🎭Capítulo 27 - Drástica decisión🎭
Lizzy White.
Me encierro en el baño después de dar un portazo, mi cuerpo aun no asimila lo que acaba de pasar, sigo en una estado de estupor y abrumada entre el deseo y la ira. Dios eso fue demasiado intenso. Pasó mis manos por mi rostro respirando profundamente, ¿Cómo demonios me deje llevar de esa forma? Aunque debo ser sincera no me arrepiento de haberlo hecho porque en mi vida había estado tan excitada y lujuriosa, ni siquiera con el enmascarado me sentí así.
Camino hacia el espejo y miro mi reflejo en él, me sorprendo al ver las marcas en mis pechos, mi cuello y otras más en mis caderas.
— Mierda... — murmuro colocándome de lado para mirar mis glúteos que están rojos.
Regreso sobre mis pechos que son los que están más afectados, mis pezones están de un rojo intenso y justo sobre mi pecho derecho hay un chupón en el otro hay una pequeña marca cerca de mi pezón asumo que ha sido una de las muchas veces que el magnate me mordió. En mi cuello hay otro chupetón que se ve aún más que el del pecho y ese me preocupa muchísimo.
— Mierda... ¿y ahora como demonios explico estas jodidas marcas? — me reprendo en español mientras paso mis dedos sobre estas, la sensación de mis dedos sobre la piel es extraña pero no me molesta del todo.
Suspiro una vez más y niego con la cabeza, esto complica todo y de qué manera, camino hasta el jacuzzi y abro el grifo para darme una ducha, necesito relajarme y no solo porque este cansada físicamente mi agotamiento mental es brutal.
Me paseo por el baño tomando sales para agregarlas al agua, hoy más que nunca necesito un poco de tranquilidad. Me sumerjo en el agua y reposo mi cabeza sobre el mármol cierro mis ojos y me pierdo en el recuerdo de las últimas tres horas de la noche, el momento en el pasillo la forma en que el magnate me toco, como su rose salvaje me pone de una forma tan primitiva y descontrolada que anula por completo mi raciocinio. Mientras dejo que el agua tibia haga su trabajo junto a las sales, comienzo a meditar en qué demonios voy hacer ahora.
No quiero que el magnate crea que puede venir follarme cuando quiera y hacer como si nada luego, no soy la zorra de turno y no pienso serlo, aunque con lo excitante y delirante que fue todo podría repetir esto a diarios, Dios ese hombre sabe muy bien lo que hace y eso lo hace aún más jodidamente sexy.
Muerdo mi labio y suspiro, joder estoy en una disyuntiva existencial, Kai me atrae de manera inexplicable y sé muy bien que es algo netamente físico, sexual, pero es intenso y agobiante al mismo tiempo, pero sé muy bien que esto podría convertirse en algo sumamente toxico, ninguno de los dos por más que lo intentemos podemos llevarnos bien. Haberme dejado llevar esta noche ha sido una equivocación.
Mientras disfruto del baño de sales, la realización cae sobre mí como un balde de agua helada, esta es la oportunidad de mi vida, esa que llega tan grande e increíble que solo aparece una vez y nada más. Acabo de joderla, no en realidad la jodi en el instante en que deje que me besara en esa estación de servicio, suspiro sabiendo muy bien que debo hacer y resignándome a que quizás todo esto no solo haya sido una terrible idea sino también algo que me costara bastante caro.
Porque experiencias como esta son las que te cambian la vida, y la mía era sumamente tranquila y "perfecta" hasta cierto punto... nada volverá a ser lo mismo en mi vida después de esto, ni mi trabajo, ni mi relación con James. Entonces recordar eso me hace sentir aún más miserable, ¿Cómo se me ocurre engañarlo una vez más? ¿Qué clase de mujer soy? James ha dedicado tres años de su vida a enamorarme, apoyarme y amarme de una manera tan bonita y exclusiva.
Y por segunda vez me he atrevido a manchar lo que tenemos estando con otro hombre, soy una perra sin sentimientos. Suspiro una vez más y niego con la cabeza, primero el club, el enmascarado y ahora Kai, no una sino repetidas veces. Muerdo mi labio porque deje que pasara porque deseaba hacerlo, en serio me moría de ganas por sentirlo dentro de mí, por sentir como sus manos recorrían mi piel, solo recordarlo me eriza y me hace estremecer, lo que Kai Metzler me hace sentir no tiene comparación ni explicación.
Después de casi una hora en el agua, salgo exhausta y no solo físicamente —que se debe a la buena follada que Kai me dio hace un rato— es agotamiento mental, he organizado mis ideas y mis prioridades y aunque esto como dijo Ajax puede darme las mejores oportunidades no sé si me convenga del todo, no con un hombre como Kai en medio.
Seco mi cuerpo con cuidado y ya para este momento con el subidón de excitación de lado y mi cuerpo relajado comienzo a sentir el dolor en algunas partes de mi cuerpo, camino hacia el espejo y observo una vez más las marcas, mis nalgas recuperaron su color natural aunque aún se notan un poco la forma en que Kai me sostuvo de las caderas, los chupetones en mis pechos y mi cuello son otra historia, siguen allí intactos.
Me envuelvo en la toalla y abro la puerta del baño, cuando lo hago y observo la habitación mi cuerpo se contrae, mi vestido en el suelo me recuerda lo que ocurrió dentro de esas paredes y respiro profundo para no dejarme llevar por el recuerdo y las sensaciones tan abrumantes que ya comienzan a aparecer, ¿Cómo lo hace? ¿Cómo logra ponerme de esta jodida manera en cuestión de segundos con solo pensarlo?
Camino por la habitación hasta mi vestido y lo recojo, me pongo en pie y lo dejo sobre uno de los sofás que decora la estancia, me acerco a la ventana y cierro las cortinas sin siquiera mirar el paisaje nocturno cosa que hago cada noche antes de acostarme, porque es una vista hermosa, pero esta noche solo quiero dormirme y cuando despierte mañana no haber tomado las decisiones que me han puesto en esta situación. Me meto en la cama completamente desnuda, ni siquiera tengo ánimos de vestirme y rápidamente caigo en un profundo sueño.
Me remuevo entre las cálidas sabanas que cubren mi cuerpo y en seguida el dolor pincha mi cuerpo, joder, abro los ojos y miro el techo de la cama, respiro profundo sabiendo que cuando vuelva a moverme todo mi cuerpo dolerá, solo para confirmarlo muevo mis piernas y efectivamente el dolor muscular las recorre. Me apoyo sobre mis codos para mirar a mi alrededor, aun no amanece pero ya lo luz se filtra por debajo de las cortinas, tomo una bocanada de aire y me giro para ponerme en pie, desde los brazos hasta mis piernas todo duele como si hubiese hecho un entrenamiento intensivo.
Una vez fuera de la cama, camino hasta el armario y comienzo a buscar que voy a ponerme, hoy me espera un día complicado y antes de hacer lo que he decidido hacer quiero disfrutar un poco de la calma antes de la tormenta. Tomo mi traje de baño blanco ese que Winter empaco y dijo que sería perfecto para conquistar a más de uno y me coloco, además saco el vestido de encaje blanco para playa y lo dejo sobre mi cama, mientras comienzo a ponerme el traje de baño.
Si hare esto y me olvidare de todo lo que paso aquí pues al menos disfrutare un día más de esto, un día más para volver a mi vida normal. Me pongo el vestido y unas romanas en color crema, recojo mi cabello en una clineja floja, tomo mi bolso con la tarjeta de la habitación, mis gafas de sol, el bronceador y mi teléfono. Camino hasta la puerta y respiro profundo, antes de abrir, tome una decisión y debo llevarla a cabo.
Abro con cuidado y salgo, me detengo ante la puerta de la que sería mi habitación y por equivocación y caballerosidad le ha tocado al magnate ocuparla. Paso sin hacer ruido y desciendo las escaleras cual ladrona en una enorme mansión que se lleva algo de sumo valor. Salgo de la suite y desciendo en el ascensor, observo la hora en mi teléfono y es sumamente temprano, 7:10 am. Meto el teléfono dentro del bolso y salgo del ascensor cuando este abre las puertas.
Camino hacia el área de la piscina y contemplo mi alrededor, podría quedarme aquí pero seria un lugar demasiado accesible y la verdad no quiero toparme con nadie que me conozca, así que giro sobre mis talones y me dirijo al vestíbulo donde en el stand de la entrada me informo sobre alguna playa cercana a la que pueda ir y pasar la mañana relajada, me dicen que puedo usar la playa privada del hotel pero me niego también podrían encontrarme allí.
Así que me recomiendan otro lugar con la idea en mi cabeza salgo y le pido a uno de los muchos "taxis" del hotel que me acerque a la playa, cuando desciendo estoy con la boca abierta y enamorada del lugar, es hermoso y justo lo que necesito. Camino hacia la playa y busco un lugar, no me preocupo mucho por nada solo por relajarme, así que de inmediato saco mi bronceador me quito el vestido y me hecho una generosa cantidad sobre mi piel, una vez terminada la labor, me coloco las gafas y me tiendo sobre una de las tumbonas.
Me bronceo durante una hora y luego pido que me traigan un desayuno ligero, el cual tomo antes de decidir entrar al agua, mientras camino hacia la orilla un grupo de chicos me silva y dice cosas, los ignoro completamente y entro al agua, nado un poco y me dejo llevar por la sensación de tranquilidad, aunque debo hacer un esfuerzo por ignorar el dolor en mi cuerpo que me recuerda constantemente la noche anterior.
Disfruto la mañana en la playa hasta que decido volver al hotel, de camino saco una vez más mi teléfono y lo reviso, tengo 12 llamadas perdidas y varios sms. Las llamadas son una combinación de Kai, Volker y Ajax, los sms por el contrario son de James, Winter y Rick. El del último me extraña ya que mi padre no es de los que suele escribir, así que es el primero que abro.
Rick: Hola hija buenos días, he intentado llamarte a casa pero Winter me ha dicho que estas de viaje de trabajo, espero estés bien, cuando regreses me gustaría que nos bebiéramos un chocolate, necesito conversar contigo.
Mi ceño se frunce y respiro profundo, ver a Rick es lo último que deseo hacer al volver, ignoro el resto de los sms y las llamadas, a los empresarios voy a verlos de inmediato, así que ya voy a enterarme que querían aunque es obvio que Kai está buscándome por lo que paso anoche y los otros dos seguramente porque él se los ha pedido. Cuando llegamos al hotel, lo primero que hago es caminar al stand y asegurarme que Kai sigue aquí, al confirmarme que no ha salido me dispongo a subir a la suite.
Cuando las puertas del ascensor se abren respiro profundo y camino hasta las escaleras las subo y me encamino directamente al estudio, doy un par de golpes en la puerta y espero, después de unos segundos la puerta se abre, allí de pie esta Volker con expresión preocupada.
— Por amor de dios Elizabeth ¿dónde demonios estabas? — pregunta preocupado y suspiro.
— Salí a dar una vuelta, ¿Ajax y Kai están aquí contigo? — pregunto sin preámbulos y el asiente haciéndose a un lado.
Como cada vez que veo a Kai ahora, mi cuerpo se paraliza y no reacciona al verlo. Lleva un jean y una camisa de botones arremangada hasta sus antebrazos y las gafas del otro día, joder porque demonios se tiene que ver tan jodidamente sexy con lo que sea que lleve.
— Buenas tardes — me saluda con frialdad en cuanto me ve.
Su expresión fría y cabreada es todo lo que necesito para saber que esta conversación será una pesadilla.
— Buenas tardes, ¿puedo hablar con ustedes? — pregunto sin darle tiempo a ninguno de los tres de hacerme preguntas.
— Habla — responde cortante el magnate y ya quiero irme sobre él y golpearlo.
Tomo una profunda bocana de aire y cierro mis ojos armándome de valor para lo que sé que ocurrirá después de informales lo que he decidido cuando los abro, Ajax me mira con curiosidad y Volker está completamente serio mirándome, el magnate por su parte está completamente inexpresivo.
— Renuncio — les informo, el silencio que le sigue a esa palabra es abrumador.
Volker frunce el ceño y de inmediato posa sus ojos en Kai, que presiona su mandíbula tan fuerte que creo va a rompérsele.
— ¿Qué? — Ajax es el primero en hablar, su expresión sorprendida rápidamente se ve invadida por la confusión.
— Ajax, Volker déjennos solos — pide de inmediato Kai, antes que pueda responder o alguno de sus colegas pueda preguntar algo más.
Volker y Ajax se miran unos instantes antes de asentir y salir sin decir nada más, Kai permanece en su lugar mirándome serio, mis manos están entrelazas frente a mí, ni siquiera me he molestado en cambiarme y ahora pienso que ha sido una terrible idea presentarme así delante de él, porque justo ahora sus ojos me devoran con lujuria y deseo. Cosa que me hace estremecer porque aunque luce cabreado hasta la mierda no puede ocultar que me desea y eso me perturba.
— ¿Estas segura? — su pregunta me toma completamente fuera de base y no logro comprenderla.
— ¿Disculpa?
— ¿Estas segura que vas a renunciar? — su voz es ronca y está cargada de deseo.
— Si...
— ¿Por qué? — pregunta ladeando su rostro y necesito algunos segundos para que mis neuronas vuelvan a funcionar.
— ¿Todavía lo preguntas? — suelto exasperada porque estar cerca de este hombre me afecta de muchas maneras y me frustra no poder controlarlo.
— Si, lo pregunto porque no entiendo porque vas a renunciar a una oportunidad como esta — suelta serio.
— Se supone que eres un puto genio, no creo que se te haga tan complicado llegar a la conclusión del porqué de mi decisión — el respira profundo y murmura mi nombre entre dientes como una clara advertencia
— Elizabeth
— Necesitas que te de una maldita explicación de porqué voy a renunciar — el da un paso en mi dirección y mi cuerpo se tensa, sus ojos están fijos en mí y están oscurecidos de deseo.
— Necesito que me digas ¿por qué me echaste anoche y porque demonios crees que voy aceptar tu renuncia? — su voz es un susurro ronco que me demuestra cuán excitado y cabreado esta.
Yo no puedo —ni quiero— moverme, sus pasos son pausados y calmados, aunque sé muy bien que su cabeza debe ser una puta revolución de ideas, este hombre es demasiado inteligente y sabe muy bien como jugar y hacer las cosas, es astuto y sabe muy bien el efecto que causa en mí. Está a escasos centímetros de mi ahora y puedo oler ese fascinando y delicioso aroma a hombre, sus ojos me calcinan y me carcomen las ganas de lanzarme sobre él y besarlo.
Pero me controlo, tome una decisión y no pienso echarme atrás por muy jodidamente tentador que sea este hombre.
— No puedes obligarme a trabajar para ti — responde con seguridad, evitando por completo su primera pregunta.
— Firmaste un contrato el cual tienes la obligación legal de cumplir pero eso no es lo que realmente me interesa — dice acercándose aún más a mi haciendo que mi corazón se salte un latido y luego ande tan deprisa que me duela el pecho — ¿Por qué me echaste anoche Elizabeth? — sus ojos están fijos en los míos, no puedo apartar la mirada no solo porque no quiero que crea que puede doblegarme sino porque sencillamente no puedo.
Sus ojos son demasiado hermosos y expresivos, intensos y me fascinan ¿para qué negarlo? ¿Para qué negar que me encanta la forma en que me está mirando? como si lo único que existiera en este preciso instante soy única y exclusivamente yo.
— Me dijiste que lo único que querías para largarte era tenerme — respondo con pausa y en voz baja
— No dije que me largaría después de hacerlo — murmura acercándose aún más a mis labios.
Nuestros alientos se entremezclan y ya no estoy tan segura que era lo que había venido hacer aquí, ¿Qué tenía que conversar con el magnate? Sus manos acunan mis mejillas y con su pulgar rosa mi labio inferior haciendo que cada centímetro de mi piel sienta envidia de ellos.
— Era lo que quería — murmuro sin apartar la mirada prácticamente rendida a él.
— ¿Lo era? — murmura una vez más, sus labios rosando los míos conforme pronuncia las palabras.
Entonces recuerdo todo lo que paso antes de esa maravillosa, intensa y perfecta follada y las razones por las que estoy aquí, aparto ligeramente mi rostro del suyo y respiro profundo.
— Sí y es lo que quiero ahora — El me observa con intensidad y su mandíbula se tensa una vez más, sus manos abandonan mis mejillas pero no se apartan.
— ¿Renunciar? — Susurra y yo asiento como respuesta — no puedes, no solo por el contrato no quiero que lo hagas — mi ceño se frunce y lo veo entre sorprendida y confusa
— No quiero seguir con esto — el cierra sus ojos y respira profundamente como si lo que estuviera por hacer o decir le costara una gran fuerza de voluntad.
— ¿Es solo porque follamos o hay algo más? — pregunta aun con los ojos cerrados.
— Esto no es profesional y será un problema si se repite, yo tengo novio y estoy comprometida — suelto haciendo que sus ojos se abran de golpe y me vea sorprendido.
— ¿Qué? — su ceño esta fruncido y sus manos acaban de cerrarse en puños.
— Si Kai, estoy comprometida — el me ve serio, no sé qué está pensando pero no entiendo porque está reaccionando de esta forma, ¿qué le importa a el que este comprometida?
En sus deliciosos y apetecibles labios se dibuja una sonrisa arrogante y burlona, se separa un poco más de mí y me ve de arriba abajo con descaro.
— ¿Estas comprometida? — pregunta una vez más en tono burlón y pongo mis ojos en blanco
— Es lo que acabo de decir...
— Dudo mucho que eso sea importante o que sientas algo muy intenso por el taxista — comenta y mis ojos se abren como platos.
— No es taxista y si, lo quiero mucho — le respondo con seguridad porque es la verdad a James lo quiero y mucho.
El comienza a reír y niega con la cabeza, mientras rasca su barba, cosa que le da ese aire endemoniadamente sexy.
— Querer no es lo mismo que amar y para decidir pasar el resto de tu vida con alguien que solo quieres no me habla muy bien de su nivel de inteligencia — mis ojos se abren una vez más como platos y el ríe divertido — el taxista no significa nada para ti Elizabeth, dudo mucho que seas del tipo de mujer que se acuesta con cualquier hombre — comenta de repente completamente serio.
Permanecemos en silencio unos instantes hasta que el vuelve hablar esta vez lo hace con ese tono arrogante y totalmente profesional, todo negocios.
— No acepto su renuncia señorita White y si decidió dimitir por lo que paso entre nosotros, prometo no volver a ponerle una mano encima ni acercarme a usted otra vez... — hace una pausa y me ve unos segundos con intensidad antes de agregar en tono ronco — a menos que me lo pida — sonrió negando porque eso ya lo había escuchado antes y anoche pareció olvidar su promesa
— Eso ya lo había dicho antes y la verdad no lo ha cumplido, prefiero que esto termine ahora, no quiero problemas y esto — digo señalándonos a ambos — es un problema de proporciones épicas, no solo para mi sino para usted también.
Adopto su postura profesional y el respira profundo cuando lo trato de usted una vez más.
— Estas diciéndome que no debería confiar en ti — pregunta sorprendiéndome
— Nunca lo ha hecho, por ese motivo me encuentro aquí — sus ojos se achican y suspira negando con la cabeza
— no me obligue a cumplir con lo que dice el contrato señorita White, si quiere una demanda por incumplimiento de contrato, está bien lo haremos, pero está consciente que lleva toda las de perder... — la ira comienza a hervir en mi interior conforme habla.
— ERES UN IDIOTA — le grito haciendo que su mandíbula se tense tanto como su cuerpo, da un paso en mi dirección y me siento intimidada por lo imponente que luce en este instante.
— Maldita sea deja de gritarme — me espeta entre dientes.
— Y tu deja de aprovecharte de la situación
— ¿Aprovecharme, de que exactamente? No gano absolutamente nada con que te quedes aquí, de hecho si hubiese sido por mí no estarías aquí, no te quería en mi equipo ni tampoco cerca de mí — me espeta exasperado y esas palabras de alguna forma me duelen y mucho — ¿aprovecharme dices? Solo estoy cuidando tu jodido futuro — farfulla a escasos centímetros de mi rostro mirándome con intensidad y furia.
— Ay pero que bondadoso es señor Metzler me conmueve — suelto en tono dulce colocando una de mis manos sobre mi pecho fingiendo estar afectada por su inquietud — pero su preocupación puede metérsela por el culo — le digo desafiante.
Sus ojos se abren como platos y la furia que veo reflejados en ellos no solo me intimida, me hace sentir increíblemente pequeña, pero lo que ocurre luego me deja de una pieza y totalmente fuera de base. El magnate se separa de mí y da un fuerte golpe a la superficie del escritorio lo que me sobresalta.
— ¡MALDITA SEA! ¿POR QUE TIENES QUE SER TAN JODIDAMENTE IRRITANTE? — grita por primera vez desde que lo conozco y esa actitud rabiosa e iracunda lo hace lucir aún más guapo y sexy.
¡Joder Lizzy! ¿Pero qué coño te pasa ahora? Me reprendo mentalmente por lo que estoy pensando en vez de centrarme en lo que está pasando.
— NO ME GRITES — le grito en respuesta y el se gira para verme con expresión divertida aunque la ira sigue dibujada en cada una de sus facciones.
— No seas cinica mujer — comenta caminando hacia un pequeño mini bar saca un vaso y se sirve un trago de whisky el cual bebe de un solo trago.
Respira profundo y luego se gira para enfrentarme, su rostro nuevamente es una máscara indescifrable y fría.
— No voy a repetirlo Elizabeth, no acepto tu renuncia y si aun así quieres continuar con esto, atente a las consecuencias... — hace una pausa y sonríe burlón — ni tu taxista novio abogado podrá ayudarte con la demanda porque me asegurare que tu vida sea realmente miserable después de esto — sus palabras me sorprenden sobre manera y lo veo estupefacta — ahora por lo que más quieras en esta puta vida, sal de mi vista y cámbiate de ropa estas matándome — con esas palabras vuelve a girarse y comienza a respirar profundamente.
Yo no soy capaz de reaccionar de inmediato, solo permanezco allí mirando su trabajada espalda y como la camisa marca sus trabajados músculos. Respiro agitada porque estoy indignada, cabreada y llena de un puto deseo y lujuria que no logro comprender. Sin más me giro frustrada y bufo exasperada para luego salir del estudio hecha una furia.
Corro a mi habitación y una vez allí me encierro, tomo una almohada de la cama y la coloco sobre mi cara y luego grito, grito tan fuerte como mis cuerdas vocales me lo permiten, cuando finalmente estoy un poco más tranquila dejo caer la almohada y me dejo caer en la cama junto a ella, cierro mis ojos y dejo que las emociones me abrumen.
No sé cuánto tiempo pasa pero entre el casación emocional y mental que tengo me duermo, unos suaves golpes sobre la puerta de mi habitación me despiertan, taño mis ojos tratando de espantar el sueño, suspiro y me bajo para ver quién es, cuando abro la puerta Volker está de pie frente a mí, con una bonita franela blanca, y varios tonos de azul, además lleva un bermudas, verlo así de casual me sorprende.
— ¿Podemos hablar? — Suspiro y me hago a un lado para dejarlo pasar.
— Claro pasa — Volker sigue y sonríe de lado cuando entra — ¿mas tranquila? — pregunta mirándome con esa sonrisa amable que suele dedicarme.
— Si, ¿Qué pasa?
— Kai me ha contado lo que paso — responde con simpleza haciendo que me tense y mis mejillas se tiñan de rojo, él sonríe con picardía dándole un aspecto de lo más sexy — tranquila no estoy aquí para juzgarte, solo vengo asegurarme que tienes claro lo que vas hacer — luego suspira y ladea su rostro — me agradas Elizabeth y mucho, veo cosas en ti muy increíbles y de verdad no quiero que tu vida se arruine por una mala decisión que tomes precipitadamente por culpa del cabreo... — hace una pausa y luego suspira — o el deseo, si sigues con esa idea de renunciar Kai no dudara el cumplir con su palabras
— ¿Por qué le importa? — suelto exasperada y frustrada, no entiendo cuál es su empeño de no dejarme renunciar.
— Porque sabe muy bien que eres una mujer brillante con un futuro increíble y que esta oportunidad con el Lux te abrirá muchísimas puertas que te harán triunfar y tener un mejor futuro del que ya podrías estar forjándote — esas palabras me sorprenden — puedes creer que Kai es un imbécil y que no lo soportas, pero no es un mal sujeto y en serio le preocupa que pierdas esta oportunidad
— Creí que me tenía aquí para cuidar que no descubriera nada que comprometiera su imagen — Volker ríe a carcajadas y luego niega con su cabeza
— Puede que tengas razón pero el trabajo que has estado haciendo le ha demostrado que eres una excelente profesional y con cualidades especiales — suspiro y niego con la cabeza
— Si sabes lo que paso entiendes que esto será incomodo — murmuro y el suspira
— Kai está dispuesto a no volver a acercarse a ti, trabajar por medio de Ajax o yo y en los eventos que asistas con uno de nosotros dos... te dejara en paz y no volverá acercarse a ti — esas palabras aunque no me hacen para nada feliz me hacen dudar de mi decisión — piensa muy bien lo que vas hacer porque James y su bufete de abogados no podrán hacer nada para lo que se te ira encima... — mi ceño se frunce al escuchar el nombre de mi novio y el suspira — me pidió que lo investigara — abro mi boca sorprendida
— ¿Investigaste a James porque Kai te lo pidió? — Volker asiente y suspira
— Te diré algo Elizabeth, le afectas y no solo hablo de esa atracción sexual que se creó entre ambos — mis mejillas se encienden — hay algo en ti que lo atrae y no sabe que es — sonríe de lado y me ve de arriba abajo — no sé lo que sea tampoco pero Kai no suele hacer estas cosas, suele respetar las decisiones de los demás, pero si considera que son una mala idea para ese alguien intenta convencerlas no las obliga a hacerlo — hace una pausa y suspira como si no entendiera lo que pasa con su amigo — así que considera esto como un acto de buena fe.
Volker se acerca a mí y coloca una de sus manos sobre mi hombro, sonríe amable y me guiña un ojo
— Piénsalo bien, cuando hayas decidido realmente que vas hacer me dices ¿de acuerdo? — asiento y el suspira — para que estés tranquila Kai se cambiara de hotel lo que queda de estadía y si decides quedarte y seguir trabajando con nosotros tendrás que ir con él al evento luego de eso olvídate de hacerlo otra vez — sonríe una vez más — si te quedas tendremos que hacer algunos ajustes al contrato pero los trabajemos los dos — se separa de mí y echa andar hacia la puerta, la cual abre y me ve antes de salir.
Una vez estoy sola nuevamente, comienzo a desvestirme es tarde y tengo hambre, me doy una ducha rápida y me visto nuevamente para pedir servicio a la habitación, cuando lo hago desciendo a la sala de estar y permanezco a ella, sentada mirando mis manos, analizando todo lo que me ha dicho Volker. Medito mis opciones y después de lo que me ha dicho Kai la verdad es que no tengo muchas.
Meterme en un asunto legal no es una buena idea y mucho menos contra una empresa como Lux, además James querrá matarme en cuanto se entere que he renunciado y todo se ira a la mierda en cuanto sepa las razones de porque he decidido renunciar. Respiro profundo y aunque no me guste esto, tanto Volker como Kai tienen razón, joder.
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Reúno todo el material que tengo sobre la mesa y suspiro, me ha quedado genial, respiro profundo y aparto un mechón de cabello rebelde que no deja de molestarme y lo coloco detrás de mi oreja.
— ¿Terminaste? — pregunta Volker sin mirarme.
Está sentando frente a mí en un sillón con la portátil sobre sus piernas.
— Si todo listo, ¿Qué tal tú?
— Dame unos minutos y chequeamos — me comenta mientras teclea con rapidez en el ordenador.
Yo me recuesto del espaldar del sofá y respiro profundo una vez más, después de nuestra conversación cedi y decidí quedarme, era lo mejor que podía hacer y desde ese día no he vuelto a ver a Kai, cuando le pedí a Volker que le dijera que podía quedarse aquí me informo que ya se había marchado y que no lo vería hasta el evento, cosa que me tranquilizo bastante pero también me decepciono, sé que es contradictorio y que es una completa locura pero lo extraño, al menos poder verlo.
— Listo, a ver — comenta Volker poniéndose en pie y sentándose a mi lado.
Le tiendo las hojas y espero mientras el lee con atención, el evento es mañana y hemos estado trabajando en el discurso desde hace un par de días, el aprobado por Kai está listo, pero este que Volker revisa es uno completamente diferente, ese que me arriesgue en hacer y trabajar por mi cuenta.
— Tenias razón — murmura después de unos segundos en silencio — este es mucho mejor que el otro — comenta mirándome con una sonrisa amable.
— ¿Entonces puedo decir este? — Volker duda un instante y luego de unos segundos sonríe
— Decide tú, te cubriré con Kai — comenta haciéndome reír — has tu trabajo Elizabeth confió en tu buen juicio — dice poniéndose en pie — ahora si me disculpas debo hacer algunas llamadas y encargarme de algunos asuntos — sonríe y se aleja hacia la puerta, cuando sale una vez más estoy sola.
Recojo mis cosas para llevarlas a mi habitación y bajar al spa, necesito relajarme un poco, mañana es el gran día y estoy nerviosa hasta la mierda, no solo por el evento, sino porque tendré que ver al magnate y estar con él y no nos vemos desde hace cuatro días.
Cuando cierro la puerta del estudio y me giro para subir a mi habitación me quedo de piedra, Volker está a unos cuantos metros de distancia y Kai está junto a él, lleva un pantalón con corte italiano gris, un chaleco gris plomo y una camisa blanca de botones, los primero tres botones de la camisa están sueltos dejando ver parte de su pecho, las mangas las lleva arremangadas hasta sus antebrazos donde se ven en sus muñecas un reloj y una pulsera de cuero negra. Sus ojos se elevan y se encuentran con los míos, de inmediato el magnetismo se hace presente trago duro con la intensidad con que sus ojos están mirándome.
Pero todo esto se rompe en cuanto escucho una voz femenina y veo como del pasillo se acerca Colette, lleva el cabello suelto y un vestido color crema con unos tacones a juego, se ve sexy y segura. Sus ojos se posan sobre el magnate y lo devora con los ojos hasta alcanzarlo.
— Lista, podemos irnos — comenta tomando el brazo del magnate cosa que me hace tensarme.
— Claro vámonos — responde este sin siquiera saludarme, desvía sus ojos de mi mientras Colette deja un beso en la mejilla de Volker y se gira para retirarse con el magnate que no vuelve a mirarme.
Después que los veo perderse detrás de las puertas del ascensor suelto el aire que estaba conteniendo y que ni tenía idea que sostenía en mis pulmones, cierro los ojos y niego con la cabeza, porque estoy cabreada y no solo porque ni siquiera me saludo, estoy cabreada porque estaba con esa mujer la cual es obvio que está muriéndose por él.
Respiro profundo y me giro sobre mi misma para hacer lo que tenía pensado hacer, solo que mi tranquilidad se ha esfumado y mi cabeza ha comenzado a jugarme una mala broma imaginándome al magnate con la francesa, se veían esta vez mucho más en confianza y cercanos. Entonces imagino que ambos has estado juntos y la repulsión se entremezcla con los celos y la ira.
— Idiota — murmuro dejando de mala gana mis cosas sobre la cama.
Camino hasta mi armario y me concentro en el atuendo que llevare la próxima noche, había decidido vestir sencillamente, pero después de ver al magnate con Colette no sé porque tengo la necesidad de tentarlo. Saco dos vestidos ambos negros y muy sexys uno más que el otro, pero me decanto por el que es sexy pero sencillo, quiero tentarlo a el nada más, no llamar la atención de todo el mundo y el otro es demasiado llamativo. Consciente del poder que ejerzo en él y de la atracción que sentimos decido llevar el que deja mi espalda al aire y el escote es bajo, además queda bastante ajustado a mi culo cosa que me obliga a no llevar ropa interior, sonrió para mis adentros y suspiro satisfecha porque sé muy bien que Kai estará toda la puta noche con sus ojos puestos en mí.
Bajo al spa y me dedico a consentirme, arreglan mis uñas, mi cabello, me dan un relajante masaje y tomo un baño de chocolate que me hace sentir en la gloria, para cuando regreso a la suite estoy completamente renovada y con las energía recargadas con la decisión tomada de cual discurso daré la siguiente noche. El nerviosismo de la mañana ha desaparecido y lo único que siento en este instante es algo de ansiedad, pero nada más.
Conozco mis habilidades y mi capacidad, es hora de demostrarle al magnate que por mucho poder que tenga, también puedo hacer movimientos en su propio juego y además de eso tentarlo y dejarle claro que también soy consciente de lo que causo en él.
Nota del autor: hola mis gamers, como les va? Dios cada que escribo un capitulo en que Kai y Lizzy discuten quedo exhausta, me meto tanto en la narración y las emociones que sienten ambos que quedo tensa y con dolor de hombros jajajaja en fin, que les ha parecido? Ese Kai es un malvado... uno hermoso sexy endemoniadamente inteligente, sencillamente me encanta, pero ahora me pregunto a que estas jugando estando con Colette? estarán enredados, que creen? El próximo capitulo es el evento un capitulo super importante y muy intensooo!
Me despido esta vez con un saludo militar, por que? no lo se me ha provocado! les amo muchísimo, gracias infinitas por el apoyo tan grande que están dándome y este capitulo tiene una dedicatoria, ire haciendo eso conforme vayan apareciendo sus comentarios... les amo y gracias una vez mas!
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