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🎭Capítulo 29 - Un francés encantador🎭


Lizzy White.

Pensé que iba a morir cuando lo vi, Jesús bendito, Kai Metzler debería considerarse un pecado andante, no solo porque es jodidamente sexy, ósea absolutamente todo se le ve de muerte lenta, esta noche como todos los putos días se ve increíble, aunque debo decir que el traje le hace justicia. Jamás imagine que iba a sorprenderme de la manera en que lo hizo, yo creyendo que iba a llevarle la delantera.

Respiro profundo tratando de calmar mis nervios y como reacciona mi cuerpo cada que lo tengo cerca, el discurso me ha salido aún mejor de lo que pensé, termine improvisando algunas cosas que salieron súper bien, pero el problema es que al magnate no le ha gustado para nada que modificara su agenda, supongo que lo hice perder su tiempo, con eso que escribió unas breves palabras.

En fin por ahora todo va a la perfección, el evento transcurre como debería y muchas personas están interesadas en hablar conmigo o el magnate, definitivamente lo he puesto en el ojo del huracán y no solo a él, al proyecto en sí, los comentarios que he logrado captar mientras avanzamos entre las personas es bastante positivo así que creo que hice bien mi trabajo, aunque estoy segura que Kai terminara por llamarme la atención así haya salido todo perfecto.

Eso por parte del evento, en serio me alegro que todo este yendo bien, pero tengo un problema monumental, el magnate, ¡Dios de mi vida y de mi corazón ¿qué te hice para que me pongas en estas circunstancias?! Este hombre no se ha apartado de mi lado por más que he intentado escabullirme, en serio me tiene idiotizada con su perfume y no hablemos de como luce porque joder, justo ahora me arrepiento de no llevar ropa interior.

Mientras conversamos con un grupo de empresarios entre los cuales se encuentra Colette yo pienso en la manera de huir al menos por un momento y tomarme un respiro, esto es demasiado intenso y más porque tengo que disimular y evitar comérmelo con los ojos. Por otra parte me enterado gracias a Volker que Colette y Kai firmaron un contrato para trabajar juntos razón por la que la mujer no sé qué ha querido despegar de nosotros, pero es más que obvio que va detrás de Kai. Solo hay que ver como lo mira para notarlo, aunque el magnate parece no interesarle dudo mucho que le correspondería sus gestos coquetos aquí.

— Disculpen necesito usar el tocador — me disculpo justo cuando veo la posibilidad de huir, de inmediato Kai posa sus ojos en mí, pero lo ignoro.

Salgo pitada del círculo de empresarios que continúan conversando con él, al alejarme unos cuantos pasos, respiro profundo y noto lo tensa que estaba, esto va a terminar con mis nervios, no solo por tener que aparentar que el magnate no me afecta, tener que aguantarme para no verlo constantemente requiere un gran alto nivel de concentración.

Una vez en el baño sonrió con orgullo al mirarme en el espejo, cuando escogí este vestido sabía que llamaría la atención del magnate, pero sus ojos me recorrieron con tal descaro y deseo cuando llegue que me fue imposible no sentirme húmeda con lo penetrante e intenso de su mirada, ¡Joder que hace calor por aquí! Abanico mi cara y respiro profundo una vez más evitando traer a mi memoria la forma tan intensa y desenfrenada que tiene el magnate de follar.

Me pregunto si será así con todas, en cuanto pienso eso un calor intenso y de lo más desagradable se instala en mi pecho.

¡No pienses pendejadas Lizzy! — me reprendo en español y luego respiro profundo.

Después de algunos segundos decido salir una vez más, cuando lo hago diviso al magnate en el mismo lugar conversando con las mismas personas, aunque puede ser interesante estoy algo cansada de escucharlos hablar, así que decido caminar un poco y ver los stands. Mientras lo hago me topo con Azhar que al verme se lanza contra mí.

— Pero que discursillo te lanzaste mujer, eres grande — me asegura dándome un fuerte abrazo que le correspondo

— Gracias, ¿Cómo estás? — le pregunto con una sonrisa y ella suspira.

— La verdad creí que esto sería un poco diferente, estos idiotas creen tener buenos proyectos pero la verdad es que son una mierda — comenta mirando a su alrededor y comienzo a reír

— ¿Eso crees?

— Por favor — me dice haciendo un gesto con su mano de lo más chistoso — fíjate ese de allí — me muestra un sujeto con una poblada barba, gafas y expresión serio — trajo un prototipo que básicamente se infiltra en un sistema existente y lo decodifica para luego intentar hacerse con información — me ve con expresión aburrida — hice uno de esos a los 15 y casi termino en la cárcel — murmura y mis ojos se abren como platos — aquel tiene un poco más de ingenio — murmura señalando esta vez a un hombre mayor con expresión cansada y agitada — ese trajo un proyecto un poco más interesante si me lo preguntas, es algo sobre cultivos mejorados — hace una pausa y me ve con una sonrisa — la verdad no he ido a curiosear de que va pero creo haber escuchado algo de eso.

No puedo evitar reír, en serio esta chica me cae demasiado bien es súper espontánea y que no tenga filtro es simplemente fascinante.

— ¿Qué trajiste tú? — le pregunto con curiosidad y de pronto sus ojos se iluminan y su sonrisa se ensancha

— Pues la verdad al final no he conseguido traer nada — mi ceño se frunce sin comprender — Kai quedo bastante impresionado con mis proyectos y me pidió que trabajara con él en el Lux sin necesidad de participar aquí — mis ojos se abren como platos y sonrió tanto como ella.

— Vaya, en hora buena Azahar, felicitaciones — comento dándole un cálido abrazo, en serio me contenta que haya logrado esto — lo que quiere decir que tienes proyectos más interesante que esos dos sujetos — ella ríe a carcajadas y asiente.

— ¿Y tú a donde ibas, no se supone que tienes que estar con Kai y el equipo? — respiro profundo y asiento

— Si, pero necesitaba un respiro — ella ríe y me ve divertida

— Si quieres intercambiamos puestos, muero por estar junto a ese hombre — señala hacia mis espaldas y me giro para ver como Volker sonríe junto a Kai — había pensado montarle el ojo a Kai pero es muy evidente que pasa algo entre ustedes y me agradas así que creo que Volker me es más conveniente — entonces sin poder evitarlo estallo en una carcajada que hace que varios invitados volteen a verme.

Azhar me ve divertida y ríe conmigo después de unos segundos, conversamos un poco más sobre lo difícil que puede ser trabajar con Kai y lo complicado que es trabajar con hombres tan guapos y sexys como ellos, pero luego de un rato en medio de la conversación Azhar divisa un stand y sin decir mucho se aleja y me deja sola entre divertida y sorprendida.

Sin mucho más que hacer —y sin la intención de volver con el magnate y el equipo— camino al bar, donde le pido al bartenders una copa de vino, necesito algo dulce.

— Aquí tiene — murmura dejando una copa de vino tinto frente a mí.

— Gracias — doy un sorbo y suspiro, girándome a un lado para admirar el salón, Ginger hizo un trabajo excelente, todo se ve maravilloso.

— Un discurso muy interesante — una voz ronca y amable me habla a mis espaldas y me giro para saber de quién se trata en cuanto lo hago, agradezco al cielo haber tragado el vino.

¡Joder con los hombres sexys y guapos! ¿Será un requisito primordial estar bueno para ser un empresario exitoso? El hombre que se encuentra de pie frente a mi es unos cuantos centímetros más alto que yo, no tanto como el magnate pero aun así es alto. Tiene el cabello ligeramente largo, ondulado y en un tono rubio, tiene los ojos verdes y una amplia, cálida y dulce sonrisa de esas que te hacen sentir en confianza con rapidez y que me deja embelesada.

— Ah gracias — balbuceo cuando finalmente logro reaccionar, el ríe divertido y me muestra el banco junto a mí.

— ¿Puedo? — sonrió y asiento

— Claro, no hay problema — él toma asiento y le hace señas al bartenders para que le sirva un trago.

— un Dalmore por favor — pide haciendo que el bartenders se sorprenda, pero de inmediato se ponga en marcha.

Luego de tomar una botella de la vitrina del fondo lo sirve y se lo tiende al hombre que no ha dejado de sonreír ni un solo instante, da un sorbo y cierra sus ojos deleitándose con el sabor del licor luego los abre y murmura algo que no alcanzo a entender.

— Gracias está perfecto — le dice al bartenders luego posa sus bonitos ojos en mi — me ha gustado mucho tu discurso — comenta jugando con el contenido del vaso — sobre todo esa parte en que hiciste énfasis en el pequeño — entonces sonrió y él lo hace también.

— Gracias, ha sido un poco complicado llegar a eso — digo con total honestidad y el ríe

— No me imagino porque — da un trago y continua — te veías muy segura y tranquila como si hubieses echo esto un millón de veces — rio divertida y niego.

— Pues la verdad es mi primera presentación en un evento como este — el parece sorprendido — soy periodista — el asiente y ríe divertido

— Ah de allí el comentario de haberlo llamado idiota en una rueda de prensa — entonces vuelvo a reír y él lo hace conmigo — muy osado de tu parte llamarle idiota a tu jefe públicamente — vuelvo a reír.

— Para ese momento no era mi jefe — le aclaro y el asiente.

— Supongo que el haberlo llamado idiota lo hizo pensar en contratarte — indaga y rio tomando asiento a su lado.

— Pues, si la verdad es que así fue — el ríe divertido y vuelve a dar un trago antes de extender su mano hacia mí.

— Eric Bonner — me sonríe y lo imito tomando su mano, que es sumamente suave.

— Elizabeth White

— La chica ruda que llama idiota al genio tecnológico del momento — apunta y yo vuelvo a reír, él sonríe divertido y algo en su sonrisa me hace sentir muy cómoda.

— Si, bueno eso fue bastante loco, pero gracias a eso estoy aquí, así que arriesgarse a veces tiene sus ventajas — él sonríe más ampliamente y sus ojos brillan repentinamente con intensidad

— No tienes idea — murmura dando otro sorbo y por un instante me parece que él sabe algo que yo no y eso le da un toque misterioso interesante.

— ¿Y eres empresario o científico? — le pregunto con curiosidad y el posa sus lindos ojos en mí.

— Empresario — comenta con una sonrisa — tengo una cadena de restaurantes en Francia — mi ceño se frunce al escuchar eso porque un hombre como él no tiene nada que hacer en un evento como este.

— ¿Restaurantes? — pregunto confundida y el ríe

— Sí, soy Chef — agrega y sonríe aún más

— Wow ¿y tienes tu propia cadena de restaurantes? — el asiente y luego me ve por un instante con intensidad

— ¿Estás haciéndome una entrevista? — rio y niego con la cabeza divertida

— Oh no, no disculpa, es la costumbre — entonces el ríe divertido y niega con su cabeza

— No te preocupes, puedes preguntarme lo que quieras, y si soy dueño de la cadena de restaurantes Bonnet en Francia y Mónaco — vaya muy impresionante — ¿los conoces? — pregunta con curiosidad y niego algo apenada

— No, lo siento — el asiente y saca su teléfono.

Busca algo y luego gira la pantalla, en ella se ve a el mismo frente a un elegante restaurante con el nombre de Bonnet en la parte superior con una estilizada y fina tipografía. El restaurante tiene toda la pinta de ser extremadamente costoso y de esos lugares en los que tienes que hacer reservaciones con meses de anticipación.

— Es muy bonito — comento y él sonríe ampliamente.

— Gracias, este está en Paris es mi campamento base — bromea y rio con el — ¿Has ido a Paris? — pregunta con curiosidad y niego una vez mas

— No, nunca he estado en Francia — le respondo con cierto pesar porque aunque no es de mis ciudades favoritas me gustaría conocerla.

— Paris es... — hace una pausa y sonríe — non seulement la ville de l'amour est une ville magique —no solo la ciudad del amor es una ciudad mágica— habla en un perfecto francés que lo delata completamente — lo veo divertida y el espera a que haga algún comentario y luego ríe — no hablas francés ¿verdad? — vuelvo a reír y niego con la cabeza

— Pues no — el ríe divertido y da otro sorbo a su trago

— Yo y mi manía que todo el mundo habla el idioma del amor — vuelvo a reír cuando escucho su tono apesadumbrado

— ¿Y, que dijiste? — le pregunto con curiosidad entonces el me ve con esa sonrisa encantadora y sus ojos brillosos.

— ¿Quieres la verdad o la mentira? — frunzo el ceño sin comprenderlo

— ¿Qué quieres decir? — el ríe y se rasca un costado de la nariz antes de responder.

— Puedo decirte lo que dije realmente o decirte lo que estoy pensando en este instante — entonces por algún motivo su sonrisa y la forma en que está mirándome me pone nerviosa.

— La verdad — respondo rápidamente y el vuelve a reír

— Paris es no solo la ciudad del amor es una ciudad mágica — responde entonces mirando al frente y hacia las botellas que están en el bar — es muy hermosa — comenta poniendo sus ojos otra vez en mí y sonrió — al igual que tu — de pronto siento como mis mejillas se tornan rojas y el nerviosismo aumenta, el ríe y luego da un rápido vistazo por la sala.

Lo imito aun procesando sus palabras y luego de unos segundos termino por responder.

— Gracias — el posa sus ojos en mi asiente

— No hay de que solo hacia una acotación muy obvia — me guiña un ojo y yo debo dar un trago a mi copa para evitar mirarlo.

Luego de ese comentario Eric y yo continuamos hablando sobre lo interesante que le había resultado el proyecto Luz para el mundo y que compartía la visión del magnate en que si se tenían los medios para ayudar se debería hacer. Pero en este momento compartimos la pasión por la cocina.

— ¿Cuál es tu postre favorito? — pregunta con una sonrisa divertida y en cuanto menciona la palabra postre mi mente viaja al almuerzo con Kai y el volcán de chocolate.

— El volcán de chocolate — respondo de inmediato y rio porque no es cierto

— Hmmm interesante elección — comenta divertido

— Aunque en realidad muero por la torta tres leches — su ceño se frunce y rio — es un postre de mi país natal — le explico haciendo que su sonrisa se ensanche

— ¿Y de dónde eres? Creí que eras europea — rio divertida

— Pues lo soy a medias, mi madre era venezolana y pues mi padre es Ingles — Los ojos de Eric se abren como platos y ríe divertido.

— Una venezolana y un inglés vaya combinación — rio porque tiene razón es una combinación poco habitual.

— Pues sí, en fin la torta tres leches es un postre húmedo y frio que lleva tres tipos de leches — le explico — leche condensada, evaporada y leche — el asiente y ríe divertido

— Por supuesto torta tres leches, es bastante obvio ¿no? — ambos reímos a carcajadas porque ahora que lo pienso ha sido de lo más tonta mi explicación.

Doy un sorbo a mi vino mientras Eric continua riendo sin apartar sus ojos de mí, su mirada aunque es divertida, me pone nerviosa de alguna manera y no sé muy bien porque.

— Buenas noches — nos interrumpen haciendo que me ahogue con el vino.

Comienzo a toser porque es la voz del magnate y no suena para nada contento, genial mi tranquilidad y mis 5 minutos de paz acaban de esfumarse. Eric de inmediato como movido por un resorte esta prácticamente junto a mi dándome suaves palmaditas en la espalda ayudándome a pasar la sorpresa que me ha dado el magnate.

Joder me olvide por completo que estaba por aquí en algún lado, la conversación con Eric me absorbió tanto que lo olvide por un buen rato.

— ¿Estás bien? — el francés pregunta con expresión preocupada.

Le sonrío y asiento, para luego posar mis ojos en Kai, que tiene expresión de pocos amigos y su mirada esta fija en Eric, que aun continua haciendo suaves movimientos en mi espalda con su mano.

— Si, si, lo siento, me ha sorprendido — lo tranquilizo, para luego responderle al magnate — Eric, él es Kai Metzler — lo presento de inmediato con Eric que finalmente después de asegurarse que estoy realmente bien se gira y lo ve con esa encantadora sonrisa.

— Kai Metzler, finalmente tengo el gusto de conocerte, he escuchado muchas cosas de ti, Eric Bonner — se presenta con amabilidad, Kai por el contrario luce sumamente tenso.

— Mucho gusto — responde el magnate cortante

— Elizabeth me contaba que trabajar para ti ha sido una oportunidad bastante única, su discurso de apertura ha sido estupendo — vuelve alagarme y yo sonrió orgullosa, no puedo evitarlo que todo el mundo haya quedado encantando con el discurso me encanta.

— Si ha sido un discurso bastante increíble y sorprendente — responde Kai fulminándome con la mirada, luego observa a Eric y su ceño se frunce a aun más — Elizabeth tienes un minuto, necesito conversar contigo — la forma en que está hablándome no me gusta nada, ¿Qué le pasa ahora?

Lo miro unos instantes y tratando de disimular la molestia que ya ha comenzado a despertar en mí sonrió a Eric.

— No te preocupes, ha sido un honor y un gran placer conocerte Elizabeth — comenta el francés acercándose a mí y dejando un beso en cada mejilla que respondo encantada, este hombre es un encanto — espero verte por allí en lo que queda de la noche, me gustaría seguir con nuestra platica — me invita y yo estoy más que encantada, hacía tiempo que no hablaba así con alguien que apenas y conozco.

— Claro que sí, me encantaría — respondo amable haciendo que Eric me guiñe uno de sus ojos y yo sonría aún más.

— ¿Me acompañas? — nos interrumpe una vez más Kai con rudeza y lo veo mal antes de ponerme en pie

— Claro vamos... — le respondo cortante, pero antes le regalo una sonrisa más a Eric que no ha dejado de sonreír ¿divertido, ante la situación?

Es que mato al magnate, más o menos que le pasa ahora como para venir hablarme de esa manera delante de un extraño que es de lo más encantador y amable.

— Nos vemos — se despide Eric elevando su vaso de whisky en dirección a Kai que lo ignora olímpicamente y me siento realmente avergonzada por su jodida actitud.

Después de dar un par de pasos lejos del banco, me toma por el brazo sin ser rudo o brusco y me guía entre las personas, muchos le sonríen e intentan entablar conversación con el pero los ignora y me sorprende que lo haga porque hasta ahora estaba siendo sumamente amable con todo el mundo, cosa que no voy a negar me sorprendió. Cuando estamos fuera del salón me libero de su agarre y me cruzo de brazos frente a él.

— ¿Y bien que querías?

— ¿Qué demonios fue eso? — suelta entre dientes déjenme ver lo cabreado que esta, pero yo la verdad es que no entiendo ni la o por la redonda.

No respondo nada, dándole tiempo que aclare de que mierda habla porque la verdad no quiero ser yo quien inicie una discusión que ambos sabemos muy bien cómo va a terminar.

Kai respira profundo, como intentando conseguir algo de tranquilidad cierra sus ojos y pellizca el puente de su nariz. Vaya que esta cabreado pero ¿por qué exactamente?

— El discurso Elizabeth — suelta repentinamente y mi cuerpo se tensa.

¿En serio pretende hacer esto en este momento?

— Pues me pareció más acorde y más real ese que el que aprobaste — el magnate me ve un instante antes de elevar una de sus cejas gesto que me pone porque se ve jodidamente sexy con esa expresión.

¡Céntrate Lizzy, céntrate! Me reprocho mentalmente.

— Claro, entonces pasas por encima de mi autoridad y ya — no puedo evitar bufar, en serio este hombre le encanta joder, si todo ha ido bien ¿para qué molestarse?

— ¡Por favor!, ¿si les ha encantado cual es el problema? — suelto exasperada, Kai hace que pierda la paciencia demasiado rápido.

— Elizabeth las cosas se hacen como yo digo — me espeta elevando un poco más el tono lo que me hace detenerme y mirarlo mal — ¿además quien coño es ese tal Eric? — agrega y de pronto una idea loca cruza por mi cabeza, ¿esta celoso?

No puedo evitar sonreír ante esa idea porque aunque todo esto que ha pasado es una completa locura, pensar que Kai Metzler esta celándome es algo que me emociona.

— Es un empresario Francés que está sumamente interesado en tu empresa — le respondo animadamente, cambiando mi tono, el por el contrario se tensa considerablemente y su semblante luce aturdido.

— ¿Qué?

— Ya te lo he dicho es un empresario — le respondo sin comprender su cambio de actitud

— Si te escuche a la primera — me corta de tajo y me sorprende sobre manera la expresión preocupada que lleva.

Con rapidez y dándome la espalda saca su teléfono, no sé qué pasa pero siento que es algo sumamente importante.

— ¿Sucede algo? — indago comenzando a preocuparme de verdad por su actitud.

— Volker, Eric Bonner averigua todo lo que puedas sobre el ahora — demanda con cierto deje de ira en su voz y me sorprende que esté haciendo esto, frunzo el ceño sin entender una mierda y él se gira para verme— ¿Qué le dijiste de la empresa? — Su expresión seria me intimida — ¿o del proyecto?

— La verdad es que no mucho, ¿Por qué? — respondo dudando de lo que le pude haber comentado, porque en serio no recuerdo que hayamos hablado mucho del tema.

El magnate comienza a masajear sus cienes y en serio me preocupa todo esto, que tiene Eric Bonner que lo ha puesto tan alterado y más aún cuando he mencionado que es francés. Después de algunos segundos su intensa mirada vuelve a entrelazarse con la mía, pero esta vez no genera esta atracción incontrolable, esta vez veo otra cosa en sus ojos, algo que no sé muy bien cómo definir.

— No te quiero cerca del sujeto — ¿Qué, en serio acaba de decirme eso?

— ¿Disculpa?

— Me entendiste no tienes problemas auditivos ni de comprensión, no te quiero cerca de el... — repite en tono amenazante haciendo que toda la posible preocupación que estaba sintiendo se evapore y sea reemplazada por la ira.

¿Qué coño se cree este idiota? Que puede venir y decirme que hacer cuando le dé la gana, que acaso no le quedó claro que no soy ninguno de sus putos títeres o que puede hacer lo que se le da la gana conmigo cada vez que quiera.

— Mira Kai tú no eres absolutamente nadie para decirme cerca de quien o quien no puedo estar — no me deja terminar camina hasta me toma del brazo y me obliga a andar junto a el — ¿Qué haces? — trato de liberarme pero su agarre se hace un más fuerte, no me esta lastimando pero no me gusta como esta tratándome.

— Nos vamos — ah no, esto sí que no. me detengo en seco cosa que lo hace detener también.

— ¡Suéltame! ¿Qué demonios te pasa? — me libero con un tirón, quiero es hacerlo picadillos.

Kai respira profundo un par de veces intentando calmarse, pero no lo consigue y honestamente estoy intimidada hasta la mierda por su actitud, el magnate mide casi dos metros de puro musculo y justo ahora pues como que no sé muy bien que esperar de él. Pero tampoco voy a dejar que note que me ha intimidado o que puede venir hacer lo que quiera, lo dicho, no voy a dejarme.

— No pienso irme y tú tampoco deberías hacerlo — le reprocho porque tenemos toda una jodida semana trabajando en este evento y el quizás más tiempo como para que decida irse ahora sin haber tomado alguna decisión.

— Nos vamos — enfatiza sus palabras — no me obligues a llevarte por las malas Elizabeth — eso ultimo me hace abrir los ojos como platos, porque venga está llevando esto a otro nivel.

— No te atreverías — le digo sin poder creérmelo.

Pero la sonrisa que se dibuja en sus labios es una clara advertencia que no está jugando que de ser posible me llevara por las malas, pero aun así no doy un paso. En cambio el da uno en mi dirección y es todo lo que necesito para saber que este jueguito puede terminar justo como él quiere así que, ¿Qué caso tiene resistirme?

— Está bien, mierda — suelto rendida echando andar hacia los elevadores que nos conducen a la suite, pero una vez más me detiene sujetándome del brazo y guiándome al exterior.

— No, vamos

Cuando estamos fuera le hace señas a uno de los valet parking y mi cuerpo se tensa de inmediato, creí que solo saldría a tomar aire, pero esto es una completa locura, ¿A dónde piensa ir? O mejor dicho ¿A dónde piensa llevarnos?

— Ah no, tú te volviste loco si crees que voy a irme a contigo — suelto nerviosa, ya no es por su actitud o por lo cabreado que esta, irme con el es exponerme a que vuelva a pasar algo entre ambos, al menos aquí estoy segura en medio de la multitud.

Después de escucharme sonríe con arrogancia y esa sonrisa es una tentación, ¡Joder Kai Metzler, no se vale anularme de esta forma!

— Loco estoy desde que entraste a mi puta vida y no estoy quejándome por ello, así que entra al puto auto — me espeta dejándome atontada con sus palabras y la forma en que sus ojos me miran.

Una vez más hay deseo en ellos y eso me aterra y me fascina a partes iguales, si me voy con el esto no terminara bien, pero no me da opciones, sus ojos me miran con intensidad y finalmente camino al auto y entro en él. Como todo el caballero que es, cierra la puerta, rodea del auto y sube en cuanto está en su lado me ve un instante.

— Cinturón — me pide o mejor dicho me ordena, luego mira al tablero del auto y continua — Volker

Entonces el tablero se ilumina con luces azueles como de neón, dejando ver una área de lo más moderna, futurista y súper sorprendente, estoy sorprendida ¿para qué negarlo?

— Conectándolo con Volker — habla una voz electrónica femenina y yo no puedo estar más impactada.

— ¿Qué pasa colega, donde estás? — Volker responde al segundo tono.

— Están a cargo me avisan cualquier cosa — sin decir nada más finaliza la llamada, me ve dedica una mirada que no se descifrar y arranca.


#


Kai conduce en silencio con la vista fija al frente, su ceño permanece fruncido y su cuerpo tenso, no sé qué rayos pasa ni porque decidió que yo debía venir con él, pero es evidente que todo tiene que ver con Eric, cosa que no comprendo porque ninguno de los dos se conocía y al menos por mi parte, no vi que ninguno de los se reconociera de algo. Respiro profundo una vez más, tratando de encontrar las palabras con la que iniciar una conversación con el magnate y que no termine con ambos gritándonos barbaridades.

— ¿Me dirás que ocurre? — murmuro después de algunos minutos.

— ¿Qué quieres saber? — pregunta sin mirarme sorprendiéndome

— ¿Qué pasa, porque le pediste a Volker que investigara a Eric? — en cuanto menciono el nombre del francés el magnate despega su vista del frente y me mira serio.

Su mirada es dura pero no dice nada solo vuelve a mirar al frente y después de unos segundos respira profundo.

— Mi padre estuvo molestándome hace unos días — comienza y sus hombres se tensan aún más — ¿recuerdas la tarde en que tú y yo... — hace una pausa y me ve de soslayo humedece sus labios y luego continua sin dejarme responder, pero sé muy bien de que tarde habla — quien me llamaba tan insistentemente era mi padre — concluye explicándome finalmente que paso esa tarde.

— ¿Estabas molesto por su culpa? — el asiente y luego cruza a la derecha en una salida del camino

— Si, mi padre insiste en que venda el proyecto Elizabeth — comenta mirándome una vez más — no ha parado de insistir con el tema desde que se enteró de que iba, cometí el error de involucrarlo al comienzo del proyecto creyendo que su ingenio serviría de algo pero me equivoque y solo ha sido un puto dolor de cabeza, tiene un grupo de inversionistas muy interesados en comprar el proyecto y privatizarlo — sus ojos una vez más me buscan y yo me mantengo en silencio porque esta parte de la historia no la conocía.

— ¿Y crees que Eric es uno de esos inversionistas? — le pregunto en tono burlón, por lo que el magnate me ve mal.

— ¿Y por qué no iba a pensarlo? Es francés y has dicho que es un empresario que está muy interesado en el Lux — rio divertida y niego con la cabeza.

— Es Chef y es empresario porque tiene su propia cadena de restaurantes en Francia — le aclaro — y está interesado en tu visión sobre ayudar a otros — concluyo con una nota casina en mi voz — dudo mucho que Eric sea el hombre que tu padre envió para molestarte — Kai me mira de reojo pero no me dice nada más.

Pasado algunos minutos comprendiendo su repentino cambio de humor, decido preguntar a donde vamos y para que me ha llevado consigo.

— ¿A dónde vamos? — el vuelve a cruzar en otra esquina y se detiene delante de lo que parece ser un castillo al estilo árabe.

— Vamos tenemos otras cosas de las que conversar — frunzo el ceño cuando desciende del auto y un valet parking se acerca para tomar las llaves del auto.

El camino hasta mi puerta y la abre para mí, me extiende su mano y dudando un instante la tomo, el me ayuda a salir del auto y acto seguido coloca una de sus manos en mi espalda baja. Haciendo que mi cuerpo se estremezca.

Genial aquí vamos otra vez con los toqueteos inocentones que no tienen nada de inocentes. Apuro un poco el paso para evitar el contacto y lo escucho reír con suavidad a mi lado, lleva la mano que tenía a mi espalda al interior del bolsillo de su pantalón y yo puedo respirar tranquila momentáneamente. Kai me guía por un amplio patio hasta el interior del edificio principal que termino reconociendo como un hotel. Mi ceño se frunce y lo veo de inmediato.

— ¿Qué es este lugar?

Al Qasr — responde con tranquilidad caminando entre los amplios pasillos — es otro de los hoteles del Jumeirah Group, estoy alojándome aquí desde... — hace una pausa y sonríe con picardía — desde que llegamos a ese acuerdo — en cuanto dice esas palabras trago grueso, no sé qué rayos hacemos aquí, pero algo es seguro debo evitar quedarme a solas con él.

— ¿Y que se supone que hacemos aquí? — pregunto una vez el cruza uno de las pasillos y comienza a subir unas elegantes escaleras.

— Varias cosas, primero hablaremos sobre el discurso — pongo mis ojos en blanco y bufo fastidiada que insista con ese tema — segundo de tu nuevo amigo Eric — se detiene y me ve serio — tercero porque no iba a dejarte allí sola — esa última afirmación hacen que un montón de mariposas dancen en mi estómago y me siento ridícula sintiéndolas.

— Pudimos habernos quedado en el hotel

— Necesito mi ordenador — comenta como si fuera algo obvio y yo suspiro resignada.

Después de andar unos pocos minutos se detiene delante de una puerta, me mira un instante y la abre en cuanto lo hace me da paso para que entre, a diferencia del Burj Al Arab este es mucho más sutil y minimalista, es menos ostentoso y más con un ambiente árabe y decoración árabe pero más occidental.

Entro mirando todo alrededor, es muy bonito y mucho más "tranquilo" visualmente hablando, no es tan abrumador como la decoración de la suite del Burj Al Arab.

Ponte cómoda — me indica el magnate pasando junto a mí al llegar a una amplia y bonita sala de estar.

Me paseo por el área curioseando un poco aquí y allá, para cuando me doy cuenta estoy completamente sola, suspiro porque justo lo que quería evitar acaba de pasar y esta vez no estoy muy segura de cómo actuar. Respiro profundo tratando de mantener a raya el nerviosismo, hasta que escucho unos pasos y me giro.

El magnate camina hacia mí, se ha quitado el saco del traje y solo lleva el chaleco y la camisa, que viene arremangando hasta sus antebrazos.

— ¿Quieres algo de beber? — pregunta serio y niego.

No voy a beber, el alcohol con este hombre en la misma habitación no es muy buena idea que digamos.

— Gracias ¿Y bien? — pregunto tratando de hacer esto lo más pronto posible para poder regresar.

— ¿Por qué decidiste cambiar el discurso a última hora? — me pregunta girándose y fijando sus ojos en mí.

— Ya te dije que me pareció mucho mejor mostrar tus verdaderas intenciones con el proyecto y la única forma era mostrando la verdadera cara del porque decidiste hacer esto — le explico sin mirarlo él sonríe de lado y asiente.

— No me molesta que hayas cambiado el discurso Elizabeth, me molesta que lo hayas hecho sin participármelo, soy tu jefe y se supone que somos un equipo, aunque asumo que Volker estaba al tanto de esto ¿verdad? — asiento y el suspira — por favor la próxima vez hazme saber que harás un cambio, no simplemente lo hagas y luego me dejes como un idiota — sonrió de lado con esa expresión y el niega con la cabeza

— Si eso es todo ¿podrías llevarme de regreso? — me apresuro a preguntar cosa que lo hace ladear su rostro y mirarme divertido

— ¿Estas nerviosa por alguna razón Elizabeth? — su tono divertido solo me hace querer golpearlo.

— No solo quiero regresar y descansar — le respondo sin apartar los ojos de él.

— No, no es todo, tu nuevo amigo Eric — pongo los ojos en blanco y el camino hasta el sofá se deja caer y respira profundo — ¿Qué te dijo sobre la empresa?

— Sobre Lux no me dijo absolutamente nada, solo menciono que apoyaba tu idea y que todos lo que pudieran hacer algo por otros deberían hacerlo — él sonríe con ironía y suspira

— Claro... ¿te dijo algo más?

— No, Kai solo conversábamos sobre cosas banales... — el me dedica una mirada seria y luego se inclina hacia el frente entrelazando sus manos y apoyando sus codos en sus rodillas.

Mierda porque tiene que ser tan endemoniadamente guapo.

— Cosas banales... — repite en un murmullo — para haberlo conocido esta noche se veían muy cercanos — comenta y lo veo seria

— ¿Qué quieres decir? — Pregunto intuyendo lo que está pensando — no lo conocía de antes, si me hizo sentir en confianza muy deprisa pero no lo conocía.

Kai se pone en pie y camina hasta mí, de inmediato mi corazón late desbocado y mi cuerpo se estremece de la anticipación, es imposible que me ponga asi solo con cercanía. Una vez está a escasos centímetros de mi me observa con intensidad.

— Te reías con el como nunca te he visto hacerlo — murmura, apartando un mechon de cabello que cae sobre mi rostro, ese ligero rose me hace cerrar los ojos e inhalar profundo, disfrutando de la insipiente caricia.

Su perfume llenándome por completo, cuando abro los ojos permanece en el mismo lugar solo que tiene dibujado en sus labios una hermosa y encantadora sonrisa.

— Me gustaría verte reír de esa forma conmigo — murmura sorprendiendo y sonrió.

— Quizás si fueras menos arrogante e idiota lo haría — el comienza a reír suavemente y niega con la cabeza.

— No vamos a llevarnos bien nunca ¿no? — suspiro y lo veo con curiosidad, está siendo amable y de alguna forma lindo.

— No lo sé, tu no soportas mi honestidad y mi curiosidad y yo bueno... — hago una pausa buscando que es lo que no soporto realmente de él y suspiro — no soporto el que ocultes cosas — el respira profundo da un paso atrás. Su expresión volviéndose dura.

— Que empeño con que escondo cosas — musita apartándose de mí y yo suspiro.

— ¿Y no es así? — lo reto y él se gira exasperado

— No... — hace una pausa y desvía sus ojos lo que me hace saber que está mintiéndome, entonces rio divertida

— Todos los empresarios como tu esconden algo Kai... — murmuro con pesar y suspiro — lo sé por experiencia propia — termino y él se gira para verme unos segundos.

En ese momento suena su teléfono aligerando un poco la tensión, él lo toma y toca la pantalla.

— Estas en altavoz — le informa a su interlocutor — ¿Qué averiguaste?

— Eric Bonner — inicia Volker con voz seria — uno de los mejores chef de Paris, es dueño de una cadena de restaurantes allí y en Mónaco, además es socio un par más de empresas de alimentación tiene algunos años en el área de la tecnología — Kai me ve un instante y Volker continua — vive en Paris aunque constantemente está haciendo viajes, por ahora es todo lo que tengo, cuando consiga algo te enviare un informe — Volker hace un pausa y luego continua — ¿Elizabeth está contigo?

— Si, está aquí, ¿Cómo van las cosas?

— Bien, Azhar encontró un par de proyectos bastante buenos y pues por ahora solo hemos reclutado tres y ella

— de acuerdo cualquier novedad avísame

— Esta bien, Elizabeth increíble trabajo con el discurso — me felicita Volker y sonrió abiertamente.

— Gracias Volker — El magnate finaliza la llamada y se fija en mí.

— Ven vamos a cenar — me invita pasando junto a mí.

— ¿Qué?

— Nos perdimos la cena, lo más obvio es que te compense por ello, además diste con Eric antes que cualquiera de nosotros y no conforme con eso hiciste un buen trabajo con el discurso... — aclara mis logros de esta noche y sonrió gustosa

— De acuerdo, pero luego me llevas de regreso — murmuro y él sonríe con picardía cosa que me hace desear lanzarme sobre él y besarlo.

— Nos preocuparemos por llevarte luego — comenta caminando hacia la siguiente habitación que resulta ser un muy bonito comedor.

Lo que me sorprende no es lo bonito del lugar es la cantidad de comida que hay sobre la mesa, ¿en qué momento se sirvió todo esto?

— Ven... — abre una silla para que me siente y camino hasta el, me siento y el empuja la silla con cuidado y se sienta a mi lado.

— Buen provecho — comenta tomando la botella de vino que está en una hielera y sirviéndonos a ambos.

— ¿Kai en que momento...

— En cuanto llegue pedí que nos trajeran la comida, tengo hambre — comenta con una media sonrisa y suspiro.

— Buen provecho — el asiente y durante la cena no conversamos mucho.

Kai luce preocupado y pensativo, yo por otro lado no puedo dejar de dedicarle miradas furtivas, con esa expresión seria y preocupada se ve jodidamente sexy, respiro profundo y doy otro sorbo al vino, él se sirve otra copa y se bebe la mitad de un trago, vuelve a dejar la copa sobre la mesa y toma la servilleta, seca sus labios y me observa.

— Elizabeth sé muy bien que dije que no volvería a tocarte — en cuanto pronuncia esas palabras mi cuerpo se tensa y todo mi mundo se detiene, solo con decir eso mi cuerpo está deseoso que lo toque — pero entenderás que no he logrado sacarte de mi cabeza y estoy volviéndome loco — murmura en tono ronco y mi cuerpo ya es una llamarada llena de deseo.

https://youtu.be/elBl-cgazuU

Por favor antes de continuar con esta parte de la historia les sugiero darle play al tema... es un buen ambientador y que conste no me hago responsable de altas temperaturas luego!

No sé qué decir, pero siento exactamente lo mismo que él, permanecemos en silencio observándonos, ninguno de los dos parece poder reaccionar, la tensión sexual que se crea entre ambos cada vez es mayor, sus ojos recorren mi rostro con anhelo y yo lo único que puedo hacer es morder mis labios, entonces como movidos por la misma fuerza, ambos nos ponemos en pie al mismo tiempo y nos vamos a los brazos del otro, estrellamos nuestras bocas y nos besamos con auténtica desesperación.

Una de sus manos sujeta mi cuello y guía el beso a su propio ritmo, brusco, intenso, salvaje, Kai me besa como si llevara siglos sin tocarme y lo hubiese estado necesitando como el aire para respirar. Su mano libre esta sobre mi espalda pegándome a su cuerpo, mis manos por el contrario no saben dónde detenerse, se pasean con necesidad en busca de sentir su piel desnuda.

Respiro frustrada contra su boca cuando no logro dar con lo que busco y el en un arrebato de lujuria nos gira a ambos y nos recuesta de la mesa, que se mueve un poco por el choque, sin importarle nada se inclina sobre esta sin abandonar mi boca y comienza a empujar las cosas que están sobre la superficie, platos, cubiertos y copas suenan al tropezar entre ellas, mientras él me toma por los glúteos y me sube a la madera de la mesa, allí abro mis piernas dándole paso para que se acomode entre ellas, sus manos se deslizan hasta mi espalda y tira con cuidado y lentitud uno de los tirantes del vestido cosa que me sorprende porque en comparación con su ansiedad, está desvistiéndome con demasiada lentitud.

Jadeo en su boca cuando siento el gran bulto en su entrepierna, cosa que lo hace aferrarse a la piel de mi espalda y apretarme contra él.

— ¡Joder! — farfullas cuando separa nuestros labios y uno de los tirantes del vestido cae de mi hombro, de inmediato se va a ese lugar y comienza a llenarlo de besos húmedos.

Yo le doy acceso total a mi piel, que toque y haga lo que se le dé la gana con ella, solo quiero sentirlo recorrerme. Kai se separa y me mira directamente, sus ojos llenos de lujuria y un deseo que me calcina, sus manos se van a los botones de su chaleco y comienza a deshacerlos con una lentitud que me atormenta, por lo que solo muerdo mis labios aguardando a que termine, sus ojos se desvían de mis ojos a mis labios.

Sonríe de lado regalándome ese gesto cargado de deseo que me hace morder con más fuerza mis labios, acto seguido sujeta mi mejilla con una de sus manos y arrastra su pulgar sobre mis labios y luego lo libera para después lanzarse sobre ellos, estrella nuestras bocas una vez más y me besa con desesperación, yo ataco los botones de su chaleco ansiosa por liberarlo de él.

Mis manos se mueven con rapidez y torpeza sobre la tela del chaleco pero en cuanto termino con el ultimo jodido botón ni me molesto en quitárselo voy a por los de su camisa y me desahogo de ellos con la misma rapidez con la que el besa mis labios, tiro de su camisa y descubro sus trabajados hombros, abro los ojos para ver el espectáculo que estoy por descubrir y el me imita pero abandona mis labios para poder quitarse la camisa y el chaleco al mismo tiempo.

Esta vez sus manos van al borde del vestido y tira de el hacia abajo liberando mis pechos, cosa que me hace gemir y el sonreír, muerde sus labios y permanece allí de pie entre mis piernas a con su torso completamente desnudo admirando mi torso.

— Mierda Elizabeth, me vuelves loco — murmura sin dejar de recorrer mi cuerpo con sus ojos.

Lleva sus manos a mis pechos y los acuna, sonríe de lado cuando se da cuenta que entran a la perfección en ellas y comienza a magrearlas, pellizca mis pezones y yo jadeo cerrando mis ojos y echando la cabeza atrás gesto que le da acceso a ellos, ya luego lo único que siento es la humedad de su lengua y como esta se desliza con lentitud sobre mis endurecidos pezones.

Jadeo con el rose mientras el continua lamiendo y chupándolos, mis manos se pierden en su cabello y tiro de el para elevar su rostro y hacerme con su boca, pero ríe suavemente expulsando una bocanada de aire tibio sobre mi piel que me hace jadear una vez, sus manos se unen a las mías en su cabello y las apartar, para llevarlas atrás de mi espalda. Allí las sujeta con una de las suyas y con la otra se apodera nuevamente de uno de mis pechos.

Este hombre va a enloquecerme solo con este delicioso y delirante juego, su lengua se desplaza sobre mis pezones con una maestría que me desarma por completo, cuando sus dientes se cierran sobre él y tira suavemente, no lo soporto más y gimo con ganas.

— Eso nena déjate llevar — murmura con mi pezón dentro de su boca haciendo que mis piernas tiemblen alrededor de su cintura.

Libera mis manos y desliza la mano que tenía sujetándolas hasta mi cuello y me empuja con delicadez hacia atrás, los objetos sobre la mesa me impiden recostar mi espalda pero el con una simpleza que me eriza la piel mueve todo a un lado, sin importarle que algunas cosas caigan al suelo y se rompan, mi espalda se apoya contra la madera fría mientras sus manos se deslizan por el medio de mi abdomen y de regreso a mi cuello.

— Me fascina tu cuerpo Elizabeth, como tu piel se eriza con mis caricias — murmura sobre mi cadera donde deja un reguero de besos antes de morderme.

— ¡Oh por Dios Kai! — jadeo sin poder resistirlo.

Entonces sus manos se deslizan sobre la poca tela que cubre mis piernas y comienza a subirla sin dejar de rozar mi piel, mi espalda se arquea solo con el deseo que me inspira su sensualidad y la forma tan calmada con la que está llevando las cosas, como si quisiera retrasarlo todo y disfrutarlo al máximo. Deja la tela sobre mis muslos y luego desliza sus dedos de regreso hasta mis tobillos que están sujetándolo detrás de su espalda y los sostienen para luego separarlos, abro los ojos porque sé muy bien que va a hacer y la idea se me antoja jodidamente excitante.

Ver su rostro entre mis piernas es algo que sencillamente destapa mi cabeza y la manda a volar. Mi cuerpo se estremece de la anticipación y tiemblo, él sonríe humediciendo sus labios recorriendo mi cuerpo hasta posar su ardiente mirada en mis ojos, su expresión me deja entrever que estoy por vivir una experiencia de otro mundo una mirada caragada de deseo y promesas de placer inigualable. 


Nota del auto: Hola mis gamers fieles, bellos y perversos... ame en serio ame que el reto de las 30 lecturas no me diera ni tiempo de terminar un capitulo entero... me llenan de muchísima alegría saber que les esta gustando tantisimo esta historia, en serio gracias por su apoyo y estar aqui, presionándome hahahaha por cierto tengo que admitir que amo esta pareja en serio la amo... ahora vamos al capitulo.

Vayamos por parte que les pareció el amigo Eric? les advierto que una cosa es verlo vestirlo y otra muy distinta verlo sin camisa... Dios ese hombre esta como le da su regaladisima gana, en fin Eric causara problemas entre ustedes creo... Ahora pasemos a nuestro amado Kai, a ver cuantas lo aplauden???? cuantas aplauden a mi sinverguenzona de Lizzy? jajajajaja el proximo capitulo tiene por titulo "1, 2, 3... correte nena"

Les informo oficialmente el inicio del maratón, aun no me decido cuantos capítulos serán pero quizás lo definan ustedes con sus lecturas y comentarios... juguemos!

Los amo gracias infinitas, por leer y apoyarnos!

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