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🎭Capítulo 51 - Apuesta🎭

 


Kai Metzler.

Me rebano los sesos tratando de entender el cambio de actitud de mi madre, referente al proyecto, el sábado cuando la deje en casa parecíamos haber limado nuestras asperezas pero hoy durante la reunión fue como si deseara que abandonara el proyecto. Respiro profundo y tallo mis ojos, estoy exhausto y apenas es lunes, será una larga y complicada semana.

Elevo mis ojos en busca de eso que me aísla del mundo, de esa maravillosa y deliciosa distracción en la que se ha convertido la periodista, pero para mi sorpresa no está en la sala, frunzo el ceño y me fijo en Volker que sigue concentrado en los documentos que presentaremos en la reunión de mañana.

— ¿Y Elizabeth?

— Esta afuera contestando una llamada... — responde mi colega despreocupadamente.

Me pongo en pie y camino a la puerta para verificar que este bien y no sea nada malo, además para saber si no se trata del idiota de James nuevamente. Cuando salgo al pasillo Elizabeth esta de espaldas a la puerta y luce tensa.

— Oye...— la llamo acercándome a ella para poder verla — ¿estás bien? — Ella se gira y asiente en modo automático pero su expresión me dice todo lo contrario — ¿Qué ocurre? —me ve un instante y niega con la cabeza

— Nada...— sus ojos brillan con intensidad y tiene esa mirada perspicaz y sorprendida que me enciende mis alarmas.

Algo no anda bien.

— Elizabeth, ¿Qué ocurre?

— Vamos, mejor les cuento a ambos que sucede...— murmura sin mirarme echando a andar de regreso a la oficina.

La preocupación en su tono es evidente y de inmediato, me anticipo a que tendremos más problemas y en este instante me gustaría ponerle pausa a la vida y tomarme un puto descanso. Suspiro y la sigo sin poder evitar mirarle el culo. Joder que no me controlo con esta mujer.

Una vez de regreso en la oficina camina hasta el escritorio y toma asiento junto a Volker, que eleva sus ojos y la luego desvía la mirada hasta a mí y no necesito decirle nada para que capte que pasa algo.

— ¿Qué ocurre? — miro a Elizabeth expectante y ella suspira sin mirarme.

Su actitud hace que me tense de inmediato, está evitando mirarme y eso en Elizabeth es como el final del mundo.

— ¿Elizabeth?

— Luther acaba de llamarme...— responde despues de unos segundos, sin estar muy segura.

En cuanto escucho el nombre de mi progenitor la ira me embarga de inmediato y tenso como la mierda espero a que continúe.

— ¿Luther acaba de llamarte para que? — es Volker quien responde frunciendo el ceño

— Quiere que nos veamos, quiere entregarme información que según el me catapultara a un éxito profesional seguro...— hace una pausa y posa sus hermosos y expresivos ojos en mi y entonces se perfectamente que información le ha ofrecido Luther — es sobre ti...— concluye y yo siento que quiero enviar un maldito ejercito hasta el para que lo hagan pedazo.

— No vas a ir...— le espeto de golpe y ella se sorprende.

Volker me dedica una mirada de advertencia y se muy bien que debo tener cuidado en este momento con lo que vaya a decirle, Elizabeth es una mujer muy inteligente y además llego aquí con un claro objetivo y mi padre esta poniéndoselo en bandeja de plata. De pronto las dudas me asaltan y no estoy seguro de ella.

— Por supuesto que no voy a ir, ¿Qué te pasa? no pienso alcanzar mis objetivos por medio de palancas, me he esforzado mucho en la vida y si hubiese querido algo de ayuda ninguna mejor que las influencias que tenía mi madre...— me espeta poniéndose en pie y caminando hasta mi.

Sus ojos brillan con ira, joder se ve hermosa y extremadamente sexy así.

>> Además estoy consciente que solo busca una forma de joderte, ¿Por qué crees que haría algo como eso, después...— hace una pausa y se detiene abruptamente como si lo que hubiese estado a punto de decir fuera una declaración demasiado importante.

Veo la duda surcar su expresión y suspiro negando con la cabeza, ella desvía su mirada hacia a Volker y suspira.

— No voy a ir a ninguna cita con Luther, si puedo los ayudare a evitar que siga con sus estúpidos planes por arruinarte...— concluye mirándome con determinación — algo cálido en mi pecho se remueve al ver esa mirada en sus ojos alejando parcialmente la duda que estaba creciendo con rapidez.

— ¿Te menciono algo en particular? — pregunta Volker sin dejar de mirarme.

Sabe cuan delicada es la situación a fin de cuentas esto es algo que no solo me involucra a mí, tanto el cómo Ajax tienen mucho que perder y todo por mi culpa, asi que entiendo lo preocupado que se ve.

— No solo que tiene información que...— una vez mas me mira y suspira — puede joderte la vida...— resume, confirmando mis pensamientos.

El que mi padre este dispuesto a llegar tan lejos con esto, solo me advierte que no hay nada que hacer y su sed de poder y dinero es tan enorme que le importa poco no solo arruinar mi vida sino destruir a nuestra familia, la de Volker y Ajax. Cierro mis ojos y respiro profundo bajo la atenta y curiosa mirada de Elizabeth que no ha dejado de analizarnos a mí y a Volker.

— Bien, esto se complica un poco, llamare a Ajax...— murmura Volker sin apartar sus ojos de mi.

— Elizabeth, mírame...— le pido tratando de no sonar duro — mi papa...— sus ojos conectan con los míos y ya no sé que coño decirle.

Permanezco en silencio sintiendo como no solo la ira se adueña de cada fibra de mi ser, sino también la duda y odio sentirme así con ella, la periodista suspira y niega con la cabeza.

— No sé qué le pasa a Luther como para estar dispuesto a tanto por ganarse todo esto... — dice mirando a su alrededor — pero estoy segura que de alguna forma lo resolveremos — da un paso en mi dirección acortando la distancia que nos separa y suspira.

— Ajax no me contesta el teléfono...— nos interrumpe Volker rompiendo con el momento que estaba por construirse entre ambos.

— Déjale un mensaje en cuanto lo lea vendrá... — miro a Elizabeth y decido sacarla de aquí, necesito resolver esto — deberías volver a casa...— murmuro y ella frunce el ceño — tengo que resolver esto y...

— Y no confías en mí...— termina por mí suspirando alejándose un poco.

No pienso permitir que mi padre joda esto que estoy viviendo con la periodista, por lo que la tomo de la cintura y la pego a mí, el gesto la sorprende un poco y busca mi mirada, cuando estas se entrelazan parece que todo a mi alrededor se resume a ella. Apoyo mi frente en la suya mientras escucho como Volker deja un mensaje de voz en la contestadora de Ajax.

— No se trata de eso, solo necesito concentrarme en tratar de resolver esto y te lo he dicho, eres una puta tentación y mi más grande distracción...— sus labios amenazan con soltar esa sonrisa que los han estado adornando estos últimos dos días.

— Disculpen iré por unos documentos...— nos interrumpe Volker llamando mi atención, esta tan concentrado en su teléfono que ni siquiera se ha molestado en vernos.

Su expresión preocupada me alarma, he visto esa mirada muchas veces, algo ocurre y es algo importante para él. No respondo nada porque sé muy bien que este tipo de conversaciones solo podemos tenerlas a solas y justo ahora tengo a Elizabeth entre mis brazos. Volker deja la oficina sin mirarnos cerrando la puerta detrás de sí.

— ¿Estarás bien? — pregunta en voz baja la periodista retomando mi atención.

— Si, siempre y cuando aceptes ir a la mansión...— ella sonríe y niega con la cabeza

— Debo regresar a casa Kai...— pongo los ojos en blanco

— No, iras a la mansión... — me niego mientras escondo mi rostro en su cuello y comienzo a rosar su piel con mi nariz, ella respira profundo estremeciéndose y sonrió.

— Kai...

— De hecho le pediré a Alfred que te lleve y nos vemos allá en cuanto yo termine de concretar que haremos...— dejo un beso en la unión entre su cuello y su mandíbula.

— Kai no puedo ir a la mansión, necesito algo de ropa — ríe cuando comienzo a dejar un montón de besos en su cuello — y además necesito buscar algunas cosas en casa...— sonrió cuando sus manos se cierran sobre la tela de mi camisa y la presiona con fuerza, cuando tomo su culo entre mis manos.

Busco sus labios desesperado por el ansiado beso que llevo todo el puto día deseando darle, su boca se abre para recibirme y de inmediato la brusquedad y desesperación que suelen tener nuestros besos se hace presente, camino con ella hasta mi escritorio sin dejar de besarnos. Sus manos se mueven hasta mi nuca atrayéndome más hacia ella y profundizando el beso que con rapidez me pone. Tomo su culo y la subo al escritorio ella abre sus piernas de inmediato para darme acceso entre ellas y la pasión se desborda entre ambos.

Mis manos se pasean con lascivia sobre su cuerpo desesperadas por alcanzar el contacto piel con piel. Desciendo a su cuello mientras ella jadea entrecortadamente, cuando en ese momento la puerta de la oficina se abre interrumpiéndonos, el silencio que acompaña la entrada del inoportuno visitante me hace saber que se trata de Volker o Ajax, que son lo que suelen hacer esto.

— Joder colega si colocas un cartelito en la puerta de "no molestar" estoy seguro que tendríamos un poco más de cuidado con esto de venir a verte...— suelta en tono divertido Ajax confirmando mis sospechas, pongo los ojos en blanco frustrado por su jodida interrupción y obviamente por su comentario — de verdad no me molesta mirar, es muy excitante de hecho pero hombre me has dicho un millón de veces que evite este tipo de escenas en el Lux...— salgo del cuello de Elizabeth que me ve con lujuria y frustración.

— ¿Ajax cuantas veces te he dicho que toques la jodida puerta antes de entrar? — le espeto sin dejar de ver a Elizabeth a los ojos tratando de trasmitirle todo lo que me hace sentir con solo un beso

— No las suficientes supongo... — murmura Elizabeth con fastidio y rio

— Venga el mensaje decía ven urgente tenemos un problema...— continua Ajax en el mismo puto tono burlón — si esta es la emergencia de verdad no entiendo que tan complicado sea para ti resolver esto...— en ese momento me giro para verlo, ya basta de tanta idiotez.

— ¡Para! — le espeto, pero me detengo en cuanto lo veo, su aspecto no es el que esperaba ver.

Ajax desapareció hace algunas horas, alegando que tenía algo que resolver, en este momento va vestido casual y cuando se fue estaba de traje como siempre, frunzo el ceño y el ríe divertido.

— ¿Qué pasa? — Pregunta con interés caminando hacia el uno de los sillones — Lizzy, ¿Cómo estás? — saluda a la periodista que aprovecha la distracción de mi mejor amigo para descender del escritorio acomoda su falda y le dedica una mirada seria

— Ajax...— se gira para verme y sonríe — iré a casa — pongo los ojos en blanco y suspiro.

Será terca.

— Le diré a Alfred que te lleve buscas algo y luego te lleva a la mansión...— le informo tomando mi teléfono para llamarlo, pero me detiene.

— No, iré a mi casa, por mi cuenta...— comenta y suspiro

— Tu auto sigue aquí, pero deberías dejar que Alfred...

— ¿Cómo sabes que mi auto está aquí? — sonrió de lado y acaricio su mejilla

— Oigan sigo aquí...— comenta Ajax divertido haciendo que Elizabeth eleve su dedo medio sin siquiera mirarlo haciendo que ambos riamos.

— No te hagas el loco, ¿estas acosándome? — pregunta con los ojos entrecerrados y una media sonrisa en los labios.

— Señorita White por más que desee ser acosada por mí no es algo factible ni posible...— le expreso con arrogancia y ella eleva una de sus cejas como respuesta — vera su auto se encuentra en mi edificio y no pasa nada en este lugar sin que yo me entere... — comienza a reír divertida y asiente

—Claro, eres un acosador de primera Kai — suelta rodeando mi cuello con sus brazos — uno extremadamente sexy y guapo...— sus labios se acercan a os míos y deja un casto beso sobre ellos — nos vemos más tarde...— sonrió de lado al notar que ha aceptado irse a la mansión.

— Está bien, bien déjame llamar a Alfred...— me separo de ella y ríe divertida.

— ya quisieras Metzler, te veré luego cuando pases por mi departamento...— comenta haciendo énfasis en el y rio divertido.

No tiene caso, no hará lo que le estoy pidiendo.

— De acuerdo nos vemos luego, ve con cuidado ¿está bien?

— Si, tranquilo

— En serio me empalagan y si seguimos mejor en el plan erótico de cuando entre...— comenta Ajax desde la espalda de Elizabeth que me ve seria y suspira.

— No lo soporto...— murmura haciéndome reír.

Se aparta y echa andar a la puerta donde se detiene y se gira para ver a Ajax.

— Sigue por ese camino y te cortare los testículos...— le advierte señalándolo con su dedo índice a lo que Ajax simplemente estalla en una carcajada y le avienta un beso.

Elizabeth sonríe de lado y sale de la oficina dejándonos solos, me giro para ver a mi colega que sigue riendo y negando con la cabeza.

— En serio esa mujer me encanta...— comenta sin dejar de reír — ¿y bien que ocurre? — pregunta con curiosidad trayéndome de regreso a la realidad y demostrándome que Elizabeth tiene la capacidad de aislarme del mundo y relajarme.

— Luther la cito para hablarle de lo que paso...— le suelto sin más, logrando que la sonrisa divertida desaparezca de inmediato de su rostro.

— ¿Qué? — suelta incrédulo

— No eres sordo Ajax

— Luther no es tan imbécil como para usar eso en nuestra contra, por dios...— suelta exasperado pasando sus manos por su cabello desordenándolo.

Entiendo su preocupación, si eso se sabe no seré el único afectado, ellos están tan involucrados en esto como yo, obviamente por mi culpa pero el hecho de, no implica que. La preocupación que se dibuja en su rostro me recuerda que en cada momento complicado de nuestras vidas hemos estado los tres dándonos apoyo, de alguna manera siempre logramos salir de las situaciones complicadas.

— Si lo hace termina hundiéndose con nosotros, es tu padre y que haya ocultado esto lo hace tan cómplice como cualquiera de nosotros, así que no creo que sea tan idiota para soltar una bomba como esa y hacerla pública...— respiro profundo sintiendo como la ira vuelve a dominarme.

— No entiendo a que está jugando metiendo a Elizabeth en todo esto

— ¿No sabes? — suelta con ironía Ajax haciendo que lo vea — venga Kai eres un puto genio, es una periodista la misma que te llamo idiota en una rueda de prensa delante de todo el mundo y además es demasiado obvio que te importa... — suelta exasperado — debiste dejar que Volker la acompañara como había propuesto, solo la pusiste en su mira y le diste otro escalón para alcanzarte

— Solo intento protegerla

— ¿Protegerla? — Ríe incrédulo — esa mujer tiene más cojones que muchos tipos que conozco, ¿crees que Luther va a intimidarla tan fácilmente? Elizabeth no es Leyna, Kai — que mencione a Ley me cabrea aún más recordando que por su culpa Elizabeth opto por mentirme.

— Yo sé que no es Leyna, pero da igual conocemos a mi padre...

— Y también la conocemos a ella, es obvio que no se deja intimidar

— Kai esto está saliéndose de control, me parece perfecto que haya caído, que incluso sienta cosas por ti, pero la idea era que ella lo hiciera no que tu cayeras con ella...— me espeta cabreado y me giro para verlo incrédulo

— ¿QUÉ COÑO TE PASA? — Le grito — ¿acaso crees que mi plan era enamorarme o algo así? — sus ojos se abren como platos y ríe sin ganas

— No me jodas Kai, ¿en serio te importa tanto? — suelta incrédulo y suspiro resignado.

Ajax siempre ha sido así, le da importancia a pocas cosas, sobre todo a aquellas que involucran las emociones, no porque sea un idiota es solo que no se detiene lo suficiente para pensar en ello. Respiro profundo y tallo mis ojos, esto es extremadamente extenuante.

— Si Ajax, me importa más de lo que creíamos y más de lo que podía pasar con el plan...— Ajax respira profundo y luego de unos segundos me ve serio

— Bien, entonces tenemos que pensar en cómo evitar que Luther llegue a ella y trate de alguna manera de convencerla para que trabaje para el... — hace una pausa evaluando mi reacción.

Y por más que lo odie, no puedo negar que la duda sobre ella sigue allí.

— Dile a Scott que monte un dispositivo GPS en su auto y lo enlace a nuestros teléfonos...— Ajax eleva una de sus cejas y me ve con suspicacia

— ¿No confías en ella? — desvía la mirada de él y suspiro

— Aunque no me guste reconocerlo, no lo hago del todo... — Ajax ríe y niega con la cabeza

— Bien, me gusta que seas así de precavido aunque me sorprende que lo estés siendo con ella si ya sientes algo...— concluye.

— En este momento es necesario... No puedo dejar que Luther arruine todo lo que hemos construido con tanto esfuerzo y trabajo...— Ajax sonríe de lado y asiente.

— Te va a asesinar si se entera — comenta divertido mientras saca su teléfono y lo lleva a su oreja.

Suspiro consciente de sus palabras, si la periodista se entera que he mandado a poner un sistema GPS en su auto para poder vigilarla y evitar que se vea con mi padre querrá asesinarme. Respiro profundo mientras camino al mini bar oculto en uno de las paredes y me sirvo un trago. Dios este tema con Luther cada vez se pone peor y que involucre a otros me advierte que simplemente no va a detenerse.

Las siguientes dos horas Ajax y yo conversamos sobre los posibles pasos a seguir, lo más importante por ahora es evitar que Elizabeth se encuentre con Luther y sepa lo del incidente. Ginger se une a nosotros al final de la tarde y luego Volker que luce más preocupado que cuando se fue, algo le pasa a mi colega y no está contándolo. Después de finiquitar los asuntos referente al Lux con Ginger cada uno se va. Ajax y Gin son los primeros en irse, la actitud que tiene el uno con el otro es bastante rara. Volker por el contrario permanece un rato más conmigo.

— ¿Qué ocurre? — le pregunto después de algunos minutos en silencio

— Nada del otro mundo, solo Viveka siendo Viveka...— con la mención de su hermana mis cejas se elevan.

— ¿Qué pasa?

— Nada Kai no quiero hablar de eso justo ahora, debemos centrarnos en Luther y Viveka puede resolver sus asuntos sola...— lo observo un segundo porque se que hay algo mas, pero ya me lo contara luego.

— Este bien...— Volker se pone en pie y recoge sus cosas para luego verme con seriedad.

— ¿Qué vas hacer si de todas formas, tomando todas las medidas que vamos a tomar Elizabeth se entera? — mi cuerpo se tensa y respiro profundo.

— No lo sé...— murmuro porque no he pensado en eso.

— Debemos prepararnos para una situación como esa, ¿estas consciente no? — asiento y el respira profundo — nos vemos mañana

— Está bien, nos vemos — Volker sale de la oficina dejándome solo con mis pensamientos y dudas.

Después de recoger mis cosas, tomo el teléfono y hago una movida desesperada, una que sé que puede dejar en evidencia cuanto me importa Elizabeth, pero me sabe a mierda. Le marco a mi padre deseando que responda, pero el muy bastardo me desvía la llamada al buzon de voz, respiro profundo y recuerdo que tengo una conversación pendiente con Leyna. Asi que decidido a drenar un poco de la frustración acumulada la llamo, después del cyarto tono responde.

— ¿Kai? — su voz suena baja e insegura

— Hola Ley ¿Cómo estás?

— ¿Qué quieres Kai? — que me corte de esta manera no es más que una clara señal que sigue molesta y dolida por lo que paso el otro día en la mansión.

— Aclararte algo...— respiro profundo porque sé que esto le dolerá pero necesito que este clara y consciente que lo que hizo estuvo mal — lo que tuvimos significo mucho para mí, pero justo ahora tu y yo solo somos amigos, y voy agradecerte que no vuelvas hacer algo como tratar de hacerle creer a los demás que estamos juntos...— el silencio se extiende unos segundos y luego una risa floja escapa de sus boca.

— ¿Esto por es ella, que te dijo la muy imbécil? — respiro profundo

— Leyna no tengo ganas de iniciar una discusión contigo

— NO TIENES GANAS DE INICIAR UNA DISCUSIÓN CONMIGO PERO ME LLAMAS PARA RECLAMARME LO QUE SEA QUE ESA IDIOTA TE HAYA DICHO — grita con voz llorosa — no le dije nada a esa mujer, sea lo que sea que te dijo es una gran mentira y solo demuestra lo que creo y pienso de ella — hace una pausa para sorber su nariz y luego continua con voz entrecortada — es solo una arrastrada que va en busca de una buena historia, una buena follada y tu dinero...— sus palabras me asombran pero aún más el tono tan dolido e iracundo que utiliza.

— Leyna no tienes idea de quién demonios es Elizabeth

— o tengo que saberlo, es obvio quien es, solo hay que verla para saber lo que busca y lo que no puedo entender es como has podido caer en su red... — respira profundo y yo estoy incrédulo por todo lo que está diciendo — ¿sabes que Kai? Cuando te des cuenta de quien esa mosca muerta sé muy bien que vendrás a mí una vez como siempre ha debido ser y estaré aquí porque te amo — no me deja decir nada más porque finaliza la llamada y yo quedo más sorprendido de lo que alguna vez había estado por Leyna.

Que locura es esta, nunca había visto a Leyna así, tampoco la había escuchado hablar así de otra mujer. No es primera vez que le toca lidiar con alguna mujer que esté interesada en mí, ¿Cuál es la diferencia esta vez? Entonces la respuesta llega clara en mi teléfono con un mensaje.

Elizabeth: ¿Cómo va señor Metzler, tiene hambre?

Sonrió de lado y suspiro. La diferencia esta vez es que yo estoy interesado y mucho mas de lo que había estado interesado por la misma Leyna al inicio de nuestra relación.

Kai: ya termine, recojo mis cosas para ir por usted... y hambre siempre tengo, mas con tus piernas expuestas constantemente y paseándose por mi oficina. Tengo hambre de usted señorita White.

Envió el mensaje y salgo de la oficina, al llegar al stand de Kenya me regala una bonita sonrisa y le correspondo el gesto.

— Señor mañana tiene una junto a primera hora, luego el equipo técnico del proyecto en que está trabajando al Dra. Alabi vendrá hacerle una presentación...— me comenta con suma eficiencia y sonrió de lado

— Perfecto, puede irte Kenya nos vemos mañana

— De acuerdo señor, buenas noches que descanse y nos vemos mañana — sonrió en su dirección y echo andar hacia el elevador cuando otra mensaje entra al WhatsApp.

Elizabeth: aquí lo esperamos tanto yo como mis piernas...

Joder, respiro profundo al leer el puto mensaje, se me hace increíble que solo esas pocas palabras hayan podido ponerme duro. Humedezco mis labios tentado a iniciar una conversación bastante caliente, pero me limito y respondo con algo que sé que la dejara deseos.

Kai: perfecto...

Lo envió y sonrió de lado mientras desciendo en el ascensor, directo al estacionamiento, donde Alfred me espera con una sonrisa cálida.

— Señor buenas noches ¿Cómo estás?

— Alfred, estresado pero bien...— me sonríe y abre la puerta para mi

— Todo el tema con su padre lo tiene así ¿no es así? — asiento mientras entro al auto.

Alfred no solo es mi chófer, es un amigo muy querido que siempre está dispuesto a escucharme y darme algún consejo de ser necesario y en este momento requiero de uno de esos, no solo porque es un hombre mucho mayor que yo, fue el chófer de mi padre durante muchísimos años y sabe muy bien cómo lidiar con él.

— Cito a Elizabeth para hablar con ella...— Alfred eleva sus cejas y me ve por el espejo retrovisor.

— Su padre sabe jugar muy bien sus cartas señor y si me lo permite le recomendaría que no se fié del todo de la periodista... — esas palabras me incomodan porque la verdad no quiero dudar de ella.

— ¿Por qué lo dices? No la conoces

— No la conozco lo suficiente es cierto, pero la señorita White desprende determinación y valía, no es una mujer que se quedara detenida ante una situación complicada, actuara y ambos sabemos que mujeres así son de temer — sonrió de lado porque tiene razón.

— ¿Qué me aconsejas entonces?

— El dicho dice ten a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca, quizás deba seguir haciendo lo que hace... — sonríe con picardía y suspiro

— De acuerdo, puedes llevarme a su departamento por favor

— Como ordene señor — el camino hasta el edificio donde vive la periodista lo hacemos bastante rápido, por lo que en menos de veinte minutos estoy descendiendo del auto.

He estado aquí solo una vez, hace unos días cuando vine por ella, creo que Ajax ha estado aquí más veces de lo que he estado yo, subo los escalones del frente y cuando estoy por abrir la puerta del frente esta se abre, dejándome de lente de Winter la mejor amigo de Elizabeth.

— Vaya pero si es el magnate folla como dioses...— dice con picardía acercándose a mí y dejando un par de besos en mi mejilla.

No puedo evitar reír con el mote con el que me ha llamado.

— ¿Cómo estas Winter?

— Muy bien, justo ahora iba de camino a la tienda de la esquina por leche y jugo, pero creo que me daré una vueltica por allí ya que estas aquí... — comenta con picardía pasando junto a mi sin dejar de reír

— Está bien, como quieras...— ella ríe y desciende animada los escalones luego se detiene y me ve con picardía

— Gracias Kai...— mi ceño se frunce al escucharla agradecerme

— ¿Por?

— Por darle tan buenos orgasmos a Lizzy los necesitaba con urgencia... la has sacado del horrible hoyo oscuro y vainilla en el que vivía— estallo en una sonora carcajada mientras ella ríe divertida me guiñe un ojo y se va dejándome de lo más divertido frente a la puerta.

Una vez entro al edificio, me hago consciente que Elizabeth ha estado hablando de mí con alguien, cosa que me divierte pero también hasta cierto punto me incomoda, nunca me ha gustado que la gente sepa de mi vida privada. Respiro profundo al detenerme en la puerta del departamento de la periodista. Doy un par de golpes suaves y espero.

— ¿Qué se te quedo? — Suelta al abrir la puerta y al verme se sorprende — Kai...— sonrió de lado cuando sus ojos me devoran con descaro

— Hola nena...— doy un paso hacia ella y sonríe de lado, humedece sus labios y muerde el inferior con ganas.

Mis ojos se desvían a su cuerpo y de inmediato agradezco al cielo y al infierno por dejarme encontrarla así, lleva un suéter manga larga y unas medias sobre sus rodillas, el cabello suelto y esa puta expresión de diversión y deseo que me vuelve loco. Doy un paso hacia ella, la tomo de la nuca y la acerco a mí para tomar su boca con un puto loco, en cuanto nuestros labios se rosan jadea y es música para mis oídos. Camino con ella hacia atrás, cerrando de un portazo, no veo hacia donde la llevo, por lo que tropezamos con una mesita de la cual se cae algo, pero lo ignoramos, sus manos están pronto quitando mi saco y las mías están debajo del suéter que apenas y le cubre una palma de sus muslos. En cuanto mi piel siente la piel desnuda de su culo abandono su boca y la miro divertido.

— ¿Qué? — jadea mirándome con intensidad

— Dime que de verdad no llevas nada puesto...— ella ríe divertida y da un paso atrás.

— Es algo que debe averiguar usted mismo señor Metzler...— da un paso más lejos de mí y se gira echando andar hacia algún punto del departamento.

La sigo sonriente siguiéndole el juego, esto me encanta, Elizabeth le gusta jugar y pensar en esto me lleva a pensar en que rayos opinaría del club y lo que hacemos en él. La idea se me antoja exquisita aunque sería un martirio llevarla y verla jugar con alguien más. No quiero a nadie que no sea yo tocándola. Respiro profundo ante la idea de otros tomándola y los celos se hacen presente, cuando entra a la cocina se gira y sonríe coqueta.

— ¿Tiene hambre? — pregunta acomodándose al otro lado de la mesa.

Está poniendo cosas entre ambos solo para tentarme más, recorro su cuerpo parcialmente cubierto por el objeto y respiro profundo, entre los celos y el deseo creo que podría tomarla sobre la mesa y recordarle que en estos juegos soy el mejor y suelo ganar.

— Puede...

— He preparado, filete, papas alemanas y ensalada...— se gira dándome la espalda para iniciar con lo que sea que tiene planeado hacer.

Como si yo tuviera hambre de comida, como si yo tuviera si quiera la menor intención de sentarme a comer en este instante, con ella así.

Camino hasta ella y rodeo su cintura con mis brazos, de inmediato su cuerpo se tensa al sentir mi polla reposar contra su culo, respira profundo cuando busco su cuello y comienzo a besarlo con suavidad, el ruido de mis labios sobre su piel llena el repentino silencio que se ha construido gracias a nuestra proximidad.

— ¿Qué hay de postre? — pregunto con voz ronca en su oído, logrando hacer que se estremezca.

— A usted y yo en la mesa...— jadea dándome espacio para accesar más a su cuello.

Su voz ronca llena de deseo combinada con la palabras que ha dicho, es todo lo que necesito para perder el poco control que tenía sobre mí mismo, la giro con brusquedad y la alzo sujetándola del culo, ella grita sorprendida pero de inmediato se apodera de mi boca, cruzando sus piernas en mi cintura y sujetando mis mejillas con sus manos, nos besamos como dos locos, sedientos de placer y necesidad, la guió hasta la mesa de cuatro puestos, y con uno de mis pies ruedo la silla que cae al suelo con estrépito, pero ambos lo ignoramos el deseo y las ganas son mucho mayores que cualquier otra cosa.

La siento en la mesa y de inmediato abandono sus labios para correr desesperado a uno de sus pechos, muerdo su pezón sobre la tela del suéter sintiendo como estos se ponen cada vez más duros.

— Ah sí...— jadea arqueando su espalda, sus manos están enredadas en mi cabello que tiran de el de tanto en tanto.

La empujo hacia el centro de la mesa donde, sin dejar de besarla o tocar sus pechos, deslizo mis manos hasta su muslos para tomarlos y subirlos a la superficie donde reposa su culo, me separo para verla abierta de piernas para mí, sonrió de lado al tonar el pequeño triangulo de tela negra que cubre su coño, humedezco mis labios mientras ella muerde el suyo.

— Voy a follarte aquí y espero que no tengas quejas al respecto...— murmuro rosando el centro de su coño con mi dedo índice, de inmediato sus ojos se cierran y respira profundo.

— La única queja que tengo es que te está tomando tanto tiempo para que lo hagas...— mi sonrisa se ensancha al escucharla tan desesperada y necesitada de mí.

Sin pensármelo me deshago del cinturón abro el cierre del pantalón y saco mi polla, ella gime en cuanto posa sus ojos en ella y muerdo mi labio al ver lo jodidamente sexy que se ve en este instante, me acerco a ella tomándola por debajo de las rodillas, esta vez no hay juego previo, no hay comentarios tentadores, esta vez ambos queremos y necesitamos sentirnos. Por lo que simplemente aparto la tela de su coño rebelando la deliciosa humedad que sale de ella, me acomodo en su abertura dejando que sus labios abracen la punta de mi glande y con un solo puto movimiento entro en ella con fuerza.

Su espalda se arquea, su cabeza cae hacia atrás y el grito que sale de sus labios ahoga por completo el gruñido de satisfacción que sale de mi garganta. Puta madre, estar dentro de Elizabeth es la mejor cosa que he hecho en la vida, he follada cuanta mujer me ha dado la gana pero ninguna se siente como ella, ninguna me traga, me chupa y se aferra a mi como ella. No me muevo permitiéndole adaptarse a mi tamaño, a mi grosor, admiro como su pecho sube y baja agitado, cuando estoy seguro que es suficiente comienzo a moverme, aferro mis manos a sus muslos y entro y salgo de ella con suavidad, dejando que me sienta.

Sonrió de lado al ver como su cuerpo se tensa y como sus manos se abren y cierran constantemente a los costados de su cuerpo, acaricio sus muslos conforme me adentro en su interior y una vez la lleno por completo salgo con rapidez y la vuelvo a envestir con fuerza. Ella gime y jadea con descontrol conforme siente las arremetidas que llenan su caliente, estrecho y delicioso coño, que seguro fue creado por dios pero entrenado en el puto infierno porque es una maldita tortura sentir como sus paredes se cierran con fuerza alrededor de mi polla estrangulándola, si continua haciendo eso me correré.

— Para... — jadeo apretando su cintura.

Ella abre los ojos y me busca con esa expresión extasiada y de reproche, rio divertido y me inclino sobre ella para besarla.

— Si sigues haciendo eso me voy a correr...— le advierto y una sonrisa maliciosa se dibuja en sus labios.

— Ósea que puedo torturarlo un poco...— sorprendiéndome las paredes de su coño se aprietan contra mi polla haciendo que gruña de satisfacción y me tense.

— Mierda...— suelto entre dientes cuando repite la acción. Busco sus ojos y la veo gozar.

No puedo explicar con palabras la satisfacción que siento con su expresión, no solo porque se ve extremadamente hermosa, está jugando a ponerme al límite y estoy disfrutándolo tanto como ella, pero todo se resume a esto, nunca he dejado que nadie juegue con mis límites y Elizabeth se pasea por ellos con una gracia y picardía que simplemente me obliga a dejarla hacer. Soy incapaz de resistirme a la tortura a la que me está obligando a pasar y lo peor de todo es que ambos disfrutamos de esto. Como perfectos adictos al placer y desesperación que generamos el uno al otro.

— ¿Te gusta? — pregunta acercándose a mí, sus labios rosan los míos y sus ojos no se apartan en ningún momento de los míos.

Cuando estoy por responder una vez más repite la acción, cortando mis palabras y haciendo que gruña contra su boca, ella ríe con satisfacción y se pega más a mi toma mis mejillas entre sus manos y sin dejar de verme murmura.

— Esto...— las paredes de su coño estrangulan una vez más mi polla haciendo que frunza el ceño y gruña — es mío y puedo hacer lo que me venga en gana con ella — sus palabras me calientan de forman inimaginables, esa vena dominante que existe en mí se resiente y sale como un toro enfurecido.

Tomo sus caderas y la pego a mí con fuerza, ella gime sin cerrar los ojos y aguantando una sonrisa.

— Puede ser tuya... — suelto entre dientes llevándola con fuerza una vez más contra mí — pero tengo el camino hecho y marcado, sé muy bien que, como, cuando y donde tocar o moverme para hacerte perder la cabeza nena...— entonces con un brusco y rápido movimiento la levanto una vez más de la mesa separo mis piernas para tener mayor equilibrio y separo su pelvis de mí.

Sonrió con malicia para después estrellarla contra mi polla mientras mi cadera se empuja hacia ella, la fuerza del choque la hace gritar y no necesito hacer esto más de tres veces para que la periodista se esté corriendo con demasiado estrépito sobre mi polla, es tan intenso y placentero lo que siente que termina empapando literalmente mi pantalón y parte de su suerte.

Yo no dejo de moverme con fuerza y rapidez dentro de su coño, buscando alcanzar el orgasmo que ha estado a punto de asaltarme hace nada por su jugueteo atrevido. Mi cuerpo se tensa al igual que mis testículos cuando siento que estoy por correrme, la aprisiono más contra mí y con un último y fuerte empellón me corro en su interior. Su cabeza cae sobre mi hombro mientras su respiración agitada cosquillea en la piel de mi cuello.

— No me imagino nada mejor que esto...— murmuro con voz ronca y jadeante

— ¿Follarme? — suelta en tono burlón y me tenso.

— Tenerte a ti nena... en mi vida — respondo con honestidad mirando sus ojos, los cuales brillan de inmediato y sonríe de lado — te quiero...— murmuro rosando la puna de mi nariz sobre la suya, ella sonríe ampliamente y suspira

— Yo también lo quiero señor Metzler...— rio

— Creo que deberíamos tomar una ducha...— comento haciendo que sus mejillas se sonrojen, busca con su mirada mi pantalón que esta mojado como si me hubiese derramado un vaso de agua.

— Sí, creo que es mejor darnos una ducha

— Cenaremos luego...— murmuro y ella asiente sin dejar de verme.

Tengo ganas de comer y solo sigue siendo ella el menú principal


#


La risas de Winter y Elizabeth llenan el ambiente unidas a las mías, la cena esta deliciosa y la compañía ni hablar, Winter resulto ser una mujer demasiado divertida, me recuerda muchísimo a Ajax y entiendo porque se llevan tan bien.

— Entonces imagínate, todo este tiempo la pobre viviendo en la absoluta oscuridad, debía hacer algo, en serio hice de todo...— comenta Winter riendo mientras Elizabeth la ve mal.

Hace unos instantes ha comenzado a bromear sobre el idiota del abogaducho y por lo que veo a la periodista no le hace ni pizca de gracia cosa que no me gusta nada.

— Le di sugerencias, le regale ropa interior atrevida a ambos, incluso un día prepare todo aquí en casa para que el idiota la follara como a los dioses, con película porno y demás con la intensión de incentivarlo un poco por aquello de la timidez... pero joder james nunca dio la talla...— concluye después de unos segundos mirando a Elizabeth — no me veas así, es la verdad y gracias a dios esa mierda se terminó y ahora tenemos al magnate folla como dieses...— vuelve a llamarme haciendo que suelte una sonora carcajada.

— Que le elevas el ego Win... — comenta divertida Elizabeth mirándome con picardía

— Si con eso mejorara un más la técnica hombre, follas como el puto dios del universo... — me dice metiendo una papa en su boca.

— por cierto cambiando un poco de tema, se que eres un tipo jodidamente ocupado y eso, pero tengo una invitación a un pequeño evento al cual tengo entradas gratis me preguntaba si querrías venir con Ajax y Volker...— comenta Winter con tornándose un poco más seria.

— ¿Un evento de qué? — pregunto con curiosidad mientras la periodista ve seria a Winter y niega ligeramente con la cabeza.

— Veras hace poco firme un contrato con una agencia que hace publicidad para una empresa muy interesante, pero no quiero arruinar la sorpresa y contarles, estoy intentando convencer a Lizzy desde hace unos días pero se niega rotundamente a acompañarme...— Winter ve a su mejor amiga que la observa con reproche — sé que si aceptas venir ella lo hará también

— Por favor ¿que acaso voy a donde él vaya? — suelta poniendo sus ojos en blanco y poniéndose en pie para empezar a recoger la mesa.

— No pero seguro logra convencerte de alguna deliciosa manera — comenta moviendo sus cejas de arriba abajo haciendo que ría una vez más — ¿verdad Kai?

— Conoces mejor que nadie a Elizabeth, sabes muy bien que si ya te ha dicho que no, no la hare cambiar de opinión...— la periodista me ve y sonríe satisfecha

— ¿Ves? Al menos alguien que si respeta mis decisiones

— Iras ya lo veras, confió en los métodos de persuasión del genio tecnológico...— comenta una vez más mirándome con picardía — de todas formas Ajax ha aceptado y me dijo que le conversaría con Volker, así que no tienes tanto trabajo — se pone en pie y camina hasta su amiga a quien le pellizca una nalga al pasar junto a ella

— Ese culo — rie divertida y Elizabeth da un salto por la sorpresa

— Winter para de hacer eso...— su mejor amiga ríe divertida saliendo de la cocina

— No puedo evitarlo si te paseas con ese short por la casa lo haré cada que quiera...— Elizabeth bufa y luego se gira para verme

— Lo siento, Winter es así de loca...— le tiendo una de mis manos la cual acepta con una media sonrisa.

Tiro de ella colocándola a mi lado, pero ella con atrevimientos se sienta ahorcadas sobre mí.

— Me recuerda mucho a Ajax...— le comento y ella bufa

— Lo sé, son tal para cual — murmura acercándose a mi boca y dejando un beso sobre mis labios — ¿vas a quedarte? — rio divertido y niego.

— No, tu vendrás conmigo...— ella ríe negando con la cabeza y suspira

— Esta bien, no puedo oponerme a dormir en tu cama...— se quita de encima y sale de la cocina dejándome solo con una cosa de vino a medio beber.


#


Rio al ver a Elizabeth tomar el equipo de una de las mesas y verme con expresión curiosa y divertida.

— ¿En serio vamos hacer esto? — pregunta mirando el casco y volviendo a verme a mi

— Pues sí, has dicho que si e incluso has arrastrado a Azhar a esto así que dudo mucho que ahora puedas echarte atrás...— me acerco a ella y sonrió mientras veo como duda antes de ponerse el equipo.

La ayudo con el cierre del frente mientras miro sus ojos, se me hace super sexy tener que ayudarla a vestirse, ella sonríe de lado justo en el momento en que Azhar entra a la estancia.

— Mierda me da calor solo con verlo con el equipo...— su ojos se encuentran con los míos y jadea — ay este es peor... — sus ojos descienden por mi cuerpo a medio vestir y rió.

Llevo la braga solo hasta el abdomen y de allí para arriba una camiseta sin mangas por lo que mis brazos estan expuestos.

— Lizzy ahora te entiendo amiga yo tampoco quería soltarlo...— Elizabeth rie divertida y niega con la cabeza mientras tomo los guantes y los pongo frente a sus manos.

— ¿Estas lista? — le pregunta a la científico mientras ella asiente sin dejar de verme.

— Quiero hacer equipo con ustedes...— murmura mirando mis brazos

— ¿Que no querías estar con Volker? — le pregunta Elizabeth tomando el casco entre sus manos.

— Joder es la decisión más complicado que he tenido que tomar en la vida, ¿con quién me lió? Ajax esta con tu amiga, pero se ve divino, Volker vino solo así que tengo oportunidades allí, pero joder Lizzy, solo míralo... — le pide a la periodista posando sus ojos en mí, rio negando con la cabeza mientras Elizabeth la obedece y ríe con picardía.

— Tienes razón es una decisión complicada...— concuerda con ella y rio una vez más, me acerco dejo un beso sobre su nariz y me aparto para terminar de arreglarme.

Termino de colocarme la braga y finalmente termino de colocarme el casco que lo llevo a medio camino sobre la cabeza, ella ríe divertida mordiéndose el labios mientras Azhar sale dejándonos solos murmurando cosas en su idioma natal.

— Te ves endemoniadamente sexy — comenta pasando junto a mí y rio

— ¿Acaso te has visto en un espejo? — pregunto deteniéndola de la cintura y pegándola a mi entrepierna.

Ella jadea cuando siente la dureza de mi polla y suspira.

— Debemos salir Kai, hay que hacer esto

— ¿Quieres jugar algo conmigo?— le pregunto liberándola y ella ríe divertida

— ¿El qué?

— Si no dejas que nadie te dé, haré lo que quieras, pero si alguien te da, tienes que hacer lo que diga calladita y sin chistar...— una sonrisa pícara se dibuja en sus labios y asiente divertida.

— Hecho — tomo su mano y el entrelazo junto a la mía para salir del área de los vestidores.

Afuera Volker, Ajax, Winter y Azhar lucen equipos exactamente iguales a los nuestros, la diferencia es que los tres primeros llevan un pañuelo rojo atado a sus brazos, cuando nos acercamos a ellos, Ajax ríe divertido por algo que le murmura Winter al oído.

— Bien esto ha sido lo más loco que hemos hecho en los últimos dos años creo — comenta Volker riendo.

Lleva en su mano otros pañuelos estos de color verde fluorescente, se gira hacia Azhar y le sonríe con picardía, ella entreabre sus labios y jadea

— Joder no me veas así que empapo mis bragas...— todos estallamos en una sonora carcajada mientras Volker se acerca a ella y ata el pañuelo en su brazo, se inclina sobre su oído y murmura algo que la hace abrir sus ojos como platos.

En seguida voltea a vernos y sonríe

— No cuenten conmigo para ganar...— Elizabeth comienza a reír mientras Volker me tiende mi pañuelo y el de la periodista.

Una vez estamos listos, un hombre se acerca a nosotros con tres más que cargan las pistolas de aire. En el pasado, jugamos muchas veces esto, Ajax, Volker y yo pero siempre haciendo equipo, hoy nos enfrentaremos y para completar tenemos mujeres en nuestros equipos. Una en el de ellos, —Winter— dos en el mío, —Elizabeth y Azhar que ya se ha rendido gracias a lo que sea que el tramposo de Volker le ha dicho—

— Pateare tu sexy trasero amiga...— le espeta divertida Winter a Elizabeth que ríe y niega con la cabeza

— Ya lo veremos, sabes muy bien que si pierdes te toca limpiar el departamento todo un mes...— Winter pone los ojos en blanco y le resta importancia mirando a Ajax y Volker

— Imposible perder con este par...— mis colegas ríen divertidos y me uno a ellos.

— Hagamos esto más interesante, y apostemos algo que nos afecte a todos al final del día...— comenta Ajax tomando una de las armas de gas que le tiene uno de los sujetos — ¿Qué dicen?

— Te escucho...— es Elizabeth quien responde animada sorprendiéndome y mostrándome una faceta que no conocía en la periodista.

— Eh ¿quién la ve? — Se burla Ajax haciendo que Elizabeth lo apunte con su arma — calma fiera que aún no iniciamos — le espeta con sorna y continua — somos tres hombres y tres mujeres

— No puede ser Ajax sabe contar, es un tipo listo después de todo — lo puya Elizabeth y rio divertido estos dos les encanta puyarse.

— Quien marque más puntos en el equipo contrario tendrá que ceder ante un deseo del otro equipo... — mi cuerpo se tensa de inmediato al escucharlo, conozco los juegos de Ajax y sé muy bien por dónde van los tiros.

— ¿A qué te refieres?

— Es decir si nos disparas a Volker y a mi muchas veces pues ganas y podrás pedir lo que sea a cualquiera de nosotros, si por el contrario somos uno de nosotros el que tiene mayor cantidad de marcas en alguna de ustedes, podremos pedir lo que sea que queramos...— el tono afilado y pícaro en su voz solo es eclipsado por la sonrisa lobuna que carga.

— Hecho... — responde Elizabeth muy segura sorprendiéndome.

Winter comienza a reír a carcajadas y yo me giro para ver a mí más reciente dolor de cabeza acomodando su casco y sosteniendo su arma para iniciar con un peligroso juego que no tiene idea de a dónde puede llevarla.

Mierda lo mejor será que le cuide la espalda, porque por lo que veo es más competitiva de lo que imagine y Ajax es un puto amo en esto del paintball.


Nota del autor: hola hola mis gamer, como les va??? si lo se siglos sin actualizar, extra;aban mucho a #kazzy???? pues yo lo hacia y muchísimo, pero fue una semana complicada en la revista para la que trabajo y pues se me hizo cuesta arriba escribir. pero aqui esta la actualización y espero la hayan disfrutado... a ver cuantas odiando a #Luther???? y la actitud de todos de "hay que cuidarse de Lizzy" hombre que hasta yo me pique... pero en fin tienen que no? cuéntenme que le ha parecido? para el próximo capitulo verán el juego en pleno narrado por Lizzy y una peque;a parte por Azhar.  

A mis pervers este capitulo va dedicado a todas ustedes (Deli, Edumar, Katia, Yuli y Dul) por soportarme en el grupo y tenerme tantísima paciencia y no presionarme tanto para que actualice cuando podrían hacerlo a diario, se han ganado mi cari;o y nada mas divertido que leerlas y reír con ustedes a diario, la quiero mucho y pues a disfrutar, las leo!!!!!

Gracias infinitas por el apoyo, por leernos y seguir aquí les amo y les envió un gran abrazo y besazo enorme con sabor a pasión!XD

Titulo del próximo capitulo

Capitulo 52 - Paintball

🎭Capítulo 52 - Paintball🎭



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