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🎭Capítulo 12 - La familia Metzler🎭


Lizzy White.

La mansión Metzler es una preciosura, no solo por su gran tamaño sino también por la gran cantidad de áreas verdes que tiene, en definitiva uno de ellos debe ser amante de la naturaleza. Ajax estaciona su lujoso deportivo cerca de la entrada de la mansión, desciende con rapidez y rodea el auto para abrir mi puerta, como todo un caballero.

— Gracias — murmuro al bajarme él sonríe ampliamente y me guiña un ojo.

Ajax Fellner es un hombre pícaro, siempre está tratando de coquetear y aunque no he encontrado gran cosa sobre sus relaciones en la web puedo decir que es uno de los solteros más codiciados de Ginebra y con razón, porque aunque no me agrade debo reconocerlo es un hombre increíblemente guapo y sexy.

— por aquí Elizabeth — me guía escaleras arriba hacia el interior de la casa, donde una mujer abre la puerta para él.

Lo saluda con respeto y luego hace una ligera inclinación de cabeza en mi dirección, luego sin más se retira.

— Estoy seguro que será incomodo por un momento, pero los Metzler son una familia muy interesante ya lo veras — me explica con tranquilidad.

Como asumiendo que en cuanto su colega me vea, ardera Troya, cosa que no demora mucho en ocurrir ya que su voz irrumpe en la estancia y mi cuerpo se tensa, al fin, otro titánico encuentro.

— ¿Qué tiene de interesante mi familia? — Ajax vuelve a guiñarme un ojo y se gira para estrechar en un abrazo a su amigo.

— Kai, colega ¿qué tal, donde está la princesita? — el magnate en seguida nota mi presencia y no solo cambia su expresión sino también su postura.

— ¿puedes explicarme que mierda hace ella aquí? — no puedo evitar sonreír al escuchar sus palabras, en serio el tipo es un idiota, es que acaso no conoce la palabra ¿política?

— también es un verdadero gusto verlo de nuevo señor Metzler — suelto con sarcasmo solo por molestarlo un poco más, si cree que con sus groserías va a intimidarme, se equivoca.

— el Sr. Metzler soy yo querida, buenos días — una voz ronca y mucho más profunda que la del magnate hace eco a nuestro alrededor y justo a mi derecha, aparece un hombre mayor.

Lo reconozco de inmediato, el Zorro Metzler, el padre de Kai camina hacia mí con un elegante traje color azul marino, sin corbata y con los primeros botones de la camisa desabrochados. Es un poco mas bajo que su hijo, pero tienen la misma complexión, hombros gruesos y el cabello castaño salteado de algunas canas que le dan un aire interesante. Es un hombre atractivo, si me gustaran os hombres maduros diría que el estaría en mi lista, Winter estaría encantada de meterse en su cama.

— Soy Luther Metzler ¿y esta hermosa joven es? — una de sus manos se extiende en mi dirección pero sus ojos se posan en los de su hijo que continua mirándome con recelo.

— me disculpo sr. Metzler

— Oh no querida, puedes llamarme Luther, mejor continua con lo de señor al cabezota de allá — comenta señalando a su hijo y dejando un beso sobre mi mano, de lo más coqueto el señor.

— Soy Elizabeth White, mucho gusto

— Un placer hermosa — me guiña uno de sus ojos azules y sonríe ampliamente para luego girarse a Ajax y saludarlo — Ajax, bienvenido hace un tiempo que no veía tu trasero por aquí — me ve un instante apenado — me disculpo por mi vocabulario

— No se preocupe, está en su casa

Luther Metzler saluda con afecto a Ajax, e intercambia algunas palabras con él, pero en cuanto posa sus ojos en su hijo estos lo ven con frialdad, sorprendiéndome. De inmediato me fijo en el magnate que luce extremadamente tenso, su mandíbula esta comprimida y sus labios son una línea fina.

Algo pasa entre padre e hijo y es la cosa más interesante que he notado desde que llegue, porque todo lo que se dice sobre ellos en internet, es que tienen una relación increíble y que gran parte del éxito en los negocios del genio tecnológico se debe a la guía de su padre.

— Kai — lo saluda pasando junto a él sin siquiera tocarlo.

— Padre

Vaya no deja de sorprenderme la frialdad con la que se tratan, los miro a ambos antes que el zorro abandone la estancia y vuelvo a fijarme en Kai, que luce realmente enfadado.

— Bien después de este agradable recibiendo, ¿dime donde está tu madre y la princesa? le he traído algo — Ajax rompe por completo con la tensión del momento, ignorando por completo la incomodidad de su amigo y se va dejándonos solos y sin darle tiempo de responder.

El magnate permanece en silencio mirándome fijamente con intensidad, daría cualquier cosa por saber lo que está pensado en este instante, porque aunque sus ojos brillan con rabia, su expresión no me dice mucho.

— ¿Vamos a quedarnos aquí o me invitara a entrar? — pregunto después de unos instantes desafiándonos con la mirada.

Sus ojos se desvían de mí y lo siento como traspasa mi cuerpo detallando mi vestimenta con descaro, me detalla con curiosidad, con demasiada debo reconocerlo y aunque noto repentinamente un ligero cambio en su expresión lo que suelta de su boca es veneno puro.

— No puedo echarte aunque quiera — tan dulce y amable como siempre

Camino pasando junto a él, siguiendo el camino que me ha indicado por donde instantes antes tanto su padre como su amigo salieron.

— supongo que estas aquí buscando ese secreto ¿no? — el tono irónico no me pasa desapercibido y rio

— Usted dijo que no había nada que ocultar, así que considere esto como una visita para agregar contenido interesante al artículo — Alcanzamos una puerta que da a un jardín que me deja con la boca abierta — por dios esto es hermoso — murmuro sin poder contenerme.

Había visto muchísimos jardines en revistas y en películas y este no tiene absolutamente nada que envidiarle a ninguno de esos. En definitiva los Metzler son una familia peculiar.

— Por aquí — continúa guiándome por el camino cubierto de pequeñas piedrecillas de color blanco.

Mi alrededor es una combinación de arbustos de distintos tamaños, adornados con flores de muchos colores y formas, además aquí y allá hay algunos árboles frondosos los cuales dan una sombra increíble, a mi izquierda logro ver una especie de lago y junto a este un enorme y hermoso sauce llorón mese sus ramas en la suave brisa.

Estoy fascinada con lo que me rodea hasta que los gritos de una joven me devuelven a la realidad y la escena que veo delante de mí, no sé exactamente como llamarla, mas no puedo evitar sonreír porque honestamente, la sonrisa que se dibuja en los labios de Ajax es simplemente contagiosa.

— basta Ajax bájame — la chica que gira junto con el ríe y parece divertirse.

— No lo hare, tenía siglos sin verte — responde Ajax divertido.

Cuando la deja en el suelo, ambos parecen estar mareados y de inmediato reconozco otro rostro de los integrantes de la familia Metzler, Ainara, la hermana menor del magnate, se tambalea ligeramente riendo junto a Ajax.

— Si arruinas mi césped tendrás que pagarlo — una severa voz inunda el lugar y finalmente me percato de la elegante mujer que permanece sentada a una hermosa mesa.

Bergoña Metzler, la madre de Kai, está sentada con una taza de café en su mano, contemplando la escena con media sonrisa en los labios, parece disfrutar del momento pero no es razón suficiente como para no reprender a Ajax.

— lo sé, lo se... — Ajax ríe divertido acercándose a la mujer y deja un beso en su mejilla, ella le sonríe con calidez.

Pero el grito que inunda mis oídos luego me deja totalmente fuera de base, no entiendo a qué se refiere hasta que la hermana de Kai, se acerca a mí con una hermosa y enorme sonrisa.

— Ajax tienes novia, ahora entiendo porque se retrasó —tiende su en mi dirección y no sé muy bien que decir o hacer — soy Ainara, la hermana de Kai y por desgracia casi casi hermana de Ajax — el aludido ríe divertido y se acerca a nosotros, con una sonrisa coqueta.

— ya quisiera tener una novia como ella — al llegar a nosotros, observo como la madre de Kai se acerca también a nosotros — ella es Elizabeth White, es periodista, trabaja en la revista Idea y está aquí porque se hará cargo del lanzamiento — explica con simpleza dejándome de una pieza nuevamente, porque esa afirmación es una completa mentira.

Parece que no soy la única sorprendida por sus palabras, porque el magnate a mi lado también luce sorprendido y anonadado, sonrió para mis adentros porque en definitiva Ajax tiende a meter en problemas a su colega.

— oh mucho gusto querida, Bergoña — me extiende su mano la madre de Kai con una amable y dulce sonrisa en los labios.

— Mucho gusto, Sra. Bergoña, un placer — repito el gesto con Ainara que también había extendido su mano hacia mí y por la cantidad de acontecimientos no había logrado estrechar.

— No sabía que iban a manejar el lanzamiento por fuera — comenta Ainara, caminando hacia la mesa, mientras la seguimos.

— Ni yo — agrega la ronca voz de Luther Metzler sorprendiéndome.

No había notado su presencia en la mesa y por lo que logro ver no está muy contento con esto, porque su expresión no solo es fría, sino que también esta fulminando con la mirada a Kai, que se encuentra a mi lado.

— No tienen por qué saberlo — contesta de forma fría sin mirar a nadie en particular tomando asiento, evitando por completo el estar cerca de su padre.

Lo que confirma lo que ya había sospechado, estos dos no se llevan para nada, por lo que acabo de descubrir uno de esos secretos que supuestamente no existen. Sonrió para mis adentro porque tenía razón y este hombre esconde más de un secreto, que estoy segura iré descubriendo, así tenga que aceptar trabajar con ellos.

— por aquí querida, siéntate junto a Kai — me guía la madre del magnate abriendo una silla junto a su hijo — no teníamos idea que Ajax traería una periodista con él, así que me disculpo en nombre de la familia — mira unos instantes a Ajax que está concentrado en otra cosa haciéndose ajeno completamente al comentario.

A los pocos minutos una mujer de elevada edad, llega junto a un grupo de chicas y dejan un plato frente a mí y reorganizan con rapidez la mesa, dejándome bastante impresionada. Mientras Ainara conversa animadamente sobre sus trabajos en Londres.

Escucho con atención su plática animada, con Ajax y su madre, hasta que la voz ronca y baja del magnate me hace mirarlo.

— voy agradecerte que nada de lo que veas u oigas aquí lo publiques — su ronca y sexy voz hace que mi cuerpo se estremezca.

Mi corazón late con fuerza y por alguna extraña razón recuerdo el sueño de la noche anterior, al hombre enmascarado y como sus manos me tocaban. Su penetrante mirada me hace reaccionar y sonrió de lado tratando de ignorar por completo la extraña reacción que ha generado en mí.

— no se preocupe, ya su colega me amenazo, no tiene nada por lo que preocuparse no publicare nada sin su consentimiento — comento con cierta burla porque no resisto la idea de provocarlo — no entiendo que tanto podría ver, que ambos están tan preocupados porque lo comente en el artículo — el magnate toma una respiración profunda, evidentemente está conteniéndose y esto me da gusto.

— Elizabeth cuéntanos ¿Cómo llegaste hasta Idea? — pregunta repentinamente el padre de Kai haciéndome que lo mire, algo sorprendida por el repentino cambio de tema y la interrupción entre la conversación de su hijo y yo.

— Pues mi madre también fue periodista y conocía a Paul, por lo que el no dudo ni un instante en ofrecerme hacer las pasantías allí mientras estudiaba, por lo que poco a poco alcance el lugar que tengo

— ¿hablas de tu madre en pasado? — pregunta una vez más el padre de Kai con cierta curiosidad y mi interior se remueve con pesar.

Hablar de mi madre aunque ya no suele afectarme como antes, es algo que me pesa, pero trato de ignorarlo y reponerme, debo lucir lo más profesional posible y tampoco quiero verme débil delante del magnate, además estas preguntas personales solo le darán material para intimidarme o hacerme sentir menos.

— Si murió hace algunos años en un accidente automovilístico — respondo con calma tratando de sonar lo más tranquila y despreocupadamente posible.

— Oh cariño lo siento mucho — agrega de inmediato la sra. Bergoña con un tono de pena en la voz que me incomoda un poco.

— Gracias

— ¿entonces estas aquí para entrevistarnos como familia o para ver como Kai se desenvuelve entre nosotros? — una vez más es el padre de Kai quien hace la pregunta, advirtiéndome del posible ataque encontrar de su hijo.

— Elizabeth está aquí para compartir un poco y ver de primera mano cómo es la vida de Kai — Ajax es quien responde por mí, haciendo que Luther ría suavemente y mire con burla a su hijo.

— ¿Qué no fuiste tú quien lo llamo idiota en la rueda de prensa? — la pregunta no solo me toma completamente por sorpresa sino también el tono burlón con que la hace.

No entiendo que pretende con traer a colación el suceso pero es claro que está haciendo todo lo que está en su poder por molestar al magnate. Ciento como mis mejillas se tornan ligeramente sonrosadas porque al parecer es algo que difícilmente se olvidara y pensándolo bien creo que me ha dado una imagen un tanto agresiva, cosa que no quería causar.

>> Oh no, no te preocupes —agregar rápidamente ante mi reacción y continua — solo dijiste una gran verdad y así como tú tienes curiosidad yo también — desvía sus penetrantes ojos hacia su hijo que permanece rígido y con expresión asesina.

— Luther — el tono mordaz en la voz de la madre del magnate me asombra, es una clara advertencia a su marido, que este ignora olímpicamente.

— No, Bergoña es algo que creo que todos estamos muy interesados en saber — la tensión en el ambiente cada vez es mayor, la incomodidad en Kai es obvia y todos están a la expectativa, esperando alguna reacción del magnate.

Que parece resistir sus impulsos de mandar a la mierda a su padre y echarme a patadas de su casa, si este era una especie de reencuentro con su hermana, creo que mi presencia acaba de arruinarlo bastante, cosa que ahora me avergüenza, era un momento intimo que acabo de echar a perder.

El duelo de miradas que persiste entre ambos empresarios, padre e hijo, me incomoda y creo que es momento de actuar y hacer algo al respecto a fin de cuentas fue mi culpa y aunque Ajax haya sido el de la idea es claro que no calculo los daños colaterales de todo esto.

— Discúlpeme sr. Metzler

— Luther querida — me corrige con voz melosa haciendo que todos en la mesa lo observen sorprendidos.

— Sí, fui yo quien lo llamo idiota en esa rueda de prensa — la sonrisa y expresión burlona en el rostro del hombre es totalmente clara, no intenta disimularlo de hecho parece estar disfrutando de esto.

Mientras el resto solo permanece con la vista fija en el hombre a mi lado, que emite un aura tensa y fría, está más que claro que quiere asesinar a su padre por provocar todo esto y delante de una periodista que no solo lo ha insultado en público sino que también ha dejado claro que no se fie de él y su proyecto.

>> Y aunque ciertamente tengo mis dudas respecto a las intenciones de su hijo con todo lo referente al proyecto, estoy aquí para llevar acabo mi trabajo y saber la verdad — hago una pausa buscando los ojos del magnate para hacerle saber de alguna forma que no era mi intención real causar todo esto, porque venga aunque quiera saber las verdades que oculta, no me gusta pasar por encima de las personas.

Nuestras miradas se encuentran y nuevamente esa extraña sensación se apodera de mi cuerpo, no entiendo que está pasando pero un nuevo flashazo del sueño invade mi cabeza, pero lo ignoro, no es momento para pensar en eso.

— Si es que hay alguna verdad oculta en todo esto claro está — la risa fría del señor Luther rompe con el momento que hemos creado el magnate y yo.

— Oh claro que la hay, debe haberla — hace una pausa dramática, haciendo que todos las miradas se posen sobre el — con Kai siempre hay verdades ocultas

Ese comentario está cargado de malas intenciones, puedo notarlo con solo ver el brillo malicioso en los ojos del empresario, gracias a la experiencia que tengo, se me ha hecho bastante fácil leer ciertas personas y creo que leer las malas intenciones es algo que hago muy bien.

Luther permanece relajado pero su expresión burlona y esa sonrisa maliciosa causa el efecto deseado, el magnate a mi lado explota, elevando el tono de voz.

— Padre ya basta —se pone en pie de golpe y me observa con aprensión — ¿podrías acompañarme un momento? — toma el borde de mi silla la gira un poco para darme espacio para salir.

No dudo un instante en ponerme en pie, al mismo tiempo Ajax me imita pero el magnate lo fulmina con la mirada y le espeta claramente cabreado con su amigo.

— Tú te quedas aquí — Ajax eleva sus cejas y levanta sus brazos en el aire, rindiéndose, mientras el padre de Kai ríe divertido con la situación

— No vayas a ser grosero con ella — me guiña un ojo con complicidad, haciendo aún más incómodo el momento — es muy hermosa como para estar soportando idiotas como tú — pero un fuerte golpe no lo deja continuar.

La expresión severa y molesta de Bergoña hace que el señor Metzler la observe divertido, aunque ella luce realmente molesta el hombre parece imperturbable.

— Luther Metzler es suficiente — el aludido la ve con frialdad y continua comiendo, pero muy contento y complacido con la reacción que ha ocasionado en su hijo — lo siento cariño — se disculpa la mujer mirando a su hijo y mirando de refilón a su marido.

— Vamos — me ordena con irritación Kai echando a andar de regreso a la mansión.

Ambos permanecemos en silencio, lo sigo un par de pasos atrás, y aprovecho para detallarlo una vez más, Kai Metzler es alto, muy alto tanto que podría sobrepasarme por un par de cabezas y uso tacones. Su ancha espalda me cubriría por completo de estar delante de él, su cabello negro se ve sedoso y brillante, impecablemente despeinado, como si solo hubiese usado sus manos para hacerlo.

El magnate me guía a través de un par de pasillos por la enorme mansión que deslumbra lujo y riqueza, los Metzler no se limitan a dejar en claro que son personas pudientes en el exterior, el interior es tan hermoso como el exterior, todo reluce y realza.

Kai se detiene delante de una puerta de madera que brilla, la abre y me indica que entre.

— Pasa

Le obedezco caminando hacia la mitad de la estancia que es un estudio, todo en madera de tono oscuro, sobrio y señorial, un enorme escritorio de madera se encuentra en medio de la habitación, Kai pasa junto a mí y se ubica del otro lado del mismo. Sus ojos se encuentran con los míos y una vez más esa sensación extraña invade mi cuerpo. Un escalofrió me recorre otra vez y sin poder evitarlo pienso una vez más en el enmascarado.

No entiendo porque asocio a Kai con ese hombre, pero algo en él, en su figura imponente me hace recordarlo, quizás solo se deba a la confianza con la que anda y actúa, lo que me recuerda a él, no lo sé, pero es raro. Decidida a romper con el momento, cuestiono.

— ¿Puedo saber que sucede? — pregunto despreocupadamente elevando una de mis cejas.

— ¿A qué estás jugando? — Suelta con cierta brusquedad — ¿Qué haces aquí? — ¿en serio está haciéndome esas preguntas? Acaso no se dio cuenta que su colega fue quien lo metió en esto y su papa lo complico aún más.

— creo que fui muy clara en la mesa cuando le respondí a su padre

— Por favor — me interrumpe algo frustrado — ¿fue tu idea o de Ajax? — conoce muy bien la respuesta a su pregunta, pero se hace el tonto cosa que me irrita.

Acorto la distancia que me separa del escritorio y dejo mi bolso sobre la superficie, coloco mis manos a los costados de este y lo veo con seriedad, no sé qué se trae pero evidentemente cree que puede manipularme o doblegarme cosa que no voy a dejarle hacer.

— ¿Por qué tan preocupado sr. Metzler? — Cuestiono con voz dulce haciendo que su cuerpo se tense y sus ojos se achiquen — ¿acaso en realidad le preocupa que diga cosas sobre usted que nadie sabe?

— Ya te he dicho que nada de lo que has visto aquí, puede ser publicado — me espeta con voz cortante.

Rio con suficiencia porque es muy sencillo molestarlo y dejarlo en evidencia, está más que claro que mi presencia aquí no solo es incomoda también es un peligro para el, así que en definitiva, hacer esto es lo correcto. Humedezco mis labios, haciendo que sus ojos se fijen en ellos, repentinamente un calor invade mi cuerpo.

Sus ojos me ven esta vez con intensidad como si fuera primera vez que me detalla, su mirada calienta mi cuerpo y este comienza a reaccionar de manera inesperada, una ligera corriente eléctrica se desprende de mi entrepierna hacia el resto de mi cuerpo.

¿Mierda que es lo que me pasa? desde el viernes cualquier cosa la asocio con sexo y provoca una reacción en mi cuerpo, fue una locura haber ido a ese club. Evito que mis pensamientos sigan ese hilo y se vayan por lugares que seguramente me harán pasar alguna vergüenza y respondo con rapidez.

— No se preocupe ya le he dicho que no publicare nada sin su consentimiento, pero me intriga todo este hermetismo — sus ojos siguen fijos en mis labios cosa que por alguna razón me gusta e inevitablemente rio.

La reacción en él es inmediata, desvía sus ojos hacia mis ojos y su curiosa reacción desaparece para ser reemplazada por una fría y molesta.

— Escucha Elizabeth, no sé en qué momento aceptaste el contrato — escuchar mi nombre en su ronca voz me recuerda una vez más el sueño de la tarde anterior lo que causa que mi entrepierna se humedezca y me maldigo por ser tan jodidamente receptiva — pero este tiene clausulas, si llegas a romper alguna de ellas — debo detener esta conversación y alejarme de este hombre, está causando cosas extrañas en mi cuerpo.

— primero no se olvide de los formalismos — lo interrumpo — no queremos que piensen que es un confianzudo o puedo tratarlo de la misma manera Kai — hago énfasis en su nombre causando que sus labios se frunzan en una línea y luego uno de ellos se pierda entre sus dientes durante un breve instante.

Cosa que lo hace lucir jodidamente sexy, mierda ¿por qué tiene que ser tan atractivo y atrayente?

>> segundo, no he aceptado ningún contrato, ni siquiera me he tomado la molestia de leerlo — me sincero — y tercero fue idea de su colega el traerme aquí, que no tenga control sobre su personal de confianza no es mi culpa — no logro terminar mi punto porque un par de golpes en la puerta me interrumpen.

De inmediato esta se abre dando paso a Ajax, que entra muy campante con un vaso en la mano y expresión tranquila.

— no quiero interrumpir, pero me parece que debo hacerlo Kai, fue mi idea traerla aquí — camina sin dejar de ver a su colega y se coloca a mi lado — así que si estas discutiendo con ella por esa razón, creo que deberías tener esa conversación conmigo — es todo seriedad, pero me molesta que llegue creyendo que tiene que defenderme del idiota que tiene como amigo.

— Ajax no necesito que me defiendas

— Nadie lo está haciendo solo estoy aceptando mi error — responde encogiéndose de hombros — pero vean esto como una oportunidad para que se conozcan un poco mejor — le dirige una mirada condescendiente a su amigo y continua — tu mejor que nadie sabe que esto es importante — luego se gira y me sonríe ampliamente — y esta es una oportunidad inigualable para una periodista como tu esto sin duda es uno de esos momentos en que todos salimos beneficiados

— Ajax por favor retírate — le pide Kai sin darme un momento para responder

— Estaré afuera si necesitan algo — hace una pausa y mira con complicidad a su colega — tengo una copia del contrato por si ambos deciden firmarlo — se gira y sale del estudio sin mirarnos dejándome atónita por su comentario.

— Su colega está muy seguro que firmare ese contrato — agrega Elizabeth con tono serio

— Puede que lo esté... — comenta como cayendo en cuanta de algo que hasta ahora no había considerado.

Kai permanece serio unos segundos meditando alguna cosa, que escapa completamente de mi entendimiento y conocimiento, por lo que hago lo propio y permanezco en silencio. Esta vez tiene que ser el quien de el siguiente paso, he dejado muy en claro lo que quiero y pretendo con esta visita.

Pero no pasare por encima de ninguno de ellos, si no me quiere aquí, debo irme y continuar mi investigación desde otra perspectiva y por otros medios.

— ¿tregua? — pregunta en tono serio, tomándome por sorpresa, no reaccionó de inmediato por lo que el continua — démonos una oportunidad, a ambos nos conviene esto — suspiro porque tiene razón aunque no quiera dársela.

Observo la mano que me tiende por un par de segundos antes de tomarla, en cuanto mi piel entra en contacto con la suya, un corrientaso eléctrico estremece todo mi interior sorprendiéndome, mi corazón late desbocado y mi garganta se seca ligeramente.

Es una sensación extraña, más no desagradable pero que me toma completamente desprevenida por lo que me apresuro por liberar su mano y sonrió tratando de evitar que note mi consternación.

— Está bien, tregua

Sus labios se curvan en una sonrisa pícara después de liberar su mano y no entiendo que me estoy perdiendo, pero debo decirlo, debería sonreír más seguido y mucho mas así, Dios se ve perfecto.

— De acuerdo, entonces me disculpo por el comportamiento de mi padre, no tenemos la mejor de las relaciones — me explica de inmediato y rio, vaya que se sobre malas relaciones con padres.

— no se preocupe, lo entiendo perfectamente — Kai niega con su cabeza al escucharme, confundiéndome un poco

— Si vamos hacer esto, sin formalismos hoy solo seré Kai y tu Elizabeth — esto no me lo esperaba pero sonrió un poco más relajada.

Que baje sus murallas y trate de llevarse bien conmigo es una buena señal, quizás no es tan idiota después de todo.

— está bien, ¿podríamos regresar ya o tienes alguna otra cosa de la que hablar conmigo? — indago tratando de volver al trabajo.

— Podemos, pero estoy seguro que tienes preguntas que hacerme — señala el sillón detrás de mí y sin poder evitarlo rio, está haciendo esto demasiado fácil.

— siempre hay preguntas que hacer, solo que no estoy segura si está dispuesta a responderlas y más aún si no tiene aquí a su grupete

— No te preocupes por Ajax o el resto, adelante pregunta — su respuesta me parece completamente sincera, pero estoy segura que no querrá hablarme de lo que yo deseo conversar.

Así que mientras proceso un poco que preguntas voy a formular en este momento, saco mi grabadora y la acomodo entre mis manos, con una estupenda idea, quizás no responda de forma directa lo que quiero saber, pero podría abordarlo desde otro punto.

— Quiero saber quién es Kai Metzler, no el genio detrás de los adelantos más importantes en el área tecnológica, no el empresario que ha acumulado millones y millones de dólares a su corta edad — sonrió porque sus ojos me ven llenos de curiosidad y algo más que no se descifrar — el hombre detrás de todo eso, ¿Cómo te definirías?

Permanece en silencio analizando mi pregunta, puede responder de muchas formas, pero cualquiera de ellas va a indicarme algo y ese algo es lo que necesito para continuar. Sus ojos siguen fijos en los míos, desafiándome, analizándome y podría jurar que detallándome.

— Soy un hombre simple — comenta luego de unos segundos, restándole importancia cosa que me hace gracia.

Este hombre es cualquier cosa menos simple, nadie con su cerebro lo seria y mucho menos con sus actitudes, este hombre es un caos de aspectos sumamente curiosos. Rio porque en serio no pensé que usaría esa palabra, había pensado en algo mucho más complejo, pero en definitiva para la palabra simple no lo define ni le hace justicia.

— dudo que simple sea la mejor palabra para definirse pero ¿solo dirás eso?

— estas aquí, ¿Por qué mejor no lo averiguas por ti misma? — me suelta inmediatamente en cuanto termino la pregunta, inclinándose hacia el frente.

Todo en el en este instante se me hace jodidamente tentador, el tono ronco de su voz, sus ojos color miel mirándome con intensidad, joder, mi corazón una vez más comienza a latir con rapidez, mi entrepierna por alguna razón se calienta y me maldigo en silencio por esta maldita calentura que me acompaña desde el viernes.

— ¿está retándome señor Metzler? — la pregunta sale de mis labios sin que pueda procesarla, incluso el tono pícaro e insinuante que utilizo me sorprende.

— no, le estoy haciendo una invitación, creo que los hechos dicen más que mil palabras — su respuesta es clara, directa y me deja con ganas de saber más.

Pero he perdido por completo el hilo y la concentración para hacer esto, este hombre con su jodida actitud ha despertado el mismo morbo que sentí en el club y no tengo idea de cuál es la puta razón, pero esto comienza a ser molesto.

Apago la grabadora bajo su intenso escrutinio y esos ojos que se han oscurecido algunos tonos, no sé en qué demonios está pensando pero puedo jurar que no son números, ni obras de caridad, esos ojos brillan llenos de deseo. Y un deseo que no comprendo de donde rayos ha salido.

— aceptare firmar el contrato pero con una condición — sentencio tratando de romper la tensión creada por ambos.

— No estás en posición de condicionarnos Elizabeth — me gusta cómo suena mi nombre en sus labios.

Mierda, ¿Qué demonios me pasa hoy?

— ciertamente, pero sé que las aceptaran ambos, sé que están deseosos por tenerme en su equipo solo para poder controlar mis pasos y la información que manejo —humedezco mis labios y sonrió, esto se está poniendo interesante— quiero acceso a todo el material referente al proyecto, sin ningún tipo de restricción y así luego ustedes veten la información a publicar —sus cejas se elevan al escuchar mis exigencias y sonríe, jodida sonrisa.

— de acuerdo, ¿algo más? — que acepte solo confirma lo obvio, me quieren controlada.

— Me dejara conocerlo a usted y su equipo — muerdo mis labios controlando la sonrisa pícara que estaba por escaparse.

— No entiendo — su ceño se frunce y hace que sus rasgos se vean duros pero increíblemente hermosos.

— si me quieren aquí, quiero conocerlos a todos, saber cómo viven, que hacen y todas esas banalidades de la vida cotidiana de un genio tecnológico y su maravilloso y eficiente equipo — su mirada se vuelve más oscura y por un instante atisbo a ver un momento de duda.

— ¿es decir que te convertirás en nuestra sombra? — rio y niego con mi cabeza, sé que está analizando los pros y los contras de permitirme eso.

— no voy a ser su sombra, solo hare mi trabajo, no se preocupe soy muy profesional — trato de explicarme lo mejor posible, aunque se, que mis intenciones están mas que claras.

Su ceño permanece fruncido, mientras me estudia con sus ojos, si tuviera la capacidad de escuchar lo que ocurre en su cerebro podría jurar como este hace funcionar sus engranes generando un sinfín de posibilidades y variables, así funciona la mente de un genio, nada pasa por simple casualidad, todo tiene una causa y un efecto.

Y estoy segura que Kai Metzler como muchos de los más grandes científicos y genios de la historia, funciona como ellos. Después de unos segundos respira profundo, toma su teléfono y comienza a teclear algo en él. Luego vuelve a fijar sus ojos en mí, un escalofrió recorre mi espalda cuando esos orbes mieles me ven con tanta intensidad.

Daría lo que fuera por saber qué demonios está pensando en este instante, para que este contemplándome de esta manera. No digo nada, es un momento de análisis, ambos estamos en plan de medirnos y aunque rara vez me he topado con personas como el magnate, estoy disfrutando de esto, no solo porque me parecen interesante sus actitudes, sino porque estoy segura que hay algo verdaderamente grande detrás de este hombre.

La puerta del estudio se abre repentinamente dando paso a Ajax que nos comenta con tranquila a ambos.

— Bien, que bueno que hayan hecho las paces, esto será beneficioso para todos

El magnate se pone en pie en cuanto su colega entra a la estancia y se dirige hacia una ventana, no aparto los ojos de él, porque sencillamente no me es posible hacerlo, algo en el me obliga a seguirlo. Su espalda forrada en la tela del traje que lleva se ciñe a ella marcando delicadamente su muy trabajado cuerpo.

Me pregunto cómo se verá el genio tecnológico sin camisa, Dios, una vez más mi cabeza divaga en aspectos poco importantes. Me reprendo tratando de devolverle seriedad al asunto.

— ¿podemos confiar en ti? — su pregunta aunque me toma por sorpresa, esperaba que la hiciera en algún momento.

No respondo de inmediato porque sus ojos me detallan con atención y por unos segundos me pierdo en ellos.

— ¿y yo puedo confiar en ustedes?

— si haces tu trabajo y cumples con lo escrito en el contrato nadie saldrá perjudicado —responde Ajax a mi lado, recordándome su presencia y sus palabras suenan tanto como una amenaza que no logro disimular mi incredulidad — debes tener en cuenta linda que somos un monstruo en la actualidad y tú solo una periodista con muy buen olfato para las noticias — está siendo demasiado claro, si abro la boca y digo cosas que no debo estaré en problemas.

Me remuevo incomoda en mi asiento, porque definitivamente noto cierto peligro en esto y como él lo ha dicho mi buen olfato me dice que estoy en el lugar adecuado, pero debo irme con cuidado, al menos si no quiero meterme en problemas como ellos.

— insisto no sé porque tanto temor y hermetismo, si solo soy una simple periodista — trato de restarle importancia a su clara amenaza y que esta no me afecta en lo más mínimo — mientras ustedes cumplan con su palabra yo cumpliré con la mía, pueden confiar en mi — me expreso con total honestidad, porque aunque descubra muchas cosas sobre ellos si eso pone en riesgo alguna cosa en mi vida, no merece la pena.

Amenos que sea algo verdaderamente grande y turbio que pueda afectar la vida de muchos y no solo la mía, pero no creo que haya algo tan caótico y desastroso en esto.

— Genial, entonces aquí tienes Lizzy — dice con total confianza Ajax a mi lado y me exaspera que se tome esas libertadas, por lo que lo fulmino con la mirada — lo lamento, pero si nos pides confianza lo mínimo que espero es que también nos la brindes — pongo mis ojos en blanco porque no tiene caso, este hombre no me dejara en paz.

Tomo el bolígrafo y las hojas que el empresario me tiende, mientras lo veo mal, en serio si no fuera tan arrogante seria todo un bombón.

Fijo mis ojos en el contrato y comienzo a leerlo, para mi sorpresa tiene todos mis datos incluyendo número de seguro social y mis números de cuentas bancarias, donde en teoría se depositaria el dinero que van a pagarme. Que para mí absoluta sorpresa es dos veces mi sueldo actual. No me impresiona en lo más mínimo ya que una de las cosas que caracteriza al magnate es que tiene sueldos muy bien remunerados y sus empleados siempre están muy contentos con trabajar para él.

Mientras me paseo por la estancia leyendo el dichoso contrato, siento que los ojos del magnate me siguen constantemente, cosa que hasta cierto punto me pone algo nerviosa. Caminar mientras leo información es algo que suelo hacer, llamémoslo una mala costumbre de periodista.

Ajax esta junto a él y los escucho murmurando cosas, mas no logro comprender de que van y la verdad en este instante me importa poco, porque lo que dice el contrato tiene mi total atención.

Según el contrato, tengo acceso a casi cualquier cosa que esté relacionado con el proyecto, desde eventos, como cenas y reuniones con el equipo, por lo que básicamente me necesitan en el Lux casi que diariamente, cosa que me hace consciente que desde el momento en que firme tendré que convivir con ellos prácticamente a diario.

Mordisqueo la parte de atrás del bolígrafo nerviosamente, porque no estoy muy segura si mi temperamento soportara los malos modos del magnate y los constantes coqueteos del colega.

— ¿QUÉ? — su gruesa voz inunda el estudio haciendo que me gire para verlos.

Kai luce realmente molesto, pero por el contrario su colega parece disfrutar de su molestia, ambos me observan un instante y como ambos continúan con su plática en murmullos regreso a lo mío.

Las últimas dos hojas son un montón de mierda sobre lo que puedo y no puedo hacer mientras trabajo para ellos y digo mierda porque están hasta condicionando mi forma de vestir.

— ¿es una broma verdad? — pregunto ya un poco harta de este montón de absurdas ideas

— ¿Qué linda?

— ¿Van a condicionar incluso con quien iré a los eventos? — Ajax me ve con una enorme sonrisa y un brillo juguetón en los ojos, esto tiene que ser idea de él.

— y también viajaras con nosotros, considéralo todo parte del trabajo — los observo incrédula, porque esto es el colmo.

— Con cada cosa que leo de este... — me detengo meditando lo que voy a decir, porque si me dejo llevar terminaremos discutiendo como las veces anteriores y si quiero esto, debo contenerme y llenarme de mucha paciencia... mucha — en serio deben de tener algo muy turbio para hacer esto — murmuro más para mí que para ellos, porque en serio no entiendo porque tanto control.

— no hay nada turbio hermosa, solo nos aseguramos que todos podamos hacer nuestro trabajo sin contratiempos, además en un proyecto como este tenemos que cuidarnos las espaldas siempre — Ajax se acerca a mí y toma el bolígrafo que esta entre mis dedos junto con las hojas del contrato mientras sonríe.

Las apoya en el escritorio y me invita a firmar con la mirada, para luego agregar en tono divertido.

— Ten, te aseguro que será un excitante viaje — el bufido del magnate hace que la sonrisa de su colega se ensanche y mi incomodidad crezca.

— Los espero abajo — dice casi entre dientes, mientras camina hacia la puerta pero lo detengo

— Kai

— ¿si? — su voz suena segura, pero cuerpo esta tenso.

— espero ninguno de los dos nos arrepintamos de esto — suelto las palabras que llevan haciendo ruido en mi cabeza, porque si de algo me he sentido muy orgullosa siempre es de mi sexto sentido y este me advierte que algo no está bien en todo esto.

— lo mismo digo señorita White — y sin más deja el estudio dejándome a solas con su colega.

Desvió los ojos de la puerta una vez esta se cierra y me centro en el hombre que está delante de mí, sus ojos azules brillan con intensidad, y esa sonrisa que rara vez veo desaparecer de su perfecto rostro, me encanta por unos instantes, aunque son sus ojos lo que me tiene realmente embobada, mierda son hermosos. Respiro profundo y tomo el bolígrafo una vez más para firmar el bendito contrato.

— Puedo asegurarte que será una experiencia increíble — comenta Ajax en el mismo tono divertido cuando me inclino hacia el frente y estoy por firmar.

— ¿Por qué tan seguro? — me enderezo sin firmar aun y lo observo.

Ajax está a un par de pasos de distancia y me mira divertido, con una sonrisa traviesa en los labios, para el todo esto es una especie de juego, como si esto realmente lo divirtiera. Da un paso hacia mi invadiendo mi espacio personal pero no me muevo, si intenta ponerme nerviosa no se lo pondré tan fácil.

— Porque me asegurare de que así sea — murmura con voz ronca sin apartar sus ojos de los míos haciendo que mi cuerpo se tense con su comentario que me da a entender muchas cosas.

— ¿y que harás? Porque con tu colega se me hace bastante difícil congeniar — trato de moverme, de no hacerle saber que su cercanía me altera un poco.

— por Kai no te preocupes — murmura elevando su mano hacia mi rostro y apartando una hebra de cabello detrás de mi oreja, sus manos apenas y rosan mi mejilla — una vez te conozca un poco más y dejes de patear sus cojones seguramente se lleven de maravillas — rio divertida por su comentario.

Es obvio que él es más molesto que yo, él sonríe ampliamente y se acerca un poco más a mí

— ¿firmaras entonces o tendré que inventarme otra forma de convencerte? — el tono sugerente en su voz, eriza mi piel y no puedo evitar pensar en la noche del viernes.

Joder, esto está mal, esto está muy mal, mis ojos se desvían hacia sus labios y los detallo, ese tono rosa que los dibuja y define, en ese momento los humedece y su sonrisa se ensancha. Joder necesito reaccionar pronto.

— Se me está haciendo muy complicado resistirme Elizabeth — murmura haciendo que de un respingo porque su voz ahora está cargada de excitación.

— ¿me permites el baño? — lo corto dando un paso atrás.

Debo cortar con esto sino este hombre terminara haciendo algo estúpido y yo también, su sonrisa se borra y suspira.

— Tercera puerta a la derecha — me indica la salida y asiento, cuando estoy por girarme lo veo pasar una de sus manos por su cabello despeinado y la otra se dirige hacia su entrepierna.

Joder, ¿en serio tiene una puta erección en este momento? Salgo disparada del estudio con el corazón a mil y nerviosa porque no sé qué paso, pero Ajax definitivamente quiere estar conmigo y es algo que no va a pasar ni en un millón de años, por más jodidamente sexy y guapo que sea.

Mientras camino con prisas hasta la puerta que asumo es el baño, no paro de pensar la noche del viernes y lo que vi en el club.

¿Por qué todo tengo que relacionarlo ahora con sexo? Pienso

Intento abrirla pero esta cede y me voy con ella, pierdo el equilibrio y choco contra algo duro y cálido

Unos brazos fuertes y robustos rodean mi cuerpo de inmediato impidiendo que caiga, la sensación es inmediata, la reacción en mi cuerpo es involuntaria, el calor que me recorre me descompone totalmente, dios, necesito follar no puedo seguir así.

Elevo mis ojos para disculparme con quien sea que haya tropezado, pero en cuanto me percato que los brazos que rodean mi cintura con fuerza y posesión son los del magnate no solo quedo a cuadros, la excitación se hace aún mayor. Su perfume que ya había logrado percibir antes me embriaga haciéndome perder un poco el hilo de mis pensamientos.

— Lo siento — murmuro

Su agarre se afloja lentamente como si no deseara soltarme, nuestras miradas están fijas el uno en el otro, no logro interpretar la forma en que me ve, pero por alguna razón mi cuerpo se siente cómodo, seguro y muy excitado entre sus brazos.

Intento decir algo pero estoy tan impactada y perdida en esos ojos color miel que me miran con demasiada intensidad que no logro pronunciar palabra alguna, aclaro mi garganta y desplazo mis manos hasta su pecho. Mierda sobre la tela puedo percibir sus pectorales y debo decirlo debe pasar horas en el gimnasio porque puedo sentir lo duro que esta.

En cuestión de segundos su cuerpo se pone rígido y su mandíbula se aprieta ligeramente, sus labios se tuercen en una sonrisa traviesa y con voz ronca es el quien rompe el silencio

— ¿Se te perdió algo? — joder, no puedo aparatar los ojos de los suyos y además ese puto tono de voz acaba de hacerme tener tres orgasmos.

El deseo reprimido que llevo tratando no solo de ocultar sino también de negarme a mí misma desde el viernes, se hace presente con fuerza, mi corazón late desbocado y por impulso muerdo mis labios conteniendo las ganas de acortar la distancia que nos separa y probar sus labios.

— Buscaba el baño — murmuro tratando de sonar segura y tranquila, pero fallo terriblemente.

— Es la puerta de al lado — sus manos me liberan lentamente, no sin antes presionarme un poco contra sí, acto que creo hace inconscientemente porque lo que percibo me deja más nerviosa aun.

Su endurecida entrepierna rosa mi pelvis anunciando que el pequeño momento ha causado quizás la misma reacción en el que en mí, no lo sé pero mi cuerpo más agitado de lo que estaba me hace retroceder un par de pasos con torpeza, asiento sin poder articular palabra y continuo hasta la puerta de al lado la abro y cierro tras de mi sin siquiera volver a verlo.

La vergüenza me empaña los sentidos, porque no sé si lo ha hecho apropósito o no ha notado lo que paso, cierro mis ojos y respiro profundo tratando de normalizar mi respiración. Primero Ajax ahora Kai, ¿qué es lo que tienen estos dos además de ser jodidamente sexys y guapos que me han puesto como un tren?

Después de algunos minutos en el baño tranquilizando mi pulso y mi calentura, salgo del baño y me encamino una vez más hacia el estudio, meditando lo que acaba de pasar con ambos. Para cuando abro la puerta, Ajax se encuentra riendo hablando al teléfono, cuando me observa me guiña uno de sus lindos ojos y sonríe.

Yo paso sin decir nada, tomo el bolígrafo y antes de apoyarlo sobre la hoja dudo un instante, respiro profundo, cierro los ojos y firmo, Dejo el bolígrafo una vez más sobre el documento y me giro para contemplar a Ajax que solo me observa con diversión.

— Has tomado la decisión adecuada — sus manos están dentro de sus bolsillo camina con ese porte tranquilo hasta mí y sonríe ampliamente — vamos entonces, tienes un trabajo muy interesante el día de hoy — comenta divertido colocando su mano en mi espalda baja invitándome a seguir delante de él.

Espero no haber tomado la decisión equivocada y esto termine siendo la oportunidad de la que habla Ajax

Nota del autor: hola mis gamers como les va? este capitulo estuvo lleno de mas tension pero ya habido acercamiento entre los protas... y ese Ajax dios, es tan picaro y provocador y como no caer? si es divino... En fin que creen que pasara ahora? solo comentare que el proximo capitulo estara subidito de tono. besos gracias por leernos y el apoyo, los amo!

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