🎭Capítulo 40 - Luna Llena🎭
Kai Metzler.
El aislamiento termino, no solo porque es tiempo de dar la cara sino porque no soporto estar lejos de la periodista, ansió verla cada hora y cada día. Sí, estoy mal, me tiene mal eso algo que acepte el mismo día que le dije que era mía. Recojo los documentos que tengo sobre el escritorio y los meto dentro del folio que Volker me tiende en ese momento.
— ¿Qué has averiguado de los tipos que se metieron a casa de Leyna? — le pregunto desviando mis ojos hacia la pantalla.
— Borraron los videos de seguridad de la casa, no esta se metió con cualquier grupito de maleantes... — responde sin dejar de revisar otros documentos... — Kai tenemos un problema — murmura tendiéndome una de la hojas.
En cuanto veo el sello en la parte superior suspiros, es una carta de la presidencia de x y sé muy bien lo que esto significa. Releo con rapidez el contenido y presiono mi mano en un puño, básicamente están negándonos la entrada a su territorio para llevar a cabo el proyecto.
— Maldita sea... — espeto dejando la carta sobre el escritorio
— Tu padres nos advirtió de esto... — comenta Volker mirándome serio — y ambos sabíamos que era una posibilidad que ocurriera
— Esto culpa de la maldita rueda de prensa, ya lo teníamos, estaban a punto de darnos el puto permiso...— suelto exasperado, porque gracias a mama y a representantes de la ONU habíamos logra avanzar bastante en ese asunto.
Respiro profundo frustrado, cuando un par de golpes en la puerta nos interrumpen, Volker se pone en pie y abre la puerta, allí de pie esta la mujer que más dolores de cabeza me ha dado últimamente pero también la que no sale de ella y con la que quiero hacer de todo. Elizabeth entra con unas carpetas en su regazo, sus mejillas están sonrosadas y la veo nerviosa.
— disculpen que los interrumpa es solo que necesito una copia de esto...— le tiende a Volker una hoja y luego se fija en mí.
En cuanto nuestras miradas se encuentran esa inevitable magnetismo se acentúa, recorro su cuerpo con descaro, el mismo cuerpo que hace horas hice mío y el cual volvería a tomar aquí mismo, cuando regreso a su rostro tiene su labio inferior entre sus dientes conteniendo una media sonrisa.
— Esto lo hizo Eric ¿por qué no vas con él? — pregunta Volker de pronto rompiendo con nuestro momento.
— eh, pues porque... — Elizabeth se pone nerviosa repentinamente lo que me hace fruncir el ceño — no está y lo necesito pronto, Ajax espera estos informes para hablar con prensa — Volker me mira un instante y luego a ella.
— Elizabeth, Eric está en su oficina hable con él hace rato... — su cuerpo se tensa y entonces mira a Volker y duda
— ¿Qué pasa? — le pregunto de inmediato, su actitud no es normal.
— oh no, nada es que fui y no estaba y como sé que ustedes tienen una copia pues...
— Ginger tenía una reunión con el — dice Volker mirando su reloj — hace 20 minutos — Elizabeth abre los ojos como platos y posa sus ojos sobre mí — seguro están en la sala de reuniones, está bien te daré la copia yo — comenta Volker relajadamente y Elizabeth respira aliviada, algo pasa y estoy perdiéndomelo.
Volker me mira un instante y luego a Elizabeth ríe y niega con la cabeza.
— si quieres me esperas aquí, no tardare — suelta con picardía y Elizabeth lo ve mal un instante pero Volker ni lo nota porque ya se ha dado la vuelta y se ha ido.
Elizabeth permanece en el mismo lugar de pie mirándome, aprovecho el momento para ponerme cómodo, recuesto mi espalda al respaldo del sillón y sonrió de lado ella respira profundo sin apartar su mirada. Todo el magnetismo, la electricidad y el deseo creciendo entre ambos, mis ojos se posan sobre el dije que le regale y mi sonrisa se ensancha. Saco mi teléfono y dudo si hacer la prueba en este momento sería conveniente. Porque realmente no sé si los resultados serán los esperados, aunque hice pruebas no estoy del todo seguro de si debo hacerlo o no. entonces movido por mi pasión por la ciencia, la tecnología y ella.
Lo activo.
Fijo mis ojos en ella y por el momento no hay ninguna reacción, elevo lo elevo al 5% y su ceño frunce ligeramente, parpadea un par de veces y no puedo evitar reír. Tentado por ver su reacción lo subo al 10% sus labios se entreabren y me ve entre confusa y sorprendida. Dejo que algunos segundos pasen y lo elevo al 15% una de sus manos sube a su pecho y toca el dije, me ve entre sorprendida y confusa, luego sin querer jadea y yo sonrió aún más.
— ¿Qué haces? — pregunta dudosa y suspiro
— Desearte... — respondo con simpleza elevándolo al 20% esta vez es un gemido que sale de sus labios.
Otra de las increíbles funciones que diseñe para el dispositivo es que genera hondas que afectan directamente ciertos órganos estimulándolos, específicamente sus genitales y ciertas áreas de su cuerpo, sus zonas erógenas para ser más específicos. Si, un juguetito muy interesante que estoy seguro que gozare utilizando.
Espero algunos segundos y vuelvo a descender las ondas hasta que finalmente las apago, pero lo que deseaba hacer esta allí, sus ojos me ven cargado de deseo, de lujuria, no creí que con tan poco seria suficiente para excitarla y hacerla gemir. Elizabeth camina hacia mí se apoya en el escritorio sus ojos fijos en los míos, humedece sus labios haciendo que mi polla termine de endurecerse.
— ¿Qué fue eso?
— ¿Qué cosa? — murmuro inocentemente, ella me ve con suspicacia.
De pronto rodea el escritorio y camina hasta mí, gira la silla y estrella sus labios contra los míos es un beso necesitado que respondo de la misma manera, de verdad no me cansaría nunca de besarla, su lengua entra en mi boca buscando la mía con lujuria invitándola a unirse a la fiesta, la cual se ve interrumpida cuando tocan a la puerta. Ella se detiene pero no aparta sus labios de los míos, yo sonrió sin dejar de verla y ella respiro profundo antes de tomar mi labio inferior y morderlo, arrastra sus dientes en él y deja un beso rápido antes de incorporarse y caminar con prisas hacia uno de los sillones que esta frente al escritorio, posa sus ojos en mí y sonríe con complicidad.
Humedezco mis labios barriendo el sabor de los suyos respiro profundo y acomodo mi polla dentro de mi pantalón antes de poner la silla en su lugar.
— Adelante... — el idiota de Volker entra con una sonrisa divertida en los labios no dice nada, se detiene junto a Elizabeth y le tiene una copia del documento que necesita.
— Ten, si necesitas algo más avísame... — se sienta en el otro sillón y la ve con picardía
— está bien, gracias Volker... señor Metzler... — se despide de mi al ponerse de mí y yo sonrió
— señorita White... — se gira y echa andar hacia la puerta.
Aprovecho el momento para mirarle el culo y sin poder evitarlo el recuerdo de la mañana invade mi cabeza, estoy loco por follarlo, pero a su tiempo, a Elizabeth la hare mía de a poco. Elizabeth atraviesa la puerta y yo respiro profundo para traerme de regreso a la realidad.
— ¿Terminaste? — pregunta Volker mirándome divertido y rio
— venga ¿qué vamos hacer? — pero Volker no me responde y me ve perspicaz.
— ¿El dije que llevaba Elizabeth en el cuello no era la cosa en la que trabajaste toda esta semana? — joder con Volker, a veces olvido lo detallista que es.
— Sí, es ese... — sus ojos se abren como platos y no reacciona
— ¿estás diciéndome que Elizabeth lleva tecnología recién inventada por ti en el cuello? — en ese momento la puerta se abre y entran Ajax y Ginger, el primero con cara de pocos amigos y la segunda con expresión de éxtasis.
Estos vienen de follar y algo no le salió tan bien a Ajax.
— ¿Qué les pasa? — pregunta Volker antes que yo.
— Nada, me voy a la jodida rueda de prensa, ¿necesitas algo? — pregunta en mi dirección y respiro profundo.
— Si, que te sientes y me digas que coño te pasa, porque como salgas cabreado de aquí y la cagues en la rueda de prensa te cortare los cojones... — le respondo con tranquilidad a lo que Ginger ríe.
— no hace falta que te explique nada, solo esta celoso... — lo ve divertida y este la fulmina con los ojos.
— ¿Celoso? — preguntamos Volker y yo al mismo tiempo
— No estoy celoso, solo que habíamos quedado que nada de juegos en la oficina, solo entre nosotros... — expone Ajax mirándola mal.
Entonces comprendo, Ginger se follo a alguien de la oficina aquí... poso mis ojos en ella y espero a que responda.
— Ay no me veas así... — me espeta acomodándose el vestido y camino en mi dirección.
Hace exactamente lo mismo que hizo Elizabeth me gira en la silla y se sienta en mis piernas, coloca su dedo índice sobre mis labios y sonríe coqueta antes de acercarse a mi oído y susurrar.
— Me folle a Bonner... — respiro profundo y cierro los ojos.
— ¿Qué hiciste qué? — le suelto cabreado
— Ay venga no empieces tú también... — se pone en pie y se aleja de mi — alguno de ustedes se ha dado cuenta de lo bueno y sexy que es ese hombre, su mujer se fue no pude hacerle nada pues aproveche me follo al prometido cuando regrese Colette me los follo a los dos y listo... además es todo parte del plan... — agrega mientras camina de un lado al otro.
Volker, Ajax y yo intercambiamos miradas y luego la vemos.
— ¿Qué plan Gin? — es Volker quien pregunta.
— ¿quieren saber que se traen esos dos, no? — Ajax asiente y Volker solo la observa serio.
— No funcionara Ginger... — comenta Volker poniendo los ojos en blanco — no puedes usar la misma estrategia que ellos iban a usar en nosotros, es predecible y además tonto... — ella luce confundida
— ¿ellos pretendían usar la misma estrategia?
— Colette se le insinuó descaradamente a Kai antes de irse, solo caíste en su juego... — comenta Volker respirando profundo
— Linda los de los planes aquí somos nosotros, si eres parte de esto, pero aquí cada uno hace algo en función al plan, si trabajas sola la cagas porque no ves todos las posibles consecuencias que un solo acto puede traernos — le responde Ajax en tono cansado.
— No importa, lo hecho, hecho esta, necesito que nos centremos en otra cosa, algo más importante Ajax vete a la rueda de prensa no quiero que llegues tarde... — le comento a mi mejor amigo que asiente y se va, no sin antes fulminar con la mirada Ginger que bufa exasperada — bien Gin ¿las cotizaciones?
— Listas enviadas y en tu mail personal tienes una copia — asiento y respiro profundo
— sabes muy bien que aunque te diga que no folles a Ajax en la empresa puedes hacerlo siempre que quieran porque a fin de cuentas estoy consciente que son cuidadosos y confió en ustedes, que no se repita Ginger no sabemos quién coño es Eric ni lo que quiere, que no se repita — Ginger me ve sorprendida y después de unos segundos asiente resignada.
— ¿necesitas algo más? — niego y ella echa andar hacia la puerta.
— ¿irán esta noche al club? — Su pregunta me sorprende — Ajax dijo que había un evento especial — Volker asiente y me mira.
— No sé de qué hablan... — ambos parecen sorprendidos con mi respuesta
— es un evento especial de Luna llena — me explica Volker y asiento.
— No lo sé... — le respondo a Ginger que suspira y asiente
— Nosotros iremos sería interesante si jugáramos todos esta noche... — comenta y luego se va.
— ¿Cómo no sabías del evento?
— No he revisado la aplicación — respondo encogiéndome de hombros, Volker asiente y luego suspira mirándome una vez más con curiosidad
— ¿entonces era para Elizabeth? — rio no me dejara en paz.
— Si, era para Elizabeth
— Luce distinto — comenta y rio
— Es la idea, no quiero que sepa lo que es... — Volker frunce el ceño y niega con la cabeza
— colega si decidiste ponerle un GPS estas rayando en el límite entre lo sano y lo psicótico... — comienzo a reír a carcajadas y niego.
Aunque es una de las muchas cosas que tiene el dispositivo no es su función principal.
— No es un GPS — suelto divertido y el vuelve a reír
— obvio que no, hacer un GPS de última generación te lleva qué ¿dos noches? — rio
— Con una me basta... — él pone los ojos en planco y me ve a la expectativa.
— Olvídalo ¿quieres? — el ríe divertido y niega con la cabeza
— tiene millones de dólares en tecnología colgando del cuello y tu andas tan tranquilo... — murmura y asiento — esto no es solo follar Kai — comenta esta vez en tono más serio — Elizabeth te gusta en serio — esas palabras me hace apoyar la espalda en el respaldo del sillón y meditarlo.
— No solo me gusta Volker... — me sincero porque con él no tiene caso negarlo — me está volviendo loco
— ¿y que hay con Leyna? — pregunta haciendo que mi cuerpo se tense — ¿Qué pasara entre ustedes ahora que volvió?
— No lo sé, a Leyna la amo Volker — trago duro porque es una realidad, pero es una realidad que llevo repitiéndome desde hace 3 años en los que no la había vuelto a ver.
Tres años en los que he estado con incontables mujeres, jugando en el club y haciendo cosas que con ella no haría, no porque no quiera sino porque dudo mucho que ella se prestara para todas ellas. Respiro profundo y niego con la cabeza.
— Las cosas no son lo mismo...
— ¿por Elizabeth? — pregunta sorprendido y niego
— No sé qué quiere Leyna, para poder definir que pasara entre ambos necesitamos hablarlo y no hemos tenido la oportunidad...
— Elizabeth es cosa seria, puedo verlo sino no le habrías regalado eso, pero ella está comprometida Kai... — esas palabras encienden la ira y los celos de inmediato.
— Lo sé — suelto con brusquedad haciendo que Volker eleve una de sus cejas.
— y odias que lo esté ¿no? — respiro profundo pasando mis manos por mi rostro
— No sé qué me pasa con ella — Volker sonríe de lado y suspira
— La periodista supo joderte — entonces ríe y suspira una vez más.
— tienes que irte con calma y cuidado Kai, aún no sabemos qué va a pasar y nos conviene tener a Elizabeth de nuestro lado, tu papa quiere acabar con esto y no sabemos en qué plan esta Eric aquí, si juegas mal tus cartas y ella te descubre todo se ira a la mierda — Volker tiene razón y vaya que la tiene.
— Lo se... — respiro profundo y él sonríe
— vamos nos divertiremos en el club esta noche... — comenta y inclinándose hacia mí — ¿Por qué no invitas a la chica del antifaz negro? — mi ceño se frunce — quizás deberías pensar en otra cosa y sacarte a Elizabeth del sistema por un rato — me lo pienso un momento y respiro profundo.
No se si es buena idea, pero Volker no insiste, como siempre mi colega deja las ideas en el aire para que las procese y tome una decisión con cabeza fría. Sé que tiene razón en todo lo que está diciendo, pero no se me antoja en este momento liarme con otra mujer que no sea Elizabeth.
Volker y yo trabajamos juntos el resto de la tarde en el tema del permiso, hablamos con mama y los miembros de la ONU que están a cargo del proyecto y tratamos de plantear las cosas desde una perspectiva diferente para el gobierno africano. Obviamente mi madre no conversa conmigo sigue enojada por lo que paso con papa, pero lo hace con Volker su otro hijo prodigo.
Aunque Ajax y el Volker siempre han estado junto a mí, entre los dos Volker siempre ha tenido un lugar especial en el corazón de mi madre, solo por ser más discreto y menos desastroso que Ajax.
Cuando finalmente es hora de irnos me pongo en pie con el único objetivo de secuestrar una noche más a Elizabeth, salgo de mi oficina y me dirijo a la suya, Kenya me ve un instante pero no me dice nada así que simplemente continuo, al llegar a la puerta doy un par de golpes suaves y espero.
— Adelante... — su voz suena tensa, en cuanto abro la puerta todo dentro de mi cuerpo se contrae.
En la silla frente a ella está sentado el idiota de James al verme Elizabeth abre los ojos como platos, James se gira para verme y de inmediato se pone en pie, yo tengo que controlarme para no sacarlo de mi puto edificios a golpes.
— señor Metzler... — me saluda desde la distancia y luego da un par de pasos en mi dirección — quería disculparme con usted por lo de la otra noche — y yo quiero estrellar tu cabeza contra la pared — lo que hice no estuvo bien, me deje llevar por el momento y el alcohol — tiende su mano en mi dirección y la veo un instante.
Elizabeth posa sus ojos en mí y ve suplicante y nerviosa, extiendo mi mano hacia él y la tomo, presiono con suficiente fuerza para confirmarle que aunque estoy dándole la mano si fuera por mi estaría moliéndolo a golpes.
— ¿Tienes un minuto? — le pregunto directamente a Elizabeth una suelto la mano del abogaducho.
— ¿es muy urgente? — pregunta la muy...
— Bastante — respondo cortante, ella me ve con suspicacia y luego niega con la cabeza posando sus ojos en James y luego en mí.
— James ¿me esperas abajo? — en cuanto escucho esas palabras mi cuerpo se tensa y mis ojos la calcinan, la furia corre por mis venas y tengo que hacer un esfuerzo sobre humano para no hacer una escena.
— Claro cariño — el que el idiota la llame cariño me enerva, cuando se gira para verme lo ignoro me hago a un lado y lo dejo pasar para que se largue.
En cuanto escucho la puerta cerrarse, respiro profundo tratando de controlar mi creciente furia y los jodidos celos.
— ¿Qué pasa? — pregunta comenzando a recoger sus cosas, mis ojo se desvían hacia un enorme ramo de rosas que hay sobre su mesa
— ¿te las envió el? — ella no me mira solo continua recogiendo sus cosas
— ¿Qué cosa?
— las jodidas flores Elizabeth ¿qué mas? — le espeto cabreado y finalmente logro que sus jodidos y hermosos ojos me miren.
— Si, me las envió el — cierro los ojos y respiro profundo
— ¿Qué pasa Kai? — me insiste y yo quiero ir estamparla contra la pared y besarla, arrancarle el puto vestido que lleva y follarla como un loco.
— ¿te vas con él? — ella respira profundo
— Si necesitamos conversar
— ¿le dirás?
— ¿decirle que? — me suelta ligeramente alterada
— Lo que estás haciendo, que lo engañas... — suelto con burla y ella me ve seria durante unos segundos que se me hacen eternos.
— No Kai, no se lo diré... — desvía sus ojos y toma su bolso y su teléfono y sin mirarme sale detrás del escritorio y echa andar hacia mí.
Estoy justo entre la puerta y ella, es imposible que salga sin que yo me aparte, se detiene a una distancia en la que mis manos no pueden alcanzarla y respira profundo.
— Kai por favor... — su voz suena demandante.
— Mírame... — le pido pero no lo hace — Elizabeth mírame
— ¿Para qué? — suelta con brusquedad aun sin mirarme, doy un paso en su dirección y ella lo da hacia atrás.
— Elizabeth — le advierto y mientras doy otro pasó y ella da dos.
— Tengo que irme Kai, James está esperándome... — esas palabras me bastan para hacer que la ira explote en mi interior pero de alguna formo me controlo, y me hago a un lado.
Cuando va a pasar junto a mí, la tomo de codo y tiro de ella hacia mí, el movimiento la toma por sorpresa lo que la hace gritar sorprendida, rodeo su cintura con mis brazos y con mi mano libre la obligo a verme, nuestras miradas se encuentran y allí esta justamente lo que deseaba ver, el deseo, la lujuria las irrefrenables ganas que siente cada que está cerca de mí, sonrió de lado y ella frunce el ceño.
— No se te olvide lo que te dije en el Flame... — murmuro mirándola serio esta vez
— ¿el qué? — me acerco a su oído y respiro profundo llenándome de su olor y de su excitación.
— No quiero que te toque — murmuro mientras roso mi nariz en la línea de su mentón y su cuello, dejo un beso y luego otro, para luego ir por su boca y besarla con desesperación, demanda y brusquedad.
Por un instante se resiste pero es tan mínimo que ni si quiera alcanza para hacerme cabrearme más, porque si me rechaza ardería Troya. Sus labios se mueven con auténtica desesperación sobre los míos, sus manos suben a mi nuca pegándome más a ella y yo sin perder tiempo la giro y la pego de la pared que esta junto a la puerta, ella gime y yo muerdo su labio inferior. Jadea y se restriega contra mí, como si la ropa le molestara.
— Pídemelo nena — murmuro sobre su boca, quiero escuchar que me pida que la folle aquí justo ahora mientras el imbécil de su novio espera abajo.
Pero sus manos se apoyan sobre mis hombros y me empuja, ella cierra los ojos y trata de calmarse, yo intento volver a besarla pero niega.
— Basta Kai... tengo que resolver esto con James... — murmura, haciendo que mi cuerpo se tense y los celos quemen nuevamente.
Me aparto, liberando su cuerpo, ella recuesta su cabeza de la pared y respira profundo. Yo no puedo hacer otra cosa más que verla y preguntarme.
¿Por qué demonios sigo haciendo esto?
¿Por qué rayos sigo volviendo a ella?
¿Por qué simplemente no dejo que se largue y no vuelvo a acercarme?
Entonces recuerdo esta maldita semana sin verla y entiendo que simplemente esas preguntas no tienen respuesta justo ahora y que lo único que puedo hacer es dejarla ir. Ella abre sus ojos y peina su cabello con nerviosismo, sin verme se para derecha frente a mí y echa andar hasta la puerta.
— hablo en serio Elizabeth no quiero que te toque... — murmuro haciendo que ella se detenga pero no diga nada.
Solo se va y me quedo allí como un imbécil deseando lo que no es mío y queriendo desaparecer al idiota del novio para poder hacerla mía, salgo de la oficina dando un portazo. Camino hacia mi oficina y me encierro en ella, camino de un lado al otro cabreado hasta la mierda sintiendo como los celos correen mi existencia, entonces de la nada recuerdo las palabras de Volker y sin pensarlo mucho tomo el teléfono y entro en la aplicación del club.
Busco a la chica del antifaz negro y le envió la invitación, si no es ella será cualquier otra, mujeres sobran en este jodido mundo. Me recuerdo mentalmente pero mi subconsciente jugándome una pesada broma me recuerda;
"Pero ninguna te ha hecho sentir lo que Elizabeth"
Y maldigo por ello, salgo de mi oficina echando chispas, ni siquiera me despido de Kenya, bajo al estacionamiento y sin más salgo directo a mi casa. Donde al llegar encuentro el auto aparcado de mi hermana. Una vez dentro escucho su voz que viene desde la cocina y una risa que me detiene en seco.
Leyna.
Camino con rapidez y las encuentro a ambas riendo con Isabella en el mesón de la cocina. Mi nana al verme sonríe ampliamente, yo solo veo a Leyna que posa sus hermosos ojos en mí y sonríe de esa forma que siempre ha hecho que mi corazón lata desbocado solo que esta vez no causa esa efecto.
— Hola cariño — me saluda mi nana acercándose a mí, rodea mi cintura dándome un fuerte abrazo.
Luego me inclino para que pueda besar mi frente como siempre hace y luego voy a saludar a Ainara y a Leyna.
— Kai... — me saluda Aina con cierta frialdad.
— Aina... — Leyna nos ve divertida a ambos y suspira
— Hola hermosa, — la saludo dejando un beso en su mejilla — ¿a qué debo esta grata y extraña visita? — observo a mi hermana que pone los ojos en blanco y toma otra galleta que esta sobre la encimera.
— No vine porque quise solo la traje, quiere hablar contigo — suelta Ainara poniéndose en pie — iré a la piscina a darme un chapuzón
— Si estas enojada conmigo no puedes usar la piscina Ainara — le digo girándome para ver su espalda y su cabello moverse de un lado al otro.
— que ten den Kai... — y sin más sale de la cocina dejándonos a isa, ley y a mí.
— Los dejare solos... — comenta Isa pasando junto a mi acaricia mi brazo y luego continua.
— ¿Cómo te sientes, como sigue tu hermano? — es lo primero que pregunto cuando estamos solos.
— estoy bien, solo algo paranoica pero creo que no es para menos ¿no? — murmura nerviosa y asiento — mi hermano esta mejor en casa, recuperándose, es muy pronto para decir que se levantara mañana como si nada pero allí va... — hace una pausa y desvía sus ojos y mira al suelo, luego respira profundo y me ve con intensidad
— ¿Qué pasa?
— Kai no quiero estar sola con mi hermano en esa casa tan grande, la seguridad fallo una vez, ¿qué me hace pensar que no volverá hacerlo? — eso ya lo había considerado y estaba pensando en instalarle uno de los sistemas de seguridad de los que he creado, pero antes de que pueda sugerir algo Leyna continua impactándome — ¿por qué no te quedas con nosotros hasta que mis padres regresen? — Leyna se pone en pie y se acerca a mí, sus ojos conectan directamente con los míos y sonríe de lado.
— Ley no se... — no me deja terminar porque acerca sus labios a los míos.
Me besa con calidez y dulzura, de esos besos que podíamos pasar horas y horas dándonos entre las sabanas cuando vivíamos juntos, respondo el beso y la abrazo, pero de repente la imagen de Elizabeth desnuda en mi cama me hace separarme de ella. Su ceño se frunce y me ve sorprendida.
— Los siento Ley, pero
— ¿estas con alguien? — pregunta de inmediato dando un paso atrás, sus mejillas se ponen rojas al instante y se coloca una mano sobre la boca
— No, no... — niego de inmediato porque no estoy con nadie, o bueno si pero joder — no es eso, es solo que... no es un buen momento Leyna — termino y ella me ve preocupada — están pasando demasiadas cosas ahora mismo que debo ocuparme y resolver, si necesitas mayor seguridad instalare uno de los sistemas que diseñe, si eso te hace sentir más segura — comento y ella no hace nada más que mirarme
— Conociste a alguien... — murmura sorprendiéndome
— ¿Qué?
— ¿conociste alguien? — esta vez no es una afirmación es una pregunta
— Ley no... — no sé qué decirle porque la verdad es que la amo, en serio siento que aun la amo, pero lo que pasa con Elizabeth es demasiado abrumador y diferente y fuerte.
Ella sonríe y me mira con curiosidad, sus ojos brillan y sonríe con pesar, luego suspira y niega con la cabeza.
— Creí que Kai Metzler siempre seria mío... — esas palabras me dejan de piedra — pero creo que tengo competencia ¿no? — suspira y vuelve a mirarme con intensidad.
Nunca había escuchado a Leyna hablar de esa manera, mucho menos la imagine diciendo tal término. Se acerca a mí y sostiene mis manos, luego de unos segundos las libera, se coloca sobre la punta de sus pies y acuna mis mejillas.
— Te sigo amando Kai... — esas palabras me dejan estático — no tienes idea de cuánto desee volver y estar contigo, pero cada que veía una foto tuya en la tv con esos proyectos, cada vez que me enteraba que estabas haciendo alguna cosa increíble, me echaba atrás... no podría simplemente llegar aquí y arruinarlo todo... — sus labios rosan los míos y cierro los ojos de inmediato ante el contacto — pero no pude más, tenía miedo de perderte, te conozco y sé que esperarías por mí, pero en el amor nadie manda Kai... — comienza a besarme.
Mis brazos la rodean y la pego a mi cuerpo, el beso poco a poco se intensifica pero no es lo que busco, no es lo que necesito, no es Elizabeth... vuelvo abandonar sus labios y la veo sorprendido de mi mismo. Siempre creí que amaría a esta mujer de una forma única, pero de pronto ya no se siente igual.
— Leyna te ayudare, lo prometo... — murmuro acariciando sus mejillas con mis pulgares, ella sonríe y apoya su cabeza en mi pecho abrazándome con fuerza — le pediré a uno de los técnicos que vaya hoy mismo a casa de tus padres e instale el sistema de seguridad, estarán a salvo... — de inmediato me libera y me con el ceño fruncido
— ¿no vendrás? — respiro profundo.
— Ley ahora no puedo irme contigo lo siento... — ella respira profundo y asiente.
— ¿Quién es? — Pregunta de repente, su expresión se ha tornado dura — ¿Quién es Kai? quiero saberlo...
— ¿Qué?
— la mujer, esta chica que está alejándote de mi
— Vamos Ley — sus ojos se llenan de lágrimas y luego me aparta y empieza a caminar de un lado al otro
— Es que... — bufa frustrada y sonrió, esta es la Leyna que conozco, la Leyna que cada que no podía controlar algo armaba un berrinche y se descontrolaba.
Sin poder evitarlo camino hacia ella y la abrazo con fuerza, ella se sorprende pero enseguida me abraza. Beso su cabeza y suspiro. Ella imita el gesto y permanecemos un rato así.
— No sé qué vaya a pasar Ley, porque no lo sé, pero ten por seguro que nadie, jamás va a quitarte tu lugar... — es algo que estoy seguro porque Leyna fue mi primer amor y ese nunca se olvida.
Ella me aprieta con más fuerza y la siento suspirar, me separo de ella y busco sus labios, la beso justo como solía besarla en esas interminables tardes en que se empeñaba en pintarme y me negaba y terminaba relajando sus berrinches de este modo.
— Te amo... — murmuro sobre sus labios y ella sonríe
— Yo también te amo Kai... — me separo y la observo ella sonríe con pesar pero ya ha vuelto a ser la Leyna centrada.
— Tengo un compromiso más tarde, debo arreglarme... — le informo ella asiente y suspiro — ve a la piscina con Aina, luego nos vemos ¿sí? — me acerco para besar su frente y luego la dejo sola en la cocina.
Cuando subo a mi habitación hay un sobre encima de mi cama, frunzo el ceño y me acerco para tomarlo. Cuando lo abro está el contrato de Giselle, suspiro porque sé muy bien lo que significa esto. Honestamente no me importa que lo quiera dejar, pero no puede tenerla más en casa, así que de inmediato le envió un sms a mi madre con alguna excusa sobre ella y si puede trabajar allá.
Evidentemente mama no responde, estoy seguro que se pondrá en contacto con Isabella y lo resolverán ella, luego tendré que darle explicaciones a mi nana. Pero es lo mejor. Me desahogo de mi ropa y entro a la ducha, me quedo un rato debajo del agua con los ojos cerrados, recordando como Elizabeth entro a la ducha conmigo, como sus manos rosaron mi espalda y luego como me beso.
Joder ¿Por qué no puedo sacarla de mi cabeza? Respiro profundo y a los pocos segundos una suave caricia me hace girarme sorprendido. Delante de mi completamente desnuda esta Leyna, recorro su cuerpo con los ojos y luego vuelvo a mirarla, sonríe de lado y muerde su labio inferior. El gesto me recuerda una vez más a Elizabeth y maldigo para mis adentros.
— ¿Qué haces? — le pregunto cuando camina hacia mí y pega su cuerpo al mío, se coloca sobre la punta de sus pies y me besa.
Mi cuerpo no reacciona de las misma manera, con ansias y ese deseo descontrolado con el que suele responder ante la periodista, su recuerdo en la oficina con el abogaducho asalta mi memoria y la ira entremezclada con los celos se adueña de mi pecho, haciendo que tome a Ley por debajo de sus glúteos y la levante, me giro y la pego de la pared besándola con ganas.
Ella jadea entre cortadamente, pero cuando muerdo su cuello me empuja y me ve sorprendida. Mi respiración es un puto desastre y la ira que siento no me permite avanzar más allá, no voy a usarla para drenar. La bajo y salgo de la ducha, tomo una toalla y sin secarme salgo del cuarto de baño.
— Kai... — me llama pero la ignoro, necesito que se vaya — Kai, ¿qué sucede? — toma mi hombro y me detiene, camina hasta pararse frente a mi mientras se coloca una toalla alrededor del torso.
— Leyna no hagas esto por favor, vístete y vete, no es un buen día... — ella da un paso atrás sin decir nada se gira y toma su ropa del suelo y sale corriendo.
Maldigo por lo bajo y entro al vestier, busco que ponerme y me visto con rapidez, lo mejor será largarme de aquí antes que termine haciendo o diciendo cosas estúpidas. Tomo la caja donde reposa la máscara dorada y salgo del vestier, tomo mis cosas y me voy sin despedirme de nadie.
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Noche de Luna llena.
Evento especial que realiza el club cada seis meses, días como hoy esto se vuelve una zona libre, puede hacer lo que se te de la puta gana, desde consumir drogas hasta follarte a un perro. He escuchado cosas muy locas de eventos como este, y he sido invitado a juegos sumamente bizarros y locos, pero esta noche estoy aquí no por lo que pueda hacer sino por lo que necesito hacer, estoy cabreado hasta la mierda, no solo porque Leyna se me ofreció de esa manera, quizás en otro momento no lo habría visto de esta manera, pero me cabreo que lo hiciera.
Que no respetara el espacio que estaba pidiéndole, además el maldito punto que en realidad me tiene así, es la periodista y ¿Cómo si no? últimamente mi puto mundo gira en torno a ella. Camino entre las personas que están esta noche, esto es mucho más exclusivo, esta noche solo unos cuantos podemos traer invitados, y solo tienen acceso miembros a partir de la jerarquía plata.
Por lo que hoy no esté tan concurrido pero se verán más cosas locas, me detengo cuando una mujer coloca sus manos sobre mi pecho. Sonríe de lado y se acerca hasta los labios de mi mascara los besa y luego ríe.
— ¿juegas esta noche? — Asiento simplemente — me apetece jugar contigo, pero soy de gusto peculiares...— murmura sobre mi oído — que me dices de tener animalillos con nosotros
— Paso...— respondo de inmediato haciéndome a un lado.
Como dije esta noche no hay límites y los juegos son arriesgado y locos, finalmente alcanzo a Ajax, Volker y Ginger, que extrañamente se encuentran en silencio.
— ¿Qué sucede? — pregunto cuando estoy cerca de ellos, Ginger es quien me señala con su dedo antes de dar un trago a su copa.
Me giro en la dirección que me ha mostrado donde sobre una tarima, se encuentra una mujer suspendida en el aire, con ataduras en su cuerpo, un collar de cuero está en su cuello, de sus pezones penden unas pinzas, a ella se encuentran unidas una cadena con una bola de metal de varios gramos que tira de sus pezones hacia abajo, tiene un arnés en la boca con una aplicación de metal que le mantiene abierta la boca y con un orificio por el que fácilmente entraría la polla de alguien.
Sus piernas están sostenidas en el aire como su estuviera acostada boca abajo solo que están abiertas para darle acceso a sus genitales, la posición no es la más cómoda a mi parecer, pero esto es un show sadomasoquista así que la idea es incomodar, causar dolor y llevar al sumiso hasta el extremo. El sujeto que acompaña a la mujer no está vestido como un verdugo, solo que lleva nada más la capucha puesta y está completamente desnudo.
Lo observo tomar un látigo con pequeñas fibras en las puntas y comenzar azotar las nalgas de la mujer, que se queja y gime mientras el hombre le deja severas marcas en el cuerpo, después de algunos minutos, toma una vela encendida de la mesa y comienza a dejarle caer cera en los glúteos justo sobre las marcas. Me giro porque aunque me gusten este tipo de shows soy más de los que son partícipes de ellos no espectador.
Miro una vez más a mí alrededor en busca de la chica del antifaz negro, sin lograr conseguirla. Me siento junto a Volker que me observa con curiosidad.
— ¿la invitaste? — Asiento simplemente — ¿Qué pasa?
— Elizabeth se fue con el abogaducho hoy... — comento con cierto tono despreciativo y Volker ríe
— ¿te molesta no?
— ¿Qué crees?
— Solo te molesto... — responde encogiéndose de hombros... — oye esa no es tu chica... — comenta señalándome en dirección contraria a donde se desarrolla el espectáculo sado.
En cuanto giro y la veo no puedo evitar sonreír, esta noche no va vestida como la última vez o la primera, esta noche viste para llamar la atención y de qué forma, varios ojos se posan sobre ella mientras anda entre la multitud, reconozco a su amiga y al sujeto que estaba con ellas la última vez, la primera en notar mi presencia y que me acerco a ellas es la amiga, que me sonríe ampliamente.
— Buenas noches... — mi voz hace que se gire sorprendida, si su vestido era una puta tentación de espaldas, de frente es una maldita invitación.
Recorro su cuerpo con descaro y ella sonríe con picardía, la atracción se hace instantánea, dejo de pensar en todo y me concentro en ella, tomo su mano y beso el dorso como todo un caballero lo haría, ella ríe y ve a su amiga divertida, luego me giro y saludo a su acompañante con un gesto de mi cabeza.
— ¿Jugaras esta noche? — pregunta su amiga y asiento
— ¿quieres jugar? — le pregunto a la chica del antifaz que duda un instante y luego asiente.
Le extiendo mi brazo y ella lo toma, le hago señas a sus amigos para que me sigan, esta noche jugaran con nosotros y espero que no se asuste. Cuando llegamos a la mesa el primero en devorarla con sus ojos es Ajax, que de inmediato se pone en pie y le extiende su mano, pero luego nota la presencia de la otra chica y su sonrisa se ensancha.
— Benditas sean las noches de luna llena... — murmura divertido.
Volker se pone en pie y extiende su mano a ambas mujeres que la estrechan, finalmente Ginger se gira y las observa de arriba abajo con descaro.
— ¿Jugaran? — es lo único que pregunta y ambas asienten
— No perdamos tiempo entonces, esto ya me calentó bastante... — comenta Ginger poniéndose en pie, echando a andar hacia las áreas VIP que están en el nivel de arriba.
Mientras andamos aprovecho de comerme con los ojos a la chica del antifaz, esta noche su vestido es mucho más descarado, es de seda rojo y lleva un amplio escote en su espalda, y en el frente un amplio escote hasta un costado, dejando a la vista el nacimiento de sus pechos.
Entramos a la habitación donde jugaremos, Ginger de inmediato siendo la mujer más dominante que he conocido se va directamente sobre la amiga, toma su mano y la guía al centro de la estancia, la chica sonríe ampliamente mientras Ginger la ronda como si fuera un depredador y ella su presa.
— Viste de que van los juegos, ¿te unirás? — murmuro en el oído de la mujer del antifaz, esta traga duro y asiente.
Sonrió satisfecho y observo como Ajax se une a Ginger para comenzar a tocar a su amiga, entre ambos le quitan la ropa y la dejan completamente desnuda, Volker se acerca a mi chica y comienza a rosar su espalda con el dedo medio, ella se eriza y me ve dudosa.
— ¿puedo? — le pregunta Volker con voz ronca ella asiente y mi colega se coloca detrás de ella.
Continua con el rose lento y suave hasta alcanzar la espalda baja, una vez allí, separa sus manos y le da una fuerte nalgada que la hace sobresaltarse, Volker sonríe y me observa, yo me coloco frente a ella y sin dejar de verla comienzo a deshacerme de mi saco. Volker se acerca a su cuerpo y comienza a besar su hombro, alternando besos y mordiscos suaves, busca el broche del vestido y lo libera. De inmediato este cae al suelo dejando a nuestra invita completamente desnuda.
Quedo impresionado porque jamás imagine que no llevaba nada debajo de ese vestido.
— me gusta — murmura Volker rozando su costado.
En esto Volker y yo somos muy parecidos, ambos nos gusta jugar rudo, incluso Volker puede llegar un poco más lejos de lo que yo llegaría, pero equilibramos el dolor con la suavidad, esta noche no pienso someter sus sentidos, esta noche pienso someterla a ella.
Camino hasta la pared del costado donde ya Ajax revisa que juguetes usara, explora el área sacando varias cosas, Ginger por el contrario ya está ocupada entre las piernas de la amiga de mi invitada que jadea llenando el espacio con un muy bonito sonido.
Tomo un vibrador y unas bolas chinas, Volker ya hizo su elección y jugara conmigo esta noche, nosotros somos así, una vez dentro de la habitación decidimos que vamos hacer mientras nos movemos, esta noche Ginger y Ajax se fueron por la amiga que también jugara con su acompañante, Volker la chica del antifaz y yo jugaremos por nuestra cuenta.
Le paso el vibrador a Volker y me quedo con las bolas chinas, tomo a mi invitada de la mano y la guio hasta la cama que esta al fondo, en esta habitación hay varios puntos para jugar, un potro, una mesa, la cama y varios sofás. Pero me apetece estar cómodo y sé que a ella también le servirá.
— es nueva esto, vete con calma... — le murmuro a Volker cuando nos alcanza, él sonríe de lado y asiente.
Sin perder tiempo la acomodo sobre la cama y sonrió cuando sus ojos se encuentran con los míos, de alguna forma se me hacen familiares, la intensidad con que mira y esta atracción que siento hacia ella, sonríe y humedece sus labios recordándome a la periodista, cosa que enciende mis celos y la ira hace rato controlada.
La giro con cierta brusquedad haciendo que jadee.
— Seremos nosotros dos y tu hermosa... — le indico... — así que debemos estimularte bastante esta noche... — su cuerpo se contrae en cuento paso mis dedos por su ano.
Intenta volver a la posición en que estaba antes, pero la sujeto.
— Sssshhh tranquila, mira lo que tienes allí y concéntrate en eso... — le pido una vez veo que Volker se ha colocado delante de ella y se ha sacado la polla.
La chica jadea ante mis caricias y la imagen de mi colega delante de ella, esto es nuevo para ella pero quizás sea una noche que nunca olvidara, al menos pienso asegurarme que así sea y confió en Volker, al final del juego, tendremos a esta hermosa mujer gimiendo por más, con ambos dentro de ella.
Nota del autor: hola mis gamers.. al club de fans de Kai... por aquí esta, lo extra;aban yo también... así que las entiendo, veré si puedo actualizar seguido mientras estoy con el maratón de #ZeroFeelings si no lo hago saben que es por eso. Que tal es capitulo? a ver cuantas odiando a Lizzi? Cuantas odiando a Kai? cuantas odiando a Leyna? jajajajajaja espero hayan disfrutando de este capitulo el próximo lo narra una parte Volker y el otro Kai. sera interesante! Les amo infinito, cuidense y gracias infinitas por el apoyo!
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