🎭Capítulo 94 - El club 🎭
Maratón 7/8
Volker Kholer.
Ajusto el nudo de mi corbata y respiro profundo, todo lo que ha estado pasando con Kai y Eli me han dejado en una disyuntiva personal, una que no sé muy bien cómo manejar. Pero que en definitiva necesito resolver, no puedo seguir así, no es sano para ninguno de los tres, aunque Azhar me dejo en claro que lo nuestro no es serio no me gusta hacer esto. No cuando Aina está de por medio.
Tomo la máscara que usare esta noche, un simple antifaz negro. Me lo coloco y bajo del auto, aunque debo resolver mis cosas, esta noche la idea es resolver el show que se ha estado montando Kai. Nunca termine de entender ese empeño en alejar cuando es evidente que está muriéndose por volver con Elizabeth. Pero bueno como buen Metzler que es si las cosas no salen como quieren tienden hacer cosas estúpidas.
Camino por el pasillo hasta el stand de la entrada y en vez de dar mi membrecía entrego la invitación. Esta noche aunque el club está completamente funcional tenemos el área VIP de los miembros Platinum reservada para la fiesta de Winter y Ajax. Revisan que mi nombre este en el sistema y luego de la verificación, una hermosa mujer en un pequeño vestido rojo me guía hasta el área VIP.
Al llegar no puedo evitar reír, la decoración del lugar es una clara alusión a Winter. Todo luce como si estuviéramos en pleno invierno. Niego con la cabeza mientras trato de encontrar a mis amigos entre la pequeña multitud que nos rodea. Paso junto algunos árboles cubiertos de nieve artificial para alcanzar la mesa donde estan Winter y Ajax enredados en un beso bien intenso.
— No perdemos el tiempo ¿no? — bromeo al llegar interrumpiéndolos.
Ajax se gira y me muestra su típica costumbre de llevar el mismo antifaz que su invitada. Esta noche llevan antifaces azules con dorado a juego. Winter me sonríe ampliamente y se pone en pie dejando a la vista ese escultural cuerpo que se gasta. Lleva un vestido dorado con brillos que deja a la vista su torneadas piernas y parte de su espalda, se acerca a mí y deja un par de besos en mis mejillas. Luego se inclina sobre mi oído y murmura divertida.
— Dime que vas a jugar hoy...— rio cuando se separa y está mirándome con picardía.
— ¿Ustedes lo harán? — Ajax rodea su cintura y me tiende su puño para saludarme.
— Por supuesto, no dejaría pasar esta oportunidad...— es el quien responde por ella y rio.
— ¿Kai ya llego? — pregunto mirando alrededor una vez más.
— No, viene de camino...— responde esta vez Win — y Lizzy está en la habitación esperando...— me explica antes que pregunte por ella.
— ¿Cómo está?
— Nerviosa, pero muy segura que funcionara...— responde Ajax sonriendo.
— Espero que sí y esto termine por joderlo todo...— hago una pausa y suspiro — es una idea muy arriesgada más siendo todo tan resiente.
— Es una genio, mata varios pájaros de un solo tiro...— responde Ajax metiendo su rostro en el cuello de Winter que ríe.
— Pues sí, resuelve todo de una sola vez — confirma esta a su vez.
— A veces pienso que no conoces a Kai realmente...— murmuro viendo serio a Ajax que ríe.
— Y yo a veces pienso que ninguno de los dos lo conoce de verdad, porque vamos ¿tu creíste que iba a actuar como un hijo de puta con Lizzy cuando regresara? — en eso tiene razón, imagine cualquier cosa menos el puto comportamiento que tuvo — lo único que te diré es que prepárate porque en cuanto resuelvan todo estaremos en un lio de proporciones épicas por apoyarla hacer esto — Winter ríe y se encoge de hombros.
— Que no sea pesado y disfrute... además dudo mucho que al final del día se cabree tanto, a fin de cuentas esta su vida ¿no? y Lizzy está dispuesta a ser parte de ella...— se gira y besa en los labios a Ajax antes de volver a poner sus ojos en mi — y tú no te hagas, ¿vas a jugar? — rio negando con la cabeza y observo a Ajax que sonríe con picardía.
— Te esperamos...— afirma este dándome luz verde para unirme a su juego.
— Vale...— choco su puño con el mío y Winter en seguida se acerca a mí y deja un beso en la comisura de mis labios.
— Perfecto...— murmura apartándose y alejándose de ambos.
— Esa mujer será tu perdición...— me burlo y Ajax suspira embobado admirando a su novia.
— Ya lo es colega... y te juro que nunca nada me había dado tanto placer como tenerla en mi vida — sonrió y suspiro una vez más pensando en Aina.
— Buenas noches...— la voz de Kai se escucha a nuestra espalda, interrumpiendo nuestra conversación.
Nos giramos para verlo, en cuanto Ajax ve su rostro empieza a reír y niega con la cabeza.
— Vaya, ahora jugamos con medio rostro descubierto... ¿es un avance o una técnica para no cometer los mismos errores? — lo puya haciendo que este lo asesine con la mirada.
— Que te den...— suelta sin más girándose para dejarse caer en una de las sillas — ¿No tienes que follarte alguien, tu novia quizás? — pregunta mirando alrededor.
— Eso voy hacerlo, pero antes pienso compartirla, sabes de eso ¿no?...— responde despreocupadamente mientras Kai se tensa considerablemente.
Joder Ajax le encanta poner de los nervios a Kai, como si fuera muy agradable tenerlo en plan malhumorado, pero afortunadamente ignora la provocación de nuestro colega y pone sus ojos en mí.
— ¿Viniste solo? — pregunta con curiosidad, asiento sentándome a su lado.
Ambos permanecemos en silencio, después de la discusión en la isla a su regreso volvimos a conversar, no fue agradable pero era necesario hacerlo y aunque aparentemente todo está bien, sé que lo tortura saber que Eli haya jugado con los tres. Aunque como le asegure ese día, de haberlo sabido ni Ajax ni yo habríamos jugado a menos que el así lo deseara, así funcionamos no iba a cambiar esa vez.
— ¿Vas a jugar? — indago en cuanto lo veo poner su atención en una mujer que está a pocos metros de distancia.
Es alta, de cabello negro y con cuerpo de modelo, el tipo de mujer que en algún momento Kai habría escogido para jugar, su piel es blanca lo que le permite marcarla.
— A eso vine...— responde con frialdad haciéndome respirar profundo.
Me exaspera esta jodida actitud y más aun después de haberlo visto vuelto mierda en la isla, ¿Por qué demonios no deja su orgullo de lado y resuelve esto de una vez? No digo nada porque no tiene caso, si algo se de los Metzler es que cuando se les mete una puta idea en la cabeza es realmente complicado sacarla de ella. Solo espero que esta noche todo salga bien y no terminemos jodiendo más las cosas.
Lizzy White.
Camino de un lado para el otro en la pequeña habitación, mientras espero que Winter regrese, el plan desde un principio fue esperar que el magnate llegara y dejar que se pusiera "cómodo", solo que ahora no estoy muy segura de eso, no sé si soportare estar aquí mientras afuera hay un montón de mujeres dispuestas a jugar con él. Por otro lado tengo un par de días sin verlo porque ha estado de junta en junta fuera del Lux, asumo que es una táctica para no vernos, pero bueno. Esta noche sus tácticas me las pasó por los ovarios y más vale que me escuche.
La ansiedad se apodera de mi haciendo que los nervios aumenten no sé cómo vaya a reaccionar cuando haga esto pero por nuestro bien espero todo salga bien. La puerta se abre y Winter entra con una sonrisa enorme en los labios.
— ¿Y, ya llego? — pregunto ansiosa acercándome a ella.
Win asiente y sonríe con picardía.
— Si y el muy maldito luce hermoso, vas a morirte en cuanto lo veas — agrega haciendo que ría con nerviosismo, Winter siendo Winter — pero resistirás de acuerdo, nada de derretirse por el al verlo...— comenta divertida y rio más nerviosa aun.
Imposible no hacerlo, si algo se del magnate es que cada que viene aquí luce terriblemente hermoso, se arregla para conquistar a cada jodida mujer a su alrededor y no es algo que le cuesta mucho hacer normalmente, imaginen cuando quiere hacerlo.
— Volker también está aquí...— agrega después de unos segundos, muerde su labio inferior conteniendo esa sonrisa pícara que conozco demasiado bien.
— ¿Que? — pregunto riendo, muy consciente de la locura que saldrá de sus labios.
— Lo invite a jugar...— abro la boca y los ojos como platos, fingiendo estar sorprendida.
Mientras ella empieza a reír a carcajadas, me uno a ella pero no voy a negar que me sorprende más, que ella lo haya invitado o que el haya aceptado.
— Bien, las cosas están empezando a calentarse allá afuera, ten...— dice tendiéndome la máscara que me cubrirá el rostro por completo.
Esta es blanca con copos de nieve dispuestos a un costado, toda esta noche es alusivo a su nombre, ¿Por qué? pues porque Ajax ha dicho que tenía que ser algo extravagante y diferente que los representara a ambos y que mejor que el nombre de mi mejor amiga.
Respiro profundo y asiento en su dirección mientras ella se gira y toma el abrigo de piel que reposa sobre la cama, este es un abrigo completamente blanco haciendo alusión a la piel de los animales cuando están en invierno. Ayuda a ponérmelo y en cuestión de nada llevo la misma ropa que usan los miembros que trabajan para el club. Esto fue un cambio de último momento porque la verdad no podía quedarme sin hacer nada, mientras Kai esta allá afuera haciendo dios sabe qué y yo aquí imaginándome un sinfín de cosas.
Prefiero ver lo que hace y atenerme a ello a estar aquí y no saber qué pasa.
Winter arregla el abrigo para que mi conjunto de lencería no se note y sonríe satisfecha una vez estoy lista, pero de pronto su rostro se torna serio.
— Eh Lizzy...— indaga, con cierta duda en la voz — antes de venir aquí lo vi conversando con una mujer, así que preguntare esto una vez más...— suspiro y niego con la cabeza deteniéndola antes que termine.
— Es un club sexual Winter, además está soltero...— respondo lo obvio aunque por dentro me esté matando el saber que está en plan de continuar como si nada — y aunque me jode saberlo, es parte de esto...— concluyo respirando profundo llenándome de fuerza.
— En serio eres la puta ama, ya yo lo habría mandado a la mierda...— rio divertida porque dudo que siendo ella solo haga algo como eso.
— Bien, hagamos esto...— respiro profundo y me giro para verme en el espejo antes de salir.
Admiro mi "disfraz" encantada, porque es realmente hermoso y la verdad es que hace justo lo que quiero, me tapa a la perfección, solo se pueden ver mis manos y parte de mis tacones.
La fiesta que se han invitado Winter y Ajax para poder estar todos esta noche aquí no es más que la excusa para poder llevar a cabo mi plan, que más bien parece un plan elaborado por Win y no por mí, pero que estoy segura que funcionara, de lo contrario moriré. Porque no me imagino la vida sin Kai y si el muy imbécil después de hoy sigue actuando igual juro por dios que antes de desaparecer le haré la vida de cuadritos por imbécil.
Detallo la máscara que llevo puesta y suspiro ante la irónica idea de cubrir mi rostro por completo como el hacía cada vez que jugamos. Asiento y sin demorar más esto abro la puerta y salgo al área VIP donde la música sugerente de inmediato atrapa mis sentidos, a diferencia de cuando llegue en este momento las luces son más tenues y hay una especie de bruma alrededor dando la sensación de frialdad y seducción. Camino entre las personas tratando de ubicar al magnate.
La mesa en la que nos sentamos al llegar está ocupada por Volker, Ajax, una mujer de cabello negro y si, el magnate sentado a su lado. En cuanto lo veo mi corazón late desbocado, lleva un traje negro de tres piezas de esos que le quedan a la perfección y lo hacen lucir terriblemente sexy. Detallo como este se ajusta a sus hombros, hasta la camisa y la corbata que lleva es negra, como si de alguna manera no quisiera llamar la atención.
Pero cuando alcanzo su rostro me detengo en seco porque la máscara que lleva, es como de metal y luce una especie de expresión molesta que se asemeja mucho a las expresiones del magnate cuando esta cabreado y además como un plus interesante esta solo le cubre la mitad del rostro, no por supuesto que quiere llamar la atención y es justamente lo que causa.
Respiro profundo al ver la sonrisa pícara que lleva pintada en los labios y como esta va dedica a la mujer de cabello negro, que no para de coquetearle con descaro de pronto esta se inclina sobre él y se acerca a su boca, me tenso de inmediato al verla acercase a él pero con un movimiento rápido aparta la cara y se tensa un poco.
Ese ligero gesto me tranquiliza un poco, porque de alguna manera está evitando el contacto. Pero la zorra no se da por vencida y vuelve a intentarlo, esta vez el magnate la toma de las mejillas y evita sus labios una vez más pero en respuesta esconde su rostro en el cuello de la mujer donde empieza a dejar una serie de besos, besos que me enardecen y me hacen sentir una terrible ira.
Mi pecho arde y las ganas que tengo que de ir hasta donde esta y darle un guantazo a ambos se apoderan de mí, pero venga tengo que tranquilizarme, esto es parte del puto plan.
Respira Lizzy, respira no puedes mandar todo a la mierda, como el tienes que ser el cerebro de la relación esta vez porque en definitiva su genialidad se perdió en algún puto lugar de camino aquí.
— Creo que deberíamos hacer esto ya, porque si no podría salirse de control...— murmura Winter a mi lado al ver la escena que presencio completamente tensa.
— Sí, creo que si... antes que vaya y le arranque el cabello a la idiota esa — murmuro girándome para alejarme de la mesa y de los juegos e intenciones del magnate por olvidarme.
Una vez en el lugar que donde debo esperar, me giro y contemplo como mi mejor amiga alcanza la mesa y murmura algo en el oído de Ajax que asiente, este rodea su cintura colocando una de sus manos sobre su cadera con cierta posesividad que me hace sonreír.
Luego este comenta algo en voz alta, haciendo que todos rían, se pone en pie acomodándose junto a mi mejor amiga que da un vistazo en mi dirección antes de regresar su atención a los que la acompañan, Volker los imita pero el magnate se demora un poco más, ya que conversa en murmullos con la mujer que ríe divertida y asiente, colocando una de sus manos sobre la pierna del magnate. Cierro los ojos y respiro profundo.
Venga Lizzy se paciente.
Luego ambos se ponen en pie y siguen a los demás que echan andar hacia un costado de la sala, hacia el área de los reservados, de camino como siempre Kai llama la atención de varias mujeres y hombres que aprovechan para tocarlo, a todas les sonríe o les guiña el ojo que lleva descubierto. El que este coqueteando con cuanta mujer se le pone cerca me enerva, es un imbécil de primera. Respiro profundo tratando de controlarme nuevamente y de no mandar todo a la mierda.
— Esta aquí porque tú lo quisiste así Lizzy...— murmuro en español recordándome que esto es parte del plan y que posiblemente de ser así Kai no habría venido al club.
Al menos eso quiero creer.
Cuando los pierdo de vista cierro los ojos y respiro profundo, preparándome mentalmente para lo que se viene, debo esperar algunos minutos antes de ir. Ya que debo dejar que entren en calor, he jugado con ellos otras veces y sé muy bien que el magnate es de preámbulos, aunque puede que esta noche no sea así.
Respiro acelerada de los nervios por acercarme y saber que están haciendo en este instante, después de algunos minutos que se me antojan eternos me dirijo hacia el lugar por el que ellos acaban de irse. Mientras paso entre las personas una que otra mujer me toca haciendo que de este momento sea un poco incómodo pero excitante a partes iguales y entonces comprendo lo que el magnate siente al estar aquí.
Alcanzo el pasillo y camino muy segura hasta la habitación donde se supone que van a jugar, cuando llego a la puerta junto a ella esta una mujer vestida exactamente igual a mí con una bandeja de plata en la mano, con copas en ella.
— ¿Elizabeth? — Pregunta al verme, suspiro y asiento — ten, el Sr. Fellner me ha pedido que te entregue esto también...— dice teniéndome una bolsita con dos pastillas en el interior — con una sola basta para que se atonte si quieres que se duerma debes darle las dos, el efecto es bastante inmediato pero no dura demasiado — me advierte dándome la droga.
Respiro profundo al tomarla sabiendo que esta quizás es la peor parte del plan y por supuesto la única parte de el en el que no participe ni estuve al cien por cien de acuerdo. Pero según Ajax es la única forma de lograr hacer lo que quiero y como quiero hacerlo. Suspiro y con cuidado meto la bolsita dentro de mi sujetador. Para luego hacerme con la bandeja con las copas y la botella de champán.
La chica abre la puerta para mí y en cuanto entro quiero salir corriendo. La mujer de cabello negro está sentada a ahorcadas sobre el magnate mientras le besa el cuello y este solo mira al techo con expresión seria. Suspiro y paso de ellos metiéndome en el papel. Me acerco a la mesa del costado donde Ajax, Winter y Volker han iniciado también con sus juegos.
Tratando de ignorar lo que ocurre a mi alrededor, sirvo las copas con nerviosismo, miro sobre mi hombro para ver una vez más al magnate y me tenso cuando la zorra intenta alcanzar sus labios una vez más, pero este vuelve a rechazarla, girando su rostro en mi dirección, con disimulo vuelvo la vista a lo que hago y termino de servir el champan, saco las dos pastillas y las coloco en una de las copas, espero algunos segundos viendo como estas se disuelven como si fueran pastillas efervescentes.
Unos segundos después estoy tomando la bandeja para repartir las bebidas, cuando me acerco a Ajax y Winter ambos dejan de besarse y me sonríen con picardía.
— Gracias caderas sexys...— murmura Ajax en tono divertido haciendo que Winter ría y lo empuje ligeramente.
— Idiota...— murmuro por lo bajo tendiéndole una copa a Win que la recibe y da un sorbo de inmediato.
Luego me giro y le doy una a Volker que sonríe y asiente mirando en dirección a donde se encuentra el magnate. Cuando camino hacia ellos, la mujer de cabello negro se ha encargado ya de deshacer el nudo de su corbata y ha empezado a desabrochar los botones de su chaleco. Tomo la copa de la derecha y se la doy a la mujer que la toma de inmediato, da un sorbo y la coloca de regreso sobre la bandeja para luego volver a buscar los labios del magnate.
¿Esta perra no entiende que no quiere besarla? Pienso completamente exasperada.
— ¿Esa es mía? — pregunta la voz ronca del magnate trayéndome de regreso a la realidad.
Asiento, tomo la copa y se la tiendo, cuando esta por tomarla sus dedos rosa mi piel y un escalofrió me recorre entera. Pero no parece ni notarlo, toma la copa y se empina el contenido bebiéndolo todo de una sola vez. No necesito que me lo digan o que siquiera él hable para notar lo mal que esta, ¿Por qué hace esto si no quiere? Respiro profundo cuando vuelve a colocar la copa sobre la bandeja y me giro para irme pero su voz me detiene.
— Oye...— me tenso — ¿quieres jugar? — esas dos palabras me tensan, ¿no te basta con una?
— Si quieres jugar con alguien que sea conmigo...— murmura la mujer girando su rostro de Kai para volver intentar a besarlo.
— Regla número uno... no beso mientras juego...— le espeta apartándose de pronto con brusquedad.
— Joder eso es nuevo también...— comenta la voz de Ajax uniéndose a nosotros — hasta donde recuerdo contigo casi todo se valía...— el magnate lo asesina con mirada mientras él le tiende la mano a la mujer de cabello negro que frunce el ceño.
— ¿Qué haces? — pregunta Kai mirándolo mal.
— Vamos a jugar ¿no? — En ese momento Kai parpadea un par veces y mueve su cabeza un poco hacia los lados — venga hermosa juguemos...— insiste Ajax, Kai lo observa un instante, luego a la mujer y después de unos segundos me observa a mi frunciendo el ceño.
— ¿Qué le pusiste...— murmura tomando su cabeza.
Entonces las cosas que pasan luego son algo confusas, Kai intenta quitarse a la mujer de encima sin poder lograrlo cuando su cuerpo se debilita y cae de costado sobre el sofá. La mujer grita sorprendida y Ajax tira de ella para ponerla en pie y hablarle. De inmediato Volker se acerca a Kai y acomoda su cuerpo, luce tenso y preocupado.
— Bien querida tú ya no tienes nada que hacer aquí...— la voz de Winter inunda el espacio y veo como la mujer se gira preocupada para ver a Kai.
— ¿Qué le paso, está bien?
— Uy si, está en perfecto estado... esa de allí es su novia y se hará cargo de el...— comenta Ajax señalándome y haciéndome sonreír por lo del "su novia"
— ¿Novia? — pregunta con curiosidad la mujer.
— Venga ya, afuera hay más hombres que seguro querrán follarte...— suelta Winter exasperada.
A todas estas no puedo ni moverme del lugar de los nervios que me cargo, cuando finalmente logran sacar a la mujer de la habitación, Ajax y Volker se ponen manos a la obra, haciendo un esfuerzo mueven a Kai sobre la cama, Winter con cuidado acomoda sus piernas y le quita los zapatos.
— Ve por las esposas...— me indica Ajax entregándome su tarjeta platinum.
Me giro y camino hacia el estante donde están los juguetes, el panel lee el código de la membresía de Ajax y las puertas de este se abren, de inmediato busco un par de esposas y me hago con ellas. Camino de regreso y con cuidado se las coloco a Kai en la muñeca y luego el otro extremo lo ato a la cama. Subo sobre la cama pasando por encima del cuerpo del magnate y me ocupo de hacer lo mismo con su otra mano.
Una vez me aseguro que está bien sujeto, permanezco arrodillada cerca de él admirando sus rasgos. Suspiro y antes de poder salir de mi ensimismamiento la voz de Volker me devuelve al presente y a la realidad.
— Suerte...— murmura mirando a Kai luego a mí.
Sin agregar nada más, se gira y sale de la habitación en la que ya solo nos encontramos Kai y yo.
Suspiro ansiosa anticipándome a las posibles reacciones del magnate. Esto es una locura, una que posiblemente nuca olvidaremos ninguno de los dos, sin importar lo que pase, sé que ambos guardaremos este día dentro de nuestras cabezas y corazones como para siempre. Con cuidado bajo de la cama y me deshago del abrigo quedando solo en ropa interior, la máscara que también me la quito para poder hacer esto con mayor comodidad y regreso a la cama.
Me tomo unos segundos más para admirar la mitad de los labios del magnate que están expuestos y suspiro anhelando poder besarlos, pero por ahora solo tengo una misión en mente, me inclino sobre él y termino de desabrochar los botones de su camisa exponiendo su trabajado torso, que aprovecho de tocar con suavidad, tan acostumbrada a ello que no es hasta este jodido instante en que me doy cuenta que no he logrado dormir estos días porque tengo la mala costumbre de dormirme acariciándolo.
Suspiro mientras deslizo la yema de los dedos por la hendidura de sus abdominales hasta el borde del pantalón, allí me deshago de broche y con cuidado de no lastimarlo o incomodarlo comienzo a quitárselos, una vez llego a sus pies, lo saco con cuidado y los doblo para luego dejarlos en la esquina de la cama. Su camisa por ahora se quedara dónde está, muerdo mi labio inferior contemplando la escultural anatomía del magnate.
Es inevitable la reacción de mi cuerpo al verlo semi desnudo, suspiro deseando que cuando despierte no sea un imbécil y todo salga bien. Me bajo de la cama revisando que todo vaya como lo he planeado, miro a mi alrededor y recuerdo que aún falta algo, sonrió y camino al panel de la pared donde se controlan las luces y la música, de inmediato busco la lista de reproducción que dispuse para este día, sé que si esto sale mal jodere un montón de canciones muy buenas pero si todo sale justo como espero, solo tendremos un repertorio de canciones que nos recordaran un momento muy caliente.
Una vez todo listo, regreso sobre mis pasos y abro el estante para sacar una cinta negra, esto no era parte del plan original pero justo en este momento se me antoja darle una puta lección por ser tan imbécil y buscar de meterse con la primera zorra que le paso por al frente. Suspiro sintiendo los celos hacer su aparición y camino de regreso a la cama, me siento ahorcadas sobre él y basta sentir la calidez de su cuerpo para que el mío reaccione.
Con cuidado de no lastimarlo al colocar la cinta sobre sus ojos la amarro y fijo con delicadeza sin quitarle su hermosa mascara que debo reconocer es realmente increíble, tiene un diseño excepcional, como todo en la vida del magnate. Me bajo una vez más de el para colocar la música y esta se reproduzca aleatoriamente.
Pronto la música llena el ambiente y me ocupo también de las luces, las atenuó lo suficiente como para que todo quede bastante íntimo y sugerente, camino hasta el borde de la cama y me quedo allí observando al magnate, no debe tardar mucho por despertar, espero que así sea porque ya la ansiedad me está matando.
Kai Metzler.
Me remuevo incómodo y con un ligero sabor extraño en la boca, cuando abro los ojos lo único que consigo a mi alrededor es oscuridad, de inmediato me tenso e intento ponerme en pie pero lo único que consigo es darme cuenta que estoy esposado. Mi ceño se frunce al sentir como alguien se acomoda ahorcadas sobre mi cintura.
— ¿Qué coño pasa? — Espeta tirando de mis muñecas — ¿Por qué hiciste eso? — pregunto una vez más, estoy seguro que es una mujer la que está sobre mí, de hecho estoy seguro que es la mujer que repartía las bebidas.
— Sssshhh...— murmuran acercándose a mi rostro y de inmediato me tenso.
El aroma a frutas cítricas llega hasta mi nariz y tiro nuevamente de mis manos con la intención de quitar la venda que me cubre los ojos.
— ¿Qué coño? — pregunto una vez sintiendo como la ira y la frustración se hacen presentes.
— Vas hacerte daño si sigues tirando de las muñecas de esa forma...— su voz me detiene de inmediato, tensando cada maldito musculo de mi cuerpo.
Porque no necesito verla para saber que es ella, de hecho el solo olerla supe que era ella, respiro profundo y trago duro conteniendo las emociones que comienzan arremolinarse en mi pecho. Ira, celos, frustración, ansiedad y confusión. ¿Qué coño está haciendo aquí y por qué estoy atado a una cama con la jodida periodista encima?
— ¿Qué significa esto? — suelto entre dientes.
— Esto significa que me importa una mierda que no quieras escucharme porque es justamente lo que vas hacer...— murmura con arrogancia haciendo que quiera estamparla contra la pared.
— Elizabeth...— le advierto sintiendo como mi cuerpo reacciona al suyo.
— Dime...— comenta divertida y juro por dios que la mato.
— Suéltame...
— No, no pienso soltarte, de hecho vas a quedarte justo allí hasta que termine de hablar y solo entonces puede ser que te libere...— el puto tono que utiliza no solo me enloquece me cabrea de maneras inimaginables.
Siento mi cuerpo arder y no sé muy bien si es a causa de la lujuria o el cabreo, el punto es que quiero tomarla del cuello y hacerle de todo. Pero la muy hija de puta ha sabido jugar sus cartas esta vez y me ha atado, debo darle puntos extra por esta idea, porque es la única manera en que puede retenerme y es la única puta manera en que sabe que me controlará... hasta que empieza a mover las caderas y recuerdo la razón por la que he estado evitándola.
De inmediato mi polla se tensa y vibra ansiosa por sentirla, no necesita más que un par de roses para desesperarme por completo y tenerme donde quiere. Tiro de mis manos una vez más deseando poder sentirla, tocarla, agarrarla y manosearla, pero la muy...
— ¡Maldita sea Elizabeth suéltame! — elevo la voz buscando de intimidarla pero está claro que en este momento se siente más que yo.
— No...— sus caderas se mueven de atrás hacia adelante sobre mi polla estimulándola y en cuanto la escucho jadear siento que el puto mundo se me viene encima.
— Si lo que quieres es que te folle, sueltamente y te daré el mejor puto orgasmo que te han dado en toda tu jodida vida...— suelto perdiendo el poco control que tengo.
El movimiento de sus caderas se detiene y por un instante creo que va a bajarse, pero lo que ocurre luego me sorprende, la venda descubre mis ojos permitiéndome ver la habitación en la que estamos, parpadeo un instante solo para quitar la molestia de no poder haber visto en un rato y cuanto pongo mis ojos en ella absolutamente todo pierde sentido.
¡Maldita sea! ¿Cómo puedo ser tan imbécil?
Devoro su cuerpo con ansias y necesidad, perdido en cada centímetro de su hermosa y tersa piel, que esta vez brilla con intensidad y no solo gracias a los destellos que esta vez si están presentes, simplemente ciento que en este puto instante ella brilla con luz propia. Deslizo mis ojos por sus perfectos y maravillosos pechos que van cubiertos por una tela de encaje negra, que me permite ver lo duro que están sus pezones.
Su abdomen plano se mueve al ritmo de su respiración hasta que alcanzo el tatuaje sobre su pubis y trago duro, puto tatuaje me pone como un maldito tren, además está entre dos finas tiras de la braga que lleva puesta y hace conjunto con el sujetador. Respiro profundo antes de ascender por su cuerpo para admirar su rostro, pero para mi sorpresa está cubierto por una máscara blanca.
La tensión que se ha generado entre ambos después de mi comentario es muchísimo mayor.
— ¿Qué dijiste? — pregunta con voz ronca.
— Si lo que quieres es que te folle solo tienes que liberarme — le espeto entre dientes volviendo a tirar de mis manos.
La desesperación por tenerla así de cerca y no poder tocarla me está llevando a niveles que jamás había experimentado y ya no solo hablo de frustración y cabreo. Vuelvo a tirar de la esposas lastimando mis manos en el proceso, pero ella lo ignora y permanece mirándome. Después de unos segundos eleva sus manos y sujeta la máscara con una mientras que la otra la lleva detrás de su cabeza.
En un movimiento delicado retira la máscara dejándome ver ese jodido rostro que amo con cada puta fibra de mí ser. Mi corazón late desbocado haciendo que mi pecho duela, por un instante me olvido de todo lo que ha pasado y solo somos ella y yo. Hasta que abre la boca y jode el momento.
— Si quisiera que me follaras ya lo estarías haciendo...— una de sus cejas se eleva mirándome con altanería — después de todo estas aquí esta noche gracias a mi...— esas palabras me hacen fruncir el ceño y entonces caigo en cuenta.
— Esto fue idea tuya...— suelto sorprendido, ella sonríe y asiente.
— A los idiotas como tú no vale la pena sentarlos en una mesa y hablarles — en cuanto dice la puta palabra el asesino con la mirada — hay que bajarles el ego, dejarlo al mismo nivel que uno y luego bajárselos un poco más...— coloca la mascara a un lado y humedece sus labios.
Ese jodido gesto como siempre repercute en mi polla e involuntariamente elevo un poco mis caderas para que me sienta. Sus labios dibujan una sonrisa triunfante suspira divertida.
— No vuelvas a llamarme idiota
— Lo siento no tienes otra definición...— me corta antes de poder seguir hablando — ahora escúchame bien — rio negando con la cabeza y vuelvo a elevar mis caderas haciendo que mi polla choque con su coño.
Ella jadea y me asesina con la mirada, entonces se inclina sobre mí y tira con cuidado de mi propia mascara.
— Sin mascaras...— jadea.
— No tenemos nada de qué hablar...— suelto — vine aquí a follar y tú también vamos a ello entonces...— vuelvo a provocarla haciendo que sus manos se apoyen sobre mi pecho y sus uñas se entierren en mi piel.
Sus ojos me calcinan y yo solo quiero en este instante hundirme en ella, follarla tan duro y dejarle tantas jodidas marcas que nunca se borren de su piel que aunque no estemos juntos sepa que siempre va a ser irremediablemente mía.
— Está bien...— dice sin más, de repente cediendo a mi demanda — si quieres que follemos eso haremos, pero aguarda aquí un momento.
Mi ceño se frunce cuando se pone en pie se baja de la cama, en cuanto me da la espalda la maldigo en voz baja, luce malditamente hermosa con ese conjunto, además los tacones la hacen lucir más alta y estilizada, camina hasta la pared donde está el panel y ajusta un poco más la iluminación haciéndola más visible, cuando camina de regreso a mí, lleva sus manos a su cabello y lo suelta.
— Así te gusta más ¿no? — comenta con arrogancia.
No respondo nada, hasta que la veo caminar hacia la puerta.
— ¿Qué haces?
— Quieres jugar ¿no? — comenta deteniéndose y girándose para verme, humedece sus labios y los muerde conteniendo una sonría — iré por Volker y Ajax para que se unan a nosotros...— en cuanto esas palabras dejan sus labios todo explota en mi interior y juro por dios que quiero desaparecerla.
— ¿Qué? — suelto entre dientes presionando mis mandíbula con fuerza.
— Es un club de juegos ¿no? no tienes nada que hablar conmigo y según tu solo has venido a follar...— mi cuerpo se tensa cada vez más con cada maldita palabra que dice — esta noche las reglas del juego las pongo yo Metzler — dictamina girándose colocando sus manos en jarra sobre su cintura haciendo que todo mi cuerpo grite y anhele tenerla.
— Así que o lo hacemos por la buenas o soy tan hija de puta como tú has sido todos estos malditos días — me reta haciendo que en serio me cueste trabajo controlarme.
— Ven aquí...— le espeto entre dientes, ella eleva una de sus cejas y se cruza de brazos mirándome con altanería.
— Dulcifícame el tono...— pongo los ojos en blanco y bufo exasperado volviendo a tirar de las esposas — si te jodes las muñecas ni se te ocurra luego culparme...— se burla la muy malnacida.
— ESTAS DISFRUTANDO ESTO ¿NO? — grito ya perdiendo el control.
— ¿Soy sincera o te miento? — pregunta divertida.
— ¡SUELTAMENTE MALDICION! — vuelvo a gritar haciendo solo que vuelva a reír.
Y esa maldita actitud despreocupada y altanera no solo me cabrea, me pone como un puto cavernícola, porque el que este comportándose de esta manera me fascina. Ella sabe muy bien que decir, que hacer y cómo actuar para volver loco de ira y deseo al mismo tiempo. Entonces con una media sonrisa pícara en los labios regresa sobre sus pasos y se acerca a la cama.
— ¿No que no te gustaba gritar? — me puya una vez más cierro mis ojos tratando que no me afecte, pero venga es imposible que no lo haga.
— Elizabeth suéltame...— murmuro entre dientes.
Pero en vez de obedecerme, vuelve a subirse en la cama ahorcadas sobre mí, con un descaro que me hace gruñir de deseo se rosa ligeramente sobre mi polla y luego con una de sus manos comienza a masajearme.
— ¿Qué coño haces? — farfullo apretando los dientes.
— ¿Masturbarte? — responde con obviedad y la asesino con la mirada — ¿pensabas follarte a la zorra que invitaste a jugar? — Pregunta cambiando el tono.
— ¿Tu qué crees? — la puyo elevando una vez más mis caderas para sentir más sus caricias.
— Yo creo que eres el más grande de los idiotas...— comenta con simpleza, moviendo su mano hacia el interior de mi bóxer, lo que me hace cerrar los ojos y respirar profundo.
— ¡Maldición! — Jadeo cuando ciento como su mano desciende por mi polla hasta la base de regreso hasta la punta del glande — deja de decirme idiota — me quejo tirando una vez más de las muñecas.
Mierda quiero tocarla, quiero abrazarla, quiero besar cada jodido centímetro de su piel, esto es una maldita tortura.
— ¿Vas escucharme? — abro los ojos y niego con la cabeza.
— No, voy a follarte...— sus ojos se achican y después de unos segundos libera mi polla.
— ¿Recuerdas el día que nos tatuamos? — suelta repentinamente haciendo que la vea sorprendido.
Sus ojos me observan cargados de muchas más emociones de las que me había detenido a reconocer, cegado por la lujuria que ella despierta en mí no alcance a notar que a pesar de todo, de esta aparente calma y control, debe estar sufriendo. Después de todo vio a otra mujer tocándome.
— Jamás lo olvidaría...— suelto con voz ronca.
— Ese día apostamos que si no derramaba ni una sola lágrima harías lo que quisiera...— mi cuerpo se tensa, porque sé muy bien lo que dije y soy un hombre de palabra, más aun con ella.
Trago duro porque de pronto me siento ansioso, nervioso y si debo decirlo, tengo miedo de lo que va a pedirme. En esta situación creo que Elizabeth es completamente impredecible y no se a que está jugando con hacer todo esto.
— Eso dije...— murmuro.
— Pues ya se lo que quiero...— sus ojos se desvían a mis labios y de regreso a mis ojos — prometiste que harías lo que quisiera...
— Soy un hombre de palabra...— murmuro tratando de no parecer nervioso, cierro mis ojos y aguardo lo que sea que va a pedirme.
— Pues entonces escúchame...— abro los ojos y la veo sorprendido.
— No...— murmuro entre dientes.
— ¿Por qué no? — pregunta sorprendida.
— No tenemos nada de qué hablar Elizabeth...— insisto porque no quiero que me diga algo que ya se — ahora suéltame...— le pido una vez más.
— ¿Por qué tienes miedo que hablemos? — Suelta una vez más sorprendiéndome — estas siendo un cobarde de mierda — suelta tajante y bufo.
— ¿Ahora yo soy el cobarde? Por favor...— me rio con ironía — fui a buscarte te llame miles de veces y quien salió huyendo fuiste tú no yo...— le echó en cara.
— Solo quería un momento Kai, no fue fácil para mí escuchar que Leyna estaba esperando un hijo tuyo...— me echa en cara, sus ojos se humedecen pero su expresión dura permanece.
— Porque para mí fue un puto paseo por el parque ¿no? el mejor maldito día de mi vida cuando me dijo que sería padre y no sería de un hijo tuyo...— le espeto elevando el tono.
— AH NO ENTONCES ¿QUÉ COÑO DEBÍA HACER? — Me grita exasperándome aún más — ¿quedarme allí viendo como la estúpida de Leyna se burlaba de mí en mi cara y me humillaba mientras tú no aparecías? — Ríe sin ganas — no iba a darle el placer de verme sufrir por su culpa Kai, perdón por no rebajarme para que tú te sintieras satisfecho y tranquilo al salir a buscarme y encontrarme allí...— suelta con rapidez dando ligeros golpes sobre mi pecho con su dedo índice.
— Tienes una maldita boca que siempre dice cosas que no tiene que decir, ¿Por qué coño no me llamaste? — Le reprocho — porque no regresaste a la mansión y me echaste en cara que era un desgraciado o ¿qué se yo? — tiro de la muñecas para intentar alcanzarla pero no puedo y el estar atado está volviéndome loco — ¡MALDITA SEA SUELTAME DE UNA PUTA VEZ! — niega con la cabeza y continua como si nada.
— Claro ¿entonces hacer un escándalo era lo que quería que hiciera? — pregunta con el ceño fruncido.
— No lo que quería era que me escucharas.
— Maldita sea como querias que te escuchara ¿eh, tienes idea de lo que sentí? — Suelta de pronto en un murmullo — después de todo lo que habíamos hablado, después de todas las cosas que habíamos pasado, ¿tienes idea de lo que sentí? — Sus ojos se encuentran con los míos y sonríe con pesar — no la tienes porque estabas demasiado ocupado en ser un idiota y te dejaste ganar por la ansiedad...
— Elizabeth suéltame...— le pido una vez más, pero como muchas otras veces que discutimos ella me ignora.
— No conforme con que te pido un maldito momento para procesar lo que estaba sintiendo respecto a la llegada de un bebe del hombre que amo, te desesperas y te vas a follar a otra...— suelta tan deprisa que no logro comprender de qué demonios está hablando.
— ¿De qué hablas, te volviste loca? — suelto ofendido y entonces caigo en cuenta que habla de Viveka — Por amor de dios no folle con nadie...— suelto exasperado.
— Pero te fuiste con otra...— me reclama y suspiro porque quizás no debí haber hecho esa jugada, entonces comprendo que está al tanto que no hice nada con Viveka porque de lo contrario estaría atacándome.
— Suéltame Elizabeth no voy a pedírtelo otra vez...
— Reconoce que te equivocaste coño...— suelta — y puede que no te hayas follado a Viveka pero esta noche estabas dispuesto hacerlo y ni se te ocurra decirme que no porque hasta me invitaste a jugar sin saber que era yo...— me recrimina.
Entonces recuerdo al imbécil que estaba con ella el día que regrese y me emputo.
— ¿Cuál es tu maldito problema? También viniste aquí con la idea de follarte a un desconocido pero por culpa del destino o el maldito karma no era más que yo, pero ahora ¿dime el idiota que estas follandote ahora sabe que vienes a estos lugares? O es otro imbécil más como yo — término con rapidez dejándome llevar por los celos.
— ¿Qué sujeto? — pregunta sin comprender.
— Ay por favor no te hagas y suéltame de una maldita vez...
— Coño que peo pana, que no voy a soltarte, mierda que ladilla...— suelta en español haciendo que la vea mal.
— ¿Qué?
— Que no voy a soltarte, porque no hemos terminado...— bufo poniendo los ojos en blanco.
— ¿Qué más quieres hablar loca? — pregunto perdiendo la paciencia.
— Mira Metzler ni se te ocurra volver a llamarme loca ¿estamos? — rio porque en serio el cambio en su actitud ha sido raro — que de loca no tengo un pelo.
— Vas a decirme quien coño es el tipo de turno ¿o no? — le espeto una vez más con ganas de hacerla perder la paciencia y termine por soltarme y así poder besarla.
— Tu eres el idiota de turno ¿no lo ves? — y sin más estrella sus labios contra los míos besándome con unas ansias y una necesidad que me desesperan y me quitan el aliento en cuestión de segundos.
Tiro de mis manos para poder sujetarla y pegarla más a mí pero las malditas esposas me lo impiden. Gruño desesperado por sentirla, por abrazarla, por besarla como un loco y como quiero, pero estar en esta posición y atado me lo impide. Cuando sus labios abandonan los míos y elevo mi rostro y esta vez soy yo quien la besa, no nos damos tiempo para respirar.
— Eres un idiota...— murmura a mitad del beso haciendo que me tense.
En respuesta tomo su labio inferior entre mis dientes y al mismo tiempo elevo mis caderas para que me sienta, para que vea y este consciente del puto efecto que causa en mí.
— Suéltame...— vuelvo a pedirle, pero niega con la cabeza y sonríe con malicia.
— No lo hare...— entonces lleva una de sus manos nuevamente sobre mi polla que reposa entre sobre su culo y comienza a masturbarme — no voy a soltarte porque en este puto instante voy a follarte y hasta hartarme.
Muerdo con un poco más de fuerza su labio inferior y tiro una vez más de mis manos, ella ríe al escucharme gruñir.
— Elizabeth...— le advierto liberando sus labios.
Entonces se endereza dejándome ver su cuerpo. Eleva sus caderas y con la mano libre comienza a tocarse. Sus ojos clavados fijos en los míos y juro por dios, por lo más sagrado que exista que es la mujer más malditamente hermosa que existe sobre la tierra, la más bella, la más dulce y la más jodidamente excitante, ¿Cómo no amarla?
Luego de tocarse un poco hace a un lado la tela de su braga y trago duro al leer su intención, ¿en serio pretende follarme esposado a la cama?
— Nena...— le advierto sin poder contenerme haciendo que sonrisa más ampliamente.
— Vamos mejorando...— murmura con arrogancia, mientras acomoda mi polla en su entrada y comienza a moverla con suavidad.
Siento la humedad de su coño empapar la punta de mi glande, el calor que emana de ella me abraza y el desespero aumenta, esto es demasiado juro por dios que si no me suelta ahora moriré.
— Vamos nena suéltame...— vuelvo a pedirle esta vez con más calma, en serio necesito tocarla.
— No...— ríe al mismo tiempo que desciende sobre mi polla y cierro los ojos conteniendo la respiración, se detiene y me espeta con autoridad — mírame...— por más que me resista simplemente no puedo negarme.
No cuando he estado deseando tenerla así, no cuando he estado anhelando poder admirar su belleza y perderme en esos espectaculares y hermosos ojos que justo ahora me ven con lujuria y amor.
Abro los ojos y la observo, esa acción basta para que continúe deslizándome en su interior, las paredes cálidas de su coño me reciben aferrándose a mi polla como si fuera oxígeno, un gemido entrecortado se escapa de nuestras bocas cuando finalmente la lleno por completo.
— Mierda nena...— murmuro contrayendo mi cuerpo y tratando de controlarme.
— Oh dios cuanto extrañe esto...— murmura haciéndome sonreír.
— ¿Si? — Pregunto con arrogancia empujándome un poco más dentro de ella — ¿solo esto? — pregunto repitiendo la acción.
Ella abre sus apetecibles labios y jadea, para luego apoyarse sobre mí pecho, sonreír y asentir divertida.
Hija de...
— Solo esto... no se puede extrañar idiotas como tú...— continúa provocándome con el puto insulto.
— Vuelve a llamarme así y...
— ¿Y qué? — me reta elevándose y dejándose caer con fuerza sobre mi cortando por completo lo que pretendía decir y el hilo de mis pensamientos.
Tiro de mis manos con la apremiante necesidad de tomar sus glúteos y masajearlos, de guiarla en el puto movimiento, de moverla a mi antojo y hacerla tan malditamente mía que todo el mundo lo sepa, gracias a sus gritos de placer.
Entonces completamente aturdido y cegado por la necesidad de tomar aunque sea un poco el control de la situación, apoyo mis pies la cama y me impulso hacia arriba, el movimiento hace que su cuerpo suba ligeramente y sus ojos se abren como platos, pero no le doy tiempo a nada, empiezo a envestirla con estocadas duras y certeras.
— Puta madre Elizabeth suéltame...— gruño tirando una vez más de mis muñecas.
Entonces para callarme vuelve a besarme con desesperación mientras sus caderas se mueven en círculos llevándome cerca del puto cielo y bajando al infierno cuando se detiene.
— Solo cuando lo pidas con amabilidad...— murmura antes de volver a besarme y reanudar la tortura.
Sus caderas se mueven en círculos mientras que las mías entras y salen mías empujan mi polla alternando ambos movimientos y llevándonos a la locura.
— Vamos nena suéltame... necesito tocarte...— me quejo a punto de implorarle.
— No...
— Por favor...— le pido besando su cuello y lamiéndolo, ya en este punto me importa una mierda lo que haya pasado.
La tengo aquí ahora, lo único que quiero es abrazarla y sentirla.
Entonces se inclina hacia el frente y mete su mano debajo de la almohada y saca una pequeña llave, extiende su cuerpo sobre el mío dejando sus pechos sobre mi cara, cosa que aprovecho, me acerco a ellos y comienzo a besarlos sobre la tela del sujetador, tomo uno de sus pezones y lo muerdo con cierta rudeza haciendo que se queje. En cuanto ciento ceder el metal de las esposas tiro de mi mano y de inmediato la llevo hasta su espalda baja pegándola más a mí.
Me impulso con las piernas y me apoyo más en el respaldo de la cama para estar más cómodo mientras beso y mordisqueo su cuello, joder esta mujer me enloquece, su cuerpo, su forma de ser, todo en ella me vuelve loco. Apoyo mi mano libre sobre su culo y la presiono hacia abajo para clavarme nuevamente en ella.
— Extrañaste esto ¿no? — le pregunto hundiéndome con rapidez en su coño.
Ella jadea sobre mis labios sin responder, cosa que me cabrea, elevo mi mano y la dejo caer con fuerza sobre uno de sus glúteos, ella se estremece y me asesina con la mirada.
— Te pregunte algo...— murmuro mirándola a los ojos.
— Vete a la mierda Kai no tengo porque responderte si no quiero...— suelta tajante, provocándome aún más.
— Claro que lo extrañaste, tu coño me lo dice...— paso mi lengua sobre la línea de su mandíbula y voy dejando besos húmedos hasta alcanzar su boca, donde la beso con desesperación.
Mi mano sube por su espalda hasta su sujetador, donde deshago el broche con un rápido movimiento liberando así sus pechos que en seguida se rosan contra mi piel haciéndome gruñir.
— Joder como te extrañe...— murmuro sin poder contenerme más — te amo nena — jadeo sobre sus labios sujetado su nuca y mirándola a los ojos.
Ella sonríe con calidez y luego muerde sus labios, para después volver a besarme.
— Yo también te amo Kai...— besa mis labios y sonrió.
— Venga libérame...— le pido una vez más y ella ríe divertida.
— No...— pongo los ojos en blanco y vuelvo a hundirme en ella con cierta brusquedad.
— Da igual, te hare gritar de todas formas...— comento con arrogancia haciendo que sonría y cierre sus ojos mientras entro y salgo de ella con fuerza.
— Ese ego — jadea y rio
— No es ego es la realidad...— entonces con una sola mano ayudándome con las piernas, la sujeto con firmeza mientras arremeto contra su coño con rapidez y fuerza.
Pronto el único ruido en la habitación son mis caderas estrelladose contra su piel, el sudor empieza a empaparme la frente y ella lo único que hace es gemir y jadear con descontrol. Necesito poder abrazarla, necesito tocarla intentar saciar la abstinencia que tuve de ella, llenarme el puto vacio que crecio con demasiada rapidez en mi pecho estos dias.
— Nena por favor necesito abrazarte...— murmuro contra su mejilla pero lo único que consigo es hacerla reir.
Cosa que me cabrea.
— Venga entonces ponte de pie...1 le ordeno dándole una fuerte nalgada que la sorprende.
— ¿Qué?
— Que tengo de pie, quiero comerte el coño y esposado no puedo...— suelto cabreado por tener tan poca movilidad, entonces duda un instante y tiro de su brazo incitándola a ponerse en pie.
Cuando lo hace puedo ver la bonita braga que lleva puesta y que tristemente en este momento no me apetece que lleve, tiro de su mano acercándola a mí y me inclino sobre su coño desesperado por saborearla. Aparto la tela que se ha corrido un poco y de inmediato poso mi lengua sobre su clítoris, el efecto es inmediato sus piernas tiemblan y sus manos se van hasta mi cabello donde se enredan tirando de él.
Doy pequeños toques, antes de rodearla con mis labios y succionar, anhelando escuchar esos gemidos entrecortados. Tiro de la braga hacia abajo dejándola desnuda, ella se ocupa de terminar de sacársela y con rapidez vuelve a poner su coño en mi cara. Esta vez sin nada que me impida devorarla a voluntad me deshago en complacerla, lamo el fruto de su excitación y lo esparzo por todo su coño mientras pierdo dos de mis dedos en su abertura, necesito solo algunos segundos más para que la periodista termine por correrse en mi boca.
Sus piernas tiemblan a los costados de mi cara y rio con suavidad dejando besos a lo largo de la parte interna de sus muslos, beso con suavidad su clítoris antes de continuar ascendiendo por su piel hasta donde me permite mi posición. Ella se estremece y da un paso atrás para verme.
— Eres un puto dios con la boca...— murmura con voz ronca y rio.
— Un dios celta...— agrego y ella sonríe llenando mi pecho de calidez — ven aquí — tiro de ella y la ayudo a acomodarse sobre mí — ¿puedes soltarme ya? — ella ríe divertida y asiente, tomando nuevamente la llave de debajo de la almohada y me libera.
En cuanto puedo moverme con libertad, tomo sus caderas y la giro con rapidez para acostarla sobre la cama, tomo sus piernas separándolas y me acomodo entre ellas, me pierdo en sus ojos sintiéndome nuevamente completo, pleno y feliz, no podría simplemente seguir adelante, porque jamás ninguna mujer me hará sentir lo que ella, con ninguna podría llegar a sentirme así de maravilloso y en definitiva con ninguna mi cuerpo reacciona de esta jodida manera.
— Follame...— murmura acariciando el borde de mi mandíbula — sin máscaras y sin temores amor... — esa palabras se cuelan en mi cabeza y son la única confirmación que necesito para tomarla como quiero.
Estrello mis labios a los suyos, y la devoro como necesidad, me como su boca con un puto cavernícola sin tener la menor delicadeza, mientras me afinco en una de su piernas y la abro más poder enterrarme en su coño en su come recibe gustoso. La follo duro, con fuerza, mientras la beso de la misma puta manera que muchas veces quise hacer pero me contuve.
Sus manos se aferran a mi espalda y sus uñas se entierran en mi piel haciéndome gruñir sobre sus labios. Las desliza a lo largo de ella haciéndome separar mi boca de la suya, el ardor que me recorre la espalda me hace estremecer pero es tan malditamente placentero que debo detener mis arremetidas para no correrme.
— Ah maldición...— farfullo moviendo mis caderas a un costado para alcanzar ese punto que la hace retorcer de placer.
Me acomodo enderezando mi espalda para así hacerme con el control completo de su cuerpo, presiono mi pulgar sobre su clítoris mientras continuo con el movimiento de mis caderas, mierda ver ese punto exacto en el que nos unimos es malditamente delicioso. En un par de estocadas más, Elizabeth vuelve a correrse y esta vez me regala un rico squirt que la deja literalmente temblando como un chihuahua.
Rio divertido al verla tiemblan sobre la cama, con los ojos cerrados, mientras yo continúo entrando y saliendo de ella, con lentitud, permitiendo que su cuerpo se recupere un poco. Me inclino una vez más sobre ella y vuelvo a besarla, esta vez lo hago con tranquilidad, ella sonríe entre beso y beso para luego abrir los ojos y mirarme embobada.
— Te amo...— sonrio ampliamente y asiento.
— Lo se...— me tumbo a su lado — yo también te amo, pero no creas que termine contigo...— roso mi nariz sobre su mejilla y la beso antes de tomar una de sus piernas y separarlas.
Acomodo su cuerpo, dejándola apoyada contra la cama, mientras que yo me acomodo lado y ligeramente en diagonal entre sus piernas, para como ha quedado esta posición es perfecta, no tiene que moverse pero yo alcanzo a meterla completamente. Me acomodo una vez más en su entrada y me empujo con lentitud, mientras ella jadea y cierra los ojos.
Rio cuando su cuerpo tiembla una vez más y sé muy bien que no tardara en correrse de nuevo. Entro y salgo con lentitud llenándola toda mientras roso mis dedos sobre la piel de su pierna. Su coño aun continua sufriendo espasmos que aprietan mi polla cada que entra por lo que se siente más apretado y el estímulo me está llevando el límite.
Escucharla jadear gemir me eleva cada vez más y después de algunas estocadas más estoy corriéndome en su interior, mi cuerpo se estremece y un escalofrió me recorre entero. Jadeo cuando su coño me exprime la última gota de semen que tengo y caigo rendido a su lado. Elizabeth permanece a mi lado con los ojos cerrados y una media sonrisa triunfante en los labios.
Sonrisa que me recuerda toda la mierda que hizo para terminar conmigo aquí, el no escucharme, un pequeño flashback de ella con mis amigos, frunzo el ceño y suspiro, las cosas pueden haberle salido como quiso pero no siempre todo es tan sencillo. Me pongo en pie sin decir nada mientras ella permanece tranquila en su limbo post orgásmico. Busco mi ropa y empiezo a vestirme, para cuando abre los ojos ya me estoy abotonando la camisa, evito su mirada porque sé que la veo a los ojos no podré hacer esto, su ceño se frunce y se sienta con rapidez.
— ¿Qué haces? — pregunta mirándome seria.
No respondo, me siento en la cama y me pongo los zapatos, cuando termino me giro para verla, sonrío con arrogancia y le guiño uno de mis ojos.
— Fue excelente jugar con usted señorita White...— sus ojos se abren como platos y no puedo evitar sentirme como una mierda en este instante, pero esto ya lo decidí.
Me giro y hecho andar hacia la puerta sintiendo como sus ojos queman mi nuca, abro la puerta y salgo de la habitación, sin mirar atrás.
Nota del autor: hola mis gamers... aqui esta otro capitulo tarde pero esta.... PERO QUEEEEEE???? NO MANCHES WEY, EN SERIO KAI? DE VERDAD?....
Dejen aqui todo su amor para mi y su odio para Kai!
Les amo, gracias infinitas por seguir aqui!XD no me odien...
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