🎭Capítulo 76 - La isla (Parte I)🎭
Lizzy White.
Reviso mi lista mental de cosas que podría necesitar en el bendito viaje al que me ha invitado el magnate y digo bendito porque la idea de ir a encerrarme en una exclusiva isla con su madre y su hermana es algo que no me apetece en lo más mínimo. Pero como decirle que no cuando me convence como lo hace, además no me imagino quedarme el fin de semana sola en este departamento mientras él va a la playa.
Dos razones muy importantes que me harán llenarme de paciencia, ¿playa y el magnate juntos? Por supuesto que no puedo negarme. Cuando estoy por meter en la maleta la última pieza de ropa que he decidido llevar el magnate entra en la habitación hablando por teléfono.
— Si Lion, eso es todo, necesito que verifiques todo y me envíes un informe antes de las 5:00 de la tarde, estaré con mi familia y no quiero a la pesada de mi madre mirándome mal porque estoy resolviendo asuntos del Lux...— hace una pausa para mirarme, sonríe con picardía y camina al mueble que está al otro lado de la habitación, donde abre la gaveta toma un par de cosas y se gira.
Cuando me alcanza deja en medio de la maleta sobre mi ropa, la cajita de los plugs anales y un lubricante, mis ojos se abren como platos mientras el continua conversando como si nada.
— Claro, si todo esta listo antes de esa hora mejor, dame un segundo Lion — se acerca a mí al ver mi expresión de sorpresa y ríe — no pienso dejarlos...— besa mis labios y se separa de mi con expresión picara no sin antes dejar una fuerte nalgada sobre uno de mis glúteos.
Se encamina al baño y dejo de escucharlo, cuando cierra la puerta tras él. Suspiro mordiendo mis labios imaginando las ideas del magnate. No es que me queje que invente tanto, para nada me encanta, solo que mi culo necesita acostumbrarse a él y no es algo tan fácil, me remuevo un poco sintiendo aun las ligeras punzadas de dolor en mis piernas.
Esta semana ha sido demasiado intensa, al parecer esa noche enojados nos ha dejado insaciables, porque cada noche es una locura llena de deseo y pasión. Cierro la maleta y tomo el teléfono para ver cómo va Winter, no iba a irme y dejarla aquí sola, además sé que a Ajax le encantara la idea, ellos no están del todo bien aún pero me encanta como esta Winter con la idea de sentir por Ajax y hare todo lo que está en mi poder por juntarlos.
Aunque Ajax no me caiga del todo bien, se cuan colado esta por Win y gracias al magnate he podido confirmarlo aún más.
Lizzy: ¿Cómo vas?
Envió el mensaje y me dejo caer en la cama boca abajo, esperando que responda, cosa que no demora nada en hacer. Aunque no lo hace con un mensaje sino con una imagen, sonrió de lado al ver la cantidad enorme de trajes de baño sobre la cama y debajo de la imagen pone. "No sé cuál llevar, te necesito AUXILIOOOO".
Comienzo a reír porque se cuan indecisa puede llegar a ser a veces, me levanto una vez más de la cama y camino hacia el baño para avisarle al magnate que iré a ver a Win. Abro la puerta con los ojos fijos en el teléfono, cuando elevo mis ojos me detengo en seco, mi cuerpo se tensa y ese conocido y rico calor invade mi entrepierna con la vista que el magnate me da.
Esta debajo del agua, esta cae sobre su cabeza empapándolo, barro su cuerpo con los ojos detallando cada centímetro de su trabajada anatomía, muerdo mi labio tratando de evitar el jadeo que estaba por salir de ellos. Sus ojos se elevan y al ver mi expresión sonríe de lado, sus manos se pasean sobre su pecho tocando exactamente lo que deseo tocar yo... su piel.
— ¿Se le ofrece algo señorita White? — pregunta con una media sonrisa en los labios.
Yo debo respirar profundo tratando de apartar los ojos de su cuerpo, obligándome a admirar su rostro, que es otro tanto para mi perdida concentración, suspiro como tonta cuando me encuentro con sus preciosos ojos, soy fan de los ojos verdes, en serio me encantan, pero el tono miel de los de Kai sencillamente me desarma.
Mi teléfono vibra avisándome que tengo un nuevo mensaje, y luego vibra un par de veces más avisándome que posiblemente Winter está llenándome el teléfono con imágenes o mensaje de SOS. Me obligo a salir de la perfecta ensoñación que es admirar al magnate darse una ducha y suspiro.
— Iré a ayudar a Win con el equipaje...— humedezco mis labios deseando más bien entrar a la ducha con el — ¿necesitas algo? — pregunto paseando mis ojos por su cuerpo en busca de su...
¡Santa madre bendita de todas las erecciones!
Kai ríe divertido cuando bufo exasperada al verlo tan empalmado, joder ¿esto será normal? En serio a veces creo que esto que pasa entre nosotros es algo extraño y poco sano, es inevitable que con solo mirarnos despertemos esta clase de reacciones en nuestros cuerpos.
— Si, a ti aquí conmigo, gimiendo mientras me pierdo entre tus piernas...— responde con voz ronca haciéndome tragar duro.
Sus manos se deslizan sobre su enorme, dura y rica erección invitándome a ir por ella, pero nuevamente mi teléfono vibra en mi mano y suspiro negando con la cabeza.
— Winter me espera...— el ríe divertido y se encoge de hombros
— Como quieras...— me guiña uno de sus ojos y sonríe con arrogancia antes de girarse y exponer su perfecta espalda — tú te lo pierdes...— muerdo mis labios y suspiro frustrada.
Me giro y salgo del baño mientras lo escucho reír con suavidad, ese hombre acabara conmigo y mi autocontrol. Cuando salgo del departamento ya Winter me ha enviado cerca de diez imágenes distintas y en todas pone SOS. Riendo alcanzo la puerta de la mansión. Mientras espero que abran, le respondo.
Lizzy: en camino...xD
La misma empleada de la vez anterior abre la puerta y me conduce por la enorme mansión hasta la habitación donde mi mejor amiga se está quedando. Al entras dejo salir un grito de sorpresa, hay ropa, zapatos y un montón de cosas regadas por todos lados, y en el suelo junto a la cama la maleta... vacía.
— ¿Pero qué coño Winter? — comento mientras entro esquivando zapatos y demás.
¿Acaso está loca se trajo toda la ropa que tenía en el departamento?
— Lo sé es una pesadilla...— se queja girándose para verme y ver a su alrededor — no sé qué coño llevarme a esa puta isla — comienzo a reír.
— Winter por amor de dios es una playa, ¿Qué se supone que llevas a una isla? — Le pregunto tratando de recoger cosas del suelo — además es solo un fin de semana no necesitas muchas cosas — cuando me giro para verla, esta de brazos cruzados con el ceño fruncido.
— ¿tu estas jodiendome verdad? — ella toma un par de vestidos de playa que reposan sobre la cama y me los muestra.
— ¿Crees que Ajax dejaría la baba con algo tan insípido como esto? Joder que quiero que el bastardo se arrastre a mis pies...— no puedo evitar estallar en una carcajada, porque no me imagino a ninguno de estos dos arrastrándose a los pies del otro.
— Win dudo mucho que tu o él se arrastren...— no me deja terminar
— Eh, eh, eh — me silencia señalándome con expresión seria — Ajax Fellner se arrastrara a mis pies y suplicara por mi coño ya verás...— rio inevitablemente.
La Winter asustadiza y temerosa de sus sentimientos ya se perdió de vista y esta ante mí la muy segura de sí misma Winter Williams que tanto amo y que es un completo y absoluto peligro para el mundo. No sé si sentir pena por Ajax o simplemente admirar su buena suerte, porque aunque mi mejor amiga puede ser una loca de primera, es una de los seres humanos más hermosos que conozco.
— Bien entonces busquemos ese algo que hará que Fellner se arrastre...— sonríe satisfecha y se pone en pie, en busca de algunas prendas. Mientras yo rio.
Después de estar cerca de una hora escogiendo conjuntos de playa de finas telas y estampados, Winter parece satisfecha con su equipaje se gira y sonríe feliz, se deja caer en la cama y suspira.
— Me divierte que Ajax no sepa que vamos...— comenta con una sonrisa maliciosa en los labios.
— Bueno en teoría es una salida "familiar" Volker y Ajax van evidentemente porque son parte de la familia, pero te aseguro que Ainara se acera de culo en cuanto me vea y la Sra. Bergoña seguramente no esté muy contenta tampoco cuando me vea...— Winter se sienta y me sería un instante.
— La hermanita del magnate puede irse a la mierda si no le gustas ella se lo pierde, que consiga quien la folle rico y deje al magnate con sus rollos, ahora la suegra es un poco más complicado...— comenta y vuelvo a reír — porque bueno es la Sra. Metzler ¿no?
— Esa mujer es un encanto, en serio es muy agradable pero no creo que le agrade que este con Kai...— Win se encoge de hombros y suspira.
— Creo que no debería importarte o preocuparte, a fin de cuentas el magnate no le importa en lo más mínimo que ellas no les gusta la idea — asiento porque tiene razón, pero no deja de incomodarme la idea de ver sus caras largas.
— Bueno voy a subir a ver si Kai está listo, dijo que saldríamos a la 1 y faltan veinte...— Winter asiente y se pone en pie para acompañarme.
Una vez estoy en el departamento busco al magnate y como espere lo encuentro en el estudio detrás del escritorio con los auriculares puestos, al verme sonríe de lado y me hace señas para que me acerque, aparta un poco la silla y me da espacio para que me siente sobre sus piernas.
— Perfecto, no modifiques ninguno de esos parámetros y deja todo tal cual esta, cualquier cosa Azhar estará en el Lux apóyate en ella si necesitas algo...— Kai esconde su rostro en mi cuello e inhala con fuerza haciendo que me erice — Ujum...— murmura y rio porque su respiración me hace cosquillas — está bien, entonces quedamos así, te llamare en la noche para verificar, nos vemos Lion —finaliza la llamada y suspira en mi cuello para luego comenzar a dejar besos en el — ¿listas? — murmura.
— Si, Winter esta abajo esperando por nosotros
— Bien, entonces andando no quiero llegar tarde y que mi madre este todo el viaje quejándose por la impuntualidad de algunos...— sonrió y el me ve divertido — Ajax siempre llega tarde a cualquier cosa que mi mama organiza así que prepárate para escucharla quejarse sobre eso todo el viaje.
— ¿Y por qué lo hace? — pregunto divertida
— Por molestar a mama, le encanta molestarla...— rio divertida porque en serio Ajax parece un niño.
— ¿Qué tan lejos está esta isla? — pregunto con curiosidad porque hasta ahora no ha querido darme mayores detalles.
Como siempre el con su hermetismo. Deja un beso sobre mis labios y ríe.
— Ya lo veras, va a gustarte mucho es un pequeño paraíso tropical...— esas palabras me suenan a gloria, porque necesitamos algo así ahora.
Una vez tenemos todas las cosas que vamos a llevar —no son más que un par de maletas— el magnate se encarga de bajar las cosas donde Alfred espera junto a uno de los mastodontes que me sigue como sombra. Ayudan a llevar las cosas al auto y después de unos minutos Winter se une a nosotros.
Kai abre la puerta para ambas y ella es la primera en subir, se acomoda al fondo cerca de la puerta y luego la sigo yo, Kai entra detrás de mí y se acomoda a mi lado, entrelaza nuestras manos y Winter ríe divertida al ver el gesto. El camino hasta el aeropuerto pasa entre risas y comentarios subidos de tono por parte de mi mejor amiga como siempre. Kai ríe a carcajadas constantemente y es un soplo de aire fresco verlo tan relajado y tranquilo.
Además no puedo evitar en pensar en cuanto se divierte con ella, James estaría escandalizado, Kai simplemente le sigue la corriente y de vez en cuando suelta uno que otro comentario que me sorprende, por la soltura y la confianza con que se tratan, parecen amigos de toda la vida y en serio esto me encanta.
Finalmente cuando llegamos al aeropuerto, Winter cambia la cara, se pone seria y sé que está nerviosa por ver a Ajax, se qué hace unos días conversaron y como siempre terminaron en la cama, pero sé que tampoco eso término del todo bien, no sé si es porque ambos son demasiado orgullosos o simplemente porque son idénticos en tantas cosas que se repelen. Realmente no sé, pero la cosa es que seguro Ajax morirá en cuanto la vea.
— Colega...— la voz de Volker me hace girar sobre mí para verlo.
Joder, con estos tipos nunca había visto a Volker vestido tan casual pero honestamente me encanta, lleva un jean negro que se ajusta a sus piernas, unas converse negras —no me lo puedo creer—, franela blanca y para completar su outfit una gorra puesta hacia atrás.
Winter se gira al ver mi expresión sorprendida y como siempre ella de elocuente.
— Madre santísima...— suelta en ese español forzado y empiezo a reír — es que este también está de un divino.
— Hola linduras...— nos saluda al alcanzarnos, deposita un par de besos en mis mejillas y otro par en las de Win, para luego chocar puños con Kai que se ocupa de las maletas — que sorpresa, no sabía que vendrían...— comenta mirando un poco raro a Kai que sonríe y se encoge de hombros.
— No iba a dejarla — dice señalándome y haciéndome suspirar como tonta — y si ella viene es inevitable que Win lo haga también — mi mejor amiga se gira y le da un golpecito en el hombro.
— Que no somos siamesas...— Kai ríe y murmura algo que solo el alcanza a escuchar.
— ¿Mi mama ya llego? — pregunta Kai a Volker que se apoya en el auto y mira a la distancia.
— Si, ya están aquí, por allá en la terminal...— dice señalando un costado donde se encuentran los mostradores y las sillas de la sala de espera.
— ¿Humor? — pregunta Kai mirando en esa dirección y Volker ríe.
— Tranquilas y risueñas como siempre — responde Volker con una media sonrisa en los labios que se me antoja dulce.
— Genial espero sigan así...— comenta posando sus ojos en mí y suspiro, es obvio que no seguirán así en cuanto me vean adiós tranquilidad — gracias Alfred nos vemos el lunes, te llamare para confirmarte la hora — se despide del amable chofer que se nos sonríe a mí y a Winter para luego guiñarnos uno de sus ojos y volver al auto.
— Bien, vamos...— tomo mi maleta con una de mis manos y Kai de inmediato se apodera de la otra, entrelazando nuestras manos.
Joder que me derrito con este hombre.
Mientras andamos Winter y Volker conversan animadamente, como siempre ella haciendo buenas migas con todo el mundo, una vez nos vamos acercando a donde se encuentras esperando Aina y Bergoña me tenso ligeramente. La primera en notar mi presencia es la Sra. Metzler que de inmediato frunce el ceño y fija sus ojos en su hijo.
Que luce imperturbable, tranquilo y relajado, como si no estuviera a punto de encontrarse con su madre y la ha desobedecido. Ainara por otro lado no ha notado que nos acercamos porque esta de espaldas inclinada sobre un bolso.
— Sabias que justo así perdió el ojo el pirata...— bromea Kai a mi lado, con una amplia sonrisa al estar más cerca.
Aina se gira rápidamente con la misma expresión en el rostro que la de su hermano, que se esfuma en cuanto me ve junto a su hermano, de inmediato lo fulmina con la mirada.
— ¿Y si sabias que era un viaje familiar no? — suelta con chocancia.
— ¡AINARA! — suelta de inmediato Bergoña con expresión sorprendida.
El magnate a mi lado se tensa y aprieta su agarre en mi mano, mientras que Winter suelta ese ruidito incrédulo que suele hacer antes de soltar una de las suyas.
— ¿Y si sabias que eres buenísima matando momentos? — comenta mi mejor amiga mirándola mal.
Genial hemos empezado con el pie izquierdo, Aina sin dejar de ver con aprensión a Kai toma el bolso que revisaba y sin decir absolutamente nada posa sus ojos un instante en Volker, se gira y echa andar airada. Kai respira profundo y yo no sé dónde meterme.
— Hola mama...— el saluda tenso.
— Hola hijo, ¿cómo estás? — Se abrazan con cariño para luego liberarse — ¿Cómo estas querida? — Me saluda con un par de besos en las mejillas — disculpa a Aina es que — hace una pausa y ve un instante a Kai con reproche — no teníamos idea que vendrías...
— No se preocupe, está bien...— suelto avergonzada y con unas terribles ganas de girarme y regresar al departamento — Sra. Bergoña ella es Winter mi mejor amiga...— presento a Win.
— Ah vaya...— responde algo incomoda la madre del magnate y me siento el triple de incomoda.
— Mucho gusto...— dice tendiéndole una de sus manos a Winter que lleva esa amplia sonrisa en los labios.
— Mucho gusto — se acerca a la mujer y deja un par de besos en sus mejillas sorprendiéndola un poco luego continua — son hermosos los pendiente que lleva, son Cartier ¿verdad? — pregunta sorprendiéndome tanto a mi como a la Bergoña.
— Ah sí, lo son gracias...— sonríe y me ve con curiosidad.
— Volker ¿qué sabes del pesado de Ajax? — pregunta cambiando de tema y alejándose tanto de Kai como de mí y Winter que suspira y niega con la cabeza.
— Tu hermana me cae peor que una patada en un riñón a media noche...— se gira para ver a Kai que sonríe.
Este de inmediato rodea mi cintura con uno de sus brazos y suspira mirando en la dirección en que se ha ido su hermana.
— Como siempre...— escucho murmurar con aprensión a la Sra. Bergoña — en fin esperemos a Ajax en el jet, ¿Qué dices hijo? — pregunta mirando a Kai que asiente simplemente.
Echamos andar hacia el lugar donde Aina espera con expresión molesta, Volker camina hacia ella, le quita algo del oído, le murmura algo y devuelve lo que sea que le quito al mismo lugar, cuando se aparta noto que lleva auriculares. Se gira no sin antes asesinarme con la mirada y luego sigue a Volker y a su mama. Que camina junto a Volker conversando animadamente.
— Dime que esto no será así todo el viaje...— murmuro mirando a Kai que simplemente suspira.
— Tranquila no le hagas caso, conociéndola simplemente se meterá en su mundo...— se encoge de hombros y suspiro.
— Kai la idea era que tú y tu familia tuvieran un momento...— se detiene para enfrentarme.
Sus manos de inmediato acunan mis mejillas y sonríe con calidez.
— Nena mis momentos son tus momentos...— comenta mirándome con intensidad haciendo que mi corazón se salte varios latidos y reanude su marcha acelerado — no iba a dejarte sola en el departamento, además a Aina que le den y que no joda tanto...— comenta algo exasperado y rio — prométeme que no le harás caso — me pide con el ceño fruncido, luego lo relaja y hace un puchero que lo hace ver de lo más tierno y gracioso, que me hace soltar una fuerte carcajadas.
— Está bien, lo prometo...— comento riendo mientras él se acerca y deja un beso sobre mi frente.
— Vamos antes que mi mama venga por nosotros...— rio una vez más mientras reanudamos nuestro andar.
La espera en el jet de los Metzler se me antoja eterna, Ainara se encerró de inmediato en la habitación y no ha salido desde entonces, Volker, Winter y la Sra. Bergoña conversan animadamente en uno de los sofás, sorprendiéndome porque en cuanto inicio la conversación Win se integró y la mujer no ha parado de hablar con ella.
— Creo que Winter le agrada a tu mama...— murmuro acercándome al magnate que está cerca de la puerta del jet con expresión seria — ¿pasa algo? — sus ojos se desvían del exterior para ver a su madre conversando con mi mejor amiga y sonríe.
— Si, le agrada y eso no va a gustarle nada a alguien...— comenta riendo divertido — y pasa que el idiota de Ajax viene muy retrasado — saca su teléfono y después de marcar el número de su colega lo lleva a su oído, después de algunos segundos suspira — ¿Dónde estás? — Hace una pausa y niega con la cabeza — mi madre va a matarte — comenta pellizcando el puente de su nariz — solo mueve el culo Ajax — finaliza la llamada y me ve exasperado.
— ¿Siempre llega tarde? — pregunto porque en el Lux no es así.
— Siempre y solo lo hace para molestar a mama...— en ese momento la mencionada se acerca a nosotros.
— ¿Y bien? — Kai suspira y sin mirarla responde.
— Estará aquí en diez...— su madre bufa y niega con la cabeza
— Siempre me hace lo mismo, la próxima vez le daré una hora errada...— se queja regresando a donde están mi mejor amiga y Volker riendo.
Después de quince minutos en los que me he unido a la conversación —y por suerte he sentido que Bergoña se ha relajado bastante conmigo— de Volker, Winter y Bergoña el tan esperado Ajax hace su aparición.
— lo siento, en serio lo siento — dice entrando al jet sin mirarnos, con los ojos fijos en la pantalla del teléfono — tuve una pequeña complicación pero ya...— no logra terminar porque al alzar sus ojos lo primero que ve es a mi mejor amiga que luce una amplia y encantadora sonrisa — mierda...— suelta Ajax sorprendido — mierda...— repite mirándome a mí y luego a Winter que repentinamente ha dejado de sonreír.
— Ajax Fellner...— la autoritaria voz de Bergoña se eleva un poco haciendo que el mencionado se tense y dirija su atención por unos segundos a la mujer que de inmediato comienza a soltar una muy buena reprimenda.
— Por amor a cristo, una hora Ajax, una hora llevamos esperando por ti, es que si no fueras parte de esta familia ya te habría quedado aquí...— Ajax en ningún momento aparata la mirada de mi mejor amiga que ha vuelto a sonreír — válgame dios este muchacho, Kai por favor dile al capitán que ya podemos partir — se pone en pie y se dirige hacia la parte de atrás del avión donde se encuentra la habitación y Ainara.
— Que jodida sorpresa Lizzy...— comenta sin dejar de mirar a Winter.
— Si tan grande como tu descaro...— suelta mi amiga puyándolo.
— ¿Escucharon eso? me pareció escuchar algo...— comenta haciéndose el desentendido — no pierdas tu tiempo y saliva en mi hermosa, no me apetece hablar contigo — responde con frialdad, haciendo que mi buen humor desaparezca.
Kai pasa junto a él atropellándolo, con toda la mala intención, este se queja y lo ve mal.
— ¿Qué no me ves?
— ¿Escucharon eso? me pareció escuchar algo...— repite Kai en el mismo tono que uso Ajax al hablarle a Winter, luego se gira para verlo divertido — ya madura Ajax que las pelotas no te impidan pensar — Volker suelta una sonora carcajada y mi mejor amiga esta que se hace pipi encima de la risa.
— Que te den...— suelta exasperado Ajax pasando de nosotros y encaminándose a la parte de atrás del jet.
Entre risas nos acomodamos todos para el despegue, serán algunas horas de vuelo hasta el lugar donde nos espera uno de los yates de la flota Metzler y después un par de horas más navegando para llegar a la isla.
— Ya vengo...— comenta Winter poniéndose en pie una vez ve pasar a Ajax hacia el bar, donde Volker bebe un trago con Kai.
Pasa junto ellos dedicándole una mirada coqueta a Volker, que ríe negando con la cabeza, luego le guiña un ojo a Kai y finalmente observa a Ajax que la ve serio, en ese instante se detiene se gira y le avienta un beso, que hace que sus dos amigos rían a carcajadas, yo tampoco puedo evitar reír porque Win está loca.
— Jodida loca...— murmura Ajax dando un sorbo a su bebida.
— Te escuche...— le espeto mientras me pongo en pie me acerco a ellos.
— Tú la conoces mejor que yo...— suelta mirándome serio — y sabes muy bien que no estoy diciendo mentiras — rio — está loca.
— Y te fascina...— acota Volker con una media sonrisa en los labios.
Haciendo que todos riamos excepto Ajax, que luce realmente frustrado.
— ¿Porque no vas y hablas con ella? — pregunto con curiosidad tratando de ser la mediadora.
— Porque tiene cojones para follarla pero no para hablarle...— suelta Volker una vez más en un susurro divertido.
— Que te den...— suelta perdiendo la paciencia — no hablo con locas...— en ese momento Winter sale del baño y camina hacia nosotros.
Entonces con una amplia sonrisa y esa expresión maliciosa, camina de puntitas haciéndonos señas para que le guardemos el secreto, una vez se acomoda detrás de Ajax me guiña uno de sus ojos se muerde el labio y hace su jugada.
— Mierda...— suelta Ajax sorprendido cuando mi mejor amiga cierra una de sus manos sobre su polla.
— Mierda no, esto se llama polla y quiero explicarte como se utiliza y para que la quiero, ¿te interesa? — inevitablemente todos estallamos en una ruidosa carcajada.
Incluyendo a Ajax que esta vez ríe realmente con ganas, yo no puedo dejar de reír porque en serio la expresión sorprendida de Ajax ha sido un poema, Winter sin aparta la mano de su polla se inclina sobre los labios de Ajax y murmura segura, empoderada y dando un claro ejemplo que no es mujer de echarse atrás cuando quiere algo.
— ¿Dejamos de jodernos o seguimos tonteando a ver quién es más idiota? — Ajax sonríe ampliamente y sin más rodea su cintura con sus brazos sorprendiéndola.
Winter grita cuando el, la eleva en el aire y se la hecha al hombro como un costal de papas, todos reímos y el momento se me antoja perfecto, Winter y Ajax comienzan a discutir sobre quien es más idiota de los dos mientras el magnate rodea mi cintura con sus brazos y apoya su mentón sobre mi cabeza sin dejar de reír.
— ¿Por qué tanto ruido? — escuchamos la voz de la Sra. Bergoña. — Pero por dios, — se sorprende al ver a mi mejor amiga sobre el hombro de Ajax y como este acaba de azotar dos veces seguidas su culo — ¿Ajax que estás haciendo? — pregunta sorprendida Bergoña sin poder creer el espectáculo que estos dos estaban montándose, junto a mi Kai y Volker aguantan las ganas de reír.
Ajax baja a Winter que no para de reír y negar con la cabeza.
— Lo siento...— se disculpa mi mejor amiga riendo — ha sido mi culpa...— comenta mirando a Ajax que sonríe de lado.
— De ambos de hecho...— la corrige Ajax poniéndose un poco más serio — Bergoña sé que ya la conoces, pero esta jodida loca...
— Ajax las palabrotas conmigo no...— lo amenaza Bergoña apuntándolo con su dedo y Kai ríe detrás de mí.
— No aprende...— murmura y Volker ríe haciendo que su madre los fulmine a ambos con la mirada.
— Bien, ya está bien, lo siento... ella está loca y me tiene loco...— suelta finalmente con una sonrisa pícara en los labios.
Mi mejor amiga deja de reír al escuchar esas palabras mientras Ajax mete sus manos en los bolsillos de su pantalón y suspira.
— Si podemos dejar de ser idiotas y de jodernos...— Winter sonríe con malicia y asiente.
— Ni en tus mejores sueños Fellner...— le guiña un ojo y luego le lanza un beso, para luego girarse y entrelazar uno de los brazos de Bergoña que se sorprende con el atrevimiento de mi mejor amiga — a ver Sra. Bergoña cuénteme más sobre ese maravilloso viaje a Milán del que me hablaba hace un rato.
Ambas se retiran dejándonos a todos medio en shock.
— En serio está loca...— murmura Ajax despeinando su cabello, sin dejar de negar con la cabeza.
— Y en serio te fascina...— agrega Volker una vez más haciendo que Ajax ría.
— Y en serio me fascina...— lo reconoce con una amplia sonrisa, que lo hace lucir increíblemente guapo.
Que lo reconozca abiertamente me encanta. No puedo dejar de sonreír y sentirme increíble en este momento, no solo porque el crush de mi mejor amiga le corresponde, sino que también esta tan loco como ella y sin lugar a dudas estos dos será una pareja muy peculiar.
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El resto del viaje en el jet es tan entretenido que para cuando pisamos tierra me duele el abdomen de tanto reír. Luego de un rápido viaje en auto hasta el muelle donde nos espera uno de los yates de la flota Metzler, partimos finalmente con el último tramo del viaje que ha sido realmente increíble. La vista desde el yate es algo maravilloso y de verdad me siento como en las nubes.
Bergoña se ha relajado completamente conmigo y ni hablar de Winter, me parece que la adora. Ainara por otro lado aunque ya no está encerrada se ha integrado un poco más, aunque sigue igual de cortante con Kai y ni nos presta atención a mí y a Winter. Por lo que pasa todo el rato conversando con Ajax o Volker.
Cuando llegamos a la hermosa isla estoy tan impresionada que no puedo decir absolutamente nada, en serio es una isla en medio del mar enorme. En cuanto ponemos un pie en el muelle varios chicos se acercan a nosotros para ayudarnos con las cosas, no nos dejan tomar ninguna de ellas, por lo que simplemente lo dejo estar. Kai entrelaza su mano con la mía y encabezamos la marcha a lo que supongo es la casa, que no se ve en medio de tantas plantas.
Detrás de nosotros nos siguen Ajax y Winter riendo y por supuesto metiéndose el uno con el otro, no alcanzo a entender entre tanto que se ríen, pero me encanta que estén así. Ainara los sigue de cerca con expresión seria y al final Volker con Bergoña.
El lugar es increíble y solo puedo ver una pequeña parte, conforme nos adentramos entre los árboles y los arbustos puedo notar la exclusividad en cada paso que doy, después de una curva un paraíso de películas se expone ante nosotros. Una piscina infinita es lo primero que veo, al fondo de esta una especie de cabaña con hamacas, muebles, tumbonas y telas colgando de las columnas de madera que sostienen cada una.
Kai nos guía al interior de una de estas cabañas dejándome aún más impresionada que antes, esto es lujo y exclusividad, todo se ve realmente como si estuviéramos en un set y fuéramos a filmar una película. Ainara pasa junto a nosotros perdiéndose entre uno de los pasillos de la derecha, Kai suspira negando con la cabeza y posa sus ojos en mí.
— ¿Te gusta? — pregunta con curiosidad.
— Esto es increíble...— murmuro con una sonrisa.
— Bien chicos ya conocen sus habitaciones, Ajax imagino que vas a dormir con ella ¿no? — pregunta Bergoña en tono divertido, señalando a Winter que de inmediato sonríe con picardía.
— Si no es mucha molestia me encantaría tener mi propia habitación — comenta Win sonriendo, Ajax se pone serio de inmediato y la ve como si estuviera saliéndole otra cabeza.
— Como quieras hermosa, Kai hasta cargo de tus invitados yo iré a descansar ese viaje me ha dejado exhausta...— sin decir nada más, le sonríe a Winter con picardía y se va, dejándome completamente sorprendida.
— ¿De qué me perdí? — le pregunto acercándome a ella
— Luego te cuento...— murmura con diversión — ¿Kai dónde puedo quedarme? — pregunta con una sonrisa maliciosa mientras Ajax la ve serio.
— Te quedaras aquí...— comenta este tomando su muñeca y arrastrándola por otro pasillo lejos de nosotros.
Kai ríe negando con la cabeza y suspira.
— Nos vemos más tarde colega...— comenta mirando a Volker que sonríe.
— Está bien, iré a llevarle estas cosas Ainara que dejo en el Yate...— comenta elevando un bolso de color azul marino.
Kai asiente y se gira para guiarme esta vez a mí por otro pasillo completamente diferente al que tomo Ajax. Mientras andamos admiro el lugar completamente embobada y enamorada. El magnate se detiene en delante de una puerta y sonríe con picardía.
— Esta es mi habitación...— asiento y rio por el tono pícaro que utiliza.
Abre la puerta y tras dar un par de pasos dentro una exclamación abandona mis labios. La habitación es espaciosa, con algunos muebles aquí o allá, en donde deberían haber paredes lo que hay es nada, no hay paredes, en medio de la habitación una enorme cama con dosel espera, esto aunque es más rustico, tiene toda la personalidad del magnate.
Si en la mansión camaleón, en su habitación predomina el negro, en esta es el azul marino y vaya que se ve increíble con los tonos blancos y el tono oscuro de la madera. Joder amo esta habitación. Camino dentro mirando alrededor embobada con el tema de la falta de paredes.
— No hay paredes...— comento y el ríe asintiendo.
— si hay solo que son plegables...— explica señalando un costado donde efectivamente están plegadas una especie de puertas con vidrios.
— Esto es hermoso...— murmuro mirando hacia fuera.
— Tu eres hermosa...— murmura el magnate escondiendo su rostro en mi cuello.
De inmediato mi cuerpo se eriza y reacciona a la sutil caricia que su nariz comienza a dejar sobre la piel sensible. Pronto son sus labios quienes se arrastran sobre mi piel, sus manos sujetan mi cintura y me gira con delicadeza, cuando nos encontramos frente a frente sonrió fascinada con su mirada, con su sonrisa y con la forma en que me siento con él en este instante.
— Me gusta verte sonreír...— murmura sobre mis labios e inevitablemente lo hago — esa sonrisa me desarma nena...— esta se ensancha y suspiro — te quiero...— murmura antes de tomar mis labios y besarme con suavidad.
Deleitando mi boca con la caricia suave pero rítmica de su lengua, que pronto está deshaciendo mi cordura. Kai me abraza con fuerza haciendo que de inmediato sienta su endurecido miembro sobre mi vientre y parte de mi estómago. Porque si aunque no soy exactamente baja, el magnate me saca al menos una cabeza y media de altura y justamente en este momento voy con bailarinas, por lo que la diferencia de estatura es mucho más notable.
Kai sujeta mis mejillas mientras profundiza el beso haciéndome jadear, ya el calor y el magnetismo que nos caracteriza han tomado el control de la situación, con un rápido movimiento, se inclina y me toma por debajo de mis nalgas elevándome en el aire.
Sonrió porque le encanta hacer esto, se gira y sin dejar mis labios camina conmigo hacia la cama donde se sienta conmigo ahorcadas. El beso cada vez se va tornando más y más intenso, pronto sus manos reposan sobre mis nalgas apretándolas y guiando la fricción que nos hace a ambos jadear en la boca del otro.
— Llevo todo el día deseando hacer esto...— murmura moviendo mis caderas de atrás hacia adelante sobre su polla que esta dura como una roca — primero voy hacerte el amor justo ahora...— murmura separando nuestros labios y fijando sus ojos en los míos.
Aparta un mechón de cabello y sonrió de lado cuando atrapo mi labio inferior entre mis dientes.
— Después voy a follarte en el balcón justo después de cenar bajo la luz de la luna, porque estoy seguro que en tu vida te han follado en un lugar como este bajo la luna...— comenta con arrogancia, acomodando mechones de cabello detrás de mi oreja.
— Demasiado seguro...— comento, puyándolo para luego reír.
— Lo estoy porque nunca has estado con un hombre como yo...— se encoje de hombros con expresión suficiente.
Entonces abandona mis glúteos y lleva los brazos atrás, apoyándose en la cama, su cuerpo es echa hacia atrás y me ve con arrogancia.
— ¿Y se supone que es...— no puedo terminar de formular la pregunta porque el muy bastado se ha movido, elevando su pelvis restregando su polla en mi entrepierna.
Por supuesto que pierdo el hilo de los pensamientos y como no hacerlo con semejante miembro rosando mi entrepierna.
— ¿Si, decías algo? — murmura el muy...
— Eres un pesado...— me quejo más en un gemido que en otra voz.
Ya que mueve sus caderas debajo de mí, haciendo que mi excitación crezca. Muerdo mis labios y cierro mis ojos dejándolo hacer lo que quiera, pronto siento su nariz rosando nuevamente mi cuello, su lengua se desliza sobre la línea de mi mandíbula hasta mi oído donde susurra.
— Necesito estar dentro de ti...— jadeo cuando sus dientes se cierran sobre el lóbulo de mi oreja.
Pronto sus brazos rodean mi cintura y girándose con destreza me tumba sobre la cama, sus ojos se fijan en los mios y sonríe ampliamente, dios como me gusta verlo sonreir.
— me encantas nena...— murmura acercándose a mis labios.
Irremediablemente me derrito en ese instante, porque no es solo lo que dice, es la forma en la que está mirándome, es lo ronco de su voz al susurrarlo y es ese brillo en sus ojos. Este hombre me encanta tanto como yo a él.
— Te quiero tanto Kai que asusta...— murmuro porque la verdad nunca me había sentido así con alguien.
Su ceño se frunce y un instante y luego sonríe.
— ¿Te asusta que te quiera tanto que no te deje ir nunca? — rio y niego con la cabeza porque nunca he dicho estas cosas antes y no sé cómo expresarlas.
— Me asusta que quererte como lo hago duela...— esta vez su expresión se vuelve seria y suspira.
— Cuando queremos o amamos a alguien en algún momento podemos herirle, es parte de esto de ser humanos — sus ojos se posan sobre los míos y me siento segura de él y lo que siente con solo esa mirada — pero te prometo que siempre que pueda evitarlo, no pienso hacer nada que te lastime, prefiero sufrir yo a verte a ti hacerlo...— hace una pausa y sonríe abre su boca para decir algo pero vuelve a cerrarla.
— ¿Puedo pedirte algo? — murmuro sobrecogida por la cantidad de emociones que estoy sintiendo.
Mi voz suena ronca y mis ojos los ciento húmedos, Kai acerca sus labios a los míos y deja un casto beso sobre ellos, antes de volver a sonreír.
— Puedes pedirme la luna si quieres, veré como hago para bajártela...— sonrió una vez más y suspiro como tonta — ¿Qué quieres que haga? — me anima a continuar pero después de eso, no sé cómo hacerlo.
Respiro profundo buscando mi voz, que se ha estancado en algún punto entre mi garganta y mi boca, con Kai todo puede volverse demasiado emotivo en cuestión de segundos, con Kai todo puede transformarse cualquier momento en algo increíblemente intenso y lleno de lujuria como en algo sumamente tierno, que termina llenando mis ojos de lágrimas de emoción.
— si alguna vez no sientes lo que sientes en este momento...— comienza a reír haciendo que pare y lo vea confundida.
— Nena si alguna vez dejo de sentir lo que estoy sintiendo ahora por ti, posiblemente mi corazón haya dejado de latir...— esas palabras bastan para robarme algunas lágrimas que descienden rebeldes dejándole saber cuan profundo han llegado.
— Te quiero Kai...— entonces junto nuestros labios y lo beso con suavidad.
Tratando de hacerle saber con él, lo que no puedo expresar con palabras tan bien como él lo hace. Sin dejar de besarlo tomo el borde de su franela y tiro de ella para quitársela, el me ayuda sacando un brazo y luego el otro pero sin dejar mis labios. Su piel rosa la tela de mi ropa y siento que estorba, por lo que pronto me deshago de ella. En un par de minutos ambos estamos desnudos sobre la cama, sus ojos brillando con intensidad, los mios aun humedecidos por la emoción.
Sus manos acarician mi piel con delicadeza y suavidad, sus dedos se deslizan sobre mis piernas con tal suavidad que la erizan, sus labios besan mis labios y luego mi cuello hasta descender a mis pechos donde se dedica a lamerlos con paciencia, con suavidad, los chupa para después volver a lamerlos arrancándome gemidos de placer.
Mientras sus manos siguen un patrón de caricias suaves hasta mi vientre, descendiendo hasta mi coño donde los desliza con suavidad esparciendo la humedad causada por sus caricias. Esta vez no usa sus dedos para darme placer, esta vez se acomoda entre mis piernas, guiando su endurecido miembro hasta mi abertura, besa la punta de mi nariz haciéndome abrir los ojos para verlo.
En ese instante, comienza a deslizarse dentro de mí, lo hace lento, pausado y sin dejar de verme, respira profundo cuando me ha llenado por completo y cierra sus ojos, mientras yo me dedico a dejar mordiscos sobre su mentón, el ríe suavemente y suspira una vez más.
— Dios es una puta delicia estar dentro de ti...— murmura iniciando los deliciosos y exquisitos movimientos de sus caderas.
Kai entrelaza nuestras manos y empieza ese rico vaivén que poco a poco va aumentando en intensidad, en rapidez y en fuerza. Hacer el amor con el magnate es algo de un a momentos, porque sencillamente no podemos resistirnos y hacerlo lento y suave, aunque es lindo y único, lo nuestro es la intensidad y la rudeza y aunque suene quizás loco, esta es la mejor forma de hacernos el amor.
Gruñe en mi oído cuando presiono mis talones contra sus glúteos obligándolo a entrar más profundo, gimo más fuerte cuando sus dientes se cierran en mi cuello y murmuro exigiéndole lo que deseo.
— Más fuerte...— lo escucho reír con suavidad antes de envestirme con más fuerza — si...— presiono sus manos y el imita mi acción hundiéndose aún más en mi canal que lo aclama y lo venera como un puto dios.
En cuestión de segundos ese momento, tierno y dulce ha quedado atrás y nuevamente somos esos desquiciados, que se besan y tocan con desesperación, el magnate se yergue cual dios sobre sus piernas apoderándose de las mías y abriéndolas más para él, su oscurecidos ojos se posan sobre mi coño, relame sus labios mientras sale con lentitud y luego sonríe de lado con malicia, sus ojos se fijan en los míos y con voz ronca me habla.
— Pídelo nena...— en este momento su glande esta por abandonar mi canal y estoy odiándolo por hacerme esto.
— Por favor...— jadeo contrayendo todo lo que puedo las paredes de mi coño tratando de evitar que salga de mí.
— ¿por favor que Elizabeth? — escucharlo decir mi nombre en ese puto tono demandante y dominante me enloquece.
— Follame duro...— suelto con descaro y él sonríe satisfecho con arrogancia y como todo un puto dios celta.
— Sera mi mayor placer...— entonces separa aún más mis piernas y sin decir nada más se hunde en mi con fuerza, rudeza y no se detiene en llenarme de inmediato comienza a bombearse dentro y fuera de mí, arrancándome gemidos de placer.
Cuando comienza a contonear sus caderas de un costado al otro alcanzando puntos sensibles en mi canal grito a causa del dolor y el placer, sus manos se cierran con más fuerzas sobre mis piernas y repite la acción un par de veces, me impulso hacia arriba con mis manos tratando de evitarlo porque el desespero causado entre el dolor y el placer no me permite pensar con claridad.
Pronto uno de sus dedos está atacando mi clítoris y todo se vuelve borroso, me pierdo en el éxtasis que generan sus caricias, sus estocadas, su polla llenándome con salvajismo y me dejo ir, me corro con tanta intensidad que siento como mis piernas tiemblan en el aire sujetas por él. Kai no me da tregua, nunca lo hace, continua moviéndose, entrando y saliendo de mí sin dejar de masajear y presionar mi clítoris reanudando el orgasmo y haciéndome delirar.
Tras un par más de estocada, gruñe y se corre en mi interior.
Tras algunos segundos, lo siento acomodarse sobre mi cuerpo, su rostro escondido en mi cuello, sus labios besándome con suavidad y dulzura. Murmura algo que no logro entender, pero estoy segura que es su clásica pregunta.
—Más que bien...— murmuro en respuesta haciéndolo reír.
Sale de mi cuello y me ve con una enorme sonrisa, lo imito levanto mi cabeza y le robo un beso.
— Perfecta...— agrego y esta vez es el quien ríe con ganas.
— Estas loca mujer...— comienzo a reír mientras el sale de mí y se acuesta a mi lado.
Tira de mí acurrucándome contra su cuerpo, aprovecho el momento de devorar sus anatomía y suspiro como tonta al saber que todo este escultural cuerpo es mío.
— Sí, estoy loca Kai... estoy loca por ti...— respondo su comentario en español haciéndolo reír.
— Eres una tramposa...— rio disfrutando de este momento que es simplemente perfecto.
Volker Kholer.
Finalmente unos días de descanso, no voy a negarlo necesitaba esto, despejarme, reír, bromear con Kai y Ajax. Lo que no contaba era con esta necesidad de acercarme a ella. No es la primera vez que compartimos un viaje, pero si es la primera vez que estamos lejos de todo después de ese beso, que lo cambio todo entre ambos.
La veo caminar con prisa delante de mí, perdida en sus propios pensamientos y asesinando cada tanto a Kai con la mirada, por haber osado traer a la periodista y la amiga. Bergoña comenta cosas a mi lado, pero no le presto la debida atención, no cuando una vez más Ainara toma su teléfono y vuelve a sonreír con picardía.
Lleva todo el puto viaje haciendo lo mismo, suspiro cuando la veo perderse por el pasillo sin mirar a nadie ninguno excepto a mí. Tengo la necesidad de seguir y buscando cualquier excusa para hacerlo, recuerdo el bolso que Bergoña me ha tendido al bajar que precisamente es de ella.
— Nos vemos más tarde colega...— comenta Kai mirándome mientras abraza a Elizabeth
— Está bien, iré a llevarle estas cosas Ainara que dejo en el Yate...— sin esperar que me responda echo andar por el mismo pasillo por el que se fue.
He caminado en esta casa un millar de veces y nunca me había sentido tan extrañamente ansioso al andar hacia su habitación, me detengo delante de la puerta seguro que discutiremos, porque últimamente es lo único que hacemos, dudo de si es lo correcto estar aquí e intentar acércame a ella no quiero que piense que estoy haciendo esto para aprovecharme.
Porque la verdad no es así, Aina me importa y me importa mucho, desde siempre razón por la que he mantenido distancia, no es un secreto para nadie que desde que éramos niños se ha sentida atraída por mí y aunque siempre evito cualquier tipo de contacto físico conmigo después de cierta edad, esa jodida noche no supimos cómo mantener esa barrera y terminamos besándonos.
Jamás creí que ese beso cambiaria tantas cosas en mi vida o en la suya, porque es evidente que todo cambio desde ese momento. Ainara siempre me evito y siempre lo hizo porque se ponía demasiado nerviosa como para acercarse, demasiado ansiosa como para lograr entablar una conversación fluida y no decir algún disparate. En algún momento durante nuestra adolescencia nuestra relación cambio radicalmente, yo deje de verla como esa niña tierna y dulce y comencé a verla como la chica sexy en la que se estaba convirtiendo.
En la chica sexy hermana de mi mejor amigo y casi mi hermano, por ende ella también. Lo único que pude hacer fue alejarme y ella hizo lo mismo, hasta ese puñetero día en que el idiota de su hermano se le ocurrió golpear a su padre, Kai estaba tan absorto en sí mismo que hizo a un lado a Ainara cosa que nunca había hecho. Terminamos juntándonos y entre tragos, conversaciones y momentos un poco incomodos... la bese.
Y juro por dios que nunca en mi vida imagine que sus labios sabrían tan bien o que fueran así de suaves. Cierro los ojos y recuerdo el instante en que nuestros labios se tocaron, fue algo leve en un principio, un pequeño e inocente rose que pronto se transformó en un beso ávido y cargado de deseo, de demasiado deseo.
Apoyo la frente en la puerta de su habitación obligando a mi cuerpo, a mi mente y a mi tonto corazón a calmarse. Esto ha estado pasando desde ese día, cada que la pienso mi corazón se acelera y me jode, me jode mucho porque Aina es como mi hermana y me gusta. Después de unos segundos respiro profundo y toco la puerta. Unos segundos después esta se abre y aparece con un moño desordenado, una blusa negra de tiras y un short, va en medias y tiene la misma expresión cabreada de hace un rato.
— Volker...— abre la puerta por completo y se apoya en ella, sosteniéndolas con sus manos, me mira con una media sonrisa — eres un idiota — espeta sorprendiéndome.
— ¿Exactamente por qué me llamas idiota esta vez? — le pregunto con una media sonrisa, últimamente me ha estado llamado así muy seguido.
— Sabias que Kai traería a esa mujer y no me dijiste nada...— suspiro
— No lo sabía Aina, me sorprendí tanto como tu cuando la vi...— ella eleva una de sus cejas y ríe sin ganas.
— No lucias para nada sorprendido, de hecho parecías encantado...— comenta dejando la puerta y entrando a la habitación, de inmediato me tenso.
Pero la sigo, ella continúa su camino hasta llegar a la cama y lanzarse sobre ella, toma su celular, dándome una perfecta vista de su culo.
— Ainara...— la llamo tratando de no mirar de más y terminar con lo que vine rápido, estar junto a ella en una habitación los dos solos con ella jugando a tentarme no es una buena idea — dejaste esto en el yate.
— Si, lo se lo hice apropósito...— suelta sorprendiendo, se gira sobre sí misma para quedar mirando al techo con el teléfono sobre su abdomen, cruza las manos detrás de su camisa y...
Joder su blusa se ha subido algunos centímetros dejándome ver ese puto piercing que decora su ombligo, respiro profundo y camino hacia el balcón para no centrar mi atención en ella y lo que hace.
— Necesitaba preguntarte una cosa...— me tenso — ¿Qué tan serio es lo de Kai y Elizabeth? — esa no era la pregunta que me esperaba, pero es lo suficientemente importante como para girarme y verla.
Sigue tendida en la cama mirando el techo.
— ¿Aina que pregunta es esa? Conoces mejor que cualquiera a Kai como para saber qué tan serio es...— ella respira profundo y se sienta posando sus ojos en mí.
— Kai nunca había traído a nadie aquí en plan de romance...— murmura jugueteando con sus manos, luce preocupada — este es su santuario Volker, el de todos...— agrega haciéndome sonreír.
No me resisto y camino hacia ella sentándome a su lado, mi corazón late debocado en cuanto percibo el olor de su piel... coco... Aina huele a coco, respiro profundo llenándome de ese perfecto olor y suspiro, como imbécil enamorado.
— ¿Qué es lo que te preocupa? — pregunto controlando la necesidad de tocarla.
— No quiero que le hagan daño...— suspira y pone sus hermosos y grandes ojos en mi — mi familia ya se ha roto bastante, no quiero que él se rompa más, lo de papa debe tenerlo destrozado y no me habla Volker...— suspiro, porque sé muy bien que el tema de Luther es muy delicado para Kai.
Cuando voy hablar ella continúa.
— ¿Seguro que no es un capricho? — eso me hace fruncir el ceño.
— ¿Desde cuándo Kai esta con alguien por capricho? — La veo detallándola y entonces comprendo, sé muy bien que está realmente preocupada pero este interrogatorio sobre Kai no es del todo por ella — ¿y desde cuando te convertiste en un chivo expiatorio? — pregunto elevando una de mis cejas.
Sus ojos me buscan sorprendidos, después de unos segundos sonríe con pesar.
— ¿Sabes? esta es una de las cosas que más me gusta de ti...— joder Ainara no vayas por allí, no me lo pongas más difícil de lo que ya es — la veo serio forzándome a verla con dureza — sí, si lo sé, es solo que — suspira mirándome implorante.
— Aina no lo hagas...— comento evitando por completo el tema — ¿Leyna te pidió que hicieras esto verdad? — desvía sus ojos de los míos confirmándome lo que sabía que podía pasar.
— No tengo nada en contra de Elizabeth, de hecho me agrada pero no confió en ella, además Leyna tiene razón, ¿Qué sabemos sobre ella? — rio negando con la cabeza.
— Ustedes pueden que no sepan nada, pero en serio nos creen tan idiotas como para meternos con alguien y no saber nada de ese alguien...— rio sin ganas — de Elizabeth White sabemos todo...— le explico haciendo que se sorprenda.
Luego ríe y suspira una vez más.
— Olvide que eran un triángulo perfecto y que pocas cosas se les escapan...— rio al escuchar lo del triángulo perfecto — Leyna me gusta para Kai, además lo ama con su vida...— suspiro ante eso y niego con la cabeza.
— Leyna no es exactamente la mujer para Kai Ainara...— respondo sincerándome con ella.
Nunca he tenido nada en contra de ella, de hecho somos buenos amigos pero nunca me ha parecido la mujer adecuada para Kai, ella es demasiado manejable y sumisa, aunque mi colega le gusta tener el control con Leyna nunca fue del todo feliz y ella siempre hizo lo que fuera por complacerlo y en una relación las cosas no deben ser así.
— ¿Por qué no? — pregunta con curiosidad.
En ese momento antes de poder responder su teléfono suena, ella sonríe a modo de disculpa y toma la llamada.
— Hola vida — el termino vida me hace mirarla sorprendido, ella se pone en pie y se encamina al balcón — si llegamos bien, todo en orden aunque el idiota de Kai trajo a la chica de la que te hable, me agrada pero no me fio de ella — pongo los ojos en blanco.
Cuando se le mete algo en la cabeza no hay quien se lo quite, razón por la que hemos estado teniendo tantos encuentros, insiste en que debemos resolver lo que paso, pero no hay nada que resolver, solo fue un beso...
— Yo también te extraño... prometo que al volver a Ginebra nos veremos — esas palabras me sacan por completo de mis pensamiento y me giro para verla.
Está de pie junto al marco que da al balcón jugando con uno de sus pies, mientras sonríe con picardía, la imagen me idiotiza por unos instantes, ya que el sol da de lleno en la habitación iluminándola y dándole un brillo especial como si fuera una aparición del cielo.
— Si está bien, un beso te quiero vida...— finaliza la llamada y eleva sus ojos para verme.
— ¿Quién era? — pregunto de inmediato tratando de controlar el creciente cabreo que me ha hecho sentir escucharla decir esas palabras.
— Un amigo...— murmura encogiéndose de hombros.
— ¿Uno de los amigos que le preocupan a Bergoña? — pregunto sin resistirme saber quién coño la llama y quien es el imbécil que se ha ganado que lo llamen vida.
— Todos mis amigos le preocupan a mama...— la miro con aprensión — en fin ¿Por qué lo preguntas? — me pongo en pie, es hora de irme de aquí antes que termine por hacer algo tonto.
— Por nada...— respondo con frialdad, camino hacia la puerta y me detengo cuando la escucho decir mi nombre.
— Volker...— me giro para verla
— Gracias...— sonríe ampliamente y que putas ganas de ir hasta ella y volver a besarla.
— No te preocupes...— respondo secamente y me giro para salir de su habitación.
Decido ir a mi habitación para instalarme, por el momento sé que Ajax y Kai estarán muy ocupados con Winter y Eli, por lo que opto por hacer una de las cosas que más me gusta hacer, nadar. Entro a mi habitación y me deshago de mi ropa, me coloco un short y la gorra que traía, más mis gafas de sol y salgo directo a la playa. Necesito un momento de estos, completamente solo para poner en orden mis pensamientos.
Una vez en la playa, me quito la gorra y las gafas, las dejo sobre la arena y me encamino al agua, unos cuantos pasos dentro de esta me sumerjo y empiezo a brasear para alejarme de la orilla. Mientras nado mi cabeza en vez de despejarse se arremolina alrededor de pensamientos relacionados al sujeto con el que Aina estaba conversando. Cuando me detengo en busca de aire y descasar un poco estoy varios metros lejos de la orilla, la tranquilidad y las aguas turquesas que me rodean realmente me calman y ayudan con la ira que estaba creciendo en mi pecho.
— No puedes celarla Volker... es estúpido que lo hagas — me recuerdo flotando en medio del mar.
Suspiro y miro al cielo, la brisa marina me rodea y esta calma en serio me ayuda a despejar y aclararme. No me cabe la menor duda que lo que siento por Ainara solo aumentara si permito estos acercamientos, por lo que lo mejor será decirle que estoy con alguien y que si continua acercándose complicara mi relación con ese alguien.
La conozco lo suficiente como para saber que no va a volver acercarse y se alejara. El pensamiento me estruja el pecho y debo respirar profundo porque aunque no es que tengamos la súper relación de amistad, tenerla cerca estas últimas semanas ha sido increíble, con todo y las discusiones. Peino mi cabello hacia atrás regreso a la orilla nadando. Cuando salgo del agua tomo mis cosas y me encamino al área de la piscina para beber algo.
Esta isla es una belleza y las instalaciones son un enorme capricho que Luther le concedió a su familia, en esa época en la que hacia lo que fuera por su familia. Cuando llego al bar una linda chica está de pie limpiando la barra. Porque si este lugar está equipado con todo lo que se necesita para sentirse en un hotel cinco estrellas.
— Un whisky por favor...— la chica sonríe ampliamente y desliza sus ojos por mi cuerpo y suspiro.
Me siento de espaldas a la piscina y espero que la chica sirva el trago, en cuanto lo hace y me lo tiende escucho el ruido del agua salpicar. Doy un sorbo a la bebida y sonrió.
— Gracias linda...— la chica se sonroja y me encamino a la piscina a ver cual de las dos parejitas ha decidido salir primero.
Bajo los dos escalones que separa el área del bar con el área de la pisicina y me quedo de piedra en cuanto la veo. Ainara va saliendo del agua, por dios, esta de espaldas a mí, su cabello largo cubre la mitad de su espalda y su precioso culo...
Mierda, nunca una tanga me había parecido tan sexy en mi jodida vida como en este instante, trago duro al verla andar con esa gracia que la caracteriza, sale de la piscina y se acerca a una tumbona donde está un toalla se inclina para tomarla y creo que moriré en cualquier momento. Comienza a secar su cuerpo y se gira para tomar una copa de piña colada que reposa cerca de la tumbona.
Cuando eleva sus ojos nuestras miradas se encuentran, sonríe de lado sacándome completamente de la jugada.
— ¿estabas en la playa? — pregunta sacándome de mi estado de admiración.
— Si, fui a nadar un rato...— ella sonríe, se sienta en la tumbona, toma sus gafas de sol y se las coloca para luego tomar un frasco de bronceador.
— ¿Me ayudas? — pregunta en ese tono sugerente que me pone de inmediato.
Camino hasta ella pero no tomo el frasco, al alcanzarla solo la observo, ella desciende sus gafas hasta la mitad del puente de su nariz y con expresión divertida comenta.
— ¿Qué pasa?
— ¿A que estás jugando? — pregunto tenso frente a ella admirando el jodido cuerpo que se gasta,
Aina esta tan, pero tan buena que se le marcan ligeramente los abdominales y sus músculos están bien definidos, esta mujer adora hacer deportes y siempre los ha practicado, razón por la que tiene un puto cuerpo de muerte. Tentando mi suerte, se pone en pie quedando demasiado cerca de mí, su cuerpo aun parcialmente húmedo brilla baja la luz solar.
— No estoy jugando a nada Volker, pero si quieres podemos jugar...— susurra haciendo que cada puto poro de mi cuerpo la desee con desesperación.
Doy un paso hacia ella mirándola con deseo y reproche, todo lo que acabo de pensar y decidir mientras nadaba acaba de hacerlo pedazos con esta maldita insinuación y no sé cómo resistirme.
— Esto no está bien Aina...— comento entre dientes resistiéndome.
— ¿Quién lo dice? — pregunta colocando una de sus manos sobre mi pecho desnudo.
Mierda, su tacto es suave, cálido, ardiente.
— Sabes muy bien que no es posible...— tomo su mano y la aparto haciendo un esfuerzo sobre humano por alejarme y fallando terriblemente.
— Volker ¿sabes donde esta Kai? — La voz de Bergoña nos interrumpe — ah hija podrías buscar a tu hermano por favor, necesito que organice con los de la cocina la cena, yo iré al spa, ¿me alcanzas allá? — Ainara y yo no dejamos de mirarnos mientras su madre nos habla, cada vez la escucho más cerca — ¿chicos está todo bien? — pregunta una vez nos alcanza.
— Si mami — responde finalmente desviando sus ojos de los míos — Volker estaba explicándome algo que ya me quedo claro — vuelve a verme seria y suspira — gracias...— entonces hace el amago de pasar pero no se mueve, vuelve a mirar y susurra en voz baja — eres un idiota...— una sensación extraña se extiende en mi pecho cuando pasa junto a mi sin mirarme otra vez.
Se une a Bergoña y luego se separan, ella de camino a la habitación de Kai y su madre al spa. Respiro profundo tratando de hacerme creer que esto es lo mejor realmente. Me dejo caer en la tumbona y cierro los ojos no se cuánto tiempo pasa pero después de un rato, la risa de Ainara me hace abrir los ojos, la busco con la mirada y esta tumbada un par de tumbonas más allá de donde me encuentro.
Lleva una bonita bata de color verde cubriendo su cuerpo, uno de sus piernas esta flexionada mientras que la otra está extendida, en esa sobre su tobillo hay una fina tobillera de plata decorando sus bonitos pies, suspiro mientras barro su cuerpo con mi mirada, joder esto se está volviendo algo complicado. Nuevamente su risa me hace buscar su rostro, la sonrisa de Aina siempre me ha gustado desde que era solo un niño su sonrisa siempre me hizo sentir calidez.
Me pongo en pie y salgo del área de la piscina evitando retomando el plan de mantenerme alejado y evitarla. Cuando entro a la cocina están Elizabeth y Winter riendo mientras la primera prepara alguna mezcla.
— ¿Qué hacen? — pregunto con curiosidad.
— Vaya el bello durmiente despertó...— bromea Winter riendo.
— No estaba dormido...— le aclaro y ella ríe.
— Colega estabas rendido, Kai te llamo y no despertaste ¿Qué carajos has estado haciendo estos días que estas tan reventado? — pregunta Ajax saliendo detrás de la puerta del refrigerador con un trozo de pastel de chocolate.
— ¿en serio me llamaron? — pregunto preocupado porque la verdad es que ni cuenta me di que me dormí.
— Sep...— responde Kai pasando junto a mi cargando varias cervezas, deja una delante de Winter y Elizabeth luego me tiende una, la cual tomo sin dudarlo — por dos días en el paraíso — dice esperando que choque mi cerveza con él, cosa que hago de inmediato, Ajax se une a nosotros solo que levanta el plato con el trozo de pastel.
— Y por más pasteles como este...— comenta con una amplia sonrisa.
— Tienes que probar los pasteles de Lizzy, esos si son pasteles de ensueño — Lizzy ríe y comienza a servir las mezcla que prepara en una bandeja.
— ¿Qué es? — pregunto con curiosidad y ella sonríe.
— ya verás...— en ese instante Ainara entra a la cocina al vernos su expresión cambia, se pasea por todos y luego suspira.
— ¿Qué hacen aquí? — sonrió al ver el intento por integrarse y darles una oportunidad a Winter y Elizabeth.
— Princesita esta mujer de aquí es pastelera...— comenta Ajax en tono burlón ganándose una mirada asesina por parte de Win.
— No olvides lo que hablamos...— lo señala y Ajax ríe divertido encogiéndose de hombros.
— Y tú lo que te paso por estar de bocazas...— Winter y Ajax se desafían con la mirada y luego de unos segundo comienzan a ignorarse.
Estos dos son exasperantes, Aina se acerca a Ajax y mete uno de sus dedos en la crema del pastel, eleva sus ojos buscando mi mirada y con un puto descaro que me enloquece lo lleva a su boca y lo chupa.
— está muy bueno...— sonríe en mi dirección y luego se gira para ir hasta el refrigerador donde corta un trozo y se sirve en un plato.
— Lo acabo de decir...— la secunda Ajax.
Después de un rato de conversaciones sobre dulces, Lizzy saca del horno el bizcocho que preparo, Kai le alcanza un bote de chocolate y esta empieza a untarlo dejando una gruesa capa de este, Kai se relame los labios y ve el chocolate como si fuera un perro hambriento.
Ajax toma un paño de cocina y se lo lanza en la cara.
— Límpiate...— dice riendo haciendo que todos riamos.
El ambiente se relaja y todos conversamos mientras la periodista decora el brazo gitano que ha decidido preparar, de tanto en tanto observo a Aina y como sonríe mientras responde mensajes, seguro está hablando con el sujeto de hace un rato. Después de un rato toma el bote de chocolate y se sienta sobre la encimera, lo destapa colocándolo entre sus piernas, toma el teléfono con una de sus manos, con la otra toma un poco de chocolate con su dedo medio y lo lleva a su boca, levanta el teléfono y se hace una fotografía.
Mis ojos se abren como platos cuando veo esa jodida expresión picara que me hace imaginar un millón de cosas, con el puto chocolate y con su boca. Mi polla se tensa y siento de inmediato como comienzo a ponerme duro.
Maldita sea.
Luego empieza a reír y teclea algunas cosas más en el teléfono.
— Vas a desgastarla...— murmura Elizabeth en un susurro cerca de mi oído sorprendiéndome.
— ¿Qué?
— Aina, vas a desgastarla si sigues mirándola así y además harás que todos lo noten...— mi ceño se frunce.
— ¿Noten qué? — Ella ríe divertida y suspira.
— Volker eres un encanto de verdad y creo que somos lo suficientemente cercanos como para que no trates de verme la cara...— la periodista se sienta frente a mí y sonríe, dando un sorbo a su cerveza mientras Kai, Ajax y Winter bromean un poco más alejados.
— No sé de qué hablas...— me hago el desentendido haciéndola reír, suspiro y vuelvo a ver a Ainara que está nuevamente risa y risa con el teléfono.
Inevitablemente mi ceño vuelve a fruncirse y el cabreo que siento cada vez es mayor. Entonces como si supiera que estoy viéndola vuelve a meter el dedo en el bote de chocolate, lo lleva a su boca y lo chupa, mierda.
— Si, es jodidamente sexoso lo que está haciendo en este momento y debe estarlo pasando muy bien el tipo con el que habla...— esas palabras me hacen mirarla sorprendido — y tu estas aquí con cara de frustración, entonces debo asumir que estas celoso y desapruebas su actitud y puedo jurar que es la primera...— afirma mirándome con una sonrisa cómplice, no me deja si quiera responder cuando se pone en pie y me guiña un ojo — yo no vi ni se nada...— luego se gira y regresa donde están Ajax, Win y Kai.
Yo regreso mis ojos hacia Ainara sintiendo que los celos crecen en mi interior y ella disfrutando del puto jueguito. Me levanto frustrado como ha dicho la periodista y salgo de la cocina no sin antes escucharla reír otra vez.
#
La cena transcurrió entre risa y bromas, cortesía de Ajax y Winter, estos dos no pueden ser tan jodidamente idénticos. Después de un rato, Bergoña se fue a dormir y nosotros nos fuimos al área de la piscina donde encendimos la fogata y comenzamos a beber y bromear, Winter se encargó de poner música y Elizabeth sirvió ese delicioso postre que preparo, en realidad es muy buena en la cocina. Mi precioso dolor de cabeza se integró y ha estado bromeando de tanto en tanto, aunque está ignorándome completamente, cosa que aunque sé muy bien que pedí comienzo a arrepentirme.
Además no ha parado de estarme provocando, cada que puede se inclina para dejarme ver su culo, o baila demasiado sensual tocándose, de en vez en cuando nuestras miradas se encuentran y juro por todos los dioses politeístas, que está disfrutando de tentarme.
Justo ahora baila cerca de la piscina moviendo las caderas al ritmo de la música junto a Lizzy y Win, las dos últimas se mueven mucho más que Aina, pero ella en este momento parece tener solo una misión y es jugar con mi paciencia, porque desde que se levantó de la tumbona no ha parado de mirarme.
— ¿Estás bien? — pregunta Kai a mi lado tensándome.
— Si, ¿por qué? — pregunto desviando la atención a mis mejores amigos que me observan con seriedad.
— ¿Vas a contarnos o qué? — pregunta Ajax dando un sorbo a su cerveza
— ¿Contarles qué?
— Venga Volker te conocemos, ¿Qué coño te pasa? — insiste Ajax.
— No me pasa nada...— me encojo de hombros y doy un sorbo a mi cerveza antes de volver a fijarme en Ainara que sigue brindándome un espectáculo de puta madre.
— Finjamos que te creemos...— comenta Kai — entonces no tiene nada que ver con Azhar ¿no? — rio y niego con la cabeza.
— ¿Alguna otra mujer de la que no sepamos? — indaga Ajax con suspicacia y rio nuevamente.
— no tiene que ver con ninguna mujer — les respondo sin verlos, en ese momento Aina sonríe con picardía en mi dirección y se gira, toma la botella vacía de cerveza y se acerca a nosotros.
— Iré por una ronda más, ¿quieren? — todos asentimos, cuando ella se gira para irse, entonces me pongo en pie.
— Ya vuelvo, Aina no podrá sola con todas las botellas...— comento casual, cosa que mis amigos asienten.
El único en mirarme unos segundos demás es Kai, pero luego vuelve su atención a la periodista que mueve sus caderas de una manera muy insinuante. Rio divertido cuando Kai acomoda su erección y respira profundo.
Sigo a Aina hacia la cocina en silencio, cuando entro está de nuevo con el teléfono entre sus manos y esa sonrisa pícara. De inmediato me acerco y se lo quito.
— Hey...— no le doy tiempo de nada, la tomo de la cintura y la acorralo contra la encimera, sus ojos me ven sorprendidos y yo estoy que exploto de las ganas de besarla.
— Tienes todo el maldito día jugando conmigo Ainara...— murmuro con voz ronca.
— ¿Disculpa?
— No te hagas, sabes muy bien lo que estás haciendo...— susurro ya muy cerca de sus labios.
Entonces la muy cínica ríe divertida y ladea su rostro para verme.
— ¿Y está funcionando no? — me tenso considerablemente porque tiene razón y no debería.
La observo tratando de mantener el control, pero en cuanto sonríe de esa jodida manera que siempre me ha gustado mando todo a la mierda. La tomo de la nuca y estrello mis labios contra los suyos, lo primero que recibo de su boca es un perfecto jadeo que se entremezcla con un suspiro de alivio que sale de mi boca.
Mierda esto era lo que he estado ansiando todo el puto día, desde que la vi en el aeropuerto, sus manos rodean de inmediato mi cuello atrayéndome hacia ella, su lengua baila con destreza abriéndose paso en mi boca y la recibo gustoso, embelesado y excitado hasta la mierda.
El beso se vuelve cada vez más necesitado y descontrolado, en cuestión de segundos ya no tenemos aire y debemos separarnos para poder respirar. Cierro mis ojos con fuerza porque esto es demasiado intenso, demasiado perfecto, besar a Ainara es adictivo sé muy bien que después de esto no habrá otro beso que se le compare, sé muy bien que acabo de condenarme, este es sin duda alguna el final de la vida que conocí.
Nota del autor: hola mis gamers, buenas noches que tal capitulo extenso y REVELADOR a ver cuantas estan gritando LO SABIA, LO SABIA!!!!! jajajaja el rollito secreto de Volker es con mi hermosa Ainara. Honestamente amo esta pareja, bueno en realidad los amo a los seis son demaiado bellos, y perfectos a sus modos. Antes de despedirme quiero decrles que hoy esta de cumple una de mis pervers... Yulii te amo nena espero dios te bendiga con muchos a;os mas de vida y espero disfrutes de tu regalo... feliz cumple hermosaaa!....
En fin este capitulo va dedicado tambien a mis Pervers (en especial a la cumplea;era claro esta), si a uds que han estado deseandolo desde hace un par de semanas y espero que les haya gustado, que haya llenado sus espectativas y que este flipando tanto como yo lo hice mientras escribia. Las amo, gracias infinitas a ustes y a todos los que nos leen es un enorme placer y deleite escribir para ustedes!
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