás hablando en serio? — pregunta como si temiera que fuera echarme atrás.
— Nunca había hablado tan en serio de algo en mi vida...— farfullo mordisqueando su labio inferior — ahora salgamos de aquí...— dejo un beso sobre sus labios y me impulso con las manos del borde de la piscina hacia atrás.
Necesito refrescar un poco mi mente y mi cuerpo sino terminare follandola a la intemperie y sé muy bien que aún hay empleados en el bar esperando que todo el mundo se vaya a sus habitaciones para limpiar y retirarse. No es que me avergüencen que me vean, lo hago por ella, no se merece que la folle en una jodida piscina como si fuera una más.
Porque sencillamente no lo es.
Me sumerjo un instante bajo el agua y cuando vuelvo a salir a la superficie ella continua en el mismo lugar con la misma expresión, haciéndome reír, entonces consciente que quizás no esperaba que llegara tan lejos nado hasta el borde de la piscina y salgo de ella, no lo hago donde esta ella. Solo por provocarla un poco lo hago por el lado contrario, permitiéndole que admire mi cuerpo como muchas veces lo ha hecho antes.
Solo que esta vez el jodido empalme que me gasto por su culpa es claramente notorio debajo de mi bermudas. Camino por el borde de la piscina sin apartar los ojos de ella, cuando la alcanzo me inclino a y le extiendo una de mis manos. Ella duda un instante, antes de morder su labio y contener la sonrisa, yo le regalo una cargada de seguridad que la hace tomar la mía con seguridad. Tiro de ella ayudándola a salir, en cuanto lo hace paso junto a ella y tomo una de las toallas que está en la tumbona más cercana, vuelvo acercarme a ella y comienzo a secar su cuerpo.
Inicio con sus brazos, sus hombros, doy suaves toques deslizando la mullida tela sobre su increíblemente tersa piel, nuestros ojos no se apartan en ningún momento y se me hace perfecto compartir esto con ella, sonríe de lado y suspira tomando mi mano.
— Ven... déjame ayudarte...— murmura con voz ronca tomando la toalla.
Hace exactamente lo mismo que yo, solo que inicia en mi pecho, sobre mi lado izquierdo justo sobre mi corazón, su mirada se ensancha en cuanto siente los latidos de mi acelerado corazón y sonrió al igual que ella, sus manos se deslizan junto a la toalla descendiendo por mi torso, hasta detenerse justo en el borde de mi bermuda.
Una vez más sorprendiéndome como nunca, suelta la toalla que cae a nuestros pies, sus dedos reposan sobre mi vientre muy cerca del borde de la tela, humedece sus labios y sin si quiera parpadear atrapando su labio inferior de un costado apoya su palma contra mi polla. Cierro los ojos de inmediato sintiendo el intenso e inmenso placer que me proporciona su tacto.
Si esto es sobre la ropa, joder cuando sienta piel con piel, moriré calcinado.
Tomo su mano conteniendo el impulso de tomarla aquí y ahora, está poniéndomelo difícil. Ella ríe con suavidad haciendo que mis ojos se abran de golpe.
— Estas conteniéndote...— afirma haciendo que cada musculo de mi cuerpo se contraiga.
— Solo porque no quiero follarte aquí y que el idiota del bar te vea gemir...— ella eleva una de sus cejas y rie divertida.
Tomo su muñeca y tiro de ella guiándola hacia el interior de la casa, cuando estoy por tomar el pasillo que da hacia mi habitación me detiene y niega con su cabeza.
— No voy a hacerlo contigo allí...— señala con la cabeza en dirección a mi habitación y frunzo el ceño — no sé cuántas han dormido allí contigo — me tenso ligeramente pero entiendo completamente de que va.
De pronto sus ojos dejan ver un poco de tristeza y no puedo imaginarme como debió sentirse las veces que vinimos a la isla y terminaba enredado con alguna chica, Ainara siempre estaba cerca pero no lo suficiente como para que la notara del todo aunque siempre sabía que estaba allí. No puedo imaginarme como debió sentirse verme partir con una chica diferente cada que nos alocábamos en las noches.
Tomo sus mejillas y sonrió con pesar notando lo imbécil que fui al no apartarla más de mí, al no tener la delicadeza de cuidar lo que hacía mientras estuviera presente, al no cuidar un poco de ella.
— Lo siento...— murmuro sorprendiéndola — no debí actuar de esa forma sabiendo lo que sentías por mí — ella suspira y desvía sus ojos de mí.
— No importa Volker ya paso... además éramos solo unos críos y tu tenías necesidades...— me excusa sonriendo — y muchas — se queja esta vez dándome un ligero empujón en el pecho con sus manos, lo que me hace reír.
— Prometo compensártelo...— bromeo haciendo que ría suavemente, deslumbrándome — eres increíblemente hermosa — tomo su nuca y tiro de ella para volver a besarla.
Pero esta vez me olvido de las locas ganas que tenia de follarla duro y me dedico a complacerla, porque nada en este mundo será más placentero que tomarla como siempre deseo, fantaseo y soñó que lo hiciera. La conozco y sé muy bien que más de una vez pensó en mí tomándola.
Suspiro porque últimamente también he pensado mucho en eso. Ella imita mi acción y después de unos segundos juntamos nuestras frentes.
— Ven...— entrelazo mis dedos con los suyos y la guio a su habitación.
Si para Kai la isla es su santuario, para Aina lo es su habitación. Cuando alcanzamos la puerta, giro el pomo y entro con ella siguiéndome de cerca, cierro tras de mi sin liberar su mano, cuando me giro para verla tiene el lateral de su labio atrapado entre sus dientes. Sonrió porque suele hacer eso muy seguido, incluso cuando habla sobre cualquier cosa que la emocione.
Nos miramos en silencio por unos instantes antes de dar un paso hacia ella, tomo sus mejillas entre mis manos y me inclino para besarla pero no alcanzo a tocar sus labios del todo solo roso ligeramente los míos con los suyos, sus manos se acomodan sobre mis caderas y se sujeta con fuerza.
Sus ojos se cierran cuando siente como mi lengua se arrastra por su labio inferior, jadea entreabriendo sus labios y es todo. Simplemente tomo su boca y me adueño de ella, es un beso profundo de esos que te hacen respirar bocanadas de aire cuando terminas. Echo andar con ella sin dejar de besarla, guiándola hacia su cama. No hay mucho que quitar de ella porque solo lleva el traje de baño y yo el bermudas, pero no me ocupo de su ropa.
Eso es lo de menos, hay mil formas distintas de hacerla sentir sin necesidad de quitarle alguna de las prendas que lleva puesta. La parte de atrás de sus rodillas dan con el borde del colchón y suspira, sintiéndose próxima a lo que tanto hemos estado deseando ambos últimamente. ¿Para qué negarlo? Los únicos momentos en que no la pienso es cuando estoy jugando en el club o con...
Mierda en cuanto pienso en Azhar mi cuerpo se detiene, son solo instantes, porque la científico me gusta y la quiero, es una mujer excepcional. Abro los ojos para encontrarme con la mirada confundida de Ainara. Respiro profundo alejando a la bonita científico a lo más profundo de mi cabeza.
Justo ahora no pensare en nada mas que no sea la mujer que tengo delante de mí, sonrió de lado y beso la comisura de sus labios, ella cierra sus ojos y suspira.
— No sé cuántas veces desee que pasara esto...— se sincera y sonrió ante sus palabras.
— Lo se...— ella abre sus ojos y me ve mal un instante — te conozco hermosa, sé muy bien que ocurre dentro de esta preciosa cabecita — comento divertido dando un par de toquecitos suaves sobre su cien que la hacen sonreír.
— Siempre me viste, ¿no es así? — pregunta repentinamente, confundiéndome.
— ¿A qué te refieres? — ella suspira y desvía sus ojos hacia mi pecho.
— Me veías, me buscabas con los ojos...— murmura como recordando algunas cosas — siempre lo hacías...— sonrió de lado al ver que me pillo más de una vez mirándola.
— Siempre...— ella busca mis ojos y abre su boca para preguntar algo pero vuelvo a besarla.
No vamos a tener esta conversación justo ahora, no quiero irme por ese lado, porque terminare desistiendo de hacer esto y la verdad no quiero hacerlo. Ella responde de inmediato y esta vez no me detengo de nuevo. Acomodo mi rodilla sobre la cama haciendo que se siente, mi cuerpo queda sobre el de ella por lo que tengo que inclinarme para poder continuar con el beso.
Lentamente voy inclinándome más sobre ella obligándola a tumbarse, mi cuerpo queda cubriendo el suyo, mientras el beso se va tornando cada vez más intenso, más profundo, pronto una de mis manos se desliza sobre mi abdomen acariciándola con la yema de los dedos, siento como su piel se eriza con mi tacto y es simplemente mágico. Sus manos no se quedan atrás se deslizan en un vaivén sobre mi pecho estremeciéndome.
Cuando finalmente abandono su boca para respirar, lo hago perdiéndome en su cuello, llenándome de su aroma. Asciendo por su abdomen una vez más hasta alcanzar el borde de uno de sus pechos, lo rodeo sin querer tocarlo del todo aun, apoyo mi mano en el costado de este y coloco mi pulgar sobre su pezón, que se siente duro debajo de la tela húmeda del traje de baño.
Ainara gime regalando uno de los más hermosos y perfectos sonidos que he escuchado salir de la boca de una mujer en mi vida y simplemente no tienen comparación, ninguna gime como ella, ninguna me pone como ella y en definitiva ninguna me hace sentir lo que ella.
Vuelvo a su boca besándola esta vez con más intensidad que antes, meto mi lengua en su boca buscando la suya, que sale al encuentro con una habilidad que me eriza hasta el último vello de la espalda. Necesito parar un poco, bajar la ansiedad, sino terminare follandola como yo quiero y no como ella quiere. Y aunque al final del día es más o menos lo mismo quiero que sea ella quien disfrute a su modo de este momento, tengo toda la noche para hacerla mía.
Por qué obvio que no me iré de aquí una vez terminemos, ni loco.
Abandono sus labios y me siento ahorcadas sobre sus torneados muslos, ella sonríe de lado y coqueta y admira mi torso con una mirada deseosa.
— Sigues conteniéndote...— murmura mirándome divertida y el que sepa leerme tan bien no solo me impresiona, me fascina.
— Quiero que esto lo disfrutes, que sea como lo soñaste...— ella ríe negando con la cabeza y me come con los ojos.
— Kholer la realidad es tres veces mejor que mis sueños, así que no te contengas...— esa frase, en ese puto tono sugerente es todo lo que necesito para enviar todo a la mierda y disponerme hacer lo que he venido hacer y estoy deseando desde hace un par de meses.
Me pongo en pie bajo su atenta mirada y me quito los bermudas, quedándome en bóxer, admirando como se coloca en cuatro y gatea sobre la cama, haciendo que desee aferrarme a sus caderas y me hunda en ella en esa puta posición. La sigo a la cama y acomodándome sobre ella, ríe divertida cuando aplasto mi cuerpo sobre su espalda y la dejo sentir mi polla sobre ese culo que me mata.
— Volker...— jadea mientras le restriego mi erección.
Comienzo a dejar un montón de besos sobre sus hombros, mientras su cabeza se hace a un lado dándome espacio para poder continuar, mientras beso su cuello una de mis manos tira lentamente del cordón que ata su traje de baño, primero el que está en medio de su espalda, luego el de su nuca, desciendo la mirada apartando la poca tela que la cubre y admiro la hermosa vista que me da.
Desvió la mirada y busco sus labios, nos besamos con necesidad y descontrol, ya la paciencia se ha ido y ahora solo quedan las jodidas ganas acumuladas, me hago consciente que la he deseado desde siempre, que no ha pasado un solo instante en mi puta vida que no lo haya visto, que simplemente me he negado a ella por ser la hermana de mi mejor amigo, mi hermano.
Pero ya no más.
Rodeo su cintura con mi brazo tirando de ella para que quede sobre mí, ella sonríe con picardía y cuando el sujetado cae y deja a la vista dos perfectos, hermosos, tersos y rosados pechos, los pezones erectos me apuntan haciéndome tragar duro.
De inmediato me inclino hacia ellos sentándome, coloco mis manos sobre su cadera empujándola un poco más hacia abajo, justo sobre mi polla, gime al sentirme y sonrió de lado acercándome a su pecho derecho, mientras cierro mi mano sobre el izquierdo. Mi lengua se ensaña con el montículo duro, que envía constantes oleadas de placer por mi cuerpo.
No me contengo, mordisqueo, chupo y lamo como y cuanto me place, primero uno luego el otro, variando en intensidad y velocidad, mientras sus caderas recrean mi polla con la fricción de su coño contra esta. Gime y jadea echando su cabeza hacia atrás, completamente entregada a mis caricias y no puede haber absolutamente nada ni nadie mejor que ella.
De pronto sus manos acunan mis mejillas y tira de mi para apoderarse de mis labios, que tome la iniciativa que me busque ella me pone como loco, por lo que en cuestión de segundos estoy tumbándola nuevamente sobre su espalda, separo sus piernas con mis rodillas y me acomodo entre ellas, volviendo a poseer su boca con desespero.
Llevo una de mis manos al borde de la liga que de mi bóxer, descendiéndola para liberar mi polla que enseguida rosa mi abdomen y el suyo haciéndola jadear, no espero a quitarle la tanga del traje de baño, simplemente hago a un lado la tela tomo mi polla y me acomodo en su abertura.
En cuanto siento la humedad dejo sus labios y me separo para verla, para admirar y grabarme este jodido momento en la memoria para siempre. Comienzo a hundirme en ella sintiendo como su estrechez me recibe con cierta reticencia, jadeo un poco al sentirla tan húmeda. Mientras la miro fijamente a los ojos. Perdido en ese tono avellana oscurecido por el deseo y la lujuria.
Me deslizo en su interior sintiendo como su coño absorbe mi polla y la aprisiona en su interior, ella gime y hace una mueca de dolor y me detengo. Pero de inmediato sus talones apoyados sobre mis nalgas me obligan a continuar sorprendiéndome una vez más. Ainara no es una mujer sumisa, acaba ha venido demostrándomelo a lo largo de la noche, algo que me sorprende porque siempre ha tenido ese aire inocente.
Aunque sé muy bien de sus conquistas, nunca imagine que sería así de... desinhibida y mucho menos conmigo, pero es simplemente perfecto. Y siendo consciente de esto, me empujo dentro de ella, terminando de llenarla, ella gime enterrando sus uñas en mi espalda haciéndome gruñir de placer. Tomo sus manos y las coloco sobre su cabeza sujetándola con fuerza, ella sonríe con picardía y muerdo mis labios fascinado.
— Me encantas hermosa...— murmuro antes de salir de ella y volver a llenarla de golpe, ella jadea y se tensa haciendo que las paredes de su coño se cierren aún más sobre mi polla y jadeo — tu coño es perfecto hermosa al igual que tu — vuelvo a salir para volver a llenarla pero esta vez al mismo tiempo la beso.
Después de ese instante todo se vuelve jadeos, gruñidos, gemidos y constantes quejidos de placer que delatan cuanto estamos disfrutando de esto, cuan maravilloso y perfecto es.
AinaraMetzler.
Ese tono grisáceo de los ojos de Volker, se ve turbulento bajo el influjo del deseo y la lujuria, su mirada me abraza y me hace sentir tan malditamente caliente que creo que voy a quemarme viva. No sé cuántas veces soñé esto, dormida y despierta, pero debo reconocer que nunca jamás esos sueños pueden compararse con la realidad.
Volker se hunde dentro de mi llenándome por completo, haciéndome sentir dolor y placer a partes iguales, he estado con otros hombres no se decir con cuantos porque nunca los he contado. Alguno han estado bien dotados otros no tanto, pero en definitiva Volker Kholer los supera a todos, en tamaño, en grosor y en uso.
Gimo cuando vuelve a salir de mi con lentitud pero arremete con fuerza y dureza al entrar, haciendo que cierre los ojos disfrutando se la rica sensación de sentirlo dentro de mí. Dios esto es endemoniadamente delicioso, sus labios me besan con pasión y le respondo de la misma forma, lo que me de esta noche estoy dispuesta a tomarlo todo, cada segundo, cada minuto, cada instante que esté dispuesto a darme lo tomare y los disfrutare como si fuera el ultimo porque no sé si mañana al despertar se arrepienta y vuelva a alejarse.
El pensar en ellos después de estar aquí entre sus brazos, mirando esos preciosos ojos que me enamoran, me hacen desear abrazarlo y pegarlo más a mí, jadeo una vez más sintiendo como el sudor empieza a empañar nuestros cuerpos, una de sus manos libera mi muñeca y se desplaza hasta mi clítoris donde comienza a masajearlo sobre la tela del traje de baño.
Frota dos de sus dedos haciendo círculos perfectos que me arrancan gemidos y jadeos entrecortados mientras su polla entra y sale sin compasión de mí. Besa mis labios una vez más, antes de erguir su cuerpo y quemarme con una mirada cargada de puro deseo. Toma mis piernas separándolas de sus caderas donde las había enroscado y sin salir de mi las separa acomodando sus manos debajo de mis rodillas.
Una vez se afianza a ellas y me tiene ligeramente expuesta para el sonríe.
— Estoy malditamente loco si no te tomo como quiero...— murmura con voz ronca haciendo que todo dentro de mí vibre con ansias — quiero admirarte hermosa y esto...— dice dando un ligero golpecido con sus dedos sobre mi coño intencionalmente — me lo impide, pero no quiero salir de ti — relame sus labios y respira profundo antes, de desplasarce hacia atrás y salir de mi.
Junta mis piernas con un rápido movimiento y las coloca sobre su hombro izquierdo, se eleva un poco elevándome con el y tira de la tanga con fuerza sacándola de un solo tiron por mis piernas, la deja a un lado sobre la cama y en ese misma posición con las piernas fleccionadas sobre su hombro vuelve a penetrarme.
Esta vez es un poco más rudo, empujándose dentro de mí de un solo tirón, me aferro al edredón que cubre mi cama y cierro los ojos con fuerzas.
— Mírame hermosa, no dejes de mirarme...— me pide con voz ronca mientras entra y sale de mi como un loco ensanchando mi canal para que su polla entre y salga como le plazca.
Estoy completamente encharcada, nunca me había mojado tanto en mi vida con un hombre como hoy con él, mis pechos suben y bajan victimas del bamboleo desenfrenado con el que el Volker esta follandome. Es demencial, es alucinante, es adictivo, es maravilloso, es más de lo que nunca imagine. Con estos vagos pensamientos me corro con intensidad sintiendo como su polla me llena por completo, los dedos de mis pies se adormecen por la magnitud del orgasmo que me está dando.
— Eso hermoso, si córrete con fuerza...— me espeta sin dejar de moverse.
Verlo empapado de sudor arremetiendo con tantas ganas contra mi coño es la viva imagen de un puto dios, uno que podría adorar la vida entera si él quisiera. Volker no me da tregua, separa mis piernas sosteniéndolas una vez más por debajo de las rodillas, en esta posición puedo verlo entrar en mí, pero también puedo ver su espléndida anatomía...
En su torso puedo contar ocho abdominales perfectamente definidos, hermosamente cincelados sobre su piel y estos terminan en esa perfecta y sexy V que le da paso a su vientre donde vive este increíble y maravilloso instrumento de dar placer. Ahora entiendo todos esos comentarios en la secundaria cuando hablaban de él, todo tiene un mágico sentido.
— Maldición...— farfulla entrando de pronto con más fuerza en mi interior y quedándose allí unos instantes si volver a moverse — hermosa eres jodidamente estrecha...— sus palabras me suenan a queja y sonrió.
— ¿estas quejándote? — el ríe negando con la cabeza tratando de acompasar su respiración.
— Para nada, esto es endemoniadamente increíble — hace una pausa humedece sus labios y pasa una de sus manos sobre su cabello haciendo que lo vea embobada — pero si continuo así voy a correrme y aun no quiero hacerlo — me explica, dejándome ver entre líneas que esto es solo el comienzo.
Volker se inclina sobre mí y toma mis labios una vez más, mientras su cadera una vez más empieza a alejarse de mí, vaciando mi canal, pero volviendo a llenarlo en cuanto su glande está por salir, repite el proceso varias veces acariciando mi punto G con demasiada precisión por lo que en un par de esos deliciosos y perfectos movimientos vuelvo a correrme.
Vuelve a aumentar la velocidad de sus arremetidas, contradiciendo sus palabras, pero no me importa puede entrar y salir de mi a la velocidad y con la fuerza que quiera, es malditamente rico y no quiero que pare.
— En realidad no importa...— murmura sobre mi oído volviendo a envestirme — porque no pienso dejar esta jodida habitación hasta que seas tú quien me lo pidas...— vuelve a entrar en mí y grito por la fuerza con que lo ha hecho esta vez.
— Por mi puedes quedarte la vida entera aquí adentro Volker...— jadeo sobre sus labios.
El sonríe de esa jodida forma en que suele hacerlo cuando tiene la seguridad que nada ni nadie lo hará perder, me embiste un par de veces más orillándome una vez más al borde el orgasmo, su cuerpo se tensa y gruñe corriéndose conmigo. Disfruto de como su cuerpo y su polla sufren pequeños espasmos, descargándose por completo en mi interior, la calidez de su semen hace que mi orgasmo se prolongue un poco más. Para cuando Volker se dejar caer sobre mí, mi cuerpo aun continúa temblando un poco.
— Eres mi pecado más dulce hermosa...— murmura sobre mi mejilla antes de buscar mi boca y besarme con lentitud, haciendo de este instante el momento más perfecto y hermoso de toda mi vida.
Nota del autor: hola mis gamers, buenas y ricas madrugadas. Esta entrada esta destinada a varias cosas, la primera pues darles un poco mas de esta incipiente pareja de la que hemos visto tan poco a lo largo de la historia y pues como no? si han pasado la vida entera evitandose... pero aquí esta mas que claro que entre estos dos hay mucha tela que cortar. Hablemos primero de esto, que les ha parecido? ya tienen una idea de como son estos dos no? Particularmente me gustan como se ven y lo que sienten, es algo muy bonito e intenso. Uds que opinan?
Por otro lado es para avisarles que pausare la novela por un par de semanas, la razón empezaron los #Wattys y hay una historia que quiero inscribir y esta a nada de ser terminada (y la pause por centrarme en Slave Game, así que me parece justo que pause un poco Slave para concluirla), creo que tiene una oportunidad de ganar algo (a mi parecer) porque es una historia super brutal, (si quieren leerla, les invito hacerla se llama Zero Feelings y esta super buena, como todas mis historias bien intensa, con personajes super interesantes, escenas super excitantes y con una trama que los atrapara de inmediato) serán solo dos semanas o quizás menos.
Pero como se que estamos TODAS super metidas con Kazzy decidí dejarles algunos extras estos días que estaré ocupándome de mi bello Zero, empezando por este, de hecho empezare de adelante hacia atrás. Osea del acontecimiento mas reciente al mas antiguo. Les comento el orden para que sepan lo que viene estos días.
Extra de Winter (El de la boda, donde arruina los autos de Kai y Ajax)
Extra de Volker y Azhar (El del día que jugaron paintball y se fueron juntos)
Extra de Ajax y Winter (La primera vez de esta singular parejita)
Las iré subiendo sin avisar, así que serán de sorpresa. Espero disfruten de estos extras y sepan comprenderme.
Ah una ultima cosa, este tema que les dejo aquí abajo es el tema exclusivo de #Aiker, simplemente porque se ajusta a la perfección a su relación y a lo que han vivido ambos.
Besos les amo infino, gracias por el apoyo y por leernos!
https://youtu.be/wA4ppvp2IzY
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro