🎭Capítulo 42 - Un error que empuja a hacer locuras 🎭
Lizzi White.
Sabía que este momento debía ocurrir pero no creí que fuera a suceder tan pronto, James como siempre con su sentido de la responsabilidad y su madures llego hace 15 minutos al edificio Lux para resolver las cosas entre los dos, no estaba lista para tener esta conversación porque hay demasiadas cosas en mi cabeza, demasiadas cosas en mi piel, demasiado Kai Metzler en mi sistema y neuronas.
— ¿Lizzy estas escuchándome? — James interrumpe una vez más el hilo de mis pensamientos.
Después de salir de la oficina del magnate se me ha hecho muy difícil volver a concentrarme las ganas que tengo de volver y besarlo como una loca mientras me besa y me toca son demasiado descomunales y abrumadoras, nunca había deseado tanto a un hombre como lo hago con el magnate y eso me asusta.
— Si, James y entiendo lo que dices, pero lo que paso no estuvo bien, me gritaste en un jodido local lleno de gente y no conforme con eso me tomaste con brusquedad... — la culpa se dibuja en sus facciones y desvía sus ojos.
— Estaba preocupado por ti
— Vaya manera de demostrarlo
— Lizzy no seas así, últimamente estas... — hace una pausa y suspira
— ¿Estoy qué? — pregunto dudosa, no quiero que me diga que he cambiado.
— Más distraída de lo normal y entiendo que todo el tema del magnate te agobie pero amor, está afectando nuestra relación y no debería... — suspiro porque al menos tiene esa idea.
— James todo esto es un proceso que nunca había experimentado antes —incluyendo las experiencias sexuales que el magnate me ha estado regalando— estaba acostumbrada a estar detrás del escritorio en la revista escribiendo para ella artículos que ciertamente siempre daban de que hablar, pero esto no se le compara estoy frente a un proyecto que tendrá un impacto increíble en la sociedad y justo ahora dicho proyecto está bajo la lupa precisamente por mi culpa — respiro profundo y masajeo mis cienes.
— Entiendo Lizzy y por eso estoy aquí, fui un imbécil y me comporta mal contigo además no pude encontrar peor momento para hacerlo, ¿me perdonas? — dudo un instante antes de responderle pero unos suaves golpes en la puerta nos interrumpen.
— Adelante — la puerta se abre y juro por dios que debo morder mi lengua para no soltar una maldición al verlo.
Kai se da un par de pasos dentro de la oficina sus ojos fulminando la espalda de james, se pasean de el a las flores que reposan en mi escritorio y su cuerpo y mandíbula se tensan aún más, joder ya se cabreo. Adiós tranquilidad, adiós calma y ese aire juguetón que había entre ambos desde la mañana. James se gira en la silla y lo ve, de inmediato reconozco la vergüenza en su expresión, sé muy bien que esta súper apenado por lo que hizo y sobre todo porque armo una escena en la que hizo actuar de aquella manera al magnate.
Lo que no entiende o sabe es que su reacción no fue exactamente por creer que estaba lastimándome, su reacción fue única exclusivamente porque se atrevió a tocarme y debo reconocer que eso me sorprendió, jamás creí que Kai reaccionaria de esa manera.
— Señor Metzler... — saluda al magnate y se pone en pie tendiéndole una de sus manos yo no puedo ni moverme — quería disculparme con usted por lo de la otra noche, lo que hice no estuvo bien, me deje llevar por el momento y el alcohol — el magnate lo ve con desprecio y odio.
¡Dios Kai contrólate no hagas otra escena aquí!
Le pido a Dios en silencio mientras el posa sus ojos en mí, entiende el mensaje y responde el gesto sujeta su mano unos instantes más de los necesarios. La libera y me ve con intensidad sé que está controlándose, hay pequeños rasgos que logro reconocer.
— ¿Tienes un minuto? — su voz lo confirma, esta cabreado hasta la mierda.
— ¿Es muy urgente? — pregunto tratando de despacharlo rápido de aquí y no darle oportunidad de armar una escena o una discusión que podría dejarnos en evidencia.
— Bastante — responde el muy idiota, de bolas es el jefe tengo que obedecerlo, lo fulmino con la mirada consciente que está aprovechándose de su cargo para joderme.
Respiro profundo y niego con la cabeza cuando veo como mira una vez más a James este idiota esta que suelta uno de sus comentarios.
— James ¿me esperas abajo? — pregunto sin dejar de mirarlo.
— Claro cariño — responde con calidez James haciendo que el magnate cierre sus puños con fuerza se hace a un lado para dejarlo pasar y ni siquiera lo ve cuando pasa junto a él.
James camina hasta la puerta me guiña un ojo antes de salir y cierra la puerta dejándome a solas con el magnate, desvió mis ojos de inmediato porque si lo veo sé que caeré perdida, el muy imbécil se ve endemoniadamente sexy cuando se cabrea, como junta sus cejas como se marca la línea de su mandíbula, como sus labios se comprimen y esa puta mirada que de tener algún poder seguramente sería el de quemar, porque me calcina con ella cada que la pone en mí.
— ¿Qué pasa? — inicio a recoger mis cosas evitando estarme quieta y que vea lo nerviosa que puede ponerme o la necesidad que despierta en mi tenerlo cerca.
— ¿Te las envió el? — ¿ah, de que habla ahora?
— ¿Qué cosa? — pregunto sin comprender y el respira profundo.
— Las jodidas flores Elizabeth ¿qué más? — suelta elevando el tono, lo que me hace mirarlo sorprendida.
Y pues lo dicho, Kai Metzler es una puta maldición, una que no puedes dejar de ver una vez pones tus ojos en él, mierda como demonios puede lucir así, debería ser un pecado, un delito, algo. Con ese elegante y bonito traje a la medida de tres piezas, mierda esto es injusto, en serio lo es. Pero su expresión me recuerda que este no es momento para jugar a comérselo con los ojos porque si no pierdo.
— Si, me las envió el — respondo desafiándolo, el cierra sus ojos y respira profundo, joder que me encanta hacer enojar este hombre — ¿Qué pasa Kai? — insisto y el vuelve a poner sus ojos en mí y esa mirada lo dice todo.
Mi cuerpo se enciende como si de un puto volcán se tratara y deseo que me tome aquí, que deje de preguntar tanta gilipollez, se acerque y me empotre en la pared.
— ¿Te vas con él? — pregunta dejándome un poco fuera de base, porque lo pregunta en un murmuro ronco, respiro profundo.
— Si, necesitamos conversar
— ¿Le dirás? — pregunta haciendo que pierda por completo el hilo de la conversación lo que me exaspera.
— ¿Decirle que?
— Lo que estás haciendo, que lo engañas... — esas palabras me dejan de piedra, es como una bofetada de realidad que acaba de darme y no sé muy bien cómo responder.
Una cosa es estar claro de lo que haces, pero escucharlo en voz alta y de otra persona es como una llamada de atención que honestamente no esperaba que viniera precisamente del magnate.
— No Kai, no se lo diré... — respondo en un murmuro, desvió mis ojos de él y tomo mi bolso, basta de esta conversación.
Echo andar hacia la puerta, es evidente que esta no era una conversación sobre trabajo como asumí y es mejor que me vaya, camino hacia la puerta pero se interpone entre la salida y yo, respiro profundo y jodido error, el aroma de su perfume inunda mis fosas nasales anulando por un instante mi capacidad pensante.
— Kai por favor... — le pido sin mirarlo, estando tan cerca y con esa pinta, simplemente no confio en mi cuerpo.
— Mírame... — me pide el muy hijo de puta, joder — Elizabeth mírame — me exige elevando un poco el tono, lo que me exaspera.
— ¿Para qué? — le espeto con brusquedad, no quiero verlo ¿no lo entiende?
Pues no, no lo hace porque el muy bastardo da un paso en mi dirección para acortar aún más la distancia entre ambos, y retrocedo, no lo quiero cerca no porque no lo desee el problema es ese, que muero porque me toque.
— Elizabeth — me advierte en ese tono que solo anuncia problemas y mi entrepierna se calienta aún más, porque se exactamente el tipo de problemas que estoy buscándome.
— Tengo que irme Kai, James está esperándome... — suelto tratando que el cabreo sea mucho mayor que sus ganas de estamparme contra la pared y follarme.
Respiro profundo aliviada cuando da un paso y se mueve para dejarme pasar, echo andar y cuando paso junto a él una de sus manos me sujeta, claro ¿cuándo Kai Metzler pierde? Su mano rodea mi codo y tira de mi hacia él, por supuesto que no lo esperaba, grito sorprendida porque en serio creí que lo dejaría estar, cuando chocó contra su pecho sus brazos ya rodean mi cintura apresándome contra él.
Con su mano libre toma mi mentón y me obliga a verlo, nuestras miradas se encuentran y todo desaparece a mi alrededor, es solo él y yo y todas las putas sensaciones tan abrumadoras que despertamos el uno en el otro. No puedo ocultar lo que siento, lo mucho que deseo a este hombre, lo mucho que muero porque me mantenga así, Kai sonríe de lado lo que me hace fruncir el ceño porque es un gesto entre burlón y arrogante que no le había visto hacer antes.
— No se te olvide lo que te dije en Flame... — su voz es ronca una deliciosa invitación a mandar a la mierda a James y quedarme aquí con él.
— ¿El qué? — susurro prendida de su intensa mirada, que el rompe porque se acerca a mi oído y solo eso es suficiente para hacerme estremecer.
— No quiero que te toque — mis ojos se cierran antes el murmuro lento de sus palabras.
A la calidez de su aliento rosando la piel de mi oreja, a su nariz rosando la línea de mi mandíbula y parte de mi cuello.
¡Dios no me importa arder en el infierno si este hombre me besa en este momento!
Y como si leyera mis pensamientos deja un beso en la línea de mi mentón y luego uno más lejos para después estrellar sus labios contra los míos, la desesperación con la que toma mi boca se compara con la misma con la que le respondo, somos solo intensidad, desesperación, brusquedad y demanda. Pienso resistirme por un instante pero ni lo intento, es estúpido deseo esto, quiero esto. Lo atraigo más a mí con una ansias de sentirlo más cerca de mí, que su duro cuerpo cubra el mío por completo.
Kai gruñe sobre mis labios moviéndonos con rapidez y brusquedad a la pared donde golpea mi espalda con ella y yo solo puedo gemir y jadear por el deseo y la desesperación que genera tenerlo así. El magnate muerde mi labio inferior haciéndome perder un poco más el control elevo mis piernas y rodeo su cintura con ellas y me restriego contra el odiando el que llevamos tanta ropa. La dureza de su polla me hace gruñir y jadear, Dios esto es delirante.
— Pídemelo nena — murmura sobre mi boca, arrancándome un poco más de cordura.
Cordura.
Entonces me obligo a regresar a la realidad, a mi realidad a las palabras que dijo hace un rato y a lo que se supone que debería estar haciendo en este momento, me obligo a no dejarme llevar, James me espera abajo y debo resolver las cosas. Apoyo mis manos sobre sus hombros y lo empujo aunque me estoy muriendo por hacer todo lo contrario y pegarlo más a mí. Sus labios abandonan los míos y me siento extraña vacía y con un creciente nudo en la garganta que no sé de dónde ha salido.
Kai intenta besarme una vez más y niego, aun con los ojos cerrados murmuro.
— Basta Kai... tengo que resolver esto con James... — su cuerpo se separa del mío y me libero soltando mis piernas de sus caderas, las cuales tiemblan al tocar el suelo.
No me atrevo a ver su expresión, no me atrevo a verlo a los ojos porque si lo hago sé muy bien que me quedare, que irremediablemente me quedare con él y no puedo, el mismo acaba de darme una bofetada de realidad, al hacerlo audible y real para mí, estoy engañando a James y no se lo merece, por muy mala cama que sea, por muy soso que sea, James no se merece esto.
Echo andar hacia la puerta pero su voz me detiene.
— Hablo en serio Elizabeth no quiero que te toque... — su voz es una clara demanda que no tiene derecho replica.
¿Y que voy a replicarle? si lo único que quiero es que sea el que me toque. Camino con nerviosismo por el pasillo y trato de poner en orden mis pensamientos, acompasar mi respiración y calmar el calentón que el magnate genera en mí. Paso junto a al stand de Kenya sin siquiera mirarla y mucho menos sin despedirme, al llegar al ascensor presiono repetidas veces el botón llamándolo como si de alguna manera mi insistencia lo hiciera subir más rápido.
En cuanto las puertas se abren entro como alma que lleva el diablo, necesito largarme de aquí antes que el magnate aparezca y diga algo más, porque si no juro que me quedo y que James se vaya a la mismísima mierda. Cuando se cierran las puertas, respiro profundo.
— Mierda Elizabeth la estas cagando niña... — me reprendo en español.
Abro mis ojos y me inclino para presionar el botón de PB cuando vuelvo a mi posición inicial noto que no estoy sola dentro del ascensor y un chico de lindos ojos me mira divertido. Bien ahora pensara que estoy loca.
— Hola... — me saluda con una sonrisa y se la devuelvo
— Hola
— ¿Un mal día? — asiento y él sonríe
— Trabajar con los grandes no es cosa fácil ¿no? — mi ceño se frunce como sabe que trabajo con los "grandes"
Supongo que interpreta mi expresión porque continúa.
— En ese piso solo están las oficinas de Kai, Ajax y Volker, hay otras pero suelen ser usadas por personas que están de paso o trabajaran en proyectos específicos con ellos, así que asumo que tu...— mueve su cabeza como dándome a entender que es mi turno de completar la idea y pues lo hago.
— Ah sí estoy trabajando con ellos, soy el enlace con la prensa... — entonces sus bonitos ojos se abren como platos y comienza abanicar su rostro rebelando su orientación sexual.
— ¿Ay por dios eres la periodista que llamo idiota al papi de Kai? — no puedo evitar reír cuando escucho aquello de papi.
— Si, soy yo... ¿eres latino? — él sonríe ampliamente y asiento
— Puertorriqueño linda, mucho gusto Aníbal... — me tiende su mano y la estrecho encantada, me encantan los gays.
— Elizabeth un placer.
— Ay linda tenemos que reunirnos para que me cuentes como se te ocurrió eso de decirle idiota a ese papito lindo delante de todo el mundo, yo lo hubiese dicho otra cosa pero idiota jamas — las puertas se abren y él pone cara de aflicción cuando debemos bajar — soy de administración, te invito un café mañana en la mañana en el cafetín que dices, yo pago — y rio divertida
— Seguro Aníbal, debo irme nos vemos mañana.
— Ay genial linda nos vemos — me lanza un beso y yo continúo riendo mientras salgo del edificio, gracias a Aníbal acabo de relajarme un poco.
Salgo y doy una bocanada de aire, en la distancia observo a James que está de pie a unos cuantos metros de distancia al teléfono, camino en su dirección y en cuanto lo alcanzo logro escuchar su conversación.
— ... Si Cami está bien, gracia necesito que además de eso le envíes por mail al juez la orden en cuanto la tengas me avisas... — hace una pausa y sonríe — gracias Cami un beso nos vemos mañana — ¿un beso? Vaya pero que lindos...
— Lista...— comento y el me ve con una sonrisa
— ¿Todo en orden? Demoraste bastante... — me tenso y le regalo una sonrisa forzada.
— Si todo bien, nos vamos ¿ya? — el asiente y andamos hasta su auto, el mío pues tendrá que quedarse aquí.
El camino a mi departamento lo hacemos en silencio, yo sumergida en mis pensamientos y en el paso que estoy por dar. Llegamos pronto a casa y subimos, el luce tranquilo como siempre, yo soy un mar de nervios ¿y si me equivoco con esto? Entramos a y el deja sus cosas como de costumbre en la mesita de entrada, yo sigo por el pasillo y dejo mi abrigo y mi bolso sobre el sofá, me giro y lo veo.
Él está acomodando las mangas de la camisa que lleva puesta, sonríe al verme y suspira.
— ¿Me perdonaras? — pregunta directamente y yo suspiro dejándome caer en el sofá.
— James no se trata de si te perdono o no, obvio que ya lo hice es solo que...— él se acerca a mí, agachándose para quedar a mi altura y estrecha nuestras manos y las presiona antes de dejar un cálido beso sobre ellas.
— Lizzy siempre hemos sabido resolver las cosas, entiendo que estas pasando por un momento super importante y complicado en tu carrera, no quiero presionarte, solo quiero que estemos bien... — sus ojos recorren mi expresión y sonríe.
Yo le devuelvo el gesto, pero en seguida su ceño se frunce y me ve con seriedad.
— ¿Y esa cadena? — dice mirando mi cuello y me tenso de inmediato.
— Ah un regalo... — murmuro sin saber muy bien que decir, el eleva una de sus cejas y me ve suspicaz.
— ¿De quien? — no se que responder, el me ve expectante y como no respondo libera mis manos y se sienta a mi lado — Lizzy ¿Quién te regalo esa cadena? — su tono se ha endurecido.
— Volker... — miento, ya que el sabe que mi relación con el es bastante buena.
— ¿Volker, uno de tus jefes? — pregunta y yo asiento
— si, es solo un detalle que quiso tener... — murmuro el me ve un instante y asiente.
— Un detalle que se ve de varios cientos de dólares Elizabeth... — mi cuerpo se tensa y lo veo con expresión seria
— ¿Qué estas insinuando? — le espeto
— No estoy insinuando nada solo se me hace raro que uno de tus jefes te regale algo como eso... — dice señalando mi cuello.
— Ay por favor James es solo un collar... — suelto quitándomelo y dejándolo sobre la mesita de centro.
El me ve todavía serio y luego suspira negando con la cabeza.
— Lo siento es que...
— ¿Qué, crees que tengo algo con Volker? — suelto incrédula y el ríe
— No, no te creo capaz de hacerme algo como eso, pero si es posible que él esté interesado en ti y por eso el detalle... — responde con una media sonrisa, se acerca a mí y acuna mis mejillas entre sus manos.
Sus palabras hacen que la culpabilidad aumente y me sienta como una mierda, no debería estar haciendo esto, es malo y él no se lo merece, ¿Qué me pasa? entonces tomo aire y aparto sus manos.
— James creo que deberíamos darnos un tiempo... — lo suelto sin maquillajes y sin darme tiempo de arrepentirme.
Sus ojos se abren como platos y se echa atrás, me ve dudoso y luego sonríe de lado y niega con la cabeza.
— ¿Es una broma verdad?
— No, James necesito pensar bien las cosas, la propuesta de matrimonio mi trabajo justo ahora todo esto, es más de lo que puedo manejar y no quiero hacerte daño... — murmuro sabiendo que ya estoy haciéndoselo, pero nunca es tarde para tratar de repararlo ¿no?
James se pone en pie y pasa sus manos por su cabello con cierta frustración, me ve y luego echa andar de un lado para otro.
— ¿Segura que es por eso? — pregunta en un murmullo y yo asiento
— James casarme no ha estado en mis planes y desde que lo propusiste he estado pensando en eso y no sé si quiera hacerlo, necesito tiempo, para saber que voy hacer y qué es lo que quiero realmente... — me pongo en pie y camino hacia él.
Sus ojos me miran llenos de un brillo triste que me hace sentir terrible, pero sé que esto es lo que debo hacer, mientras no resuelva lo que pasa con el magnate no puedo hacerle esto, mucho menos cuando él tiene planes de familia y yo solo quiero ser la mejor periodista del mundo y enorgullecer a mi madre donde sea que este.
Tomo sus mejillas y el sostiene mis manos mirándome con amor, ese amor que ha estado brindándome desde que comenzamos a salir en la universidad, sonríe con tristeza y suspira, yo me inclino sobre él y besos sus labios, como esperaba que sucediera no siento nada, ni siquiera una pequeña chispa que me haga dudar de mi decisión. Sus labios se mueven contra los míos con cariño y delicadeza. Me aparto y suspiro apoyando mi frente contra la suya.
— Lo siento James en serio...— el suspira y me abraza con fuerza.
— Tranquila amor, entiendo fue todo muy repentino y sabía que estaba arriesgándome demasiado... — joder que lo tome tan bien me cabrea porque me hace sentir aun peor.
— Es mejor que me vaya...— suspira y deja un beso sobre mi frente me libera y se gira sin volver a verme, camina hasta el pasillo y toma sus cosas, cuando abre la puerta se vuelve y sonríe con pesar — te amo... — sonríe y se va.
Yo me quedo en medio de la sala del departamento sintiéndome como una mierda, pero más tranquila. Paseo la vista por la sala y termino posándola sobre el collar, me siento en la mesita y lo tomo pensando en el magnate y todo lo que me hace sentir. No sé qué es lo que va a pasar ahora pero debo saber que vamos hacer, si esto es un juego, si solo se trata de follar o si hay algo más que deseo y lujuria.
Dejo el collar sobre la mesa y me pongo en pie, camino a la cocina y me sirvo una copa de vino, tomo mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y le escribo a Winter.
Lizzy: ¿Noche de chicas?
Win: ¿paso algo de lo que deba enterarme primero?
Lizzy: le he pedido un tiempo a James.
Win: ¿QUEEEEE TU HICISTE QUE?
Win: ¿Qué noche de chicas ni que mierda? Tienes una invitación para Slave Game que te regalo Simond usémosla.
Lizzy: Si, Win no está bien lo que estaba haciendo, engañarlo no es algo que deba hacer. Y ni loca no regreso a ese club ni porque me pagues, la idea es aclararme no liarme más la vida Winter.
Win: ah no claro, pobrecito... los mala cama no merecen ser engañados tienes razón, lo siento!
Lizzy: Win hablo en serio
Win: yo también tonta... y por eso te digo que debemos ir al club es noche de luna.
Lizzy: Olvídalo Winter intento resolver la cosas no complicarlas más y salir a follar con extraños no me dará respuestas.
Win: pero te liberara de tensiones
Lizzy: No. y no insistas!
Win: de acuerdo, nos vemos en casa, estoy saliendo del estudio un beso!
Pongo los ojos en blanco y rio suavemente con las loqueras de mi mejor amiga, suspiro y doy otro trago a mi vino, reviso las actualizaciones de los estados en el WhatsApp y el nombre del magnate llama mi atención, es de hace unas tres horas, sonrió al ver una taza de chocolate caliente, pone "Dulce néctar de la vida" . Movida por esas sensaciones que Kai suele generar en mi marco su número y espero, repica un par de veces, pero me arrepiento y finalizo la llamada.
Abro la imagen que tiene en su perfil y quedo en shock, este puto hombre no debería verse así, claro que no, es un pecado, un delito, un martirio visual no tenerlo mas cerca. Es un selfie, y se me hace tan raro verlo vestido así que me encanta como se ve, lleva un suéter blanco una gorra negra y al parecer un jogger negro también, dios este hombre. Entonces una vez más tomo aire y le marco, ¿Qué más da? Él estaba loco porque me quedara con él hace un rato, lo llamo y quedo con él.
Repica un par de veces más y esta vez sí contesta, solo que la voz que se escucha del otro lado no es la del magnate es la de una mujer.
— Alo...
— Eh si, buenas noches
— Buenas noches
— Kai por favor...— utilizo el tono profesional para mantener la postura, pero mi corazón late desbocado.
— ¿de parte? — suspiro, venga mujer debiste haber leído mi nombre en la pantalla cuando respondiste.
— Elizabeth White, ¿con quién tengo el gusto? — utilizo el método Kate. El infalible método de mi madre por saber con quién tratas sin despertar sospechas.
— Leyna Heber... — mi corazón se detiene y no sé qué decir por un momento, respiro profundo y tratado de controlar mis emociones.
— ¿Kai, está ocupado? — indago, tratando de no alterarme.
— Si, está dándose una ducha en este momento, si quieres que le de algún recado lo hare... cariño... — responde de lo más chocante la imbécil esta.
— Oh no... está bien, gracias lo llamare luego... — no espero a que me responda simplemente finalizo la llamada.
Observo la pantalla y siento como mis ojos se van llenando de lágrimas, no entiendo porque me siento así pero de repente me siento sumamente estúpida, venga tiene una foto con ella en su escritorio, el otro día se hizo a un lado para que no escuchara la conversación, es evidente que esta chica es más que solo una amiga y si él está allí dándose una ducha quiere decir que...
Me pongo en pie y grito de la frustración, comienzo a caminar de un lado al otro, porque yo jurando que las cosas conmigo podrían ser quizás un poco más serias, el puto regalo, sus celos, su actitud posesiva todo este jodido show en la tarde. Salgo a la sala y tomo el collar lo veo con resentimiento y lo arrojo al otro lado de la sala, este se estrella contra el cristal de la ventana y cae al suelo. Genial ahora parezco una niña malcriada, camino al otro lado de la sala y lo recojo del piso, suspiro y lo observo con detenimiento.
Mis ojos se abren como platos cuando veo que tiene pequeños diamantes incrustados entre los hilos de plata, esto tiene que ser una broma, ¿Quién demonios le regala algo como esto a una mujer que no significa nada? Respiro profundo y camino a mi habitación, no tiene caso pensar en esto. Guardo el collar en mi cofre y lo cierro cabreada y dolida, me giro y me dejo caer en mi cama con los ojos cerrados. Trato de acompasar mi respiración y las estúpidas ganas de llorar, no debería estar haciendo esto, por dios.
— Vamos Lizzy déjate de pendejadas no lo vale... — me reprendo en español y me pongo en pie — nunca has dejado que un hombre te pisotee ni te haga menos no vas a empezar ahora con el magnate, puede irse a la mierda con toda su belleza, su jodido cuerpo y con todo lo que me hace sentir... — abro el armario y comienzo a revisar, será noche de chicas en un buen local nocturno.
Mientras reviso que podría ponérmela puerta de mi habitación se abre y Winter entra como una flecha y me abraza, comienza a jugar con mis pechos y a decir chorradas que no alcanzo a entender solo empiezo a reír y la empujo.
— Basta ¿qué te pasa loca? — ella ríe y se deja caer en mi cama
— Que estas soltera eso me pasa... — comienzo a reír y niego con la cabeza — totalmente disponible para el magnate — me pongo en pie en cuanto escucho su nombre.
Me alejo, dejo que termine de hablar mirándola seria, esta tan concentrada en lo que dice que ni se ha dado cuenta que la estoy mirando mal.
— Venia pensando que quizás deberías llamarlo e invitarlo a salir y nos vamos de fiesta los cuatro, porque evidentemente llamare a Ajax dios ese hombre Lizzy...
— No Winter no hay cabida para tal cosa — la interrumpo notando que no va a callarse nunca, ella se sienta de golpe y me ve sorprendida.
— ¿Cómo qué no? si los dos están coladitos el uno por el otro — rio sin ganas y echo andar para salir de mi habitación — ¿Elizabeth estoy perdiéndome de algo? — me pregunta y yo simplemente tomo mi teléfono de la encimera de la cocina y regreso al sofá.
— Sí, tan coladitos que el muy idiota está en su casa con una tal Leyna Heber... — el ceño de Winter se frunce y me ve seria.
— ¿Y esa quien coño es?
— Yo que sé, solo te diré que debe ser alguien muy importante ya que tenía una foto de ellos juntos en el escritorio de la empresa y si él estaba duchándose con ella allí, dudo mucho que sean solo amigos... — entro a mi mail personal y comienzo a revisar los mensajes que me han llegado en el transcurso de la tarde.
Uno en particular llama mi atención.
— Pero ya va, Lizzy no será que estas así como adelantándote y es una amiga lesbiana que no tiene nada que ver con que él estaba en la ducha mientras ella atendía su llamada
— Winter es la vida real, no una historieta ni una novela de wattpad... — le aclaro y ella ríe
— Oye eso es un golpe bajo, hay novelas muy buenas en esa plataforma... — pongo los ojos en blanco mientras ella continua hablando y yo entro a revisar el mail.
Abro los ojos como platos cuando leo que se trata de una invitación al Club y creo que viene una vez más del hombre de la máscara dorada, de inmediato muerdo mi labio y sonrió.
— ¿Simond está ocupado esta noche? — interrumpo su explicación sobre la última novela de Wattpad que está leyendo, algo sobre un general y una teniente que tienen sexo ardiente.
Winter se calla de golpe y me ve mal un momento.
— ¿Estabas ignorando todo lo que dije verdad?
— Si, eso hacia ¿Por qué? — subo la mirada y la veo con los brazos cruzados y mala cara.
— Te aseguro que si la leyeras entenderías porque me ofende que me ignores, morirías por los Morgan...— bufo exasperada y pongo los ojos en blanco.
Yo soy adicta a las novelas pero Winter... Winter tiene un serio problema con los protas que follan rico a lo Christian Grey.
— ¡Winter céntrate!, ¿Simond está libre? ¡Iremos al club esta noche! — Entonces es allí cuando se calla, sus ojos se abren como platos y comienza reír a carcajadas-.
— Joder, pero haber empezado por allí Lizzy, déjame llamar a Simond... — se da media vuelta y sale corriendo a su habitación dejándome muerta de la risa.
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El club esta noche no está como las veces anteriores, de hecho esta noche noto varias cosas diferentes, una de ellas es la cantidad de personas, hoy hay un número muchísimo menor por lo que caminar es mucho más fácil y ver el local completo también, es realmente espacioso aquí dentro. Simond nos guía como siempre entre la multitud. Yo solo curioseo a mí alrededor, no tengo idea si el hombre de la máscara dorada ya esta aquí, pero por ahora no quiero encontrármelo.
Nuevamente estoy nerviosa, he tomado una decisión loca y quizás apresurada, pero venga todo paso así como puesto por dios, si quería una señal allí estaba, así que supongo que ni tan mala idea es. Simond se detiene cerca del bar, a lo lejos del lado derecho puedo ver una tarima donde se desarrolla alguna clase de show que tiene bastante espectadores, la curiosidad se enciende en mi interior.
— Buenas noches... — esa voz joder, me giro sorprendida y aquí está el hombre enmascarado luciendo realmente increíble.
Un traje que le queda a la medida, color negro creo el tono de la camisa es algo que resalta muchísimo es roja y además lleva una corbata estampada con tonos blancos, la máscara como siempre le tapa el rostro por completo dándole ese aire sumamente misterioso y atrayente. Sus ojos me recorren con descaro y no puedo evitar sonreír, justo ahora necesito esto, sentirme deseada y no solo por el idiota del magnate.
Toma mi mano y en un gesto de lo más teatral apoya los labios de la máscara sobre el dorso de mi mano, rio y porque en serio este hombre es todo un espectáculo andante, saluda a Winter y a Simond con un gesto de su cabeza y de inmediato es Winter quien rompe con el hielo como siempre.
— ¿Jugaras esta noche? — el asiente poniendo sus ojos de inmediato en mí.
— ¿Quieres jugar? — directo el hombre ¿no? dudo un instante pero he venido justamente a eso, así que simplemente asiento.
El me tiende su brazo el cual tomo sin dudar, estoy con aquí se supone que para demostrarme un punto y estoy muy clara en ello. El enmascarado nos guía entre algunas personas hasta una mesa donde hay dos hombres más y una mujer, la cual reconozco como la que estaba con él las dos veces anteriores ya que es rubia y exuberantemente hermosa, o al menos eso creo.
Los otros dos hombres no estoy muy segura si son los mismos aunque es muy posible que lo sean.
— Benditas sean las noches de luna llena... — murmura uno de ello.
Quedo impresionada con su antifaz es blanco cremoso con detalles en dorados, dando un aire romano muy distinguido y no puedo evitar sonreír porque hombre se ve increíble, el extiende una de sus manos en nuestra dirección, saludándonos a los tres. Luego el hombre a su lado lo imita este lleva una máscara de color negro, más o menos el mismo estilo del de su amigo pero mucho más sobria, lo saludamos a él también y finalmente la rubia se gira para vernos, sorprendiéndome ya que su antifaz hace juego con el del primer hombre. Solo que el de ella es mucho más refinado y delicado tiene mayor cantidad de detalles en dorado y pequeños brillantes distribuidos por todo el diseño.
Ella nos da una mirada de lo más descarada justo como lo hizo aquella noche en la que me invito a jugar y tal cual hizo esa noche suelta sin rodeos.
— ¿Jugaran? — Winter y yo asentimos simplemente.
— No perdamos tiempo entonces, esto ya me calentó bastante... — se pone en pie sorprendiéndome lo directa que es, echa andar hacia las escaleras y mi corazón se dispara.
Siento la mirada del enmascarado en mí, camina detrás de mí pero lo siento muy cerca, yo sigo a la rubia que nos guía a una habitación que asumo es un espacio VIP porque está cerrado, el que asumo es su acompañante lo abre y nos da paso, la sala es amplia, no tanto como la anterior donde jugamos la primera vez pero si lo suficiente como para decir que es más grande que la sala de mi departamento.
El interior está iluminado con luces blancas bajas, que le dan una sensación de calidez, esa misma que encuentras en un hotel cuando entras con tu pareja. La rubia pasa junto a mi sosteniendo la mano de Winter que se deja guiar, está la posiciona prácticamente en medio de la sala y comienza a rondarla como examinando sus proporciones.
Winter es deslumbrante tiene un cuerpo de infarto y además ese tono de piel canela le confiere un ligero toque exótico que deja a más de uno babeando, para muestra el sujeto de la máscara blanca desde que la vio no le ha quitado ojo.
— Viste de que van los juegos, ¿te unirás? — murmura el enmascarado cerca de mi oído con voz ronca haciendo que todos los vellitos de mi cuerpo se ericen. Joder que voz tiene.
Trago duro, humedezco mis labios y asiento, mientras sus amigos desvisten a mi amiga con una rapidez y una ansiedad digna de personas hambrientas. Un rose suave y ligero me sobresalta, el otro hombre el de la máscara negra esta junto a mí, respiro profundo en cuando uno de sus dedos asciende por mi espalda y vuelve a descender.
— ¿Puedo? — pregunta con una sexy y ronca voz.
Asiento y el continua hasta alcanzar mi espalda baja, creo que volverá hacer lo mismo pero ciento una fuerte nalgada que me sobresalta y me hace mirarlo sobre mi hombro. Pero ver al enmascarado andando junto a mí para colocarse a unos cuantos centímetros de mí me distrae del otro sujeto.
Comienza a quitarse el saco mientras su amigo comienza a besar mi hombro y mordisquearlo suavemente, mi cuerpo se estremece y debo batallar para no cerrar mis ojos, no quiero perderme de nada esta vez, no se a que ni como jugara esta vez el enmascarado así que aprovechare la experiencia de mirar mientras pueda. Ciento al otro encontrar el broche que sostiene mi vestido y quitarlo, de inmediato este cae al suelo con demasiada facilidad rosando mi piel y erizándola.
Joder no creí que esto fuera a ser tan erótico, no solo el hecho de tener a un hombre detrás de mi desvistiéndome sino tener a otro frente a mi devorándome con la mirada. En cuestión de nada quedo completamente desnuda para ambos.
— Me gusta — murmura el hombre de la máscara negra pasando junto a mí.
Se coloca junto a su amigo y ambos me observan con deseo en sus ojos, el enmascarado se gira y echa andar a un costado de la habitación donde su otro amigo revisa una de las vitrinas que vi en la habitación anterior, asi que supongo que son los juguetes.
El sujeto de mascara negra se acerca más a mi y sonríe de lado, dejándome ver una expresión de lo más picara, no puedo evitar perderme en sus ojos, son grises y brillan con intensidad, morbo y deseo, el humedece su labio inferior antes de recorrer mi cuerpo de cerca sin dejar de sonreír.
— Tienes una piel hermosa, digna de alguien de la realeza... — murmura con voz ronca rosando el costado de mi cuerpo con su índice, desde el nacimiento de mis pechos hasta mi cadera.
Mi cuerpo ya bastante excitado tiembla ligeramente y el ríe, se hace a un lado cuando su compañero llega y le entrega algo en las manos que no alcanzo a ver del todo. Winter hace rato que está gozando como una loca, ya que no ha parado de jadear, no sé qué le hacen porque la verdad no quiero perderme nada de estos dos.
El enmascarado le susurra algo a su amigo de espaldas a mí que no alcanzo a escuchar, pero este sonríe con picardía y asiente. Luego se vuelve hacia mí y toma mi mano guiándome hasta la cama que esta al fondo de la habitación, me acomoda en medio de esta y no puedo evitar reír cuando nuestras miradas se encuentran. Esta vez es distinto puedo verlo y aunque la vez pasada la anticipación me puso como un tren esta noche son el y su amigo, las expectativas y la ansiedad comienzan a sentirse.
De pronto el enmascarado me gira con cierta brusquedad sorprendiéndome, jadeo colocando mis manos sobre la cama para apoyarme y darme estabilidad sin saber cuál será el próximo paso del hombre.
— Seremos nosotros dos y tu hermosa... —murmura confirmando mis pensamientos y activando todas mis alarmas — así que debemos estimularte bastante esta noche... — siento como sus dedos se deslizan por mis nalgas hasta mi ano y me tenso de inmediato.
¡Joder quieren follarme el culo! ¿En qué lio me he metido?
Pienso tratando de volver de inmediato a la posición en que estaba antes, en la que puedo cuidar mi retaguardia, pero el enmascarado me lo impide.
— Sssshhh tranquila, mira lo que tienes allí y concéntrate en eso... — cuando murmura eso veo al frente y...
¡Santa madre bendita! ¿De dónde sacan estos tipos las pollas?
Jadeo por las caricias que el enmascarado está dejando en mi trasero, solo está usando sus dedos y ya me ha puesto a jadear, ¡Diosito ayúdame! Busco la mirada del hombre frente a mí, dueño de una polla muy envidiable, en serio como es que dios los dota con semejantes miembros y a otros los maldice de esa manera, en serio es injusto. Él acerca su glande a mi boca y me lo pienso en serio que lo hago, porque joder es grande, pero no tanto como el del enmascarado o el magnate.
¡Puta madre! mucho había tardado en recordarlo.
Humedezco mis labios y respiro profundo bueno no soy una experta en esto del sexo oral, ¿pero si la vida te da limones? Cuando estoy por meterlo a mi boca algo cálido, húmedo rosa mi coño enviando una descarga eléctrica a mi sistema sacándome de juego, dejo caer mi cabeza sobre mis antebrazos cuando la lengua del enmascarado comienza a jugar con mi clítoris.
— Oh dios...
El amigo del enmascarado no me da tregua de procesar los deliciosos lametones que está dándome el enmascarado cundo me toma por el cabello y eleva mi rostro para que lo vea, el morbo y el deseo están dibujados en cada una de sus facción poniéndome más aún. Sonrió ante esa mirada ansiosa y lujuriosa que me dedica y muerdo su labio joder en serio deseo chupársela.
— Oh si...— jadeo una vez más cuando el enmascarado lame mi clítoris arrestando mis fluidos hasta mi ano donde juguetea un poco con el antes de presionar su lengua sobre el.
Esa acción envía una serie de corrientasos a mi cuerpo que lo hace estremecer, mierda eso se sintió realmente bien. Pero no puedo seguir disfrutando solo de esas sensaciones cuando el sujeto frente a mi coloca su polla sobre mi labio inferior, como toda una experta que no saco mi lengua y él sonríe aprobando por completo la acción.
— Eso es hermosa... empezó el juego... — murmura con una amplia y pícara sonrisa en sus labios mientras desliza su polla dentro de mi boca.
Por inercia dejo la lengua afuera, el continua su camino dentro de mí mientras su amigo está volviéndome loca con su lengua y sus dedos. Su polla llega al final de mi boca chocando con mi garganta lo que hace que me tense, el sale de y contengo las arcadas pero debo admitirlo esto es increíblemente excitante.
Busco su rostro y esa expresión picara hace que sonría, con mi lengua lamo la punta de su glande sin dejar de mirarlo, el cierra sus ojos disfrutando de mis caricias y yo me siento experta. Devuelvo su polla a mi boca y comienzo a mover mi cabeza de atrás adelante con lentitud, procurando no lastimarlo con los dientes, nuestras miradas se entrelazan y disfruto de sus gruñidos y jadeos roncos que se me hacen de lo más sexys, continuo comiéndole la polla con ganas.
De pronto siento que puedo hacer más que comerle la polla a este, de pronto siento que puedo tomar el control de la situación y satisfacerme como desee, haciendo algo que nunca en mi vida he hecho y creo que poder hacer, comienzo a mover mis caderas en la cara del enmascarado que reacciona justo como deseo, su lengua se mueve con más ímpetu sobre mi clítoris y mi ano, siento uno que otro mordisco que joder me pone a volar.
El enmascarado deja de mi coño y privándome de la deliciosa sensación.
— ¿Quieres jugar no? — murmura con voz ronca, cargada de deseo y excitación.
Sus manos caen con fuerza sobre mis glúteos sobresaltándome y excitándome a una más, pero la acción, su voz, su amigo frente a mí y toda la puta situación puede conmigo.
— Quizás... — respondo juguetona, desafiante.
— Si quieres jugar, estás en el mejor lugar del mundo para hacerlo y para tu buena suerte hermosa, somos de los que mejor juegan... — murmura el sujeto frente a mí sosteniendo mi mentón y girándolo para que lo vea.
Muerdo mis labios cuando descubro el morbo en su mirada, los humedezco y sonrió, ambos han caído y yo caeré con ellos. Tomo una vez más la polla del hombre de mascara negra y comienzo a lamerla, paso mi lengua por su tronco, lentamente sin dejar de verlo, lamo su glande lo beso para luego meterlo una vez más a mi boca, el empuja mi cabeza contra su pelvis moviéndome con lentitud pero entrando lo más profundo que puede.
Siento la cama hundirse a mis espaldas y como el enmascarado magrea y masajea mis glúteos, recordándome esa obsesión que tiene el magnate con hacer eso, cosa que justo ahora acabo de notar y solo porque un extraño lo hace y se siente muy parecida a la forma en que él lo hace. Sus dedos se deslizan por mi abertura sin penetrarme cosa que me hace jadear necesitada, quiero sentirlo dentro de mí ya, este juego se está tornando delirante. Pero luego estos se mueven hasta mi ano y de inmediato me tenso.
Aunque la sensación de sus dedos sobre el área sea alucinante se lo que pretende por lo que me detengo. Voy protestar, pero su amigo tiene planes y unos muy diferentes, enreda ambas manos en los costados de mi cabeza sujetándome con un poco de fuerza y se empuja contra mi boca llenándome por completo, esta vez el movimiento no es lento, es un poco más rápido pero más fuerte y profundo, siento las arcadas aparecer, pero él se retira lo suficiente como para que pueda tomar aire y recuperarme antes de volver embestir mi boca.
Gimo entrecortadamente cuando siento la polla del enmascarado rosar mi coño, mierda la sensación suave de su piel más la calidez entremezclado con mi humedad es algo totalmente alucinante. El continua rosándome y su amigo follandome la boca, estoy en el puto paraíso del placer, mis neuronas están sobrexcitadas por la cantidad de estímulos que reciben. En algún punto siento como el enmascarado toquetea mi ano pero estoy demasiado excitada para prestar la suficiente atención hasta que siento que desliza uno de sus dedos en él, me tenso pero la sensación es demasiado deliciosa.
Jadeo entrecortadamente mientras mi corazón late despavorido en mi pecho, por la cantidad tan gigantesca de placer que estoy experimentando, Winter menciono que involucrar al amigo de atrás era otra cosa y que razón tenía, por dios. Su dedo sigue moviéndose dentro de mi ahondado más en mi interior causando que las sensaciones cada vez sean más elevadas, arrastrándome a un nivel placer desconocido. El de antifaz negro saca su polla de mí y finalmente puedo gemir con libertad, por dios.
No creo poder sentir más placer, pero me equivoco de manera épica, cuando el enmascarado acomoda su polla en mi entrada y comienza a penetrarme lentamente sin sacar su dedo de mi ano, creo que voy a explotar de tanta excitación. El morbo nubla mis sentidos y solo soy gemidos y jadeos descontrolados. Vuelvo por la polla de su amigo y aprovecho de volver a chuparla, hacer esto me gusta, no voy a negarlo es una sensación increíblemente adictiva. Cuando el dedo del enmascarado me penetra más profundamente libero la polla de su amigo y gimo escandalosamente ciento como mi cuerpo tiembla, el dios que tengo a mi espalda se mueve lentamente dentro de mi llenándome lentamente y haciéndome perder los sentidos de pronto sale de mi dejándome completamente vacía.
Su ausencia es como un disparo a mi cerebro que se queja de inmediato y me giro para verlo, sus ojos están fijos en mí, me ve con intensidad, su mirada me intimida pero no desvió los ojos, no sé qué pasa pero su postura tensa y sus manos abriendo y cerrándose a los costados de su cuerpo llaman mi atención. De pronto se gira y echa andar lejos de la cama confundiéndome, su amigo rosa mi mejilla con sus dedos llamando mi atención una vez más.
— Tranquila solo fue a mejorar el ambiente... — su ronca voz se me hace jodidamente sexy.
— ¿Tiene alguna clase de problemas? — pregunto mirándolo y el ríe suavemente
— No creo, aunque tú y yo si tenemos uno... — murmura inclinándose para estar a mi altura.
— ¿Si, cuál? — pregunto con voz sensual y el ríe.
— Me encanta follar tu boca... — mi cabeza acaba de explotar, sonrió de lado y él se acerca y deja un beso sobre mis labios para regresar a la posición en la que estaba — ¿me complacerías un poco más? — pregunta colocando nuevamente una de sus manos en mi nuca y acercándome a su polla.
— Si lo pides de esa manera... — encojo uno de mis hombros y él sonríe de lado volviendo a entrar dentro de mi boca.
De un momento a otro la iluminación cambia a nuestro alrededor, las luces blancas desaparecen y son sustituidas por unas rojas que de inmediato me hacen fruncir el ceño, la temperatura del ambiente desciende un poco más y la sensación de estar en una película porno cobra fuerza en mi cabeza agitando mis niveles de morbo que ya están demasiado elevados.
Veo al enmascarado acercarse por el rabillo de mi ojo y libero la polla de su amigo para felicitarlo por el cambio de ambiente.
— Me gusta el cambio... — el ríe suavemente y por un instante esa risa se me hace vagamente familiar.
— Lo sé, ahora unas cuantas reglas para el juego, — murmura y yo continuo observándolo.
Algo en esa risa sonó exactamente igual a la del magnate, pero no, no puede ser el, es imposible y además de ser él lo habría reconocido... ¿o no?
— Usted señorita permanece en silencio ¿de acuerdo? — lo veo aun dudando de mi cordura y de mi oído y luego simplemente asiento.
Vuelve a subirse en la cama entre mis piernas, yo aún estoy tratando de entender que acaba de pasar, ¿por qué ha sonado como Kai?, pero el pensamiento se evapora en cuanto el enmascarado me penetra con fuerza y sin aviso. Gimo y me contraigo porque es muy grande, grueso y no lo esperaba. El comienza a mover sus caderas en un lento y circular movimiento que termina por deshacerme, jadeo cuando entra completamente en mí, se inclina sobre mí y besa mi costado para luego morderlo.
Gesto que me recuerda una vez más al magnate, muevo mi cabeza de un lado al otro, no quiero ni debo pensar en él, no en este momento, no voy a dejar que lo arruine, mientras él está con esa... no soy capaz de completar el pensamiento porque el enmascarado se encarga de destruirlo con sus fuertes y contundentes estocadas que me mueven y me hacen temblar, sus manos vuelven por mis glúteos los cuales masajea con más fuerza mientras sigue bamboleándose en mi interior. Su amigo vuelve acercar su polla a mi boca y continuo lamiendo y chupando haciendo pausas constantes para gemir o jadear.
Este comienza a quitarse la camisa exponiendo su trabajado torso que me deja bastante impresionada, no esta tan marcado como el del magnate y en definitiva ni se acerca al de Eric pero su abdomen está marcado definiendo cada uno de ellos, incluso esa sexy V que se pierde debajo de la liga y el borde del pantalón, me relamo los labios deseando besarlo, pero el enmascarado vuelve hacer de las suyas vuelve a meter su dedo en mi ano haciendo que gima, esta vez se desliza con una simpleza y facilidad que me sorprende pero ninguno de los dos me da chance de meditar lo que ocurre o si quiera asimilarlo cuando uno ya está follando mi boca nuevamente y el otro me penetra con tanta fuerza que mi cabeza choca contra el cuerpo de su amigo.
El enmascarado se inclina sobre mi espalda y lo siento descargar su peso en ella en una de sus manos que está hirviendo.
— Necesito que sueltes la polla de mi amigo... — murmura en mi oído haciéndome reír no sé porque rio pero lo hago.
Busco su rostro deseando poder ver algo más que sus ojos, ojos que me miran con intensidad y deseo, ojos que me hacen sentir deseada y que siento que me calcinan justo como los ojos del magnate, una vez más pienso en él y esa extraña sensación de que podría ser el, pero sé que no es así, es solo mi estúpido subconsciente deseando que sea el quien este follandome.
— Abre...— me ordena y obedientemente lo hago, su pulgar rosa mis labios y siento una ligera electricidad recorrer mi cuerpo, el mete en mi boca un par de bolas de distintos tamaños que están frías y son ligeramente pesadas.
— Chúpalas — lo hago sin dejar de verlo haciendo de este nuestro momento.
Me olvido por completo de su amigo y solo tengo ojos para esa mirada que me calcina. Tira de la cuerda y las saca de mi boca, me encantaría poder ver la expresión completa de su cara, porque sus ojos muestran satisfacción.
— Gracias hermosa... — me guiñe un ojo juguetón y rio divertida ese hombre es demasiado para mí.
Rosa mi hombro con los labios fríos de la máscara erizándome la piel y vuelve acomodarse en mi espalda, la anticipación se adueña de mi cuerpo y en cuanto siento una de las bolas en mi ano me contraigo.
— Hey, relájate si te tensas dolerá... — trata de tranquilizarme su amigo pero no, el miedo se ha hecho presente y no quiero sentir dolor, niego en dirección del enmascarado que se detiene.
Su amigo desciende de la cama y por un momento creo que ira ayudarle a introducir las bolas en mi interior a la fuerza pero no, comienza quitarse el pantalón, los zapatos y luego el bóxer, quedando completamente desnudo frente a mí, su amigo ha empezado a penetrarme otra vez y aunque tensa todavía porque no sé qué están tramando veo como el del antifaz negro se sube a la cama y se acomoda junta a mí. Sus ojos buscan los míos y me pierdo en ese gris intenso y bonito que son sus ojos.
Con su dedo índice aparta un mechón de cabello y lo coloca detrás de mi oreja, sonríe de lado y no puedo evitar suspirar y jadear al mismo tiempo porque su amigo sigue en lo suyo follando mi coño. Su dedo se desliza por el contorno de mi cara mientras sus ojos me observan no con curiosidad, tampoco con deseo es otra cosa, de pronto rosa mis labios y sonríe ampliamente.
— No puedo imaginarme como luces sin ese antifaz pero seguro ha de ser increíble verte sin el... — murmura tan bajo que estoy segura que nadie más que yo lo escucho, sonrió entre jadeos mientras él toma mi mentón y acerca su rostro al mío.
Sus labios rosan mis labios con cuidado, como si tocarlos fuera algo que no estuviera listo para hacer pero desea hacerlo, siento su lengua rosar mi labio inferior y luego como toma aire por la nariz y la bota por la boca lentamente, este aire caliente cae sobre mis labios haciéndome cerrarlos. Joder que es esto, vuelvo abrirlos cuando escucho su voz una vez más.
— Sé que estas aquí por mi amigo, pero no me molestaría jugar contigo a solas... — sus palabras me sorprenden y el parece notarlo rosa su nariz con la mía y deja un beso rápido sobre mis labios antes de continuar — me gustas linda, tu boca, tu piel — sus ojos se achican detrás del antifaz y yo jadeo no solo por el placer que está proporcionándome su amigo.
El tenerlo así de cerca diciendo estas cosas me pone.
— La forma en que humedeces tus labios y sonríes con picardía, si debo compararte con algo...— hace una pausa y suspira — compararte con una diosa seria insultarte, pero quizás no consiga comparación... — esas palabras me dejan atónita, pero más me sorprende la forma en que su mano se acuna en mi nuca y tira de mí para besarme.
Es un beso fogoso, intenso, pasional, que me hace jadear en su boca, dios este hombre besa delicioso, su lengua juguetea con la mía, pero lo que me tiene realmente delirando es la forma en que su mano se acopla a mi cuello y como conduce el beso y la forma en que debo besarlo. De pronto una ligera presión en mi ano me advierte de algo, pero la sensación no es incomoda de hecho es muy placentera y me relajo dejándome llevar por lo que sea que estos dos dioses griegos hacen con mi cuerpo, me estremezco y jadeo sintiendo como mis brazos se debilitan por el peso de mi cuerpo y el placer.
Finalmente abandona mi boca y quedo con ganas de más, ese sin duda alguna fue un excelente beso, él sonríe y deja un beso rápido sobre mis labios antes de ponerse en pie, intercambiando lugares con su amigo. Lo veo devorar mi cuerpo sin perder esa sonrisa traviesa que se dibujó en sus labios después que dejo de besarme, sus manos se acercan a nalgas y comienza a masajearlas, no lo hace como el enmascarado él es más sutil, pero sus caricias son mucho más profundas.
Pierdo de vista al del antifaz cuando su amigo pasa delante de mí y se detiene a un paso de la cama, a diferencia de su colega en este momento el luce altivo, arrogante, con un aire de superioridad que no consigo ver del todo sexy como la vez la pasada, aunque no deja de ser jodidamente sexy y atractivo, sonrió para tentarlo ya que sus ojos me siguen viendo de esa manera extraña que no se definir. Comienza a desvestirse y deja a la vista esa espectacular anatomía creada por un jodido demonio, insisto a este hombre tuvo que haberlo creado alguien con malas intenciones.
Porque es un pecado mirarlo, todo en él está perfectamente posicionado, si su amigo es un dios también, pero este es el dios de los dioses, bueno no tanto como Kai, una vez más mi mente se desvía hacia el magnate pero lo olvido cuando siento que el del antifaz muerde los labios de mi coño y tira de ellos con suavidad, bajo la cara gimiendo porque esa también ha sido una sensación nueva.
— Mírame... — me espeta el enmascarado con voz ronca, elevo mi rostro mordiendo mi labio inferior porque joder su amigo esta haciendo magia en mi coño.
Cuando lo veo sus ojos destellan con cierta rabia que me descoloca porque esa mirada la he visto antes, se acerca a mí y libera mi labio, con cierta rudeza, su actitud de pronto es demasiado familiar, su voz se hace demasiado igual.
— No hagas eso... — suelta entre dientes y eso basta para detener mi mundo.
Asiento sin saber porque lo hago, vuelvo a verlo y mirar su cuerpo, ese cuerpo que me deja sin aliento cada vez que lo toco, me niego a creerlo, no puede ser el, Kai no estaría en un lugar como este... ¿o si?
Una de sus manos se enreda en mi cabello y eleva mi rostro, guía su polla hasta mi boca pero no soy capaz de reaccionar, porque de pronto su actitud grita el nombre del magnate, su rudeza, su intensidad, la forma de hablarme, de tocarme, de adueñarse de mi cuerpo como si le perteneciera. Vuelvo a buscar su mirada deseando poder quitarle la máscara y ver qué demonios oculta.
— Abre... — me ordena pero no lo hago no puedo porque su voz sigue sonando como la de Kai y es algo sencillamente imposible porque Kai está a kilómetros de aquí con su novia.
Ese pensamiento me descompone y me hace sentir por un instante utilizada, ciento su glande sobre mis labios y todo esto se me hace una locura, siento que no debería estar aquí, que no debí haber venido. Su amigo me penetra con lo que hace que jadee, y aunque se ha sentido bien ya no me parece tan satisfactorio, cierro mis ojos deseando no pensar más solo sentir y seguir disfrutando de esto.
Me aferro a las sabanas porque de pronto hasta soy capaz de sentir su olor llegar a mis fosas nasales, mi cuerpo se tensa en reacción a mis pensamientos y trato con desesperación no arruinarlo, no quiero que esto se termine por culpa de un idiota que ni siquiera le importa lo que siento y que solo está jugando a tenerme para controlarme.
— Hey, ¿estás bien? — esa puta pregunta, con ese puto tono preocupado.
¡NO! no es el magnate es un perfecto extraño y todo lo que estas sintiendo es obra de tu estúpido subconsciente que quiere joderte el momento.
Asiento para responderle y empujando muy lejos a lo mas profundo de mi cerebro todo lo relacionado con el magnate abro los ojos y respiro porfundo, no voy a dejar que un fantasma sin importancia me arruine lo que vine a buscar esta noche.
Placer.
Comienzo a mover mis caderas haciendo que el del antifaz gruña, siento sus manos sobre mis caderas y como las detiene, para impedir que continúe con el movimiento.
— ¿Todo en orden?
Siento la pesada mirada del enmascarado sobre mí, no quiero mirarlo y mandar todo a la mierda por creer que se trata de él, así que asiento repetidas veces y su amigo comienzo a moverse una vez más dentro de mí, me centro en eso es lo delicioso que se siente su polla en mi interior, elevo mis ojos y encuentro la del enmascarado frente a mí. La tomo con una de mis manos y la meto a mi boca haciendo un esfuerzo ya que la posición no es para nada cómoda, el empuja un poco hasta alcanzar mi garganta me tenso y cierro los ojos resistiendo lo más que puedo.
Sus caderas siguen moviéndose contra mi boca, haciendo que cada vez se produzca más y más saliva dentro de mi boca que parece excitarlo más y más, los jadeos, mis gemidos y sus gruñidos se escuchan llenando mis oídos y es todo lo que necesito para volver a perderme en la bruma del placer.
Siento cada tanto que nalguean mis glúteos, primero los masajea y luego deja caer una de sus manos, la sensación es picosa pero deliciosa al mismo tiempo, en algún punto sé que el del antifaz introduce la otra bola en mi ano pero se desliza con facilidad haciéndome gemir, deseo que me tomen entre los dos esto ya se está volviendo una agonía.
Pero este es su juego y yo solo soy una pieza en él, ambos continúan satisfaciéndose y llenándome a mí de caricias, placer y un montón de sensaciones que se incrementan cuando el enmascarado agregar al juego un látigo que me hace jadear y gemir con más fuerza. Por un momento lo único que escucho a mi alrededor es eso jadeos, gemidos, gruñidos y guarradas.
El hombre del antifaz se tiende sobre la cama y me acomodo sobre el ahorcadas, tomo el control de la situación por un momento y el me ser, tomo su polla moviendo mi mano un poco de arriba abajo y la acomodo en mi entrada el gruñe cuando comienzo a deslizarme lentamente, lo siento llenarme y gimo, cuando estoy por comenzar a moverme el me detiene, recuarta mi cuerpo sobre el suyo, busco sus ojos confundida pero el solo sonríe con picardía y susurra guiando mis manos con las suyas sobre mis nalgas.
— Ábrete para el... — dudo solo un instante antes de obedecerlo
El enmascarado da un tirón a las bolas que siento moverse en dentro de mí en mi ano, me contraigo pero su voz me ordena que me relaje cosa que hago de inmediato y estas salen de mí, sin molestar más bien dejando una sensación de vacío.
La cama se hunde bajo el peso del enmascarado que se acomoda sobre mi cuerpo y acomoda su polla en mi ano y ciento algo húmedo y frio caer y descender sobre el área luego una ligera presión y como mi culo cede ante el grosor de su polla jadeo mientras siento como me llena completamente.
El gruñido que sale del enmascarado se siente como un triunfo para mí, está dentro de mí, ambos lo están y no hay dolor solo un delicioso y exquisito placer que se ve incrementado cuando ambos comienzan a moverse dentro de mí. Esto es en extremo placentero, no pasan más de unos cuantos minutos cuando me corro con estrepito en mitad de un grito entrecortado que se pierde en los labios del sexy hombre que sujeta mi rostro y me besa para con intensidad.
Sus besos se prolongan al igual que la fuerza y la contundencia de sus movimientos y tras un par de estocadas más se corre en mi interior gruñendo sobre mis labios una maldición. El último en correrse es el enmascarado que lo hace unos segundos después que su amigo.
Sale de mí y caigo totalmente agotada y fuera de juego sobre el cuerpo de su amigo que ríe suavemente, mientras aparta mi cabello de su rostro, su voz ronca y agitada cosquillea en mi oído cuando habla.
— Eso fue jodidamente intenso, gracias... — esta vez soy yo quien sonríe aunque no tengo casi fuerzas para ello, asiento y el deja un beso sobre mi oídio antes de salir de mi.
Esta noche el enmascarado no fue el mismo hombre sensual, delicado y misterioso que me dejo con ganas de más, esta vez su amigo se ha llevado mi atención, me ayuda acomodarme sobre la cama y sonrió al ver su sonrisa pícara. El desciende de la cama y se acerca al enmascarado que mira en dirección contraria a la que nos encontramos. Los escucho intercambiar algunas palabras pero no les prestó atención porque la imagen de mi mejor amiga sobre la cara de la rubia que los acompaña me impacta, sé que es tonto conociéndola como lo hago, pero aun no me creo que haga estas cosas.
Sigo viendo como esos cuatros disfrutan de follarse al mismo tiempo, cuando una vez más se acuesta a mi lado el hombre del antifaz, nuestras miradas se encuentran y vuelve a reír. Joder tiene sonrisa sexy, da un ligero toque en mi nariz con su índice y rio.
— ¿Te gusto? — pregunta curioso y rio sin saber que decir exactamente,
— Nunca lo había hecho... — me sincero y el ríe volviendo a mirar a nuestros amigos.
— Esa no es la respuesta... — vuelve a verme y rio una vez más, entonces antes de dejarme responder comienza a acariciar mi espalda y sonrió mirándolo con picardía.
— ¿Estás buscando más juegos? — pregunto y él se humedece los labios sonríe y me ve divertido.
— Te dije que no tenía ningún problema en jugar a solas contigo...
En ese momento se gira y puedo ver a su amigo con dos vasos en la mano y una copa, que este toma y me la tiende, la tomo dedicándole una sonrisa y me giro para ver al enmascarado que esta noche aunque me ha hecho sentir muy bien no fue lo que creí que seria.
Eleva su vaso en mi dirección y lo imito con mi copa, luego me giro y disfruto de la cercanía de su amigo y de la loca escena que están montando nuestros amigos al otro lado. Lo siento subirse a la cama y sentarse cerca de mí, al cabo de algunos minutos donde mi mejor amiga intercambia posición con la rubia, el hombre del antifaz deja un beso sobre mi hombro y se levanta.
— Iré abajo... — le informa al enmascarado que asiente simplemente sin mirarlo siquiera.
Sus ojos están fijo en los otros que siguen en sus cosa, su cuerpo esta tenso, algo realmente le pasa y movida por la curiosidad que me caracteriza, intento sentarme pero mis piernas no me dan, el ríe divertido y se inclina sobre mi atravesando su cuerpo sobre el mío impidiendo que me mueva, extiende su brazo y toma un par de almohadas de detrás de mí y las acomoda, cerca de donde está sentado.
— Si aquel dia tuviste que tomarte un tiempo para poder ponerte en pie, hoy te tomara el doble... — comenta dando un sorbo a su trago, luego sus ojos se posan en los míos y una vez más esa idea vuelve hacerse presente — ¿estás bien? — pregunta y yo me tenso.
— sí, lo estoy ¿y tú? — mi pregunta parece tomarlo por sorpresa porque sus ojos se abren como platos y luego desvía la mirada.
— He estado mejor... — responde con simpleza haciendo que suspire — ¿quieres quedarte aquí mirando o prefieres acompañarme? — pregunta repentinamente.
— ¿A dónde vas? — el ve a nuestros amigos y ríe negando con la cabeza
— Ellos tienen pinta que no van a acabar pronto y me gusta mirar pero no si no participare luego y no voy a unirme a ellos... — comenta sin dejar de verlos
— ¿Por qué no? — sus ojos vuelven a mirarme y suspira.
— Este juego... — hace una pausa y ve el contenido de su vaso... — ya no es divertido... — entonces se bebe el contenido del vaso de un trago y se pone en pie — puedes acompañarme si lo deseas...— yo no sé muy bien que hacer, porque la verdad es que no puedo moverme aun y este enmascarado de hoy no es que este siendo tan interesante y amable como la última vez.
— Gracias, pero voy a quedarme...
— Como quieras... — se encoge de hombros recoge sus cosas del suelo y echa andar hacia la puerta.
Yo permanezco en la cama pensado en lo que ha pasado esta noche y como termine aquí follando con dos perfectos desconocidos y teniendo mi primera experiencia de sexo anal. No puedo quejarme porque fue increíble, pero aunque lo disfrute, no conseguir lo que realmente buscaba...
Olvidarlo.
Nota del autor: holitas mis gamers, capitulo extremadamente largo... lo se, pero muy bueno, se que rieron y odiaron un poquito también, ademas también se que muchas saltaron con la mención de ciertos personajes de otra novela y apoyaron rotundamente a Winter... jajaja en fin, no me extenderé mucho, espero haber resuelto sus dudas sobre la decisión de Lizzy en el club.
Quiero leerlas, vamos drenen, cuantas amaron a Volker? seré sincera, estoy muy de acuerdo con Lizzy en este punto, hoy el del antifaz se llevo por los cachos al enmascarado. Es mi percepción, Kai no estaba allí completamente y eso no lo dejo ser el! en fin, aquí esta la parte realmente importante de esta nota.
FELIZ CUMPLEAÑOS pequedul espero te haya gustado este capitulo dedicado a ti, gracias infinitas por tus palabras, por tu apoyo y por esas muy buenas conversaciones!XD pásala rico y pues te envió a mi trió #SlaveGame (Kai, Volker y Ajax) para allá para que te mimen!XD
les amo, gracias infinitas por el apoyo y nos leemos prontito!
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