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🎭Capítulo 106 - Feliz cumpleaños Kai🎭

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Lizzy White.


Desciendo las escaleras con cuidado escapando de la habitación de mi dios celta, necesito hacer una llamada rápida y confirmar que su regalo de cumpleaños llegue a la hora acordada. Entro en la cocina en la que tenía la esperanza de encontrar a Isabella pero ya no está y solo ha dejado una nota.


¡Nos vemos más tarde, suerte!


Suerte es la que necesito para convencer al magnate que me permita vendarle los ojos y así poder llevarlo al bar donde todo el mundo nos espera por su cumpleaños sorpresa. La idea e principio fue hacerle creer que iríamos a una cena en uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad, pero en realidad es su fiesta sorpresa.

Lo más complicado de la noche, hacer que el dominante del magnate permita que le vende los ojos cuando le he dicho que hoy puede hacer conmigo lo que quiera y acabe acotar le cedi el control porque estaba en medio de una situación un tanto desequilibrante.

— Nena has visto el...— la pregunta queda flotando en el aire cuando me giro y encuentro al magnate con expresión sorprendida.

Importante, decidí arreglarme en otra habitación para causar precisamente este efecto en él. Sus ojos se pasean por mi cuerpo, calcinándome, haciendo que cada jodido poro lo desee. Kai no dice nada, sus ojos hablan por él y dicen exactamente lo que mi cabeza y coño desean, las cosas como son.

— ¿Es una puta broma no? — murmura con voz ronca, cuando sus ojos se encuentran con los míos.

Quisiera decir que el luce, simple... pero no el hijo de puta se ha puesto uno de esos perfectos trajes de tres piezas que lo hacen lucir malditamente sexy y además así como un ligero plus, solo lleva el chaleco puesto en este momento, sin el saco y su cabello esta desordenado, ¿Virgencita cómo es que este hombre puede ser así de hermoso, de perfecto y como es que es todo mío?

Muerdo mi labio sintiéndome caliente con la vista que me da. Obviamente consciente del efecto que causa en mi recuesta su hombro en el marco de la puerta de la cocina y cruza sus brazos sobre su pecho, sus labios dibujan una sonrisa pícara y sé que está por comenzar este jueguito delicioso y perfecto de tentarnos.

— ¿A qué se refiere señor Metzler? — indago con inocencia.

— Luce...— murmura acariciando su labio inferior con su dedo índice, gesto que me hace desear ser el dedo o quizás algo mas — follable señorita White...— esas tres palabras hacen que mi cuerpo se estremezca.

— No sé de qué habla...— finjo demencia y me giro no puedo seguir viéndolo, me le lanzare encima y adiós planes de fiesta sorpresa.

Pero cuando estoy de espaldas a el no puedo evitar mirar sobre mi hombro y notar la forma en que sus ojos devoran mi trasero. Si debo decir que estoy bastante sexy, sonrió para mí misma cuando me doy un repaso mental de lo que llevo puesto. Un crop top blanco que muestra lo justo, un pantalón del mismo color que se ajusta a mi culo a la perfección.

Tomo la nota de Isabella y la escondo en mi mano, porque si esto se pondrá un poco complicado.

— ¿Segura que no sabe de lo que hablo? — la ronca y jodidamente sugerente voz del magnate me habla a escasos centímetros del oído erizando toda mi piel.

Su cuerpo esta tan cerca de mí que siento su calor más está a la distancia perfecta para no tocarme.

Bastardo.

Trago duro al sentir como sus dedos se deslizan por la piel desnuda que deja el crop top y la pretina del pantalón, cierro los ojos y respiro profundo cuando lo siento pegarse más a mí y esta vez sí logro sentirlo. Muerdo mi labio inferior conteniendo un jadeo cuando siento su erección sobre mis glúteos.

— No tengo idea señor Metzler...— hago una pausa y suspiro — ¿que buscaba? — pregunto tratando de desviar el tema de conversación.

— El reloj que me regalo Ainara...— murmura rosando sus labios cerca de mi hombro — pero encontré algo mucho mejor y más interesante...— su boca se pega a mi cuello y empieza a dejar un montón de besos suaves, delicados, lentos.

Dios esta calentura no es normal. Follamos hace un rato ¿cómo es que estoy así de caliente otra vez?

— Kai...— jadeo su nombre, no sé si es una súplica o una advertencia pero me suena a ambos.

— ¿Si? — responde el muy hijo de... recostando aún más su polla en mi culo.

Cierro los ojos y respiro profundo consciente que de hacer lo que estoy a punto de hacer me dejara aún más excitada, pero quizás funcione para lo que necesito. El magnate continúa dejando besos suaves en mi cuello hasta alcanzar el lóbulo de mi oreja el cual atrapa con sus dientes y muerde con suavidad antes de rosar su lengua con él.

Entonces me inclino hacia el frente pegando mi cuerpo a la encimera, mi culo se pega más a su polla, gimo sin poder contenerlo y lo escucho gruñir a él, sus manos se afianzan sobre mis caderas y estiro mi brazo para tomar la cajita del reloj que descansa sobre el mesón.

Cuando regreso a mi posición original intento girarme pero sus manos me lo impiden, se desliza un poco hacia abajo y vuelve a subir restregándome su erección en mi necesitado trasero que esta quejándose por la cantidad desmedida de ropa que traemos.

Sus manos liberan mis caderas y me giro con la boca ligeramente entreabierta para ayudarme a respirar.

— Aquí tienes...— digo colocando la cajita entre ambos.

La sonrisa que lleva pintada en el rostro me deshace y lo único que quiero hacer es llamar a Bergoña y decirle que disfrute de la fiesta sorpresa pero que el agasajado no llegara esta noche. Rio cuando guiña uno de sus ojos y contra todos mis pensamientos da un paso atrás, toma la caja con el reloj mientras que con la otra arregla el enorme bulto en su pantalón me dedica una mirada divertida y recordándome justo a nuestro primer almuerzo junto murmura.

— Gracias...— sin agregar nada más se gira.

Camina hacia la puerta con esa elegancia que lo caracteriza y con ese porte seductor que lo envuelve, recordadme porque el hombre enmascarado me fascinaba. Sale de la cocina dejándome con unas ganas terribles de mandar todo lo que planeamos a la mierda y encerrarme con él en la habitación o disfrutar de cada rincón de la mansión.

Acalorada como estoy abanico mi rostro y saco mi teléfono del bolsillo marco el número del hombre que me confirmara la hora y espero a que responda.

— Señorita White...

— Buenas tardes, ¿Cómo le va?

— Muy bien ¿y usted?

— Excelente, supongo que llama para confirmar lo que acordamos...— sonrió consciente que esto será perfecto.

— Si...

— Pues estamos de camino, nos vemos en un rato...— sonrió ampliamente cuando finaliza la llamada y suspiro.

Todo casi listo...— murmuro en español consciente que viene la parte más complicada del día.

Vendar los ojos del magnate.

Camino fuera de la cocina ideando algún plan que me sirva para lo que deseo hacer pero nada llega a mi cabeza, la única vez que lo vende fue en el club y estaba drogado, imposible hacer lo mismo ahora. Cuando alcanzo la puerta de la habitación y la abro el olor a 212 Carolina Herrera llena mis fosas nasales y ciento desfallecer.

Recuerdo las palabras de mi primo Carlos en Venezuela.

"Pri esto es literalmente el baja pantaletas"

Y vaya cuánta razón tiene. Amo ese perfume y ahora creo que lo amo un poco más. Cuando ingreso a la habitación no veo señales del magnate por lo que me adentro al vestier pero tampoco está allí, así que el único lugar restante es el baño.

Cuando entro quiero morirme. Está de pie completamente listo —saco incluido— y esta peinando su cabello con un poco de cera, al notar mi presencia sonríe y me dedica una mirada cómplice. Se gira y apoya su cuerpo al lavabo, cruza sus brazos y sus piernas y se dedica a admirarme.

Yo hago exactamente lo mismo porque joder este hombre es digno de admiración. Es simplemente perfecto.

— Menos mal soy un Dios Celta, sino creo que ya me habrías desgastado...— suelta en tono divertido haciendo que ría.

— Ese ego...— respondo en el mismo tono.

— ¿Lista? — indaga y asiento.

— Casi...— respondo metiendo mi mano al bolsillo de mi pantalón y sacando la tela negra con que pretendo vendar sus ojos.

La dejo caer sosteniéndola en alto, sus ojos brillan chispeantes de deseo y mi cuerpo se estremece ante la tentativa de invertir los papeles y sea el quien me vende a mí y haga conmigo lo que desee.

— ¿No vamos a salir? — pregunta con voz ronca.

— Si...— una de sus cejas se eleva y sonrió con picardía.

— Si te vendo los ojos no lo haremos...— me advierte y rio suavemente dando un paso hacia él.

— La verdad la venda no es para mí...— relamo mis labios consciente que el gesto lo enloquece, una de sus manos viaja hasta su entrepierna y termino mordiendo mi labio cuando noto lo duro que esta ya.

— No pienso vendarme los ojos... las vendas no me van...— responde con tranquilidad.

— Me temo que voy a diferir contigo porque si mal no recuerdo la última vez que lo hice disfrutaste...— lo puyo jugando un poco en mi contra pero consciente que el haberlo atado y vendado lo pusieron como un puto tren.

— Elizabeth...— me advierte cuando lo alcanzo y rodeo su cuello con mis brazos.

— Amor...— susurro, rompiendo el vidrio de la dulzura y usando palabras que se me darán lo que busco — prometo que va a gustarte...— murmuro sobre sus labios.

El magnate cierra los ojos y respira profundo.

— ¿Quién va a conducir? — pregunta y sonrió.

— Yo por su puesto...— respondo sobre sus labios aun.

Sus manos se cierran sobre mi cintura y me pega más a él. Sus piernas están entre las mías por lo que prácticamente estoy sobre él.

— No quiero juegos señorita White...— rio suavemente y asiento.

— Lo prometo...— el suspira y asiente.

— Debo estar demente...— murmura antes de cerrar sus ojos y permitirme vendar sus ojos.

Cuando termino muerdo mi labio conteniendo mis ganas. Se ve perfecto y a mi merced podría hacer muchas cosas con el magnate vendado. La idea de estar en el club me asalta una vez más y jadeo involuntariamente cuando el recuerdo de él, Volker y Ajax jugaron conmigo.

— ¿Nena? — su ronca voz me hace volver y abanico mi rostro.

He evitado pensar en eso, porque bueno, son sus mejores amigos, además uno es el novio de mi mejor amiga y el otro el padre del hijo de los sobrinos de mi novio. Dios suena terrible cada que lo pienso, pero fue terriblemente excitante y mentiría si digo que no quiero repetir, porque si... realmente quiero volver a jugar en club y no me molestaría en lo absoluto que fuera con ellos.

— Vamos...— murmuro antes de besar sus labios y tratar de alejarme.

Pero obvio con el magnate no es que pueda disimular o esconder muchas cosas.

— ¿Qué pasa? — pregunta tirando de mí y pegándome a su cuerpo, con una de sus manos se quita la venda y me observa con atención.

— Nada...— miento sintiéndome un poco culpable por mis pensamientos.

— Elizabeth...— advierte una vez más y muerdo mi labio.

— Es que recordé algo...— murmuro jugando con los botones de su camisa y evitando sus ojos.

— ¿El qué? — pregunta con curiosidad y yo no sé si abrir la boca o salir corriendo.

Dios...— suelto en español mirándolo con vergüenza.

— Nena puedes decirme lo que sea lo sabes ¿no?

Dudo que esto te agrade, la verdad.

— Si, pero esto creo que no va a gustarte...— su ceño se frunce y respiro profundo.

— Es que no pude evitar pensar en aquella vez que jugamos en el club...— de inmediato su cuerpo se tensa y su mirada se vuelve filosa, por lo que dudo en continuar.

— Elizabeth...— insiste ¿y ya qué? ya empecé.

— No pude evitar pensar en el día que jugamos con Volker y Ajax...— busco su mirada en cuanto termino y esta me mira cargada de muchas emociones.

Sus manos se cierran con fuerza sobre mis caderas y creo que va a partirse la mandíbula por la fuerza que hace con esta.

— ¿Te gusto? — pregunta con cierta brusquedad y yo no sé qué hacer.

Dudo, porque si me gusto, lo disfrute y no voy a negarlo he fantaseado con repetirlo.

— Si...— sus ojos se cierran y suspiro cuando noto como sus manos me libera con suavidad pero se presionan en puños a los lados de mi cuerpo.

De inmediato tomo sus mejillas, no pienso dejarlo hundirse en los celos.

— Kai mírame...— le ordeno pegándome más a él.

Sus hermosos ojos se abren y el cabreo, los celos, la ira y el deseo están claramente dibujados en ellos. La idea también se le hace atractiva puedo verlo, el disfruto de esas cosas mucho antes de conocerme y sabe lo excitante que son.

— No voy a mentirte diciendo que no he fantaseado una que otra vez al respecto, lo que vi en el club me encanto, me sedujo pero la única razón por la que acepte ir todas y cada una de las veces, a excepción de la primera claro está, fueron por el hombre de la máscara, no sus amigos...— sonrió con calidez acerco mis labios a los suyos pero permanece rígido.

>>Resulta que ese hombre siempre fuiste tú y nada de lo que experimente allí lo habría logrado de haber sido otro...— muerdo mi labio ante lo que estoy por revelarle — eres dueño de todos y cada uno de los squirts que he tenido en mi vida...— de inmediato la comisura de sus labios tira hacia la derecha y sé que su ego se siente en la estratosfera.

— ¿Quieres repetir? — indaga en un murmullo ronco.

— Siempre y cuando el enmascarado este allí y guie el juego el...— mi respuesta parece gustarle porque cierra sus ojos y vuelve abrazarme.

Solo que siento la posesividad en el abrazo y lo hace aún más palpable cuando abre sus ojos toma mi nuca y me besa con demanda, desesperación y brusquedad. El beso pronto es de ese tipo que te deja sin aliento en cuestión de dos segundos.

Cuando nos separamos su frente se apoya en la mía y murmura con voz dura, filosa.

— Eres mía...— sonrió inevitablemente porque aunque él lo sabe y yo lo sé, acaba de entrar en modo novio cavernícola.

— Tuya amor...— respondo suavemente — tu mí vida...— su mirada se suaviza y sonríe.

— Tu mi mundo nena...— mi corazón se calienta y se no puedo amar más a este hombre.

Reacomodo la venda sobre sus ojos y ríe suavemente.

— Se nos hace tarde...— respondo a su risa dejando un beso rápido sobre sus labios.


#


Sacar al magnate del baño, de la habitación y de la mansión en general vendado ha sido una de las cosas más divertidas y excitantes que he hecho en la vida, literalmente algo que posiblemente nos habría tomado unos cinco minutos nos tomos cerca de media hora y solo porque no nos resistimos a besarnos y tocarnos cada tantos pasos.

En fin justo ahora estamos llegando al bar Black Moon donde todos tienen cerca de una hora esperando por nosotros. Van a matarme lo sé, pero en mi defensa puedo decir que es culpa del magnate, todos sabían que sería muy complicado esto de vendarle los ojos.

Una vez detengo el auto, los escoltas me ayudan con la puerta de Kai y salgo para guiarlo. Evidentemente camino con el despacio hasta la entrada del local donde un hombre nos abre la puerta y me sonríe con amabilidad. Cuando ingreso el lugar esta hermoso, se nota que Bergoña organizo todo, guio al magnate en medio de personas que nos miran y sonríen.

Algunos rostros son familiares otros no tanto, aunque creo que la mayoría de las personas aquí son empleados del Lux. Veo alguna que otra cara familiar y obviamente al centro de la pista de baile están Bergoña, Ainara, Isabella, Volker, Ajax y Winter. Una vez me acomodo frente a ellos rio y veo a mí alrededor buscando caras conocidas. Veo a Azhar entre algunas personas y a Aníbal cerca de ella ambos devorando al magnate con la mirada.

Desvió mis ojos un instante hacia Volker y Aina pero ninguno de los dos luce incomodo así que simplemente suspiro y me pongo detrás del magnate que espera paciente por mí.

En cuanto retiro la venda de sus ojos todo el mundo grita.

— ¡SORRPESA! — y Kai empieza a reír negando con la cabeza.

Bergoña, Isabella y Ainara son la primeras en llegar a él y abrazarlo, luego todo el mundo comienza acercarse y felicitarlo, yo por el contrario me escabullo entre las personas a la tarima en busca de mi obsequio, en cuanto estoy a un paso de distancia me detengo es seco ante la escultura de hombre que tengo en frente. Trago grueso cuando se gira y posa sus ojos cafés en mí y lo primero que pienso es en la bendita película de 365DNI y esa escena en específico de este hombre escupiendo a Laura para hacerle... céntrate Lizzy.

Mi madre santísima este hombre esta muchísimo mejor en persona.

Michelle Marrone se acerca a mí con una amplia sonrisa y las manos en los bolsillos.

— Buenas noches señorita White...— me saluda dejando un beso en mi mejilla y yo estoy extasiada.

— Michelle...— lo saludo con una risa nerviosa a lo que el ríe.

— Cuando me digas empezamos...— esas palabras me hacen jadear puesto es imposible no morirse con este hombre aquí.

— Adelante... haz lo tuyo...— el hombre me guiña uno de sus ojos y me abanico la cara cuando se aleja.

Cuando me giro Winter me sorprende caminando con prisas hacia mí.

— Puta madre lo dejaste ir...— me dice señalando hacia el escenario donde Michelle está acomodándose sobre un banco — dime que se quedara la noche entera por favor...— me dice devorándolo con los ojos.

— No lo sé Win...

— En cuanto lo vi llegar casi me dio algo, el idiota de Fellner no me dejo acercarme a saludar y se ve de lo más amable...— rio una vez más y busco con la mirada a mi novio quien no se ha dado cuenta de lo que está por comenzar.

— Ven vamos con Kai...— le digo a Win sosteniendo su mano y se queja.

— Con Michelle mejor...— dice tirando de mí, haciéndome reír.

Mientras nos movemos entre algunas personas alcanzo al magante que está siendo felicitado por un par de hombres que asumo son científicos del Lux. Cuando me ven ambos inclinan su cabeza en mi dirección y se despiden mientras Kai se gira y me regala una enorme sonrisa.

— ¿Una cena no? — rio abrazándolo y besando sus labios.

— Sorpresa...— el ríe y rodea mi cintura con sus brazos.

— Ay ya suelta al magnate folla delicioso para abrazarlo...— dice Winter a mí lado haciéndonos reír a ambos.

Cuando lo suelto Win lo abraza con fuerza y empieza a decirle cosas en el oído que no alcanza a oír pero por la expresión de Kai juro que ha de ser alguna de sus muchas locuras. Cuando lo libera lo señala con su mano y el eleva la suya como si estuviera jurando.

— Lo prometo...— Dice con una sonrisa pícara que me hace fruncir el ceño

— Bien, así me gusta...— suelta Winter triunfante y vuelve abrazarlo — feliz cumpleaños Kai, espero goces del regalo porque si no lo haces tú lo hare yo...— se separa de él y ríe cuando Ajax la sujeta de la cintura tirando se ella.

— Basta de jugar con Metzler ¿Dónde te habías metido? — le pregunta dándole un beso en el cuello que hace que mi mejor amiga sonría con picardía.

— Por allí disfrutando de las vistas...

— ¡Buenas noches! — la voz del Michelle nos interrumpe y yo suspiro con solo escucharlo.

De inmediato poso mis ojos en el magnate que frunce el ceño y se gira hacia la tarima donde al ver al cántate una de sus cejas se eleva y sonríe.

— La periodista quiere morir hoy...— se burla Ajax en el momento en que me acerco a Kai y entrelazo sus manos.

— Esta noche tengo el gusto y el placer de compartir con ustedes el cumpleaños de un hombre con una gran carrera, con un corazón enorme y con personas que lo admiran y le tienen muchísima estima, es un honor para mí saber que mi música le gusta a una persona como el, Kai colega feliz cumpleaños...— Kai ríe negando con la cabeza y Michelle continua — esto ha sido idea de tu novia, Lizzy...— me saluda guiñándome un ojo y siento que me desmayo.

— Si, ella quiere morir y el muere por quedarse ciego...— comenta Ajax nuevamente haciéndonos reír.

— En fin me han contado que hay algunas de mis canciones que representa un momento muy importante en su relación y más aún en esto de los cumpleaños, así que creo que deberíamos empezar por esa...— entonces Kai frunce el ceño y me mira sin comprender, cuando los acordes de Watch me burn empiezan a sonar.

Su mirada se oscurece y de inmediato ríe negando con la cabeza yo muerdo mi labio leyendo sus intenciones, su brazo rodea mi cintura y me pega el, los gritos de emoción a nuestro alrededor se unen a la voz de Michelle y yo solo tengo ojos y cabeza para admirar al magnate.

Sus ojos se mantienen fijos en mí, mientras la música suena empezamos a bailar evidentemente dejándonos llevar por el ritmo de la canción que inicio este peligroso juego hace ya varios meses. Sus labios se mueven cantando la canción sin dejar de verme y yo siento que estoy en un puto limbo. El cuerpo del magnate me pega a él recordándome lo buen bailarín que es, lo rico y perfecto que nuestros cuerpos se mueven.

Escucho gritos a mi alrededor de emoción pero ni me molesto en buscar la razón de ello, solo tengo que ver a Kai Metzler para tener un espectáculo privado. De pronto justo antes de empezar el coro toma mi mano y me gira justo como lo hizo en mi cumpleaños, sus manos se posan en mis caderas y sus labios van a mi oído.

— Estas matándome nena...— murmura haciendo que cada puto centímetro de mi cuerpo arda de deseo — creo que alguien quiere repetir lo que paso en su cumpleaños...— murmura restregando su erección en mi culo y yo me pierdo en ese instante lleno de morbo, lujuria y placer.

— Contigo quiero repetir siempre...— jadeo haciéndolo reír.

Continuamos bailando al ritmo de la música, para cuando termina y Michelle inicia con otra que también bailamos, pero luego el magnate me aleja de la pista de baile y me lleva hacia un rincón donde de inmediato empieza a besarme con necesidad. El beso se hace cada vez más intenso y no es hasta que alguien se aclara la garganta que nos separamos.

Cuando me giro Bergoña nos ve con una media sonrisa en los labios y una ceja elevada.

— Madre...— la saluda Kai rodeando mi cintura y abrazándome.

— Vaya forma que tienen de demostrarse el amor que se tienen...— comenta divertida haciendo que mis mejillas se sonrojen — te buscan...— murmura señalando hacia un costado donde veo un par de mujeres mayores que le sonríen a Kai.

El magnate me libera y entrelaza nuestras manos guiándome hacia ellas. Resultan ser sus tías, hermanas de Bergoña, mujeres encantadoras que se pasan un rato conversando con nosotros. Michelle continua con el espectáculo en el escenario entre una y otra canción el Dj del local deja sonar alguna canción.

El magnate se disculpa con sus tías y nos guía hasta el borde del escenario donde Michelle nos espera con una copa de vino en la mano, ambos hombres se saludan con un fuerte abrazo y comienzan hablar en italiano dejándome por fuera como la guayabera, pero no le doy importancia ya que Winter me aborda de inmediato con una acalorada Azhar que se devora a Michelle con los ojos.

— Mierda imposible que hayan hombres como estos en el mundo de verdad...— se queja mirando de Kai a Michelle y de regreso.

— Ay ya está vamos a bailar que necesito quitarme este calor de alguna forma antes que termine lanzándome sobre alguien...— murmura Winter mirando con picardía a Michelle que ríe divertido.

Nos vamos a la pista de baile y allí pasamos cerca de una hora donde bailamos, gritamos y bebemos cual adolescentes en una noche de chicas. Cerca de las 10 de la noche Bergoña, Isabella y las tías de Kai se van porque están cansadas por el viaje por lo que tenemos que despedirlas y en el local solo quedamos amigos y conocidos. Michelle canta un par de canciones más antes de despedirse y desearle nuevamente un feliz cumpleaños a Kai.

La noche esta yendo a la perfección, el magnate luce increíblemente feliz y yo igual, hemos bailado, reído y disfrutado muchísimo. Justo ahora estamos en la pista de baile, desgastando los tacones Winter, Ajax, Volker, Ainara, el magnate y yo. Me disculpo con ellos, necesito ir al baño y refrescarme. De camino tropiezo con alguien y cuando me enderezo quedo sorprendida al ver la enorme sonrisa de Ángel.

— ¿Lizzy? — se sorprende al verme.

— ¿Ángel? — Pregunto incrédula — ¿Qué haces aquí? — nos saludamos con un par de besos.

— Acompaño a una amiga...— me explica señalándome sobre su hombro — cuando busca a la amiga mi cuerpo se tensa de inmediato Viveka está cerca de la barra bebiendo con sus ojos fijos en la pista de baila donde el magnate baila con Ainara.

— ¿Viveka? — pregunto incrédula.

— ¿La conoces? — pregunta frunciendo el ceño.

— Si, es la hermana de uno de los mejores amigos de mi novio...— murmuro admirando la vestimenta de la mujer y sintiendo mi pecho calentarse al notar la forma en que está mirando a Kai.

— Vaya no lo sabía...— murmura para luego fruncir el ceño — ¿Tu novio? — Busca a mí alrededor y ríe — ¿James no es hijo único? — pregunta haciéndome caer en cuenta que tenemos demasiado tiempo sin vernos y no está al tanto de los muchos cambios en mi vida.

— Ah no, no James y yo lo dejamos...— el eleva una de sus cejas y me mira con curiosidad, para cuando voy a responder un par de brazos se cierran sobre mi cintura y me pegan con fuerza contra un torso duro.

— ¿Interrumpo? — la voz del magnate se escucha dura y respiro profundo.

— No para nada...— Ángel eleva una de sus cejas y me ve expectante.

— Kai Metzler — se presenta tendiendo una de sus manos sin liberarme — su novio...— Ángel estrecha su mano con fuerza.

— Ángel Flamet...— responde.

Ambos se desafían un instante con la mirada, hasta que es Viveka quien nos interrumpe.

— Mi cumpleañero sexy...— saluda alcanzándonos.

Kai de inmediato libera la mano de Ángel y sonríe en dirección de Viveka que da un paso más cerca, el magnate libera mi cintura y se separa de mí para saludar a la hermana de Volker. Se estrecha en un fuerte abrazo que me incomoda de inmediato y pongo los ojos en blanco sin poder evitarlo.

— Elizabeth ¿cómo estás? — me saluda una vez libera a Kai me da un beso en la mejilla y me tenso aún más cuando mantiene una de sus manos sobre el brazo de Kai.

— Hola Viveka, todo bien...— hago una pausa y veo a Kai como le sonríe — no sabía que vendrías...— suelto de pronto ganándome una mirada curiosidad por parte de los tres.

— No me perdería los cumpleaños de Kai por nada del mundo...— cometa divertida — tenemos tradiciones que honrar...— comenta con picardía haciendo que el magnate ría a carcajadas.

Los celos y la ira hacen acto de presencia amenazando con arruinarme la noche, por lo que cierro los ojos y respiro profundo.

— Voy al baño, te veo luego amor...— murmuro apartándome, el asiente y permanece conversando con Viveka y Ángel.

Al llegar al baño lo primero que hago es bufar exasperada. ¿Cómo rayos olvide que ella estaría aquí? Respiro profundo y trato de serenarme y de controlar mis celos, no puedo hacer un show ni mucho menos. Hago mis necesidades y salgo una vez me he lavado las manos cuando lo hago no veo a Kai por ningún lado por lo que mi corazón empieza a latir con rapidez.

Camino hacia el área de las mesas donde lo encuentro conversando con Viveka y Volker, decido limitarme y no ser parte de eso por lo que regreso sobre mis pasos y me interno en la pista de baile, donde me reuní con Ajax y Win. Esta al verme no necesita preguntarme nada para saber que algo va mal. Se acerca a mí bailando y sin dejar de hacerlo murmura cerca de mi oído.

— ¿Qué pasa? — suspiro sin dejar de moverme.

— Viveka está aquí...— murmuro.

De inmediato Win se separa de mí y empieza a buscarla con la mirada, rio porque es tonto que lo haga porque hasta donde se aún no se conocen personalmente. En ese momento Ajax la toma de la cintura y la gira, ambos empiezan a hablar en murmullos y yo suspiro sintiéndome extraña. Cuando me giro para salir de la pista de baile una vez más me topo con Ángel que me sonríe ampliamente.

— ¿Crees que tu novio no vaya a secuestrarte otra vez si bailamos? — pregunta divertido y recuerdo que la última vez que nos vimos Kai me saco de la disco y casi golpea a Ángel.

— Dudo mucho que lo note...— me encojo de hombros — es su cumpleaños y está por allí disfrutando de sus invitados...— trato de no sonar dolida pero fallo ganándome una mirada curiosa de Ángel.

— ¿Celosa Lizzy? — pregunta divertido y bufo.

— Nah mejor bailemos...—en ese momento el ritmo de la música cambia como pedido por el cielo y empieza a sonar reguetón.

Por lo que todo el mundo se aloca un poco más y evidentemente yo empiezo a moverme al ritmo de la música. Pronto me olvido que Viveka está aquí en algún lugar y me dispongo de disfrutar de la música y bailar con mis amigos. No sé cuánto tiempo pasamos bailando pero en algún punto ciento esa extraña sensación de estar siendo observada y no necesito buscar para saber de quién se trata.

Cuando Ángel me gira y quedo pegada a su pecho de espaldas, la mirada iracunda del magnate se encuentra con la mía, me hago la desentendida y continuo bailando porque en cuanto llego Viveka se olvidó por completo de mi existencia por lo que a la mierda el magnate. Continúo bailando con Ángel y luego intercambiamos parejas, termino bailando muy pegada de Ajax que coloca sus manos sobre mis caderas y murmura muy cerca de mi boca.

— Caderas sexys me encanta como te mueves...— rio negando con la cabeza y le grito para que me escuche.

— Te encanta tentar al diablo...— Ajax ríe y se encoge de hombros.

— Es lo más divertido de ser su amigo...— ambos reímos y continuamos bailando.

Para cuando volvemos a intercambiar de parejas Kai ya no está en el mismo lugar en donde estaba minutos antes por lo que lo busco con la mirada y doy con el nuevamente en la barra, de espaldas a la pista de baile, no necesito adivinar ni verlo de cerca para saber que esta cabreado porque su postura me lo dice. Pero lo ignoro, no puede cabrearse cuando ha sido el quien se ha olvidado de mí y justo con Viveka.

Winter nos aborda con una ronda de shots de tequila que bebemos de un solo tirón y luego Ángel aparece con otro, el cual también bebo de un solo trago mientras reímos y decimos locuras. La música cambia una vez más y yo estoy cansada de tanto bailar por lo que tiro del brazo de Winter para que me acompañe a descansar un poco. Entre risas llegamos a la barra donde pido una botellita con agua y me tomo la mitad de un trago.

https://youtu.be/GLPUEL4asCc

Cuando las luces del local bajan y se enciende un foco justo en medio de la pista, mi ceño se frunce por el cambio de ambiente y me giro para ver como Viveka se encuentra de pie justo allí en medio del lugar, todo el mundo empieza hacerse a un lado y rodearla. Es en ese instante en que soy capaz de notar su vestido, es de tela floja que cae sutilmente sobre sus curvas, la abertura de su vestido deja claramente la falta de ropa interior lo que me sorprende.

Pero esto no es lo que me hace atragantarme con el agua cuando empiezan a sonar los acordes de una música lenta. Y al otro extremo de la pista de baile esta Kai, sin su saco y con sus ojos fijos en Viveka. Quien empieza andar hacia el con pasos sensuales, el la sigue y de pronto juntan sus cuerpos.

— Mierda...— suelta Winter a mi lado cuando ambos empiezan a moverse al mismo ritmo.

Kai no aparta la mirada de la de Viveka que no deja de sonreír con picardía y mi pecho arde de celos.

— Vaya...— murmura Win una vez más — el magnate se tiene varias cosas bien ocultas además del tamaño de la polla y la cantidad de ceros en sus cuentas... no tenía idea que supiera bailar tango ¿y tú? — ignoro por completo la pregunta cuando empiezan a moverse por toda la pista bailando como si fueran los únicos aquí.

De pronto Kai la gira y dejando su espalda contra su pecho, una de sus manos sostiene la suya en alto mientras que la otra se acomoda justo debajo de sus pechos donde Viveka desliza su mano libre rosando el escote del vestido, sus miradas nunca pierden contacto y yo estoy que me sale humo de las orejas. Pronto las manos del magnate van a su cintura y la hace girar para luego dejarla caer a un lado sosteniéndola ella permanece derecha entre sus brazos y evitando mirarse.

La sensualidad en el baile y la compenetración que se ve en ambos me enerva y hace que quiera salir corriendo de aquí, pero permanezco en el lugar, disfrutando del puto espectáculo que está montado el magnate. Pero sin poder controlarlo mi cuerpo se mueve hacia ellos.

— ¿Lizzy? — me llama lo voz de Winter pero vuelvo a ignorarla.

Juro por dios que lo mato.

— Espera ¿qué haces? — pregunta mi mejor amiga interponiéndose en mi camino.

— No...— suelto entre dientes — no lo sé...— suelto frustrada mirando sobre su hombro en el momento exacto en que las manos del magnate recorren el costado del cuerpo de Viveka y sus rostros están escasos centímetros el uno del otro.

Y como si el destino le gustara tentarnos a ambos sus ojos se desvían de los de ella y se encuentran con los míos, furia, celos, impotencia son algunas de las cosas que puedo ver en ellos cuando me mira y lo único que quiero es ir hasta él y arrancarla cabeza por ser tan hijo de puta. Pero lo que hace luego es lo que me hace centrarme sus ojos vuelven a desviarse a los de Viveka y solo necesita moverse un poco para que sus labios se toquen, ella coloca sus manos sobre sus hombros y ambos bajan lentamente en uno de sus pasos súper sensuales del baile.

— Eso es intenso...— murmura Winter a mi lado — y merece que le cortemos los huevos por atreverse a tanto...— suelta cruzándose de brazos.

Yo simplemente respiro profundo me giro camino de regreso hacia la barra y pido una seguidilla de shots de tequila. Winter me acompaña mirándome con curiosidad.

— ¿Qué vas hacer? — pregunta una vez me observa beber dos de los shots uno detrás de otro.

— A Metzler se le olvida que en esto de jugar soy tan buena como el...— comento bebiendo de un solo trago el ultimo shot.

Winter sonríe con malicia y suspira.

— Amo cuando buscan a Lizzy y encuentran a Morgan...— sonrió ante comentario y suspiro.

— ¿Puedes encargarte de la música? — su sonrisa se ensancha y asiente saliendo disparada hacia el Dj.

Cuando me giro el magnate y Viveka continúan bailando como si de verdad no existiera alguien más en el mundo. Los celos me queman por dentro y de verdad tengo que hacer un esfuerzo sobre humano para no lanzarme sobre ambos y medio matarlos.

Respiro profundo una vez más cuando Viveka eleva una de sus piernas y la coloca en la cintura del magnate mientras este baja una de sus manos por su espalda hasta acomodarla sobre su espalda baja y mantenerla allí mientras se inclinan hacia un costado.

En ese momento el ruido de la mezcla elaborada por el Dj corta el momento llenando el espacio con otro tipo de música y la voz de Winter inunda el lugar.

— Vaya espectáculo tan maravilloso...— Kai y Viveka se liberan de inmediato y posan sus ojos en Win que sonríe con malicia — Metzler ya sabíamos que eres un puto dios en muchas cosas, ahora sabemos que también eres un dios en el tango...— sonríe mientras ve como Ajax se echa andar hacia lugar donde está el Dj y ella.

>> Antes que Fellner llegue aquí y arruine mi momento, admiro el nivel de cojones que tienes pero colega...— su sonrisa se ensancha y luego me señala con sus manos — ¡Siempre iré a Lizzy! — en ese momento empiezan a sonar los acordes de I see red y mis ojos se abren como platos.

El magnate se gira para verme con sus ojos llenos de sorpresa. Viveka lo imita y es justo cuando mi cuerpo empieza a dejarse llevar, me contoneo al ritmo de la canción mientras camino en dirección de ambos, al alcanzarlos el magnate niega con la cabeza ligeramente pero rio divertida pegando mi cuerpo a él, giro mi rostro y le guiño un ojo a Viveka que me mira un tanto sorprendida.

Cuando voy a separarme del magnate sus manos me toman de las caderas con fuerza y me presiona contra su cuerpo.

— ¿Qué haces? — su voz suena ronca pero cargada de furia al mismo tiempo.

Me giro sin dejar de bailar y sonrió con altanería.

— Jugar el mismo juego que tu...— murmuro sobre sus labios antes de separarme lanzarle un beso y continuar — ¡Feliz cumpleaños Kai! — y sin más me separo de el mientras sigo moviéndome al mismo ritmo de la música.

Mi cabeza vuela pensando mil posibilidades, en cuanto veo a Ajax mirarme con picardía me acerco a él y rio bailándole un poco, sus ojos se desvían hacia Kai que da un paso en mi dirección, pero Viveka lo detiene y el cual corderito obedece.

Bien perra quieres jugar también.

Me muevo pasando mis manos por mi cuerpo insinuante. Cuando me giro encuentro la mirada de Ángel devorarme con una sonrisa pícara y es todo lo que necesito para saber la siguiente movida de la noche. Llevo mis manos a la parte de atrás de mi crop top y busco el broche de la cremallera. Ángel ríe cuando me acerco más a él y niega con la cabeza cuando pego mi culo a su entrepierna y todo el mundo grita a nuestro alrededor.

Busco los ojos del magnate que esta asesinándome con la mirada, tiro de la cremallera y siento como la tela cede hacia el frente, me inclino hacia abajo casi hasta tocar el suelo con mis manos, mi culo justo sobre la entrepierna de Ángel que ha empezado a moverse también al ritmo de la música.

Cuando levanto mi torso de golpe mi cabello suelto golpea mi espalda y mi sujetador queda a la vista de todos, arrancando exclamaciones y varios gritos más. Tomo el crop top y lo lanzo en dirección hacia el magnate para luego girarme mientras escucho como Winter grita mi nombre.

— Eso Lizzy no te dejes...— rio divertida y mientras Ángel se acerca a mi t negando con la cabeza grita.

— Esta es la Lizzy que recuerdo de la universidad...— mi risa se hace más fuerte cuando me pego a él y continúo bailando de espaldas a él.

Busco al magnate con la mirada y lo que encuentro me hace la noche aún más perfecta, Volker y Ajax lo sostienen mientras me asesina con la mirada a Ángel y obviamente a mí. Yo simplemente continúo con mi show hasta el final y obvio un digno striptease no puede terminar sin la bailarina estar en ropa interior.

Por lo que tomo también la cremallera de mi pantalón y tiro de esta, muevo mis caderas mientras desciendo la prenda por mi cuerpo sin dejar de ver al magnate que ha dejado de forcejear y solo me observa incrédulo. Sonrió una vez más y una vez estoy solo en ropa interior doy un pequeño giro sobre mi misma y me inclino hacia el frente como lo harían en una obra de teatro.

Cuando elevo mi rostro soy total seriedad, camino con la cara bien en alto hasta donde esta Kai, Viveka, Volker, Ajax y Winter, estos tres con una amplia sonrisa en los labios y los primeros dos pues el magnate sin duda alguna quiere hacerme papelillos y Viveka, bueno a ella ni la veo.

— Piensa un poco más antes de hacer las cosas genio...— le espeto a Kai con arrogancia para luego dedicarle una mirada suficiente a Viveka — y tu querida la próxima vez que quieras hacer un showcito con Kai asegúrate que eres mejor que tu contrincante...— le guiño un ojo y me giro nuevamente hacia la pista de baile donde todo el mundo está gritándome cosas.

Camino hacia la puerta sin mirar atrás y muy consciente que he iniciado una pequeña guerra que no estoy dispuesta a perder, porque el magnate o entiende de una buena vez o entiende que con Elizabeth White no se juega.

En cuanto llego a la puerta una mano se cierra sobre mi brazo y me gira con brusquedad, evidentemente estoy lista para lo que se viene y sin más ni menos la cara de asesino en serie del magnate es épica pero ni su puta cara de asesino ni una mierda.

— Su.el.ta.me — puntualizo cada puta silaba.

— ¿Qué mierda fue eso? — suelta entre dientes y rio con arrogancia.

— Eso Kai es venganza y si fue todo fríamente calculado en el puto instante en que pasaste de mí y te fijaste en Viveka, pues ándate y continua con tu solo es una amiga...— me libero de su agarre pero vuelvo a sujetarme y esta vez me pega a su cuerpo abrazándome con fuerza.

— ¿A dónde coño crees que vas así?

— ¡LEJOS DE TI PEDAZO DE IDIOTA! — lo empujo con fuerza y me giro echando andar hacia la puerta, cuando una vez más lo siento seguirme.

— ¡Kai basta! — la voz atronadora de Ajax me sorprende y me hace girarme de golpe para verlo de espaldas a mi sujetando al magnate del pecho.

— Vete de aquí si no quieres que te rompa la cara ya mismo...— le suelta sin dejar de verme con frustración.

— Deja de ser tan idiota, solo te dio un poco de lo que le diste ahómbrate y déjala en paz...— Ajax lo empuja sorprendiéndonos a ambos.

Y de ese modo vuelvo a girarme y salgo del bar, en cuanto lo hago me arrepiento porque solo voy en ropa interior y hace un frio de mierda. Mi piel se eriza pero debo decir algo, gracias al cielo el circo andante de gorilones nota mi presencia y se avalancha sobre mí, uno de ellos se quita su saco y lo coloca sobre mis hombros.

— ¿Señorita White está bien?

— perfectamente ¿por favor podrías llevarme a la mansión? — el hombre asiente y hace una seña a otro de los hombres que sale pitado en busca de una de las camionetas.

Me abrazo a mí misma y en cuestión de unos segundos la puerta del local se abre y Viveka se detiene a mi lado. Cierro los ojos y respiro profundo.

Dios en serio yo intento ser buena pero tú, tu no me dejas. Me quejo en español haciendo que Viveka ría.

Buena jugada Lizzy... ahora entiendo porque Kai esta así de loco por ti...— responde en un perfecto español que me sorprende — te explicaría que fue todo eso de allá adentro, pero creo que es mejor que lo haga el...— suspira y luego me ve — eres una mujer admirable — sin agregar nada más se gira y echa andar hacia el estacionamiento dejándome completamente fuera de base.

— Señorita White...— me llama el guardaespaldas señalándome la camioneta que se detiene frente a nosotros — ¿Vamos? — asiento y sin más me largo con unas irremediables ganas de entrar y asesinar al magnate por joder esta noche perfecta.



Nota del autor: hola gamers... no dire mucho... solo quiero leerleeeees! jajajaja besos les amo gracias infinitas por el apoyo!

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