Lizzy White.

Hace un frío de mierda, mi piel esta erizada y mis pies están helados, siento que mi cuerpo se estremece constantemente pero por nada del mundo me muevo de donde estoy. Me remuevo en la tumbona frente a la piscina contemplando el paisaje que se extiende en el horizonte. La ciudad en la distancia brilla en la oscuridad y un suspiro se me escapa cuando una ligera brisa sopla enviando más escalofríos a mi cuerpo.

De pronto una manta caliente cubre mis hombros y giro mi rostro para ver el del magnate. Su expresión seria y vacía no me dice nada, pero tampoco me molesto en estudiarlo mucho tiempo regreso la mirada al firmamento.

— Deberías entrar hace demasiado frío...— murmura con voz ronca — además es tarde y no quiero que te enfermes...— me encojo de hombros y lo escucho suspirar.

Después de unos segundos lo siento sentarse a mi espalda, sus piernas rozan las mías cuando las separa y pega su pecho a mi espalda, esta cálido y solo lleva un pantalón de chándal y una sudadera. Sus brazos me rodean y mi cuerpo se tensa con la sensación que se despierta en mi pecho. Joder como amo a este hombre, en serio me cuesta tanto no estar cerca de él.

Su mentón se apoya en mi hombro y vuelve a suspirar.

— En serio lo lamento...— murmura — soy un idiota y un estúpido que no piensa en las cosas antes de hacerla cuando se trata de ti junto a otros hombres...— mi ceño se frunce — el baile era parte de la noche y lo sabía, también sabía que debía contarte al respecto pero no lo hice...— hace una pausa y se aclara la garganta, siento como su cuerpo se tensa — cuando te vi bailando con Ajax no pude evitar pensar en lo que paso...— cierro los ojos y respiro profundo.

Kai nunca superara que me haya compartido con sus mejores y si nunca lo supera nunca podremos estar bien. Nunca podremos avanzar realmente, porque eso siempre va a torturarnos.

— Y simplemente me deje llevar por los celos, luego bailabas con Ángel como si no estuviera allí y termine haciendo el baile sin decirte nada...— niego con la cabeza y suspiro.

Hizo todo aquello consciente de lo que me haría sentir, con la intensión de lastimarme y eso o hace aun peor.

— No podemos seguir con esto Kai...— murmuro con voz ronca cargada de emociones — necesitas superar lo del club y además confiar en mi...

— Confió en ti nena te juro que si...— me separo ligeramente de él y lo veo sobre mi hombro.

La expresión torturada me dice cuan afectado esta por esto, cuanto miedo siente de lo que puedo llegar a decirle y su miedo solo es el reflejo del mío. Pero si seguimos así terminaremos haciéndonos demasiado daño y lo amo demasiado como para permitirlo. Si estaba muy segura de sacrificar mi felicidad junto a otro hombre solo para que su padre no lo hiriera, no pienso ser yo su verdugo y quien lo haga pedazos con el paso del tiempo.

Porque sé muy bien que cada que el haga algo con intensión se lo regresare porque tan simple que no soy de dejarme pisar por nadie, por mucho que lo ame yo valgo y el por más que lo ame no tiene ningún derecho de pasar sobre mí.

— Si lo hicieras no estarías actuando como lo haces...— me giro y como puedo me acomodo ahorcadas sobre él.

Sus ojos se cierran y nuestras frentes se unen. Respiramos profundamente mientras sus manos se cierran en mi espalda y permanecemos así en silencio.

— Tienes razón...— murmura — necesito superar lo que paso y avanzar y la única forma es enfrentándome a ello...— mi ceño se frunce — no quiero perderte Elizabeth, mi vida no tendría ningún sentido sin ti puedo tener el mundo a mis pies pero si no te tengo nada de eso vale lo suficiente — sonrió mordiendo mi labio inferior y sin poder contenerme junto mis labios con los suyos en un casto beso.

Este se siente tan cargado de emociones, que se me hace un nudo en la garganta de inmediato, esto comienza a sentirse como una despedida y me aterra el solo pensarlo. Luego de unos instantes una de sus manos acaricia mi mejilla y lo siento tensarse. Mi cuerpo imita la reacción del suyo y el miedo me abraza.

— Si quieres ir al club iremos...— murmura sorprendiéndome.

— ¿Qué? — me separo de él mirándolo con los ojos abiertos como platos.

— Tengo que enfrentarme a la realidad, el club es parte de mi vida siempre lo ha sido, lo que paso no es culpa de ninguno de nosotros y por más que desee borrarlo no puedo...— suspira y tensa su mandíbula antes de continuar — no volvería allí sin ti...— elevo una de mis cejas porque el muy idiota lo hizo y estaba muy dispuesto a jugar.

— Hare de cuenta que no dijiste eso...— le reprocho y él sonríe.

— Ya no podría...— rio porque es hombre y sé muy bien que si podría.

— Kai ¿Qué quieres hacer? — corto el tema por lo sano y me olvido de eso.

El respira profundo y desvía sus ojos de los míos hasta perderlos en la vista detrás de mí.

— Sé que deseas ir al club, para mí el solo pensarlo me saca de quicio pero la verdad nunca me has dicho que quieres ir sola o jugar con alguien más si no estoy allí...— asiento porque no lo haría sin él.

— No, realmente no iría al club sino estoy segura que el enmascarado estará allí...— comento con media sonrisa haciéndolo sonreír.

— Esta bien, iremos...— acepta y luego suspira — tu escogerás el juego y hare mi mejor esfuerzo por jugar...— rio negando y sujeto sus mejillas y lo veo un instante.

— Debería escoger un trio o un cuarto para castigarte por lo que hiciste...— comento haciendo que sus hombros se tensen, sus ojos se obscurezcan y su mirada se vuelva peligrosa — pero no vale la pena si no vas a disfrutar de ello — suspiro y cierro los ojos — si vamos quiero al enmascarado como el primer día que nos vimos...— su ceño se frunce — quiero ese hombre enigmático, seguro de sí mismo y dispuesto solo a disfrutar de lo que ambos despertamos en el otro...— el suspira y asiente.

— ¿A qué quieres jugar? — pregunta con voz ronca.

— No lo sé, ese día lo decidiré pero sea lo que sea no quiero que terminemos en una discusión...— le advierto, el respira profundo y asiente.

— ¿Podemos volver adentro? — asiento pero antes de poder ponerme en pie una de sus manos me sujeta de la nuca y tira de mi hacia él.

Sus labios se estrellan a los míos besándome con frenesí, posesión y cierta brusquedad. Un jadeo se me escapa cuando sus dientes se aferran a mi labio inferior y lo muerde antes de arrastrarlos por ellos.

— Eres mía ¿queda claro? — sentencia con un gruñido que se me antoja excitante y divertido.

— Si cavernícola soy tuya y eso está más que claro, ahora levanta la pierna y oríname...— le digo mirándolo a los ojos, divertida.

Él sonríe de lado y con malicia, lo que hace luego me sobresalta y me hace reír, sujeta mis caderas con sus manos y se pone en pie, mis piernas rodean su cintura de inmediato y sin dejar de mirarme camina hacia el interior de la mansión, durante todo el camino hasta la habitación lo único que comenta es que no va a orinarme pero dejara en claro que le pertenezco.

No soy un objeto al cual pueda proclamar como suyo, pero la verdad es que lo soy aunque irremediablemente eso en algo punto me incomode. Cuando llegamos a la habitación me deja caer sobre la cama y de inmediato se cierne sobre mí, ataca mis labios con desespero y salvajinos justo como solemos besarnos cuando hay cabreo de por medio.

Solo para molestarlo un poco más acuno sus mejillas y me separo para verlo, muerdo mis labios y sonrió.

— Quiero que Volker se nos una...— sus ojos se abren como platos y no reacciona por un momento.

— ¿Qué? — sonrió.

— Quiero que Volker vaya con nosotros y este en la habitación donde vamos a jugar...— el frunce el ceño y suspira.

— Elizabeth no creo que...

— Pues le diremos a Ajax — lo corto y de inmediato niega.

— Ni lo sueñes...— entonces empiezo a reír a carcajadas y él se incorpora quedando apoyado sobre sus piernas, sus manos sobre sus rodillas — no es gracioso Elizabeth...— continuo riendo y asiento repetidas veces sin poder hablar.

— Si...— rio otro poco — lo es tendrías que haber visto tu cara...— el suspira y niega con la cabeza luego pasa sus manos por su rostro hasta terminar en su cabello, sus ojos fijos en mí.

— ¿En serio quieres que este Volker? — indaga dudoso y me encojo de hombros.

— No me molestaría pero si crees que es una mala idea no le decimos nada...— el parece meditarlo un momento y luego de unos segundos sus manos se contraen en puños.

— Prefiero que sea Volker a un extraño...— sentencia de pronto y sonrió.

— Esta bien...— el me ve un momento y luego suspira.

— Es el padre de mis sobrinos Elizabeth...— murmura y por un instante la consciencia me grita que es una locura pero no digo nada.

— Te digo que si estás de acuerdo bien, sino tenemos a Ajax...

— Olvídate de Fellner joder...— suelta exasperado y vuelvo a reír.

— ¿Qué pasa con él? — pregunto porque de pronto siento que no solo se debe al tema de lo que ha pasado.

— Nada...— suelta entre dientes y sonrió.

— Kai por favor...— le pido en un susurro y suspira.

— Cuando te vio por primera vez en la rueda de prensa quedo fascinado contigo...— comenta y yo rio recordando la forma en que me abordo y como me invito a comer con descaro sin importarle saber que tenía novio — de hecho dijo que haría lo que fuera por follarte...— continua y rio porque es ese el Ajax que conocemos.

— ¿Y qué pasa con eso?

— Le gustas Elizabeth...— murmura y rio divertida.

— estas consciente que ama con locura y pasión a Win ¿no? — el asiente y luego sus ojos mieles me ven con intensidad.

— El que ame a tu mejor amiga no le ha impedido follarse a otras mujeres y tampoco le ha impedido fantasear contigo...— ladeo mi rostro mirándolo porque siento que me estoy perdiendo de algo aquí también.

— ¿Qué te ha dicho Ajax sobre esto? — indago, sus músculos se tensan aún más y suspira.

— Tiene rato insistiendo que vayamos al club y juguemos con ellos — entonces rio y todo tiene sentido, los comentarios de Win y lo que me conto ayer en la tarde.

— ¿Y crees que si repite conmigo quiera hacerlo de nuevo o qué? — sigo puyándolo.

— Elizabeth es Ajax querrá repetir siempre que le provoque...— suelta con hastió y vuelvo a reír.

— Kai mírame...— le pido ya que sus ojos están fijos en sus manos continuo cuando nuestras miradas se encuentran — ambos sabemos que para Ajax y Win son solo juegos, que es sexo y pasarla bien...— el suspira y asiente — ¿entonces?

— No lo sé...— respondo con cierta frustración.

— Si no quieres hacerlo está bien amor...— murmuro acercándome a él.

Sus ojos se encuentran con los míos y suspira.

— Tenemos que hacerlo nena, tengo que hacerlo si quiero que esto funcione y superarlo tengo que enfrentarlo — una de sus manos acaricia mi mejilla y aparta mi cabello con delicadeza — te amo demasiado para dejar que mis celos o mi orgullo lo arruinen...— sonrió ante sus palabras y el brillo en sus ojos.

— También te amo Kai con cada fibra de mi ser...— beso la comisura de sus labios para luego alcanzar su boca y lo beso con calma, parsimonia y tranquilidad — tu mi vida...— murmuro sobre sus labios y lo siento sonreír.

— Tu mi mundo...— suspiro cuando sus manos se aferran a mi nuca uniendo nuestros labios una vez más.

Con desesperación nuestras lenguas se encuentran y empiezan esa clásica danza de seducción, una se rinde ante la otra logrado una sincronía perfecta y excitante que eriza cada vello de mi cuerpo. Pronto estoy tendida sobre la cama con Kai sobre mí, sus manos explorando mi cuerpo acariciando aquí y allá. Sus dedos se deslizan por mi piel con cuidado y suavidad.

Como si quisiera asegurarse tocar todo y recordar cada centímetro de mi piel. Después de unos instantes debemos abandonar nuestras bocas para poder respirar. Su frente reposa sobre la mía y sus labios dejan un beso rápido sobre mi nariz antes de abrir esos hermosos ojos que ahora relucen cargados de lujuria.

El magnate ladea su rostro y toma mi labio inferior entre sus dientes y muerde con suavidad. Antes de rozar su lengua en el área. Luego se re incorpora andando hasta el borde de la cama donde se pone en pie y lo veo alejarse de esta. Cuando lo veo perderse en el interior del vestier cierro mis ojos un instante y respiro profundo. La verdad aunque hemos hablado siento que aún hay cosas que resolver aunque ciertamente creo que todo lo hará una vez Kai logre enfrentar y dejar pasar un poco sus celos.

Cuando la cama se hunde nuevamente abro los ojos encontrándome con el maganta sentado a mí lado, entre sus manos se encuentra una de sus corbatas, sus ojos me observan llenos de deseo y cierto desafío, sé muy bien que desea hacer y de inmediato mi cuerpo arde completamente cayendo en su juego. Si hay algo que nunca se nos va a acabar es este deseo desmedido que despertamos el uno en el otro.

#

Volker nos observa con seriedad, su ceño fruncido, su dedo índice reposa sobre su labio superior mientras mantiene su mano apoyada contra su mejilla.

— ¿Están seguros de esto? — Pregunta después de algunos segundo en silencio — bueno ¿tu estas seguro de esto? — pregunta al magnate que duda un instante antes de asentir.

— Si, queremos hacerlo...— responde presionando sus manos en puños.

— Quieres hacer esto tanto como yo quiero volver a ver a Ajax follando a un hombre...— comenta con media sonrisa haciendo que mis ojos se abran como platos y Kai ría.

— Eso fue extraño y épico...— secunda.

— Si quieres que vaya con ustedes no tengo problemas...— posa sus ojos grises en mí y suspira — ¿quieres realmente ponerlo en esta situación? — pregunta con una ceja elevada.

— Es algo que hablamos y en los que estuvimos de acuerdo... pero si no quieres está bien...— Volker ríe con picardía y me ve divertido.

— De querer, quiero...— comenta poniendo sus ojos una vez más en su mejor amigo — siempre es un placer jugar en el club además compartir con Kai estas cosas siempre ha sido divertido...— en este instante Volker luce irremediablemente sexy y seductor.

Humedece sus labios y mis ojos se van a ellos, está en plan juguetón y no puedo evitar sentirme atraída. Mi cabeza vuela a esa primera vez que jugamos los dos y lo jodidamente excitante que fue.

— ¿Limites? — pregunta mirando a Kai.

— Aun no lo sé, Elizabeth escogerá el juego...— siento como me mira de reojos y luego suspira — su boca es mía y no quiero que la beses...— agrega de pronto entre dientes.

— De hecho tampoco quieres que la toque o la mire...— responde divertido Volker haciéndome sonreír.

— De hecho...— responde Kai pero luego suspira — pero tengo que enfrentar esto.

— Bien, ¿Eli a que quieres jugar? — pregunta de pronto poniendo sus ojos en mí y mi cuerpo se estremece por la profundidad de su mirada.

— No lo sé...— dudo un instante y luego recuerdo la forma en que Kai ataba a la mujer la primera vez que lo vi y sonrió — Shibari — respondo haciendo que Volker frunza el ceño.

— Eso es cosa de Kai, aunque es algo sumamente erótico no soy de atar de esa forma...— se encoge de hombros y sonríe.

— No, quiero que Kai me ate de esa forma mientras tu nos observas jugar...— Volker sonríe y Asante de inmediato posando su mirada en Kai.

— ¿Qué dices?

— ¿Quieres que se una? — me pregunta de pronto el magnate y dudo un instante.

— No, solo quiero que nos observe, si nos sentimos cómodos con su presencia luego podemos ir un poco más allá...— Kai asiente y se pone de pie.

— De acuerdo...— se gira y echa andar hacia la puerta de la oficina de Volker.

Pero antes de llegar a ella se abre mostrándonos a un Ajax sonriente.

— ¿Reunión clandestina? — Pregunta al ver la expresión seria de Kai — ¿Qué pasa?

— Nada — responde de inmediato el magnate haciendo que Ajax sonría con malicia.

— Nada mi polla en el coño húmedo de Win, suéltalo ya...— Kai lo ignora y sale de la oficina con expresión de pocos amigos — me pierdo de algo y por su actitud podría jurar que tiene que ver con alguna otra polla entre tus piernas caderas sexys...— comenta tomando asiento a mi lado.

Rio negando con la cabeza mientras él nos observa con curiosidad.

— Eli y Kai decidieron dar el paso...— comenta Volker sin dejar de mirarme.

— ¿Qué mierda, van a casarse? — Pregunta sorprendida y estallo en una fuerte carcajada — no, eso no lo tendría con esa cara de culo, estoy seguro que tiene que ver con la polla de otro en tu coño...— murmura mientras me pongo en pie y salgo de la oficina siguiendo los pasos de Kai.

Ajax tendrá de morir de curiosidad porque el magnate no quiere hablar al respecto con el aun sobre esto. Mientras me encamino hacia mi oficina, Kenya se interpone en mi camino y su expresión seria me sorprende.

— ¿Pasa algo? — ella suspira y asiente.

— Los franceses quieren verte...— murmura y yo pongo los ojos en blanco.

— Gracias, ¿están en su oficina? — indago, ella asiente y yo suspiro.

— Diles que los espero en mi oficina...— continúo con mí andar pero antes de poder dar algunos pasos mas la voz del magnate me detiene.

— Señorita White a mi oficina...— frunzo el ceño y me giro al escuchar el tono y la forma en la que me ha hablado.

Cuando me giro y entro a la oficina el magnate se encuentra de espaldas a la puerta, su espalda se encuentra cubierta con un chaleco y una camisa blanca que se ajustó no solo a los músculos de sus omoplatos sino también a sus brazos, suspiro como idiota admirando el cuerpo que se gasta y sonrió cuando lo alcanzo y rodeo su cintura con mis brazos.

— ¿Le ocurre algo señor Metzler? — pregunto en tono seductor.

— Sabe muy bien lo que me ocurre...— responde seco.

— ¿No quiere jugar conmigo? — lo provoco deslizando mis manos por su pecho.

— Jugar con usted siempre es un jodido placer pero no me apetece que otros la miren...— suspiro rodeándolo, sus ojos están fijos en el firmamento y sus manos están dentro de los bolsillos de su pantalón.

— Estas dándole demasiadas vueltas a esto, sino quieres hacerlo no lo hacemos y ya Kai...— le enfrento.

Sus ojos se cierran y respira profundo. Luego de unos segundos humedece sus labios abre sus ojos y los fija en mí. El cabreo es evidente en su mirar pero también noto ese brillo morboso que note en el enmascarado cuando nos conocimos.

— Prométeme que iremos lentamente, que habrán límites y los respetaremos...— me pide y sonrió acortando la distancia entre ambos, sostengo sus mejillas entre mis manos y me acerco a sus labios.

— Los límites que establezca señor Metzler serán respetados como siempre...— inquiero coqueta — pero no olvide que el sumiso aquí es usted — lo puyo haciendo que sus labios se curven en una sonrisa pícara.

— ¿Te aprovecharas de eso siempre que puedas no es así? — sonrió y asiento divertida.

Sus manos rodean mi cintura presionando con fuerza antes de inclinarse sobre mis labios e intentar besarlos pero aparto el rostro haciendo que su ceño se frunza.

— Lo siento señor Metzler pero tengo una reunión con los franceses...— me limito a comentarle haciendo que sus dedos se tensen con más fuerza en mi cintura.

— ¿De qué hablas?

— Quieren hablar conmigo y deben estar esperándome ya en la oficina...— le explico y el asiente tomando una de mis manos, entrelazando nuestros dedos.

— Veamos que traman ahora...— murmura caminando hacia la puerta.

Kai Metzler

En cuanto abro la puerta de la oficina de la periodista lo primero que veo es la puta sonrisa de Eric recibirme, no parece sorprendido de verme aquí aunque Colette al girarse se sorprende pero lo disimula con rapidez.

— Kai, Lizzy...— nos saluda el francés con su molesta cordialidad.

— Eric...— me limito hace una semana que no lo veía porque ambos estaban de viaje.

— Creí que íbamos a reunirnos solo nosotros tres...— comenta Colette acercándose a mí.

Sus manos de inmediato se apoyan sobre mi pecho y se inclina sobre mí para besar mis mejillas.

— Te agradecería que dejaras de manosear a mi novio...— suelta la periodista con cierta brusquedad en cuando nota que la francesa no ha apartado sus manos de mi cuerpo.

— Querida si quisiera manosear a Kai lo haría y ni te enteras...— comenta con soltura.

— Colette my love por favor...— la reprende de inmediato Eric mucho antes que yo pueda hacerlo.

Aparto las manos de mi pecho y miro a Elizabeth que esta asesinando con la mirada a Colette.

— No empecemos con esto nuevamente, Colette te deje en claro que este tipo de actitudes no me gustan ni las apruebo...— recalco pasando junto a ellos sin liberar a Elizabeth.

— ¿Y bien, que pasa? — pregunta la periodista.

— Logramos conseguir todos los pedidos que habíamos planeado para el proyecto...— responde Colette con altanería — solo que nos parece que ahora deben ser publicitados adecuadamente y después del magistral discurso que diste en el evento en Dubái nos parece que eres la persona más adecuada para ello...— hace una pausa y me observa — claro si estás de acuerdo — no respondo nada mientras Elizabeth toma asiento y enciende el ordenador.

— Pues si tienen algún plan al respecto yo solo llevo la parte publica y para lo que dicen hay que hacer un trabajo previo...— responde esta sin mirarlos — además no me parece adecuado darle publicidad a ese aspecto del proyecto cuando se pueden abarcar otras cosas al mismo tiempo, aunque es válido y de vital importancia lo que han conseguido creo que hasta cierto punto será perjucial a futuro...— el ceño se Eric se frunce.

— ¿A qué te refieres? — pregunta con curiosidad.

— Ninguno de los dos estuvo en esa aldea ni lidio con el día a día que esas personas viven, solo hicieron suposiciones de lo que pueden necesitar y aunque ciertamente el alimento es una de ellas, me parece que darle alimentos gratuitos a ciertas aldeas durante un tiempo solo conseguirá que otras se interesen en esto y se inicien conflictos...— sus ojos se dirigen a mí y sonrió orgulloso ante su análisis.

— Elizabeth tiene razón, debemos evaluar bien lo que haremos con lo que han conseguido y aunque me parece perfecto debemos tener cubiertas todas las posibles variables de lo que esto puede traer como consecuencia para la población y no para nosotros como tal...— hago una pausa y observo a Eric que me mira con intensidad.

— Nadie va a quejarse por esto Metzler...— suelta despreocupado cruzando sus dedos — de hecho estoy seguro que serán más los beneficiados que los conflictos relacionados.

Sonrió de lado porque para todo el mundo es fácil decir estas cosas, sin haber estado allí. La realidad de los pueblos africanos es demasiado grande y tan poco creíble que para la mayoría se les hace tan fácil empequeñecer sus padecimientos.

— Se evaluara todo y se hará un planteamiento adecuando en el cual sean mayores los beneficios para la población del campamento cero y los campamentos que le circunda...— sentencio mirándolos con seriedad a ambos.

— Esta bien, si es lo que quieres hacer perfecto...— comenta Eric poniéndose en pie una vez más — por cierto queríamos saber si les apetecía acompañarnos en nuestra cena de compromiso...— pregunta una vez Colette imita su acto.

— Cierto aquí tienen...— dice la francesa sacando un par de invitaciones y dejándolas sobre la mesa.

— Sera el fin de semana antes de navidad...— continua Eric mientras posa sus ojos nuevamente en la periodista — espero contar contigo allí — se dirige directamente a ella tensando cada puto musculo de mi cuerpo — andando my love tenemos cosas que hacer...— continua tendiéndole su mano a Colette quien la toma y sin demoras salen de la oficina platicando en francés sobre los preparativos de su noche.

— Están tramando algo...— murmura la periodista después de algunos segundos en silencio.

— Lo sé, pero no te preocupes por ello...— le restó importancia inclinándome para besar su cien.

Habrá tiempo de ocuparnos de los franceses, por ahora hay algo que me tiene más preocupado y es esa ida al club.

— Antes de ir al club debes pasar por algunos parámetros evaluativos nena...— murmuro llamando su atención.

— ¿De qué hablas? Nunca me han evaluado para nada...— responde y sonrió.

— Si haremos esto lo haremos bien, no asistirás más como una invitada, quiero que seas miembro oficial del club y para ello hay que aprobar un procedimiento evaluativo...— le explico ganándome toda su atención.

— ¿Y de que va?

— Un chequeo médico, un examen teórico y uno practico...— le explico dejando en claro el proceso.

— Ok, es mucho más complejo de lo que imagine — murmura — ¿Y cómo se supone que haga eso?

— Dame un momento...— meto una de mis manos a mi bolsillo y tomo mi teléfono.

De inmediato me desplazo hacia la app del club y busco mi última asistencia. De inmediato mi mente viaja a esa noche y respiro profundo mientras tomo el número de membrecía que se les da a los invitados y entro al perfil momentáneo que se les da. Una vez allí hago una invitación oficial como miembro.

— Debes recibir un mail en los próximos minutos que te avisa sobre esto...— comento — no dirá quien lo envía ni nada por el estilo, por favor completa el formulario y si tienes alguna duda sobre lo que sale en el avísame...— ella asiente sin dejar de verme con una media sonrisa en los labios — ¿Qué?

— ¿Quieres que sea miembro oficial del club? — pregunta divertida y asiento.

— Siendo miembro tienes muchísimos beneficios que no se te ofrecen como invitada...— asiento mientras regreso el teléfono a mi bolsillo — una vez tengas todo el reglamento en el mail si quieres discutirlo avísame — me inclino y dejo un beso rápido sobre sus labios antes de apartarme y caminar hasta la puerta.

— Kai...— su voz me detiene.

— ¿Si?

— Revisare todo eso contigo, creo que podremos hablar al respecto y empezar con aquello de la comodidad ante el tema...— asiento y salgo de la oficina sin agregar nada más.

#

Son las 10:30 pm y sostengo mi tercer vaso de whisky mientras la periodista revisa la información que ha recibido del club, lee con una copa de vino tinto en la mano y su ceño parcialmente fruncido me advierte lo concentrada que esta. Esta noche cenamos con mi madre y mi hermana nuevamente, parece que no quieren salir de aquí. Mama está preocupada por la forma en que nos peleamos y quiere que lo resolvamos.

Por otro lado Aina está encantada que Elizabeth haga conmigo lo que quiera y no sea al revés. Cosa que cada que puede sacar a colación y se burla. Justo ahora es una pesada de mierda la cual no solo se aprovecha de la situación sino de su estado para salirse con la suya.

Desvió mis ojos del paisaje al otro lado del cristal y me fijo en la periodista que humedece sus labios y el puto gesto repercute como siempre en mi entrepierna. Me recuesto del cristal y me dedico a admirarla. No me canso nunca de verla, de detallar su rostro, sus gestos, su cuerpo. En un momento muerde su labio inferior y suspira haciendo que ladee mi rostro llenándome de curiosidad.

— ¿En qué piensas? — pregunto consciente que ese gesto solo significa que está pensando cosas calientes.

— Recuerdo la forma en la que atabas esa mujer...— sus ojos brillan con deseo y de pronto noto que no hay una pizca de celos o cabreo en su voz.

— ¿No te molesta el que lo haya hecho? — murmuro acercándome a ella.

— No, son parte de tu pasado y la verdad si ocurre con alguna otra mujer en el futuro no tendrá idea de quién eres...— comenta de lo más casual desviando su atención nuevamente al teléfono — es la gran diferencia entre las mujeres del club y las arrastradas que están detrás de ti...— comenta como si nada y de pronto caigo en cuenta que tiene razón.

Que ciertamente ir al club tiene más ventajas que desventajas, ya que allí ninguno —a excepción de Volker y Ajax — la conoce. Me remuevo incomodo una vez la alcanzo y me siento junto a ella en la cama.

— ¿Me dejarías jugar con otra mujer que no fueras tú? — pregunto curioso.

Ella muerde su labio inferior durante unos segundos y suspira meditando mi pregunta.

— Creo que si...— responde sorprendiéndome.

— ¿En serio?

— Creo que haría un trio contigo y no precisamente con dos hombres...— responde segunda dejándome ver que esta mujer es tan osada como sexy.

— ¿Si? — pregunto tratando de medir el nivel de reacción en ella.

— Si, sería una experiencia interesante...

— ¿Te van las mujeres Elizabeth? — pregunto sin reparo haciendo que sus ojos me observen durante un instante llenos de diversión.

— Alguna que otra mujer me dan morbo, así que supongo que si...— responde — aunque creo que sería algo que haría solo por cuestión de calentura...— me aclara haciéndome reír.

— ¿Es decir que podemos involucrar otra mujer a los juegos? — insisto y ella ríe.

— Cuenta con ello, en cuanto Winter se entere que iremos al club no dejara de darnos lata hasta jugar con nosotros...— comenta riendo y el que toque ese tema me llama la atención.

— ¿Sería capaz de jugar con Win? — ella sonríe un instante y después de algunos minutos se encoge de hombros y asiente.

— Si, lo haría...— mi sonrisa se ensancha porque esto es una sorpresa.

— Interesante, mientras más seamos en el juego es más divertido...— comento acercándome a ella.

Sus ojos se desvían hacia mis labios y sonríe coqueta.

— Me imagino, ahora tengo algunas dudas Kai...— comenta distrayendo mi intento por empezar un juego para ambos.

— ¿Cuáles? — dejo un beso sobre sus labios y regreso a mi posición.

— Las pruebas y todo eso...— inicia algo dudosa — ¿ocurren en algún momento en específico o qué? — sonrió.

— Soy uno de los mejores jugadores en el club...— comento con arrogancia — si quieres que las pruebas se hagan hoy mismo solo tengo que llamar...— ella eleva una de sus cejas y asiente.

Deja el teléfono sobre la mesita de noche y se gira para verme, sus ojos cargados de deseo. Humedece sus labios una vez más y ya siento mi polla endurecerse.

— Entonces me parece que mañana deberíamos hacer esas pruebas Sr. Metzler...— sonrió de lado cuando se sube sobre mí a ahorcada y mueve su cintura contra mi polla.

— ¿Ansiosa señorita White? — pregunto deteniendo el movimiento de sus caderas.

— Si, algo...

— ¿Por qué?

— Estoy ansiosa porque me ate y me muestre como juega realmente Kai Metzler...

Nota del autor: hola mis gamers, FELIZ NAVIDAD... si un poco tarde la actualización pero bueno han sido días super complicados y full de trabajo tanto laboral como en casita. Pero aquí esta este peque;o regalo que nos prepara para la siguiente etapa del libro. Pues si mis gamers a partir de este punto las cosas entran nuevamente en juegos interesantes. Ahora hablemos un poco del capitulo. 

Lizzy, que opinan de todo lo que paso? lo que dijo, el descubrimiento de sus ganas por jugar con chicas y específicamente con Winter, (INSERTEN AQUÍ A WIN SALTANDO FELIZ AL SABER ESTO) JAJAJAJAJAJA 

Ahora hablemos del magnate. Kai esta muy interesado en la forma en que Lizzy manejara los juegos, uds que creen, podrá soportarlo, disfrutara de ello? las leo. Ahora si, feliz navidad una vez mas, espero lo hayan pasado en grande, gracias infinitas por el apoyo por leernos y estar aquí, les amo muchísimo y gracias totales!