03. ¿Amistad?
- ¿Te encuentras bien? - pregunto el príncipe preocupado por la salud de la joven.
- Si, no se preocupe joven amo - respondió ella mientras una de las sirvientas de la habitación vendaba su brazo con delicadeza.
- Menos mal, me alegro que te encuentres bien - respondió acariciando su cabeza.
- Muchas gracias por cuidar tanto de nosotros - agradeció la joven.
- No es nada, solo quiero que mis trabajadores permanezcan en un estado laboral saludable. Por ser diferentes no merecen ese trato - respondió con un tono serio y agradable a la vez.
- De todas formas, no se que haríamos sin usted, a estado defendiéndonos tanto que ya no sabemos como agradecérselo. - respondió la chica.
- No hay necesidad de agradecer nada - explicó el moviendo las manos en forma de negación.
- Igualmente, siento que debería recibir algo debido a todo el esfuerzo que pone en nosotros.
Iba a seguir respondiendo, o eso hasta que escucho un fuerte estruendo, esta vez, el grito no fue de ningunos de sus trabajos, fue su padre...
No le importo demasiado, pero igualmente, sentía que debía ir a ver que era lo que había ocurrido. Cuando entro en la habitación y vio la escena una extraña sensación recorrió su cuerpo. Aquel moreno tenía un cierto atractivo natural pero verlo pelear así por su familia lo hacia ver aun mejor.
- ¡NI SE TE OCURRA PONERLE UNA PUTA MANO ENCIMA A MI HERMANO! - por primera vez aquel joven se estaba mostrando tal y como era. Tighnari ya lo habia deducido antes, sabía que aquel alvino tenía mucha mas fuerza y determinación de la que mostraba.
- ¡GUARDIAS! - su padre grito para que los guardias vinieran a por el, pero, el príncipe los detuvo.
- Cyno - el nombrado lo miro - Ya es suficiente - avisó, haciendo que este dejará ir al actual reí y corriera a agarrar la mano de su hermano de forma sobreprotectora. - Te dije que dejaras a mis chicos tranquilos - comento Tighnari con un claro enojo mientras miraba a su padre.
- ¿Cómo puedes tener a tan patético trabajador? ¡Nisiquiera sabe hacer algo tan básico como limpiar!
- Ellos no cumplen ordenes tuyas, y no son amas de casa, se dedican a ayudarme y defenderme. - replico - ademas, no vale pedirle que limpie algo que tiraste expresamente para hacer que lo limpiara. - los dos hermanos lo miraron y inconscientemente se posicionaron detras de el. - Cyno, Razor, venir conmigo, la joven ya esta siendo atendida. Volveremos para comer a otra hora. - Antes de irse lanzó una mirada a Collei para preguntarle si se venía con ellos y esta, enseguida, se levanto de su asiento y los siguió.
- ¿Razor estas bien? - pregunto la joven princesa.
- Si, no te preocupes.
- Siento mucho esto chicos...
- No es nada, muchas gracias por defendernos. Aunque, yo fui quien lo hizo mal, no debí haber perdido la paciencia de esa forma, me disculpo por haber causado tales molestias - dijo este haciendo una ligera reverencia arrepentido.
- No te preocupes, mi padre no debería haberle hablado así a Razor. - explico este mientras, seguido de los demas, caminaba hacia su habitación.
- ¿Por que tu hermano nos trata tan bien? - pregunto el mas pequeño a la princesa.
- hmm... Bueno, es lo normal, ¿no? Nunca le habéis hecho nada, a demás, el tiene una gran fijación hacia la justicia, no le gusta que gente inocente page cosas de las que no tiene culpa. - explico ella mientras apuntaba a la diana con su arco.
A diferencia del príncipe, ellos tenían un horario distinto para entrenar sus habilidades, en un inició, Tighnari iba a ser quien los entrenara, pero en aquella ocasión, el tenía asuntos importantes de los que ocuparse, y Collei tuvo que substituirlo.
- No se que armas se os darían bien - pensó ella mientras dejaba ir la flecha, la cuál dio justo en medio de la diana. - ¿Tenéis alguna en especifico que os guste? - pregunto curiosa - Yo y mi hermano preferimos el arco, pero sabemos usar todo tipo de armamento.
- ¿Cómo se llaman esas armas fuertes que pueden derribar grandes piedras? - pregunto el pequeño emocionado.
- ¿Mandoble? Si es eso a lo que te refieres, tienes que saber que es una arma realmente pesada, yo no soy capaz de sostenerla mucho rato. Quizas Noelle esta por aquí y te puede ayudar.
- ¿Quién es Noelle? - pregunto el mas mayor.
- Es una caballera, trabaja en la entrada del palacio. - explico ella con una sonrisa. - Ella siempre a tenido una fijación por el mandoble, así que se negó a aprender el funcionamiento de las demas armas.
- ¡Collei! - la voz de su primo la llamo.
- ¿Bennett? ¿Que haces tu aquí otra vez? - pregunto sorprendida.
- Mis padres se fueron de viaje de negoció y mis hermanos son aburridos - explicó desanimado. - ¿Qué estáis haciendo? - pregunto curioso.
- Ahora mismo ibamos a buscar a Noelle para que ayudara a Razor con el mandoble - explico Collei mientras guardaba su arma.
- Yo puedo ayudarlo - propuso animado - antes lo usaba mucho.
Collei lo miro confundida, si, era verdad, antes Bennett solía usar mandoble, pero, el odiaba esa arma, tenía malos recuerdos con ella, ¿Por qué lo ayudaría si estaba Noelle?
- ¿Estás seguro? - el incidente aun pasaba por la cabeza de la princesa, preocupada por su primo.
- Claro que si - respondio seguro de si mismo.
Razor sonrió emocionado, se notaba que nunca habia podido manejar un arma antes, así que, iba a ser una nueva experiencia para el.
- Ven Razor, vamos a por un arma para ti - dijo este con una sonrisa mientras era seguido del menor.
Collei y Cyno vieron a los dos jovenes irse y luego volvieron a mirarse. - ¿Y tú? ¿Tienes alguna idea de lo que quieres usar? - pregunto la pequeña con una sonrisa.
- ¿Cuál es el arma mas ligera que hay? - pregunto curioso.
- Pues... entre la lanza y el arco supongo - dijo mientras pensaba mas ideas. - La espada depende de cual pilles, aunque si pides por mi opinión, creo que se te daría bien usar la lanza - explico ella - eres flexible - dedujo ella.
- ¿Cómo sabes eso? - pregunto sorprendido.
- Soy lista, los tipos de cuerpo tambien influyen en el arma que se lleva. - explico mientras buscaba alguna lanza que pudiera prestarle. - Razor hizo bien al elegir el mandoble, me parece que le será facil, tiene los hombros anchos. - la joven princesa era realmente inteligente haciendo que Cyno confiara mucho mas en su criterio.
Los dos hermanos acababan de acabar su primer entrenamiento y estaban completamente exhaustos. Nunca antes habían hecho tanto ejercicio de golpe.
Al entrar en la habitación estos dos cayeron rendidos en el sofá, en busca de algún sitió donde reposar un rato. - Parece que os han machacado - supuso Tighnari con una risa. - Collei es vastante estricta en los entrenamientos. - dijo este mientras se sentaba al lado de los dos hermanos.
Razor estaba menos cansado, ya que, Bennett no ponía tanta presión, pero, el mandoble pesaba demasiado, no le era dificil usarlo, pero cansaba mucho mas que cualquier otra arma.
- ¿Qué armas escogisteis? - pregunto mientras extendía dos toallas para que pudieran limpiarse el sudor.
- Yo un mandoble - los ojos de Tighnari se abrieron de golpe.
- Vaya, empezaste con lo peor - dijo con una risa - ¿Collei te ayudo? Ella apenas sabe usar uno.
- Bennett nos ayudo - respondio Cyno esta vez.
- ¿Que hace este aquí? - pregunto confundido - Siempre aparece cuando menos lo esperas. Aunque, pense que el había decidido no volver a tocar un mandoble en su vida - expresó confundido.
- ¿Por qué? - preguntaron los dos hermanos a la vez.
- Bueno... sinquerer, ocasiono la muerte de uno de sus sirvientes, el no se lo a llegado a perdonar todavía, así que por eso me sorprendió. - explico apenado.
- ¿Qué pasó? - la curiosidad de los dos hermanos era obvia.
- Eso es mejor que os lo explique el si lo desea - explico tratando de cambiar de tema.
- Esta bien, es entendible - respondio Cyno dejando aquel tema de lado.
- Y tu Cyno, ¿Qué arma has pillado? - pregunto el príncipe curioso. No mentiría, le interesaba mucho saber por que se habia decidido.
- Una lanza.
Tighnari río - uno pillo el arma mas pesada y el otro la mas ligera.
- Eso parece - respondió Razor siguiendo su risa.
Cyno seguía tratando de recuperar el aire, parecía que el era el único que habia entrenado, quizas la proxima pida que lo entrene otra persona. Collei era muy agradable, pero otro entrenamiento así y juraría que moriría.
- Cyno, ¿Estas bien? - pregunto Tighnari algo preocupado al ver que este permanecía con los ojos cerrados.
- Si si, esta bien, solo estoy cansado - explico tapando su cara son su brazo derecho.
- Collei es realmente estricta - explico con una risa - la próxima vez prometo entrenaros yo.
- Si, por favor - respondió Cyno.
El príncipe y su hermano empezaron a reir. La pequeña Collei acababa de agotar toda la energía del mas fuerte de los dos hermanos.
- ¿No vas a dormir? - pregunto Tighnari al mas mayor, el cual, permanecía apoyado en la barandilla de la habitación, tomando aire fresco.
- No estoy cansado - respondió sin girarse a mirarlo. El príncipe se acerco a el y se apoyo al lado suyo, observando lo que el moreno miraba. - Si respetas tanto a los míos, ¿Por qué los obligáis a venir aquí? - pregunto apenado.
- Yo no me hago cargo de eso, nunca preguntan por mi opinión, todo lo que puedo hacer es llevaros a mi bando, para que no tengáis que lidiar con mis padres. - explico el mitad fénec desanimado. - Siento que irrumpieran en tu casa de esa forma - se disculpó, no era su culpa, pero se disculpó haciendo que Cyno se sintiera algo mal.
- No es culpa tuya, tu no decides estas cosas, no deberías disculparte por ello.
- Pero... atacaron vuestro hogar...
- Mi hogar estaba a punto de ser derrumbado. No nos quedaba mucho para vivir... - explicó - así que, en cierto modo, agradezco estar aquí, es mucho mejor que seguir pasando frio. Apenas y podíamos comer algo... - Tighnari no era muy consciente de la vida que se llevaba en los pueblos, debido a que nunca nadie le había dejado ir.
- Lo siento mucho por eso - respondio acariciando su hombro con delicadeza.
- No es nada, tu no eres culpable de lo que a pasado en mi vida, no debes disculparte por ello. - respondió con una sonrisa. - Aun me cuesta entender por que nos ayudas, nunca hemos hecho nada por ti...
- Me gusta ayudar a la gente, además, tu me caíste muy bien, siento que podriamos llegar a crear una buena amistad - respondió con una notoria motivación.
Cyno lo miro y sonrió. No sabía como agradecer todo lo que estaba recibiendo, no había forma de expresar lo contento que estaba, y, saber que aquel príncipe lo veía como una posible amistad, lo hizo sentirse aun mejor. Quizás esta vez, podría tener un buen amigo.
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