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🎭Capítulo 14 - Un Lunes de locos🎭


Lizzy White.

La alarma de mi teléfono suena de manera ruidosa, pero la apago al instante, cierro mis ojos y suspiro con frustración, no he sido capaz de conciliar el sueño, no he podido si quiera pensar en algo más que el jodido beso que me ha dado el magnate y todas las cosas que sentí cuando lo hizo.

Paso mis manos exasperada por mi rostro cuando noto los brazos de James rodear mi cintura.

— Buenos días amor — murmura con voz ronca y dulce cerca de mi oído dejando un beso en mi mejilla.

— Buenos días cariño — murmuro sin mirarlo si quiera.

— preparare el desayuno ¿de acuerdo? — comenta removiéndose entre las sabanas de su cama pero niego

— no, lo hare yo, tengo ganas de comer algo dulce — él sonríe y asiente.

Me levanto poniéndome una sudadera de James que está en el borde de la cama sobre la camiseta de tirantes que llevo puesta. Entro en la amplia cocina de su departamento y me muevo con libertad en ella, mientras busco los ingredientes para hacer unas madalenas.

Esta receta me la enseño mi madre y es una de mis favoritas, cuando termino de preparar la mezcla tomo un molde y las sirvo, para luego meterlas al horno y regresar a la habitación, cuando entro, James ya se encuentra al teléfono conversando con expresión seria.

— No Michael, los cargos que le están imponiendo son demasiados y ambos sabemos que no son reales, tenemos que reunirnos con ellos lo más pronto posibles y presentar las evidencias a la fiscalía — en cuanto me ve sonríe y me guiña un ojo — de acuerdo, estaré allí en una hora, ten todo listo — finaliza la llamada y camina hacia mí con paso decidido.

— ¿todo bien? — pregunto con curiosidad mientras el rodea mi cintura con sus brazos.

— Si una complicación con un caso importante, pero nada que no podamos resolver — besa mis labios y sonrió

— está bien, me daré una ducha, debemos darnos prisa, necesito que me dejes en la... — hago una pausa al recordar que se supone que tengo que ir al Lux esta mañana y no a la revista

— ¿Qué?

— Había olvidado que tengo que ir al Lux hoy — murmuro, su ceño se frunce y me mira confundido

— ¿al lux, por qué? — demoro un poco para responder

— Tengo una reunión — el asiente y luego se acerca a mi toma mis mejillas entre sus manos y me observa atento

— ¿Qué paso ayer en esa casa que te tiene así? — su pregunta me deja fuera de base.

— ¿a qué te refieres? — sonríe de lado y deja un beso sobre mi frente

— A nada, cuando quieras hablar aquí estoy — murmura separándose de mí.

De pronto el mismo sentimiento de culpa que me invadió en la estación de servicio después de hablar con Winter y pedirle que viniera por y ella se negara porque estaba resolviendo algo importante vuelve a invadirme. Y de la misma forma en que la culpa me abraza, el deseo la desplaza, joder ese puto beso despertó demasiadas cosas en mí.

Respiro profundo sintiendo el calor extenderse por mi cuerpo otra vez, de esa abrazadora forma que hace que mi juicio se nuble. Camino hacia el baño donde James esta peinando con cuidado su cabello, al verme sonríe con calidez y me hace señas para que me acerque a él.

— te llevare a casa supongo que no tienes nada adecuado aquí para ir a la empresa de ese sujeto ¿no? — sonrió ante su delicadeza y asiento

— Sí, gracias — beso sus labios y el rose se me hace insípido, simple y sin ningún sentido — me vestiré — el asiente y mientras continua arreglándose frente al espejo. En su habitación rebusco entre sus cosas un jean y una franela cómoda para ir a casa.

Desde hace poco más de un año que comenzamos a dejar ciertas prendas en nuestros departamentos, a fin de cuentas ambos dormimos en ambos. Recojo mi cabello en una coleta alta y recojo todo lo que deje desperdigado por el suelo la noche anterior.

Después que James fue por mí a la estación de servicio, me llevo a cenar y aunque estuve muy ausente no se puso pesado, solo se mostró dulce y comprensivo, por supuesto yo quería desaparecer en más de una ocasión, porque no lograba sacarme al magnate, el beso y las locas ganas que de repetir ese beso.

No comprendo porque se quedó en la estación esperando que fueran por mí, en serio que no logro comprenderlo, es evidente que no le agrado pero la forma en que me beso, demuestra todo lo contrario, pero sus palabras fueron muy claras, solo fue un puto beso una movida muy inteligente si quieres callar a una mujer como yo.

Suspiro una vez más entrando a la cocina y acercándome al horno donde los muffins ya están listo, tomo un paño y los saco del mismo, huele a gloria, como solemos decir los venezolanos, dejo la bandeja con seis muffins sobre la encimera y regreso al refri para servir dos vasos de jugo de naranja.

Desmonto los muffins y dejo un par dentro de la bandeja, James entra en ese instante a la cocina y sonríe ampliamente

— Amo esos — dice señalando los muffins sobre los platicos y sonrió

— Tenía ganas de comer algo dulce — él sonríe y asiente

— cariño no podemos quedarnos a comer, si quiero llegar a tiempo al juzgado y dejarte en casa tenemos que salir ya — asiento tomándome con rapidez el jugo cosa que él hace también.

Le tiendo un Muffins en su dirección que acepta encantado y tomo dos para mí, uno para el desayuno y otro para media mañana, algo me dice que lo necesitare. Una vez de camino a mi casa, James me platica sobre este nuevo caso y como la fiscalía está tratando de hundir a su cliente. Pero la verdad es que no le presto la debida atención porque para variar solo tengo cabeza para el magnate.

— Lizzy — su voz me hace girar para verlo algo sorprendida — ¿estás bien cariño? — se inclina sobre mí y acaricia mi mejilla, venia tan absorta en mis propios pensamientos que no he notado si quiera que hemos llegado y hasta aparco el auto frente al edificio.

— sí, amor solo que tengo trabajo que hacer y venia organizándome mentalmente — él sonríe con calidez y asiente, deja un beso sobre mis labios y murmura pegados a ellos

— te amo, te llamare si salgo temprano del juzgado para ir a almorzar, ¿te parece? — asiento y él sonríe

Desciendo del auto sin decir nada más y me pierdo en el interior del edificio en el que vivo, una vez en mi departamento, me muevo tan deprisa como puedo, ya es sumamente tarde y seguro el magnate estará de un humor de perros esta mañana.

Después de una ducha que digo rápida, me detengo frente al armario dudando, no tengo idea de que debería usar, pero me inclino por un atuendo profesional y al mismo tiempo sexy. Una falda tubo con una abertura al frente color verde, de corte alto, un cinturón beige y una camisa de botones blanca, además de mis tacones color crema, dejo mi cabello suelto y me doy una mirada rápida en el espejo.

Me gusta lo que veo, sonrió para mí misma y antes de dar por finalizado mi escaso maquillaje, coloco un poco de brillo sobre mis labios y lista, tomo mi bolso y salgo disparada de casa. Cuando subo al auto faltan cinco para las ocho, tengo exactamente 35 minutos para llegar al Lux y así intentar no tener problemas con el magnate tan temprano.

De camino al moderno y llamativo edificio, me acompaña Adele con su ronca y atractiva voz, estaciono en el parking subterráneo del edificio y salgo disparada hacia los ascensores. Presiono el botón del mismo para llamarlo y este no demora más de algunos segundos en abrir sus puertas.

Ingreso y reviso una vez más mi aspecto en el espejo del fondo, sonrió ligeramente al notar que me veo magnifica, las puertas se abren en la planta principal y salgo directo al stand de la entrada donde un par de vigilantes se encuentran apostados cerca de una joven de lentes.

Al verme me dedica una sonrisa amable.

— buenos días señorita, ¿en qué puedo ayudarla? — antes de responder observo mi reloj y estoy tarde cinco minutos.

— buenos días, tengo una reunión con el Sr. Metzler — la chica sonríe y asiente mientras teclea con rapidez en su ordenador.

— ¿su nombre es?

— Elizabeth White — la animada voz de Ajax me sorprende cuando este se coloca a mi lado — no te preocupes Kat, subirá conmigo, me das un gafete por favor — la chica se sonroja de inmediato al escuchar la confianza con la que el empresario le habla.

— Claro, aquí tiene — dice tendiéndole un gafete que dice claramente visitante

— Gracias linda — se gira para verme y sonríe ampliamente antes de acercarse a mí y colocar el gafete en el cuello de mi camisa.

Su cercanía me incomoda sobremanera, pero a el parece divertirle, así que sonríe y me guiña un ojo.

— Esto será mientras mandamos hacer tu carnet — explica separándose de mí, luego sus ojos me recorren con descaro y vuelve a posar sus ojos claros en mi los míos — estas increíble

— Gracias — respondo de forma automática mirando una vez más mi reloj — ¿disculpa, a que planta debo ir? — me dirijo nuevamente a la chica de la recepción y ella sonríe amable pero responde con nerviosismo

— el señor Fellner la acompañara

— por aquí Elizabeth — una vez más su mano se posa en mi cadera, tomándose esa libertad que tanto me incomoda.

Apresuro el paso para separar nuestros cuerpos y resistiéndome por completo a estar muy cerca de él, doy varios pasos lejos cuando llegamos al ascensor. Dentro de este, el marca la plata 23 y me sonríe.

— la sala de reuniones esta en este piso, pero la oficina de Kai está en el último piso, vamos un poco retrasados así que mejor no demorarnos más — me explica con esa afable sonrisa que no parece nunca abandonar su rostro.

Cuando las puertas se abren, la sorpresa me invade, el lujo, la elegancia está presente en cada centímetro del lugar, todo tiene un diseño muy minimalista pero súper moderno. El resplandor que entra por las paredes acristaladas ilumina de una manera increíble todo el piso.

— Por aquí — me guía Ajax por el pasillo de la derecha del ascensor, llegamos a una amplia recepción donde una mujer rubia con un muy ajustado vestido negro se encuentra recostada de la superficie de madera oscura de la recepción con el teléfono al oído.

Al escuchar el golpeteo de mis tacones se gira y al ver a Ajax su sonrisa se ensancha, la reconozco de inmediato, es la misma mujer que nos acompañó en la reunión en el hotel, Ginger. La voluptuosa mujer humedece sus labios, y deja el teléfono en su lugar sin siquiera observar a la chica que se encuentra en su lugar con la mirada gacha.

— Llegas tarde — le dice a Ajax en tono juguetón, él sonríe y asiente

— Lo sé, me retrase en el tráfico — se encoge de hombros y deja un beso en su mejilla — ¿Kai? — pregunta girándose hacia mi

— En la sala con un humor de mierda — suelta algo exasperada

— Normal en él un lunes en la mañana después de una reunión con su familia — explica Ajax restándole importancia al mal humor de su colega — ¿recuerdas a Elizabeth? — pregunta echando andar hacia una enorme puerta de cristal.

— hola ¿Cómo estás? — la saludo tendiéndole mi mano, ella me detalla un instante como sopesando la idea de saludarme y termina por hacerlo pero casi si rosa mis dedos.

Detesto cuando una persona hace eso, como si estuviese enferma y el simple hecho de tocarme la contagiara, respiro profundo porque evidentemente no será una bonita mañana para mí.

Ajax abre la puerta y pasa de primero, detrás de el entra Ginger y yo le sigo.

— Buenos días, disculpen el retraso — se disculpa Ajax caminando hacia un costado de la sala donde hay algunos puestos desocupados.

Mis ojos instintivamente se mueven por la sala buscando al magnate, no demoro nada en encontrarlo porque su magnética mirada color miel, esta calcinándome en este instante, por dios, este hombre es un jodido adonis, como es que puede lucir tan jodidamente sexy con esa expresión asesina en el rostro.

No puedo ver nada más que sus perfectas facciones, hasta que interrumpe mi momento de admiración regresándome al presente y recordándome quién demonios es.

El magnate respira profundo e ignora olímpicamente el comentario de su amigo y comenta en un tono cargado de impaciencia.

— le dije que estuviera aquí antes de las 8:30 srita. White — su voz suena dura y mi cuerpo se tensa de inmediato, me siento como una niñata que incumple alguna regla importante — hace diez minutos que comenzamos y ahora debo retrasarme para hacer las presentaciones que debía hacer hace 15 minutos — abro mi boca para responderle pero no me deja terminar — señores ella es Elizabeth White, será nuestro enlace con la revista Idea y será la encargada de llevar el lanzamiento del proyecto — de inmediato algunos murmullos se extienden alrededor de la mesa tras pronunciar esas palabras.

Esto me hace caer en cuenta de la veintena de personas que se encuentra en la sala, entre ellos solo reconozco el rostro de Volker, que me observa con una media sonrisa en los labios.

— ¿piensa quedarse toda la mañana allí de pie? — una vez más la voz del magnate me hace mirarlo.

— Buenos días, perdón por el retraso — cuando voy a tratar de explicarme una vez más Kai me interrumpe

— olvídelo srita. White tome asiento, estaba anunciando algunas cosas importantes

— Pero — le interrumpo, tratando de disculparme con todos pero sus fríos ojos me fulminan y siento que la rabia quema desde mis pies hasta la última hebra de cabello.

— ¿seguirá retrasándonos? — sus duras palabras me hacen moverme automáticamente hasta la única silla vacía de la mesa que se encuentra exactamente junto a él.

Al pasar detrás de su silla el delicioso y alucinante aroma de su perfume inunda mis fosas nasales y siento como mi cuerpo se enciende, recuerdo sus labios, el magnetismo que sentí cuando me beso y esa electricidad que recorrió mi cuerpo cuando lo tuve así de cerca.

Me dejo caer en la silla y saco mi libreta de notas.

— Como les decía antes que nos interrumpiera la srita. White — frunzo mi ceño porque no he sido la única en llegar tarde, pero me limito a hacerlo trizas con el pensamiento y una mirada cargada de resentimiento.

— todo está listo para la primera prueba piloto, así que como habíamos hablado iremos hasta la zona en cuestión y nos aseguraremos de hacer las instalaciones y dejar todo listo para el momento del encendido, que será dentro de tres días — hace una pausa y toma una carpeta que tiene frente a sí.

— Charles, ¿habías propuesto llevar la prueba piloto por las redes sociales? — un joven quizás de unos cuantos años más que yo asiente al otro extremo de la mesa.

— Sí señor, pienso que es una oportunidad excelente para dar a conocer los fuertes del proyecto — Kai asiente sin apartar los ojos de los documentos que revisa con suma atención.

Aprovecho el momento para detallarlo, lleva un elegante traje a la medida de tres piezas azul, una camisa azul claro y una corbata gris, todo en el parece perfecto, desde su barba perfectamente perfilada hasta su cabello muy bien peinado. Me pierdo en las facciones de su rostro, su nariz es perfecta, recta y con el tamaño justo, sus pobladas cejas enmarcan unos ojos de color miel hermosos que miran con demasiada intensidad y que honestamente intimidarían a cualquiera.

Su barba cubre gran parte de sus mejillas, pero está perfectamente recortada, no hay ni un solo vello fuera de lugar, sus labios llaman mi atención, esos labios que ayer devoraron mi boca con necesidad, muerdo mis labios y suspiro ligeramente al sentir como una ligera corriente eléctrica se desprende de mi entrepierna.

Joder Elizabeth céntrate, ¿qué demonios pasa contigo? Me reprendo mentalmente, obligándome a dejar de verlo, pero al momento en que pretendo hacerlo sus ojos se desvían de los documentos que revisaba y se posa unos instantes en mí, luego continua su mirada hasta Volker que está sentado a mi lado.

— ¿crees que sea buena idea en este instante hacerlo? — pregunta con cierta preocupación en su voz.

Volker permanece en silencio algunos instantes y suspira, luego se inclina hacia el frente y posa sus ojos en mí.

— ¿tú qué opinas Elizabeth? — la pregunta me toma completamente por sorpresa, porque la verdad es que no tengo ni la más remota idea sobre que discutían, al ver mi expresión sonríe de lado y continua — creo que puede ser contraproducente bombardear las redes sociales ahora con la prueba piloto, pero la periodista aquí debería darnos su punto de vista ¿no? — al fondo una risa casi en tono burlón me hace girar el rostro en esa dirección y ver al tal Charles que parece divertido.

— ¿tienes algo que decir Charles? — la voz del magnate suena dura e imponente, tensando a más de uno en la sala.

— No señor — responde con rapidez el joven aunque luego se arrepiente y continua — la verdad es que si — Kai sonríe de lado y se echa hacia atrás dejando su ancha espalda en el sillón, entrelaza sus dedos y espera expectante a que el chico continúe, cosa que no demora en hacer.

— no veo razón para que traigan una extranjera a hacer un trabajo que hemos venido haciendo nosotros perfectamente bien desde meses — sus ojos se posan sobre y mi y continua — además es evidente que no tiene idea de lo que hablamos, es solo una periodista más que cree que con despertar un poco de controversia ya tiene todo conquistado — sus palabras no solo me molestan me ofenden

— Charles — el tono amenazante que utiliza el magnate hace que este lo mire con cierto resentimiento

— ¿en serio crees que no sé de qué va el trabajo que llevan haciendo desde hace meses? — le pregunto indignada al tal Charles que sonríe con arrogancia interrumpiendo a Kai, que parece algo sorprendido por mi respuesta.

— no solo lo creo estoy seguro que es así — responde mordaz y esta vez soy yo quien sonríe con arrogancia.

Puede que no manejo la información del proyecto o que tan avanzado se encuentra este, porque evidentemente el hermetismo es algo sumamente clásico en los proyectos del magnate, pero en mis muchísimas horas de búsqueda en la web, me topé con bastante material publicitario sobre el trabajo realizado por el magnate y aunque ciertamente no es más que pura adulación, se bastante sobre el trabajo que ha hecho marketing con la imagen del empresario y sus proyectos.

— ciertamente desconozco por completo como es la evolución del proyecto en sí, pero puedo asegurarte que soy muy consciente de la campaña y la gigantesca imagen que han creado alrededor del sr. Metzler, es evidente que parte de la campaña es magnificar los proyectos del empresario, enfocándose descaradamente en cuanto dinero este invierte o genera, cuando evidentemente el punto del magnate siempre ha sido otro — estas últimas palabras las suelto con total convicción aunque con cierto temor a equivocarme.

Gracias a lo descubierto ayer en la mansión de los Metzler, pude darme cuenta que quizás y solo quizás para el magnate es tan importante el dinero como ayudar, pero aún tengo mis dudas, pero este gilipollas no va hacerme quedar en ridículo solo porque se vea amenazado con mi presencia.

Las miradas están fijas en mí, todas y cada una de ellas en la sala, pero la única que parece calcinar mi piel es la del magnate, busco sus ojos y nuestras miradas se entrelazan unos instantes en los que ese extraño magnetismo me ínsita a no apartar la mirada.

— Creo que han hecho un trabajo increíble con popularizar y elevar los proyectos del sr Metzler a otro nivel, pero creo que este proyecto va más allá de los otros... — hago una pausa para tratar de romper la extraña conexión que se ha generado entre nosotros.

Sus ojos me observan con intensidad y por un instante creo que ha sido muy mala idea abrir la boca porque luce molesto, pero sorprendido al mismo tiempo.

— no estamos hablando de un auto de última generación que se mueve con un combustible que causa muy poco smoke, o un máquina que puede regenerar y limpiar un montón de litros de agua y volverla potable — enumero alguno de los proyectos más grandes e importantes del magnate, Charles luce sorprendido y sonrió satisfecha — es evidente que aunque muchos de estos proyectos han generado una cuantiosa cantidad de dinero para la compañía también es sumamente evidente que todos ellos van dirigidos o encaminados a un fin humanitario — vuelvo mis ojos hacia el magnate que sostiene una de sus manos sobre su mejilla.

Sus dedos rosan sus labios distrayéndome por completo, permanezco en silencio unos instantes pero la voz que rompe el silencio esta vez no es la mía.

— creo que es evidente Charles porque decidimos que el lanzamiento fuera llevado por alguien totalmente ajeno al proyecto — Ajax sonríe abiertamente en mi dirección — necesitamos una posición distinta con este proyecto y ustedes nos siguen ofreciendo la misma, cosa que no es funcional para nuestro propósito y evidentemente aunque para muchos aquí les parezca una locura o no logren entender que hace esta mujer aquí, déjenme decirles que tiene y mucho — hace una pausa y ve a su colega que permanece serio, demasiado.

— creo que discutir más sobre este punto en particular es perder el tiempo ¿no te parece Kai? — ambos hombres se miran unos instante y el magnate asiente.

— Pasemos al tema de las exportaciones — finaliza la discusión el magnate y finalmente suelto el aire que por alguna extraña razón estaba reteniendo en mis pulmones.

El resto de la junta, se la pasan conversando sobre implementos, piezas, costos y un sinfín de elementos netamente técnicos que son un misterio para mí y termina un poco cansada y con dolor de cabeza.

— Bien, eso es todo — Finaliza Kai desde su lugar recogiendo unas carpetas — Charles tu equipo se reunirá con la srita White y la pondrán al tanto de todo lo que tienen sobre el proyecto, ponla al día con el plan que tenían establecido y una vez lo analicen quiero un informe en mi escritorio con las propuestas a las que llegue juntos — sus ojos se fijan en mí y la intensidad de su mirada me quema — pueden retirarse — todos comienzan a ponerse en pie mientras el magnate y yo continuamos mirándonos.

— Vaya así que la periodista hizo sus deberes — el tono burlón de la rubia rompe con el momento y me giro para verla, está de pie junto a mí con sus brazos cruzados.

Todo en ella destila arrogancia, altanería y en definitiva sabe que es una mujer hermosa y no disimulo ni un poco en dejarlo bien claro.

— Siempre los hago, no por nada tengo el puesto que tengo y tus jefes me quieren aquí — le respondo con simpleza y ella eleva sus cejas claramente ofendida por el tono y la forma en la que le he respondido.

— Ginger vamos a mi oficina necesitamos hacer unos ajustes en los documentos y el presupuesto — le dice Volker a la rubia que me fulmina con la mirada y asiente.

Antes de echar andar, le dedica una sonrisa pícara a Ajax y luego camina hacia Kai se inclina sobre este y murmura algo en su oído, el cuerpo del magnate se tensa y la fulmina con la mirada, ella simplemente sonríe y rodea la silla para salir de la sala de juntas, seguida por Volker, que simplemente se despide de mi con un gesto de su cabeza.

Ajax a mi lado no para de sonreír mientras recoge sus cosas, toma su teléfono y observa a Kai.

— ¿has organizado todo aquí? — el magnate aparta la mirada de su teléfono y eleva una de sus cejas

— era tu trabajo hacerlo no el mío — de pronto me siento inmensamente incomoda, por lo que me pongo en pie con intensión de salir — ¿A dónde va? — pregunta Kai mirándome con desdén.

— Afuera, la reunión claramente ha finalizado — la comisura de sus labios tira hacia un lado y con expresión arrogante se pone en pie

— sígame, Ajax haz lo que tienes que hacer, estaremos en mi oficina — Ajax suspira con cierta frustración y asiente

— No empieces sin mí — agrega repentinamente en tono socarrón ganándose una mirada asesina por parte de su colega, que no dice absolutamente nada.

El magnate camina delante de mí con paso calmado, pero la imponencia que desprende su alto y corpulento cuerpo no le pasa desapercibida a nadie, este hombre está acostumbrado a ser el centro de atención y evidentemente a tener el control de su mundo y lo que lo rodea, esto lo constato cuando una chica de quizás 23 años se acerca deprisa hacia nosotros.

Su aspecto pulcro y sofisticado llama mi atención, lleva una iPad en la mano, el cabello recogido en una coleta alta y un bonito vestido mostaza. Sus ojos azules se posan en el magnate y lo que encuentro es pura fascinación en ellos.

— Señor Metzler, la reunión con el Dr. Calvin fue pautada para las 11:30 de hoy, tiene un almuerzo a las 2 con el Sr. Morrison y Kenya a avisado que se llega a las tres con los documentos que le ha pedido — el magnate asiente sin decir nada y se detiene frente al ascensor

— gracias Kari, llama al Dr. Calvin y suspende la reunión — los ojos de la chica se abren como platos y lo ve como si no pudiera creer lo que está diciendo

— Pero señor — el magnate se gira para verla con expresión seria

— ¿Si Kari? — la chica se sonroja y asiente

— lo siento señor, está bien, ¿necesita algo más? — Kenya no pidió mi desayuno y necesito comer algo, por favor podrías ordenar lo de siempre — de pronto se gira hacia mí y me observa un instante — ¿ha desayunado ya? — su pregunta me sorprende por lo que dudo unos instantes y niego recordando que aún tengo los Muffins dentro de mi bolso en un pequeño toperware.

— tráigale lo mismo — le indica a la chica que imagino ha de ser su asistente, esta asiente tocando la pantalla del iPad y luego vuelve a mirar al magnate — chocolate para mí como siempre — esa expresión me hace mirarlo sorprendida, pero me recompongo en cuanto vuelve a mirarme — ¿Qué desea para acompañar su desayuno café o jugo?

— Chocolate caliente por favor — sus ojos se desvían una vez más hasta los míos y permanece observándome serio, no puedo evitar sonreír ligeramente y el asiente

— Ya la escuchaste — la chica asiente y presiona el botón del ascensor una vez más — gracias, estaremos en mi oficina — le explica antes de entrar al ascensor.

Ambas lo seguimos, solo que yo camino al lado opuesto en el que se ha colocado Kai, para no tenerlo tan cerca, de alguna manera que no logro comprender, su cercanía me altera e imagino que se debe al jodido beso y a la calentura que cargo desde el viernes.

Kari baja del ascensor cuatro plantas antes de nosotros, por lo que nos quedamos a solas en el reducido espacio, la tensión aumenta a nuestro alrededor conforme los números ascienden en la pantalla electrónica del ascensor. Me remuevo incomoda en mi lugar busco al magnate para mirarlo.

Descubro con vergüenza que está mirándome serio, analizándome, luego de unos instantes suspira y aparta la mirada.

— Supongo que Ajax tenía razón — murmura sin mirarme

— ¿en qué?

— no ha sido tan mala idea traerla aquí — sus palabras me dejan de una pieza y lo observo sorprendida.

Cuando estoy por decir algo el pitido del ascensor nos avisa que hemos llegado a nuestro destino y las puertas se abren, rompiendo una vez más con esta extraña atmosfera que se crea entre nosotros.

El magnate sale dando zancadas largas y elegantes que me dejan ver lo trabajado que tiene su cuerpo y lo extremadamente bien que le luce ese traje. Suspiro embobada mirando su espalda y me abofeteo mentalmente porque parezco una cría.

Kai se detiene frente a una puerta de madera y la abre, dejándome paso a su lado para seguir dentro de la que asumo es su oficina. En cuanto entro siento que estoy en una especie de cámara luminosa.

Todo a mi alrededor es blanco o plateado, es un espacio sumamente amplio, con un enorme escritorios con una muy interesante forma de color blanco, Kai se detiene un momento junto a mí, se quita el saco de su traje y lo guinda en un perchero que se encuentra junto a la puerta.

Todo en este lugar luce como una película futurista, sola que en realidad hay más espacio vacío que cosas. El magnate camina hacia el escritorio y lo rodea, se inclina sobre este y toma lo que parece un control remoto, presiona un botón y de inmediato las luces en el interior varían.

Se vuelve todo un poco menos luminoso aunque las luces del techo permanecen exactamente iguales, de pronto comprendo que en realidad lo que ha ocurrido es que al fondo de la más de una pared y media está hecha de vidrio y este se ha tornado más oscuro, por lo que asumo son de estos modernos vidrios polarizados que se adaptan dependiendo de la cantidad de luz que quieres que dejen pasar.

Kai se deja caer en un sillón de espalda alta y me observa un instante, luego me señala uno de los sillones frente a él y camino hasta colocarme frente el, seguimos en silencio y yo continuo mirando todo a mi alrededor con curiosidad.

Hay un mueble detrás de el donde hay algunas fotografías, uno que otro adorno muy sencillo y algo realmente colorido llama mi atención. Son un par de máscaras muy parecidas a las que utilizan en las fiestas de carnaval en Venecia. Inevitablemente recuerdo el club y la experiencia vivida en el lugar, pero alejo el pensamiento y me centro en las mascaras, son realmente hermosas.

— ¿le gustan? — desvíos mis ojos del objeto para mirar a Kai que me observa de la misma forma en que lo hizo durante la reunión

— sí, son muy bonitas — murmuro sintiéndome un poco apenada por ser pillada curioseando.

— tienen una historia muy interesante que quizás otro día le cuente, por ahora le explicare lo que haremos el día de hoy, mientras traen nuestros desayunos — me explica y yo asiento — como pudo darse cuenta durante la reunión — en cuanto hace mención a la reunión recuerdo lo duro que fue conmigo y la molestia vuelve adueñarse de mi

— hablando de eso, me parece que se excedió con lo que dijo — su ceño se frunce y su cuerpo se tensa, no iba a dejarlo pasar, no señor

— ¿de qué habla?

— Me ha hecho quedar en ridículo delante de todo su equipo cuando he llegado a la reunión — sus labios se tensan para luego dibujar una sonrisa

— yo no he hecho absolutamente nada, la que se ha puesto en ridículo ha sido usted, fui muy claro el día de ayer cuando le pedí que fuera puntual — mi cuerpo se tensa aún mas y en serio me gustaría levantarme y estrellar su cabeza contra la bonita superficie del escritorio, pero me da pena por el escritorio.

— no hacía falta que dijera todo eso en la forma en que lo hizo, además tampoco me permitió explicarle el porqué de mi retraso — sus ojos repentinamente se oscurecen y me mira con enojo

— sé muy bien el motivo de su retraso srita. White, es evidente que no conoce el significado de puntualidad y además de responsabilidad, debía ajustar mejor su alarma y no permanecer más horas de las debida con su acompañante — sus palabras no solo hacen que mi sangre hierva también me hacen sentir indignada, que es lo que se cree este tipo.

Cuando estoy por responder a su comentario un par de golpes suenan en la puerta haciendo que cierre la boca.

— Adelante — dice elevando un poco la voz y poniendo sus ojos en el ordenador frente a él.

— señor aquí tiene — la chica de hace un rato entra con una bandeja, donde reposan dos platos blancos, cada uno contiene un croissant relleno con jamón, una manzana y dos tazas humeantes de chocolate.

Inevitablemente en cuanto el olor del chocolate llega a mis fosas nasales humedezco mis labios, ansiando probarlo, no puedo evitarlo soy adicta a él y si no bebo un poco por las mañanas es muy probable que este de muy mal humor el resto del día. Lo que el café es para mucho, el chocolate caliente lo es para mí.

— gracias Kari — le dice con amabilidad el magnate sorprendiendo

— a la orden, ¿necesita algo más? — la chica luce ansiosa y diligente

— Nada más, solo avísame cuando Ajax venga para acá — la joven asiente y se retira dejándonos solos otra vez.

Kai se pone en pie y toma uno de los platos de la bandeja, lo coloca frente a mí en el escritorio al igual que la taza de chocolate, luego repite la acción de su lado y vuelve a sentarse, me contempla un instante y luego suspira.

— Buen provecho — toma una servilleta y envuelve el sándwich con esta y lo muerde.

Me demoro unos instantes en reaccionar por justo hasta este instante es que noto que luce hambriento, sonrió con disimulo y comienzo a comer, después de unos cinco minutos, el magnate ha terminado con su comida y ahora disfruta de la taza de chocolate.

En el instante en que lo prueba cierra sus ojos como si estuviera probando el cielo y vuelvo a sonreír, hago exactamente lo mismo cuando bebo chocolate.

— ¿le gusta el chocolate o solo lo hizo para simpatizar conmigo? — rio con suavidad y niego con la cabeza, tragando el ultimo trozo de comida.

— no tengo porque intentar simpatizar con usted, sé que no le agrado, lo he pedido porque me gusta — le aclaro y el eleva una de sus cejas y asiente lentamente

— bien, voy aclararle ciertas cosas que son importantes srita. White — comienza dejando la taza de chocolate a un lado y mirándome con seriedad — el contrato que firmo prácticamente la traslada a nuestras oficinas, por lo que justo ahora Ajax está encargándose de que tenga todo lo que necesita en ella

Como sospeche me tendrán aquí para cerciorarse de mis movimientos y conocimientos.

— está bien, ¿tengo un horario que cumplir como el resto? — pregunto porque en la revista aunque tenía un horario este era bastante flexible y me podía dar el lujo de llegar a mitad de mañana a la oficina, no es algo que hiciera seguido pero muchas veces prefería adelantar trabajo en casa, que estar en la redacción.

— tengo entendido que en Idea tenía un horario que cumplir — suelta mirando la pantalla de su ordenador — aquí será exactamente igual

— ¿ósea que puedo tomarme ciertas libertades? — su ceño se frunce y me mira serio.

— ¿Qué tipo de libertades?

— no es que lo haga siempre, pero en ocasiones prefiero trabajar desde casa y luego volver a la oficina y terminar allí — lo medita un poco y al cabo de algunos minutos niega con su cabeza

— No puede llevarse el trabajo a casa — esas palabras me hacen mirarlo con cierta sorpresa — si tiene un horario aproveche ese tiempo para hacer todo el trabajo que necesite, además no tiene permitido sacar ningún material de la empresa sin nuestro consentimiento — suspiro con cierta frustración porque detesto que me pongan este tipo de límites.

Siempre me he caracterizado por ser un dolor en el culo cuando de mi trabajo se trata y estoy segura que con esta cantidad de restricciones que están poniéndome seré mucho peor.

— de acuerdo, ¿alguna otra cosa que no pueda hacer? — pregunto con sarcasmo haciendo que sus ojos me observen con intensidad.

— hay varias cosas que no me gustan que ocurran en la empresa — inicia con voz ronca, haciendo que mi cuerpo reaccione a esta, sus ojos se desvían una vez más a la pantalla de su ordenador y continua — pero se las hare saber poco a poco.

No puedo evitar reír y suspiro, mientras poso mis ojos en mis manos, en ese momento el magnate se pone en pie y camina hasta el mueble que está a su espalda toma una caja blanca y regresa hasta mí, coloca la caja sobre la superficie del escritorio y se aparta.

— No puede apagarlo y trate de estar disponible siempre — agrega regresando a su silla.

Mis ojos se abren como platos cuando descubro que lo que ha dejado frente a mi es un teléfono de última generación, lo observo sin comprender y él sonríe de lado.

— Necesito que mi equipo este comunicado 24/7 y su teléfono no estaba en condiciones de funcionar de esa manera — entonces comprendo que está haciendo esto por lo que sucedió ayer y respiro profundo.

— no necesito que me dé un teléfono puedo comprarme uno

— no estoy preguntándole si lo quiere, es parte de mi equipo ahora, si le molesta considérelo un teléfono corporativo — se encoge de hombros y respiro profundo mientras el continua — está configurado y listo para ser usado, solo tiene que hacer una copia de los contactos y sus archivos, el mail corporativo también está configurado y listo para ser usado, si desea vincular su mail personal con el teléfono puede hacerlo — hace una pausa y me dedica una mirada jocosa antes de continuar — mi número de teléfono, el de Ajax y Volker están registrados en la agenda y como favoritos, en caso que necesite alguna cosa puede llamar a cualquiera de nosotros.

Asiento y suspiro, en ese momento la puerta de la oficina se abre y entran Volker y Ginger riendo, al verme la mujer se pone seria y Volker sonríe amablemente.

— lo siento no sabía que estabas ocupado — explica Volker acercándose a nosotros, deja algunos folders sobre el escritorio y sonríe a Kai — todo listo, solo tienes que firmar los documentos — el magnate asiente y vuelve a fijar sus ojos en la pantalla.

Una vez más la puerta de la oficina se abre y Ajax entra con una amplia sonrisa, ya no lleva el saco de su traje puesto y las mangas de su camisa están arremangadas hasta sus antebrazos.

— listo Kai, Elizabeth estará en la oficina de al lado — le explica al magnate y este asiente sin mirarlo, Ajax al ver el teléfono sobre la mesa sonríe — gracias por entregarle el teléfono — me dedica una mirada picara y luego continua — vamos te mostrare tu oficina — me pongo en pie y comienzo andar hacia Ajax pero el magnate me detiene.

— srita. White el teléfono — cierros los ojos y suspiro, giro sobre mis talones y tomo la caja no sin antes mirar al magnate.

Una vez fuera de la oficina de Kai, caminamos un par de metros hasta la siguiente puerta de madera que se encuentra a la izquierda de la oficina del magnate, Ajax abre la puerta para mí y de inmediato ingreso al espacio que será mi nueva oficina durante el tiempo que dure el proyecto en ser lanzado.

Una vez más me sorprendo, ante lo que ven mis ojos, mi nueva oficina es mucho más pequeña que la del magnate, pero es dos veces más grande que la que ocupo en la revista, tiene un moderno escritorio, unos archivadores y un mueble enorme que está lleno de lo que parecen ser libros.

Me giro para ver a Ajax que sonríe

— ¿te gusta? — pregunta mirando a su alrededor — no fue mucho lo que pudimos hacer en tan corto tiempo, pero me asegure que tuvieras acceso a los documentos más relevantes del proyecto — dice señalando el archivador junto al escritorio — además tienes una gama bastante amplia de los proyectos que hemos desarrollado estos últimos años en el mueble y por en el ordenador tienes acceso a gran parte de los documentos y archivos de marketing.

— gracias

— tendrás una portátil y un iPad que podrás manejar como gustes, en ambas tienes el mismo contenido que tienes en el ordenador y se sincronizan una vez cada 24 horas para respaldar la información, así que puedes trabajar desde cualquier punto y tener la información que necesitas a la mano — sonrió ante eso porque es algo que facilita muchísimas cosas.

— ¿Kai te explico cómo trabajaremos? — mi ceño se frunce

— No, solo hizo mención sobre un par de cosas que no debo hacer — Ajax sonríe y asiente.

— bien, queremos que te reúnas con nosotros cada dos días y nos des un avance de lo que trabajas, tienes total libertad de moverte entre los departamentos y reunirte con el equipo de marketing las veces que sea necesario, ellos en este momento trabajan para ti, por lo que deben cumplir con cualquier requerimiento que les pidas — asiento y el continua — por otro lado tendrás que almorzar conmigo todos los días — mi ceño se frunce y abro mi boca para protestar pero Ajax suelta una carcajada y comprendo que está bromeando — esto último solo si aceptas claro está — pongo mis ojos en blanco y el suspira.

— bien eso es todo por ahora, te dejare instalarte y que curiosees un poco, dentro de hora y media nos reuniremos con Kai — asiente y se gira para salir pero se detiene a mitad de camino — por cierto Elizabeth muy buena tu intervención en la reunión, con ella dejaste muy claro que no ha sido mala idea tenerte aquí — sonrió con satisfacción porque el que ambos empresarios hayan notado mi empeño en esto me satisface bastante.

— Gracias — me guiña uno de sus hermosos ojos azules y sale de la oficina dejándome sola.

Respiro profundo y observo a mi alrededor, esto es mucho para lo que hare aquí, pero mientras dure lo disfrutare, camino hasta mi nuevo escritorio y me dejo caer en el sillón, me siento como una importante editora en una oficina como esta, aunque solo soy una periodista con un buen puesto, esto muy posiblemente abra muchas puertas, como me aseguro Ajax.

Curioseo mi alrededor como ha sugerido Ajax y un enorme tomo de color gris que está en uno de los estantes llama mi atención, lo tomo y leo su portada de piel. Water, el nombre del proyecto que hizo aún más famoso al magnate, curiosamente siempre usa los nombres de los elementos que usa.

Me siento en la silla y comienzo a hojear el libro, las primeras páginas están dedicadas a todo el proceso de limpieza y sanitación del agua, así que paso de ellas y consigo justo lo que estoy buscando, las notas anexadas del magnate, me pierdo leyendo lo que dice, unos golpes en la puerta me devuelven a la realidad.

— adelante, digo poniéndome en pie y girándome para dejar el libro en el lugar que estaba

— ¿esta cómoda? — su ronca y sexy voz me hace girarme sorprendida, por un instante creí que sería Ajax.

— Sí, gracias — murmuro fijándome en sus ojos.

Kai Metzler está de pie a unos cuantos pasos de mi escritorio con sus manos dentro de los bolsillos de su elegante pantalón que se ajusta a sus piernas a la perfección.

— Quería hablar contigo — comienza, mientras esta vez soy yo quien ocupa el sillón detrás del escritorio

— ¿sobre qué?

— Lo que paso ayer — en cuanto esas palabras dejan sus labios mi cuerpo se tensa y una electricidad casi desesperante me llena.

— Ayer no paso absolutamente nada sr. Metzler solo me acerco a una estación de servicio donde luego pedí un taxi — sonríe con arrogancia y ladea su rostro para verme

— ¿un taxi? — Suena irónico — ¿besa a todos los taxistas? — me pongo en pie y rodeo el escritorio, me detengo a escasos pasos de él, cruzo mis brazos sobre mi pecho y lo desafío con la mirada

— Tiene algo que decir al respecto, porque hasta donde recuerdo no es asunto suyo — sus labios se vuelven una fina línea y cierra sus ojos, respira profundo y deja salir el aire lentamente.

— odio que me mientan srita. White — comienzo a reír y niego con la cabeza

— Eso pasa con todo mentiroso — mis palabras parecen enfurecerlo porque da un paso hacia mí y el aroma de su perfume nubla mis sentidos.

— ¿disculpa? — suelta entre dientes y con una amplia sonrisa repito mis palabras

— a todo mentiroso — no alcanzo a terminar de completar la frase cuando sus labios se estrellan contra los míos y me besa con cierto salvajismo, con una pasión que me enciende en cuestión de milisegundos.

Sus labios se mueven contra los míos con necesidad pero reacciono y me recuerdo que esto esta jodidamente mal y lo empujo, sus ceño se frunce y me fulmina con la mirada, su cuerpo esta tenso y el mío acelerado.

— ¿Por qué ha hecho eso? — le escupo furiosa

— No paraba de decir idioteces otra vez — dice humedeciendo sus labios y por un instante deseo ser sus labios y que este lamiéndome de esa manera tan sensual.

— ¿cada que alguien dice idioteces le besa? — el ríe divertido y niega con su cabeza antes de recuperar la compostura y suspiras

— Lo siento — se disculpa pasando sus manos por su rostro con frustración — usted es exasperante y logra hacerme perder la cabeza — sus ojos me buscan por un instante y luego suspira una vez más — lo de ayer no se repetirá

— Gracias — suelto con ironía regresando a mi escritorio con el corazón latiendo a mil por horas — le agradecería muchísimo que se mantuviera lo más lejos de mí que sea posible — cuando me giro para verlo su expresión sorprendida me hace dudar de mi petición, pero esto es lo correcto.

— no pensaba acercarme a usted, tenemos una relación netamente laboral

— me agrada que lo entienda

— vale, la quiero en mi oficina dentro de 45 minutos con todo lo que haya escrito sobre mí y el proyecto, lo revisaremos y comenzaremos a darle forma, tenemos un evento de beneficencia dentro de dos semanas y me gustaría que ese día hablaremos del proyecto — asiento y el simplemente me observa serio, toma una profunda respiración calcinándome con sus ojos y luego se gira y sale de la oficina.

Dejándome con una revolución de sensaciones en mi cuerpo, no puedo dejar que este hombre se me acerque y nuble mi juicio con su belleza y su sensualidad, porque debo reconocerlo Kai Metzler es una especie de Dios y no diré griego porque honestamente la atracción que siento hacia él es mucho más salvaje, primitiva, así que lo compararía con algún dios celta.

Respiro profundo y me dejo caer en la silla, ingreso al mail de la revista y al personal para hacer una recopilación de todo el material que tengo investigado hasta el momento, hago un respaldo en la computadora y finalmente después de unos quince minutos tengo tiempo de comerme uno de mis muffins.

Cuando estoy por disfrutar de ellos, la puerta nuevamente se abre y Ajax aparece con una carpeta en sus manos y sus ojos fijos en ella, eleva su rostro para verme y en cuanto ve el muffin en mi mano sonríe ampliamente, camina con confianza hacia el escritorio y toma el otro de la superficie y lo lleva a su boca.

En respuesta mi boca se abre, este hombre es demasiado atrevido y pasado de confianza, sus ojos se cierran y sonríe abiertamente.

— una delicia, ¿Dónde los ha comprado, debo pagárselo? — mientras da otro mordisco y la verdad no reacciono

— Pues no creo que pueda pagarlo — su ceño se frunce y me recuesto del espaldar — porque lo he hecho yo y era mi merienda de la tarde — sus ojos se abren con cierta sorpresa y mira el muffins en su mano

— ¿lo has hecho tú? — adiós formalismos

— aja

— vaya eres increíble sabe delicioso — no puedo evitar sonreír porque adoro preparar postres y en su mayoría son todos en honor a mi madre.

— gracias

— entonces como disculpa aceptaras ir por un café

— Lo siento, no me gusta el café — su ceño se frunce y sonríe de lado

— un jugo entonces

— Chocolate caliente — esta vez su ceño se frunce aún más y su expresión se vuelve seria

— claro, un chocolate será, Kai me ha dicho que nos reuniremos en 30, ¿tienes todos listo? — me inclino hacia el frente y asiento, para mandar a imprimir todas mis notas y escritos — genial — se acerca y deja el folder que traía entre sus manos sobre el escritorio — ten, es un adelanto de lo que se hará en el evento de beneficencia quizás te interesa saber más al respecto

Abro el folder y lo primero que consigo es una impresionante fotografía de una enorme casona, con amplios jardines y luces por todos lados.

— será en ese lugar, tienes todos los detalles allí, iras con Kai si gustas — me explica y me tenso de inmediato — yo tengo que ir con Ginger y Volker ira con una amiga, así que Kai es el único disponible para esa noche, ya luego organizaremos nuestras agendas y las sincronizaremos para que vayas con quien te sientas mas cómoda, por el momento Kai es la única opción.

— Está bien si no hay otra opción — respondo resignada él se ríe divertido y toma asiento

— ¿Por qué te desagrada tanto? — Me sorprende su pregunta — Kai no es el hombre que crees que es — sonrió

— ¿Qué, arrogante, creído y mujeriego igual que la mayoría de los hombres como el? — no sé de dónde ha salido eso ultimo pero no lo he podido evitar.

Ajax eleva sus cejas sorprendido y se recuesta de la silla

— Sorpresivamente para ti ninguna de las tres... — hace una pausa y la seriedad con la que habla me sorprende — Kai es una de las personas más humildes que conozco y además es sumamente amable la mayor parte del tiempo — comienzo a reír — no te rías, hablo en serio

— pues lamento decirte que desde que lo conozco nunca lo he visto ser amable con nadie — esta vez es Ajax quien sonríe

— estos últimos días han sido complicados, ya entenderás porque — agrega luego suspira y comenta con sorna — además llamarle idiota en una rueda de prensa no es la mejor manera de iniciar una relación con alguien ¿no crees? — esta vez no puedo evitar reír con ganas.

Ajax se une a mí y luego se pone en pie, me guiña uno de sus ojos y sonríe

— Kenya vendrá por ti luego — sonríe y sale de la oficina dejándome sola.

Suspiro ruidosamente cuando me encuentro sola, aun no supero el beso que me dio el magnate hace unos instantes rato, ni su actitud, no entiendo porque me ha besado dos veces ni porque me mira en la forma en que lo hace, mi cabeza es un completo lio en este momento y no puedo creer que en menos de nada tendré que verlo una vez más.

Observo el escritorio y tomo la caja del teléfono, la abro y no puedo evitar sonreír es un juguete increíble, lo enciendo y de inmediato el logotipo del lux aparece como fondo de pantalla, él lo dejo muy claro es un teléfono corporativo, comienzo a revisar las aplicaciones y veo que tiene todas las redes sociales, mas algunas aplicaciones que desconozco totalmente.

Como he perdido mis contactos solo puedo agregar algunos de memoria, así que lo hago de forma mecánica, James, Winter, mi abuela y finalmente dudo si debo agregar el número de Rick, finalmente termino cediendo y lo guardo. Voy a la aplicación de mensajes y les envió un sms masivo a todos con mi nuevo número y explicándoles que es un número corporativo que pronto recuperare mi propio número.

A los pocos minutos Winter responde con muchas caritas y luego de unos instantes lo hace James, solo ha puesto una carita enviándome un beso. Sonrió y comienzo a revisar los contactos, me detengo en cuanto alcanzo la foto de perfil del magnate. Joder, como demonios hace para lucir tan jodidamente sexy con esa cara de pocos amigos.

Sin pensarlo mucho abro la imagen y comienzo a detallarlo, es evidente que ha sido una foto tomada al aire libre y podría jurar que ha sido alguien que se la ha tomado de sorpresa, pero ha quedado hermosa, él es hermoso. Niego con la cabeza y suspiro sabiendo que esto no está bien y que tengo que centrarme.

Si solo llevo un par de días a su alrededor y estoy así no quiero imaginar que ocurrirá cuando tenga una semana, respiro profundo y cuanto lo hago sus labios son lo primero que mi traicionero recuerdo evoca.

Mierda — murmuro en español — lo que me faltaba

En definitiva esto será una locura.


Nota del autoÑ hola, hola, mis queridos gamers, como les va? capitulo largo pero interesante... a cuantos les gusta la relacion de Kai y Lizzy? quiero leer lo que piensan de la historia hasta el momento... un beso enorme les amo....


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