🎭Capítulo 118 - Las acciones caen🎭
Luther Metzler.
Todo en mi vida había sido perfecto, mi trabajo en la corporación, mis hijos con excelentes notas y un rendimiento excepcional. Una esposa maravillosa que estaba dispuesta a darlo todo por mí y nuestra familia. Todo había sido muy perfecto hasta que Kai empezó a destacar cada vez más. Desde muy niño fue un pequeño genio y no podía sentirme más orgulloso de él.
Hasta que decidió con sus amiguitos empezar a hacer dinero por su cuenta. ¿Con que maldito fin? No lo sé, porque el hijo de puta lo tenía todo y cuando quería algo solo tenía que ir por él. Porque así los había criado, tanto el cómo Aina estaban acostumbrados a los lujos y a tenerlo todo.
Estaba orgulloso de su empeño por ser alguien, por resaltar por sí mismo. Pero como todo joven impulsivo y arrogante creyó que hacer las cosas a mis espaldas le daría eso que tanto buscaban. Sin duda alguna el trio era y es un equipo perfecto. Volker tiene la capacidad analítica que todo estratega de guerra tiene, Ajax es elocuente y encantador y finalmente mi hijo...
Kai tenía todo lo que los otros dos y a ello se le suma esa increíble inteligencia. Pero como todos, cometió el error de empezar a crear por su cuenta, se hizo un nombre entre sus compañeros de la universidad y poco a poco este fue saliendo del campus expandiéndose. Cuando descubrí que Kai hacia trabajos sucios en su tiempo libre lo deje estar.
Investigar personas, hackear cuentas bancarias, cubrir rastros de fraudes cibernéticos. Toda una serie de delitos relacionados a la tecnología. ¿Qué lo llevo hacer todas estas estupideces? No tengo idea, Kai jamás fue un chico rebelde hasta que entro en la universidad y se dio cuenta del alcance que podría tener.
Por un lado pasaba el tiempo desarrollando sus increíbles proyectos. Por el otro bajo mesa estaba metiéndose en cosas turbias. Cosas que supe al poco tiempo que incursionara en ellas. Como padre me sentí ligeramente decepcionado de él, pero nunca se lo hice saber. Como empresario lo admire por sus ansias de poder, control y sobre todo por esa imperiosa búsqueda de dinero.
Los tres estaban metiéndose en cosas complicadas y sin embargo nunca les detuve. Hasta que me di cuenta que era demasiado tarde y ya habían caído en la mira de una organización criminal que se dedicaba a captar pequeños genios y unirlos a ellos. En ese momento debí intervenir y hacer algo por sacarlos de allí, pero decidí aguardar y ver hasta donde era capaz de llegar por lo que deseaba.
Y obviamente como el digno Metzler que es no se rindió y siguió adelante. Hasta que todo termino por explotarle e la cara y termino hundido en la mierda. Salve a mi hijo y a sus amigos no solo de una muerte segura sino también de un destino complicado y mucho más tortuoso que la misma muerte. Después de eso sabía que su confianza y su moral estarían por el suelo y aprovecharía eso para fusionar su mente con mi sagacidad en los negocios.
La corporación sería la más grande e impresionante que alguna vez se hubiese creado. Una unión como la nuestra seria perfecta. No solo por el sino también por sus amigos y así lo fuimos cerca de tres años fuimos la corporación más importante en Europa con proyectos que abarcaban desde energía sustentable hasta prototipos de autos futuristas.
Alimente su confianza y lo guie nuevamente hacia el camino que no debía perder. Durante ese tiempo amasamos una fortuna. Hasta que su cabeza comenzó a jugar en su contra y empezó a desear hacer algo más, algo más grande y con ellos empezaron los conflictos.
La culpa empezó a manejar su cabeza y empaño todas las buenas ideas que podían surgir mutándolas a un concepto de ayuda que si bien seria funcional y beneficioso para la corporación se resumía a ayudar a otras de forma gratuita. Una forma de enmendar su equivocación. Una que no habría cometido si no hubiese buscado ser grande por su cuenta.
Hoy recordando todas estas cosas, no paro de preguntarme que hubiese pasado si lo hubiese detenido justo cuando los descubrí haciendo estupideces. Respiro profundo al ver los números en la pantalla del ordenador, las acciones han caído en picada en los últimos meses. No solo porque la mayoría de nuestros inversionistas y socios se han interesado mucho más en la vida de mi hijo gracias al anuncio de su matrimonio con la jodida periodista sino que también la unión entre Volker y Aina los posiciono en una fusión perfecta para el éxito.
Si antes todo el mundo estaba atento a lo que hiciera el triángulo perfecto, ahora con el cuadro completo eran mejor opción que una corporación que tenía proyectos prometedores pero jamás de la envergadura que él estaba haciendo. Paso las manos por mi rostro sintiéndome frustrado.
Cada maldito intento por recuperar las acciones que he estado perdiendo se ha difuminado en la nada. No tengo idea de quien mierda está comprándolas pero con cada mes que pasa las pierdo y con ellas la corporación. El trabajo de toda mi maldita vida y todo debido al jodido egoísmo de Kai y su empeño por ayudar a un puñado de personas que ni lo valen.
Verifico una vez más los números en la pantalla y maldigo para mis adentros. Tomo el teléfono y marco el número de mi secretaria.
— ¿Señor?
— Comunícame con Bonner — con eso finalizo la llamada.
Unos segundos después mi teléfono suena.
— El señor Bonner en la línea señor.
— Gracias...— unos segundos después la odiosa voz del francés me saluda.
— Luther, que agradable sorpresa — su fingida voz amable me enerva.
— Eric, ¿Cómo van el plan? — pregunto y el ríe.
— Viento en popa, solo que tu hijo es más un hueso duro de roer, pero terminara cediendo, la próxima semana tendremos los últimos detalles del campamento y si todo va bien el proyecto será tuyo...— mi ceño se frunce.
— ¿Qué quieres decir?
— Kai no puede llevar un proyecto a un país con conflictos bélicos y estos han aumentado considerablemente en el área, si o quiere perder todo el trabajo ha hecho decidirá hacer la fusión contigo y la corporación se salvara — en cuanto menciona esto último elevo mis cejas.
Eric está al tanto de las cifras y las acciones, no me sorprende en lo absoluto. Más me incomoda que tenga el conocimiento.
— El proyecto Luz para el mundo no solo es la salvación de la corporación Bonner, es lo que necesita Kai...— su odiosa risa llega a mis oídos y respiro profundo para no soltarle u insulto.
— Lo que necesita Kai es un padre menos hijo de puta, pero no todos podemos tener lo que queremos — sentencia.
— ¿Por qué decidiste ayudarme Eric? — pregunto en un murmullo.
— Oh zorro tú tienes tus cuentas pendientes y yo las mías, digamos que hacer esto me beneficia y mucho, saber más sobre ello es algo que no te diré, porque simplemente no te incumbe — termina mordaz y con frialdad — ahora respecto a África — hace una pausa — me gustaría que la periodista viajara nuevamente con ellos, pero si estas jodiendo todo el rato a Metzler se complica — una pausa y luego suspira.
>>Déjate de juego psicológicos Luther si vas a joder hazlo bien decidiste ir por tu hijo entonces haz las malditas cosas bien y no vuelvas a llamarme a menos que sea malditamente necesario — sin dejarme responder finaliza la llamada y con ella estoy aventando el puto teléfono contra la esquina contraria de la oficina.
Todo esto está complicándose más y si no fuera porque el maldito francés tiene el poder que necesito lo habría mandado a la mierda hace tiempo. Tomo mi celular y opto por otra movida, marco el número de mi mujer y espero uso segundos antes de escuchar su voz.
— ¿Qué quieres Luther? — su tono áspero me molesta pero lo ignoro.
— Necesito hablar contigo.
— ¿Decidiste firmar los papeles del divorcio? De lo contrario no pienso perder mi tiempo contigo Metzler...— aclara y rio suavemente.
— Si sabes que adoro cuando me llamas por mi apellido ¿no? — un jadeo incrédulo y ofendido se escapa de sus labios y rio una vez más — estaré en casa en una hora y no vayas a ser tan mal educada como para no recibirme, somos adultos querida, compórtate como uno...— finalizo la llamada y escribo un mensaje de texto a Aina.
Yo: hola princesita, como estas? Me gustaría que nos viéramos. Sé que las cosas no están muy bien entre nosotros pero tenemos que hablar soy tu padre y extraño tener a mi niña cerca. Además muero por ver a mis nietos.
Envió el sms y espero a que responda cosa que demora u poco en hacer.
Aina: papa... sabes muy bien que nada de esto estaría pasando si no hubieses decidido arruinar todo. Éramos una familia feliz y pasaste de ello sin más... No hay cabida en mi vida ni en las de mis hijos una persona que solo quiere hacer daño. Lo siento papa, pero no...
Respiro profundo y paso mis manos por mi rostro. Todo esto es culpa de la estupidez de Kai. Si no fuera tan jodidamente terco nada de esta mierda estaría pasando.
#
La mansión Metzler me recibe, mi antiguo hogar. Giselle inclina su rostro con respeto cuando abre la puerta y me sonríe con timidez. Una timidez que soy consciente es una tapadera. Esa niña se muere por Kai desde que empezó a trabajar para la familia hace tres años su enamoramiento por él ha sido demasiado evidente. Al menos para mí.
— ¿Desea tomar algo señor? — pregunta acompañándome hasta la sala.
— Vino por favor...
— No vas a traerle nada, Luther solo está de paso y no demorara más de cinco minutos aquí...— me corta Bergoña apareciendo enfundada en un bonito y elegante vestido azul marino que enmarca sus caderas.
Sin duda alguna mi mujer es hermosa y elegante y cuando esta cabreada se ve muy sexy.
— Cariño...— la saludo con media sonrisa en los labios.
— Ahórrate la hipocresía y termina de decirme ¿a qué has venido? — camina decidida deteniéndose justo frente a mí.
— Primero que nada a verte — aparto un mechón de cabello que cae sin querer sobre su rostro.
Cosa que la hace mirarme mal.
— No seas idiota Metzler tus palabras y tu actitud seductora dejo de tener efecto en mí en el instante en que te liaste con otra y te has empeñado en joder nuestra familia — suelta apartándose y tomando asiento en el sofá.
Sus ojos mirándome con desprecio. Algo en mi pecho se contrae y respiro profundo. Estoy perdiéndolo todo por culpa de Kai. Me dejo caer en el sofá y aflojo el nudo de mi corbata, listo para dejar de lado mi orgullo y tratar de resolver esto.
— ¿A qué has venido Luther? — insiste Bergoña.
— Es importante que hablar con Kai — lo suelto sin más, su cuerpo tensándose — esto no puede seguir así Bergoña y lo sabes.
— ¿Qué yo tengo que hablar con Kai? — suelta con burla — mira Luther el único que aquí tiene que hablar con Kai y pedirle perdón por toda la mierda que ha hecho eres tu — sentencia y mi ceño se frunce al mismo tiempo que presiono mis manos sobre mis rodillas — teníamos todo Luther, todo y tu maldita avaricia, tus deseos desmedidos de control y de tener más y más jodieron eso así que ni se te ocurra volver a pedirme que haga algo por ti porque lo único que haría sería mandarte a la mierda — se pone en pie y me señala con el dedo índice — firma el jodido divorcio.
— Tanto orgullo por un cabron asesino...— suelto exasperado poniéndome de pie.
En cuanto suelto las palabras mi cuerpo se contrae y los ojos de mi mujer me miran llenos de confusión.
— ¿Qué? — pregunta sin comprender.
— Te empeñas en protegerlo, te empeñas en creer que es un puto santo porque quiere ayudar a todo el mundo pero en el fondo tú hijo no es más que un maldito delincuente...— las palabras brotan de mis labios con odio e ira.
Los ojos de Bergoña se agrandan conforme hablo y se llenan de lágrimas, en cuestión de nada la tengo delante de mi cruzando mi rostro con una fuerte bofetada que me hace girar el rostro. Tenso la mandíbula conteniendo toda la ira que estoy sintiendo.
— No te atrevas a decir una mierda como esa otra vez Luther, Kai puede ser muchas cosas, incluso puede tener demasiada mierda de ti pero jamás, escúchame bien jamás ha sido un delincuente, ahora largo...— me espeta empujadme — ¡Largo Luther lárgate de mí vista ya mismo! — vuelve a empujarme y en ese instante pierdo la poca paciencia que me queda.
La tomo de las muñecas y tiro de su cuerpo hacia el mío, sus ojos llenándose de terror por la rudeza y la fuerza que estoy usando pero me cago en ella y en toda esta maldita mierda.
— Kai tiene mucho de mí ciertamente pero mis manos no están llenas de sangre Bergoña y las suyas están malditamente sucias — suelto entre dientes.
Sus ojos me miran llenos de demasiadas emociones. Emociones que odio ver reflejado en esos ojos que durante tantos años me miraron de otra forma.
— Vete...— susurra en un hilo de voz — vete Luther y deja de joder a nuestra familia — tira de sus muñecas y se gira sin mirarme nuevamente alejándose de mí.
— Pregúntale a Kai que es el proyecto zumbido Bergoña...— suelto sonriendo con amargura.
Mi mujer no vuelve a mirarme cuando se pierde por el pasillo lejos de mí y dejándome de manos atadas y al borde de un precipicio.
Kai Metzler.
Camino de un lado al otro en la habitación sintiéndome malditamente frustrado por toda la situación. La puerta se abre y elevo el rostro para encontrarme con la contrariada expresión de Isabella. En sus manos una bolsa con hielo que me tiende antes de tomar mi ropa manchada de sangre y hacer un pequeño bulto con ella entre sus brazos.
— Entonces ¿has vuelto al colegio y te has peleado en un bar? — Pregunta cruzándose de brazos — además has vuelto sin Lizzy lo que me hace pensar que has hecho algo estúpido — mi ceño se frunce y la observo incrédulo.
— ¿Desde cuando deje de ser al que apoyabas siempre? — ella ríe divertida y suspira.
— Cuando tengo que apoyarte lo hago Kai, pero sabes muy bien que si tengo que tirar de tu orejas lo hare...— se encoje de hombros — ¿me dirás que paso? — suspiro y camino hacia la cama donde me siento colocando la bolsa de hielo sobre mi quijada.
— En la disco estaba un ex de Elizabeth — comento llamando por completo la atención de mi nana.
— ¿Se quiso pasar de listo con ella? — pregunta preocupada y suspiro negando.
— No, solo querían bailar y dijo idioteces que no tolere escuchar...— sus ojos se achican y me mira con malicia.
— ¿Hiciste esto por celos? — pregunta señalando mi rostro.
— Si...— Isabella suelta una carcajada y se sienta a mi lado sin dejar de reír.
— A ver ahora pienso que debió darte un poco más fuerte a ver si con ello entiendes de una buena vez...— la miro mal y ella vuelve a reír — Kai, cariño Lizzy te ama con locura ¿qué más necesitas para estar consciente de ello?
— Confió en ella pero no en los demás — Isabella me mira seria y suspira.
— Mira Kai, esto es una tontería, no solo estas siendo ilógico sino también inmaduro y que conste que entiendo que los celos son algo que no se pueden controlar, pero si puedes controlarte a ti mismo y llegar a esto porque alguien quiere bailar con tu novia...— hace una pausa y suspira — francamente es demasiado — Isabella acomoda una de sus manos sobre mi mejilla y sonríe con calidez — resuélvelo Kai porque no encontraras otra mujer como Lizzy y estoy segura que ninguna te amara como ella — deja un beso sobre mi cien y se pone en pie — en fin iré a lavar esto, trata de dormir ¿vale? — me pide y empieza a andar hacia la puerta — por cierto Lizzy, ¿sabes dónde está?
— Si, en casa de su madre...— su ceño se frunce y suspiro — es el departamento donde solía vivir — ella asiente y se va sin decir nada más.
Me dejo caer hacia atrás en la cama y me quedo mirando el techo. Sera una maldita larga noche. Sin la periodista a mi lado dormir se me hace extremadamente raro. Después de algunos minutos, me pongo en pie y voy al baño para darme una ducha la cual dura cerca de veinte minutos en los que solo puedo pensar en las palabras de mi nana.
Una vez fuera de la ducha medio seco mi cuerpo y tras ponerme un bóxer me dejo caer en la cama sintiéndome incompleto al no tenerla junto a mí. Tomo mi teléfono y le envió un sms.
Yo: ¿estás bien?
Es una pregunta tonta pero necesito saber de ella. Su respuesta no llega y me lleno de ansiedad pero decido que espacio es lo que quiere y debo dárselo. Por lo que me obligo a dormir. Mañana podremos resolverlo.
Lizzy White.
Mi cabeza de vueltas no por el poco alcohol que bebí en la disco. Sino por todas las cosas que han pasado en tan solo horas. Desciendo del taxi y camino hacia las escaleras principales del edificio donde solía vivir mi madre. Ingreso con prisas y una vez dentro del amplio y solitario departamento dejo caer mi bolso al suelo y me deslizo por la pared junto a la puerta hasta caer en el suelo.
Suelto un suspiro desinflándome porque esto es demasiado. Una cosa es ser posesivo y saber lidiar con ello como veía haciéndolo a hacer el escándalo y montar el showcito que monto. Cierro los ojos y respiro profundo, decidida a no darle más vueltas a esto me pongo en pie y camino hacia el equipo de sonido. Me centrare en algo que ha estado rondando mi cabeza desde algunas semanas.
Recojo mi cabello en una coleta alta y voy hasta la que solía ser mi habitación donde me cambio con rapidez y reemplazo mi vestido por un short y una camiseta. Voy hasta la cocina y me detengo al recordar que esto debe estar vacío por lo que inventar hacer algo de comer no puedo. Suspiro y voy hasta el estudio de mama.
Enciendo las luces al entrar y un escalofrió me recorre. Estar aquí se siente extraño este lugar era sagrado para mi mami y aunque he estado aplazando esto por un tiempo ya que estoy aquí —y no quiero pensar en el magnate— me ocupare de ello. Camino directo al escritorio.
Aquí todo esta exactamente como ella lo dejo. Después que mama murió me mude con Winter. No soportaba la idea de estar aquí sin ella y tampoco podía. Su escritorio grita Katherine por todos lados. Desde la pequeña piedra blanca con una fecha rotulada en negro que pone 12 de Mayo de 1998, Caracolito. —Una isla hermosa que se encuentra en Higuerote a la que solíamos ir muy seguido cuando íbamos a Venezuela— hasta ese portarretrato donde aparecemos papa, ella y yo.
Inevitablemente sonrió ante la foto porque creo que tenía unos trece años cuando la tomamos y éramos una familia bastante feliz. Abro la gaveta del lado derecho y encuentro un motón de libretas. Todas ellas son anotaciones de su trabajo. Reviso una a una buscando alguna pista que me deje en claro en que trabajaba antes del accidente.
No doy con nada que tenga que ver con ello o al menos que se acerque a la fecha. Paso al siguiente y vuelvo a obtener el mismo resultado, nada relevante. Continúo buscando en los cajones revolviendo las cosas sin muchos ánimos. Cuando de pronto un timbrazo a la puerta me sobresalta. Frunzo el ceño y miro la hora. Son las 12:25 am.
Doy un paso hacia la puerta pero me detengo al recordar la discusión que tuve temprano con Kai sobre Luther y sus ganas de hacerle daño. Respiro profundo porque no quiero creer que vaya a llegar aún más lejos. Un nuevo timbrazo me hace retroceder nerviosa. Miro a mí alrededor y tomo una de las pocas esculturas de mármol que mama tenia y camino hacia la puerta con el corazón latiéndome a mil.
Respiro profundo y veo por la mirilla encontradme a un chico que lleva un uniforme rojo y amarillo, con el nombre Nonna Pizza. Mi ceño se frunce y el insiste una vez más con el timbre, abro la puerta y le miro sin comprender.
— ¿Elizabeth White? — pregunta mirándome con expresión fastidiada.
— Si...— me tiende la caja de cartón que lleva en la mano y suspira.
— Buen provecho...— con eso se gira y se va por donde ha venido.
Sin comprender una mierda cierro la puerta y camino hasta la cocina dejando la caja sobre la encimera. Mi boca se hace agua y termino abriendo la caja donde reposa una enorme pizza familiar de queso, champiñones, maíz, cebolla, pimentón, aceitunas negras y pepperoni. Humedezco mis labios y antes de tomar un trozo regreso sobre mis pasos para buscar mi teléfono.
Tomo el bolso y regreso con prisa a la cocina, me siento en la encimera y tomo un trozo mientras busco el teléfono cuando doy con el tengo varias llamadas perdidas de Winter, un par del magnate y varios mensajes de WhatsApp. Ignoro las llamadas y me decido a revisar los mensajes el ultimo es de Kai.
Kai: sé que cenamos en casa pero estoy seguro que con todo esto tendrás hambre. He pedido una pizza con todo lo que te gusta para ti, buen provecho, te amo.
Sonrió, antes de fruncir el ceño y releo el sms. Mirando del teléfono a la pizza y de regreso. Imagine que podría ser Kai pero no tiene idea que he venido aquí, a menos que Win le haya dicho. Aun así se me hace raro que lo sepa con tanta certeza. Suspiro por el detalle y niego con la cabeza masticando después de tragar tomo el teléfono y decido enviarle una nota de voz que ni siquiera empiezo a grabar porque decido ignorarlo.
Después de lo que hizo hoy solo se merece mi ignorancia. Imposible que haya armado semejante escándalo. Reviso los sms de Win y como era de esperarse, esta cabreada hasta la mierda y no me sorprende yo también lo estaría si se cargan mi noche de celebración. A ella si decido llamarla. Después del segundo toque responde.
— ¿Dónde estás? — pregunta de inmediato y suspiro.
— En casa de mama — la escucho suspirar — ¿Cómo estás?
— Cabreada y decepcionada de Metzler la verdad, ¿Cómo pudo arruinar una noche que prometía ser perfecta con sus estúpidos celos? — pregunta y suspiro sin saber que responder.
— Lo siento Win...
— Ni se te ocurra disculparte por él, ha sido su culpa ni Volker que estuvo enterrando su deliciosa polla en el coño de Azahar se comportó de esa forma y va él a hacer semejante escandalo — en el fondo escucho la inconfundible risa de Ajax y suspiro — en serio que estoy a nada de cortarle los huevos — sonrió.
— Espero puedan tener una hermosa noche a pesar de todo...— suspira.
— La idea es celebrarlo todos juntos, además...— hace una pausa y ríe con picardía — para Ajax que estoy hablando con Lizzy.
— Piernas sexys te amo y me encantas pero tu mejor amiga tiene algo que hacer con su boca en este instante...— lo escucho decir muy cerca del teléfono — y no es precisamente hablar contigo — o puedo evitar soltar una risotada.
— Fellner voy a morderte la polla como no me la quites de enfrente...— sigo riendo y suspiro divertida.
— Tranquila hablamos luego, los amo...— escucho reír a Ajax tras una palabrota de Win y finalizo la llamada divertida.
Esos dos esta hechos el uno para el otro en definitiva. Tomo otro trozo de pizza y me quedo mirando la imagen del perfil de Kai. Donde está sentado en el auto, lleva una gorra y una chaqueta militar que se le ve divina. Una de esas pocas y raras veces que viste como cualquier mortal. Suspiro y veo que está en línea me veo tentada a escribirle pero termino cerrando y terminando de comer mi trozo de pizza.
Una vez término de recoger un poco abro nuevamente el chat y termino enviándole un sms.
Yo: gracias, yo también te amo.
Envió el mensaje, tomo la caja de pizza y camino de regreso al estudio de mama donde me dedico a seguir buscando alguna cosa que me diga en qué clase de investigación estaba metida antes del accidente. Después de casi una hora me rindo y decido sentarme en el sofá de cuero, allí me recojo mis piernas pegándolas a mi pecho y tomo el teléfono para revisar las redes.
Después de algunos minutos, el sueño me invade y decido ir a mi antigua habitación. Me meto en la cama e intento dormir. Solo que no lo consigo. Dy vueltas en la cama tratando de estar cómoda y termino descubriendo que no dormiré porque extraño a cierta persona a mi lado. Suspiro y tomo el teléfono una vez más, reviso su última conexión y es de hace casi hora y media. Tecleo un mensaje pero no lo envió. Me acomodo de medio lado y me obligo a dormir.
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Mi teléfono no para de vibrar trayéndome de regreso de mis sueños. Al abrir los ojos el desconcierto me invade al no ubicar donde me encuentro, tomo el teléfono y respondo sin mirar de quien se trata.
— Alo...
— ¿Te desperté? — la voz del magnate me hace respirar profundo.
— Si...
— Buenos días — me saluda y suspiro una vez más.
— Buenos días Kai — un tenso silencio se extiende entre ambos — nena tenemos que hablar — es el quien rompe el silencio.
— Si vas a decirme que lo sientes, ahórratelo jodiste la noche de Winter y Ajax no la mía, así que es con ellos que tienes que disculparte — salgo de la cama tratando de evitar la conversación telefónica.
— ¿Voy por ti? — decide preguntar.
— No, no hace falta — ambos permanecemos en silencio y ya que no dice nada me despido — nos vemos más tarde, te amo — no espero su respuesta y finalizo la llamada.
Me doy una ducha rápida y me coloco un jean, una blusa, tomo los tacones que use la noche anterior, me miro al espejo y contemplo el desastre que soy, no dormí bien y se reflejado en las ojeras debajo de mis ojos, pero además tampoco está ese brillo constante en mis ojos. Recojo mi cabello en un moño alto y sin maquillarme tomo mis cosas y decido ir por un café y desayuno.
Abajo frente al edificio espero que aparezca algún taxi y como no lo consigo empiezo a caminar. Son las nueve de la mañana y aunque debería haber llamado a uno decido ir al café que está a un par de cuadras de aquí para desayunar. Todo el camino hacia allá no paro de pensar en lo que ocurrió la noche anterior. Tenemos que encontrar la forma en que funcione.
Una vez en el café me pido un cruasán de jamón y un chocolate, busco una mesa y me siento para comer. Mientras lo hago mi teléfono vibra alertándome sobre la llegada de un sms de texto. Que ignoro porque mi desayuno está muy bueno. Minutos mas tarde nuevamente mi teléfono vibra y termino por tomarlo. En la pantalla pone número desconocido.
— ¿Bueno?
— Elizabeth White...— la ronca voz de un hombre me hace fruncir el ceño — me parece que está buscando algo que extravió — miro a mi alrededor pensando inmediatamente en las advertencias del magnate.
— ¿Quién habla?
— No importa el quien, sino el por qué — responde divertido — le recomiendo ir a esa fantástica empresa en la que trabaja su maravilloso prometido, le espera información que le ayudara a conocer las verdades que tanto persigue — con eso finaliza la llamada sin dejarme responder nada.
Sin pensármelo dos veces recojo mis cosas y salgo corriendo de la cafetería, con los nervios a mil. Tomo mi teléfono y marco el número de Volker. Tras un par de toques su voz me responde.
— Eli buenos días ¿Cómo estás? — me saluda.
— Volker ¿estás en el Lux? — camino de prisa casi trotando por la calle, en busca de un taxi.
— Si, ¿Qué pasa Elizabeth? — Cruzo la calle y continúo mi andar hacia la estación del metro — ¿todo en orden?
— Necesito que hagas algo por mí — hago una pausa y dudo.
— ¿Elizabeth que pasa? — me detengo de golpe y medito las cosas con calma.
La persona que me llamo no dijo absolutamente nada. Pero sabía quién era y estoy buscando respuestas, pero sobre dos cosas completamente distintas.
— ¿Eli? — insiste Volker y suspiro.
— ¿Kai llego?
— Si, esta desde temprano aquí, comienzas a preocuparme.
— Voy para allá, ¿podrías verificar si en mi oficina hay un paquete? — una breve pausa y lo escucho respirar profundo.
— Claro, está bien ¿todo bien?
— Si, nos vemos ahora.
Finalizo la llamada y desciendo las escaleras hacia el subterráneo con rapidez. La ansiedad me desespera. Por lo que termino andando de un lado al otro en el andén, hasta que llega y subo a él. Volker me confirma que el correo llego y que efectivamente tengo un sobre en mi escritorio. Veinte minutos más tarde estoy en la ciudad muy cerca de el Lux. Troto hacia el enorme edificio con la desesperación a flor de piel. No soy consciente de mí alrededor hasta que las puertas del elevador se abren.
Mi cuerpo se tensa ante la imagen del magnate y Viveka conversando frente a este. Ella sonríe ampliamente en su dirección y el corresponde al mismo tiempo que gira su rostro y nuestras miradas se encuentran.
— Elizabeth...— su voz es ronca y baja.
— Kai, Viveka buenos días...— doy un paso al frente y dejo un par de besos en la mejilla de Viveka que corresponde el gesto con una media sonrisa — ¿Cómo estás? — ella mira un poco sorprendida a Kai pero sonríe.
— Todo bien, aquí lidiando con los problemas existenciales de Kai...— el tono divertido en su voz no me da ni una pizca de gracia pero disimulo sonriendo.
— Si, ha de ser muy complicado — le dedico una mirada aprensiva al magnate y suspiro — si me disculpan tengo una reunión en veinte minutos y estoy un poco retrasada — Viveka sonríe ampliamente y asiente.
— Maravilloso, que tengas un lindo día Lizzy — me despido sin mirar al magnate que esta tenso como la mierda.
— Igual Viveka...— paso de ellos y camino de prisas a mi oficina ignorando el llamado de Kenya.
Al llegar a mi oficina y abrir la puerta me sobresalto al encontrar a Volker sentado frente a mi escritorio. Nuestras miradas se encuentras pero de inmediato mis ojos se desvían hacia la superficie del escritorio donde un sobre marrón espera por mí.
— ¿Estas bien? — pregunta Volker en cuanto nota que no reacciono.
— Si todo bien es solo que...— hago una pausa y suspiro.
— Si todo bien, gracias por avisarme — Volker me observa perspicaz y sé que ha notado que no estoy bien.
— Vale, sé que te pasa algo pero cuando quieras hablar estoy aquí ¿de acuerdo? — me acerco a él y lo abrazo fuertemente sin apartar los ojos del sobre
— Gracias...— hago una pausa cuando nos separamos y me sonríe con calidez — ¿tienes idea de que hacia Viveka aquí? — Volker suspira y niega con la cabeza.
— No lo sé, cuando llegue tanto ella como Kai estaban reunidos en su oficina — mi cuerpo se tensa y el nota — Eli sabes muy bien que entre ellos dos...— elevo mis manos y sonrió con pesar.
— Se muy bien que o hay nada entre ellos Volker, en serio lo sé y si puede que me haya sentido menos delante de ella pero ya no...— Volk sonríe metiendo las manos en sus bolsillos y quedo embobada durante unos segundos con lo guapo que es — es sobre...— no logro terminar porque la puerta de la oficina se abre y el magnate me observa.
Sus ojos se desvían hacia mi mano que se encuentra sobre la muñeca de Volker. Aclara su garganta y Volker suspira dando un paso en mi dirección y dejando un beso en mi mejilla.
— Hablamos más tarde...— asiento mientras se acerca a Kai que lo mira mal durante una fracción de segundo y luego niega con la cabeza.
Volker sale de la oficina sin decir absolutamente nada dejándome a solas con el magnate que no deja de detallarme. Me giro y camino hacia el escritorio devolviendo mi atención al sobre y no al hombre detrás de mí que nuevamente se ha liado con su mejor folla amiga.
— ¿Estas bien? — pregunta a mi espalda y no respondo caminando hacia mi silla.
Me dejo caer y tomo el sobre entre mis manos, sintiendo el corazón latir con rapidez en mi pecho. Suspiro y guardo el sobre en el cajón de al lado y devuelvo mis ojos hacia el magnate que está de pie frente a mí del otro lado del escritorio.
— ¿Por qué no iba a estarlo?
— Elizabeth lo que paso anoche
— Lo que paso anoche Kai no debería repetirse nunca más, estoy contigo, voy a casarme contigo, te amo y no sé qué más necesitas para poder superar este tipo de situaciones — su cuerpo se tensa pero no me interrumpe — ahora respecto a lo que vi hace un momento — su ceño se frunce.
— ¿El qué? — debo respirar profundo para no comenzar a soltar cada barbaridad que llega a mi cabeza.
Trago en nudo de emociones que se arremolina en mi garganta y vuelvo verlo.
— Nada Kai...— decido dejarlo estar y enciendo el ordenador.
— ¿Hablas de Viveka?
— ¡No! — suelto elevando el tono — no hablo específicamente de Viveka, hablo de lo que haces tú, ¿lidiando con los conflictos existenciales de Kai? es una puta broma ¿no? — Me pongo en pie y rodea el escritorio — conflictos existenciales que muy bien podría ayudarte a resolver pero prefieres contárselos a ella...— le espeto y su cuerpo cada vez está más tenso al igual que su mandíbula.
— Son cosas que no comprenderías — mis ojos se abren como platos y rio sin ganas.
— Claro, como podría entender al genio...— suspiro y niego con la cabeza — habíamos quedado en que ya no habría secretos Kai, al menos no que me involucraran y terminas haciendo lo mismo — sus manos se presionan con fuerza en puños — estas alejándome Kai, no soy yo quien está abriendo una brecha entre ambos, eres tu — me giro y camino hacia el ventanal sin poder contener las lágrimas que pugnan por salir.
Sus pasos me siguen y lo siento colocarse detrás de mí.
— No digas eso — cierro los ojos cuando sus manos se acomodan sobre mi cintura — es solo que todo esto es — hace una pausa — no quiero perderte Elizabeth.
Me giro para verlo, y toda la angustia, el miedo y la incertidumbre que causa todo esto está reflejada en su expresión. Suspiro acariciando su mejilla y me acerco a él sus ojos se cierran sintiendo la caricia y me coloco de puntillas para besarlo con suavidad.
— Tienes que confiar en mi Kai — murmuro sobre sus labios — tienes que confiar en nosotros y arriesgarte conmigo así como yo estoy dispuesta hacerlo contigo — sus ojos se abren y me abraza con fuerza al mismo tiempo que juntas sus labios a los míos y me besa con desespero.
Mi pecho se contrae lleno de emociones que no puedo contener. Su lengua acaricia la mía y el fuego que siempre siento a su lado se enciende en mi cuerpo. Sus manos van a mi culo alzándome pero justo cuando empieza a caminar su teléfono empieza a sonar e inevitablemente sonrió sobre sus labios. Su frente se apoya contra la mía y respira agitado.
— Lo siento...— murmura mientras su teléfono continua sonando.
— Responde — susurro besando sus labios antes de empujarlo un poco.
Me libera y saca el teléfono de su bolsillo, su ceño se frunce un poco pero responde.
— Hola mama ¿pasa algo? — después de unos segundos su mandíbula se tensa aún mas y la expresión de ira que se dibuja en sus facciones me hace saber que todo se ha complicado — no mama, no puede ser que en serio este haciendo esto — cierra los ojos y respira profundo — iré para allá más tarde, solo no le des importancia y no le dejes entrar a casa nuevamente no lo vale...— pasa una de sus manos sobre su rostro y finaliza la llamada.
— ¿Qué pasa?
— Luther estuvo en casa — murmura, sus ojos abriéndose para verme con intensidad — intento convencer a mama para que hablase conmigo sobre el proyecto — suspira y luego desvía sus ojos hacia el ventanal — ¿Qué fue lo que le hice nena? — Murmura con pesar — no entiendo porque tanto en empeño en joderme...— yo tampoco entiendo porque su padre se ha empecinado en joderlo, pero la verdad es que Luther empieza a ser alguien que me preocupa y mucho.
Note del autor: hola mis gamers como les va? por aqui capitulo nuevo, dioses Tamy nos quieres matar con tanto drama y stres, no podian ser felices por mucho no? jajajaja aqui hay muchas cositas interesantes.
Luther siendo Luther y dejando entrever lo que hizo Kai, se lo imaginan como un delicuente y con las manos llenas de sangre?
Que demonios es el proyecto zumbido? Nos quieres matar Tamy????
Lizzy por otro lado centrada y tratando de arreglar las cosas con Kai, pero todo se complica, quien la llamo por telefono y que le eviaron en el sobre? y esa tension entre ambos, como creen que lo resuelva?
En fi el proximo capitulo promete, estara interesante por muchos motivos, sabremos cosillas que nos interesan. UN beso enorme les amo, gracias infinitas por el apoyo!
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